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VERDADERAS DELICIAS
ÁNCORA DE SALVACION
PIADOSO FELIGRÉS
• ITOPRADO Y CORREGIDO
POR
HAR •BARCELONESA
DE CURRIOLS Y SEYDE
Portales de la Plant de Bolivar, 287 y 289
BOGOTA
1890
ES PROPIEDAD
M. I. SR.
He leido detenidamente el Devocionario VER-
D ADERAS DELICIAS AL PIE DEL ALTAR, y del exa-
men del mismo nada resulta contrario al dogma,
•
moral y liturgia cristianos. Al contrario, la coleo- -
ción bien'ordenada de piadosas deVociones en-
tresacadas de las obras de nuestros meiores mis-
ticos y el método con que se hallan- expuestas
pueden favorecer el fervor de los fieles lectores:
por cuyo 'motivo considero recomendable la re-
ferida obra y digna de la impresión.
Este es mi humilde parecer, 31.'1. Sr., salvo
siempre el muy ilustrado de V. S.
Dios guarde á V. S. muchos arios.
Barcelona ä 20 de Diciembre de 1889.
José Juliä, Pbro.
El Vicario General,
Frarl.eigieo de Pol.
Por tnand.° de S. &fa.
Dr. Jaime Bragueros, Pbro. Serio. Can.°
PRÓLOGO
despertarse Y levantarse.
Oración univeraal
Para lodo lo concerniente á la aalvaeión.
Al medir de rase.
PARA EL MEMODJA
El Angelito Domini:
El ángel del Señor anunció
María y concibió por obra del
Espíritu Santo.
Dios te salve, M'aria, &
— 16 —
He aquí la esclava del Señor;
hágase según tu voluntad.'
Dios te salve, &
Y el Verbo se encarnó y ha-
bitó entre nosotros.
Dios te salve, &
Oración.
'Bendición de la mesa.
Oración.
Gracias os damos, Señor Dios
Omnipotente, por todos vues-
tros beneficios. A Vos que vivís
y reinais por todos los siglos de
los siglos. Amén.
2
, — 18 —
POR LA NOCHE
En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amen.
Dios Eterno, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, que con vuestra
inmensidad os hallais presente
en todo lugar, ved que vengo ä
postrarme delante de Vos, antes
de tomar el descanso que vues-
tra sabia Providencia me conce-
-- 19 •
de esta noche. Os rindo, Señor,
mis homénajes y os tributo las
más tiernas alabanzas, las ben-
diciones más afectuosas, y las
más profundas adoraciones. Os
doy infinitas gracias por todos
los beneficios que he recibido
hoy de vuestra benéfica mano.
Pero Señor, ¿he correspondi-
do como debiera ä vuestra infi-
nita bondad? ¡Ah mi Dios! Yo
me encuentro culpable de la in-
gratitud más infausta y crimi-
nal, pues que os he estado ofen-
diendo en el momento mismo
que Vos me estabais colmando
de bendiciones.
Iluminad, Señor, mi entendi-
miento y hacedme conocer el
número y fealdad de mis cull
pas. Encended en mi corazän,e4
so —
sagrado fuego del divino atnor;
inspiradme el más acendrado
sentimiento de penitencia y com-
punción, para que con lágrimas
de sinceridad y arrepentimiento
lave y expíe las faltas que he
cometido este día, y purifique
mi corazón de la impureza que
haya podido contraer.
Hagamos al presente un detenido exa-
men sobre los pecados y faltas en que ha-
yamos podido incurrir hoy. Detengdmonos
más particularmente en los que caemos
con más frecuencia.
Después de un corto examen se sigue:
El sueño de la inocencia
Hazme, Señor, disfrutar;
Y mañana, al despertar,
Bendeciré tu clemencia.
Por descanso diste al hombre
El sueño tras la fatiga:
Pura mi lengua bendiga
Por siempre tu Santo Nombre.
Sólo el malvado no alcanza
Ni aun en el sueño reposo;
Porque hasta en sueño medroso
Ve el brazo de tu venganza.
— 27 —
Mi madre con dulce canto
Mi primer sueño arrulló,
En sus brazos me meció,
Y enjugó mi triste llanto...
Corra mi sueño sereno
Cual arroyuelo entre llores,
Que del alba los colores
Retrata en su limpio seno.
Tu bálsamo celestial
Derrama, oh Dios, en mi pecho;
Y un Angel guarde mi lecho
Y me defienda del mal.
-- 90 --
MISTERIOS GOZOSOS
GL y-le
LETANIAS
de la Bienaventurada Virgen Maria
Kyrie, eleison.
Christa, aleison.
Kyrie eleison,
Christé, audi nos,
Christa, exaudi nos.
Pater de caelis Deus, miserere nobis.
Fili Redemptor mundi, Daus, mis. nobis.
Spiritus Sancte Deus, miserere nobis.
Sancta Trinitas unus Daus, miser. nbis.
Sacta Maria, Ora pro nobis.
Sancta Dei Genetrix, Ora.
Sancta Virgo Virginu na , Ora.
Mater Christi, Ora.
Mater divinae gratiae. Ora.
Mater purissima, Ora.
Mater castissima, Ora.
Mater inviolata, Ora.
Mater immaculata, Ora.
Mater intemerata, Ora.
Mater amabilis, Ora.
Mater admirabilis, Ora.
Mater Creatoris, Ora.
Mater Salvatoris, Ora.
Virgo prudentissima, Ora.
Virgo veneranda, Ora.
-•
Virgo praediettuda, Ora.
Virgo potens, -• "Oia.
Virgo clemens, Ora.
Virgo fidelis, Ora.
Speculum justitiae, Ora.
Sedes Sapientiae, Ora.
Causa nostrae letitiae, Ora.
Vas spirituale, Ora.
Vas honorabile, Ora.
Vas insigne devotionis, Ora.
Rosa. Mystica, Ora.
Turris Davidica, Ora.
Turris eburnea, Ora.
Domus aurea, Ora.
Foederis arca, Ora.
Janua coeli, Ora.
Stella matutina, Ora.
Salus infirmorum, Ora.
Refugium peccatorum, Ora.
Consolatrix aflictorum, Ora.
Auxilium christianorum, Ora.
Regina Angelorum, Ora.
Regina Patriarcharum, Ora.
Regina Prophetarum, Ora.
Regina Apostolorum, Ora.
Regina Martyrurn, Ora.
Regina Confessorum, Ora.
Regina Virginum, Ora.
Regina Sanctorum omnium, Ora.
Regina Sanctissimi Rosarii, Ora.
Regina sine labe originale concept, Ora,
Agnus Dei qui tollis peccata mundi,
Paree nobis, Domine.
AgnUs Dei qui tolle peccatamundi,
Exaudi nos, Domine.
Agnus Dei qui tollis peceata mundi,
Miserere nobis.
ANTIPHOSA.
Sah tuum praesidium confugimus,Sanc-
ta Dei Genetrix; nostrasdeprecationes ne
despicias in necessitatibus; sed ä pericu-
lis cunctis libera nos semper, Virgo glo-
riosa et benedicta.
t. Ora pro nobis, Sancta Dei Genitrix.
ni. Ut digni efficiamur protnissionibus
Christi.
OREMUS.
Gratiam tuam quaesumus, Domine,
mentibus nostris infunde: al qui Angelo
nuntiante Christi Filii tui Incarnatio-
Dem cognovimus, per Passionem ejus et
Crucem ad resurrectionis gloriam perdu-
cainur. Per eundem Dominum nostrum
Jesum Christum Filium tuum, qui tecum
vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti
Deus, per omnia saecula saeculorum
Amen.
SANTO Y AUGUSTO
SACRIFICIO DE LA MISA
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-. ee.S.10 qoe..
— 47 —
al santo y augusto
SACRIFICIO DE LA MISA
ADVERTENCIA
Al entrar en le Iglesia.
Al tomar agua-bendita.
4
Con fiteor Deo.
Delante de Vos, me acuso, Dios
mío, de todos los pecados que he
- 51 —
Kyrie, eleison.
— 59 —
instruirme de mis obligaciones. Es
vuestro Hijo único, es su palabra
misma la que voy á oir. ¡ Mas ah !
¿De qué me servirá haber creído
que es vuestra palabra, Señor Je-
sús, si no obro yo conforme š mi
creencia? y De qué me servirá cuan-
do parezca delante de . Vos, el haber
tenido-la fe sin el mérito de la cari-
dad y de las buenas obras ?
Yo creo y vivo como si no creye-
ra, ó como si creyera en un E van-
cr elio contrario al vuestro. No me
juzgueis, ¡ oh mi Dios ! sobre esta
perpetua oposición que hay entre
vuestras máximas y mi conducta.
Yo creo, pero inspiradme valor y
fuerza para practicar lo que creo.
Todo, Señor, será para gloria vuestra.
60 —
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En el Credo.
Creo en un solo Dios, Padre Om-
nipotente, que crió el Cielo y la tie-
- 81 —
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En el Prefacio.
Este es el feliz momento en que
el Rey de los ángeles y de los hom-
- 67 —
Sanctus.
Santo, Santo, Santo es el Señor
Dios de los ejércitos. Todo el uni-
— 69 —
En el Cánon.
Nosotros os pedimos encarecida-
mente, en el nombre de Jesucristo
vuestro Hijo, oh Padre infinita-
mente misericordioso! que tengais
por agradable y bendigais la ofrenda
que os presentamos, 6 fin de que
querais conservar, defender y gober-
nar vuestra santa Iglesia Católica,
con todos los miembros que la com-
ponen, el Papa, nuestro Obispo,
nuestros gobernantes, y general-
mente todos aquellos que hacen pro-
fesión de vuestra santa fe.
Nosotros os encomendamos en
particular, Señor, 6, aquellos por
quienes la justicia, la caridad y el
r econocimiento nos obligan á pedi-
ros ; ä todos los que están presentes
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En la elevación de la Hostia.
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Al Pater noster.
- 79 —
En la Comunión.
¡Cuán dulce me seria, mi amable
Salvador, ser del número de aque.
— as —
los dichosos cristianos, š quienes
a pureza de conciencia y una tierna
ovoción permiten acercarse todos
os días 6 vuestra santa mesa!
¡Qué ventaja para mi si yo pudie-
a en este momento poseeros en
ni corazón, rendiros mis obsequios,
xponeros mis necesidades y parti-
,ipar de las gracias que haceis
quellos que realmente os reciben!
las, pues yo soy tan indigno, suplid,
; oh mi Dios! la indisposición de mi
alma: perdonadme todos mis peca-
dos; yo los detesto, porque ellos os
desagradan: recibid el sincero deseo
que tengo de unirme 6 Vos purifi-
cadme con vuestra presencia, y po-
nedme en estado de recibiros cuan-
to antes.
Esperando este feliz dia, os pido
e ncarecidamente, Señor, me hagais
Participante de los frutos que la Co-
wunión del Sacerdote debe, producir
e n todo el pueblo fiel que estä aquí
Pr esente; aumentad mi fe por la
virtud de este divino Sacramento:
- 94 —
—87—
En la Bendición.
Bendecid, ¡oh mi Dios! estas san-
tas resoluciones: bendecidnos por la
— 88 —
DE LA FE CATOLICA
SALMO 6.*
David debilitado y agobiado con el peso de
suspecados y de las desgracias que se siguieron
ä ellos, pide tí Dios le libre de tantos males, y
viendo pie le oye, echa en cara a sus enemigos
que en vano esperaban su ruina.
Domine, ice in /M'ore teto ar etas me, etc.
Señor, no me reprendais enfurecido,
ni me castigueis airado.
Compadeceos, Señor, del desfalleci-
miento en que me hallo: rnuévaos ä mi-
tigar mis penas la turbación en que me
veis.
Vos que sois testigo de las zozobras de
mi corazón desde el momento en que os
dejé, ¿hasta cuándo, Señor, esperaréis ä
calmarlas?
* Este Salmo puede servir de oración un cris-
tiano combatido por loe enemigos de su salvación
y cargado del peso de sus pecado: con esta mira
ha dispuesto la iglesia que sea el primero de los
Penitenciales.
— lii —
Volved, Señor, á mi 'vuestros ojos, y
librad á mi alma de tantas penas: salvad-
me por vuestra misericordia.
Cuando esté ya consumido de tristeza,
podre desde el sepulcro * alabar vuestro
Santo Nombre en mis cánticos.
Bien sabeis, Señor, cuántas lágrimas
me cuesta ya mi pecado; gemiré por él
todo el resto de mi vida: emplearé en
llorarlo aun el tiempo destinado á mi re-
poso, y todas las noches bañaré mi lecho
con mi llanto.
Tan abatido y desfigurado tenía el sem-
blante con la fuerza de este dolor, que
todos mis enemigos pensaban que ya iba
desfallecer, y que en vano buscaba
vuestra gracia.
Pero apartaos de mí, pecadores, porque
habiendo oído el Señor mis ruegos, ya no
podeis ser para mí mas que un objeto de
afrenta.
Oyó el Señor mis clamores, recibió el
Señor benignamente mis ruegos.
Véanse, pues, mis enemigos corridos y
turbados: huyan precipitadamente de mi,
SALMO 37.
David perseguido de su hijo, procura aplacar
la justicia de Dios, haciéndole presentes las pe-
nas que hasta entonces había padecido por aus
pecados, y la resignación con que las había reci-
bido. Espera el socorro del Cielo contra sus ene-
migos; pero dispuesto siempre s recibir nuevos
castigos.
SALMO 50.
David pide ti Dios perdón de su adulterio con
1;.. tlisabó, y del homicidio cometido en la pareo-
ha de Uñes.
iliserere oeei, Deus, secundum, etc.
Tened piedad de mí, Dios mío: yo que
,1 )y el mayor de los pecadores, imploro
uestra gran misericordia.
Para que me perdor.eis se requiere
41. --
vuestra bondad toda entera, y en su am-
plitud infinita fundo la esperanza del
perdón.
Borrad, Señor, mi iniquidad, y si tu-
viere la dicha de estar ya purificado, no
obstante lavadme todavía, purificadme
mucho más.
Bien sabeis que yo no oculto ni excu-
so mi pecado: continuamente le tengo
delante de mis ojos, y me lo echo en cara
á todas horas.
Vos solo fuisteis testigo de mi delito,
delante de Vos solo le cometí ; mas lo
confieso públicamente para que justifi-
gneis en mí vuestra promesa de perdonar
al pecador contrito, y confundais á cuan-
tos se atrevieren á censurar vuestra fi..
delidad.
Pequé, Dios mío, mas ¿qué podía es-
perarse de un hombre concebido en pe-
cado, y con tan funesta propensión al
mal?
