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LA LLAVE DEL CIELO

LLAVE DEL CIELO


DEVOCIONARIO

COLECCIÓN DE ORACIONES
INDULGENCIADAS

entresacadas de los libros de piedad


DE NUESTROS MÁS SELECT6S AUTORES

POR

DNA SOCIA DE LA CORTE DE CRISTO

Con licencia de la Autoridad Eclesiástica

SEVILLA 1893
Imp, Cat. de Carlos de Torres
Farnesio
c La Oración es LLAVE que abre todas las
puertas del Cielo y todos los cofres de los teso-
ros de Dios.>
(SAN AGUSTIN)

(Pedid, y se os darä; buscad, y hallareis; lla-


mad, y . se os abrirá.,
(SAN LUCAS, C. 11, v. 9.)
ADVERTENCIA

Las oraciones marcadas con e


tienen las Indulgencias parciales que
señalamos con números, seguidas
del nombre del Sumo pontífice que
las concedió.
Las que llevan X, ademäs de las
parciales, tienen también Indulgen-
cia Plenaria una vez al mes, rezán-
dolas todos los días del mismo, si en
uno de ellos, después de . confesar y
comulgar se visita una Iglesia ó Ca-
pilla pública, rogando pör la inten-
ción de Su Santidad.
LA LLAVE DEL CIELO 8
Las *que llevan las iniciales I. P.
además de las parciales, tienen con-
cedida Indulgencia Plenaria, pero en
distinta forma que las anteriores y
según la explicación que las acom-
paña.
Toda indulgencia parcial ó plena-
ria aplicable á los difuntos, irá seña-
lada con las iniciales A. ä los D.
7 )5

-48. ?Olmo e-
Si da realce ä las cosas lo adecua-
do del nombre, alcanza, sin duda, este
mérito á la presente obrita. Ella se in-
titula y merece intitularse, LLAVE DEL
CIELO. En efecto, aquí -hallará hl alma
piadosa, no sentencias teóricas y pre-
ceptos. abstractos de meditación, que
dirigidos al entendimiento son compa-
tibles con la tibieza é insensibilidad
del corazón; sino más bien y exclusiva-
mente modos de orar acomodados á to-
das las necesidades del espíritu, forran-
i>951417~-'
`1,/

Iaroi iirárAiebs dada 'rathideliusda pietd


dad, moldesen kqúe se hallan vaciados
Jos afectos más íntimos del alma que
se dirige á Dios, rogando, • sufriendo,
dando gracias, amando. ¡Qué bien ora
la 'Iglesia! como que está animada por
el espíritu de Jesucristo que la instan-
. yó y amaestrada en las cosas del Çielo
por el Espíritu Santo que la asiste.
¡Qué bien oraron los Santos! como que
sus plegarias eran llamas de amor di.
vino que desbordándose de su corazón
enardecido por la caridad, brotaban de
sus libios en forma sensible de pala-
bras. Pues bien, ä la Iglesia y á sus
Santos, puede decirse, pertenecen las
oracioncitas todas contenidas en este
manual práctico de piedad. Los San-
tos las han usado, compuesto ó formu-
lado; y la Iglesia las ha reconocido y
ecicpiettAitnödo canoni4ao al:efriapept
°Mas con el lucro de graciait.4,,f7441.
g encias de "qua .solamente ella prbidé
disponen:, Si pues, como, afirma el san-
to Doctor' de Hipona, la oración del jus-
to es Llave del cielo, éste es el título que
con toda propiedad y exactitud le co-
rresponde.
Así como el delicado aroma, delata
á la modesta flor que lo exhala, por
más que se oculte en la maleza, así el
perfume religioso y gusto espiritual de
esta LLAVE DEL CIELO delata y pone de
manifiesto la acendrada piedad de
quien la ha concebido y compilado por
más que se esfuerce laudablemente en
disimular y ocultar su personalidad.
Ya que la celosa Socia de la Corte de
Cristo prefiere el anónimo, es justo
respetar su modestia, contribuyendo
Iv

rnáy M‘s ektg,eirmetakokeb4ja1efilth


ficación y aprovechaMielito3e9Miteoik1j
.cledu almas' qfflileelfiffilteupiadosp ii-
Ore
Hay más; en las limitadas páginas
de este reducido :)volurnen ,enoontrark
Múltiples y variadas formas„ para dan
expansión á r:su fervor la., piecla4
noblemente ambiciosa y, exigente. Ade-
más de las oraciones todas de la Santa
-Misa, que constituyen un verdadero
Eucologio romano y Misal abreviado,
se hallan otras muchas acomodadas á
las diverEas horas y ocupaciones del
dia, á las manifestaciones más variadas
de la devoción, á la santificación de to-
dos los actos de la vida cristiana y á
las 'diversas necesidades y situación
moral de nuestro espíritu.
Este Devocionario práctico ensena
ifittrftritioa~tintiolitjgg tithek
tidShkäinfeldärall doevo:,--';
7 i r 'Pti,h * lollYobree eöttclerefi que
litamos en este destierro de la vida
fi'mpti1al,46lo hay tii camino real, y
PelFende;ilargo y I penoso, dine`nos'coük
fehabilitación moral; y es la
pertitenéig en sufrimiento. Estes'gca;-
inito puede, sin embargo, abreviarse
n'u tanto por medio de las indulgencias.
Laa indulgencias son por consiguiente
el atajo del cielo. Son un puente de mise-
ricordia construido con los méritos de
Jesucristo y tendido por la mano pró-
vida de la Iglesia Católica sobre 'él
golfo de nuestras miserias, para que él
alma pueda llegar más fácil y breve-
mente al Puerto de Salvación:Aprove-
cha á todas las almas que se dirigen
al cielo, y por lo tanto á las del purga-
srA•
e3.0,p,epnerwhpoemcts,,Ankeritpio
ee4as 34"Ste91, Ferfaei°kIYn iMer101
mientos, á imitación del thvgedeRf
r5
:tiai que nos cedió los suyos. ,Pfee

podamos ejercer esta caridad tan gran


ta ä Dios se indican en esta LLAVE. ke,
CIELO las indulgencias que pueden ga.;
narse y aplicarse á beneficio_ y alivio
de las ánimas benditas del purgatorio.
Por todos estos títulos de piedad
no duda en recomendar este precioso
librito á todas las almas devotas y es-
pecialmente á las fervorosas asociadas
de la Corte de Cristo,
El Director de la Asociación,
Vicente Alonso, de las Escuelas Pías.

Vigilia de la Purísima Concepción


de Maria.
Sevilla 7 de Diciembre de 1893.

äffloyForäfi;skrIebiatiÖje24e4iiii,'"is
ha'4iknadd
dulgencia 4 todas - '3- 7 Cada una 4.1ite
oracionea' .de : Aste libro, no indniga-
eidas ya per otro concepto. ,
; I=r5.3D.25=`;.:=Y*7-';" 7. %.171'3;;93;:egia;

ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS

Ejercicio para la mariana

Al despertar, se pondrá el cristia-


no en la presencia de Dios, y toman-
do agua bendita, se santiguará con
ella, diciendo:
e «En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. »
(so días por cada vez. Pío IX, 1863)

Después, arrodillado á los piés


LA LLAVE DEL CIELO

del Crucifijo, se persignará, y dirá


las Oraciones siguientes:

Ofrecimiento de Obras

Altísimo Dios de todo lo criado;


Verdad infalible, en quien creo; Cle-
mencia inefatile, en quien_ espero;
Bondad infinita, á quien amo sobre
todas las cosas, y ä quien me pesa
de haber ofendido por ser quien sois;
os agradezco los beneficios que me
habeis hecho esta noche; y os ofrez-
co todos los pensamientos, palabras,
obras y trabajos del presente día,
con intención de ganar cuantas in-
dulgencias pueda, rogändoos por los
fines que tuvieron los Sumos Pontí-
fices en concederlas y aplicándolas
en sufragio de las benditas ánimas
LA LLAVE DEL CIELO 11

del purgatorio, y en satisfacción de


mis pecados.
No permitais, Padre mío amorosí-
simo, que os ofenda en este día
apartadme de los lazos que me tien-
da el enemigo, dadme fortaleza para
huir de las ocasiones de pecar y ven-
cer mi pasión dominante; y haced
que cumpla con el fin para que es-
toy en el mundo. Inspiradme lo que
fuere de vuestro mayor agrado, pa-
ra vivir el día de hoy como si fuera
el último de mi vida, solícito de lo
que más me importa que es la salva-
ción de mi alma.
Así sea por, los méritos de mi Se-
ñor Jesucristo, con los cuales deseo
unir los mios, y por la intercesión de
la siempre Virgen María, de mi San-
12 LA LLAVE DEL CIELO

to Angel de la Guarda, del Santo de


mi nombre y demás protectores y
abogados míos. Amén.

Actos de ré, Esperanza y Caridad

X. Creo en Dios Padre, creo en


Dios Hijo, creo en Dios Espíritu
Santo: creo en el Misterio de la
Santísima Trinidad, que son tres per-
sonas distintas y un solo Dios verda-
dero; creo en todo aquello que cree
y confiesa nuestra Santa Madre la
Iglesia Católica, Apostólica, Roma-
na, en cuya fé y creencia quiero vi-
vir y morir.
Espero en Dios Padre, espero en
Dios Hijo, espero en Dios Espíritu
Santo: espero en mi Señor Jesucris-
to, que por los merecimientos de su
LA LLAVE DEL CIELO 13

preciosísima vida, pasión y muerte,


mediante mis buenas obras, me ha
de perdonar todos mis pecados y me
ha de salvar.
Amo á Dios Padre, amo á Dios
Hijo, Amo á Dios Espíritu Santo.
Amoos mi Dios y 'quisiera amaros
con aquel amor que mereceis ser
amado; y de no haberos amado, y
de haberos ofendido me pesa. Se-
ñor, pequé, tened misericordia de mi.
(7 años y 7 cuarentenas por cada vez. Benedicto
XII), z728 y Benedicto XIV, 1756). A. el los D.

Ofrecimiento á la Sma. Trinidad.

X. Oh eterno y clementísimo Pa-


dre: os ofrezo la preciosíma Sangre
de nuestro Señor Jesucristo en unión
y en nombre de la beatísima é inma-
culada Virgen María, de todos los
14 LA LLAVE DEL CIELO

santos del cielo y de todos los es-


cogidos de la tierra, en acción de
gracias por todos los bienes y dones
con que enriquecisteis á vuestra obe-
dientísima Hija, particularmente en
su Inmaculada Concepción. Os ofrez-
co también esta preciosísima Sangre,
por la conversión de los pecadores,
por la exaltación y propagación de
la Santa Iglesia, por la conservación
y prosperidad del Sumo Romano
Pontífice y según su intención. Glo-
ria Patri, etc.

Oh Verbo eterno y encarnado: os


ofrezco vuestra preciosísima Sangre
en unión y en nombre de la beatísi-
ma é inmaculada Virgen María, de
todos los Santos del cielo y de todos

LA LLAVE DEL CIELO 15

los escogidos de la tierra en acción


de gracias por todos los bienes y do-
nes de que colmästeis á vuestra
afectísima Madre, especialmente en
su Inmaculada Concepción. Os ofrez-
co también vuestra preciosísima San-
gre por la exaltación y propagación
de la Santa Iglesia, por la conserva-
ción y Prosperidad del Sumo Roma-
no Pontífice y según su intención.
Gloria Patri, etc.

Oh eterno Espíritu Santo: 'os


ofrezco la preciosísima Sangre de Je-
sucristo, en unión y en nombre de
la beatísima e inmaculada Virgen
María, de todos los santos del cielo
y de todos los escogidos de la tierra
en acción de gracias por todos los
16 LA LLAVE DEL CIELO

bienes y dones con que enriquecis-


teis ä vuestra fidelísima Esposa, par-
ticularmente en su Inmaculada Con-
cepción. Os ofrezco también aquella
preciosí sima sangre por la conver-
sión dc todos los pecadores, por la
exaltación y propagación de la santa
Iglesia, por la conservación y pros-
peridad del Sumo Romano Pontífice
y según su intención. Gloria Patri,
etc.
ORACIÓN

¡Oh Madre de Dios, santísima é


inmaculada Virgen María! Por vues-
tro amor ä Dios y por vuestra grati-
tud ä tantas gracias y favores con
que fuisteis enriquecida, especial-
mente por aquella gracia singularí-
sima de vuestra Inmaculada Concep-
ción y por los meitos infinitos de
Jesucristo vuestro divino Hijo y nues-
tro Señor, os rogamos y suplicamos
humildemente, nos alcanceis una de-
voción siempre más perfecta y cons-
tante hacia Vos, y una completa
confianza de 'recibir por vuestro po-
derosísimo patrocinio todas aque-
llas gracias de que tan necesitados
estamos. Y teniendo ahora por segu-
ro que las conseguiremos de vues-
inmensa bondad, os veneramos con
el corazón lleno de júbilo y gratitud,
repitiendo la salutación que os diri-
gió el arcángel Gabriel: Dios te sal-
ve, María... etc.
((joo días cada ves. Pío IX, 18,54.)
,

,
18 LA LLAVE DEL CICLO

Oración eficaz ä la Sma. Virgen.

Dios te salve, María, llena eres


de gracia... etc.
X. ¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre
mía! yo me ofrezco todo ä Vos; y en
prueba de mi cordial gecto, os con-
sagro en este día mis ojos, mis
oidos, mi lengua, mis manos, mi co-
razón; en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro ¡oh Madre
de .bondad! guardad= y defended-
me como cosa y posesión vuestra.
(roo dias por una vez al día qne se rece con un
Ave Maria. Pío IX, 18e. A. á los D. Para ganar
la Indulgencia Plenaria, hay que rezar esta Oración
dos veces cada dia: por la maiiana y por la noche. .

La . Salve

I. P. Dios te salve, Reina y Ma-


LA LLAVE DEL CIELO 19-

dre de misericordia, vida, dulzura y


esperanza nuestra, Dios te salve; á
tí llamamos los desterrados hijos de
Eva, á tí suspiramos gimiendo y llo-
rando en este valle de lágrimas. Ea,
pues, Señora, abogada nuestra, vuel-
ve ä nosotros esos tus ojos miseri-
cordiosos, y después de este destie-
rro muéstranos á Jesús, fruto bendito
de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh pia-
dosa! ¡Oh misericordiosa! ¡Oh dulce,
Virgen María! Ruega por nos, Santa
Madre de Dios, para •qne seamos
dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor jesucristo. Amén.
Dignaos que os alabe Virgen
sacratísima.
Dadme fuerzas contra vues-
tros enemigos.
744

20 • LA LLAVE DEL CIELO

Y Bendito es Dios en sus santos.


» Amén.
Pío VI, en 1786, concedió roo dias de indulgen-
cia para cada día, y 7 años y 7 cuarentenas para
da Domingo, tí los fieles que devotamente rezaren pol-
la mañana la Salve Regina con los versículos Dig-
nare me etc. y Benedictus Deus in Sanctis tuis;
y por la noche el Sub tuum prcesidium, etc con los
mencionados versículos
Y d los que rezaren diariamente las sobredichas
oraciones, les concedió Indulgencia Plenaria dos ve-
ces al mes, en los dos Domizsgos,gue eligieren, con-
fesando y comulgando en ellos, y orando en cualquier
Iglesia segiin la intención del Sumo Pontífice. A mds
concedió Indulgencia Plenaria, con las mismas con-
diciones arriba expresadas en todas las festividades
.de la Santísima Virgen, y en la fiesta de Todos los
Santos.

Memorare
ti Oración de San Bernardo

X. Acordaos, oh piadosísima Vír-


gen María, que jamás se oyó decir
fuera de Vos abandonado ninguno
de cuantos han acudido á vuestro
amparo, implorado vuestra protec-
LA LLAVE DEL CIELO 21

ción y reclamado vuestro auxilio.


Animado yo con esta confianza, á
Vos acudo, ¡oh Virgen de las vírge-
nes ¡ y gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo á comparecer
ante vuestra soberana presencia. ¡No
desecheis mis súplicas, oh madre del
Verbo Divino! antes bien oidlas y
acogedlas benignamente. Amén.
(300 días cada vez Pío IX, 845.)
Jaculatorias.
e «Bendita sea la Santa é Inma-
culada Concepción de la Bienaven-
turada Virgen María. »
(roo días cada vez. Pío VI, 1793.)

e «Bendita sea la hora en que


Nuestra Señora la Virgen María vi-
22 LA LLAVE DEL CIELO

no en carne mortal al Pilar de Zara-


goza.»
(Varios Prelados tienen concedidas indulgencias
por cada vez.)

e Bendita sea tu pureza,


Y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios' ie-recrea
En tan graciosa belleza:
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco desde este día
Alma, vida y corazón:
Mírame con compasión,
¡No me dejes, Madre mía!
(Tizne concedida esta jaculatoria muchas indul-
gencias pardialesj
LA LLAVE DEL CIELO 23

Oración ä San José.

A tí recurrimos en nuestra
tribulación, bienaventurado José, y
después de implorar el Socorro de
tu santísima Esposa, pedimos tam-
bién confiadamente tu patrocinio.
Por el afecto que te unió ä la Inma-
culada Virgen, Madre de Dios, y
por el amor paternal de que rodeas-
te al Niño Jesús, te rogamos que di-
rijas benigno una mirada hacia la he-
redad que Jesucristo conquistó con
su Sangre, y nos socorras con tu
poder y asistencia en todas nuestras
necesidades.
Protege, oh sapientísimo guar-
dián de la Sagrada Familia, á la grey
elegida de Jesucristo; presérvanos>
24 LA • LLAVE DEL CIELO

oh Padre amantísimo, de toda man-


cha de error y corrupción: muéstra-
tenos propicio y asístenos desde lo
alto del cielo, oh poderoso libertador
nuestro, en la batalla que estamos
librando contra el poder de las tinie-
blas; y así como libraste , al Niño Je-
sús del peligro de la muerte, defien-
de ahora ä la santa Iglesia de los •

ataques de los enemigos y de.toda


adversidad. Concédenos tu perpétua
protección á fin de que, animados
por tu ejemplo y asistencia, poda-
mos vivir santamente, y piadosamen-
te morir y alcanzar dichosamente la
eterna beatitud del cielo. Así sea.
(7 años y 7 cuarentenas par cada ves. León
x889 )

LA LLAVE DEL CIELO 25

Oración. al Angel de la Guarda.

X. Angel de Dios, bajo cuya


custodia me puso el Señor con bon-
dad • infinita; iluminadme, defended-
me, regidme y gobernadme en este
día Amen.
(./.00 días por cada vez. Pío VI; 1795; y Pío VII,
.1821. A más concedió el primero otra indulgencia
plenarias para el día de la Fiesta del Santo Angel,
los que hubieren rezado dicha oración por mal-lana y
noche durante todo el año. A. 4 los D.

A San Estanislao de Kostka


Tres Oraciones con tres Padre nuestros, para alcanzar
por su intercesión, la virtud
de la pureza, la de la caridad y una buena muerte.

PARA ALCANZAR LA PUREZA

X. j Oh, puríSimo protector Mío


San Estanislao! 'Angel de pureza! yo
26 LA LLAVE DEL CIELO

me alegro con vos por aquel singu-


larísimo don de pureza virginal que
adornó vuestro corazón sin mancha;
y os suplico humildemente me alcan-
ceis fortaleza contra las tentaciones
impuras, y me inspireis una vigilan-
cia continua para guardar:la pureza,
virtud la más gloriosa en sí misma y
la más agradable ä Dios.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria.
PARA ALCANZAR LA CARIDAD

;Oh mi amantísimo protector San


Estanislao, serafín de caridad! yo me
alegro con vos por aquella ardiente
llama de amor que tuvo siempre
vuestro puro é inocente corazón, ele-
vado y unido á su Dios; y os ruego
LA LLAVE DEL CIELO • 27

humildemente que me alcanceis una


llama tan grande de amor divino,
que destruya cualquier otro afecto
terreno y me encienda en su sólo
amor celestial.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria.
PARA ALCANZAR UNA BUENA MUERTE

¡Oh piadosísimo y poderosísimo


protector mío San Estanislao, ángel
de pureza y serafín de caridad! yo
me alegro con vos por vuestra feli-
císima muerte; muerte, ocasionada
por el deseo de contemplar á la Vir.
gen María en su Asunción al Cielo,
y originada por un ímpetu de amor
hacia esta Señora. Doy gracias á
Dios que quiso oir vuestros votos y

28 LA LLAVE DEL CIELO

satisfaceros; y os ruego, por los pri-


vilegios de vuestra dichosísima muer-
te; que seais el abogado y protector
de la mía. ¡Sí,Santo mío! interceded
con María para alcanzarme una muer-
to, si nó tan feliz como la vuestra, á
lo menos tranquila bajola_ protec-
ción de María, mi abogada y de vos,
mi especial protector.
Padre nuestro, Ave María,y

zoo días una vez cada dia Pío IX 1817 y1854.

A San Nicolás *de_ Bari


Oración con un Padre nuestra

e ¡Oh gloriosísimo San Nicolás,


mi especial protector! desde aquella
morada de luz, en que gozais de la
presencia divina, volved, piadoso,
LA LLAVE DEL CIELO 29

vuestros ojos hacia mí y alcanzadme


del Señor aquellas gracias y auxilios
convenientes á mis presentes necesi-
dades, tanto espirituales como cor-
porales, y en particular la gracia N...
que sea conducente para mi eterna
salvación. Proteged también, oh glo-
rioso santo Obispo, á nuestro Sumo
Pontífice, á la Iglesia Santa, y á esta
devota ciudad. Reducid al camino
recto de la salvación á los _que viven
sumidos en el pecado, 6 envueltos
en las tinieblas de la ignorancia, del
error y de la heregía. Consolad á los
afligidos, socorred á los necesitados,
confortad á los pusilánimes, defen-
ded á los oprimidos, asistid a los en-
fermos; y haced por fin que todos
experimenten los efectos de vuestro
poderoso patrocinio paí-a con el su-
30 • LA LLAVE DEL CIELO

premo Dispensador de todos los bie-


nes. Amén.
Un Padre nuestro y un Ave Ma-
ría.
Rogad por nosotros, San Ni-
colás.
Para que seamos dignos de
la.s promesas de Jesucristo.-
(50 días una vez al dia, Gregorio XVI, 183 2.)

Oración al Santo del nombre.

¡Oh Santo mío! cuyo nombre ten-


go la dicha de llevar; protegedme y
rogad ä Dios por mí, á fin de que yo
le sirva con perfección en la tierra,
y después le glorifique eternamente
con Vos en el cielo.
LA LLAVE DEL aleui -31

Cinco Padre Nuestros


en sufragio de las almas del Purgatorio.

X. Se rezará cinco veces el Pa-


dre nuestro, el Ave María, y los ver-
sículos siguientes:
Y Eterno Padre, os rogamos
por las almas de vuestras siervas, á
quienes habeis redimido con la San-
gre de Jesús.
• Requiem xternam dona eis,
Domine.
• Et lux perpetua luceat eis.
• Requiescant in pace.
11 Amen.
(3 00 días par cada vez. Pío VII, i 317.)
32 L LLA VE DEL CIELO

Ejercicio para durante el dia

SALUTACIÓN ANGÉLICA

A la mañana, medio día y noche,


en oyendo el cristiano el toque de
Oraciones, rezará de rodillas (y de
pié los sábados por la tarde y los
domingos ä las horas indicadas) la
siguiente salutación ä María Säntí-
sima:

X. El Angel del Seilpr anunció


á María la Encarnacion del Hijo de
Dios,ylMaria concibió por obra del
Espíritu Santo.
Dios te salve, María, etc.
Hé aquí la esclava del Señor, há-
gase en mí según tu palabra.
LA LLAVE DEL CIELO 33.

Dios ‘e salve, María...


Y el Verbo se hizo carne, y habitó
entre nosotros.
Dios te salve, María...
Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios.
ij Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

Derramad, Señor, vuestra gracia


en nuestros corazones, ä fin de que,
habiendo conocido por la voz del
angel el misterio de la .Encarnación
de vuestro Hijo, podamos por los
méritos de su Pasián y Cruz, llegar
á la gloria de la resurrección: por el
3
34 LA LLAVE DEL CIELO

mismo Jesucristo, nuestro Señor.


Amén.

En tiempo Pascual, en lugar del


«Angelus) se rezarà en pié lo si-
cimiente:
Reina del cielo, alégrate: Aleluya.
Ave María, etc.
- Porque Aquél que mereciste lle-
var en tus entrañas: Aleluya. Ave
María, etc.
Resucitó como dijo: Aleluya. Ave
María, etc.
Ruega ä Dios por nosotros: Ale-
luya.
Alégrate y regocíjate, Vir-
gen María: Aleluya.
Porque verdaderamente resu-
citó el Señor: Aleluya.
LA LLAVE DEL CIELO- 35

ORACIÓN

Oh Dios, que por la resurrección


de vuestro Hijo Jesucristo, Señor
nuestro, os dignásteis alegrar al mun-
do; os rogamos que por la intercesión
de su Madre la Virgen María, reciba-
mos los gozos de la eterna vida. Por
el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(100 días por cada vez. Benedicto XIII. 1724;
y Benea'icto XIV, 1747. Para ganar la indulgencia
Plenaria, hay que rezar estas Oraciones tres veces
cada dia.)

