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¿El estudiante peruano es honesto ante la educación virtual? ¿Los docentes académicos dan
seriedad sobre el caso? El Perú recurrió al confinamiento, a consecuencia de la covid-19, un
domingo 15 de marzo de 2020. Posteriormente; el Minedu, a partir del 6 de abril del mismo
año, decretó suspender en las instituciones educativas las clases presenciales, lo cual provocó
situaciones desesperadas por parte de las escuelas para poder impartir las clases en línea vía
algún medio virtual. Frente a esta situación, era imposible definir si el estudiante iba a poder
sobrellevar este proceso educativo y, sobre todo, llevar con honestidad un correcto proceso de
aprendizaje ante semejante alteración del sistema educativo. Por todo lo citado
anteriormente, se analizará el comportamiento y la valoración de la ética asumidos por los
estudiantes afectados durante esta pandemia.
Por ende, se puede considerar que un gran porcentaje de alumnos no estaban prestos para
adoptar el nuevo sistema educativo resuelto frente a las medidas sanitarias determinadas por
el Gobierno. A pesar de que, según Pérez (2015), asume que se deben crear y aprender a
utilizar nuevos ambientes donde se imparta la enseñanza-aprendizaje, no importando las
diferentes situaciones presentadas bajo la finalidad que sirvan como acopio de estrategias
para nuevos conocimientos. De ahí que, se podría explicar que frente a todos los cambios
acontecidos, el educando se sumergió, como salida rápida, las conductas fuera de toda ética,
anteriormente mencionadas. Por ello, se espera que se pueda concientizar que estos malos
hábitos adoptados en su rol de receptores de nuevas formas de enseñanza, vayan mejorando
para lograr una adecuada valoración de su aprendizaje. Al igual que, deben tener en cuenta, de
manera imprescindible, el aprovechar a todos los docentes que están, de uno u otro modo,
impartiendo un nuevo modo de enseñanza con la finalidad de aprovechar los tiempos de
estudio que eran vistas antes como algo futurista y, que hoy por hoy, no son sino el resultado
de una eficiente gestión educativa fundamentada en el diálogo proactivo y de carácter
colaborativo entre sus miembros, quienes se vinculan circunstancialmente con el
conocimiento por un bien social que finalmente son los alumnos y su proceso de mejoras de
aprendizaje.
Referencias Bibliográficas