Pero, Señor, no siempre estuvo corrom-
pido mi corazón ; en algún tiempo amas-
teis mi sencillez y rectitud, y me revelas-
teis los ocultos misterios de vuestra sa-
biduría.
Para hacerme de nuevo agradable
vuestros ojos, me rociaréis, Señor, con
- 119 —
el hisopo y seré purificado: me lavaréis,
y quedaré .más blanco que la nieve.
liaréis que oiga en lo íntimo de mí co-
razón palabras de alegría y consuelo: y
todas mis potencias desmayadas recobra-
rán nuevo vigor con el secreto testimo-
nio que me daréis de mi reconciliación
con Vos.
Apartad, Señor, la vista para no ver
más mis ofensas: borradlas de modo que
no comparezcan jamás á vuestros ojos.
Renovad en mí aquella pureza de cora-
zón, aquella rectitud de espíritu que yo
tenía antes.
No me arrojeis de vuestra presencia,
y haced que siempre resplandezca sobra
ini la luz de vuestro Espíritu Santo.
Restituidme aquella alegría, prenda de
mi paz con Vos, é inspiradme al mismo
tiempo un espíritu de fortaleza que me
confirme en el bien.
Con esto enseñaré vuestros caminos á
los pecadores, é instruidos de cuanto
pueden prometerse de vuestra bondad,
se convertirán á Vos.
Vos, Dios mío, en quien he puesto to-
da la confianza de mi salvación, librad -
ole de los crueles remordimientos que
iite causa la memoria de la sangre que
— 120 —
he derramado, y mí lengua cantará con
júbilo vuestras misericordias.
Vos, Dios mío, abriréis mis labios, y
anunciará mi boca vuestras alabanzas.
Si por la expiación de mi delito hablé-
rais exigido sacrificios, gustoso os los hu-
biera ofrecido: mas sabiendo que no os
agradarían mis holocaustos, y qué el úni-
co sacrificio para aplacaros es el arrepen-
timiento, solo he cuidado de llorar mi
iniquidad; no desprecieis, mi Dios, un co-
razón contrito y humillado.
No detengan, Señor, mis pecados, el
curso de vuestra bondad sobre Sión; ha-
ced que podamos edificar los muros de
Jerusalén.
Entonces aceptaréis benigno mis ofren-
das y holocaustos, como sacrificios de un
hombre justificado por la penitencia, y
entonces también el pueblo á mi ejemplo
cargará de víctimas vuestros altares.
Gloria al Padre, al Hijo, etc.
SALMO 101.
El Profeta introduce aquí ä un judio en la
cautividad de Babilonia que describe en su
persona laß miserias de todo el pueblo y pide
a Dios que le libre de ellas. La redención del
pueblo judaico y el restablecimiento de Jern-
— 121
- 122 —
desgracias, y como ave solitaria, busco
los rincones escondidos de mi casa.
Mis enemigos que antes envidiaban
mi prosperidad, ahora me insultan todo
el dia y conspiran aumentar mis males.
En nada encuentro gusto, ni aun en
el alimento que me es preciso tomar; y
mezclo mis lagrimas con mi -bebida;
Al ver que soy el blanco de vuestra
ira, y la altura de donde me precipitasteis.
Mis chas pasan con la misma celeridad
que la sombra; estoy debilitado y mar-
chito como el heno ya segado.
Mas, Vos, Señor, permaneceis siem-
pre el mismo, y se celebra en todos los
siglos vuestra gloria.
Muy pronto, como quien vuelve de un
letargo, os levantaréis á socorrer á Sión:
si, si, ya se acerca el tiempo en que os
compadeceréis de ella.
Solo quedan de esta asolada ciudad
piedras amontonadas; sin embargo, vues-
tros siervos están suspirando por ella, y
penetrados de dolor por su ruina irán go-
zosos á reedificarla.
Entonces, Señor, reverenciarán las na-
ciones vuestro nombre, y los reyes de la
tierra rendirán homenaje á vuestra gloria;
Viendo que habeis reedilicado á Sión,
- 23 —
y que ostentais en ella vuestro poder y
grandeza.
Pues al fin escucharéis las oraciones
del pueblo afligido, y no siempre despre-
ciaréis sus ruegos.
Grabadas estas maravillas en eternos
monumentos, pasarán á las generacio-
nes remotas, y la posteridad tributará
gloria al Señor.
Le 'alabará por haberse dignado inclinar
sus ojos á la tierra desde lo alto de su san-
tuario y mirar las miserias de los suyos.
Le alabará por haber escuchado los ge-
midos de estos miserables cautivos, rom-
piendo sus cadenas y librándolos de la
muerte A que parecía estaban destinados.
Le alabará de que para cantar en Je-
rusalén sus alabanzas, invocaron la glo-
ria de su nombre.
Y para que le sirvan todos, juntará
allí los reyes y congregará los pueblos.
Pero pues vais, Señor, á mostrar así
vuestro poder, ¿decidme si lograré en mis
cortos días ser testigo de vuestra mise-
ricordia?
No me detengais en medio de mi ca-
rrera, gran Dios, cuyos años son eternos;
y que podeis acrecentar el número de los
míos.
— 124 —
Vos, Señor, sois el que al principio
fundasteis la tierra sobre sus cimientos;
los Cielos son obra de vuestras manos.
Ellos perderán algún día su lustre y
esplendor, se envejecerán como un ves-
tido: mas Vos, Dios mío, permaneceréis
siempre el mismo.
Los volveréis y renovaréis como un
ropaje ya usado; mas Vos, Señor, nunca
os mudareis, porque los años no pasan
por Vos.
Y asi siempre podreis cumplir vues-
tras promesas; y si vuestros siervos no
llegan ä disfrutarlas, ä lo menos sus hi-
jos habitarán en la santa ciudad, y su
posteridad será siempre el objeto de
vuestros cuidados.
Gloria al Padre, al lijo, etc.
SALMO 129.
Este Salmo también pertenece ti los judíos
oprimidos de miserias en Babilonia, é igualmen-
te conviene tí todo pecador que quiere aplacar
la ira de Dios.
SALMO 142.
David, arrojado de Jerusalén, mira la rebeián
de su hijo como justo castigo de la suya capea
Dios; y entre la súplica que hace al Sellor para
3 ne le libre de sus enemigos, mezcla de <miedo
en cuando afectos de penitencia. La mismo debe
practicar el cristiano en eue aflicciones.
CONFESION Y CMUNION
ADVERTENCIA.
No hay cosa más importante en el cristianin-
,.. que recibir con las disposiciones necesarias
I Sacramento de la Penitencia. No seria nece-
,.ario sino llegarse una vez él con el debido
iervor para ser un santo. Sin embargo, después
de muchas confesiones nos hallamos ordinaria-
ffi,nte los mismos que antes. ¿De dónde viene
ro? De nuestra negligencia en disponernos
l 'Hl. y en que no traemos á este Sacramento
da las condiciones que exige.
confesaos frecuentemente, y siempre como
fuese la última vez de vuestra vida; acercaos
tnblando al tribunal sagrado de la Penitencia;
— mellad tí Dios en las palabras de su Ministro,
Y recibió con el mis vivo reconocimiento la
e l icación de la
Sangre y méritos de Jesucristo.
ADVERTENCIA
El cristiano que se acerque á recibir el santo
sacramento de la Penitencia , debe acusarse de
torlos loe pecados ciertos que ha cometido des.
lo la illtima confesión bien hecha; y de los pe-
eadOf3 dudosos ; esto es, de aquellos de cuya
existencia ó de cuya gravedad le recuerde la
c,nciencia, pero que no le son conocidos con
toda claridad y certeza. Como puede pecarse
por pensamiento, por palabra 6 por obra, el exa-
men de conciencia debe girar acerca de estos
tres puntos.
PRIMER0.—Para la mis fácil inteligencia do
, ,ta materia, debemos decir : que pecado mor-
111 es un dicho, hecho ó pensamiento contra los
Nt roulamientos de Dios ó de su Iglesia en me-
tria grave; y asimismo, una omisión voluntaria
dr t algún precepto obligatorio en materia grave,
a,i, reit de los Mandamientos de Dios ó de la Igle-
'i a: por ejemplo, hurtar cuatro reales.
Pecado venial es un hecho, dicho ó deseo
0, ntrario á los Mandamientos de Dios ó de su
hi l osia, en materia leve ; y asimismo, una oral.
-- 134
sión voluntaria de algún precepto obligatorio en
materia leve, acerca de los Mandamientos de
Dios 6 de su Iglesia: por ejemplo: hurtar un
cuartillo á una persona rica; una mentira ligera
por diversión y sin perjuicio alguno.
SEGUNDO. — Se deben confesar todos los peca-
dos mortales cometidos después de la última
confesión bien hecha, según estén en la concien-
cia, después de un diligente y prudente examen.
Se pueden confesar, aunque generalmente ha-
blando, no es necesario, lospecados veniales: de
todos modos es muy útil su confesión y reporta
al alma grandes ventajas.
TERCER0. — Cuando haya duda sobre si un acto
pecaminoso cometido, es pecado mortal, ó ve-
nial, se debe consultar al Confesor lisa y llani-
mente, sin que el penitente agrave ni atenúe las
circunstancias para que el Confesor forme un
juicio exacto del hecho. Para que haya pecado.
sea mortal, sea venial, es necesario concurran
tres circunstancias en la acción pecaminosa ;
saber: advertencia, consentimiento y libertad.
Y en efecto, para que haya pecado, es nece-
sario que el entendimiento advierta, y entienda
el pensamiento, palabra ti obra pecaminosa: de
aquí la necesidad de la advertencia.
Es necesario que la voluntad ame y consienta
en la dicha acción: de aquí el consentimiento.
Finalmente, es necesario que el alma tenga
el libre ejercicio de sus facultades para que un
acto pueda imputársele ti pecado. Un loco,
tato, ó un durmiente, mientras no gocen ni ten-
gan el uso expedito de sus sentidos y facultade,
carecen de libertad.
Debe, sin embargo, advertirse, que cuando s,
ha dado voluntariamente causa á la embriaguez,
— 135 —
zi un movimiento violento y desarreglado de ira
ó de torpeza, debe manifestársele así al Confe-
sor, para que él juzgue sobre los actos pecami-
nosos que se hubieren cometido en tal estado.
El Reverendo P. Pr. Manuel de Jaén, expuso
y redujo todo lo concerniente á esta doctrina ä
la siguiente décima:
El sentir no es consentir,
Ni el pensar mal es querer,
Consentimiento ha de haber
Junto con el advertir:
Mal puedo yo consentir,
Pensamiento que no advierto;
Y aunque soñando ó despierto
Esté, si no quiero el mal,
Que no hay pecado mortal
Puedo estar seguro y cierto.
El penitente debe manifestar además al Con-
fesor sus inclinaciones malas, sus costumbres
viciosas, y las dudas espirituales que turben su
conciencia, pidiendo su parecer y medios de di-
rección.
Para que la confesión sea lo más exacta po-
sible, el penitente hará el examen de conciencia:
Primero, por los Mandamientos de la ley de
Dios.
Segundo, por los de la Iglesia.
Tercero, por los pecados capitales.
Cuarto, por las obligaciones de su estado en
particular.
No se pondrá á continuación sino el examen
por los Mandamientos de la ley de Dios, por-
que es sumamente fácil el hacerlo por los otros
tres puntos, leyéndolos en el Catecismo, 6 repa-
sändolos detenidamente en la memoria; y ade-
más para evitar difusión,
BREVE EXAMEN
POR LOS
PRIMER MANDAMIENTO
Amar á Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como á noso-
tros mismos.—Si ha negado algún ar-1
ticulo de fe; si ha dudado de ella ; si si-
gue doctrinas opuestas á las de la Santa
Madre Iglesia ; si ha propagado malas
doctrinas; si ha leido ó si tiene á sabien-
das libros prohibidos, y especialmente los
que son contrarios á nuestra santa Reli-
gión y á las buenas costumbres; ó si lee
escritos 6 impresos cuya lectura esté sus-
pensa, á causa de su doctrina, por la Au-
toridad eclesiástica. Explicar al Confesor
no sólo el titulo de la obra, escrito ó im-
preso, sino la materia de que trate ; y si
lo ha dado á leer á otros, etc. etc.
Si ha desconfiado de la misericordia
del Señor; si ha desesperado de su salva-
ción; si por el contrario , ha dilatado su
- 137 —
conversión por una confianza temeraria;
SI ha cometido un mismo pecado, 6 si si-
gue una mala costumbre de pecar ; si ha
desconfiado presuntuosamente del per-
dón , si ha desesperado de su enmienda
sin humillarse ä pedir la gracia de Dios,
si se atribuye ä si mismo y no ä la gracia
de Dios, sus virtudes , sus talentos, sus
acciones brillantes, etc.
Si no ama ä Dios sobre todas las cosas;
si ama al prójimo desordenadamente, y
no según Dios. Si se deja llevar de una
Pasión desordenada al amor de las cria-
turas, ciencias, artes, honores, riquezas,
vida cómoda, felicidad temporal, etc.
Si se ha impacientado contra la divina
Providencia, 6 ha murmurado de ella por
los trabajos que Dios le ha enviado.
Si ha sido causa de que otros hayan
Ialtado ä este mandamiento.
SEGUNDO MANDAMIENTO
TERCER MANDAMIENTO
Santificar las fiestas.—Si ha fal-
tado al culto debido á Dios y á sus San-
tos, ó á las prácticas de religión manda-
das observar por la Iglesia en los días
festivos.
Si no ha confesado y comulgado cuan-
do lo manda la Iglesia. Si ha hecho mala
confesión, sea ocultando maliciosamente
un pecado mortal, sea por no haber tenido
dolor de haber ofendido á Dios, sea no
habiendo hecho propósito de enmienda:
en estos casos hay que renovar las confe-
siones mal hechas, y acusarse de las co-
muniones mal recibidas; pero para no dar
lugar á escrtipulos ó engaños , es nece •
- 139 —
sano explicar al confesor la causa por la
que se juzga haber hecho anteriormente
las confesiones malas.
Si ha trabajado en día de fiesta.
Si ha sido causa de que otros hayan
faltado á este Mandamiento.
CUARTO MANDAMIENTO
Honrar á padre y madre..—Acú-
sense los padres de infracción de sus de-
beres para con sus hijos. Si no les dan
buena educacion ; si no les instruyen
hacen instruir en las verdades y máxi-
mas de nuestra sacrosanta Religión, en
las verdades y máximas de la sana moral
y política cristiana. Si no les proporcio-
nan, pudiendolo, medios para tomar un
estado de vida honesto, decente yc
me á su clase é inspiraciones. Si impiden
el que sus hijos sigan y cumplan su vo-
cación , 6 los deberes del estado ya con-
traído. Si no corrigen sus defectos. Si al
contrario les dan mal ejemplo, 6 les de-
jan en la ociosidad.