Tres Gloria Patri


en acción de gracias

X. Rezando ä la Santísima Tri-


nidad «tres Gloria Patria por la
mañana, tres ä medio día, y tres
36 LA LLAVE DEL CIELO

ä la noche, en acción de gracias por


los privilegios concedidos ä María
Santísima, especialmente por el de
su gloriosa Asunción; además de la
Indulgencia Plenaria indicada, se ga-
nan:
(400 dias cada día. Pío VII, 1845. A. d los D.

Oración por los agonizantes


que han de morir en las 24 horas del dia

X. ¡Oh misericordiosísimo Jesús,


abrasado en ardiente amor de las
almas! Suplícoos, por las agonías de
vuestro sacratísimo Corazón y por
los Dolores de vuestra inmaculada
Madre, que lavéis con vuestra pre-
ciosa sangre ä todos los pecadores
de la tierra, que están ahora en la
agonía, y que deben morir hoy.
LA LLAVE DEL CIELO 37

¡Corazón agonizante de Jesús, te-


ned misericordia de los moribundos!
(100 días por cada vez. Pío IX, täjo. A. á los D.)
Para gana? la Indulgencia Plenaria mensual hay que
rezar esta Oración tres veces al día en distintas horas.

El fiel cristiano

Al principiar alguna obra dirá:


Ofrézcoos, Jesús mío, ésta obra:
echad sobre mí y sobre ella vuestra
santa bendición.

Entre día dirá con frecuencia las


siguientes jaculatorias:
e «Jesús, Dios mío, os amo so-
bre todas las cosas.»
(5o días cada vez. Pío IX. 1854, A, los á D.)
e « ¡Oh Santísimo Corazón de
Jesús! tened piedad de mí.'
(102 cada vez. Pío IX.)
38 LA LLAVE DEL CIELO

X. ¡Oh dulce corazón de María!


Sed la salvación mía.
( 3 00 días cada vez. Pío IX 1852.)

Al dar el reloj, dirá:


e Ave María purísima; sin pe-
cado concebida. »
(Hay concedidos muchos días de indulgencia; tan-
to para los que empiecen, como para los que concluyan
esta breve salutación: Inocencio iXconcedió 15o días.)
Después se rezará un Ave María
con Gloria, y la jaculatoria siguiente:
e «Bendita sea la hora en que
•Nuestra Señora la Virgen María vi-
no en carne mortal al Pilar de Zara-
goza. »
(Indulgencias parciales concedidas por varios Pre-
lados)

Antes de comer, dirá:


Echad, Señor, vuestra bendición
LA LLAVE DEL CIELO 89

sobre nosotros y sobre estos alimen-


tos que vamos ä tomar para conser-
varnos en vuestro santo servicio.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria.

Después de comer, dirá:


Os damos gracias, Señor, por el
alimento con que nos habeis favore-
cido: haced que nos aproveche para
gloria vuestra.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria.

Al salir de casa, dirá:


Dirijid, Señor, mis caminos según
vuestras palabras, para que no se
apodere de mi la maldad.
90 LA LLAVE DEL CIELO

Alabanza

* Bendito y alabado sea el San-


tísimo Sacramento del Altar, y la pu-
rísima é inmaculada Concepción de
Maria Santísima, Madre de Dios y
Señora nuestra, concebida sin man-
cha de pecado original 'en el primer
instante de su ser natural. Amén.
(roo días por cada ves. Pío VI.)

En las tentaciones dirá:


(Aparta, Señor, de mí, lo que me
aparta de Ti..»
Y ä la Santísima Virgen, dirá:
* ¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre
mía! Acordaos que soy todo vuestro.
Guardadme y defendedme como co-
sa y posesión vuestra.
(4o dias por cada vez. Pío IX, 185e.)
LA LLAVE DEL CIELO • 41

Si cayere en alguna falta, arre-


piéntase, y diga:
e «¡Jesús mío, misericordia!»
(roo días cadezvez. Pío IX, /46.)

1.P. ¡Oh dulcísimo Jesús! No seais


mi Juez, sino mi Salvador.»
(Pío IX, en 1853, concedió so días de indulgen-
cia por cada vez que se rece esta jaculatoria de San
jerónimo Emiliano; yd los vuela rezaren diariamente,
les concedió indulgencia plenaria, que podrán ganar
una sola vez en el año, el día de la fiesta de dicho San-
to (2o de julio) ó en su octava, con tal que en di-
cho día, después de haber confesado y comulgado, vi-
siten una Iglesia y rueguen en ella según la intención
de Su Santidad.)

A la Santisima Virgen

Dios te salve, María, llena


eres de dolores, el Crucificado es
contigo: afligida tu eres entre todas
las mujeres, y afligido es el fruto de
tu vientre, Jesús. Santa María, Ma-
42 LA LLAVE DEL CUMA

dre del Crucificado: concede lágri-


mas á nosotros, crucificadores de tu
Hijo, ahora y en la hora de nuestra
muerte. Amén.
(zoo días cada vez. Pío IX, ¡Se.)

En los trabajos y adversidades


dirá:
Dadme, Sefior, paciencia y acep-
tad este trabajo que me aflige, en sa-
tisfacción de mis pecados.
«Jesús, manso y humilde de
Corazón, haced mi corazón semejan-
te al vuestro.)
(3 00 días cada vez. Pío IX, 1868.)

Cuando oiga alguna blasfemia ó


mala palabra dirá:
e ¡Jesús, María!
' LA LLAVE DEL CIELO 43

(25 días por cada vez. Sixto V,1587 y Benedicto


XIII, ¿728.)

e ¡Señor, Dios mío!


Vuestro nombre Sacrosanto
Sea en todo el orbe bendito,
Y todos, con dulce canto,
Digan, levantando el grito,
j Oh Dios, Santo, Santo, Santo!
(Indulgencias parciales por cada vez. Varios Pre-
lados.)

Ejercicio de la noche.

Puesto el cristiano de rodillas ä los


piés del Crucifijo, después de santi-
guarse con agua bendita, como hizo
por la mañana, dirá con gran fervor
el siguiente:
44 LA LLAVE DEL CIELO'

ACTO DE CONTRICIÓN
COMPUESTO POR SAN FRANCISCO JAVIER

No me mueve, mi Dios, para quererte


El Cielo que me tienes prometido;
Ni me mueve el infierno tan temido,
Para dejar por eso de ofenderte:
Tu me mueves, Señor; muéveme el verte
Clavado en esa Cruz y escarnecido;
Muéveme el ver tu Cuerpo tan herido;
Muévenme tus afrentas y tu muerte:
Muéveme, al fin, tu amor; en tal manera,
Que, aunque no hubiera Cielo, yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes de dar, porque te quiera:
Pues yo, si lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero te quisiera.

Examen de Conciencia

En el hallará el cristiano uno de


'LA LLAVE DEL CIELO 46

los medios más eficaces para desa-


rraigar las faltas y adquirir virtudes.
Contiene cinco puntos.

PUNTO 1.0
ACCIÓN DE GRACIAS

Señor y Dios mío, os doy humil-


demente gracias por haberme cria-
do, redimido, hecho cristiano, y con-
servado hasta ahora y por todos los
otros beneficios generales y particu-
lares que de vuestra liberal mano he
recibido, principalmente en el pre-
sente día.

PUNTO 2.°
PETICIÓN DE LUZ

Dadme gracia, Señor, para cono-


46 LA LLAVE DEL CIELO'

cer las faltas que hoy he cometido,


y para aborrecerlas de todo cora-
zón.

PUNTO 3.0.
EXÁMEN DE FALTAS

Aquí se examinarán los pensa-


mientos.... palabras.... obras... en
una palabra, todo el mal que se hu-
biere hecho, y todo el bien que se
hubiere dejado de hacer; pesando la
gravedad de las culpas que contra
Dios, contra el prójimo y contra uno
mismo, se hayan cometido.

PUNTO 4.0

DOLOR

Dios y Señor mío, perdonadme,


LA LLAVE DEL CIELO 47

por vuestra infinita bondad, todos


mis pecados, faltas é imperfecciones;
me pesa, por ser Vos quien sois, de
haberos ofendido.

PUNTO
50
PROPÓSITO DE LA ENMIENDA

Propongo firmemente nunca más


pecar, apartarme de las ocasiones
de ofenderos, y hacer penitencia de
mis pecados, confiando, no en mis
propias fuerzas, sino en vuestra di-
vina gracia.
Dadme, Señor, vuestra santa ben-

dición, para pasar esta noche sin


ofenderos. •
48 LA LLAVE DEL CIELO

Al Espíritu Santo
HIMNO

X. Ven, loh Creador Espíritu


Y nuestras mentes visita;
Los pechos que tu formaste
Llene tu gracia divina.
Dón Altísimo y Paräclito
Con razón te denominas,
Pues fuego, amor, unción santa
Eres, y fuente de vida.
Tú, septiforme en tus dones,
Poder del Dios que te envía,
Cual prometiera, ä tus siervos
Todo idioma facilitas.
Alumbra nuestros sentidos,
Tu amor en el pecho inspira,
Y ésta nuestra débil masa
LA LLAVE DEL CIELO 49

Con tu soplo vigoriza.


Lejos huya el enemigo
Concédenos paz benigna,
Para que el mal evitemos
Siempre por tu impulso y guía.
Haz que al Padre conozcamos
Y al Hijo, ciencia divina,
Y en Ti creamos por siempre
;Oh amorl que entrambos aspiran.
Sea á Dios Padre la gloria,
Y al Hijo, que hizo cautiva
La muerte, y ä TI, ¡oh Paráclitol
Por edades infinitas.
(soy dias por cada vez; y ay o en el dia de Pente-
costés y su octava. Pío VI, 1796. 4.4 los D.)

4
LA LLAVE DEL CIELO

Oración al Eterno Padre


pidiéndole por los méritos de Santa Teresa de
Jesús, que remedie los males de la Iglesia
y consuele al Sumo Pontífice

e Dios omnipotente é infinita-


mente bueno, que os habeis compla-
cido en derramar con admirable ge-
nerosidad vuestras luces en el enten-
dimiento, y la abundancia de vues-
tros dones en el corazón de vuestra
fiel sierva Santa Teresa de Jesús, pa-
ra que fuese en tiempos calamitosos
una gran lumbrera en vuestra Igle-
sia, y una víctima abrasada en el fue-
go de vuestro amor capaz de tem-
plar vuestra ira, provocada por los
pecados del mundo: por aquél amor
ardentísimo que ella siempre profe-

LA LLAVE DEL CIELO 51

só á la Iglesia cattlica; por aquél ce-


lo abrasador que la devoraba por la
salvación de las almas; por aquella
fé tierna, sencilla, ardiente y animo-
sa con que estaba pronta á derra-
mar su sangre por defender vuestra
gloria y la de vuestra esposa inmacu-
lada la Iglesia, que fundásteis con
la preciosa Sangre de vuestro Hijo
unigénito; conceded, Señor, paz y
prosperidad á esa misma Iglesia, y
haced que vuestro reino se extienda
por toda la tierra para que en todas
partes y por todos los hombres sea
vuestro nombre bendecido y glorifica-
do. Proteged con vuestros soberanos
auxilios al Sumo Pontífice y á todos
los que con él defienden la causa de
vuestra gloria, y derramad en su co-
62 LA LLAVE DEL CIELO

razón el bálsamo divino de vuestros


consuelos, para que no desmaye ja-
más bajo el peso de la tribulación.
Iluminad á los que yerran, convertid
ä los que os ofenden; salvad ä todos
los redimidos: vengan todos ä for-
mar en la tierra un solo rebaño bajo
un sólo Pastor, para reinar todos
después en el Cielo por los siglos de
los siglos. Amén.
(7 alías y 7 cuarentenas de perdón una vez al dia..
Pío IX, I76. A. tí los D.)

Oraciones para pedir ä Dios


que nos libre de muerte repentina
I. P. Oídnos ¡oh Dios Salvador
nuestro! y no permitais que 'acaben
nuestros días antes de habernos per-
donado nuestros pecados: y pues
que en el infierno es inútil la peniten-

LA LLAVE DEL CIELO 53

da y no hay lugar á la enmienda,


por esto os rogamos y pedimos hu-
mildemente que mientras nos dais
tiempo de suplicaros, hagais que se
nos perdonen nuestros pecados. Por
Jesucristo nuestro Señor vuestro Hi-
jo. Amén.

Os suplicamos, Señor, que apar-


teis misericordioso de vuestros fieles
todos los errores; que los libreis de
graves enfermedades y de muerte
repentina, para que aquellos que Vos
eastigais justamente por sus ye-
rros, enmendados prosperen median-
te vuestra misericordia. Por los mé-
ritos de nuestro Señor Jesucristo, etc.
ANTÍFONA

Cesa ya de pecar, oh alma mía!


54 LA LLAVE DEL CIELO

piensa que en un instante puedes pa-


sar á los tormentos eternos, donde
no se admite la penitencia ni sirven
de nada las lagrimas. Mientras tie-
nes tiempo de convertirte, dama
con gran fervor diciendo: ¡Dios mío,
tened misericordia de mí!
ANTÍFONA

Aún en medio de la vida nos ha-


llamos á las puertas de la muerte:
y A quién pediremos auxilio sine'
Vos, oh Señor, que estais enojado
por nuestras culpas? Santo Dios,
Santo fuerte, Santo misericordioso,
Salvador nuestro, no nos abando-
neis á una amarga muerte.

Y Porque no sea que, sorpren-



LA LLAVE DEL CIELO b5

didos por el día de nuestra muerte,


busquemos tiempo para hacer peni-
tencia y no podamos encontrarlo.
Eld Oídnos, oh Señor, y tened mi-
sericordia de nosotros porque hemos
pecado contra Vos.

Os suplicamos, oh Dios omnipo-


tente, que acojais con paternal pie-
dad á vuestro pueblo, que temero-
so de vuestra ira, recurre á Vos; á
fin de que los que temen ser castiga-
dos por vuestra Majestad con muer-
te repentina, merezcan alegrarse de
vuestro perdón. Por Jesucristo nues-
tro Señor, etc.

Os suplicamos, omnipotente Dios,


que volvais vuestros piadosos ojos á
, ern


58 LA LLAVE DEL CIELO

la Congregación de vuestra Iglesia,


y que useis más bien de vuestra mi-
sericordia que de vuestra justicia;
porque « si mir ais nuestras iniquida-
des, ninguna criatura podrá subsis-
tir, oh Señor, en vuestra presencia.
Con la admirable piedad con que
nos habeis criado, perdonadnos á
nosotros pecadores, y no hagais
perecer la obra de vuestras manos
con repentina muerte. Por Jesucristo
nuestro Señor, etc.
Oid, oh Señor, nuestras súplicas
y no querais entrar en juicio con
vuestros siervos; porque, ni tenemos
nosotros justicia alguna en que po-
damos confiar, ni conocemos, fuera de
Vos, otra fuente de piedad en que
esperemos ser lavados de nuestros
LÄ LLAVE DEL CIELO 87

pecados y librados de enfermedades


y muerte repentina. Por Jesucristo
nuestro Señor, etc.

;Oh Dios mío! ä cuya presencia


se estremecen todos los corazones y
se llenan de espanto todas las con-
ciencias; derramad, os suplicamos,
sobre nosotros vuestra misericordia,
ä fin de que, los que desconfiamos
de nuestros escasos méritos, no ha-
llemos vuestro juicio en una muerte
repentina, sino que recibamos, des-
pués de arrepentidos, el perdón de
nuestros pecados. Por Jesucristo
nuestro Señor, etc.

ORACIÓN

¡Oh misericordiosísimo Jesús! por


58 LA LLAVE DEL CIELO

vuestra agonía y sudor de sangre, y


por vuestra muerte, libradme os rue-
go, de muerte repentina é inespera-
da. ¡Oh benignísimo Jesús! por vues-
tra acerbísima é ignominiosa flagela-
ción y coronación de espinas, por
vuestra cruz y pasión amarguísima y
por vuestra infinita bondad, humil-
demente os suplico me perdoneis mis
pecados y no permitais que muera re-
pentinamente y sin recibir los Santos
Sacramentos. ¡Oh Jesús y Señor mío,
muy amado! por todos los trabajos
y dolores que padecisteis, por vues-
tra preciosa Sangre, por vuestras
sacrosantas Llagas, por aquellas úl-
timas palabras que pronunciásteis
en la cruz: « ¡Deus meus, Deus meus!
ut quid dereliquisti me?» y por aque-
LA LLAVE DEL CIELO 89

Ilas otras: «Pater in manus tuals com-


mendo spiritum meum os ruego
con todo fervor me libreis de muer-
te repentina. Por vuestras manos,
oh Redentor mío, he sido hecho y
formado enteramente; ¡ah! no permi-
tais que me sorprenda repentinamen-
te la muerte y se pierda por una eter-
nidad vuestra obra. Dadme, os su-
plico, tiempo para hacer penitencia,
y concededme que muera felizmente
en vuestra gracia, para que, aman-
doos de todo corazón, os alabe y
bendiga por toda la eternidad. Amén.
(Se rezarán cinco Padre nuestros,
y cinco Ave Mallas en memoria de
la Pasión de Nuestro Señor Yesu-
cristo; y tres Ave Marias á la San-
tísima Virgen de los Dolores.)
(Pio VII, en 18 i 6, concedió 100 días de indul-
60 LA LLAVE DEL CIELO

gencia á todos los fieles por cada vez, que, contritos re-
zaren las anteriores «Oraciones y Antífonas» reuni-
das por el B. Card. Yosé Tommasi,por disposición de
Clemente XI. Y á los que la rezaren diariamente du-
rante todo el año les concedió Indulgencia Plenaria
en cada una de las dos fiestas de las Santa Cruz (3 de
Mayo y 14 de Septiembre) así como en los días >eves
y Viernes Santo, siempre que en dichos días, arrepen-
tidos, confesados y comulgados, rueguen á intención
del Sumo Pontífice en cualquier Iglesia donde esté
expuesto 6 reservado el Santísimo Sacramento. Advir-
tiendo que para la indulgencia del Viernes Santo, val-
drá la comunión del día anterior. A -tilos D.)

Homenaje filial
de piedad, ofrecido ä Maria

X. Os venero con todo mi co-


razón, Virgen Santísima, os estimo
sobre todos los Angeles y Santos
del Cielo, como Hija del Padre Ce-
lestial, y os consagro mi alma con
todas sus potencias.
Dios ' te salve María... y Santa
María, etc.
'-'"3""m wm",`"',1"w•P re'reerienireee. .77r9e7f.'5,72.0E.27.errnielg.

LA LLAVE DEL CIELO 61

Os venero con todo mi corazón,


Virgen Santísima, os estimo sobre
todos los Angeles y Santos del Cie-
lo, como Madre del Hijo único de
Dios, y os consagro mi cuerpo con
todos sus sentidos.
Dios te salve María, etc.

Os venero con todo mi corazón


Virgen Santísima, os estimo sobre
todos los Angeles y Santos del Cie-
lo, como Esposa amada del Espíritu
Santo, y os consagro mi corazón
con todos sus afectos: alcanzadme
de la Santísima Trinidad todos los
auxilios qué necesito para salvarme.
Dios te salve María... y Gloria
Patri, etc.
(100 días por cada vez. León XII, 182,j. A. d
los D.)
62 LA LLAVE DEL CIELO

Oración ä la Santísima Virgen

e Virgen Santísima, Madre del


Verbo encarnado, depositaria de las
gracias, y refugio de los mortales;
nosotros, miserables pecadores, acu-
dimos con viva fé á vuestro paternal
Corazón, y os pedimos la gracia de
hacer siempre la voluntad de Dios y
la vuestra; ponemos nuestros corazo-
nes en vuestras santísimas manos, os
pedimos la salud del alma y del
cuerpo y esperamos con seguridad
que Vos ¡Madre nuestra amorosísima!
nos oireis; y así con viva y ardiente
fé, os decirnos: «Dios te Salve, Ma-
ría... etc» y se rezarán tres Ave Ma-
rías.
(200 diez, (oda vez. Lean XII, ¡824 y 1825)

LA LLAVE DEL CIELO 63

Oración eficaz
ä la Santisima Virgen

_Dios te salve, María... etc.


X. ¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre
mía!... etc. (Página 18)

La Salve

I. P. Dios te salve, reina y ma-


dre... etc. (Página 18)y después se
añade:
A vuestro amparo nos acogernos,
Santa Madre de Dios, no desprecieis
nuestros ruegos en nuestras necesi-
dades, y de todos los peligros librad-
nos siempre, Virgen gloriosa y ben-
dita.

64 LA LLAVE DEL CIELO

IV Dignaos que os alabe, Virgen


sacratísima.
Dadme fuerzas contra vuestros
enemigos.
7G- Bendito es Dios en sus santos.
13i Amén.

Siete Ave ?darías


Con un versículo

X. Se rezarán Siete Ave Marías,


en memoria de los Dolores de la
Santísima Virgen, diciendo al fin de
cada una de ellas:
¡Madre llena de aflicción!
De Jesucristo las Llagas,
Grabad en mi corazón.
(300 días una vez al dia. Pío VII, Mis. A.
los D.)
LA LLAVE DEL CIELO 65

Oración
ä la Inmaculada Madre de Dios,
por la conversión de los griegos cismaticos.

X. Inmaculada Virgen María:


nosotros siervos vuestros é hijos de
la Santa Iglesia Romana, confiando
en vuestro poderoso patrocinio, os
suplicamos humildemente os dignéis
impetrar del Espíritu Santo, ä hon-
ra y gloria de su eterna procedencia
del Padre y del Hijo, la plenitud de
sus dones para nuestros hermanos
extraviados los griegos cismäticos,
á fin de que, ilustrados con su gra-
cia vivificante, detesten, juntamente
con el orgullo, los errores del enten-
dimiento; y hechos mansos y humil-
des de corazón, vuelvan al redil de
5
•••

66 LA LLAVE DEL CIELO

la Iglesia católica, bajo la guía ine-


fable de su primer Pastor y Maestro,
el Sumo Romano Pontífice; de mo-
do que reunidos sinceramente á nos-
otros con los vínculos indisolubles
de una misma fé y caridad, glorifi-
quemos juntos por medio de buenas
obras á la augustísima Trinidad, y
os honremos también ä Vos, Virgen
Madre de Dios, llena de gracia aho-
ra y por todos los siglos. Amen.
Siete Ave Marías.
(300 días cada vez. Pío IX, A. d les D.)

Memorare de San José

X. Acordaos, oh castísimo es-


poso de la Virgen Maria, y amable
protector mío, San José, que jamás
se ha oído decir que ninguno haya
,

LA LLAVE DEL CIELO

invocado vuestra proteccion, é i m .


plorado vuestro auxilio, sin haber ha-
llado consuelo. Lleno, pues, de con-
fianza en vuestro poder, vengo á
vuestra presencia y me encomiendo
ä Vos con todo fervor. ¡Ahl no dese-
cheis mis súplicas, oh Padre putati-
vo del Redentor, antes bien acoged-
las propicio y dignaos acceder á ellas
benignamente. Amén.

Jaculatorias

e «Jesús, José y María, os doy


el corazón y el alma mía.»
«Jesús, José y Maria, asistidme en
la última agonía.»
«Jesús, José y María, recibid cuan-
do muera el alma mía.»
td3 LA LLAVE DEL CIELO

(soo días cada vez. Pío VII, 1807. Y cada vez que
se rece una sóla de estas jaculatorias, roo días. A. á
los D.)

Oración ä la Santísima Virgen


y ä Santa Ana

I. P. Dios te salve, llena de gra-


cia, el Señor es contigo, tu gracia
sea conmigo; bendita tú eres entre
las mujeres y bendita sea Santa Ana
tu madre, de la que naciste, oh Vir-
gen María, sin mancha ni pecado,
habiendo después nacido de ti Jesu-
cristo, Hijo de Dios vivo. Amén.
(roo días por cada vez; y para los que la rezaten
á lo menos diez veces al mes, Indulgencia Plenaria el
día de Santa Ana (26 de 'Vio) si confesados y comul-
gados, visitan una Iglesia, y en ella megan por la in-
tención del Sumo Pontífice. Pío VII, 1815.)
LA LLAVE DEL CIELO 89

Oración á San Luis Gonzaga


para alcanzar la v:rtud de la castidad

e i Oh Luis santo! adornado de


angélicas costumbres: yo, indigno
devoto vuestro, os encomiendo la
castidad de mi alma y cuerpo, pa-
ra que os dignéis encomendarme al
Cordero inmaculado Cristo, Jesús, y
su purísima madre virgen de vir-
genes, guardándome de todo peca-
do. No permitáis, ángel mío, que
manche mi alma con ninguna impure-
za; antes bíen, cuando me viéreis en
la tentación 6 peligro de pecar, ale-
jad de mi corazon todos los pensa-
mientos y afectos inmundos, y des-
pertad en mi la memoria de la eter-
70 LA LLAVE DEL CIELO

nidad y de Jesús crucificado; impri-


miendo profundamente en mi cora-
zón el temor santo de Dios; para
que, abrasado en su divino amor, y
siendo imitador vuestro en la tierra,
merezca gozar de vuestra compañía.
Amen.
Un Padre nuestro, Ave María y
Gloria Patri.
(roo días una ve z al dia. Fio VII, .18oz. A.
los D.)

Tres Padre nuestros


y tres Ave-Marias para los fieles agonizantes

X. Los fieles cristianos que, ro-


gando por los agonizantes, recen to-
dos los días tres Padre nuestros en
memoria de la Pasión y agonía de
Jesucristo, y tres Ave Marías en me-
moria de los acerbos dolores que pa-

LA LLAVE DEL CIELO 71

decid, María Santísima al presenciar


la agonía de su amado Jesús, ganan,
además de la indicada, Indulgencia
plenaria mensual.
(joo días cada vez. Pio VII 1809. A. dios D.)

El Salmo «De Prolundis»


al toque de Animas.

Desde las profundidades de mis


miserias clamé ä Vos, Señor.
;Oid, Señor, mi voz.
Estén atentos vuestros oídos á la
voz de mis ruegos.
Si examinais, Señor, y reteneis
nuestros pecados, ¿quién subsistirá,
Señor?
Mas en Vos hay clemencia, y en
vuestra Ley, Señor, he confiado.
72 LA LLAVE DEL CIELO

Mi alma ha esperado en el Señor,


y en su promesa ha confiado.
Desde el amanecer hasta la noche
espera Israel en el Señor.
Porque en Él está la misericordia
y en el Señor hay abundante reden-
ción.
Y Él redimirá á Israel de todas
sus iniquidades.
Conceded, Señor, ä los fieles
difuntos perpétuo descanso.
41 Y la claridad eterna venga so-
bre ellos.
Que sus almas, por vuestra
misericordia, descansen en paz.
4 Así sea.
Cemente 2CII, en 1736, concedió loO días de In-
"-•

LA LLAVE DEL CIELO 73

rlulgencia ri todos los fieles por cada vez que, al oir por
la noche el toque de ánimas, rezaren arrodillados el
Salmo, «De profundis» con el requiem wternam etc.
Indulgencia Plenaria una vez al año, confesando co-
mulgando y- orando en cualquier Iglesia según la in-
tención del Sumo Pontífice, sl día que eligieren, á los
que hubiesen practicado esta devoción el año entero.
Los que no sepan el dicho Salmo, ganan las mis-
mas indulgencias, rezando un Padre nuestro, Ave Ma-
ría y Requiem alernam.
ln
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SANTO SACRIFICIO
SACRIFICIO DE LA NISA

Procuremos no dejar pasar dia


alguno sin oir con toda atención y
devoción el santo Sacrificio de la Mi-
sa, porque están escondidos en él in-
nitos tesoros para vivos y difuntos.
La Santa Misa sé ordena ä los fi-
nes siguientes:
.° A tributar á Dios el supre-
mo homenaje de adoración que le es
debido.
2.° A darle las debidas gracias
por los beneficios recibidos.
76 LA LLAVE DEL CIELO

3. 0 A la expiación de nuestros
pecados; y en sufragio de las almas
del Purgatorio.
4. 0 A aplacar la justicia divina y
hacernos á Dios propicio.
•0
5 A impetrar los auxilios di-
vinos.

Himno al Espíritu Santo


para implorar su auxilio antes de la Santa Misa

X. Ven, Espíritu Santo,


y envía desde el Cielo
un rayo sobre el suelo
de tu luz eternal.
Ven, Padre de los pobres,
ven, dador de los bienes,
que alumbras y sostienes
al infeliz mortal.
Paráclito sincero,
Li LLAVE DEL CIELO 77

dulce huésped del alma,


su refrigerio y calma,
santo consolador.
Descanso en el trabajo,
templanza en el estío,
benéfico rocío,
solaz en el dolor.
¡Oh luz amorosísima
dulce, clara, serena:
los corazones llena
que aman tu claridad.
nada puro y sin mancha,
sin tu supremo auxilio,
que el pecho nos ensancha,
todo el hombre es maldad.
Lava tu lo que es sórdido,
riega lo que está seco:
débil soy cuando peco,
Dame tu la salud.

78 LA LLAVE DEL CIELO

Ablanda lo que es áspero,


templa lo que está frío;
al hombre, en su extravío,
vuelve á la rectitud.
Concede á los que fieles
en ti solo esperamos,
y humilde te invocamos,
tu Septiforme Don;
Da de virtud el mérito,
da término dichoso,
danos en tu reposo
eterno galardón. Amén.
(x00 dios cada vez y 30C en el dia de Pentecostés y
en su octava. Pio VI, 1796. A. á ¡.3 .0.)

Oración para antes de la Misa

;Oh amantísimo Dios mío! Yo de-


seo vivamente asistir al Sacrosanto
Sacrificio de la Misa para tributar á

LA LLAVE DEL CIELO 79

vuestra Divina Majestad el supremo


homenaje
, que os es debido; para ex-
presaros mi profundo agradecimien-
to, por los inestimables beneficios
que he recibido y recibo incesante-
mente de vuestra infinita bondad;
para implorar vuestras misericordias
sobre vivos y difuntos; para ganar y
aplicar ä estos las indulgencias con-
cedidas; para pediros la remisión de
mis pecados, y los auxilios necesa-
rios para la vida de mi alma y salud
de mi cuerpo, lo que espero me con-
cederéis por los méritos de vuestro
Hijo, Sacerdote y víctima de éste
adorable sacrificio. A este fin ruego
que prepareis mi corazón para estar
en él con toda devoción; recoged mis
sentidos, fijad mi espíritu, dirigid mi
80 LA LLAVE DEL CIELO

corazón, y unid mis intenciones ä las


de vuestro Santísimo Hijo á fin de
que yo me consagre enteramente ä
vuestro amor como él se consagró ä
vuestra gloria.

Primera Parte de la Misa

Comprende ésta parte las oracio-


nes preparatorias que tanto el Sacer-
dote como los fieles deben recitar en
los mismos sentimientos de dolor,
deseo y humildad que ellas expresan.
El Sacerdote, estando al pié de la
grada del altar, se santigua, y dice
lo que sigue alternando con los mi-
nistros.
En el nombre del Padre, y del Hi-
jo, y del Espíritu Santo. Amen.
Y Me acercaré al altar de Dios.
' ''.1.T4s7771n91**1117,,"71.9,9"1.9" .7.777",,"rn.14 .7,977r,1••••7"

LA LLAVE DEL CIELO 81

41 Al Dios que llena de alegría


mi juventud.
Juzgadme, oh Dios, y tomad en
vuestras manos mi causa: libradme
de la gente impía, y del hombre iní-
cuo y engañado.
13! Pues que Vos sois, ¡oh Dios!
mi fortaleza, por qué me habeis des-
echado de Vos, y por qué he de an-
dar triste,mientras me aflige mi ene-
migo?
Enviadme vuestra luz y vues-
tra verdad, vuestra gracia y socorro:
estas me han de guiar y conducir ä
vuestro monte santo, hasta vuestros
tabérnáculos.
131 Y me acercaré al altar de
Dios, al Dios que llena de alegría mi
juventud.
6
82 LA LLAVE DEL CIELO

Y Cantaré vuestras alababanzas


con la cítara, ¡Señor, Dios mío( ,Por
qué estás triste alma mía? af por que
me llenas de turbación?
41 Espera en Dios; porque toda-
vía he de cantarle alabanzas por ser
Él el Salvador, que está sieere de-
lanta de mí, y el Dios mío,

Y Gloria al Padre, y al Hijo, y


al Espíritu Santo.
• 131 Como era en el principio, así
ahora y siempre, y en los siglos de
los siglos. Amen.

La Misa, cuando es de difuntos y


durante el tiempo de Pasión, comien-
za aquí:
Y Me acercaré al altar de Dios.
LA LLAVE DEL CIELO 83

Al Dios que llena de alegría


mi juventud.
Nuestro auxilio está en el
nombre del Señor.
I1 Que hizo cielos y tierra.

El Sacerdote dice la Confesión ge-


neral, y los ministros responden:
Dios todopoderoso tenga mi-
sericordia de tí, y perdonados tus
pecados, te conduzca ä la vida eter-
na.
ij Amen.

El pueblo ä su vez hace la confe-


sión de sus pecados, y pide al Sacer-
dote que ruegue ä Dios por él.
Yo pecador me confieso ä Dios
84 LA LLAVE DEL CIELO

todopoderoso, a. la bienaventurada
siempre Virgen María, al biena-
venturado San Miguel Arcángel, al
bienaventurado San Juan Bautista,
los santos apóstoles San Pedro y
San Pablo, á todos los Santos, y a.
Vos, Padre, que pequé gravemente
con el pensamiento, palabra y obra,
por mi culpa, por mi culpa, por mi
grandisima culpa. Por tanto ruego a.
la bienaventurada siempre Virgen
María, al bienaventurado San Miguel
arcángel, al bienaventurado San Juan
Bautista, á los santos apóstoles San
Pedro y San Pablo, a. todos los San-
tos, y á Vos, Padre, que rogueis por
mi á Dios nuestro Señor.

El Sacerdote intercede por todos


los asistentes diciendo:
LA LLAVE DEL CIELO 85

Dios todopoderoso tenga mi-


sericordia de vosotros y perdonados
vuestros pecados, os conduzcan á la
vida eterna.
• Amen.
• El Señor omnipotente y mi-
sericordioso nos conceda el perdón,
la absolución, y remisión de nuestros
pecados.
ij Amen.
• Dios mío, sí os volveis hacia
nosotros nos dareis vida.
• Y vuestro pueblo se regocija-
rá en Vos.
V- Señor hacednossentir los efec-
tos de vuestra misericordia,
132 Y concedednos vuestra sal-
vacion.
86 LA LLAVE DEL CIELO

)7 Señor oid mi oración.


4 Y llegue á Vos nuestro cla-
mor.
El Señor sea con vosotros.
4 Y con tu espíritu.

Mientras el Sacerdote dice: «Au-


fer á nobis etc.» se dirá tres veces la
siguiente:

JACULATORIA

e, Bendita y alabada sea la San-


tísima Trinidad.
(Diciendo esta jaculatoria, se ganan indulgendas
parciales concedidas por varios prelados españoles.)

Después se dirá con el Sacerdote:


Os ruego, Señor, por los méritos
de vuestros Santos, cuyas reliquias
están depositadas en ese altar, y de

LA LLAVE DEL CIELO 87

todos los demás Bienaventurados,


que os dignéis perdonarme todos
mis pecados. Amen.
Al Intröito

Clementísimo Jesús! Vos solo


sois nuestra vida y nuestra recrea-
ción; y por tanto os suplicamos no
nos desampareis en nuestras angus-
tias y tribulaciones, sino que por la
agonía de vuestro Santísimo Cora-
zón y por los dolores de vuestra Ma-
dre Inmaculada, vengais en auxilio
de vuestros siervos, que redimisteis
con vuestra preciosísima Sangre.
Amen.
Segunda Parte de la Misa

La segunda parte se llamaba anti-



88 LA LLAVE DEL CIELO

guamente Misa de catecúmenos, y


nada hay en ella que se relacione di-
rectamente con la Eucaristía. El Sa-
cerdote y el pueblo se preparan ä
ofrecer el Santo Sacrificio con piado-
sas instrucciones, súplicas y alaban-
zas á Dios.
A los Kyries

Señor tened piedad de nosotros.


e ¡Jesús mío misericordia,
(roo día cada vez. Pío IX, 1.845.)
Señor ten piedad de nosotros.
(Se repite tres veces cada uno)

Gloria 6 Himno de los Angeles


Este cántico se omite en las misas
de difuntos y en los días en que el co-
lor es morado.
Gloria á Dios en las alturas y en
-,1,97inetergrigrgremergiepirlfermr,7+7.7rr.

LA LLAVE DEL CIELO 89

la tierra paz ä los hombres de buena


voluntad. Os alabamos. Os bendeci-
mos. Os adorarnos. Os glorificamos.
Os damos gracias por vuestra gran-
de gloria. Señor, Dios, Rey de los
Cielos, Dios Padre, Omnipotente.
Señor, Hijo unigénito de Dios, Jesu-
cristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre. Vos, que quitais los
pecados del mundo, tened miseri-
cordia de nosotros. Vos, que quitais
los pecados del mundo, admitid nues-
tras humildes súplicas. Vos, que es-
tais sentado ä la diestra del Padre,
tened misericordia de nosotros. Por-
que sólo Vos sois santo, Vos el sólo
Señor, Vos el sólo Altísimo, Jesucris-
to, con el Espíritu Santo en la gloria
de Dios Padre. Amén.

90 LA LLAVE DEL CIELO

El Sacerdote, vuelto hacia el pue-


blo, dice:
El Señor sea con vosotros.
Y con tu espíritu.
A la Colecta

e Desatad, Señor, con vuestra


infinita piedad las ligaduras de nues-
tros pecados; y por la intercesión de
la Virgen María, Madre de Dios, de
los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
y de todos los Santos, os suplicamos
nos guardeis en vuestra gracia á
nosotros vuestros siervos, y á nues-
tras casas: librad de los vicios del
pecado á nuestras familias, amigos
y conocidos, y adornadlos de virtu-
des; dadnos salud y paz; apartad los
enemigos visibles é invisibles; apar-
LÄ LLAVE DEL CIELO 91

tad todo deseo impuro, y haced que


respiremos atmósfera saludable; sed
misericordioso con nuestros amigos
y enemigos; y defended de todo mal
ä esta vuestra ciudad; proteged y
conservad ä nuestro Pontífice Roma-
no y librad de toda adversidad ä los
Prelados y Príncipes católicos y ä to-
do el pueblo cristiano.
Echad, Señor, vuestra bendición
sobre nosotros y conceded el des-
canso eterno ä todos los fieles difun-
tos. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
(40 días .,bor cada vez; y zoo años y 100 cuaren-
tenas cada mes, si se reza todos los sábados del mismo.
León XII, )

A la Epístola

Hablad, Señor, vuestro siervo es-


92 LA LLAVE DEL CIELO

cucha: decid ä mi corazón algo de lo


que dijisteis ä vuestros Profetas y
Apóstoles. Hé aquí, ¡oh alma mía!
lo que nos dice el Señor por su boca:
«Aborreced el mal, id en pos del
»bien; los malos no entraran en el
»reino de los Cielos. Tened por re-
, gla de conducta la fé, la piedad, la
»justicia y la caridad; . trabajad para
»alcanzar la corona celestial; amaos
»los unos ä los otros: no seais tibios
»en el servicio de Dios: sed fervoro-
» sos de espíritu y pacientes en las tri-
»bulaciones: orad sin cesar: honrad
»ä vuestros hermanos: haced bien ä
»los que os persiguen.»
Concluida la Epístola, dice el acó-
lito.
131 Demos gracias ä Dios.

Ine:1, ,
4P


LA LLAVE DEL CIELO 93

Al Gradual

X. Bendito sea Dios


Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero
Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea Jesús en el Santísimo
Sacramento del altar.
Bendita sea la gran Madre de
Dios, María Santísima.
Bendita sea su santa é Inmaculada
Concepción. -
Bendito sea el nombre de María,
virgen y madre.
Bendito sea Dios en sus ángeles y
en sus santos.
(Un año .per cada vez. Pbo VII, sear y Pbo IX,
147. A. 4 los D.)
94 LA LLAVE DEL CIELO

Mientras el Sacerdote dice: « Mun-


da cor meum etc.» se dirá la siguien-
te:

JACULATORIA

1. P.
«Sea por siempre cumplida,
alabada y ensalzada la justfsima, al-
tísima y amabilísima Voluntad de
Dios en todas las cosas.»
(¡00 una vez al dicto, una Plenaria al año, re-
zándola dciriamente. Pío Vil 18z8. (A. d los D.)
Para ganar la indulgencia plenaria, hay que elegir
un día, cualquiera del año, y en el confesar y comul-
gar, y orar en una Iglesia 4 Capilla según la intets:
cilin del Sumo Pontifice.)

El Evangelio

Y El Señor sea con vosotros.


4 Y con tu espiritu,
V Palabras del Santo Evangelio
según S. N.

LA LLAVE DEL CIELO 95

IY Gloria á Vos, Señor.

En aqué! tiempo dijo Jesús ä sus


discípulos: «Si alguno quiere venir
»en pos de mí, renuncie ä sí mismo,
»tome su cruz y sígame. Amad á
»Dios con todo vuestro corazón, con
»toda vuestra alma, con todas vues-
»tras fuerzas: amad ä vuestro próji-
mo como á vosotros mismos. Esfor-
»zaos á entrar por la puerta estre-
»cha que conduce ä la vida; pocos
»son los que encuentran la entrada.
»Buscad ante todo el reino de Dios
»y su justicia, y todas las demás co-
» sas se os darán por añadidura. No
»juzgueis á los demás, y nó seréis
»juzgados. Perdonad, y se os perdo -
nard. Vigilad y orad, y no caeréis
96 LA LLAVE DEL CIBI.0

»en tentación, El que perseverare


hasta el fin será salvo.»
Felices ¡oh Salvador mío! los que
practiquen vuestra santa Ley! Con-
cededme, Señor, la gracia de que lo-
gre meditar á menudo vuestra santa
palabra, y hacerla fructificar en mí,
renunciando ä mi mismo, practicando
la caridad, y perseverando en vues-
tro Santo temor.
(Acabado el evangelio responde
el acólito:)
» Alabado seais loh Cristo!
S. Por las palabras del Evangelio
sean borrados nuestros pecados.

Simbolo de la F6 6 Credo

Creo en un solo Dios, todopode-


roso, 'criador del cielo y- de la tierra,
y de todas las cosas visibles é invisi-
bles. Y en un sólo Señor Jesucristo,
Hijo unigénito de Dios y nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios
de Dios, luz de luz, verdadero Dios
de Dios verdadero, engendrado, no
hecho, consubstancial al Padre, por
quien fueron hechas todas las cosas.
El cual por nosotros los hombres y
por nuestra salvación bajó de los
cielos Y encarnó por obra del Espí-
ritu Santo en las puras entrañas de
la Virgen María, y se hizo hombre.
Fué también por nosotros crucifica-
do bajo el poder de Poncio Pilato,
padeció, y fué sepultado. Y resucitó
al tercero día, según las Escrituras.
Y subió al Cielo, donde está sen-
7
Ç,8 LA LLAVE DEL CIELO

tado á la diestra de Dios Padre.


Y ha de venir segunda vez con glo-
ria á juzgar ä los vivos y ä los muer-
tos; y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y vivifi-
cador; que procede del Padre y del
Hijo, que con el Padre y el Hijo es
juntamente adorado y glorificado;
que habló por boca de los Profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, Santa,
Católica y Apostólica. Confieso un
sólo bautismo para la remisión de los
pecados. Y espero la resurrección de
los muertos y la vida del siglo venide-
ro. Amén.
Tercera Parte de la Misa
Despedidos los catecúmenos y pe-
nitentes, que no podían asistir al Sa-
crificio, empezaba antiguamente és-
LA LLAVE DEL CIELO 99

ta parte de la Misa con el Ofertorio


ú ofrenda de pan y vino que en otro
tiempo hacian todos los fieles. Entre-
tanto el coro cantaba un Salmo, que
ahora ha quedado reducido ä una
antífona.
El Sacerdote besa el altar, se
vuelve al pueblo y dice:
El Señor sea con vosotros.
ij Y con tu espíritu.

Al Ofertorio •
X. Padre Eterno, os ofrezco el
adorable Sacrificio que vuestro muy
amado Hijo Jesús os hizo de sí mismo
sobre la Cruz, y que ahora renueva
sobre este altar. Yo os le ofrezco
en nombre de todas las criaturas,
con las Misas que se han celebrado
y celebraran en todo el mundo para
loo LA LLAVE DEL CIELO

adoraros y tributaros la honra que


mereceis; para manifestaros nuestro
agradecimiento por vuestros innu-
merables beneficios; para aplacar
vuestra Justicia irritada por nuestros
pecados, y satisfacerla debidamente;
en fin, para obtener vuestras gracias
para mi, para la Iglesia, para el mun-
do entero, y para las queridas almas
del purgatorio. Amén.
(Por cada 712Z que se rece 3 afios. Pío IX, .r850 .
A. á los D. Para ganar estas indulgencias, hay que re-
zar esta Oración durante la Misa.)
Mientras el Sacerdote hace las
Oblaciones, se harán al Eterno Pa-
dre, las siguientes:
Siete Ofertas de la
Preciosisima Sangre de Jesús

X. Eterno Padre, os ofrezco los


LA LLAVE DEL CIELO 101

méritos de la preciosísima Sangre


de vuestro amado Hijo Jesus, mi di-
divino Redentor, por la propagación
y exaltación de mi amada Madre la
Santa Iglesia, por la conservación y
prosperidad de su cabeza visible el
Romano Pontífice, por los Cardena-
les, Obispos y Pastores de almas, y
por todos los ministros del Santua-
rio.
Un Gloria Patri etc. y la jacula-
toria: «Bendígase siempre y dense
gracias ä jesús, que nos ha redimido
con su Sangre.

Eterno Padre, os ofrezco los mé-


ritos de la preciosísima Sangre de
vuestro amado Hijo Jesús, mi divino
Redentor, por la paz y concordia de
102 LA LLAVE DEL CIELO

los Reyes y Príncipes Católicos por


la humillación de los enemigos de la
Santa Fe- y por la felicidad del pue-
blo cristiano.
Un Gloria Patri etc. y la jacula-
toricz: BendIgase siempre etc.

Eterno Padre, os ofrezco los mé-


ritos de la preciosísima Sangre de
vuestro amado Hijo Jesús, mi divino
Redentor, para que alumbreis á los
incrédulos, por la extirpación de to-
das las herejías y por la conversión
de los pecadores.
Un Gloria Patri, etc. y la jacula-
toria: Bendígase siempre etc.

Eterno Padre, os ofrezco las mé-


ritos de la preciosísima Sangre de
LA LLAVE DEL CIELO 03

vuestro amado Hijo jesús, mi divino


Redentor, por todos mis parientes,
amigos y enemigos, por los pobres,
los enfermos y atribulados, y por to-
dos los que Vos sabeis que debo ro-
gar y quereis que ruegue.
Un Gloria Patri, etc. y la jacula-
toria: Bendígase siempre etc.
Eterno Padre, os ofrezco los mé-
ritos de la preciosísima Sangre de
vuestro amado Hijo Jesús, mi divi-
no Redentor, por todos los que pasa-
ren hoy de esta vida á la eterna, pa-
ra que los libreis de las penas del
infierno, y los admitais con la mayor
prontitud ä la posesión de vuestra
gloria.
Un Gloria Patri, etc. y la jacula-
toria: Bendígase siempre etc.
104 LA LLAVE DEL CIELO

Eterno Padre, os ofrezco los mé-


ritos de la preciosísima Sangre de
vuestro amado Hijo Jesús, mi divino
Redentor, por todos los que aman es-
te tan gran tesoro, por los que se
unen á mí para adorarle y honrarle,
y por aquellos, en a, que trabajan
en propagar esta devoción.
Un Gloria Patri, etc. y la jacula-
toria: Bendígase siempre etc.

Eterno Padre, os ofrezco lo méri-


tos de la preciosísima Sangre de
vuestro amado Hijo Jesús, mi divino
Redentor, por todas mis necesidades
espirituales y temporales, y en sufra-
gio de las benditas almas del Purga-
torio, especialmente de aquellas que
fueron devotas del precio de nuestra
LA LLAVE DEL CIELO 105

Redención y de los dolores y penas de


nuestra amada Madre María Santí-
sima.
Un Gloria Patri etc. la jaculato-
ria.. Bendígase siempre, etc., y des-
»pués: «Viva la Sangre de Jesús
»ahora y siempre por los siglos de
»los siglos. Amén.
(joo (*.aspar cada vez. Pbo VII, 1817. A. á los D.)

El Lavabo

Recibid, Señor y Dios mío, este


santo sacrificio; y lavad las manchas
de mis pecados con el Agua y San-
gre del Costado de vuestro unigéni-
to Hijo, para que purificado el cora-
zón, pueda esperar ser llevado á
Vos, que vivís y reinais por los siglos
de los siglos. Amén.
106 LA LLAVE DEL CIELO

Jaculatoria
e Santo Dios, Santo fuerte,
Santo inmortal, Libradnos, Señor,
de todo mal.
(8o días cada vez)

Al «Suscipe Sancta Trinitas»


Oración de San Ignacio de Loyola.

e Tomad, Señor, y recibid to-


da mi libertad, mi memoria, mi en-
tendimiento y toda mi voluntad; to-
do mi haber y mi poseer. Vos me lo
disteis, á Vos, Señor, lo torno: todo
es vuestro; disponed á toda vuestra
voluntad. Dädme vuestro amor y
gracia, que eso me basta.
(3oo días cada vez. León XIII, 1883.)
LA LLAVE DEL CIELO 107

Al «Orate Fratres»

El Sacerdote se vuelve al pueblo


y dice:
Orad, hermanos, para que mi sa-
crificio, que es también vuestro, sea
agradable ä Dios Padre todopode-
roso.
El pueblo contesta con estas pa-
labras:
Reciba el Señor de tus manos este
sacrificio en honra y gloria de su
nombre, para nuestra utilidad parti-
cular, y la de toda su Santa Iglesia.
A la Secreta

e ¡Oh Dios tres veces Santo! os


adoro, os amo y os bendigo, por me-
108 LA LLAVE DEL CIELO

dio del Sagrado Corazón de jesús,


en el Santísimo Sacramento del al-
tar; y os ofrezco, por las benditas
manos de la Inmaculada Virgen Ma-
ría, todas las Sacratísimas Hostias
de nuestros altares y de nuestros ta-
bernáculos, como sacrificio de expia-
ción, de reparación y de satisfacción
por todos los sacrilegios, las profa-
naciones, las impiedades, las blasfe-
mias y los crímenes, que os ultrajan
en todo el universo.
Dadme, Señor, los auxilios de
vuestra gracia, por los méritos de mi
Señor Jesucristo.
(300 días par cada vez)

Cuarta Parte de la Misa

El Prefacio sirve de introducción


LA LLAVE DEL CIELO 1011

al Canon, y es un hermoso cántico


de hacimiento de gracias por todos
los beneficios que Dios incesante-
mente nos dispensa, y en particular
por el augusto sacrificio que pronto
se ha de consumar.
El Sacerdote dice en voz alta:
Y Por todos los siglos de los si-
glos.
131 Amén
Y El Señor sea con vosotros.
11 Y con tu espiritu.