Acúsense los hijos de los pecados de
desobediencia, de falta de amor, de res-
peto y de justicia para con sus padres,
mayores, sacerdotes y superiores en el
orden temporal y espiritual.
- 140 —
Acúsense los superiores, los amos, los
tutores, prelados, de la dureza en el tra-
to, 6 del descuido acerca de sus criados,
siibditos, subordinados y personas que les
estén encomendadas.
Acúsense los criados ò dependientes
de la falta de amor, respeto y fidelidad
á sus amos ó superiores; de la falta de
cumplimiento en su ministerio.
Si no ha sobrellevado con paciencia
las flaquezas de su superior, igual ó in-
ferior.
Si ha sido causa de que otros hayan
faltado á este mandamiento.
QUINTO MANDAMIENTO.
No matar.—Si ha menospreciado
algurío, y declarando si la persona vilipen.
diada es superior en el orden temporal
ö ministro de la Religión ; y asimismo
si ha insultado, ofendido 6 calumniado
alguno de palabra, de obra ó por escrito.
Si tiene Odio, rencor ó mala voluntad
contra alguno, y si lo ha manifestado.
Si ha deseado, dado 6 procurado la
muerte á alguno.
Si le ha herido 6 injuriado, 6 cansado
vejaciones.
— in —
Si desea vengarse, 6 ha puesto ya los
medios, y si ha ejecutado su venganza.
Si niega el perdón ä su prójimo.
Si ha escandalizado ä alguno 6 ä mu-
chos de palabra, de obra ó por escrito.
Si tiene envidia. Si ha ejecutado al-
gún movimiento de ira.
Si come 6 bebe con exceso; 6 cosas
que sabe perjudica ä la salud, 6 que le
pueden incitar al pecado.
Si ha sido causa de que otros hayan
faltado ä este Mandamiento.
SEXTO MANDAMIENTO.
No fornican-6mo la impureza es
un vicio semejante ä la pez, que con
solo tocarla, aunque sea para alejarla de
si, unta, no se han detallado sus pecados.
El que los cometa no los puede ignorar.
Acúsense, pues, con la más posible cla-
ridad y honestidad, explicando las cir-
cunstancias de tiempo, lugar, estado y
persona, por los tres puntos de pensa-
miento, palabra ú obra, ô bien por escri-
to. Debe, pues, tenerse por bien enten-
dido, que no hay parvidad de materia
acerca de los pecados cometidos contra
este Mandamiento; y que una vez consen-
- 142 —
tidos con libertad y advertencia, son
mortales.
Si ha sido causa de que otros hayan
faltado ä este Mandamiento.
SÉPTIMO MANDAMIENTO.
No hurtar.—Si ha tenido ó tiene de-
seo de retener lo ajeno contra la voluntad
de su dueño, y si de hecho lo ha ejecu-
tado; ó si ha puesto los medios para ello.
Si mienta hacer, ó si ha hecho y pien-
sa hacer tratos fraudulentos; si siendo
mercader, vende con peso 6 medida fal-
sa, ó mala mercancía pur buena; y si la
mercancía, especialmente si es comestible
licor, puede alterar la salud 6 matar;
pues que en este caso el mercader es,
en el fuero de la conciencia, reo de las
consecuencias funestas, si él las conoce
y prevé.
Si comete usuras, 6 veja al pobre y
menesteroso.
Si ha consentido en hacer daño 6 que
otro lo haga en la hacienda, 6 en la hon-
ra de su padre, de su amo 6 principal, 6
de su prójimo.
Si ha ganado pleitos injustos, valién-
dose del cohecho ó del soborno.
Si ha hurtado cosa sagrada, 6 cosa no
— 143 —
sagrada, pero en lugar sagrado ; si ha
hurtado alguna cosa á alguno ; si no la
ha restituido. Si no ha pagado diezmos
y primicias á la Iglesia de Dios, estando
'obligado á ello. Si no ha pagado sus deu-
das pudiendo , habiendo ya vencido el
plazo y reclamándolas el acreedor.
Si compra más barato de lo justo, con
grave perjuicio del vendedor ; ó si vende
más caro de lo justo , con perjuicio del
comprador.
Si encubrió á sabiendas lo hurtado
lo compró ó participó de ello.
Si se ha hecho pagar por su trabajo
corporal 6 mental un precio excesivo.
Si se ha servido de fraudes en el jue-
go , con perjuicio del compañero ; y si
ha jugado juegos prohibidos : si ha disi-
pado sus bienes , ó malgastado su dine-
ro y su tiempo en el juego.
Los hijos de familia deben acusarse .
de si gastan más de lo que es necesario
y conveniente ; 6 más de lo que pueden
Sum inistrarles sus padres 6 tutores.
Expliquense en los robos las circuns-
t ancias agravantes de tiempo, lugar, per -
(nas, cosas ; medios de violencia, 6 ar-
d ides empleados. Si ha sido causa de que
f oros hayan faltado á este Mandamiento.
OCTAVO MANDAMIENTO
No levantar falso testimonio,
ni mentir.—Si ha dicho mentira bajo
juramento ; si ha ocultado ó encubierto
la verdad, estando obligado ä decirla ba-
jo juramento, tí de otra suerte. Si ha
mentido ; si de sus mentiras se han se-
guido males al prójimo.
Si ha calumniado ä alguno ; tí dicho
mal de el ä quien no lo sabia.
Si ha descubierto secretos que estaba
obligado ä guardar : si ha descubierto
defectos al prójimo sin ser preguntado
ni obligado ä revelarlos.
Si ha usado de palabras dobles ó equi-
vocas en perjuicio del prójimo : chistes
perjudiciales; relaciones exageradas; men-
tiras sin perjuicio, pero dichas con ad-
vertencia.
Si es chismoso ; si es escudriñador de
vidas ajenas ; si es pendenciero.
Si ha hecho juicios temerarios sobre
el prójimo. Si se ha burlado de él.
Si ha sido causa de que otros hayan
faltado ä este mandamiento.
— nr,
NOVENO MANDAMIENTO
DÉCIMO MANDAMIENTO
ORACIÓN
para dempuée del exatuen de conciencia.
ADVERTENCIA
ORACION
para pedir una verdadera contrición.
MOTIVOS DE DONTRICION
MAJESTAD DE DIOS
1.
¿Quin es Dios...? Es el Criador
del universo, el Rey de los cielos, el Se-
iior del mondo todo. Aquel á quien solo
pertenece el Imperio, la Majestad, el Po-
derío, la Omnipotencia por todos los si-
glos de los siglos. Aquel ante quien tiem-
blan las mas sublimes inteligencias del
Empíreo... Aquel que con solo su querer
lo sacó é hizo todo de la nada... Aquel
que con solo su pensar lo dirige, sostiene
y gobierna todo... Aquel por quien todo
existe, y para quien todo existe... Yo
mismo soy por El... Soy sólo para El...
- 145 —
Aquel en fin, que lo puede destruir todo
en un instante. Al que es dueño de la
vida y de la muerte. Al que es la Majes-
tad suma, Amor, Poder, Sabiduría à El he
ofendido.
11.
BONDAD DE DIOS
¡Oh bondad infinita de mi Dios! al con-
siderar el sinnúmero de gracias de que
Vos me habeis colmado, y el escandaloso
abuso que yo he hecho de vuestros do-
nes, nie confundo y me avergüenzo... Un
Dios Criador ! Un Dios Conservador !
Dios Redentor ! Un Señor infinitamente
bueno y liberal para con los suyos! Un
Padre tierno y compasivo para con sus
hijos! Un Amigo indulgente y accesible!
Cuántos títulos para asegurarle mi amor!
Hl.
Un Dios Rodentor.—El ángel re-
belde, precipitado desde lo más alto del
Empíreo á lo más hondo de los abismos;
el primer hombre, y primer prevaricador,
castigado con una pena de que todavía
se resiente su posteridad; la naturaleza,
mil veces consternada; la tierra, anega-
da con un diluvio universal ; el mar, te-
en sangre ; ciudades nefandas, con-
s umidas por el fuego; ejércitos enteros,
su mergidos entre las ondas del mar; na-
11
- 162 —
ciones y pueblos conmovidos; un diluvio
de males, esparcidos por toda la tierra;
todos éstos no son sino rastros del furor
de un Dios justamente irritado por el pe-
cado. A pesar de haber descargado tan
duros golpes, su ira todavía no está sa-
tisfecha. Deudor á la divina Justicia, el
hombre no tiene ni encuentra en si mis-
mo una ofrenda suficiente que presentar
al Señor irritado contra él. Es menester
pues 6 que el hombre perezca, ó que la
Justicia inexorable de un Dios padezca,
menos 'que se ofrezca voluntariamente
una víctima capaz de reparar la ofensa:
cl mayor de los crimenes exige el mayor.
de los sacrificios, la mayor de las expia-
ciones; muerte por muerte. •
¡Oh celestiales potencias! ¡ En dOnde
encontraremos un amor tal, un tan gran
sacrificio? ¡Quién de vosotros consiente
en sufrir la muerte para rescatar al hom-
bre entregado al anatema? ¡Qué justo
osará sacrificarse por un pecador? ¡Que
inocente por un culpable? ¡Habrá en el
Cielo toda una caridad tan sublime, tau
heroica?... ¡Luego el linaje humano se-
ra entregado á la muerte y al infierno!
¡ Ah! pero si ä lo menos el honor de un
Dios ultrajado por el pecado pudiera ser
- 163 --
reparado! ¡Si las calamidades todas del
inundo entero pudiesen bastar ! Pero
: inmolara Dios todos los hombres,
todos los ángeles, hasta los más elevados
seralines, su honor no habría sido repa-
rado: tantas víctimas inmoladas no ha-
brían expiado ni un solo pecado mortal.
El infierno mismo (¡lo creerás?) el in-
tierno mismo no es respecto de la Justi-
cia divina, sino una venganza incompleta;
el infierno castiga, pero no repara; castiga
el pecado, pero no lo repara... Era,pues,
necesaria una víctima de un precio infi-
nito. ¡Pero en dónde se encontrará?
¡Oh alma mía! olvídate por un mo-
mento de este cuerpo mortal, sal un ins-
tante de tu cárcel, atrévete á levantar
el vuelo... súbete con las alas de la con-
templación, atraviesa esos inmensos es-
pacios del tiempo y de la materia, tras-
pasa el vallado .que cerca al tiempo pre-
winte y el universo visible ... elévate
basta los cielos; entra en el augusto cow-
i. istorio de la Santísima Trinidad; escu‘
cha, oye, entiende... se va á hablar de
¡Oh admirable invención .de la
'iibiduria eterna ! ¡ Tierra! ¡ Cielos ! es-
l inchad. El hijo de Dios se ofrece á su
Eterno Padre en holocausto por mi . .
- 164 -
IV.
Y.
Un Padre tierno y compasivo
para con sus hijos. —Vuestras San-
tas Escrituras, Señor, están llenas de ras.
gos de amor y de ternura para con vues-
tros hijos, aun hasta los más ingratos.
En la parábola del hijo Pródigo, Vos sois
ese Padre tierno , solícito y compasivo,
que sale él mismo al encuentro del hijo
que se extrañó de él por una mala con-
ducta; y que vuelve á él por un verda-
dero arrepentimiento.
VI.
CONFESIÓN
ORACIÓN PREPARATORIA
ORACION
PARA DESPUÉS DE LA CONFESIÓN.
EL MISERERE
EN VERSO CASTELLANO.
LA SAGRADA COMUITION
ORACIÓN PREPARATORIA
A MARfA SANTÍSIMA
ACTO DE HUMILDAD.
ACTO DE CONTRICIÓN.
ACTO DE ESPERANZA.
ACTO DE DESEO
ORACION.
Vencisteis al fin, divino Amante; ven-
cisteis, sí ; y ni á Vos os queda más que
dar, ni á mí. que recibir. ¿Con qué podré
compensares tanta bondad, tanta digna-
ción? Recibiré con alegría el cáliz que me
preparais. Estoy dispuesto á seguiros en
- 184 --
la vida y hasta más allá de la muerte.
Hablad, Señor, que vuestro siervo os oye.
i.Qué quereis de mi? Nunc dimittis servum
tun In, Domine, secunduni verbum tuum
in pace. Habeis acudido, Señor, á mis sú-
plicas, habeis llenado mis deseos, habeis
excedido mis votos. Quedo en paz según
vuestra palabra ; conservádmela: no os
ausenteis jamás de mi ; no me abando-
Deis.
Mis propósitos son firmes: mis deseos
bien los veis ; pero temo mi frialdad; te-
mo las ocasiones que el mundo, demonio
y carne me presentan. Vos solo sois mi
auxilio: salvadme, Señor, por vuestro
nombre.
ACTO DE A.DORACION
ACTO DE AMOR
ACTO DE PETICION
ORACION
COMUNION ESPIRITUAL
MODO PRACTICO
DE COMULGAR ESPIRITUALMENTE
VISITAS
Al SANTÍSIMO SACRAMENTO
Ä MARÍA SANTÍSIMA
PARA . TODOS LOS DÍAS DEL MES
DE LA COMUNIÓN ESPIRITUAL
Corno aI fin de cada una de las si-
guientes visitas al SANTísimo SACRAMEN-
TO, se practica la Comunión espiritual,
es justo explicar aquí en qué consiste,
Y el grande fruto que alcanza quien.
- 198 —
hace tan loable ejercicio. La Comunión
espiritual, según ensefia Santo Tomos,
consiste en un deseo ardiente de recibir
fi Jesús Sacramentado, y en un abrazo
amoroso, como si lo hubiese recibido.
Cuan agradables sean ä Dios estas
comuniones espirituales, y cuántas
gracias por este medio comunique ä
las almas fervorosas, el mismo Salvador
lo dió fi entender á aquella sierva suya,
Sor Paul Maresca, fundadora del mo-
nasterio de Santa Catalina de Sena, en
Näpoles, cuando la hizo ver, como se
refiere en su vida, dos vasos preciosos,
uno de oro y otro de plata, y le dijo
que en el de oro conservaba las comu-
niones sacramentales y en el de plata
las comuniones espirituales. Este ejer-
cicio se halla acreditado no solo por la
autoridad de los Doctores místicos que
lo alaban ä inculcan encarecidamente
a los fieles, sino que también por el uso
de las almas devotas que lo practican :
y siendo esta devoción tan útil, es al
mismo tiempo la más rima. Por eso de-
cía la beata Juana de la Cruz que la
Comunión espiritual se puede hacer sin
que ninguno nos vea, sin ser preciso
estar en ayunas y en cualesquiera
hora; porque no consiste mfis que en
un acto de amor ; basta decir de todo
corazón:
— 191
Asía mío, creo que Vos estais en el Saib
lisimo Sacramento: os amo sobre todas las
rosas, y deseo recibi ros ahora dentro de mi
alma, y ya que no os puedo recibir sacra
nentalmente, venid 4 lo menos espiritual.
mente 4 mi corazón; y como si ya os hu-
biese recibido, os abrazo y me uno todo 4
Vos. ¡Ah ! no permitais que jamás
me aparte de Vos.