Y Elevad los corazones.


Los tenernos hácia el Señor.
Demos gracias á Dios nues-
tro Señor.
13/ Digno y justo es.
110 LA LLAVE DEL CIELO

Prefacio

Verdaderamente es digno y justo,


equitativo y saludable, que os demos
gracias en todo tiempo y en todo lu-
gar ¡oh Señor santo, Padre Todopo-
deroso y eterno Dios! por Jesucristo
nuestro Señor. Por quien los Ange-
les alaban á vuestra Magestad, las
Dominaciones la adoran, y tiemblan
ante ella las Potestades. Los cielos
y las virtudes de los cielos y los bie-
naventurados Serafines la celebran
con cánticos y transportes de ale-
gría. Y os rogamos que os dignéis
admitir nuestras voces, que unimos
á las suyas, diciendoos con humilde
confesión:
LA LLAVE DEL CIELO

Al Sanctus

X. Santo, Santo, Santo, Señor


Dios de los ejércitos, llenos están
los cielos y la tierra de la Majestad
de vuestra gloria:
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
(100 días una vez al día; y 300, rezándola tres
veces los Domingos, y en la octava y fiesta de la San-
tísima Trinidad. Clemente XIV, 1770. Además son
innumerables las indulgencias parciales que tiene con-
cedidas ésta Oración.)

Cánon de la Misa

El Cánon contiene el orden inva-


riable y las palabras con que se ha-
ce siempre la Consagración, y todo
lo que la precede y la sigue.
112 LA LLAVE DEL CIELO

Mientras el Sacerdote dice: «Te


igitur, etc.» se dirá la siguiente:

Oración de San Agustin

X. ¡Oh Dios! que por la reden-


ción del mundo quisisteis nacer, ser
circuncidado, desechado de los ju-
díos, entregado por el beso del pér-
fido Judas, cargado de cadenas; con-
ducido al sacrificio como inocente
cordero, arrastrado vergonzosamente
delante de Anás, Caifás, Pilato y
Herodes, acusado por falsos testigos,
atormentado con azotes, cubierto de
oprobios y salivas, coronado de es-
pinas, abofeteado y herido con una
caña; que os dejasteis cubrir el ros-
tro, despojar de vuestras vestiduras,
clavar y elevar en una Cruz; que qui-
LA LLAVE DEL ülELO 118

sisteis ser confundido con los ladro-


nes, abrevado con hiel y vinagre y
traspasado con una lanza; Vos, Se-
ñor, dignaos librarme de las penas
del infierno, y concederme la felicidad
eterna que concedisteis al buen la-
drón, crucificado con Vos; hacedlo
así, Dios mío, por esas santísimas pe-
nas, que ä pesar de mi indignidad re-
paso en mi memoria, y por vuestra
Santa Cruz y Muerte, Vos, que con
el Padre y el Espíritu Santo vivís y
reináis, Dios, por todos los siglos de
los siglos. Amen.
(300 una vez al dia. Fío VII, 1820. A. k los D.)
Hay que añadir á esta Oración,
para ganar las indulgencias, cinco
Padre nuestros y cinco Ave M'arias
con Gloria Patri, en memoria de la
Pasión y Muerte de 2esucrisIo; y
114 LA LLAVE DEL CIELO

éstos nos podrán servir para saludar


las Llagas, en el memento de los vi-
vos.

Memento de los vivos


Que se hará 'orlas CillCO Llagas de Nuestro
divino Redentor.

EN LA LLAGA DEL PIÉ IZQUIERDO

El oyente, encomendará á Dios al


Papa y á todo el Estado Eclesiásti-
co; y rezará un Padre nuestro, Ave
María y Gloria Patri, en memoria de
la pasión y muerte de Nuestro Señor
Jesucristo.
EN LA LLAGA DEL PIÉ DERECHO

Encomendará á todos los pecado-


res; y rezará un Padre nuestro etc.
LA LLAVE DEL CIELO 116

EN LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Encomendará á sus enemigos, á


los enfermos y á los atribulados; y
rezará un Padre nuestro etc.

EN LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Encomendará ä su familia, amigos


y bienhechores; y rezará un Padre
nuestro etc.

EN LA LLAGA DEL COSTADO

Se encomendará el cristiano ä sí
mismo: éntrese dentro de ella, y pi-
da en aquel Sagrado Templo, y casa
de oración, remedio para todas sus
necesidades, aflicciones y trabajos.
116 LA LLAVE DEL CIELO

Consagración

En este acto sublime y sacrosanto


el Sacerdote habla y obra en nom-
bre de Jesucristo, á quien representa.
Los cielos van ä abrirse; los án-
geles se agrupan en torno del altar;
el pan y el vino van à convertirse en
Cuerpo y Sangre de Jesucristo. Pro-
rrumpamos nosotros en acciones de
gracias y anonadénionos delante de
tan gran misterio.
A la elevación de la Hostia.

X. «Sea por siempre bendito,


alabado y adorado el santísimo y di-
vinísimo Sacramento del altar. »
(100 una vez cada día; so° los jueves y durante
la octava del Coeus, rezándola tres veces; y loa por
LA LLAVE DEL CIELO r 17

cada vez que se rece con devoción en la Santa Misa, en


el acto de la elevación de ambas Sagradas Especies. Pio
VI 1776;y Pio VII, 1819. A. á los D.)

e «Alabado, adorado, amado y


glorificado sea en todos los momen-
tos el Corazón eucarístico de Jesús,
en todos los tabernáculos del inun-
do, hasta la consumación de los si-
glos.»
(roo días, una vez al día)

e «Jesús, manso y humilde de


corazón, haced mi corazón semejan-
te al vuestro.» •
(3 00 dias cada vez. Pío IX ¡868)

A la elevación del Cáliz

X. «Sea por siempre bendito,


alabado y adorado, el Santísimo y
divinísimo Sacramento del altar.»
(100 una vez cada día. etc.)
118 LA LLAVE DEL CIELO

* «Eterno Padre, os ofrezco la


preciosísima Sangre de Jesucristo en
satisfacción de mis pecados, y por
las necesidades de la Santa Iglesia.,
(100 dias 'sor cada vez. Pío VII, 1817.)

I.P. «¡Oh dulcísimo Jesús! no


seais mi Juez, sino mi Salvador.
(Una plenaria, el 20 de 7ulio, rezándola diaria-
mente; y 3o dias cada vez. Pío IX, 1833.)
* El Papa Gregorio XIII, con-
cedió á los fieles, un año de indul-
gencia, por cada vez que, al oir la
campana en señal de que están al-
zando en la Misa cantada 6 conven-
tual, recen de rodillas, donde quie-
ra que estén, alguna Oración ado-
rando á Jesús Sacramentado; é in-
dulgencia de dos años, cuantas veces,
en la Santa Iglesia, adoren al San-
LA LLAVE DEL CIELO 1)

tísimo Sacramento en el acto de la


elevación. (i 8o)
Después de la Elevación

Las alturas del Cielo han bajado


hasta nosotros, el Justo ha descen-
dido de las nubes, la tierra ha reci-
bido á su Salvador, el Señor está con
nosotros y viene á colmarnos de
bendiciones: contemplémosle cruci-
ficado por nuestras culpas sobre el
altar, corno en otro tiempo lo fué so-
bre el Calvario, y adorémosle con
humildad.

Mientras el Sacerdote dice: «Un-


de et memores etc.» se dirá la si-
guiente:
120 LA LLAVE DEL CIELO

Oración á San Cayetano Thiene

1. P. Mirad, Señor, desde vuestro


Santuario y desde lo mas alto de los
Cielos, donde tenéis vuestra morada,
y ved á esta santa Víctima, que os
ofrece nuestro gran Sacerdote, vues-
tro divino Hijo, por los pecados de
sus hermanos, y perdona.dnos nues-
tras innumerables iniquidades. La
voz de la Sangre de nuestro Herma-
no Jesús, dama á Vos desde la Cruz,
pidiendo perdón y gracia. Escuchad,
Señor, sus clamores y aplacad vues-
tra ira; Oid y obrad, Dios mío, des-
de luego, atendiendo sólo á quién
sois, porque vuestro santo nombre
ha sido invocado en favor de esta
ciudad y de este vuestro pueblo, y
LA LLAVE DEL CIELO 121

haced con nosotros, según los de-


signios de vuestra gran misericordia.
Amén.
(Pío VI, en 1796, concedió Indulgencia Plena-
ria á todo fiel cristiano que confesado y comulgado, vi-
sitare el primer Jueves de cada mes al Santísimo
Sacramento (expuesto ó reservado) y rezare la Oración
que antecede rogando además por la Santa Iglesia etc,
Y á los que en los demás jueves del año, rezaren la
expresada Oración ante el Santísimo Sacramento, con
las condiciones ya mencionadas, les concedió siete años,
y siete cuarentenas de Indulgencia; y otra de cien
dias,d los que rezaren cualquier otro dia, en la fuma
indicada. A. á los .D.)

Memento de los difuntos


Oraciones para todos los días de la Semana

DOMINGO.

X. ¡Oh Señor y Dios omnipoten-


te! os suplico por la preciosa Sangre
que vuestro divino Hijo derran-ió en
el Huerto, saquéis del Purgatorio las
almas que allí padecen; y en particu-
122 LA LLAVE DEL CIELO

lar os ruego saquéis la que esté más


olvidada, y la llevéis ä vuestra glo-
ria, para que allí os alabe y bendiga
eternamente. Amén.
Un Padrenuestro; un Ave María
y el siguiente

SALMO

Desde las profundidades de mis


miserias clamé á Vos, Señor.
¡Señor, oid mi voz!
Estén atentos vuestros oidos á la
voz de mis ruegos.
Si examináis, Señor, y retenéis
nuestros pecados ¿quién subsistirá,
Señor?
Mas en vos hay clemencia, y en
vuestra ley, Señor, he confiado.
LA LLAVE DEL CIELO 123

Mi alma ha esperado en el Señor,


y en su promesa ha confiado.
Desde el amanecer hasta la noche,
espera Israel en el Señor.
Porque en Él está la misericordia,

y en el Señor hay abundante reden-
ción.
Y Él redimirá á Israel de todas
sus iniquidades
NT Que las almas de los fieles di-
funtos, por la misericordia de Dios,
descansen en paz.
4 Así sea.

LUNES

;Oh Señor y Dios omnipotente! os


suplico, por la preciosa Sangre que
vuestro divino Hijo derramó en su
124 LA LLAVE DEL CIELO

cruel flagelación, saquéis del Purga-


torio las almas que allí padecen, y
en particular la que esté más próxi-
ma á ingresar en vuestra gloria, pa-
ra que así empiece cuanto antes ä
alabaro% y bendeciros eternamente.
Amén.
Padre nuestro, Ave María y Sal-
2120.

MARTES

¡Oh Señor y Dios omnipotente! os


suplico, por la preciosa Sangre que
vuestro divino Hijo derramó en su
acerba coronación de Espinas, sa-
quéis del Purgatorio las almas que
allí padecen, y en particular la que
debiere ser la última de todas en sa-
lir, para que no tarde en alabaros y
LA LLAVE DEL CIELO 1245

bendeciros eternamente en la gloria.


Amén.
Padrenuestro, Ave María y Sal-
mo.

MIÉRCOLES

¡Oh Señor y Dios omnipotente! os


suplico, por la preciosa Sangre que
vuestro divino Hijo derramó por las
calles de Jerusalem cuando llevaba la
Cruz sobre sus sagradas espaldas, sa-
quéis del Purgatorio las almas que
allí padecen, y en particular la más
rica de méritos para con Vos, ä fin
de que desde el sublime trono de
gloria que espera, os alabe y bendi-
o-a eternamente. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Sal-
mo.
126 LA LLAVE DEL CIELO

JUEVES

¡Oh Señor y Dios omnipotente!


os suplico, por el precioso Cuerpo
y Sangre de vuestro divino Hijo que
en la noche de su pasión dió en co-
mida y bebida ä sus Apóstoles, y
dejó á toda la Iglesia en sacrificio
perpétuo y vivifico alimento de los
fieles, saquéis del Purgatorio las
almas que allí padecen, y en parti-
cular la más devota de este misterio
de amor, para que por ello os alabe
con vuestro Santísimo Hijo y con el
Espíritu Santo en vuestra gloria
eternamente. Amén.
Padre nuestro, Ave María' Sal-
mo.
LA LLAVE DEL CIELO 127

VIERNES

¡Oh Señor y Dios omnipotente! os


suplico, por la preciosa Sangre que
vuestro divino Hijo derramó sobre el
árbol de la Cruz, especialmente de
sus sacratísimos piés y manos, sa-
quéis del Purgatorio las almas que
allí padecen, y en particular aquella
por quien tengo mayor obligación
de rogaros, para que no quede allí
penando por mi culpa, ni esté priva-
da por más tiempo de alabaros y
bendeciros eternamente en la gloria.
Amén.
Padre nuestro, Ave María y Sal-
mo.
128 LA LLAVE DEL CIELO

SÁBADO

;Oh Señor y Dios omnipotente!


os suplico, por la preciosa Sangre
que salió del Costado de vuestro di-
vino Hijo, en presencia y con gran-
dísimo dolor de su Santísima Madre,
saquéis del Purgatorio las almas que
allí padecen, y en particular la que
haya sido más devota de ésta gran
Señora, para que cuanto antes vaya
á vuestra gloria á alabaros en María
nuestra Madre, y ä Ella en Vos por
todos los siglos de los siglos. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Sal-
mo:
(0 0 días una vez cada dia. Pía VII, 1817,y
Lejn XII. 1826) Para ganar la Indulgencia plena-
ria mensual, hay que rezar cada día la Oraciiin que
le corresponde.
LA LLAVE DEL CIELO 129

Mientras el Sacerdote dice: «No-


bis quoque peccatoribus, etc.» se
dirá la siguiente:

Oración
á la preciosa Sangre de feszis

e ¡Oh Sangre preciosísima de


vida eterna, precio y rescate de to-
do el universo, alimento y salud de
nuestras almas, que continuamen-
te patrocináis la causa de los hom-
bres en el trono de la divina mi-
sericordia! os adoro con el más pro-
fundo respeto, y quisiera resarcir por
cuantos medios están ä mi alcance
las injurias y ultrajes que en todos
tiempos estáis recibiendo de las vi-
les criaturas, especialmente de aque-
llas que se atreven ä ofenderos con
O
130 LA LLAVE DEL CIELO

blasfemias. Y ¿quién no bendecirá


esta Sangre de infinito valor? Quién
no se sentirá inflamado de amor pa-
ra con Jesús, que la derrame)? Qué
sería de mí, si no hubiera sido resca-
tado con esta Sangre divina? y quién
ha obligado á Jesús á que la derra-
mase toda hasta la última gota? ¡Ah!
no ha sido ciertamente más que el
amor. ¡Oh amor inmenso, que tan
salutífero bálsamo nos has dado! ¡Oh
bálsamo inestimable destilado de un
manantial de amor inmenso! Haced,
sí, haced que todos los corazones y
todas las lenguas os alaben, bendi-
gan y ensalceyí ahora y siempre por
toda una etefnidad. Amén.
(3oo cada día. Pío VII, ¡809)' 18/s. A. d los D.
LA LLAVE DEL CIELO

Quinta parte de la Misa.

El Pater Noster.

Para disponemos á la unión con


Jesucristo nada hay tan conducente
como la Oración que Él mismo nos
ha enseñado; al hacer las siete peti-
ciones que encierra, recordemos las
siete palabras que nuestro divino Re-
dentor pronunció en la Cruz, duran-
te aquellas tres horas de cruel ago-
nía, que padeció por nuestro amor.
Unámonos al Sacerdote y diga-
mos con gran fervor.
Amonestados con preceptos salu-
dables, y dirigidos por enseñanzas
del mismo Dios, nos atrevemos ä de-
cir:
182 LA LLAVE DEL CIELO.

Padre nuestro, que estás en los


Cielos; santificado sea el tu nombre;
venga ä nos el tu reino: hágase tu
voluntad, así en la tierra como en el
cielo.
El pan nuestro de cada día dános-
le hoy; y perdónanos nuestras deu•
das, así como nosotros perdonamos
á nuestros deudores; y no nos dejes
caer en la tentación; mas líbranos de
mal. Amén.
Mientras el Sacerdote dice: «Libe-
ra nos queesumus etc.,» humillándo-
nos con grande amor ante el divino
Crucificado que dá la vida por noso-
tros, digamos la siguiente
ORACIÓN

e ;Oh santísima Cruz! ¡Oh Ino-


LA LLAVE DEL CIELO 133

cente y Piadoso Cordero! ¡Oh pena


grave y cruel! ;Oh pobreza de Cristo
mi Redentor! ¡Oh Llagas muy lasti-
madas! ;Oh Corazón traspasado! ¡Oh
Sangre de Cristo derramada! ;Oh
muerte de Cristo amarga! ;Oh cari-
dad de mi Dios! tan digna de ser re-
verenciada. Ayudádine, Señor, ä al-
canzar la vida eterna, á la hora de
mi muerte. Amén.
(Cada vez que se rece esta Ora-
ción devotamente, ante un Crucifijo,
se ganan muchas indulgencias, con-
cedidas por Pío V.)
Pax Domini.
El sacerdote, después de dividir la
Sagrada Hostia en tres partes, hace
con una de ellas la señal de la Cruz
sobre el Cáliz, diciendo:
134 LA LLAVE DEL CIELO

«La paz del Señor, sea siempre


con vosotros. »
«Y con tu espíritu.
Mientras el Sacerdote, echando en
el Cáliz la partícula de la Hostia, une
la Sangre y el Cuerpo de Jesucristo,
diciendo: Haec commixiio etc. no-
sotros, considerando que de igual
manera se unieron el Cuerpo y Alma
de nuestro Redentor en su gloriosa
Resurrección, digamos la siguiente
ORACIÓN

¡Oh Dios! que nos dejastéis las se-


ñales de vuestra Pasión en la Sába-
na Santa, en la que fué envuelto por
José vuestro sacratísimo Cuerpo,
cuando le bajaron de la Cruz; conce-
cédnos, piadosísimo Señor, que por
LA LLAVE DEL CIELO 136

vuestra muerte y sepultura, seamos


conducidos á la gloria de la Resu-
rrección, donde vivís y reináis con
Dios Padre, en unidad del Espíritu
Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.

Al Agnus Dei

Cordero de Dios que quitáis los


pecados del mundo, tened misericor-
dia de nosotros.
Cordero de Dios que quitáis los
pecados del mundo, tened misericor-
dia de nosotros.
Cordero de Dios que quitáis los
pecados del mundo, dadnos paz.
(En las misas de difuntos se dice:
«Dadles el descanso eterno ,> y se
omite la oración siguiente:)
136 LA LLAVE DEL CIELO

Para pedir la Paz

X. Dádnos paz, Señor, en nues-


tros días, pues nadie pelea en nues-
tro favor, sino Vos, Dios nuestro.
Haya paz en vuestra fortale-
za.
Y abundancia en vuestras to-
rres.

ORACIÓN

Oh Dios, de quien dimanan los


deseos santos, los acertados consejos
y las obras justas, conceded ä vues-
tros siervos aquella paz que el mun-
do no puede dar, á fin de que, ocupa-
dos nuestros corazones en la obser-
vancia de vuestros mandamientos y
LA LLAVE DEL CIELO 137

libre del temor de los enemigos, sean


nuestros tiempos tranquilos con vues-
tra protección. Por nuestro Señor Je-
sucristo. Amén.
(roo dias por cada vez. Pío IX, 180. A. d los D.)

Para äntes de la Comunión

ORACIÓN

e ¡Oh amantísimo Jesús mío!


hasta qué punto ha llegado vuestra
tierna caridad para conmigo! Me ha-
béis preparado un banquete sagra-
do, en el cual os dais todo á mí, dán-
dome por alimento vuestro Cuerpo
adorable y vuestra preciosísitna San-
gre. Y ¿quién os movió á tales trans-
portes de amor? Nadie más, cierta-
mente, que vuestro amorosísimo co-
138 LA LLAVE DEL CIELO

razón. ¡Oh adorable corazón de mi


Jesús, ardentísima hoguera del amor
divino! recibid en vuestra sacratísima
Llaga mi alma, para que en esta es-
cuela de caridad, aprenda ä amar re-
cíprocamente á aquel Dios, que me
ha dado tan admirables pruebas de
su amor. Amén.
(100 dias una vez cada dia Pío VI, 1787 y Pio
VII, 1818. A. á los D.)

En el Domine non sum dignus.

Digamos tres veces con el sacer-


dote:
Señor, yo no soy digno de que en-
tréis en mi morada, mas decid una
sola palabra, y será sana mi alma.

Mientras el Sacerdote comulga,


se dirán con fervor las siguientes
LA LLAVE DEL CIELO 139

Aspiraciones.

e Viva Jesús, que por mi bien,


derramó toda la Sangre de sus ve-
nas.
La Sangre de Jesús, ha dado vida
á mi alma; bendita sea su infinita
bondad.
Sea eternamente alabada esta San-
gre, que ha rescatado al mundo del
poder del infierno.
Esta Sangre convirtiöse en bebi-
da nuestra y en lavatorio de nuestras
almas.
La Sangre de Jesús aplaca la in-
dignación del Eterno Padre, y nos
conduce al reino Celestial.
La Sangre de Abel, pedía vengan-
140 LA LLAVE DEL CIELO

za; mas la de Jesús, demanda per-


dón para nosotros.
Si tenemos el corazón rociado con
esta Sangre, huye de nosotros el
ministro de la Colerä divina.
Cuando se ensalza la divina San-
gre de Jesús, se alegra el Cielo, y
tiemblan y se estremecen los abis-
mos.
Digamos siempre, todos ä una voz,
¡Bendita y alabada sea la redento-
ra Sangre de Jesús! »
(roo días una vez cada día. Pío VII, 1815. A. d
los D.)
e «Corazón Sagrado de Jesús,
tened misericordia de nosotros. »
(roo días cada vez. Pío IX)
e <, Corazón Inmaculado de Ma-
ría, rogad por nosotros.»
(roo día cada vez. Pío IX)
LA .LLAVE DEL CIELO 141

Los que comulguen en la Santa


Misa, dirán la siguiente oración, des-
pués de comulgar:
A Jesucristo Crucificado.

I. P. Miradme, oh mi amado y
buen Jesús, postrado en vuestra san-
tísima presencia: os ruego, con el
mayor fervor, imprimáis en mi cora-
zón los más vivos sentimientos de
fé, esperanza y caridad, dolor de
mis pecados y propósito de jamás
ofenderos, mientras que yo, con to-
do el amor y con toda la compasión
de que soy capaz, voy considerando
vuestras cinco llagas, comenzando
por aquello que dijo de Vos, ¡oh
Dios mio! el santo profeta David:
Han taladrado mis manos y mis
142 LA LLAVE DEL CIELO

piés, y se pueden contar Iodos mis


huesos.
(Está concedida indulgencia plenaria por Pío
VII, 1821; confirmada por Pío IX, 1858, al que des-
puelc de haber comulgado, rezare, delante de un Cruci-
fijo, dicha oración, y pidiere por la intención del Sumo
Pontífice. A. ä los D.)

Jaculatorias.

e «En todas partes sea amado el


divino Corazón de Jesús.»
(I00 dias cada vez. Pio IX.)

e «Alabados sean los Santísi-


mos Corazones de Jesús y María.»
(Varias indulgencias cada vez.)

Los que no tengan la dicha de co-


mulgar en la Santa Misa, pueden su-
primir las Oraciones que anteceden,
y hacer, con la siguiente oración, la
LA LLAVE DEL CIELO 143

Comunión Espiritual

¡Cuál sería mi felicidad ¡oh Jesús


mío! y qué dicha la mía si pudiera
unirme a. Vos y alimentarme real-
mente con vuestro. Cuerpo y Sangre!
El amor que me profesáis hace que
deseéis continuamente habitar en mi
corazón y comunicarme de la ma-
nera más íntima los méritos de vues-
tro beneficio. ¡Oh! ¡que no me abrase
yo en el mismo deseo! ¡Que no pue-
da, oh Paz de vida, recibiros en es-
te momento con una conciencia pu-
ra, una humildad profunda, una fe:
viva, una firme esperanza, un amor
ardiente, y ser partícipe de la alegría
de vuestros hijos, á quienes colmáis
144 LA LLAVE DEL CIELO

tan á menudo de vuestras delicias!


Venid, Señor, venid, al menos en
espíritu, á un alma, que suspira por
Vos, y que siente todo el peso de
su miseria: socorredla, fortificadla,
atraedla á Vos, por medio de esos
poderosos encantos que triunfan en
los corazones más rebeldes. Haced
que sea todo vuestro y que nada me
separe aquí abajo de Dios, que só-
lo me ha criado para Èl, y quiere
hacer mi felicidad eterna,

Durante las abluciones


Oración que decía frecuentemente San Ignacio
de Loyola

X. Alma de Cristo santifícame.


Corazón de Cristo, enciéndeme.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
LA LLAVE DEL CIELO 146

Sangre de Cristo, embriágame.


Agua del Costado de Cristo lava-
me.
Sudor virtuosísimo de Cristo, sá-
name.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh buen Jesús! óyeme.
Dentro de tus llagas escóndeme.
No permitas que me separe de Tí.
Del enemigo maligno, defiénde-
me.
En la hora de mi muerte llámame.
Y mándame que vaya ä Tí.
Para que con tus Santos te alabe,
por los siglos de los siglos. Amén.
(300 dias por cada vez; y 7 años si se reza después
de la Alisa ó Sagrada Comunión. Pie IX, 18.5.0.
los D.)

10
146 LA LLAVE DEL CIELO

Oraciones y Peticiones.

X. ¡Oh Padre, oh Hijo, oh Es-


píritu Santo! !Oh Santísima Trinidad!
¡oh Jesús! ¡oh María!
Angeles benditos, Santos y San-
tas todos del Paraiso alcanzadme es-
tas gracias que os pido, por la pre-
ciosísima Sangre de Jesucristo:
La gracia de hacer siempre la vo-
luntad de Dios.
De estar siempre unido con Dios.
De no pensar más que en Dios.
De amar sólo á Dios.
De hacerlo todo por Dios.
De buscar sólo la gloria de Dios.
De hacerme Santo sólo por Dios.
De conocer bien mi nada.
LA LLAVE DEL CIELO 1 17

De conocer siempre más y más la


voluntad de mi Dios.
De
(Pueden añadirse otras peticiones,
según la necesidad del que ora.)

Santísima Virgen María, ofreced


al Padre eterno la preciosísima San-
gre de Jesucristo por mi alma, por
las santas almas del Purgatorio, por
las necesidades de la Santa Iglesia,
por la conversión de los pecadores y
por todo el mundo.
(Después se rezarán tres Gloria
Patri á la Sangre preciosísima de Je-
sucristo, un Ave María á la Vírgen
Santísima de los Dolores, y un Re-
gia-en eternam á las santas Animas
del Purgatorio.)
( 3 00 ellas una vez al dur.Lec;n XII 1827. A. dios D.)
148 LA LLAVE DEL CIELO

JACULATORIA

e « ¡Oh Santísimo Corazón de


Jesús! tened piedad de mí. »
(loo dias por cada vez. Fio IX.)

X. « ¡Oh dulce Corazón de Ma-


ría! Sed la salvación mía. »
(3 00 dias por cada vez Pbo 1852.)

Sexta Parte de la Misa

La antífona llamada Comunión es


un himno de acción de gracias;
mientras el Sacerdote la reza, diga-
mos la siguiente

ORACIÓN

X. Yo N. N. con objeto de mos-


traros mi agradecimiento y reparar
mis infidelidades, os doy mi corazón
LA LLAVE DEL CIELO 149

y me consagro enteramente á Vos


¡oh amado Jesús mio! y con los auxi-
lios de vuestra gracia me propongo
no volver más ä pecar.
Croo dios una vez cada dia con coraziin contrito
VII, 1817. A. á los D.)

El Sacerdote se vuelve hacia el


pueblo y dice:
V El Señor sea con vosotros.
» Y con tu espíritu.

Mientras el Sacerdote reza la Pos-


cc munión, se dirá la siguiente

ORACIÓN

e Señor mio Jesucristo, Padre


dulcísimo de mi alma, por el gozo
que tuvo vuestra querida Madre,
160 LA LLAVE DEL CIELO

cuando á ella os aparecisteis la sa-


grada noche de vuestra Resurrección,
y por el gozo que experimentó al ve-
ros lleno de gloria con la luz de la
Divinidad, os pido me iluminéis con
los Dones del Espíritu Santo, para
que pueda cumplir vuestra voluntad
en todos los días de mi vida. Conce-
dedme, Señor, esta gracia, por los
méritos de vuestra Pasión y Muerte,
Vos, que vivís y reináis por los si-
glos de los siglos. Amén.
(Esta oración tiene concedidas muchas indulgen-
cias.)

El Sacerdote se vuelve hacia el


pueblo y dice:
X" El Señor sea con vosotros.
13/ Y con tu espíritu.
Y Idos se acabó la Misa.
II LLAVE DEL CIELO 161

» Demos gracias ä Dios.


En la Misa en que no hay Gloria,
se dice:
Y Bendigamos al Señor.
4 Demos gracias ä Dios.

En las de difuntos, se dice:


Y Que descanse en paz.
131Así sea.

Mientras el Sacerdote dice: tPla-


ceat tibi» etc. y dá al pueblo la ben-
dición, hagamos al Eterno Padre el
siguiente
Ofrecimiento

X. Eterno Padre, os ofrecemos


la Sangre preciosísima de Jesucristo
derramada por nosotros con tanto
amor y dolor de la llaga de su mario
152 LA LLAVE DEL CIELO

derecha, y, por sus méritos y virtud,


suplicarnos ä vuestra divina Majes-
tad nos conceda la Santa Bendición,
ä fin de que por virtud de ella poda-
mos ser defendidos de nuestros ene-
migos y libertados de todos los ma-
les diciendo: «La Bendición de Dios
Omnipotente, Padre, Hijo y Espiri-
tu Santo, descienda sobre nosotros y
permanezca siempre.) Amén.
(roo dias por cada vez. León XII, 1823. A. d
los D.)

Para ganar estas indulgencias, hay


que rezar, después de la dicha Ora-
ción, un Padre nuestro, Ave María
y Gloria Patri ä la Santísima Tri-
nidad, en acción de gracias por todos
los beneficios recibidos.
Último Evangelio
El Señor sea con vosotros.
LA LLAVE DEL CIELO 153

Y con tu espíritu.
,7 Principio del Santo Evange-
lio, según San Juan.
iy Gloria á Vos Señor.
Én el principio era el Verbo, y el
Verbo estaba en Dios, y el Verbo
era Dios. Él estaba en el principio
con Dios. Por Él fueron hechas to-
das las cosas, y sin Él no se ha he-
cho cosa alguna de cuantas han sido
hechas. En Él estaba la vida, y la
vida era la luz de los hombres, y es.
ta luz resplandece en las tinieblas, y
las tinieblas no la comprendieron.
Hubo un hombre enviado de Dios,
que se llamaba Juan. Este vino como
testigo para dar testimonio de la luz,
á fin de que todos creyesen por él.
No era él la luz, sino enviado para
164 LA LLAVE DEL CIELO

dar testimonio de la luz. El Verbo


era la luz verdadera, que alumbra
ä todo hombre que viene ä este mun-
do. En el mundo estaba, y el mundo
fué hecho por Él, y el mundo no le
conoció. Vino ä lo que era suyo, y
los suyos no le recibieron. Pero ä
cuantos le recibieron, les dió poder
de hacerse hijos de Dios; ä los que
creen en su nombre, que no han na-
cido de la Sangre ni de los apetitos
de la carne, ni del querer del hom-
bre, sino de Dios. Y el Verbo se hi-
zo carne, y habitó entre nosotros; y
vimos su gloria, gloria como de Uni-
génito del Padre, lleno de gracia y de
verdad.
Demos gracias ä Dios.
LA LLAVE DEL CIELO 155

Preces
Que por mandato de su Santidad deben
recitarse de rodillas, alfa de cada
Misa rezada.

e El Sacerdote reza con el pue-


blo tres veces el Ave María.
Una vez la Salve.
Después lo siguiente:
Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
IV Para que seamos dignos de
las promesas de Jesucristo.
Oremos

Oh Dios, que sois nuestro refugio


y fortaleza, dirigid una mirada pro-
picia á este pueblo que clama á Vos;
y mediante la intercesión de la glo-
156 LA LLAVE DEL CIELO

riosa é inmaculada Virgen María,


Madre de Dios, de su esposo San
José, de vuestros bienaventurados
apóstoles San Pedro y San Pablo y
de todos los Santos, escuchad mise-
ricordiosa y benignamente las sú-
plicas que á Vos elevamos por la
conversión de los pecadores y por
la exaltación de nuestra Santa Ma-
dre la Iglesia. Por el mismo Jesucristo
nuestro Señor. Amén.

Invocación ä San Miguel

¡Oh glorioso Arcángel San Mi-


guel! defiéndenos en el combate, y
sé nuestro auxilio contra la malicia
y las asechanzas del demonio. Su-
plicamos rendidamente que , Dios
nuestro Señor le haga sentir la fuer-
LA LLAVE DEL CIELO 167

za de su imperio: y tú, Príncipe de la


milicia celestial, con el poder divi-
no que se te ha comunicado, preci-
pita en los infiernos ä Satanás y de-
más espíritus malignos, que libre-
mente circulan por el mundo, procu-
rando la perdición de las almas.
Amén.
(i oo dios por cada vez. León X111, 1884.)
Oración para después de la Misa.

Postrado humildemente en vues-


tra presencia, ¡oh amorosísimo Dios
mío! os doy gracias por haberme
permitido asistir hoy al Santo sacri-
ficio de la Misa, y os ruego, por la
preciosísima Sangre de vuestro ino-
cente Unigénito, que místicamente
acaba de ser inmolado en este altar,
168 LA LLAVE DEL CIELO

os dignéis perdonar mis pecados y


los de mis parientes, bienhechores,
amigos y enemigos; colmarnos á to-
dos de vuestras gracias y bendicio-
nes en esta vida y en la otra, y po-
ner término á los tormentos de los
fieles difuntos que gimen en el Pur-
gatorio, concediéndoles el lugar del
refugio y de la luz eterna. Amén.

Ofrecimientos
á la Santisirna Trinidad.

Para después de la Misa.

X. Ofrezcamos á la Santísima
Trinidad los méritos de Jesucristo, en
acción de gracias por la preciosa
Sangre que el divino Jesús derramó
por nosotros en el huerto de las Oli-
LA LLAVE DEL CIELO 159

vas; y por esos mismos méritos, im-


ploremos de la Divina Majestad, el
perdón de nuestros pecados.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria, etc.

Ofrezcamos á la Santísima Trini-


dad los méritos de Jesucristo, en ac-
ción de gracias por la afrentosa
muerte que sufrió por nosotros en la
Cruz; y por esos mismos méritos im-
ploremos de la Divina Majestad la
remisión de las penas debidas á nues-
tros pecados.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria, etc.
Ofrezcamos á la Santísima Trini-
dad los méritos de Jesucristo, en ac-
ción de gracias por la inefable cari-
160 LA LLAVE DEL CIELO

dad con que este Divino Salvador


bajó del Cielo á la tierra para hacer-
se hombre, sufrir y morir en la Cruz
por nosotros; y por estos mismos
méritos, supliquemos á la Majestad
divina, nos conceda después de la
muerte la felicidad de los bienaventu-
rados.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri, etc.
(zoo días por cada vez. León XLI 1823 A. tí los
D.)
it*4e*mt"ee-ieitee*+--eii43

EJERCICIO PARA LA CONFESIÓN Y COMUNIÓN

Oraciones para antes del Exámen


de Conciencia.
Himno al Espíritu Santo.

X. Ven, Deidad suprema


Espíritu Santo,
Y á la tierra envía
De tu luz los rayos.
Padre de los pobres,
De riquezas franco,
11
162 LA LLAVE DEL CIELO.

Cuya lumbre ilustra


Corazones mansos.
Singular Consuelo,
Refrigerio grato
Y huesped del alma
Dulce y regalado.
Ven, descanso alegre,
Para los trabajos,
Del calor refresco,
Y solaz del llanto.
Ven, lumbre divina
Penetra abrasando
Nuestros corazones,
Intimo regalo.
Sin tu luz, el hombre
Pierde el ser humano,
Pues su vida es muerte
De continuos darlos.
Riega Tú lo estéril,
LA LLAVE DEL' CIELO 163

Lava lo manchado,
Y nuestras heridas
Sana con tus manos.
La aspereza ablanda,
Calienta lo helado,
Y los pasos rige
Del descaminado.
Concede ä tus fieles,
Que en tí confiamos,
De tus siete dones
El tesoro sacro.
Danos tus virtudes
Con mérito, y dános
Saludable muerte
Y eterno descanso
NOTA.—Este Himno, que es el
mismo que está en la página 48 con
diferente traducción, tiene concedi-
dos ioo días de indulgencia por ca-
144 LA LLAVE DEL CIELO

da vez, y 3 00 en el día de Pentecos•


tés y demás días de su octava. Pío
VI, 796. A. á los D.
ORACIÓN

¡Oh Espíritu Santo! fuente de res-


plandores eternos! dignäos iluminar,
con un rayo de vuestra luz, mi enten-
dimiento, para que conozca yo todos
mis pecados tan distintamente como
los conoceré cuando me sea forzoso
parecer ante Vos para ser juzgado.
Haced, ¡oh Dios santísimo! que ad-
vierta el mal que he hecho, y el bien
que he dejado de hacer; haced que
vea el número y la enormidad de
mis infidelidades y negligencias en
vuestro servicio: haced que yo sepa
cuántas veces y hasta que punto he
LA LLAVE DEL CIELO 165

ofendido á mi prójimo, el daño que


me he causado á mí mismo, y las fal-
tas que he cometido contra las obli-
gaciones y los deberes de mi profe-
sión y estado.

Examen de Conciencia

Se examinará cuidadosamente la
conciencia, recorriendo los diez man-
damientos de la Ley de Dios, los
cinco de la Iglesia y las obligaciones
propias del estado de cada cual. En
cada precepto examinará las veces
que le ha quebrantado con pensa-
mientos, con palabras, con obras y
con omisiones. El número de veces
que en cada uno ha pecado, si ha si-
do en materia grave ó leve, y las
ci rcunstancias del sujeto, de la mate-
166 LA LLAVE DEL CIELO

na, del lugar, de los medios de que


se sirvió para pecar, del fin que en el
pecado tuvo, del modo y del tiempo.
Examinará con especialidad si con
sus malas acciones ha escandalizado
á su prójimo, moviéndole á pecar.

PRIMER MANDAMIENTO

Acerca de este mandamiento exa-


minará si adora 6 cree en ídolos
dioses falsos; si cree alguna cosa
contraria ä la fé, ó pone en duda sus
misterios; si lee, 6 tiene en su poder,
libros prohibidos; si ignora la doc-
trina cristiana; si no hace actos de
fé, esperanza y caridad, desconfía
de la misericordia de Dios, ó recibió
algún sacramento sin las disposicio-
nes debidas.
LA LLAVE DEL CIELO 167

SEGUNDO MANDAMIENTO

Examine si juró faltando á la ver-


dad 6 á la necesidad; si juró algu-
na cosa mala; si hizo votos ó jura-
mentos que no haya cumplido; si
profirió palabras injuriosas contra
Dios y sus Santos; si faltó ä Nues-
tro Señor no teniendo en el templo
el respeto debido.

TERCER MANDAMIENTO

Recuerde si dejó de oir misa en


algún domingo 6 día festivo; si traba-
jó en los días en que no está permi-
tido, ó bien si obligó ä sus depen-
dientes ó domésticos á que trabaja-
sen.
168 LA LLAVE DEL CIELO

CUARTO MANDAMIENTO

Examine si no obedeció ä sus pa-


dres y superiores en las cosas en que
debe hacerlo; si no los socorrió en
sus necesidades; si los maldijo, burló
de ellos, ó les levantó la mano; si
trató de tomar estado sin pedirles su
consejo y bendición. Si, siendo supe-
rior ó padre de familia, no alimentó á
sus hijos e, inferiores; no les enseñó y
dió colocación; no les corrigió sus ex-
cesos, ó si les escandalizó con sus
malas obras.
QUINTO MANDAMIENTO

Vea si se deseó la muerte ú otro


mal grave á si mismo, ó al prójimo;
LA LLAVE DEL CIELO 169

si mató, hirió ó dió golpes, si tuvo ó


tiene odio contra alguien; si se em-
briagó ó comió cosas nocivas á su
salud; si puso en peligro su vida; si
se desafió ó batió en duelo; si ä sí
mismo, ó ä otro, maldijo.

SEXTO MANDAMIENTO

Recuerde si advertidamente se de-


leitó en pensamientos impuros, aun-
que no intentase hacer lo que pensa-
ba; si habló 6 cantó cosas torpes, ú
oyó con gusto que otros lo hicieren;
si leyó, oyó leer, 6 tiene, libros obs-
cenos ó estampas provocativas; si
consigo mismo, ó con otros, incurrió
en acciones deshonestas, 6 deseó eje-
cutarlas. Miren, los casados, si han
faltado en algo al matrimonio.
170 LA LLAVE DEL CIELO

SÉTIMO MANDAMIENTO

Mire si tomó alguna cosa de otro


contra su voluntad; si de cualquier
manera le hizo daño en sus bienes;
si ha comprado á sabiendas cosa ro-
bada; si no ha devuelto las halladas.
Todos los hurtos ó daños ocasiona-
dos deben restituirse cuanto antes.
Si ha deseado quitar algo.

OCTAVO MANDAMIENTO

Examine si ligeramente ó sin fun-


damento juzgó mal de su prójimo; si
contó ú oyó contar sus defectos; si
le infamó, calumnió, contumelió 6
descubrió sus secretos. También aquí
hay que restituir. Si ha mentido y si
ha sido con perjuicio para alguien.
LA LLAVE DEL CIELO 171

Los mandamientos 9 • 0 y 10 van


incluídos en el 6.° y 7. 0
Debe también examinarse sobre
el precepto de la Confesión anual, de
la Comunión en el tiempo pascual,
sobre los ayunos, abstinencias y pro-
miscuaciones; y aun sobre las asocia-
ciones á que pertenece y compromi-
sos de partidos que abrazó, quizás
con grave detrimento de su alma,
faltando á las leyes de la Iglesia, é
incurriendo hasta en excomuniones;
preguntando en caso de duda á un
confesor discreto y virtuoso.

Oración para alcanzar el dolor


de los pecados.

Señor mío Jesucristo, mi Dios y


mi Salvador, aquí tenéis, rendido ä
172 LA LLAVE DEL CIELO

vuestros piés, un miserable pecador,


ingrato y rebelde hasta ahora á vues-
tros beneficios y llamamientos. Ven-
go ä Vos como pobre al rico, como
miserable al misericordioso, como el
más desgraciado hijo al mejor de to-
dos los padres, como enfermo al mé-
dico, como infeliz pecador á mi Dios
y Redentor. ¡Oh Dios mío! tened
misericordia de mí, favorecedme con
un gran dolor de mis culpas en ésta
confesión que voy ä hacer; dädme,
Señor misericordioso, lágrimas de
verdadera penitencia, con que me
acuse de haberos ofendido, y dolor
de todos mis pecados. Volvedme,
Señor, volvedme ä vuestra gracia,
recibidme en vuestra amistad, no mi-
réis mis iniquidades, sino la grande-
LA LLAVE DEL CIELO 173

za de vuestra misericordia! Virgen


Santísima de los Dolores, por lo mu-
cho que padecistéis al pié de la Cruz,
conseguidme del Señor un gran do-
lor de mis pecados ä fin de que ha-
ga una fructuosa y santa confesión.
Santo Angel de mi guarda, y San-
tos todos de la Corte celestial, in-
terceded por mí. Amén.
Oración ä Nuestra Señora del
Perpétuo Socorro
para implorar su auxilio

X. ¡Oh excelentísima, gloriosísima,


santísima y siempre preciosa Virgen
María! ¡Madre de nuestro Señor Je-
sucristo, Reina del mundo y Señora
de toda criatura! que á ninguno aban-
donáis, á ninguno despreciáis, ni de-
174 LA LLAVE DEL CIELO

jáis desconsolado ä ninguno que re-


curra á Vos con corazón humilde y
puro No me desechéis por mis gra-
vísimos é innumerables pecados, no
me abandonéis por mis muchas ini-
quidades, ni por la dureza é inmun-
dicia de mi corazón me alejéis de
vuestra gracia y de vuestro amor,
pues soy vuestro siervo.
Escuchad á este miserable que
confía en vuestra misericordia y pie-
dad: socorredme, oh piadosísima
Virgen María, en todas mis tribula-
ciones, angustias y necesidades, y al
canzadme de vuestro querido Hijo,
omnipotente Dios y Señor nues-
tro, Jesucristo, la indulgencia y la re-
misión de todos mis pecados y la
gracia de vuestro amor y temor, la
LA LLAVE DEL CIELO 178

salud y la castidad del cuerpo, y el


verme libre de todos los peligros del
alma y del cuerpo. En los últimos
momentos de mi vida sedme pia-
dosa auxiliadora, y librad de la
eterna oscuridad y de todo mal mi
alma, y las almas de mis padres, her-
manos, amigos, parientes y bienhe-
chores, así míos como de todos los
fieles vivos y difuntos, con el auxilio
de Aquél que por espacio de nueve
meses llevasteis en vuestro purísimo
seno, y con vuestras manos reclina-
teis en el pesebre, vuestro Hijo y
Señor nuestro Jesucristo, que es ben-
dito por los siglos de los siglos.
Amén.
(I 00 &as,una vez al dia,)
176 LA LLAVE DEL CIELO

Salmo 50 de David penitente

¡Piedad! ¡Piedad, Dios mío!


¡piedad el alma implora,
fiada en la grandeza
de tu misericordia!
Y pues que de piedades
tal caudal atesoras,
con ellas, de mi culpa
la fea mancha borra.
Lávame y purifica
más y más la asquerosa
llaga de mi pecado
tan torpe y hedionda...
Porque ya reconozco
su gravedad..., y contra
mí tengo siempre viva
la funesta memoria.
¡Pequé contra tí solo!
LA LLAVE DEL CIELO 177

sólo ä tí fu F.: notoria


la maldad que á tu vista
hice, y en tu deshonra.
Y así justificada
tu palabra en mis obras,
vences, si me castigas;
vences, si me perdonas.
Mas mírame, engendrado
en culpa vergonzosa,
en culpa concebido
de madre pecadora.
Si alguna vez, Dios mío,
la verdad que en mi boca
siempre hallaste, te plugo;
si en era mas dichosa,
de tu sabiduría
las más ocultas obras
y arcanas, á mi vista
aparecieron, toma
12
178 LA LLAVE DEL CIELO

hisopo, y me rocía
con él, y verás toda
limpia y cual nieve blanca
el ánima asquerosa.
Mis ya débiles fuerzas
verás qué vigor cobran,
sonando en mis oidos
tu voz consoladora.
Aparta de tu vista
mis pecados, y borra
¡de mis iniquidades
la denegrida sombra...!
Crea un corazón limpio
en este pecho, y forma
mi espíritu de nuevo
con rectitud her6ica.
No, enojado, me arrojes
de tu vista amorosa,
ni tu Espíritu Santo
LA LLAVE DEL CIELO 179

de mí apartes ahora.
Vuélvele tu alegría,
felice precursora
de su salud, ä el alma
con fuerza vigorosa.
Y mostraré á los malos
tu ley ¡con tales obras!
que, al verlas, los impíos
spor Dios, te reconozcan.
Líbrame de la pena
tan justa, que provoca
el sangriento delito
que aflije mi memoria,
Dios y Salvador mío,
y mi lengua gozosa
dirá que tu justicia
de perdonar blasona.
Y abierta por tu mano,
mi, hasta aquí, muda boca,
180 LA LLAVE DEL CIELO

anunciará los dones


de tu misericordia.
Si tú, Señor, quisieres
sacrificios, ¿qué cosa
no sacrificaría
yo por tu honor y gloria?
No quieres holocaustos,
ni te agrada mas hostia
que un alma atribulada
y llena de congoja.
El corazón contrito
y á tí humillado, logra
tu compasión benigna,
y nunca lo abandonas.
En Sión, Señor, muestra
ya tus misericordias;
y vea alzar sus muros
Jerusalem gloriosa.
Entonces las ofrendas
LA LLAVE DEL CIELO 181

aceptarás devotas,
que el pueblo redimido
sobre tus aras ponga.
Y sobre tus altares
la audaz cuchilla corva.
inmolará mil víctimas
teñida en sangre roja.

Después de la Confesión.

ORACIÓN

Por vuestro amantísimo Corazón,


Salvador mío Jesucristo, y por los
méritos de vuestra Santísima Madre
y de todos los Santos, humildemen-
te os suplico que os sea acepta y
agradable ésta confesión que acabo
de hacer. Supla vuestra misericordia,
los defectos que por negligencia 6
182 LA LLAVE DEL CIELO

descuido en ella haya cometido, pa-


ra que por los méritos de vuestra
preciosa Sangre alcance perfecta y
plenaria absolución de todos mis pe-
cados. Amén.

Coronita en honor del Sagrado


Corazón de Jesús

X. .A7 Venid, Dios mio, á ayudar-


me.
131 Daos, Señor, priesa á soco-
rrerme.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo; ahora y
siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
I
Cuando pienso, amable Jesús mío,
LA LLAVE DEL CIELO 183

en la bondad infinita de vuestro Co-


razón, y le veo lleno de compasión
y mansedumbre para los pecadores,
siento palpitar el mío de alegría, y
me atrevo á esperar que os digna-
réis acogerme favorablemente. Mu-
chos son, ä la verdad, los pecados
que he cometido; pero ahora los de-
testo, y los lloro, como Pedro y
Magdalena, porque con ellos os he
injuriado, ä Vos que sois infinitamen-
te bueno: ¡ah! Señor, perdonádmelos,
y haced que muera antes de volve-
ros á ofender.
Un Padre nuestro, cinco Gloria
Patri y la jaculatoria siguiente:
«Corazón de mi amable Salvador,
haz que arda y siempre crezca en
mi tu amor. »
184 LA LLAVE DEL CIELO

2.a

Bendigo, Jesús mío, vuestro hu-


mildísimo Corazón, y os doy gracias
porque al dármelo por modelo, no
solamente me excitáis poderosamen-
te á imitado, sino que además me
enseñáis y allanáis con vuestras hu-
millaciones el camino del cielo. In-
grato é insensato de mí, ¡cuantas ve-
ces me he extraviado! Perdonadme,
Dios mío; ya no más soberbia ni
ambición: quiero de hoy más se-
guiros en las humillaciones con ren-
dido corazón y alcanzar la paz y la
gracia de la salvación. Dádme la
fortaleza que necesito y bendeciré
eternamente vuestro adorable Cora-
zón.
LA LLAVE DEL CIELO 185

Un Padre nuestro, cinco Gloria


Patri y la jaculatoria (Corazón
etc.»