O 111 , 111 brdve: Creo, mi Avis. que estais
en el Santísimo Sacramento, os amo y de
seo mucho r cibiros : venid 4 mi corazón :
yo os abrazo : no os ausenteis de mi.
VISITA SEGUNDA
VISITA TERCERA.
A MARÍA saisTiermA.
¡ Oh Sefiora mía! Vos que sois el
mayor consuelo que recibo de Dios:
Vos que sois el celestial alivio que
suaviza mis penas : Vos que sois la
luz de mi alma, cuando se ve cubier-
ta de tinieblas: Vos que sois mi guía
en . mis viajes , mi fortaleza en mis
desalientos, mi tesoro en mi pobre-
za, Mi medicina en mis enfermeda-
des y mi consuelo en mis lágrimas;
Vos que sois el refugio en mis mi-
serias, y después de Jesucristo la es-
peranza de mi salvación, despachad
mis súplicas , tened piedad de mí;
— 216 —
como Madre que sois de un Dios que
tiene tanto amor á los hombres, con-
cededme cuanto os pido; ¡oh ciernen-
tisima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen
María!
VISITA CUARTA
VISITA QUINTA
VISITA. SÉPTIMA
Ä MARÍA SANTNIMA
-- dad —
para poseeros á Vos, que sois
mi Dios, mi tesoro, mi amor y
todo mi bien.
La comunión espiritual, (pte. 191).
111ARIA SANTISMA
VISITA NOVENA
A MARÍA SANTÍSIMA
VISITA DECIMA.
Ä MARIA sArnisudA
VISITA. UNDECIMA.
Procuremos no apartarnos,
decía Santa Teresa, ni lierder
-e
- 240 —
de vista á nuestro amado Pastor
Jesús; porque así como aque-
llas ovejas, que están más cerca
de su pastor, son siempre las
más regaladas y amadas, así
nösotros recibiremos también
grandes favores siempre que
nos acerquemos á Jesús, en el
Santísimo Sacramento. ¡Ah mi
Redentor Sacramentado ! aquí
estoy cerca de Vos, no quiero
otro regalo que el fervor y la
perseverancia en vuestro amor.
;Yo te alabo y te doy gracias
¡oh santa Fe! tú me haces saber
y me afirmas del divino. Sacra-
mento del altar, que en aquel
pan celestial no hay pan ; sino
que allí está todo mi Señor Je-
sucristo, y que está allí por mi
amor. Señor mío y todo mi bien.
- 2V —
yo creo que estais presente en
el Santísimo Sacramento, y
aunque desconocido ä los ojos
de la carne, os reconozco con
la luz de la santa Fe en la Hos-
tia consagrada por Monarca del
Cielo y de la tierra y por Sal-
vador del mundo. ¡Ah mi dul-
císimo Jesús! así como sois mi
esperanza, mi salvación, mi for-
taleza y mi consolación, así
quiero que seais también ahora
todo mi amor y el único objeto
de todos mis pensamientos, de -
seos y afectos : me alegro aún,
más de aquella suma felicidad
de que gozais y gozaréis eterna-
mente, que de todo el bien que
puedo tener, así en este como
en el otro mundo. Mi mayor
contento, ;oh mi amado Reden-
- 248 --
tor! es saber que vuestra felici-
dad es infinita. Reinad, Señor,
reinad sobre mi alma, yo os la
entrego toda, poseedla para
siempre. Mi voluntad, mis sen-
tidos, mis potencias son todas
siervas de vuestro amor, y no
quiero que en este mundo se
empleen en- otra coSa que en
daros gusto y gloria. Esta fue
vuestra vida en la tierra, ¡oh
primera amante y Madre de Je-
sús, María Santísima! ayudad-
me pues, para que de hoy en
adelante viva solo para mi Dios.
Á MARÍA SANTÍSIMA.
A MARIA SANTÍSIMA
- 257 -
A MARÍA SANTÍSIMA
VISITA DÉCIMOCUARTA.
- 940 -
to. Razón es que os consagre
este tiempo (sea poco 6 mucho)
que me queda de vida. Espero,
Jesús m í o, que me ayudaréis
para ser todo vuestro : Vos me
habeis favorecido, cuando huía
de Vos y despreciaba vuestro
amor, ¿me dejareis por ventura
ahora? ¿ahora que os busco y
que deseo sinceramente amaros?
No me lo persuado de vuestra
infinita misericordia ; dadme
pues la gracia de amaros , oh
Dios digno de infinito amor! os
amo con todo mi corazón; os
amo sobre todas las cosas ; os
amo más que á mí mismo y
más que ä mi propia vida. Mu.
cho me pesa de haberos ofen-
dido. Bondad infinita, perdo-
¡mime , y junto von el perdón
- 261 —
concededme la gracia de que os
ame eficazmente hasta la muer-
te en esta vida y por toda la
eternidad en la otra. Haced ver
con vuestro poder, ¡ oh Dios
omnipotente ! este prodigio en
el mundo, que una alma tan in-
grata como la mía, se trasforme
en una de las más fervorosas
amantes vuestras. Hacedlo así
por vuestros infinitos mereci-
mientos: yo así lo deseo, y pro-
pongo de hacerlo así en toda mi
vida. 'Vos que me inspirais el
deseo, dadme fuerza para cum-
plirlo.
La comunión espiritual (pkg.19).
A MARIA SANTIBIMA.
VISITA DECIMOSEPTIMA.
A MARTA SANTiSIMA.
Jesucristo comparecerá un
día en el valle de Josafat, senta-
do en un trono de majestad ;
mas ahora en el Santísimo Sa-
cramento está sentado en un
trono de amor ! Si un Rey para
manifestar el amor que tuviese
á un pobre pastor, viniera ä
habitar dentro de su cabaña,
¡ qué ingratitud sería la de este
pastor si no le visitase muchas
veces, sabiendo que por tener
este gusto ha venido ä hospedar-
se en su habitación! ¡Ay Jesús
mío! sé que por mi amor habeis
venido ä estar en el Santísimo
Sacramento del altar ; bien qui-
siera, si me fuese posible, estar
aquí en vuestra presencia de
27$ -
día y de noche. Porque si los
ángeles, ¡oh Señor mío! están
aquí pasmados del amor que
nos teneis, razón es que vien-
doos por mi amor en ese altar,
os procure contentar á lo menos
con estar aquí en vuestra pre-
sencia, alabando el amor y la
bondad con que tratais esta - vil
criatura: Delante de los ángeles
os alabaré: iré á vuestro templo ä
adoraros y tí dar gracias á ' vues-
tro nombre por vuestra misericor
dia y verdad! (Salmo 137).
;Oh Dios Sacramentado! ¡Oh
pan de los Angeles! ¡Oh susten-
to divino! yo os amo ; mas, ni
Vos ni yo estamos contentos de
mi amor: os amo sí, mas os amo
muy poco ; haced Vos,. Jesús
mío, que conozca la belleza .y
»",etinferTc"-.
— 277 -
A MARIA RANTfRIMA.
A MARIA SANTISIMA.
-- 187 —
mente amada una bondad tan
amable. Siendo Vos un Dios
infinito y yo un miserable gusa-
nillo de la tierra, poco sería
morir ahora por Vos, que mo-
risteis por mí, y que os quedas-
teis en ese Sacramento por mí,
y que todos los días os sacrifi-
cais sobre nuestros altares por
amor ä mí. Vos mereceis ser
muy mucho amado, y yo quiero
amar mucho tambien. Ayudad-
me, mi Jesüs, ä cumplir este
buen deseo, ayudadmeä amaros
y ä ejecutar todo lo que sea de
vuestro agrado, y que Vos que-
reis que yo haga.
La comunión espiritual, (pág .197).
A MAEtiA SANTISIMA
— 297 —
?dARIA SANTISIMA.
VISITA VIGESTMOTERCERA.
- 301 —
;Oh Serafines! vosotros estais
dulcemente ardiendo de amor
alrededor de nuestro Señor; y
con todo, no por vosotros sino
por mí, este Rey del Cielo se
quiso quedar en este Sacramen-
to: dejadme pues, ¡ oh Angeles
amantes ! abrasar de amor ;
bien inflamadme vosotros en
ese fuego sagrado en que ardeis
para que ardamos juntamente.
; Oh Jesús mío ! haCedme
cer la grandeza del amor que
teneis á los hombres, para que
á vista de tanto amor se aumente L"
cada vez más en mí el deseo de
amaros. Os amo, Señor amabi-
lísimo, y solo por agradaros
quiero siempre amaros.
La comunión espiritual, (pág .191).
- 802 -
MARIA SANTÍSIMA
Ä MARÍA 81NTISIMA.
— 812 —
• im pi e COti V
ea. tiLl 11,9 )1 . 11t. zas-
•
pa, s. enriquecer á los que os aman.
Pues, Señora, enriqueced de gracias
á todos los que os buscan. Mi ama-
da Madre, es cierto que soy un gran
pecador: mas también es verdad que
deseo mucho amaros: tened pues
piedad de mí, no me despreoieis, so-
corred in en la vida y en la muerte,
para que pueda algún día ir á veros
en el Cielo.
VISITA VIGESIMOSEXTA.
A MARIA SANTISIMA
VISITA VIGESIMOCTAVA.
VISITA VIGESIMONONA.
A MARÍA SANTÍSIMA
VISITA TRIGESIMA.
—
un puro y ardiente amor á mi
Jesús: haced que le ame eficaz-.
mente hasta la mue. rte: así sea,
así lo espero.
L« COIttetióit espiritual, (pe. 191).
A MARÍA SANTISIMA:
VISITA TRIGESIMOPRIMERA.
— 340 —
A MARIA SANTISIMA
DE CUARENTA HORAS
^Al /e ENG,
ORACION PREPARATORIA.
ACTO DE CONTRICIÓN.
-348-
mí, y por todos los que se parecen á mí,
deben obtener esta gracia de vuestra bon-
dad. ¡Oh Dios omnipotente! ¡Ticrno Pa-
dre! ¿Habríais olvidado tantas injurias y
ultrajes como se le han hecho , tan-
tos tormentos como ha sufrido? Y cuando
el Salvador del mundo se ha sometido,
para complacer en todo lo que habeis
ordenado, amándonos porque Vos habeis
querido que nos amase, ¿Vuestras en-
trañas paternales, todas deshechas en
amor por él, no se conmoverían al aspec-
to de tantos nuevos ultrajes de que ha
sido el objeto, en este inefable misterio
en que cada día se ofrece aún por noso
tros á vuestra justicia y á vuestra mise-
ricordia? ¿Sufriréis, Señor, que la impie-
dad y la herejía, reuniendo juntas sus fu-
rores le blasfemen impunemente en el don
Eucarístico, le persigan hasta sobre los
altares con sus insolentes desprecios,
abatan los templos venerables en que se
le adora, y arrojen al Santo de los Santos
de su propia casa? ¿Es ese el precio de
su amor por nosotros? No bastaba, Dios
mío, que mientras vivió en este mundo
hubiese estado en él como la hez de los
hombres, pobre, errante, sin tener una
piedra sobre que reclinar su cabeza? ¿Y
- 349 —
habrá atrevimiento ahora para arrebatar-
le esos asilos que él ha levantado para
sus amigos, donde los recibe, donde los
alimenta con un pan celestial, con un pan
que sostiene su flaqueza, y los llena del
ánimo que necesitan en las pruebas y en
los trabajos? Y cada vez que los hombres
os ofendan con nuevos pecados, el Corde-
ro sin mancha, el modelo de toda manse-
dumbre y de toda caridad, ¿deberá dar
por ellos incesantement e nuevas satis-
t'acciones? No lo permitais, oh soberano
Monarca del Cielo y de la tierra; templad
vuestra cólera: que vuestros ojos no mi-
ren á nuestros crímenes: que no se de-
tengan sino sobre la Sangre que os grita
misericordia, y que solo ha corrido para
redimirnos. A estos méritos infinitos dig-
naos añadir los de su gloriosa Madre, los
de los Mártires, los de los Santos, cuya vida
entera no ha sido para Vos sino un agra-
dable y continuo sacrificio. Pero, ¡ah Se-
ñor! ¿Quién soy yo para atreverme así á
pediros en nombre de todos? Acabaré co-
mo be empezado reconociendo mi bajeza,
mi indignidad, y suplicandoos á Vos,
Dios de las misericordias, que perdoneis
mi osadía, y que tengais compasión de
mí. No considereis mis pecados sin
— 3 .e0 —
LETANIA
SANTISIMO SACRAMETO
OREMOS
PANGE LINGUA.
Cante la voz del cuerpo más glorioso
El misterio sublime y elevado,
Y de la Sangre preciosa, que amoroso
En rescate del mundo ha derramado,
Siendo fruto de un vientre generoso,
El Rey de todo el Orbe, más sagrado.
TE DEUM LAUDAMUS.
QUINCE MINUTOS
EN COMPAÑf A DE
JESUS SACRAMENTADO
VISITA DE ALTARES.
• - 366 -
SEGUNDO OFRECIMIENTO.
TERCER OFRECIMIENTO.
CUARTO OFRECIMIENTO.
QUINTO OFRECIMIENTO.
94
VISITA DE SAGRARIOS
PARA EL JUEVES SANTO
Concluida cada meditación, se rezara sein veces
el Padre Nuestro y el Ave María.
HL—ORACIÓN EN EL HUERTO.
- 379 —
Por tu Cruz y Pasión, 1 e.,
Por in Muerte y Sepultura,
Por tu santa Resurrección, 2
Por tu admirable Ascensión,
Por la Venida del Espíritu Santo 9
Consolador,
En el día del juicio,—Te rogamos óye-
nos.
Los pecadores,
Que nos perdones,
Que nos indultes, \
Que te dignes guiarnos ä la verda-
dera penitencia,
Que te.dignes regir y conservar tu
Santa Iglesia, .-3
o
Que te dignes conservar en la san- 3
ta religión al Sumo Pontífice, y 3c
zi,
á todos los órdenes eciesiásti- '; oe
cos, «,
Que te dignes humillar los enemi- o-
....e
gos de la santa Iglesia, CD
OREMOS.