3.a
Admiro, Jesús mío, vuestro pa-
cientísimo Corazón, y os doy gracias
por tantos y tan sublimes ejemplos
de paciencia como me habéis dejado.
Me arrepiento de mi vergonzosa de-
bilidad, pues no sé sufrir la más lije-
ra pena. Infundid, ¡oh buen Jesús!
en mi corazón un fervoroso y cons-
tante amor á las tribulaciones, á las
cruces, ä la mortificación y ä la peni-
tencia para que siguiéndoos hasta
el Calvario, llegue con Vos ä la glo-
ria y al gozo de la patria Celestial.
Un Padre nuestro, cinco Gloria
186 LA LLAVE DEL CIELO

Patri y la jaculatoria «Corazón


etc. »
4.a

Al contemplar, amado jesús mío,


vuestro mansísimo Corazón, el mío,
que tan poco se le parece, me cau-
sa horror. ¡Ay, cuántas veces con
sólo una sombra, con un gesto, con
una palabra de contradicción me
turbo y quejo! Perdonadme, Señor,
mis ímpetus y arrebatos, y haced
que de aquí en adelante, en toda
contrariedad que tuviere, imite vues-
tra inalterable mansedumbre, y que
de esta suerte llegue á gozar de per-
pétua y santa paz,
Un Padre nuestro, cinco Gloria
Patri y la jaculatoria «Corazón
etc.»
LA LLAVE DEL CIELO 187

5.a

Alaben todos, Jesús mío, con can-


tares de gloria vuestro generosísimo
Corazón, vencedor de la muerte y
del infierno, que harto digno es de
toda alabanza. Yo me confundo aho-
ra, más que nunca, viendo cuan pusi-
lánime soy, pues un simple que di-
rcin, ó cualquier otro respeto huma-
no, me causa temor; pero no será
más ast. A Vos acudo por ánimo y
fortaleza para combatir y vencer en
la tierra, y después triunfar gozoso
con Vos en el cielo.
Un Padre nuestro; cinco Gloria
Patri y la jaculatoria «Corazón
etc.»
188 LA LLAVE DEL CIELO

6.a

Dirijámonos ahora á María, y lle-


nos de confianza, digámosle con toda
la efusión de nuestra alma:
Alcanzadme ¡oh María, madre san-
tísima de Dios y madre nuestra! al-
canzadme, por las inefables excelen-
cias de vuestro dulcísimo Corazón,.
una devoción sólida y constante pa-
ra con el Sagrado Corazón de vues-
tro Hijo Jesús; de modo que, unido
con Él y en Él escondido con todos
mis pensamientos y afectos, cumpla
fielmente todos mis deberes, y sir-
va siempre con fervor á Jesús y es-
pecialmente en este día.
Y Corazón de Jesús, abrasado
en nuestro amor.
LA LLAVE DEL CIELO 189

IV Inflamad en el vuestro, nues-


tros fríos corazones.

ORACIÓN

Os rogamos, Señor, que el Espí-


ritu Santo nos inflame con aquel fue-
go que Jesucristo Señor Nuestro de-
rramó sobre la tierra desde lo íntimo
de su Corazón, y que quiso ver viva-
mente encendido Aquél que con Vos
y con el mismo Espíritu Santo vive
y reina por los siglos de los siglos
mén.
(300 dias por cada vez. Pio VII z817. A. (E
los D.)

Oración ä los Santos Apóstoles


San Pedro y San Pablo.

I. P. ¡Oh Santos apóstoles Pe.


190 LA LLAVE DEL CIELO

dro y Pablo! yo N. N. os elijo hoy


para siempre por mis especiales pro-
tectores y abogados: y me alegro
humildemente tanto con Vos, San Pe-
dro, príncipe de los Apóstoles, por-
que sois aquella Piedra, sobre la cual
edificó Dios su Iglesia, como con
Vos, San Pablo, escogido por Dios
para Vaso de elección y predicador
de la verdad en todo el mundo. Al-
canzadme, os suplico, una fé viva,
una esperanza firme, y una caridad
perfecta, un total desprendimiento
de mí mismo, el desprecio del mun-
do, la paciencia en las adversidades,
la humildad en la prosperidad, la
atención en la oración, la pureza de
corazón, la rectitud de intención en
el obrar, la diligencia en el cumpli-
LA LLAVE DEL CIELO 191

miento de los deberes de mi estado,


la constancia en los propósitos, la
resignación á. la voluntad de Dios y
la perseverancia en la divina gracia
hasta la muerte; para que, mediante
vuestra intercesión y vuestros méri-
tos gloriosos, pueda vencer las ten-
taciones del mundo, del demonio y
de la carne y me haga digno de pre-
sentarme ante el supremo Eterno
Pastor de las almas, Jesucristo, que
con el Padre y el Espíritu Santo vive
y reina por los siglos de los siglos,
para gozarle y amarle eternamente.
Amén.
Un Padre uuestro, un Ave María
y un Gloria Patri
(Pío VI, en 1778, concedió .roo dias de indulgen-
cia d los fieles que rezaren contritos d lo minas una vez
al día esta Oración con un Padre nuestro, Ave María
Gloria. Y una Indulgencia Plenaria en cualquier
192 LA LLAVE DEL CIELO

fiesta de San Pedro ó de San Pablo,ó en uno de los nue-


ve días precedentes, 6 bien en la octava siguiente, si
confesados y comulgados visitaren con devoción una
Iglesia ó altar dedicado á dichos Santos Apóstoles, y
allí rezaren la mencionada Oración etc., rogando por
la Santa Iglesia y poi el Sumo Pontífice.)

Ejercicio para la Comunión

Prepararse para comulgar es nada


menos que preparar el alma para ser
templo real y efectivo del mismo
Dios. Obra la más grande que se
puede imaginar y digna de toda nues-
tra atención.

Oración para ofrecer la Comunión


antes de Comulgar.
¡Oh Jesús mío, Dios infinitamente
Santo, infinitamente adorable y So-
berano Señor del universo 1 os ofrez-
co la Comunión de este día, á fin de
LA LLAVE DEL CIELO 193

alcanzar el amor de vuestro Sagrado


Corazón, el imitar mejor vuestras vir-
tudes y vivir una vida interior; os la
ofrezco en desagravio de todas las
irreverencias y profanaciones que se
han cometido contra Vos en el Sa-
cramento de la Eucaristía, y de aque-
llas especialmente de que yo mismo
soy culpable; os la ofrezco por la
exaltación de la Iglesia, vuestra es-
posa, por la conversión de los pe-
cadores, y en sufragio de las almas
del Purgatorio; os la ofrezco por N.; y
ruego juntamente por las intenciones
señaladas para ganar todas las indul-
gencias que pueda.
194 LA LLAVE DEL CIELO

Acto de Contrición de San


Francisco Javier
No me mueve mi Dios etc. Pá-
gina 44.
ORACIÓN

e ¡Oh amantisimo Jesús miol


hasta qué punto etc. Página 137.

A la Santísima Virgen Maria

ORACIÓN

e ¡Oh bienaventurada Virgen


María! 9uién podrá jamas digna-
mente alabaros y darós gracias por
aquel singular consentimiento vues-
tro con que socorristeis al mundo
LA LLAVE DEL CIELO 195

perdido? Qué elogios podrá tribu-


taros la frágil naturaleza humana,
por haber recobrado, por medio de
Vos, la vida y la salud? Aceptad, no
obstante, estas nuestras acciones de
gracias, aunque muy débiles y des-
proporcionadas á vuestros grandes
méritos, y después de haber acogi-
do nuestros obsequios, dignäos in-
terceder con vuestras oraciones por
el perdón de nuestras culpas. Ofre-
ced á la divina clemencia nuestras sú-
plicas, y alcanzadnos el remedio de
la reconciliación. Sea por Vos de
Dios aceptado todo cuanto por vues-
tra intercesión le pedimos; y por
vuestros méritos nos conceda todo
lo que imploramos con viva fé. Aco-
ged nuestros ofrecimientos, oid nues-
196 LA LLAVE DEL CIELO

tras súplicas, alentadnos en nuestros


temores, toda vez que sois la úni-
ca esperanza de los pecadores. Por
vuestra intercesión esperamos el
perdón de nuestros pecados, y en
Vos, ¡oh Virgen Santísima? ponemos
la confianza de nuestra eterna salva-
ción. ¡Oh Santa María! Socorred ä
los miserables, ayudad ä los débiles,
consolad ä los afligidos, rogad por el
pueblo, intervenid por el Clero, in.
terceded por el devoto sexo femeni-
no. Gocen de vuestro eficacísimo pa-
trocinio los que frecuentemente acu-
den ä Vos. Prestäos con buena vo-
luntad y prontitud ä los deseos del
que os ruega, y alcanzad que sus sú-
plicas sean oídas. Sea vuestro asi-
duo cuidado rogar por el pueblo
LA LLAVE DEL CIELO 197

de Dios, toda vez que merecisteis,


;oh dichosísima Virgen! llevar en
vuestras entrañas al Redentor del
mundo, que vive y reina por todos
los siglos de los siglos. Amén,
(so días cada vez. Pío IX, ,r8s4.)
¡Qué dichoso sería yo, Virgen san-
ta, amable Madre mía, si pudiese te-
ner disposiciones semejantes ä las
vuestras, 6 experimentar alguno de
aquellos sentimientos de que está-
bais animada cuando vino ä habitar
en Vos el Salvador del mundo! ¡Aho-
ra voy yo ä recibir á ese Santo de
los Santos, á ese esposo de las almas
castas, esa carne virginal formada
en vuestro seno; pero ¡ay! al paso
que todo cuanto en Vos le atraía,
vuestra humildad, vuestra fé, vues-
198 LA LLAVE DEL CIELO

tra pureza angelical; en mí todo le


rechaza, todo es indigno de sus mi-
radas y de su santidad. Pedidle, pues
que me purifique, que me santifique;
decidle, en mi favor, lo que en otro
tiempo le dijisteis en favor de los es-
posos de Canä; y Él cambiara en fer-
vor mis lánguidas disposiciones y
mi tibieza en caridad; y después po-
dré cantar con Vos: tEl que me crió
ha descansado en mi tabernáculo: et
Todopoderoso ha hecho brillar sobre
mí sus maravillas: ¡bendito sea su
santo nombre!»

Actos para antes de Comulgar.

ACTO DE FE

Señor mío Jesucristo, creo firme-


LA LLAVE DEL CIELO 199

mente que voy á recibir en la Comu-


nión vuestro Cuerpo, vuestra San-
gre, vuestra Alma y vuestra Divini-
dad; créolo porque Vos lo habéis di-
cho, y estoy pronto ä dar mi vida pa-
ra sostener esta verdad.

ACTO DE HUMILDAD

Señor mío Jesucristo, ¿Cómo me


atreveré ä acercarme á Vos, después
de haberos ofendido tantas veces?
No, yo no merezco que entréis en
mi corazón; pero decid una sola pa-
labra, y mi alma será sana.

ACTO DE CONTRICIÓN

Dios mío, yo siento un grandísi-


mo dolor de haberos ofendido, por.
200 LA LLAVE DEL CIELO

que sois infinitamente bueno é infini-


tamente amable, y quisiera antes ha-
ber muerto que haber pecado; y for-
mo una firme resolución de no ofen-
deros más, mediante vuestra divina
gracia, y de hacer penitencia.

ACTO DE AMOR

¡Oh divino Jesús! que me habéis


amado hasta morir para rescatarme,
y hasta alimentarme con vuestro
Cuerpo adorable; os amo con todo
mi corazón sobre todas las cosas, y
quiero vivir y morir en vuestro amor.

ACTO DE DESEO

Venid ¡oh Jesús mío! venid á to-


mar posesión de mi corazón, de es-
LA LLAVE DEL CIELO 201

te corazón que desea ardientemente


unirse á Vos.

JACULATORTA -
r ?3

e «jesús mío, misericordia!»


(roo días cada vez. Pío IX. re36)

Actos para después de la Comunión

Recójase el cristiano en su cora-


zón ä los piés del Señor, que acaba
de recibir, y no salga de allí, ni se
ocupe en leer libro alguno, mientras
pueda permanecer recogido en su
interior hablando con su Dios. Si no
puede recojerse, 6 su recogimiento
dura poco, lea con atención y fervor
las siguientes oraciones.
202 LA LLAVE DEL CIELO

ACTO DE ADORACIÓN

;Oh Señor y Dios mío! Vos os ha-


béis humillado hasta el extremo de
uniros conmigo, que no soy más que
polvo y ceniza: yo reconozco vuestra
grandeza infinita, os adoro y me hu-
millo profundamente delante de Vos.

ACTO DE AGRADECIMIENTO

Yo os doy gracias, ¡oh Señor mío


Jesucristo! con todo el agradecimien-
to de que es capaz mi corazón, por
los beneficios que me habéis hecho,
y en particular, por la bondad infini-
ta con que os habéis dado á mí en la
comunión que acabo de recibir. Qué
os daré, ¡oh mi divino Salvador! por
LA LLAVE DEL CIELO .203

todos los bienes que de Vos he reci-


bido?
ACTO DE OFRENDA

Yo os ofrezco, ¡oh mi divino Sal-


vador! mis acciones, mis pensamien-
tos, mis deseos, mis afectos, y en una
palabra, todo lo que soy y todo
cuanto poseo. Vos acabáis de daros
á mí;¿qué cosa más justa, pues, que
yo me dé para siempre ä Vos?

ACTO DE PETICIÓN

Después del beneficio que acabáis


de concederme, ¡oh mi divino Jesús!
no me neguéis la dicha de perseverar
en vuestro santo amor. Yo os pido
la gracia de cumplir bien los debe-
res de mi estado, de corregirme de
204 LA LLAVE DEL CIELO

mis malos hábitos, y de no tener ja-


más la desgracia de cometer pecado
mortal. Recibid benignamente las sú-
plicas que os dirijo por mis padres,
mis superiores, mis amigos y mis
enemigos. Acordáos, también ;oh
Dios mío! de las almas que sufren en
el Purgatorio Así sea.

Oración que decía frecuentemente


San Ignacio.
X. Alma de Cristo, santifícame
etc. Página 144.
Oración ä Jestis Crucificado
después de la Comunión.
I. P. Mirádine, oh mi amado y
buen Jesús, postrado etc. Página 141.
LA LLAVE DEL CIELO 205

OFRECIMIENTO DE SAN IGNACIO

e Tomad, Señor, y recibid to-


da mi libertad, etc. Página 1o6.

Coronita de actos de Amor de Dios.

I. P. 1. Dios mío, Sumo Bien,


quisiera haberos amado siempre.
2. Dios mío, detesto el tiempo
en que no os amé.
3. Cómo he podido vivir tanto
tiempo sin vuestro santo amor?
4. Y Vos, Dios mío, Como pu-
distéis sufrirme?
5. Os doy las gracias, Dios mio,
por vuestra gran paciencia.
Mas ahora quiero amaros
siempre.
206 LA LLAVE DEL CIELO

7. Deseo morir antes que dejar


de amaros.
8. Quitadme, Dios mío, la vida,
cuando haya de dejar de amaros.
9. Una gracia os pido y es la de
amaros siempre.
1 o. Con vuestro amor seré di-
choso.
Gloria Patri, etc.

1. Deseo, Dios mío,. veros ama-


do de todos.
2. Dichoso yo, si pudiese dar
mi sangre para que todos os amasen.
3. El que no os ama, es verda-
deramente ciego.
4. Iluminadme, Dios mío.
5. Es una verdadera desgracia
el no haberos amado, Bien Sumo.
LA LLAVE DEL CIELO 207

6. Yo, Dios mío, no quiero ser


del número de aquellos infelices ob-
cecados que no os aman.
7. Vos, Dios mío, sois mi ale-
gría, y todo mi bien.
8. Quiero ser todo vuestro pa-
ra siempre.
9. Ñuién podrá jamás separar-
me de vuestro santo amor.?
o. Venid, criaturas todas, á
amar á mi Dios.
Gloria Patri etc.

1. Quisiera Dios mío, tener mil


corazones para amaros.
2. Quisiera tener los corazones
de todos los hombres para amaros.
3. Me alegraría que hubiese más
mundos para que todos os amasen.
208 LA LLAVE DEL CIELO

4. Dichoso el que pudiese ama-


ros con los corazones de todas las
criaturas posibles.
5. Vos lo merecéis, Dios mío.
6. Mi corazón es demasiado po-
bre y frío para amaros.
7. ;Oh fatal frialdad de los hom-
bres en amar al Sumo Bien!
8. ;Oh deplorable ceguedad de
los mundanos, que no conocen el
verdadero amor!
9, Dichosos vosotros, morado-
res del Cielo, que le conocéis y le
amáis!
o. ¡Oh dichosa necesidad la de
amar ä Dios!
Gloria Patri etc.
LA LLAVE DEL CIELO 209

1. Cuándo será, Dios mío, que


yo arda en vuestro amor.?
2. ¡Qué feliz y venturosa suerte
sería esta para mí!
3. Mas ya que no sé amaros,
me gozo de que haya tantos otros
que os amen verdaderamente con
todo su corazón.
4. Tengo un gozo especial en
que seais amado de todos los ánge-
les y bienaventurados del cielo.
5. Yo uno mi pobre corazón
con el corazón de todos ellos.
6. Quiero amaros de un modo
especial, con el amor con que os
amaron aquellos Santos' que estuvie-
ron más enamorados de Vos.
7. Y así, quiero amaros con el
mismo amor con que os amaron
14
210 LA LLAVE DEL CIELO

Santa María Magdalena, Santa Cata-


lina y Santa Teresa.
8. Con aquel amor con que os
amaron San Agustín, Santo Domin-
go, San Francisco Javier, San Felipe
Neri y San Luis Gonzaga..
9. Con el mismo amor con que
os amaron los Santos Apóstoles, par-
ticularmente San Pedro, San Pablo
y el Discípulo amado.
o. Con el mismo amor con que
os amó el gran Patriarca San José.
Gloria Patri, etc.

1. Así mismo quisiera amaros


con aquel amor con que os amó Ma-
ría Santísima en la tierra.
2. Con aquel amor en particular
con que os amó cuando concibió en
LA LLAVE DEL CIELO 211

su seno virginal á vuestro divino


Hijo, y cuando le di6 al mundo, cuan-
do le amamantó, y cuando le vió.
morir.
3. Quiero amaros también con
aquel amor con que os ama y amará
siempre en el cielo.
4 Mas, para amaros á Vos,
Dios mío de infinita bondad, ni aún
esto basta.
5. Y así, quisiera amaros como
os amó el Verbo divino hecho Hom-
bre.
6. Como os amó cuando nació.
7. Como os amó cuando espiró
en la Cruz.
8. Como os ama continuamente
en aquellos sagrados Tabernáculos
donde está oculto.
212 LA LLAVE DEL CIELO

9. Con aquel mismo amor con


que os ama y os amará en el cielo
por toda la eternidad.
o. Finalmente, quiero am aros
con aquel amor con que os amáis
Vos mismo; pero ya que esto es im-
posible, haced, Dios mío, por pie-
dad, que os ame cuanto mas sepa y
pueda, y cuanto sea de vuestro agra-
do. Amén.
Gloria Patri etc.

(Pío VII en z818, concedió por una vez al día,


joo dias de indulgencia á todos los fieles que rezaren
devotamente esta corona de «Actos de amor de Dios»
con cinco Gloria Patri. Y á los que la rezaren cada
mes, á lo menos diez veces, les concedió Indulgencia
Plenaria una vez al año, el dia en que confesados y
comulgados, visitaren una Iglesia, y rogaren en ella
según la intención del Sumo Pontífice.
LA LLAVE DEL CIELO 213

Ofrecimiento
que se hard al Eterno Padre, después de
Comulgar, siempre que nos aflija
alguna tribulación

X. Eterno Padre, en unión de


toda la corte celestial, y con los co-
razones santísimos de Jesús y de Ma-
ría, deseo haberos ofrecido y ofrece-
ros desde toda la eternidad y por to-
da la eternidad la Sangre preciosísi-
ma de Jesucristo, sus méritos infini-
tos y los de la Iglesia, en satisfacción
de nuestros pecados y de los de to-
do el mundo, por el rescate de todas
las ánimas del Purgatorio, y en ac-
ción de gracias porque habéis con-
cedido á nosotros, y á todos los
hombres presentes, pasados y veni-
214 LA LLAVE DEL CIELO

deros, todos los dones, gracias y mi-


sericordias que son de vuestra ma-
yor gloria, y de mayor santificación
para todas las almas
Señor, aunque tenemos muy me-
recidos vuestros castigos, os roga-
mos, por esa divina Sangre y méri-
tos que os ofrecemos, que nos mi-
réis con piedad y misericordia en las
presentes tribulaciones,. y pues ha-
béis formado de todo el mundo un
solo rebaño, y nos habéis dado un
solo Pastor, haced que viviendo to-
dos en la fé, en la esperanza y en la
caridad de Nuestro Señor Jesucristo
aquí en la tierra, nos juntemos des-
pués todos en el cielo para cantar
eternamente vuestras divinas mise-
ricordias Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 215

(7 aros y 7 cuarentenas por cada vez. Pío IX,


1848.)

Ejercicio en honor del doloroso


Corazón de la Virgen Maria.

que se hará después de comulgar, para alcanzar


por su intercesión todas las Vi rthdes
y los Dones del Espíritu Santo.

Señor, venid en nuestra ayuda.


» Apresuraos, Señor, ä soco-
rrernos.
Gloria Patri, et Filio etc.

e Os compadezco, ¡oh dolorosa


María! por la aflicción que vuestro
tierno corazón padeció al oir la pro-
fecía del Santo anciano Simeón.
216 LA LLAVE DEL CIELO

Amada Madre, por vuestro afligido


corazón, alcanzadme la virtud de la
humildad y el don del Santo Temor
de Dios. Ave María etc.
2.°

Os compadezco, ¡oh dolorosa Ma-


ría! por las angustias que sufrió vues-
tro sensibilísimo corazón en la huida
y permanencia en Egipto. Amada
Madre, por vuestro corazón tan an-
gustiado, alcanzadme la virtud de la
liberalidad, especialmente para con
los pobres, y el don de piedad. Ave
María etc.
3.°
Os compadezco, ¡oh dolorosa Ma-
ría! por las congojas que experimen-
LA LLAVE DEL CIELO 217

tó vuestro solícito corazón, cuando


perdisteis ä vuestro amado Jesús.
Amada Madre, por vuestro corazón
tan cruelmente agitado, alcanzadme
la virtud de la castidad, y el don de
ciencia. Ave María etc.
4.°
Os compadezco ¡oh dolorosa Ma-
ría! por la consternación que experi-
mentó vuestro maternal corazón al
encontrar ä Jesús con la Cruz ä cues-
tas. Amada Madre, por vuestro amo-
roso corazón de tal manera afligido,
alcanzadme la virtud de la jeaciencia
y el don de fortaleza. Ave María etc.
5.0

Os compadezco ¡oh dolorosa Ma-


218 LA LLAVE DEL CIELO

ría 1 por el matirio que padeció vues-


tro generoso corazón cuando asistis-
teis á Jesús en su agonía. Amada
Madre, por vuestro corazón de tal
modo martirizado, alcanzadme la vi r -
lud de la templanza y el don de con-
sejo. Ave María etc.
6.°

Os compadezco ¡oh dolorosa Ma-


ría! por la herida que sufrió vuestro
piadoso corazón con la lanzada que
desgarró el costado de Jesús é hirió
su amabilísimo corazón. Amada Ma-
dre, por vuestro corazón de tal ma-
nera lacerado, alcanzadme la virtud
de la caridad y el don de entendi-
miento. Ave María etc.
LA LLAVE DEL CIELO 219

7.0

Os compadezco ¡oh dolorosa Ma-


ría! por aquel pasmo que experimen-
tó vuestro amantísimo corazón al ver
sepultar ä vuestro divino Hijo jesús.
Amada Madre, por vuestro sagrado
corazón excesivamente lleno de amar-
gura, alcanzadme la virtud de la di-
krencia y el don de sabiduría. Ave
María etc.
Yir Rogad por nosotros Virgen
dolorosísima.
Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo,
220 LA LLAVE DEL CIELO

ORACIÓN

Os rogamos, divino Salvador Je-


sús, que la bienaventurada Virgen
Maria, cuya sacratísima alma traspa-
só en la hora de vuestra Pasión la
aguda espada del dolor, interceda
por nosotros para que nos alcance
vuestra clemencia y misericordia aho-
ra y en la hora de nuestra muerte.
Por vos, ¡oh Jesucristo Salvador del
mundo! que con el Padre y el Espíri-
tu Santo vivís y reináis por los siglos
de los siglos. Amén.
(soo días por cada vez. Pío VI) ,181.5% A. tí los D.)