TRISAGIO
PARA ALABAR A
LA BEATISIMA TRINIDAD
corno se practica en la iglesia de Fran-
ciscanos de Bogota.
ACTO DE CONTRICIÓN
HIMNO.
ANTÍFONA.
ORACIÓN
rAn A IMPLORAR LA MISERICORDIA DE DIOS
t:n la época presente.—Sacada del Cap. 13
del Sagrado libro de Esther.
Señor Dios, Rey omnipotente, en vues-
- 392 —
tras manos están puestas todas las co-
sas ; y si quereis salvar ä vuestro pue-
blo, nadie puede resistir a vuestra vo •
mutad. Vos hicisteis el Cielo y la fiera
y todo cuanto en ella se contiene : Ves
sois el dueño de todas las cosas : ¿quin
podrá, pues, resistir á vuestra Majestad'
Por tanto, Señor Dios de Abraham, te-
ned misericordia de vuestro pueblo,
porque nuestros enemigos quieren per-
dernos y exterminar vuestra herencia.
Así, Señor, no desprecieis esta parte que
redimisteis con el precio de vuestra san-
gre. Oíd, Señor, nuestras oraciones, sed
favorable á nuestra suerte ; levantad el
azote de vuestro enojo, y haced que
nuestro llanto se convierta en alegría,
para que viviendo alabemos vuestro San-
to Nombre y lo continuemos alabando
eternamente.—Amén.
Se concluye con la estación.
TERCERA PARTE
VARIAS DEVOCIONES
Y
DIFERENTES ORACIONES
INDULGENCIAS
El Excelentísimo Sr. Francisco Tavani, Dele-
gado Apostólico, con residencia en la República
del Ecuador y con fecha de 13 de Febrero de
1868, concedió 100 días de indulgencia ä los que
recitaren la salutación Gloria al Padre, al Hijo
o al Espirita Sal lo , según la fórmula del piado-
20 ejercicio titulado: Rogarlo en honor del Cora-
zón de jesii.9. También concedió indulgencia ple-
naria durante siete ailos á todos los fieles que
hicieren devotamente el Día Feliz, confesando
y comulgando en las principales festividades de
Nuestro Sefior Jesucristo y de la Santísima Vir-
gen, orando por el Sumo Pontifico y por el fe-
liz estado de la Iglesia.
El Ilmo. selior Doctor José M. Riofrío, Arzo-
bispo de Quito, aprobando su publicación, con-
cedió 80 días de indulgencia á cada una de las
Prácticas del Día Feliz, y á cada hora del Oficio
del Corazón de Jesús.
Los limos. seilores Doctor Tomás de Aguirre,
Obispo de Guayaquil, Doctor Remigio Toral,
Obispo de Cuenca y el Doctor José Ignacio de
(leca , Obispo de Listra y auxiliar de Cuenca
— 396 —
concedieron cada uno 40 días de indulgencia,
en los mismos términos que el Ilmo. señor Ar-
zobispo.
El Ilmo. señor Doctor Vicente Arbeliez , Ar-
zobispo de Bogotä , aprobando su reimpresión,
con fecha 29 do Abril de 1888 concedió 80 días
de indulgencia á cada una de las prácticas reli-
giosas contenidas en el Día Feliz , á cada hora
del Oficio del Corazón de Jesús, y á cada una
de sus oraciones.
ADVERTENCIA
Entre las prácticas que usan algunas perso-
nas piadosas para honrar al Sagrado Corazón
de Jesús, una es llamada el Día Feliz, que tuvo
su origen en los monasterios de la Visitación.
La V. M. Margarita de Alacoque , escogida de
Dios para dar á conocer al mundo la antigua y
utilísima devoción del Sagrado Corazón de Je-
sús, ä fin de acostumbrar á sus novicias ä que
tengan siempre delante de sus ojos el divino Co-
razón, les daba una imagen pequeña en que el
mismo Sagrado Corazón se dejaba ver entre lla-
mas como el Fénix, y aquella imagen pasaba
diariamente de unas ä otras. La religiosa que
tenía este tesoro, lo llevaba todo el día secreta-
mente en su corazón, haciéndole especiales ob-
sequios, y ä estos dias llamaba felices.
Las religiosas en sus monasterios y las per-
sonas particulares pueden practicar esta devo-
ción; y si lo hacen, esperen infaliblemente el
premio que Dios les concederá así en la vida
como en la muerte, según la promesa hecha
su Esposa.
— 807 —
Para facilidad v mayor provecho de esta
práctica, se advierte lo siguiente:
1. 0 Que todas las personas que forman la
Congregación, que no serán menos de treinta,
tendrán el presente librito y una imagen del
Corazón. Las que tuvieren proporción, pueden
mandarla hacer de oro 6 plata, y llevarla al
cuello principalmente el dia que les hubiere to-
cado en suerte ; y las que no , pueden tener un
cuadro 6 estampa del Corazón de Jesús y po-
nerlo en donde más patente esté á la vista, para
dirigirle todos los afectos y visitas que tuvieren
i l ue, hacer en todo el dia.
2.° Que todas las personas congregadas pro-
curen hacer especiales obsequios al Corazón de
Jesús, todos los viernes primeros de cada mes
y el día en que se celebre su sagrada festividad.
Para esto, pueden comulgar, oir misa, 6 hacer
cualquier acto de consagración (5 súplica, según
las oraciones que se contienen en este mismo
libro, y cada uno puede elegirlo, según su nece-
›idad.
30 Que los que por cualquier causa no pu-
diesen hacer esta práctica en el dia que les fue-
ro selialado por la suerte ', lo avisen inmediata-
mente, para que se supla por otra persona, y
no quedo vacío ese día.
40 Las que cómodamente y sin faltar ä sus
deberes pudieren tener retiro espiritual el día
, cfialado para este ejercicio, practíquenlo; y
cuando no, eviten todo bullicio y disipación, á
ni' de que 8e hagan con más fervor estas prtic-
liCa8 y tengan cabida en nuestro corazón el
s ilencio, la mortificación, la modestia y las de-
más virtudes quo reinan en el Corazón Salid.-
Amo de Jesús.
DIA FELIZ
En la vispera de este día se hará una visita
al Santísimo Sacramento, y después el examen
siguiente, á fin de que el alma 5 vista de sus de-
fectos se disponga mejor para las prácticas del
siguiente día, y alcance de Jesús, verdadero mé-
dico de las almas, el remedio que exigen sus
males.
EXAMEN.
ORACIÓN.
CONSAGRACION
•)64,
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
ORACIÓN.
ORACIÓN.
ORACIÓN.
PRIMERA VISITA
• DESPUÉS DE PERSIGNARSE, HARÁ ESTE
ACTO DE CONTRICIÓN
TERCERA VISITA.
Jaculatoria. —Corazón de mi divino
Médico, curadme.
ORA CIÓN.
Jaculatoria.—Corazón Sagrado de mi
Juez, perdonadme.
,SCP Z.Z2
‘..-"FP
- 415 -
ORACIÓN.
QUINTA VISITA
.laculabria.—CorazAn de mi ReJentor,
salvadme.
ORACIÓN.
-
Corazón de Jesús, escuchad mi débil
voz. Cuando yo os tenía tan olvidado, Vos
me llamabais con suavísima voz y me
decíais: Vuelve á mi, ingrato: dame tu
corazón, acepta mi amistad, para que yo
pueda enriquecerte con los tesoros de mi
amor. ¿Es posible, Dios mío, que tanto os
hayais interesado por una vil criatura co-
mo yo? Justo era que yo como oveja per-
dida. buscara á mi Pastor; pero que Vos,
siendo el ofendido, solitaseis primero mi
amistad, es lo que me pasma de ad rn iración.
¡Ay Dios mio! ¡quién creyera esto! ¡ni quién
tal cosa pudiera esperar ! Oh qué ama -
ble Corazón teneis , dulce Jesús mio!
Cuantos años tengo de razón , otros tan-
tos llevo de criminal; pues á cada instan-
te buscaba mi precipicio y quena librar-
me de vuestra mano que me defendía;
no ha habido momento en que no haya
herido vuestro divino Corazón con las
- 417 - •
duras saetas de mi ingratitud. Pero triun-
disteis, Señor, bendito . seais : ya me ha-
beis hecho cautivo vuestro, ya me teneis
preso con los lazos de vuestro amor; atad-
me más, para que nunca ni aun piense
alojarme de Vos. Y ahora confundido por
antigua dureza y rebelión, os pido me
rrdonels el mal uso que he hecho de
vuestras gracias, y dadme un corazón,
pronto ä seguir vuestras inspiraciones y
atento á vuestra voz. Jesús mío , ya soy
todo vuestro; para Vos solo quiero vivir
y por Vos quiero morir , para que seais
eternamente el objeto de mi amor. Amen.
Corazón de Jesus, sosten de los débiles:
l ollamad etc.
Corazón de Jesús, consuelo de los afli-
g idos: inflamad etc.
Corazón de Jesús, perseverancia de los
jimos: inflamad etc.
egada la noche, se terminard este eje?...
io con el siguiente
ACTO DE DESAGRAVIO
AL CORAZÓN - DE JESÚS.
OFRECIMIENTO
1 ."—A l levantarse.
¡Oh mi Jesús Sacramentado!
Consuelo de las almas y alegría:
El corazón os doy y el alma mía.
3."- 4 1 mediodia.
5.°—Al acostarse.
¡Oh Jesús, en los templos solitario,
Sin haber quien os haga compañía!
El corazón os doy y el alma mía.
Los siguientes modos de morar en el Sagrado
Corazón de Jesús, están repartidos para todos
los días de la semana, á fin de que la persona
que haga EL DÍA FELIZ adopte aquel que corres-
ponde al en que hace dicho ejercicio.
DOMINGO.
- 426 -
SABADO.
Considerarás el Corazón de Jesús como
una ara santa en que debe ofrecerse un
magnífico sacrificio. La víctima eres tú,
Jesús el sacrificador, y el amor el fuego
que debe consumir la víctima. Ofrécete
gustoso y ponte sobre esa divina ara. El
Santísimo Sacramento te degollará espi-
ritualmente, haciendo morir en tí la vida
sensual; y después consumiéndote en el
fuego de amor, te hará resucitar con una
nueva vida, toda espiritual. No le opon-
gas resistencia, no; si aborreces al mun-
do y sus falsas máximas , si no escuchas
los engaños de Satanás, si renuncias tu
amor propio y sus pretensiones, serás la
víctima escogida para este admirable sa-
crificio. Feliz el que fuera escogido! él
podrá decir con verdad : ya no vivo yo,
Jesús vive en mí, y esto leí ha hecho el
amor! Hoy te ejercitarás en especiales obse-
quios á
MÁXIMAS.
¿Quién se internará mas en la sagrada
morada del Colazón de Jesús?
- 427 —
El más humilde y menospreciado.
¿Quién poseerá mejor el Sagrado Co-
razón?
El que desnude el suyo de todo afec-
to terreno.
¿Quién será más acariciado por el Co-
razón divino?
El que más mortifique sus sentidos y
pasiones.
¿Quién merecerá ser amado con pre-
dilección por el Corazón santisimo?
El pie más ame á Dios y al prójimo,
y se ejercite en obras de misericordia.
¿Quién sera mejor enseñado por el Co-
razón de Jesús?
El que más guarde silencio.
¿Quién tendrá más poder con el Cora-
zón del Salvador?
El que renunciando de veras su propio
juicio y voluntad, obedezca con perfec-
ción.
ORACIÓN PREPARATORIA.
PRIMER PUNTO.
SEGUNDO PUNTO.
TERCER PUNTO
CUARTO PUNTO.
•nn••n.4
88
— 434 —
ROSARIO
EN HONOR DEL CORAZON DE JESUS
y por las tres horas que estuvo en la cruz
PRIMERA PARTE.
GFRECIMIENTO.
DEPRECACIONES
con que la Venerable Margarita de
Alacoque desagraviaba
a Dios irritado por los pecados del mundo.
PRIMERA.
SEGUNDA.
- 437 —
bres: concededme, Padre Santísimo, el
que por cuantas vías me sea posible re-
pare yo tales agravios.—Amén.
ORACIÓN.
- 452 -
ORACIÓN.
ADVERTENCIA.
Las diversas partes de que se compone este
Oficio son siete, y éstas se rezan de la siguiente
manera: Maitinea, por la noche antes de acostar-
se; Prima, Tercia, Sexta y Non«, por la mafiana;
Vi.eperaa y Completas, por la tarde.
Los Salmos se han tomado de la Paráfrasis, del
Padre Scio, con las variaciones conducentes
nuestro objeto. Los himnos se han compuesto,
tornando idea de algunos del Breviario.
Las almas atribuladas hallarán su consuelo
recitándolo con la debida disposición. Si sus ocu-
paciones no le dan lugar, pueden concluirlo en
siete dias, rezando una hora diaria; pero si á lo
menos pueden rezarlo integro los primeros vier-
nes de cada mes les será muy provechoso. Las
personas que no sepan hacer oración mental,
pueden también aprovecharse de él, para hacer
las visitas al Santisimo Sacramento, cuando ha-
gan el Din FEL/Z, rezando una hora en cada
visita.
A MAITINES
Padre Nuestro y Ave María.
*. Señor, dignaos abrir mis labios.
- 455 —
n. A fin de que mi boca publique
dignamente vuestras alabanzas.
Gloria Patri, etc.
Invitatorio.—E1 Corazón de Jesús nos
ha amado desde toda la eternidad : Venid,
adorémosle.
Repítase: El Corazón de Jesús, etc.
SALMO.
HIMNO.
SALMO.
ORACIÓN
A PRIMA
Padre Nuestro y Ave Maiia.
Senor, dignaos abrir mis labios.
3e
— 466 —
ty. A fin de que mi boca publique dig-
namente vuestras alabanzas.
Gloria Patri, ele.
nniNo.
A TERCIA
SA LMO.
A Vos, Jesús mío, que teneis vuestra
morada en lo más alto de los Cielos, al-
zamos nuestros ojos y dirigimos nues-
tra voz.
Como los esclavos atienden siempre á
I a más pequeña señal de sus señores, y
i . orno los siervos están de continuo alerta
para ver lo que les mandan sus amos; así
nosotros tenemos los ojos vueltos siempre
a Vos, Señor y Dios nuestro, hasta que
nos bagais ver cumplidos los efectos de
tu misericordia. •
Haced, Jesús nuestro, que los experi-
me ntemos: muévase vuestro divino Cora-
z, in á piedad, á vista de nuestras miserias:
mirad el estado deplorable en que nos
liallarnos.