Oración de Santo Tomás de Aquino


para dar gracias después de la Comunión
Gracias os doy, Señor Santo, Pa-
LA LLAVE DEL CIELO 221

dre omnipotente, eterno Dios, que


os habéis dignado alimentarme, á
mí, pecador, vuestro indigno siervo,
con el preciosísimo Cuerpo y San-
gre de vuestro Hijo, nuestro Señor
Jesucristo; ruégoos que esta Comu-
nión no sea para mí nuevo reato pa-
ra castigo, sino saludable interce-
sión para obtener perdón de mis
culpas. Sea destrucción de todos los
vicios, aumento de caridad, de pa-
ciencia, de humildad y de todas las
virtudes: sea defensa contra todos
mis enemigos; calma y paz de todas
mis penitencias y sentidos; y sobre
todo, sírvame para unión eterna con
Vos, único y verdadero Dios mío; y
después ¡oh mi buen Padre! dignaos
llevarme á aquel inefable convite
222 LA LLAVE DEL CIELO

donde Vos, con vuestro Hijo, y el Es-


píritu Santo sois para vuestros esco-
gidos luz verdadera, consuelo cum-
plido, gozo eterno y felicidad per-
fecta.
¡Oh Virgen Santísima, Angeles
del Señor, Bienaventurados del Cie-
lo! dad vosotros por mi gracias ä mi
Dios por esta visita que se ha dig-
nado hacer ä mi alma. Alcanzádme
la gracia de vivir de tal modo, que
desde el instante de mi muerte, pue-
da ir con vosotros ä ensalzar eterna-
mente sus misericordias en el Parai-
so. Amén.
El Papa Gregorio XIII, en ¡seo, concedió lain-
dulgencia de cinco arios ti todos los fieles, por cada
ves que endias festivos confiesen y comulguen rogan-
do por el Sumo Pontífice; y d los que tuvieren la pia-
dosa costumbre de recibir la Santa Comunión á 10
mjnos una vez al mes, y en las solemnidades de
AWestro Señor 7CS110 isla, en las fiestas de la Santisi-
LA LLAVE DEL CIELO 223

ma Virgen, en las de todos los Santos Apóstoles, y en


el dia de la Natividad de San 9uan Bautista, les con-
cede por cada vez, diez anos de indulgencia,. é Indulgen-
cia Plenaria una vez al año, el dia que se celebre la
fiesta principal del Patrono de la ciudad ó pueblo en
que se encuentren, con tal que en aquel día confiesen,
comulguen y ?sieguen por la intención del Romano
Pontífice.

Visita al Santísimo Sacramento.

Jesucristo, dulcísimo amante de


nuestras almas, reside entre nosotros
en el tabernáculo eucarístico. Allí po-
demos ir ä exponerle nuestras nece-
sidades espirituales y temporales, á
desahogar nuestro corazón oprimido
por el dolor y quebranto, á dirigirle
nuestras súplicas, ä derramar nues-
tros afectos y ä recibir en abundan-
cia sus gracias y sus consuelos.
A los piés de Jesús Sacramentado
encontraremos siempre una unción y
224 LA LLAVE DEL CIELO

una virtud, que no hay lengua que


sea capaz de explicarlas.
ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hom-


bre verdadero, Criador y Redentor
mío, por ser vos quien sois, y por-
que os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos
ofendido: propongo firmemente nun-
ca más pecar, apartarme de todas
las ocasiones de ofenderos, confesar-
me y cumplir la penitencia que me
fuere impuesta: ofrézcoos mi vida,
obras y trabajos, en satisfacción de
todos mis pecados; y así como os lo
suplico, así confío en vuestra bondad
y misericordia infinitas me los perdo-
naréis, por los merecimientos de
LA LLAVE DEL CIELO ' 226

vuestra preciosísima Sangre, Pasión


y Muerte, y me daréis gracia para
enmendarme y perseverar en vuestro
santo servicio hasta el fin de mi vida.
Amén.

ACTOS DE ADORACIÓN

«Bendito y alabado sea, en todo


momento el Santísimo y Divinisimo
Sacramento. »
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

.° Os adoro con el más


profundo respeto, ¡oh Jesús mio Sa-
cramentado! os reconozco por verda-
dero Dios y verdadero Hombre, y
con este acto de adoración me pro-
15
226 LA LLAVE DEL CIELO

pongo suplir la frialdad de tantos y


tantos que al pasar por delante de
vuestros templos, y quizá hasta por
delante del sagrado Tabernáculo, en
el cual os dignáis permanecer á to-
das horas con una amorosa impa-
ciencia de comunicaros á vuestros
fieles, ni siquiera os saludan, mos-
trándose, con su indiferencia, como
los Israelitas en el desierto, disgusta-
dos de ese maná celestial; y os ofrez-
co la preciosísima Sangre que derra-
mästeis de la Llaga de vuestro pié
izquierdo en desagravio de tan re-
pugnante tibieza, y dentro de esta
Llaga repito mil y mil veces:
Bendito y alabado sea, en todo
momento el Santísimo y Divinísimo
Sacramento.»
LA LLAVE DEL CIELO 2:37

Padre nuestro, Ave María y Glo-


ria Patri.

2°. Os adoro, con el más profun-


do respeto ;oh jesús mío! reconoz-
co que estáis presente en el Santísi-
mo Sacramento, y con este acto de
adoración me propongo suplir l a. in-
gratitud de tantos cristianos, que
viéndoos ir ä visitar ä los pobres en-
fermos para confortarles en el gran
viaje de la eternidad, os dejan sin
acompañamiento, y apenas se dig-
nan haceros un acto de adoración ex-
terna; en desagravio de tan grande
frialdad, os ofrezco la preciosísima
Sangre que derramásteis de la Lla-
ga de vuestropzé derecho, dentro de
la cual repito mil y mil veces:
228 LA LLAVE DEL CIELO

«Bendito y alabado sea en todo


momento el Santísimo y Divinísimo
Sacramento.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri

3. 0 Os adoro con el más profun-


do respeto ¡oh Jesús mío! verdadero
pan de vida eterna, y con esta ado-
ración me propongo reparar todos
los ultrajes que vuestro Sacratísimo
Corazón recibe todos los días con la
profanación de los templos, en don-
de os dignasteis fijar vuestra morada
en las Especies Sacramentales, para
ser adorado y amado de vuestros fie-
les; y en desagravio de tantas irre-
verencias, os ofrezco la preciosísima
Sangre que derramasteis de la Llaga
LA LLAVE DEL CIELO 229

de vuestra mano izquierda, dentro


de la cual repito á cada instante:
Bendito y alabado sea, en todo
momento, el Santísimo y Divinisimo
Sacramento.»
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

4 •0 Os adoro con el más profun-


do respeto, ¡oh Jesús mío! pan vivo
bajado del cielo, y con este acto de
adoración me propongo desagravia-
ros de tantas y tantas irreverencias
corno cometen cada día vuestros fie-
les mientras asisten á la Santa Misa,
en la cual por un exceso de amor,
renovais, aunque incruento, el mis-
mo sacrificio que, por nuestra salud,
hicisteis en el Calvario; y os ofrezco
250 LA LLAVE DEL CIELO

en reparación de tan grande ingrati-


tud la preciosísima Sangre que derra-
mästeis de la Llaga de vuestra ma-
no derecha, dentro de la cual uno mi
voz ä la de los Angeles que os glo-
rifican devotamente, diciendo con
ellos:
«Bendito y alabado, sea en todo
momento, el Santísimo y Divinísimo
Sacramento. »
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri

5 •0 Os adoro con el más profun-


do respeto ¡oh Jesús mío! verdadera
víctima expiatoria de nuestros peca-
dos, y os ofrezco este acto de adora-
cion en compensación de los sacríle-
gos ultrajes que recibís de tantos in-
LA LLAVE DEL CIELO 231

gratos cristianos que tienen el atre-


vimiento de acercarse ä Vos, y reci-
biros en la Sagrada Comunión man-
chada el alma con pecado mortal.
En desagravio de tan abominables
sacrilegios, os ofrezco las últimas go-
tas de vuestra preciosísima Sangre
que derramästeis de la Llaga del
Costado, dentro de la cual quiero
adoraros, bendeciros y amaros; y re-
petir juntamente con todas las almas
devotas del Santísimo Sacramento:
«Bendito y alabado sea en todo
momento, el Santísimo y Divinísimo
Sacramento. »
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
(j'oo días por cada vez. Pío VII, 8'd. A. rí les Ð)
232 LA LLAVE DEL CIELO

NOTA

Por rezar la estación mayor delan-


te de Jesús Sacramentado, se ganan
muchas indulgencias, concedidas por
varios señores Arzobispos y Obispos.
Y asímismo, por arrodillarse delante
del Santísimo Sacramento.
Comunión Espiritual.

Es utilísima la práctica de comul-


gar espiritualmente muchas veces al
día. Para esto basta dirigirse en es-
píritu al Santísimo Sacramento, y
abrirle el corazón para que entre en
él. Puede hacerse con la siguiente
LA LLAVE DEL CIELO 233

ORACIÓN

Amorosísimo Jesús mío! Creo que


estáis realmente presente en el Sa-
cramento de la Eucaristía. ¡Ojalá pu-
diera hospedaros ahora mismo en
mi corazón ¡Venid, Celestial Esposo
de las almas puras, venid á purificar-
me y encenderme todo en llamas de
puro amor. Os amo, dulcísimo Jesús
mío. ¡Oh quién os hubiera amado
siempre! ¡Quién nunca os hubiera
ofendido! Pero ya que no puedo reci-
biros sacramentalmente, aceptad mis
deseos, y dádme vuestra divina gra-
cia y amor. Amén.
JACULATORIAS

e .? « Os adoro, Señor, cada


momento.
234 LA LLAVE DEL CIELO

¡Pan del cielo! ¡divino Sacramen-


to!»
2 • a «Corazón de Jesús y de Ma-
ría.
Os ruego bendigáis el alma mía.>
3.' «A Vos, Señor, os doy mi
corailm.
A Vos, que sois mi Padre y Sal-
vador».
4 •" «Sea de todos conocido,
adorado y glorificado en todo mo-
mento, el santísimo y divinfsimo Sa-
cramento.»
Ooo días por cada vez. León XIL 1828. A. (E
los D.)

Oración de San Cayetano

I. P. Mirad, Señor, desde vues-


tro Santuario... etc. Página i 20.
LA LLAVE DEL CIELO 235

Oración
Para ofrecer la visita de altares ,Jubileos etc.
y siempre que para ganar Indulgencias
haya que rogar d la intención de la
Iglesia ó de su Santidad

Os ofrezco, Señor, esta obra, y


para ganar las Indulgencias que le
están concedidas, os ruego por todo
el estado de la Santa Iglesia y Pre-
lados de ella, por la exaltación de la
fé católica, extirpación de las here-
jías, paz y concordia entre los prín-
cipes cristianos, conversión de todos
los infieles, herejes y pecadores, por
los agonizantes y caminantes, por
los enfermos y atribulados, por las
benditas almas del purgatorio y de-
más piadosos fines de Su Santidad y
236 LA LLAVE DEL CIELO

de Nuestra Santa Madre la Iglesia.


Amén.
Alabado.

e Bendito y alabado sea el San-


tísimo Sacramento del altar, y la In-
maculada Concepción de la siempre
Virgen María, Señora nuestra, con-
cebida en gracia de pecado original,
desde el primer instante de su ser na-
tural. Amén.
/00 días de indulgencia por cada vez. Paulo V.;
y otras muchas concedidas por varios Señores Obispos.

Visita al Santísimo Sacramento


en la exposición de las Cuarenta horas.

Después de rezar el acto de con-


tricion y la Estación mayor, se dirá
con fervor lo siguiente:
LA LLAVE DEL CIELO 237

ACTO DE DESAGRAVIO

e ¡Oh Dios mío, Jesús mío y


Salvador mío! verdadero Dios y ver-
dadero hombre, yo os adoro con to-
do el profundo respeto que la fé me
inspira; os amo en ese Santísimo Sa-
cramento con todo mi corazón en des-
agravio de todas las irreverencias,
desacatos y sacrilégios que por mi
desgracia haya yo cometido contra
Vos hasta el presente; como así mis-
mo de todos los demás que hasta aho-
ra se han cometido contra Vos y en
adelante se cometieren. Yo os adoro,
¡oh Jesús mío! tanto porque lo mere-
céis, cuanto porque estoy también
obligado ä hacerlo; y quisiera poder-
lo hacer con toda aquella perfección
238 LA LLAVE DEL CIELO

de que son capaces todas las criatu-


ras racionales. Entre tanto quiero
adoraros ahora y siempre, no sólo
para suplir la falta de tantos católicos
que no os adoran ni aman, sino tam-
bién en suplemento y por la conver-
sión de todos los herejes, cismáticos,
impíos, ateos, blafemos, superticio-
sos, mahometanos, judíos é idólatras.
Haced, Jesús mío, que seáis conoci-
do, adorado, amado y bendecido
de todos, en todo instante, en el
Santísimo y Divinísimo Sacramento.
Amén.
(zoo dia por cada vez. ¡'jo VII, 1813, A. á los D.)
Después de hacer la Comunión
Espiritual, se dirá la siguiente.
LA LLAVE DEL CIELO 9.39

Oración de San Cayetano


I. P. Mirad, Señor, desde vues-
tro Santuario, etc. Página 12 0.

JACULATORIA

e fr Alabado, adorado, amado y


glorificado sea en todos los momen-
tos el Corazón Eucarístico de Yesús,
en todos los Tabernáculos del mun-
do, hasta la consumación de los si-
glos. Amén. »
(roo días, una vez al dia)

Letanías del Santo nombre


de Jesús.

e Señor, tened piedad de nosotros.


Cristo, tened piedad de nosotros.
240 LA LLAVE DEL CIELO

Señor, tened piedad de nosotros.


Jesús, oidnos.
Jesús, escuchadnos.
Dios, Padre celestial.
Dios Hijo Redentor del mundo.
Dios, Espíritu Santo.
Trinidad Santa que sois un so-
lo Dios.
Jesús, Hijo de Dios vivo. s-g
Jesús. esplendor del Padre. CL
Jesús, candor de la luz eterna.
Jesús, rey de la Gloria. ro
Jesús, Sol de Justicia.
Jesús, Hijo de la Virgen María.a.
Jesús, amable. N
Jesús, admirable. o
Jesús, Dios fuerte.
Jesús, Padre del siglo veni-
dero.
Jesús, Angel del gran consejo.
Jesús, poderosísimo.
Jesús, pacientísimo.
Jesús, obedientisimo.
LA LLAVE DEL =LO 241

Jesús, manso y humilde de Co-


razón.
Jesús, amante de la castidad.
Jesús, amador nuestro.
Jesús, Dios de paz.
Jesús, autor de la vida.
Jesús, modelo de virtudes.
Jesús, celador de nuestras al-
mas.
Jesús, Dios nuestro.
Jesús, amparo nuestro.
Jesús, Padre de los pobres.
Jesús, tesoro de los fieles.
Jesús, buen Pastor.
Jesús, luz verdadera.
Jesús, sabiduria eterna.
Jesús, bondad infinita.
Jesús, camino y vida nuestra.
Jesús, alegría de los ángeles.
Jesús, rey de los Patriarcas.
Jesús, Maestro de los apósto-
les.
13
242 LA LLAVE DEL CIELO

Jesús, Doctor de los Evange-


listas.
Jesús, fortaleza de los Mártires. 74.-
Jesús, luz de los confesores.
Jesús, pureza de las Vírgenes.
Jesús, corona de todos los San-
tos.
Sednos propicio. 13/ Perdonadnos,
Jesús.
Sednos propicio. 1ì1 Escuchadnos,
Jesús.
De todo mal. 1 Libradnos, Jesús,
De todo pecado.
De vuestra ira.
De las asechanzas del Demo-

Del espíritu de fornicación, o


De la muerte eterna.
Del menosprecio de vuestras (7)
divinas inspiraciones. (,)
Por el misterio de vuestra san-
ta Encarnación.
LA LLAVE DEL CIELO 243
Por vuestra Natividad.
Por vuestra Circuncisión.
Por vuestra Infancia.
Por vuestro nombre Santísimo.
Por vuestra divinísima vida.
Por vuestros trabajos.
Por vuestra Pasión y agonía.
Por vuestra Cruz y desamparo.(
Por vuestras Angustias.
Por vuestra Muerte y Sepultura. ,..")
Por vuestra Resurrección.
Por vuestra Ascensión.
Por vuestro júbilo. !,)
Por vuestra gloria.
Por la dulcísima Vírgen María
Madre vuestra.
Por la intercesión de todos los
Santos.
Jesús, oidnos.
Jesús, escuchadnos.
Cordero de Dios, que borrais los
pecados del mundo. Perdonad-
nos, Señor.
244 LA LLAVE DEL CIELO

Cordero de Dios que borráis los


pecados del mundo. 1 Escuchadnos,
Señor.
Cordero de Dios, que borráis los
pecados del mundo. » Señor, tened
piedad de nosotros.
Bendito sea el Nombre del
Señor.
» Ahora y siempre, por los si-
glos de los siglos. Amén.
ORACIÓN

Señor nuestro Jesucristo, que dijis-


teis: «Pedid y recibiréis; buscca y
hallaréis; llamád y sé os abrirá.»
Os suplicamos derraméis sobre nos-
otros la ternura de vuestro divino
amor, á fin de que amándoos de to-
do corazón con palabras y obras, nun-
LA LLAVE DEL CIELO 245

ca cesemos de alabaros, á Vos que


vivís y reináis por los siglos de los
siglos. Amén.
(3 00 dias por cada vez. Pío IX. ¡862)

Himno al Santísimo Sacramento

I. P. A tan grande Sacramento


demos, pues, adoración:
ceda antiguo documento
á tan grande institución:
al sentido suplemento
dén la Fé y la devoción.
Gloria al Padre Omnipotente.
gloria al Hijo Redentor;
y al que de ambos procedente
es el vínculo de amor,
tributemos igualmente
gloria, júbilo y honor. Amén.
YT Pan del Cielo les mandaste,
246 LA LLAVE DEL CIELO

Que encierra en sí toda dul-


zura.
ORACIÓN

¡Oh Dios! que instituyendo el ad-


mirable Sacramento de la Eucaristía,
nos dejaste un perpetuo recuerdo de
tu Pasión, pedímoste la gracia de
venerar de tal suerte los sagrados
misterios de tu Cuerpo y Sangre,
que recibamos sin cesar el fruto de
tu Redención. Que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
(roo dias una vez al dia; y los fieles que lo hubie-
ren rezado á lo minar 10 veces al mes, tendrán In-
dulgencia Plena, ia el 7ueves Santo, el dia del Colza,
ó en otro cualquier dia confesando y comulgando, vi-
sitando cualquier Iglesia y rogando en ella por la in-
tención de Su Santidad. Pío VII,18.18. A tí los D.)
LA LLAVE DEL CIELO 247

Ofrecimiento.

Amorosísimo Señor, humildemen-


te postrado ante vuestra soberana
presencia, os ofrezco esta visita por
la exaltación de nuestra fé católica,
paz y concordia entre los príncipes
cristianos, extirpación de las herejías,
conversión de los infieles y pecado-
res, y por que déis salud, y acierto
en el gobierno de la Iglesia, al Sumo
Pontífice y á todos los Prelados. Así
espero, divino Señor, ganar las abun-
dantísimas indulgencias concedidas
por los Sumos Pontífices y Prelados,
á los que os visitan expuesto en el
altar.
248 LA LLAVE DEL CIELO

NOTA

Todos los fieles que habiendo


confesado y comulgado, visiten al
Santísimo Sacramento en la Exposi-
ción de las Cuarenta Horas, ganan
Indulgencia Plenaria; y diez años y
diez cuarentenas, por cada vez que
hagan ésta visita con propósito de
confesar y comulgar. Clemente VIII,
1592.
Todos los altares de las Iglesias
donde se hiciere la Exposición de las
Cuarenta Horas, serán privilegiados
durante la misma.
(Pío VII, 1817. A á los D.)

Visita al Sagrado Corazón de Jesús.


ORACIÓN DE PÍO IX

Abridme vuestro Sagrado Corazón


LA LLAVE DEL CIELO 249

¡oh Jesús! Mostradme sus encantos,


unidme á él para siempre. Que to-
das las palpitaciones de mi corazón,
aun durante mi sueño, os revelen mi
amor y os digan sin cesar: Sí, Dios
mío, yo os amo. Recibid el escaso
bien que ejecuto, y hacedme la gra-
cia de reparar el mal que he hecho;
para que os alabe en el tiempo y os
bendiga por toda la eternidad.
Ofrecimiento al Sagrado Corazón.
X. Yo N. N. con objeto de mos-
traros mi agradecimientos etc. Pági-
na 148.
Oraciones al Sagrado Corazón de
Jesús con tres Padre Nuestro.
Verbum caro factum est, et habitabit in nobis

X. Verbo Eterno, que os hicís-


250 LA LLAVE DEL CIELO

teis hombre por nuestro amor, pos-


trados humildemente ä vuestros piés,
os adoramos con el mas profundo res-
peto de nuestra alma, y á fin de re-
parar nuestras ingratitudes por un
tan grande beneficio, nos unimos al
corazón de todos los que os aman,
y os ofrecemos nuestras más humil-
des y tiernas acciones de gracias. Pe-
netrados del exceso de humildad,
bondad y dulzura que reconocernos
en vuestro divino Corazón, os supli-
camos que nos concedáis vuestra
gracia para imitar estas virtudes que
Vos tanto amáis
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
LA LLAVE DEI. CIELO 931

JACULATORIA

Salve, Corazón abierto,


Santa y dulce habitación:
¡Os amo, Dios de mi vida,
Dadme vuestra bendición!
Cr ucifixus etiam pro nobis sub
Pontio Pilato, passus, et
sepultus est

Jesús, amable Redentor nuestro,


postrados humildemente á vuestros
pies, os adoramos con el más pro-
fundo respeto de nuestra alma; y pa-
ra daros un verdadero testimonio
del dolor que experimentamos por
nuestra insensibilidad á todos los ul-
trajes y padecimientos que vuestro
amoroso Corazón os hizo sufrir por
252 LA LLAVE DEL CIELO

nuestra salud en vuestra dolorosa


Pasión y Muerte, nos unimos al cora-
zón de todos los que os aman, para
daros gracias con toda nuestra alma.
Admiramos la infinita paciencia y
generosidad de vuestro divino Cora-
zón, y os suplicamos que llenéis el
nuestro de este espíritu de cristiana
mortificación que nos haga abrazar
animosamente las penas, y poner
nuestro mayor consuelo y toda nues-
tra gloria en vuestra Cruz.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

JACULATORIA

Salve, corazón cargado


Con la Cruz de tu Pasión:
¡Os amo, Dios de mi vida,
LA LLAVE DEL CIELO 263

Dadme vuestra bendición!

Panem de ccelo praestitisti eis omne


delectamentum in se haben tem.

Jesiis mío, abrasado de amor por


nosotros, postrados humildemente á
vuestros piés, os adoramos con el
más profundo respeto de nuestra al-
ma; y para desagraviaros de los ul-
trajes que vuestro Divino Corazón
recibe cada día en el Santísimo Sa-
cramento del Altar, nos unimos al
corazón de todos los que os aman, y
os tributamos las más tiernas accio-
nes de gracias. Nosotros amamos en
vuestro Divino Corazón ese fuego
incomprensible de amor ä vuestro
Eterno Padre, y os suplicamos que
inflaméis los nuestros de ardiente ca-
254 LA LLAVE DEL CIELO

ridad para con Vos y para con nues-


tros prójimos.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

JACULATORIA

Salve, corazón punzado


Con nuestro olvido y traición:
¡Os amo, Dios de mi vida,
Dadme vuestra bendición!
Finalmente, oh amabilísimo Jesús,
os suplicamos por la dulzura de vues-
tro Divino Corazón, que convirtáis á
los pecadores, consoléis ä los afligi-
dos, socorráis á los agonizantes y ali-
viéis ä las almas del Purgatorio.
Unid nuestros corazones con el víncu-
lo de la verdadera paz y caridad,
libradnos de la muerte repentina
LA LLAVE DEL CIELO 255

y concedédnosla santa y tranquila.


Amén.
Corazón de Jesús inflamado
de amor por nosotros.
Inflamad nuestro corazón en
vuestro amor.