- 470 —
Muy harta está nuestra alma de tribu-
laciones; pues hemos sido el objeto de
los escarnios é insultos de nuestru ene-
migos, que por todas partes nos cercan,
llenos de soberbia y bravura
Gloria Patri, etc.
ANA. Suave es el Señor, etc.
Fué llagado por nuestras iniquidades.
e. Y por nuestros pecados fué quebran-
tado.
Ir . Haced, etc. Y lo demcis como en Mai-
tines, pág. 454.
A SEXTA
Padre Nuestro y Are Maria.
t. Señor, dignaos abrir mis labios.
e. A fin de que mi boca publique
dignamente vuestras alabanzas.
Gloria Patri, etc.
HIMNO.
SALMO.
A NONA
Padre Nuestro y Ave Harta.
V. Señor, dignaos abrir mis labios.
- 473
i. A fin de que mi boca publique dig-
!lamente vuestras alabanzas.
Gloria Patri, etc.
HIMNO.
SALMO.
A VISPERAS
SALMO.
ACTO DE CONTRICION.
ANTÍFONA.
— 483 —
Todos los hombres te adoren,
Corazón amable y santo.
DE LA INMACULADA CONCEPCION
DE LA SANTISIMA VIRGEN
MAITINES
ORACION.
PRIMA
TERCIA
Señora, ven en mi auxilio.
9. Defiéndeme, con tu poder, de ma-
no de mis enemigos.
Gloria Patri, etc.
HIMNO.
SEXTA.
*. Señora, ven en mi auxilio.
a, . Defiéndeme, con tu poder, de mano
de mis enemigos.
Gloria Patri, etc.
HIMNO.
NONA.
e. Señora, ven en mi auxilio.
pi. Defiéndeme, con tu poder, de mano
de mis enemigos.
Gloria Patri, etc.
HIMNO.
VISPERAS.
COMPLETAS.
t. Conviértenos, Señora: aplaca con
tus ruegos ä Jesucristo tu Hijo.
9. Y aparta de nosotros su ira.
. Señora, ven en mi auxilio.
i. Defiéndeme, con tu poder, de mano
de mis enemigos.
HIMNO,
OFRECIMIENTO.
OFRECIMIENTO
\ LA SANTISIMA VIRGEN MARIA.
EL MAGNIFICAT
ACTO DE CONTRICION.
— 508 —
HIMNO.
dice:
Santa, Santa, Santa Maria Madre de
Dios, llenos estan los Cielos y la tierra
cic tu gloria.—Se responde:
Gloria á María Hija del Padre, gloria
Maria Madre del Hijo, gloria a María
Esposa del Espíritu Santo.
(Esto se dice alternativamente por vein-
tisiete veces, repartidas en tres veces nue-
ve, diciendo una Ave Maria al principio
de cada nueve)..
PETICIÓN.
A tí, Hija de Dios Padre, á ti,Madre de
Dios Hija, á tí, Esposa de Dios Espíritu
Santo, te pedimos ruegues, Señora, por
nosotros á la Santísima Trinidad. Amen.
JACULATOBIA.
ORACION.
Do tu tálamo materno,
Que fué de Dios escogido,
Nació de carne vestido
El Verbo de Dios eterno:
Por esto con amor tierno,
Como la Iglesia lo canta,
Angeles y hombres, ele
De Lucifer el poder
Quedó por Vos ya vencido,
Porque de Vos ha nacido
De la gracia todo el ser:
Y pues que ya á Lucifer
Pisais, Virgen, la garganta.
Angeles y hombres. rte.
JACULATORIA.
ORACIÓN.
33
TRISAGIO
EN OBSEQUIO DE LA SANGRE PRECIOSISIMA
de Nuestro Señor Jesucristo.
INVOCACIÓN.
ACTO DE CONTRICIÓN.
TRISAGIO.
TRISAGIO.
ANTÍFONA.
ORACIÓN.
Ya se apresura su amor .
Y no sufre dilaciones ;
Que en el Huerto á borbotones
Corre en copioso sudor.
¡Oh! qué ansioso estás, Señor,
Por lavar mi culpa tanta.
Diga el hombre, eh-.
— tl —
A una columna amarrado
Con látigos y cadenas
Surcan, mi Jesús, tus venas
Y todo estás desangrado;
Mi corazón has lavado
Con Sangre tan sacrosanta.
Diga el hombre, etc.
El camino va regando
Fatigado el buen Jesús,
Y cargado con su cruz
La calle va ensangrentando ;
Pues que mis culpas lavando
A mi enemigo quebranta;
Diga el hombre, etc.
En piscina prodigiosa
Y cinco pórticos tiene
Donde el agua se mantiene
Siempre pura y provechosa.
Llega sedienta y ansiosa,
Alma, y humillada canta.
Diga el hombre, ele.
ANTf FONA.
ORACIÓN.
ADVERTENCIA.
El orden que se ha de observar en estos ejer•
eicios para cada día diez y nueve, es el siguiente:
— 326 —
Se dará principio con el Acto de contrición , y
si lo hacen los señores curas y prelados en sus
iglesias en público, se principiara con el Santi-
simo Sacramento expuesto, si se pudiere, y lue-
go la oración para todos los siete días y el pri-
mer dolor y gozo. Después la plitica, si la hu-
biere, si no, el devoto puede dedicarse en este
rato ä la lección ó meditación de la vida de
nuestro Santo Patriarca. Concluido esto, signen
los gozos, la oración última, la antífona y las
letanias de Nuestra Sehora, será la conclusión
del Ejercicio, y se entonará el Tantrim ergo, ele.,
si es que está expuesto el Santísimo, para reser-
varlo.
Este mismo orden se ha de llevar en el se-
gundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo
Dolores y Gozos, de los seis días restantes de-
dicados para cada diez y nueve.
Para quo estos Ejercicios sean aceptados A los
ojos del Todopoderoso y honra del Santo Pa-
triarca, nos parece ser útil que nuestras con-
ciencias estén purificadas por medio del sacra-
mento de la Penitencia.
ACTO DE CONTRICIÓN.
Señor mio, Jesucristo, etc.
ORACIÓN PARI TODOS LOS SIRTE DIAS.
— 527 —
derosos reyes, y no lo consiguieron. Cuya
infinita sabiduría apetecieron oir, y no
io lograron. Siendo Vos, Santo mío, el pri-
vilegiado, no solo por ver su impondera-
ble hermosura y oír afortunado su inmen-
sa sabiduría, sino lo que es más, por ser
trono de su soberana grandeza, trayéndolo
muchas veces en vuestros dichosos brazos,
agasajándolo con amorosos ósculos, man-
teniéndolo ä costa de trabajo y laboriosos
afanes. Finalmente, guardandolo cuida-
doso de las inicuas asechanzas de sus
crueles enemigos. Por tanto cúmulo de
privilegios y favores con que te quiso
exaltar el Todopoderoso y celestial Pa-
dre, te rogarnos, ¡oh poderoso Patriarca!
tus más rendidos y fieles devotos, que
nos alcances de tu soberano Hijo un fer-
vor grande, con que afectuosos te acom-
paiiemos en estos mensuales ejercicios con
la meditación tierna de los dolores y go-
zos que sintió vuestro Santísimo Corazón
mientras estuvisteis en este mundo. Es-
perando ¡oh Santo mío! de vuestra exce-
lente piedad, que nos habeis de librar en
e sta mortal vida de todos los peligros de
i dina y cuerpo. Y así mismo, que en la
tr emenda hora de nuestra muerte , co-
rr espondiendo benigno á esta mensual
— 528 —
memoria que hacemos de vuestro feliz
tránsito, nos habeis de acompañar para
que no peligre nuestra salvación. Amén.
GOZOS.
En la postrera agonía,
Cuando la muerte llegare.
Tu patrocinio me ampare,
'el de tu Esposa María.
— 529 —
Qué golfo de desconsuelos,
Que dolor tan inhumano,
Dulce José soberano,
Te causaron unos celos:
Mas cesaron tus desvelos
Cuando te fué declarado
Que en María habla encarnado
El mismo Rey de los Cielos:
Y pues siento tus anhelos
Y me place tu alegría.
Tu patrocinio, etc.
En un establo nacido
Del temporal lastimado
Vió ä Dios infante humanado,
Tu corazón afligido:
Pero luego complacido
Le mirabas festejado,
De monarcas adorado,
De ängeles y hombres servido:
Y pues siento verte herido
Y me place tu alegría.
Tu patrocinio, ele.
ORACIÓN.
ORACIÓN.
SEGUNDO MES
(Todo como en el primero).
SEGUNDO DOLOR Y GOZO
Oración propia para este die
CUARTO MES.
(Todo como en el primero).
CUARTO DOLOR Y GOZO
Oreada propia para este die
QUINTO MES.
(Todo como en el primero).
QUINTO DOLOR Y GOZO
Oracioa propia para este dia.
SEXTO MES.
(Todo como en el primero).
SEXTO DOLOR Y GOZO
Oración propia para este dia
OFRECIMIENTO.
RESPONSORIO.
El peligro se retira,
1.02pobres van remediados ;
-- M4 —
Cuéntenlo los socorridos,
Díganlo los paduanos.
El mar sosiega su ira,
Redirnense encarcelados;
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.
Vs. Gloria al Padre,
Gloria al Hijo,
Gloria al Espíritu Santo.
El mar sosiega su ira ;
Redímense encarcelados ;
Miembros y bienes perdidos
Recobran mozos y ancianos.
Ruega á Cristo por nosotros,
Antonio divino y santo,
Para que dignos así
De tus promesas seamos. Amén,
ORACIÓN.
aozoS
ORACIÓN.
Nada te turbe,
Nada te espante;
Todo se pasa,
— 552 —
Dios no se muda:
La paciencia
Todo lo alcanza:
Quien ä Dios tiene
Nada le falta:
Solo Dios basta.
GLOSA.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube;
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande;
Y venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es sombra vana:
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira ä lo celeste,
Que siempre dura:
Fiel y rico en promesas,
Dios ito se muda.
Ámale, cual merece
Bondad inmensa:
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma;
— 558 —
Pues quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien 4 Dios tiene.
Vénganle desamparos,
Cruces, desgracias;
Siendo Dios su tesoro
Nada le falta.
Id pues, bienes del mundo,
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda,
Solo Dios basta.
ORACIÓN.
— 558 —
prodigiosos éxtasis con que Vos y vues-
tra santísima Madre le regalasteis , su-
plicoos, dulcísimo Jesús, me concedais la
victoria de las pasiones , con humildad
profunda, sumisión entera , y tierna de-
voción ä María santísima; para que, sir-
viéndoos , como os sirvió vuestro tierno
fiel, en la tierra, prosiga amándoos, corno
él os ama en el cielo. Amén.
Historia.
ORACION
Dia 16 do Julio.
' VI
- 580 —
que destilan mis ojos apaguen ese volcán
de penas y aflicciones. No se nie oculta
que como mansa cierva, os hallais grave
y mortalmente herida, y por eso os la-
mentais tan acongojada; pero ese elevado
árbol santo á que os acogeis destila pre-
cioso bálsamo que creo deberá aliviaros.
Mas ¡ay! que no es así; os veo muy alli-
gida Por la muerte de vuestro adorable
Hijo; sois viuda sin Esposo, huérfana sin
Padre , madre angustiada sin Hijo , y la
más desconsolada de todas las madres. Si
levantais vuestros purísimos ojos ä los
cielos, los veis vestidas de triste luto,' si
á los astros, opacos se os ocultan; si ä la
hermosa luna, la hallais ensangrentada;
si , al sol , la rnirais eclipsada; si á la tie-
rra , la encontrais estremecida de dolor;
oís los llantos de las flores marchitas, los
bramidos del mar afligido , los lamentos
de los aires confusos, veis la admiración
de los ángeles pasmados, las ingratitudes
de los hombres, el llanto de Juan y de las
Manas , el cuerpo exánime del mejor de
los hombres, de vuestro amantisimo hijo
Jesús, que ya no os habla, ya no os mira,
y vuestros ojos son dos fuentes de lágri-
mas, porque os habeis quedado sin aquel
que consolaba y recreaba vuestra alma
— 581 —
candorosa. iA.y Madre mía candorosísima!
;yo soy el que os ha causado tanto dolor
‘; tan honda pena! mis pecados fueron los
iine crucificaron á vuestro inocentísirno
hijo Jesús, y traspasaron de parte ã par-
te vuestro amante corazón! Pero aquí es-
toy yo, Madre mía adolorida , llena de
dolor y arrepentimiento dispuesta á ha-
cer penitencia por mis pecados, confiando
en que Vos me haréis sombra , para que
no me consuman los ardores de la Divina
Justicia. Así sea. '>1
ORACIÓN.
ORACION.
ORACIONES Y CONSEJOS
ORACIÓN
del Padre de familias afligido.
LA ESPOSA AFLIGIDA
ORACIÓN.
AVISOS SALUDABLES•
ORACIÓN
para un Comerciante.
—
ORACIÓN
para un Labrador.
ORACION
ORACION
ORACION
ORACION
ORACION
ORACION.
— 624 —
mino á mi carrera, cúmplase en todo
vuestra santa voluntad; únicamente os
pido que os digneis concederme la gracia
de la paciencia para sufrir sus dolores y
sobre todo la dicha de recibir los últimos
sacramentos, y de morir sin ser antes
fortalecido con todos los socorros de la
Iglesia mi tierna madre, en cuyo seno
deseo morir, sumiso siempre ä sus deci-
siones, y exhalar el último aliento en sus
manos.
ORACION
OR AC ION
ORACION
ACTOS
INDULGENCIAS
CUARTA PARTE
ORACIONES
A JESUCRISTO CRUCIFICADO
ORACIÓN.
PRECES
PARA IMPLORAR UNA BUENA MUERTE,
- 6114
este mundo está próxima á acabarse
Jesús misericordioso, tened compasión de
mi. — (Esto mismo se repite en cada
oración).
Cuando mis manos trémulas y torpes
ya no podrán estrechar el crucifijo, y á
pesar mio lo dejaré caer sobre la cama de
mi dolor: Jesús misericordioso, etc.
Cuando mis ojos vidriados y contorci-
dos al horror de la inminente muerte
fijarán en Vos sus miradas lánguidas y
moribundas:
Cuando mis labios fríos y convulsos
pronunciarán por la última vez vuestro
adorable nombre:
Cuando mi cara pálida y amoratada
causará lástima y terror á los circunstan-
tes, y mis cabellos bañados del sudor de
la muerte erizándose en mi cabeza anun-
ciarán que está cercano mi tin:
Cuando mis oídos próximos ä cerrar-
se para siempre á las conv6.saciones de
los hombres, se abrirán para oír como
vuestra voz pronunciará la sentencia irre-
vocable que determinará mi suerte por
toda la eternidad:
Cuando mi imaginación agitada de ho-
rrendos y espantosos fantasmas quedará
sumergida en mortales congojas; y mi
- 639 —
espirita perturbado del temor de vuestra
justicia a la vista de mis iniquidades, lu-
chará contra el ángel de tinieblas, que
quisiera quitarme la vista del consuelo
de vuestras misericordias y precipitarme
al seno de la desesperación:
Cuando mi corazón débil y oprimido
del dolor de la enfermedad, será sobre-
cogido del horror de la muerte, fatigado
y rendido por los esfuerzos que habrá he-
cho contra los enemigos de la salvación:
Cuando derrame mis últimas lágrimas,
síntomas de mi destrucción, recibidlas,
Sehr, en sacrificio de expiación, á fin de
que yo muera como víctima de penitencia
en aquel momento terrible:
Cuando mis parientes y amigos juntos
al rededor de mí se enternecerán de mi
dolorosa situación, y os invocarán por mí:
Cuando perdiendo el uso de los senti-
dos, el mundo todo desapareciere de mí,
y gimiere entre las angustias de la última
agonía y los afanes de la muerte:
Cuando los últimos suspiros del cora-
zón esforzarán á mi alma á salir del cuer-
po, aceptadlos como hijos de una santa
impaciencia de ir hácia Vos:
Cuando mi alma al extremo de mis
labios saldrá para siempre de este mundo
y dejará mi cuerpo pálido, frío y sin vida,
aceptad la destrucción de él corno un
menaje que voy á rendir á vuestra divina
Majestad, y en aquella hora:
En fin, cuando mi alma comparecerá
ante Vos, y verá por primera vez el es-
plendor inmortal de vuestra Majestad, no
la arrojeis de vuestra presencia, dignaos
recibirme en el seno amoroso de vuestra
misericordia para que cante eternamente
vuestras alabanzas:
ORACION
mano, en de de 189
el.x)A,%eA,..x-31,AecF
eIndigno siervo de Dios.
-
ri›Ne,-~effleeeem-.fflee
g51
ORACIÓN
- G g2 —
42
—
E XORCISMO.
PARA LO MISMO
--- 867 - •
Yo os amo, Dios mío, á. vista del cielo
y de !a tierra y de todas las criaturas, y
no quiero otra cosa sino á Vos y por Vos.
Oh, quién no hubiera pecado contra
tal Dios, á quien se debe todo amor y
respeto. -
No os acordeis, Señor, de mis primeros
años, sino borrad mis pecados con las
gotas de Sangre que de vuestras venas
salieron.
¡ Oh piadosísima Virgen María! esta
es la hora para la cual solicité vuestro
favor toda la vida, no me lo negueis,
muera yo en vuestras manos.
A vuestros piés pongo mi alma, dulce
esperann mía! y en vuestras manos fío
todo el negocio de mi salvación.
Vos sois, Dios mío, mi Criador y Re-
dentor: no hay otro dueño de esta alma
sino Vos: recibidla, Señor, como tuya en
vuestro amparo.
Suplícoos, Señor mío Jesucristo i or
vuestra pasión y muerte, que me inscri-
bais en el libro de los predestinados para
que campee más vuestra misericordia en mí.
Recibid, Dios mío, á esta oveja perdi-
da, acoged á este hijo pródigo: compa-
deceos de mí según vuestra gran miseri
cordia.
-668-.
El abismo de mi nada y de mis mise-
rias invoca, Dios mío, el abismo de vues-
tra bondad y caridad.
Es tan grande, Señor, el océano de
vuestras misericordias, que aunque me
quiteis la vida, en Vos esperaré.
Compadeceos de mí, Señor, compade-
ceos de mí, porque en tí confía mi alma.
Solo una cosa os pido, mi Dios, que no
me castigueis según mis culpas merecen,
sino que atendais á quién sois.
Recibid, Señor, mi alma, la cual en-
comiendo en las manos de vuestra mise-
ricordia; dadle de limosna el paraíso en
vuestra gloria.
Misericordia, Señor, misericordia ; pé-
same de todo corazón de haber agraviado
vuestra infinita bondad.
María, Madre de gracia, Madre de mi-
sericordia, defendedme del enemigo y
ayudadme en esta hora de mi muerte.
Creo en Dios, espero en Dios y amo á
Dios, pésame de haberle ofendido, solo
por ser quien es. Oh Trinidad Santísi-
ma, un solo Dios verdadero, y tres Per-
sonas distintas, á quien confieso y adoro!
haced, Señor, misericordia de esta vues-
tra criatura.
Ahora es tiempo, Señor, de misericOr-
— Ad9 —
día, y mostrad cuán liberal sois en per-
donar al que llega á tus piés arrepen-
tido.
Ea, Dios mío, haced alarde de vuestra
misericordia con este miserable pecador,
que espera en Vos.
Yo os amo, Dios mío, sobre todas las
cosas: duélome, Señor, de baberos ofen-
dido, espero en vuestra misericordia hasta
el último aliento.
Jesús, Rijo de Dios vivo, tened mise-
ricordia de mí.
Pequé, Señor, pequé, aprovécheme la
Sangre que derramaste por mí.
¡ Oh Jesús, Salvador del mundo sedme
propicio.
¡Oh Virgen María, Madre de Dios
acordaos de mí.
¡ Oh dulce Jesús! Oh dulce María! no
me desampareis.
EN LA ÚLTIMA AGONÍA.
PRECES Y ORACIONES
ORACIONES
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OFICIO DE DIFUNTOS
INV1TATORl0
SALMO 91.
SALMO 5.
Presta, Señor, oídos ä mis palabras,*
escucha mis clamores.
Atiende ä la voz de mis súplicas,* oh
Rey y Dios mío.
Porque ä Vos enderezaré mi corazón; o
desde la mañana, oh Señor, oirás mi voz.
Al amanecer, Señor, me pondré en tu
presencia, y te contemplaré,* porque Vos
no sois un Dios que ame la iniquidad.
No morará junto ä Vos el hombre ma-
ligno,* ni los injustos podrán permanecer
ante tus ojos.
n••
- 678 —
Aborreces todos los que obran la ini-
quidad,* y perderás á todos aquellos que
hablan mentira.
El Señor abominará al hombre sangui-
nario y violento:* pero yo estaré confiado
en la muchedumbre de tus misericordias.
Entraré en tu casa:* y poseído de un
santo temor doblaré mis rodillas ante tu
santo templo.
Guíame, oh Señor, por la senda de tu
justicia :* haz que mi camino sea recto
ante vuestros ojos, por causa de mis
enemigos.
Pues su boca no habla palabra de ver-
dad,* y su corazón está lleno de vanidad
Y perfidia.
Su garganta es cual sepulcro abierto:
con sus lenguas urden continuamente en-
gaños : * júzgalos, pues, oh Dios mío.
Frústrense sus designios, arrójalos fue -
ra lejos de vuestra presencia, según lo me-
recen sus muchas impiedades ;* puesto,
Señor, que te han irritado.
Alégrense por el contrarario , todos
aquellos que ponen en tí su esperanza:*
- 679 —
se regocijarán eternamente, y Tú mora-
rás en ellos.
Y se gloriarán en Vos todos los que
aman vuestro Santo Nombre,* porque
colmas de bendiciones al justo.
Señor, con tu benevolencia, como con
un escudo,* nos cubriste por todos lados.
Concededles, Señor, etc.
Ant. Dirigid mis pasos en vuestra
presencia, Señor Dios mío.
Anl. Volveos, Señor.
SALMO 6.
Señor, no me reprendas en tu furor, °
ni me castigues en tu ira.
Apiádate de mí, Señor, porque estoy
enfermo : *.sáname, Señor, porque mis
huesos están conmovidos.
Y mi alma está perturbada en gran
manera: mas tú, Señor, hasta cuándo ?
Vuélvete, Señor, libra mi alma : • sál-
vame por tu misericordia.
Porque en la muerte no hay quien se
acuerde de ti : * y en el infierno quién
te dará alabanza?
- 680 —
Trabajado me veo en mi gemido, la-
varé cada noche mi lecho : * regaré con
mis lágrimas mi estrado.
A vista de tu furor se ha turbado mi
ojo : * he envejecido en medio de todos
mis enemigos.
Apartaos de mí todos los que obrais
iniquidad : porque ha oído el Señor la
voz de mi llanto.
El Señor ha oído mi ruego : *el Señor
ha oído mi oración.
Avergüéncense , y en extremo semi
conturbados todos mis enemigos: * con-
viértanse y avergüéncese en gran manera
luego al punto.
Concededles, Señor, etc.
Ant. Volveos, Señor, hacia mí y librad
mi alma: porque en la muerte no hay
quien se acuerde de ti.
Ant. No sea que.
SALMO 7.
Yo he puesto mi confianza en Vos, Se-
ñor y Dios mío: sácame á salvo de todos
mis perseguidores y líbrame.
- G81 —
No sea que arrebate el enemigo rni al-
ma cual león que arrebata su presa: cuan-
do no hay quien me rescate, y me salve.
Señor Dios mío, si es que he cometido
el crimen de que se me acusa, ó si se en-
cuentra malicia alguna en mí.
O si yo volví mal por mal, yo seré jus-
tamente confundido por mis enemigos.
Persiga en tal caso á mi alma el ene-
migo, y apodérese de ella : holle con sus
pies lo mds caro de mi vida en esta tierra,
y reduzca á polvo todas mis glorias.
Levántate, Señor, y revístete de vues-
tra ira ; mostraos con todo vuestro pode-
río en medio de mis enemigos.
Levántate también, Señor Dios mío,
para hacer ver los preceptos que nos has
Impuesto: y la congregación de los pue-
blos te rodeará.
Y para que seas conocido en toda ella,
tornaos à esas alturas : oh pueblos ! sa-
bed que el Señor juzga ä las gentes.
Júzgame, Señor, según la justicia que
me has adquirido, y según la inocencia
cuyos méritos me has aplicado.
- 682 —
Consúmase la maldad de los pecadores,
y encamina tú al justo, oh Dios ! que es-
cudriñas hasta lo más secreto de nuestro
corazón.
Justamente pido que venga mi auxilio
desde el Señor mismo ; porque él salva á
los de recto corazón.
Dios es Juez justo, fuerte y sufrido: ¿se
mostrará acaso irritado para siempre?
¡ Ah pecadores! si no os convertís de
todo corazón hará vibrar sobre vueslras
cabezas la espada de su justicia : tendió su
arco y lo tiene preparado para disparar
las flechas de su furor.
Y allí tiene preparados golpes de muer-
te : aguzó sus saetas con hierros encen-
didos.
Mas, lié aquí que el pecador maquina
la injusticia, concibe el dolor, y prepara
la maldad.
Abrió con sus crímenes un lago, lo cavó
y él mismo cayó en la hoya que se labró.
Caerán sobre su cabeza todas sus des-
gracias; y sus iniquidades vendrán á agol-
parse sobre él.
- 683 —
Y yo entretanto alabaré al Señor, con-
forme ä su justicia: y yo entonaré salmos
al nombre del Señor altísimo.
Concédeles, Señor, etc.
Ant. No sea que el enemigo arrebate
mi alma, corno un león á su presa, cuan-
do no haya quien rescate, ni quien salve.
t. De las puertas del infierno.
e. Sacad, Señor, sus almas.
Padre nuestro.
En secreto.
LECCIÓN 1. JOB, 7.
Cesad ya de afligirme, Señor, porque
nada son los días de mi vida. Y qué es
el hombre para que tanto lo engrandez-
cas, y pongas en él vuestro corazón ? Le
visitas por la mañana con vuestra gracia,
y muy luego lo pruebas. ¿Cuándo me de-
jarás descansar, y me permitirás algún
reposo para que pueda siquiera pasar mi
saliva? Yo me reconozco pecador; a cómo
podré satisfaceros, oh guardador de los
hombres? ¿Por qué me has hecho el blan-
— A84 —
co de vuestros enojos, haciéndome inso-
portable a. mí mismo? ¿Por qué no perdo-
nas todavía mi pecado, y por qué no bo-
rras mi iniquidad? Mira, Señor, que pronto
dormiré en el polvo del sepulcro, y cuan-
do mañana me busques ya no existiré en
el mundo.
9. Creo que mi Redentor vive y que
en el día postrero he de resucitar,* y en
esta carne mía veré ä Dios mi Salvador.
# • Al cual he de ver yo mismo, y no
otro (Sei que ahora soy, y mis ojos lo han
de ver: y en esta carne mia veré ä Dios
mi Salvador.
OREMOS.
Oh Dios, á quien es propicio usar siem-
pre de misericordia y de perdón; os su-
plicamos humildemente, que no entre-
gueis en manos del enemigo ni dejeis en
perpetuo olvido el alma de vuestro sier-
vo (N) ó sierva (N), que habeis mandado
salir hoy de este mundo, sino que orde-
neis ä vuestros Angeles que la reciban y
la lleven ä la patria del Paraíso
para que, pues ha creído y esperado en
Vos, no padezca la pena del infierno, sino
que entre en la posesión de los gozos
eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
ORACION
POR PADRE Y MADRE DIFUNTOS.
EN LA CONMEMORACION DE TODOS
LOS DIFUNTOS.
— 699 —
Conozco que mis súplicas no son dignas;
pero tú que eres clemente , haz que no
sea yo condenado al fuego eterno.
Sepárame de los precitos que estarán ä
tu izquierda, y colócame ä la derecha con
tus escogidos.
Sepárame de aquellos malditos que con-
denarás ä los tormentos horrorosos; y llá-
mame ä formar pare de los benditos de
tu Padre.
Prosternado ante tí con un corazón
traspasado de dolor, te ruego, Señor, que
tengas misericordia de mí en el momento
de mi muerte.
¡Oh día de lágrimas, en el cual el hom-
bre culpable saldrá del polvo del sepul-
cro, para ser juzgado por aquel ä quien
ofendió!
Perdónale, ¡ oh Dios misericordioso ! y
concédele, ¡ oh piadosísimo Jesús ! el re-
poso eterno. Asi sea.
— 698 —
res. Dicele Jesús: Tà hernian° resucitará.
Respóndele Marta: Bien sé que resucita-
rá en la resurrección en el último día. Di-
jole Jesús: Yo soy la resurrección y la
vida; quien cree en mi ; aunque hubiese
muerto, vivirá; y_ todo el que vive, y cree
en mi, no morirá para siempre. ¿Crees tú
esto? Respondióle: I Oh Señor ! si que lo
creo, y que tú eres el Cristo , el Hijo de
Dios vivo, que has venido ä este mundo.
SECRETA. — Suplicámoste, Señor, que te
muestres propicio al alma de tu siervo (tí
sierva) N., por quien te ofrecemos este
sacrificio de alabanza, implorando humil-
demente á tu Majestad, para que por este
oficio de aplacamiento piadoso , merezca
llegar al descanso eterno. Por, etc.
DES?. DE LA CON. — Suplicámoste , oh
Dios todopoderoso, ele el alma de tu sier-
vo ( ó sierva ) N., que ha pasado hoy de
este siglo al otro, purificada con estos sa-
crificios, y libre de todo pecado, merezca
conseguir al mismo tiempo, el perdón y
el descanso eterno. Por, etc.
En el día tercio, séptimo y trigéeimo del entie-
rro de un difunto, se dice la Misa con las ora-
ciones siguientes:
ORACIÓN. — Suplichnoste , Señor, que
concedas la sociedad de tus escogidos ,
— 699 — -
(47
-
— _
d la Sagrada Pasión de
EXHORT AC ION
— tos —
DECENARIO DE LA PASIÓN
que repetido cinco veces formará
un Rosario importantísimo Ét quien lo rece
y al alma por quien lo aplicare.
OFRECIMIENTO.
DOMINGO SANTO.
LUNES SANTO.
Ofrece las penas y tormentos que padeció el
Seilor desde que fué preso hasta que lo pre-
sentaron al Pontífice Anäs.
MARTES SANTO.
Ofrece loe tormentos que el Seflor padeció en la
noche de su Pasión en la casa de Caifiíe.
IIIERCOLES SANTO
Ofrece los tormentos y desprecios que el geflor
padeció en casa de Filete y Heredes, hasta el
grande tormento de los cruelishnos azotes.
JUEVES SANTO.
VIERNES SANTO.
Ofrece lo que padeció Nuestro Sefior con el
grande peso de la cruz hasta ser en ella cru-
cificado.
SABADO SANTO.
INDULGENCIAS
OFRECIMIENTO
ORACIÓN SEGUNDA.
ORACIÓN TERCERA.
ORACIÓN CUARTA.
ORACIÓN QUINTA.
ORACIÓN OCTAVA.
ORACIÓN NOVENA.
ORACIÓN.
ORACIÓN
ORACIÓN.
ORACION.
•••• 748 —
ORACIÓN.
•
Aii)ORACIN
A LAS CINCO LLAGAS
DE.
1'
cm te leibiiieron después de muerto,
te suplico por ella, que después de mi
muerte muestres para conmigo tu mise-
ricordioso corazón, abriéndome las puer-
tas del cielo y entrándome por ellas.
Amén.
Padre nuestro, etc.
'''ORACIÓN.
_
EJERCICIO
DEL SANTO VIA-CRUCIS
ADVERTENCIA
Wieid•
ite kiravk
, Tet4M8' eeket
leileitóeo
édivnemwió
TERCERA ESTACIÓN
Aquí cayó la primera ver.
ORACIÓN
-
CUART4 ESTACIÓN
earoaialla Maria Saniisiala-
Pondera, alma, cuál seria
En esta cuarta estación,
La recíproca aflicción
De jesucristo y María.
ORACIÓN
QMNTA ESTACIÓN;
Dende acial le ayudó el Cirineo
oxitcrder
oBAcn6e;
-
¡Oh piadosisimo Selior que' sudando
entre coneojas, arroyos de sangre, cami-
nabais, mi amado Jesús, sin tener toalla
con que enjugaros vuestro mortal sudor,
ni aun las manos libres para limpiar de
vuestros divinos ojos la sangre que desti-
laba de la cabeza, bajaba por vuestro
divino rostro ; y legando en este lance,
— 759 —
colnpasiva lá Verónica, en el lienzo con
que os alivió el sudor, llevó en premio de
su devoción impresa vuestra santa ima-
gen. Dadme gracia, Señor, para Aue
los lienzos de mi alma, lleve siempre im-
presas vuestras penas, para que merezca
ver con los ángeles del Cielo, la hermo-
sura de vuestro rostro. Amén..
SEPTIMA ESTACIÓN
segunda vtii.
fiquieyó la
Pecador, por tu pecado,
Y de una llaga oprimido;
Segunda vez ha caído
El Hijo de Dios amado.
ORACIÓN
OCTAVA ESTACIÓN
•
N ON A. ESTA CIÓN
Aqui cayó la tercera vez.
ORACIÓN.
¡Oh amantisimo Señor, que tres veces
caíste con la Cruz, llegando á pegarvues-
tro santísimo rostro en el sueloy á besee,,
con vuestra dulcísima boca la tierra,
'tener quien os ayudase á levantar! Dad —
gracia, Señor, para que yo-aligere vues-
tra Cruz, enmendando mis gravísimas
culpas, y que haga de ellas verda dera,:
penitencia, con que merezca Ilegará — la'
felicidad 'eterrra. Amén.
DÉCIMA ESTACIÓN.
Aqui le desnudaron las lestiduras
En público desnudaron
A Jesús, casto y modesto,
763 —
• Y no contento; con esto
Hasta la piel le quitaron.
on.konni
oleAcioN
Aquí empezaron, mi dulcísimo Jesús,
lograrse las änsias, que toda la vida
tuvisteis de abrazaros con la santa cruz.
Ya estaís, mi amor, en la cama de vues-
tro descanso: ya gozais en el lecho de
vuestras delicias; pero, ay de mí! Je-
sús, con qué fuerza clavan con hierro
vuestras santísimas manos y pi g ¡Ay
de mi Dios, crut que crueldad tiran de
vuestro Santísimo Cuerpó, desuniendo de
eu-iugar vuestros.santisimoe huesos! ¡Ah
Petne4,0 razón! .10eztierai dicha,
in;
quesa ii-aquede e0ii, Yes1,41vada. en
ite si
(01, ' . 7 1-e_01-74Vd'otee'Señor,
-en! es laVsesembitäet6;get petar con
' YOO: Mi.44trlea ei glorie, Amén'. -
Dm A ESTAMON.
DUOe
Asad murió nuestro buen aemüs.
'Cristiano, si el Salvador
Ha muerto por tí clavado
Vive td crucificado
Hasta
a". morir por su amor.
ORACIÓN.
DÉCIMACUARTA ESTACIÓN
El Santo Sepulcro.
Sepultado el Redentor,
Y en gran soledad María,
Da testimonio, a!ma mía,
Que hija eres de su dolor.
-- 169 —
ORACIÓN •
eä- 770
DECIMAQUINTA ESTACION,
-
EJERCICIO
en honor de los tormentos que sufrió
Nuestro Señoz Jesuoristo en el
despojo de sus sagradas vesti-
duras.
Primera.
¡Dirijámonos, almas cristianas, al Cal-
vario, y veamos å nuestro dulcísimo Jesús
que acaba de /legar áia cima de este
monte, casi agonizante, y Llevando en
sus hombros el pesado instrumento de su
suplicio!
Contemplemos cómo sus crueles ene-
migos, sin respeto á su augustísima per-
sona, ciegos de furor, se arrojan sobre el,
y empiezan á despojarle de sus vestí,-
d uras.
Llenémonos de espanto al contemplar
el ultraje que por nosotros sufre el So-
— 772 —
berano Rey de los Cielos y de la tierra.
Llenémonos de dolor al pensar que nos-,.
otros hemos despojado a nuestra alma
del vestido de ta gracia, y quizá á latít
almas de nuestros hermanos de la túnictg
de la inocencia; y Jeteniéndonos unatt
momentos delante del Señor, lloremöglat
afrenta y nuestras culpas.
Olt.A CIÓN.
TE11001114
'
U
-
e Santificad ä iikét elertä
tad del pueblo cotombiano psazot
vuestra justicia: perdonad nuestro06-
cados, y haced que vivienda fieles ä
vuestra santa ley, exhalemos' el último
suspiro en los brazos de vuestra miseri-
cordia, y pasemos a la patria celestiatt
veros y beudeciros eternamente. Amén.
Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria
Patri.
•••nn•
S1'3144011/4
•AL DULCÍSIMO NOMBRE DE JES(.18.
4,47-
Indulgencias Comunes á todos los fieles
— 784
totiee quotiee todas las indulgencias concedidas • -
ä los que visiten Roma, Santiago, Jerusalén y la
Porciüncula. (Extracto del Tesoro de indulgen-
cias publicado por la Congregación del mismo
nombre.) ,•
No se ponen aquí las que pertenecen á varias
cofradías y corporaciones religiosas, porque
éstas pertenecen ti las agraciadas salferlas
publicarlas. ,
Solo se exhorrtaá todos los fletes e común, que,
procuren hacer dignos frutos de o. ela,1
no sean negligentes en aprtvecharse de tatiing.-
preciebles tesoros, A fin de poder pagar con etioe
lo que no alcanza nuestra fragilidad; y de esta
suerte, ó no irán a purificarse en el purgatorio; ..
6 será muy breve el tiempo qhe dellpu811-41*
fallecimiento estén privadas sus almasde poder
• entrar en la gloria, en donde juntos"nos Veamóli. • •
Amén (1).
Er. Blblioth. Canon. Ferrar ;
FIN.
Pd9-
ZJApintra y Aprobación eclesiástica.. .
Prólogo del Autor. VII
PRIMERA PARTE
•Idereieio de1 erittiataa á ea;aelonea que
conviene rezar todas toa diem
Al dispertarse y levantarse. . . . . .
Orpcion y. lotos de virtudes que se dirán
por la mañana. . . . . ... . . 2
OraCiónuniverial para todo lo concer-
niente a la salvación. 8
Mutuo para lit mafia= 12
2141 salir de Casa.. . . .. . 18
Si ocurriere al ir por la calle algún con-
• tratiempo el prójimo. 14
Al comenzar cualquier obre. . . . . 14
Para el mediodía, el Angelus Domini.. 15
BaIlición de la mesa—Acaba de gradad
—Para después de comer 17
Por la noche.. . . . 18
Después de un corto .,examen. 20
Súplica por los vivos. 22
Súplica por las almas de los fieles difuntos. 22
Súplica contra las tentaciones nocturnas. 28
Suplica 4 la Santísima Virgen—Rogativa. 26
Himno para la hora de acostarse. • . . 28
Reglas para vivir santamente.—Para cada
día—Para cada semana—Para cada res
— Para cada año.
50
— ?ad
Modo de rezar el Santísimo Rosario por
loe quince misterios 5
Letanías de la Bienaventurada Virgen
María 43
Oraciones para asistir al santo y augusto
Sacrificio de la Misa—Al entrar en la
iglesia—Al tomar agua bendita — Para
antes de la Misa—Al principio de la Miea. 47'
Breve exposición de la fe católica.. .
Los siete Salmos penitenciales 119
SEGUNDA PAR111-2_,
Confesión, comunión y visitas al Santisi-
mo Sacramento.
- — 789 --
Visita de Sagrarios para el Jueves Santo. 870
Para el Viernes Santo. 873
Letanías mayores 6 de los Santos. . . . 875
Trisagio para alabar II la Beatlsima Tri-
nidad.—Acto de contrición. 389
Oración al Padre.—Oración al Hijo. . . 386-
Oración al Espíritu Santo. . . . . . . 887
Orac113,1 para implorar misericordia de
Dios en la época presente. 391
TERCERA PARTE
Varias devociones y diferentes oraciones
para las diversas circunstancias y mie-
dos de la vida.
El dia feliz dedicado al Santísimo Cora-
zón de Jesús. 895
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús 401
Primera visita 410
Segunda visita. 412 1
Tereera visita. 412
Cuarta visita.. 414
Quinta visita. 416
Ofrecimiento de nuestro corazón Jesús,
que se hará cinco veces al dia. . . . 420
Puntos de meditación para las personas
que no tengan otro libro de donde po-
derlos tomar.- 428
Rosario en honor del Corazón de Jesús. • 434
Depredaciones con que la Venerable Mar-
garita de Alacoque desagraviaba 4 Dios
irritado de los pecados del mundo. . . 435
Soliloquios de una alma afligida.. . . . 487
Soliloquios de una alma en soledad. . . 412
Soliloquios de una alma tímida. . . . . 444
Soliloquios del alma que se resigna y en-
trega al Corazón de Jesús. 445
Súplicas diarias á los Corazones de Jesús
— 789 —
Y.garba 447
Súplicas al Corazón de Jesüa 449
Letania al Corazón de Jesús. . . . . 452
Oficio del. Saoratiaimo Corazón de Jesiia 454
A maitines. 454
A laudes. 463
A prima 465
A tercia.. 468
A sexta. 470
A 'nena-. 472
A vieperas. 475
A completas. . 478
Trisagio al Sagrado Corazón de Jestiz.. 480
Go40%-al Corazón de Jesús. 482
Breve oficio parvo de la Inmaculada Con-
cepción de la Santiaima Virgen. . . 486
MaifInee 487
Prima 489
-Tercia. 490
'Sexta' 491
Nona.. ... 492
s. Visperae 493
Completas 494
Cántico ä la Santísima Virgen 496
Ofraiölfälento 11 la Santiaima Virgen Baria 499*
Oración muy devota á la Santitima Vir-
' gen-Maria. " — 600
Jaculatoria 505
El Magníficat. 606
Tridagio 4 la Santísima Virgen Baria. . . 507
Trisagio en obsequio de la Sangre precio-
aleima de Nuestro Setior Jesucristo.. . 514
Ejercicios que en los dias diez y quevo
de cada mes se celebran en honor del
feliz tránsito del Patriarca Sefior S. José. 525
Oración para todos loe siete dias.. . . . 526
Pévoción ti San Antonio de Padua para
7-7
— 790
los martes. ~540
Oración ä la Virgen- de Lourdes.. . . 544
Oración á San Joaquín y Santa Ana. MS
Oración á San Luis Gonzaga. 549
Oración A Santa Teresa de Jesús. . . 546
Oración á Santo Tomás de Aqrino. . . 556
Oración á San Roque ...... . . 554
Oración al Santo de nuestro nombre. . 456
Oración para el dia del cumpleafios. . ,557,
Oración ä la Virgen de las Mercedes.. -. *.$60
Nuestra Sefiora del Perpótuo Socorro. , 561
Santa Filomena, Patrona para rectrebrar lo
perdido.. . . ....... .
Oración para loa miembros de la Sociedad'
de San Vicente de Paul 564
Oración á San Vicente de Paul. • • • 598(
Oración á San Alonso Rodríguez. . . . 54ei
San Pedro Claver, Apóstol de loe negros. 8e8:
Oración ti Ntra. Sra. del Carmen. . .
A,Nuestra'Sellora Virgen Maria con mo- +10.
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