ORACIÓN

¡Oh! ¡Dios omnipotente! os roga-


mos nos concedáis, que los que glo-
riándose en el Santísimo Corazón de
vuestro amado Hijo, recordamos sus
principales beneficios de caridad pa-
ra con nosotros, nos gocemos con su
fruto y juntamente con su posesión.
Por el mismo Jesucristo Señor nues-
tro. Amén.
25ti LA LLAVE DEL CIELO

ORACIÓN

¡Oh divino Corazón de mi Jesús! os


adoro con todas las potencias de mi
alma, os las consagro para siempre
juntamente con mis pensamientos,
palabras, obras y todo- mi ser. Me
propongo tributaros actos de adora-
ción, dé amor y gloria tan semejan-
tes como me es posible ä los que
Vos tributáis al Padre Eterno. Os
suplico que seáis el reparador de mis
faltas, el protector de mi vida, mi re-
fugio y asilo en la hora de mi muer-
te. Concededme, por los gemidos y
amarguras en que estuvistéis sumi-
do por mi causa durante todo el cur-
so de vuestra vida mortal una verda-
dera contrición de mis pecados, el
LA LLAVE DEL CIELO 257

desprecio de las cosas terrenas, un


deseo ardiente de la gloria eterna, la
confianza en vuestros infinitos méri-
tos y la perseverancia final en vues-
tra gracia.
¡Oh Corazón de Jesús, todo amor!
os ofrezco estas humildes súplicas
por mí y por todos aquellos que se
unen ä mi espíritu para adoraros;
dignáos, por vuestra infinita bondad,
aceptarlas y oirlas, sobre todo en fa-
vor del primero de nosotros que
acabe esta vida mortal; derramad
sobre él ¡oh Corazón dulcísimo de
mi Salvador! en medio de las ago-
nías de la muerte, vuestros consuelos
interiores, recibidle en vuestra santa
Llaga, purificadle de toda impureza
en aquella hoguera de amor, para
17
258 LA LLAVE DEL CIELO

que después le permitáis entrar en


vuestra gloria donde se convierta en
intercesor para con Vos de todos los
que aún permanecen en este destie--
rro. ¡Santísimo Corazón de mi ama-
bilísimo Jesús! me propongo renovar
y ofreceros estos actos de adoración
y estas súplicas por mí, miserable
pecador, y por todos vuestros devo-
tos, ä cada instante y hasta el último
momento de mi vida. Os encomien-
do, Jesús mío, la Santa Iglesia, vues-
tra amada Esposa y verdadera Ma-
dre nuestra, las almas que ejercitan
la justicia, todos los pobres pecado-
res.. los afligidos, los agonizantes y
todos los hombres; no permitáis que
la Sangre que derramásteis por ellos
les sea infructuosa. Dignäos, final-
LA LLAVE DEL CIELO 259

mente, aplicar estas súplicas y actos


de adoración en sufragio de las. al-
mas del Purgatorio, particularmente
en favor de aquellas que practicaron
durante su vida la santa devoción de
adoraros.
Corazón amabilísimo de María,
que, entre todos los corazones de
las criaturas sois el más puro, el
más inflamado de amor para con el
de Jesús y juntamente el más mise-
ricordioso hácia nosotros, pobrés pe-
cadores; alcanzadnos del Corazón
de jesús, nuestro Redentor, las gra-
cias que pedimos ¡Madre de miseri-
cordia? un solo impulso, un solo mo-
vimiento de vuestro Corazón, abrasa-
do de amor hacia vuestro Hijo, pue-
.de llenarnos de consuelo. Conceded-
260 LA LLAVE DEL CIELO

nos pues, la gracia de interceder por


nosotros y el divino Corazón de Je-
sús, movido del filial amor que tu-
vo y tendrá siempre por Vos, no de-
jará de oir nuestras súplicas. Amén.
(300 dias una vez al dia. /Yo VII, 1808. A. d
los 19,)

Aspiraciones en forma de Letanias


al Corazón de Jesús.

Corazón de Jesús, templo dignísi-


mo del Padre eterno. 4 Inflama mi
corazón en el amor divino en que te
abrasas.
Corazón de Jesús, santuario del
Verbo divino. 4 Inflama etc.
Corazón de Jesús, morada del Es-
píritu Santo. 4 Inflama etc.
Corazón de Jesús, Sagrario de la
LA LLAVE DEL CIELO 261

Santísima Trinidad. 13/ Inflama etc.


Corazón de Jesús, en quien habita
la plenitud de la Divinidad. 4Infla-
ma etc.
Corazón de Jesús, en quien están
depositados los tesoros de la sabidu-
ría eterna. 4 Inflama etc.
Corazón de Jesús, en quien se en-
cierran las riquezas del amor increa-
do. 4 Inflama etc.
Corazón de Jesús, afligido por nos-
otros. 13d Inflama etc.
Corazón de Jesús, injuriado con
nuestras ingratitudes. 111 Inflama etc.
Corazón de Jesús, herido con una
lanza por nuestros pecados. 4Infla-
ma etc.
Corazón de Jesús, fuente de todo
consuelo. 4 Inflama etc.
262 LA LLAVE DEL CIELO

Corazón de jesús, refugio de los


atribulados. » Inflama etc.
Corazón de jesús, amparo y de-
fensa de los que te adoran. 4 Infla-
ma etc.
Corazón de Jesús, delicias de to-
dos los Santos. 4 Inflama etc.
ORACIÓN

¡Divino Jesús que, por un nuevo


beneficio, te dignastes descubrir á tu
Iglesia las inefables riquezas de tu
Corazón; concede que podamos co-
rresponder al amor de este Corazón
sacratísimo, y compensar con dignos
obsequios las injurias hechas por los
hombres ingratos á ese afligidísimo
Corazón. Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 263

Visita ä Jesüs Crucificado.

Por la señal de la Santa Cru


etc.

ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN

Señor mío Jesucristo, Hijo de Dios


vivo, que extendisteis vuestras ma-
nos en la Cruz y bebisteis el cáliz
amargo de vuestra Pasión por la re-
dención de todos los pecadores; yo
os suplico que hoy me socorráis y
deis la mano. Heme aquí, Señor:
como pobre, vengo á visitaros á Vos,
que sois tan rico; como miserable
vengo al misericordioso. ;Señor, te-
ned misericordia de mi! no apartéis
de mí vuestro rostro, pues por resca-
264 LA LLAVE DEL CIELO

tarme de la muerte no le desviásteis


de los que os escarnecieron y escupie-
ron. Confieso que pequé, que merez-
co ser condenado, y que no puedo
hacer digna penitencia; pero vuestra
misericordia sobreexcede á todas mis
culpas. Por tanto, yo os suplico, pia-
dosísimo Señor, que no escribáis
contra mí las amarguras de mis mal-
dades, ni entréis en juicio con vues-
tro siervo; sino que borréis y desha-
gais mis pecados, conforme á la mu-
chedumbre de vuestras misericor-
dias...
Señor, debajo de la sombra de
vuestra misericordia corro en pos de
Vos, y os pido perdón, y confío lle-
gar al trono de vuestra gloria ;Oh,
Jesús mío, yo clamaré y llamaré...
LA LLAVE DEL CIELO 245

hasta que tengáis misericordia de


mi:' Y pues Vos, Señor, mandáis
que pida, dadme lo que os pido; y
pues me aconsejáis que busque, con-
cededme que os halle; y pues me en-
seríais que llame, abrid al que llama,
fortaleced al flaco, recoged al perdi-
do, resucitad al muerto, y dignäos
regir y gobernar todos mis sentidos,
todos mis pensamientos, palabras y
obras, para que en adelante sólo á
Vos sirva, para Vos viva, y á Vos
me entregue. Amén.

Para pedir misericordia y el per-


dón de nuestras culpas, hagamos
con mucha devoción el siguiente:
266 LA LLAVE DEL CIELO

Piadoso Ejercicio
e 747 Venid, Dios mío en mi au-
xilio.
13‘ Apresuráos, Señor, ä soco-
rrerme.
3 Gloria al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo.
• Ahora y siempre, corno desde
el principio y por todos los siglos
de los siglos. Amén.
Palabras pronunciadas por
Jesucristo desde la Cruz
PRIMERA PALABRA

Padre, perdónalos, porque no saben


lo que hacen.
ST Os adorarnos, Señor, y os
bendecimos.
LA LLAVE DEL CIELO 1167

131 Porque con vuestra Santa


Cruz redimisteis el mundo.
¡Oh amado Jesús mío! que por
mi amor agonizasteis en la Cruz pa-
ra pagar con vuestras penas la deu-
da de mis pecados, y abristeis vues-
tra divina boca para alcanzarme el
perdon de la eterna justicia; tened

piedad de todos los fieles agonizan-


tes, y de mi, cuando me halle en
aquel trance; y por los méritos de
vuestra preciosísima Sangre, derra-
mada por nuestra salud, dadnos un
dolor tan vivo de nuestras culpas
que nos haga espirar en el seno de
vuestra infinita misericordia.
Se rezarán tires Gloria Patri» y
se dirá:
e ¡jesús mío, misericordia!»
2(68 LA LLAVE DEL CIELO

(loo días cada vez. Pío IX, 18.16.)


¡Dios mío! creo en Vos, os amo;
y me arrepiento de haberos ofendi-
do con mis pecados.
SEGUNDA PALABRA

En verdad te digo, que hoy estards


conmigo en el Paraiso.

Os adoramos, Señor, etc.


¡Oh amado Jesús mío! que por
mi amor agonizásteis en la Cruz, y
con tanta prontitud y liberalidad co-
rrespondisteis á la fé del buen La-
drón, que en medio de vuestras hu-
millaciones os reconoció por Hijo de
Dios, asegurándole que en el mismo
día del Viernes Santo estaría con
Vos en el Paraiso; tened piedad de
todos los fieles agonizantes, y de mí
LA LLAVE DEL CIELO 269

cuando me halle en aquel trance; y


por los méritos de vuestra preciosí-
sima Sangre encended en nuestras
almas una fé tan firme y constante,
que no vacile por ninguna sugestión
del demonio, á fin de que también
nosotros obtengamos por ella el
premio del santo Paraiso.
Tres Gloria Patri
¡Jesús mío etc.
¡Dios mío etc.

TERCERA PALABRA

Mujer, he ahí d tu Hijo. He alu d tu


madre.

Os adoramos, Señor etc.


¡Oh amado Jesús miol que por mi
amor agonizásteis en la Cruz, y ol-
270 LA LLAVE DEL CIELO

vidándoos de vuestros tormentos,


nos dejásteis en prenda de vuestro
amor ä vuestra dolorosísima Madre,
para que por su intercesión pudiése-
mos con mayor confianza recurrir á
Vos aún en nuestras mayores nece-
sidades; tened piedad de todos los
fieles agonizantes, y de mí, cuando
me halle en aquel trance; y por el in-
terno martirio de vuestra amantísi-
ma Madre, encended en nuestros co-
razones una firme esperanza en los
méritos infinitos de vuestra preciosí-
sima Sangre, con que podamos evi-
tar la eterna condenación que he-
mos merecido por nuestros pecados.
Tres Gloria Patri.
jesús mío etc.
;Dios mío etc.
LA LLAVE DEL CIELO 271

CUARTA PALABRA

¡Dios mío, Dios mío! ¿Porqué me has


desamparado?

Y Os adoramos, Señor etc.


¡Oh amado Jesús mío, que por mi
amor agonizásteis en la Cruz, y aria-
diendose tormentos á tormentos,
además de tantos dolores corporales
sufristéis con infinita paciencia la
más penosa aflicción de espíritu en
el desamparo de vuestro Eterno Pa-
dre; tened piedad de todos los fieles
agonizantes, y de mí cuando me ha-
lle en aquel trance; y por los méritos
de vuestra preciosísima Sangre, dad-
nos gracia para sufrir con inalterable
paciencia todos los dolores y angus-
272 LA LLAVE DEL CIELO

tias de nuestra agonía, ä fin de que


uniendo nuestras penas ä las vues-
tras, podamos después ser partici-
pantes de vuestra gloria por toda la
eternidad.
Tres Gloria Patri
¡Jesús mío etc.
¡Dios mío etc.
QUINTA PALABRA

Sed tengo.

g Os adorarnos, Señor etc.


;Oh amado Jesús mío! que por mi
amor agonizasteis en la Cruz y no
satisfecho con tantos oprobios y tor-
mentos deseästeis padecer más y
más para que todos los hombres se
salvasen, mostrando en esto que to-
LA LLAVE DEL CIELO 273

do el torrente de vuestra Pasión no


era bastante para apagar la sed de
vuestro amorosísimo Corazón; tened
piedad de todos los fieles agonizan-
tes y de mí cuando me halle en aquel
trance; y por los méritos de vuestra
preciosísima Sangre encended en
nuestros corazones un tan grande
fuego de caridad, que arda en deseos
de unirse á. Vos por toda la eterni-
dad.
Tres Gloria Patri.
jesús mío! etc.
¡Dios mío! etc.

SEXTA PALABRA

Todo está consumado

V Os adoramos, Señor etc.


18
274 LA LLAVE DEL CIELO

¡Oh amado Jesús, mío que por


mi amor agonizásteis en la Cruz, y
desde ella como desde la cátedra
de la verdad, anunciästeis que ya es-
taba concluida la obra de la Reden-
ción, con la cual, de hijos de ira y
perdición venimos á ser hijos de Dios
y herederos del Cielo; tened piedad
de todos los fieles agonizantes, y de
mi cuando me halle en aquel trance;
y, por los méritos de vuestra precio-
sísima Sangre, haced que nos des-
prendamos enteramente del mundo
y de nosotros mismos, y en el mo-
mento de nuestra agonía dádnos
gracia para ofreceros de corazón el
sacrificio de nuestra vida en expia-
ción de nuestros pecados.
Tres Gloria Patri.
LA LLAVE DEL CIELO 276

¡Jesús mío etc.


¡Dios mío etc.

SÉPTIMA PALABRA

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Os adoramos, Señor etc.


¡Oh amado Jesús mío! que por mi
amor agonizasteis en la Cruz, y para
complemento de tan gran sacrificio,
aceptasteis la voluntad de vuestro
Eterno Padre, entregando en sus ma-
nos vuestro espíritu, para inclinar
después la cabeza y morir.... Te-
ned piedad de todos los fieles agoni-
zantes, y de mí cuando me halle en
aquel trance; y, por los méritos de
vuestra preciosísima Sangre, conce-
dednos en nuestra agonía una per-
276 LA LLAVE DEL CIELO

fecta conformidad con vuestra divina


voluntad para que estemos prontos ä
vivir ó á morir, corno mejor os agra-
de, y no deseemos otra cosa que
cumplir perfectamente vuestra santí-
sima voluntad.
Tres Gloria Patri.
Jesús mío etc.
¡Dios mío etc.

Oración ä Maria Santísima de los


Dolores.

¡Oh afligidísima Madre mía! por


el intenso martirio que sufristeis al
pié de la Cruz en las tres horas de
agonía de Jesús, dignäos asistirnos a
todos nosotros, que somos hijos de
vuestros Dolores, en nuestra agonía,
ä fin de que por vuestra intercesión
LA LLAVE DEL CIELO 277

podamos pasar del lecho de la muer-


te, á glorificaros en el Cielo.
Tres Ave María etc. y después
María, Madre de gracia,
Madre de misericordia,
Librádnos del enemigo
Ahora y en la última hora.
7(7. De muerte repentina é impre-
vista.
▪ Librádnos, Señor.
V De las acechanzas del diablo.
• Librádnos, Señor.
• De la muerte eterna.
13% Librádnos, Señor.

ORACIÓN

;Oh Dios! que para la salvación


del género humano ordenásteis que
278 LA LLAVE DEL CIELO

la dolorosisima muerte de vuestro


Hijo sirviese de ejemplo y de reme-
dio; concedédnos, que en la hora de
nuestra muerte, merezcamos conse-
guir el fruto de tan grande amor, y
ser glorificados con nuestro Reden-
tor. Por el mismo Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
Conclúyase este ejercicio rezando
las tres jaculatorias; «Jesús, José y
María etc.» Página 67.
(3 00 días cada ves. Pío VII, 18r4. A á los D.)
Letanias de la buena muerte.
X. Señor mío Jesucristo, Dios
de bondad, Padre de misericordia,
me presento ante Vos con un cora-
zón contrito, humillado y confuso,
recomendändoos mi última hora y la
suerte que después me espera.
LA LLAVE DEL CIELO 279

Cuando mis pies, perdiendo el mo-


vimiento me adviertan que mi carre-
ra en este mundo está ya próxima ä
su fin, 2esús misericordioso, tened
compasión de mi.
Cuando mis manos, trémulas y en-
torpecidas, no puedan ya estrechar
el Crucifijo, y ä pesar mío le dejen
caer sobre el lecho de mi dolor, Ye-
sús misericordioso, tened compasion
de mi.
Cuando mis ojos, vidriósos y des-
encajados por el horror de la cerca-
na muerte, fijen en Vos sus miradas
lánguidas y moribundas, 7esús mi-
sericordioso, tened compasión de mi.
Cuando mis labios, fríos y convul-
sos, pronuncien por última vez vues-
tro adorable nombre, 7esús miseri-
cordioso, tened compasión de mi.
280 LA LLAVE DEL CIELO

Cuando mi cara, pálida y amora-


tada, cause lástima y terror á los cir-
cunstantes, y mis cabellos; bailados
con el sudor de la muerte, erizándo-
se en la cabeza, anuncien que está
cercano mi fin, 9esús misericordioso,
tened compasión de mi.
Cuando mis oídos, próximos á ce-
rrarse para siempre á las conversa-
ciones de los hombres, se abran pa-
ra oir de vuestra boca la sentencia
irrevocable que ha de fijar mi suer-
te por toda la eternidad, 9esús mi-
seri cordi oso, tened compasión de mi.
Cuando mi imaginación, agitada
por horrendos fantasmas, me cause
mortales congojas; y mi espíritu per-
turbado con el temor de vuestra jus-
ticia al recuerdo de mis iniquidades,
LA LLAVE DEL CIELO 281

luche con el infernal enemigo, que


quisiera quitarme la esperanza en
vuestra misericordia y precipitarme
en el abismo de la desesperación, 9e-
siís misericordioso, tened compasión
de mi.
Cuando mi corazón, débil, y opri-.
mido por el dolor de la enfermedad,
se vea sobrecogido por el temor de
la muerte, fatigado y rendido por
los esfuerzos hechos contra los ene-
migos de mi salvación, 7esús mise-
ricordioso, tened compasión de mí.
Cuando derrame las últimas lágri-
mas, síntomas de.mi destrucción, re-
cibidlas, Señor, como un sacrificio de
expiación, á fin de que yo muera co-
mo víctima de penitencia; y en aquel
momento terrible, 7esiis misericor-
dioso, tened compasión de mi.
282 LA LLAVE DEL CIELO

Cuando mis parientes y amigos,


reunidos junto á mi lecho de muerte,
se extremezcan al verme, y me enco-
mienden á Vos, 9esús misericordio-
so, tened compasión de mi.
Cuando perdido el uso de los sen-
tidos, el mundo todo desaparezca de
mi vista, y gima yo entre las angus-
tias de la última agonía y los afanes
de la muerte, 7esús misericordioso,
tened compasión de mi.
Cuando los últimos suspiros del
corazón obliguen al alma á salir del
cuerpo, aceptadlos, Señor, como hi-
jos de una santa impaciencia de ir ä
Vos, y entonces: 7esús misericordio-
so, tened compasión de mi.
Cuando mi alma salga para siem-
pre de este mundo, dejando el cuer-
LA LLAVE DEL CIELO '283

po pálido, frío y sin vida, aceptad mi


muerte como un homenaje que rin-
do a vuestra divina Majestad, y en
aquella hora, jesús misericordioso,
tened compasión de mi.
En fin, cuando mi alma comparez-
ca ante Vos, y vea por primera vez
el esplendor de vuestra Majestad, no
la arrojéis de vuestra presencia; dig-
naos recibirme en el seno de vuestra
misericordia, para que cante eterna-
mente vuestras alabanzas; y enton-
ces, ahora y siempre, jesús miseri-
cordioso, tened compasión de mi.

ORACIÓN

e Oh Dios mío, que al condenar-


nos á la muerte, nos habéis ocultado
su momento y hora; haced que vivien-
284 LA LLAVE DEL CIELO

do santamente todos los días de mi


vida, merezca salir de este mundo en
vuestro amor y gracia. Por los méri-
tos de nuestro Señor Jesucristo, que
vive y reina con Vos en unidad del
Espíritu Santo, Amén.
(zoo días, cada dia Pio VIL 1802 y Leen XII,
i824.)
JACULATORIA
e «Misericordia divina, encar-
nada en el Sagrado Corazón de Je-
sús, extendéos sobre el mundo y de-
cended sobre nosotros»
(so días)

Visita ä la Santísima Virgen.


Recibid, ¡oh María! esta visita que
os hago en unión de la que os hizo
Jesucristo cuando se encarnó para res-
catarnos de la muerte eterna. ;Oja-
LA LLAVE DEL CIELO 285

lá me fuese dado llevar á vuestros


piés á los que pierden el tiempo pre-
cioso de la vida ofendiendo á vues-
tro adorable Hijo, y verles gustar
las inefables delicias que dispensáis
ä vuestros hijos al pié de vuestros
altares! Alcanzádme de nuestro divi-
no Salvador las disposiciones nece-
sarias para que sea digno de partici-
par de vuestros favores. La confian-
za de que me siento animado, al pre-
sentarme delante de Vos, me hace
esperar que os dejaréis enternecer
por los gemidos de mi corazón. Mi-
radme en este día ¡oh Madre de bon-
dad! como un pobre huérfano que
Jesucristo ha confiado á vuestros cui-
dados y ha encomendado á vuestra
ternura; y permitidme que antes de di-
286 LA LLAVE DEL CIELO

rigiros mis pobres alabanzas y mis hu-


mildes súplicas, dé gracias, en vues-
tro nombre, á la inefable Trinidad
por los dones y privilegios con que
os ha enriquecido.

Oraciones ä la Santísima Trinidad,


en acción de gracias por los
privilegios concedidos ä la
Santísima Virgen María.
X. Adórese al Padre Eterno, re-
zando un Padre nuestro, un Ave
María y un Gloria Patri, y dígase
á seguida:
Os adoro Padre Eterno, con toda
la corte celestial, por mi Dios y Se-
ñor; y os doy infinitas gracias en
nombre de la Santísima Virgen vues-
tra muy amada Hija, por todas las
gracias y favores que le otorgásteis,
LA LLAVE DEL CIELO 287

especialmente por aquel poder con


que la elevásteis en su Asunción al
Cielo.

Adórese al Eterno Hijo con un


Padre nuestro, un Ave María y un
Gloria Patri, y dígase á seguida:
Os adoro, Eterno Hijo, con toda
la corte celestial, por mi Dios, Se-
ñor y Redentor, y os doy infinitas
gracias en nombre de la Santísima
Virgen, vuestra muy amada Madre,
por todas las gracias y favores que le
otorgásteis, especialmente por aque_
Ila suma sabiduría con que la ilumi-
násteis en su Asunción al Cielo.

Adórese al Espíritu Santo con un


Padre nuestro, un Ave Maria y un
Gloria Pa tri, y dígase á seguida:
288 LA LLAVE DEL CIELO

Os adoro, Espíritu Santo paräcli-


to, por mi Dios y Seilor, y os doy
infinitas gracias con toda la corte
celestial, en nombre de la Santísima
Vírgen, vuestra amantísima Esposa,
por todas las gracias y favores que
le otorgásteis, especialmente por
aquella perfectísima y divina Cari-
dad con que inflamästeis su santísimo
y purísimo Corazón en el acto de su
gloriosísima Asunción al Cielo; y hu-
mildemente os suplico, en nombre
de vuestra purísima Esposa, que me
hagáis la gracia de perdonarme to-
dos los gravísimos pecados que he
cometido desde el primer instante
en que pude pecar hasta la hora pre-
sente; de los cuales me arrepiento
infinitamente, proponiéndome morir
LA LLAVE DEL CIELO 289

antes que ofender nunca más á vues-


tra divina Majestad; y por los altísi-
mos méritos y eficacísima protección
de vuestra amantísima Esposa os
suplico me concedáis ä mí y á N. el
preciosísimo don de vuestra gracia y
divino amor, otorgándome aquellas
luces y particulares auxilios con los
cuales vuestra eterna Providencia ha
predeterminado querer salvarme y
conducirme ä si.
Después se dirá tres veces:
Santísima Vírgen María, Santos y
Santas del cielo, interceded por nos-
otros con el Señor, para que con su
divina ayuda merezcamos la salva-
ción de nuestras almas.

19
290 LA LLAVE DEL CIELO

Oración ä la Beatisima Virgen.


Os reconozco y os venero, Virgen
Santísima, Reina de los cielos, Seño-
ra y dueña del universo, como Hija
del Eterno Padre, Madre de su dilec-
tísimo Hijo y Esposa amantísima del
Espíritu Santo; y postrado á los pies
de vuestra gran Magestad, con la
mayor humildad os suplico por aque-
lla divina caridad de que fuísteis su-
mamente llena en vuestra Asunción
al Cielo, que me hagáis la gracia y
misericordia de ponerme bajo vues•
tra segurísima y fidelísima protec-
ción, y de recibirme en el número
de aquellos felicísimos y afortunados
siervos que lleváis grabados en vues-
tro virginal pecho. Dignaos, Madre
LA LLAVE DEL CIELO 291

y Señora mía clementísima, recibir


este mísero corazón, mi memoria,
mi voluntad y todas las demás po-
tencias y sentidos interiores y exte-
riores: os consagro mis ojos, mis
oidos, mi boca, mis manos y mis
piés, regidlos conforme al bene-
plácito de vuestro Hijo, de manera
que á cada movimiento de éstos,
tenga la intención de daros gloria in-
finita. Y por aquella sabiduría con
que os iluminó vuestro dilectísimo
Hijo, os ruego y suplico me alcan-
céis luz y claridad para conocerme
bien á mí mismo, para conocer mi
nada, y singularmente para conocer
mis pecados y odiarlos y detestarlos
siempre, alcanzadme además luz pa-
ra conocer las asechanzas del enerni-
292 LA LLAVE DEL CIELO

go infernal y sus combates ocultos


y manifiestos. Especialmente, piado-
sísima Madre, os pido la gracia N.
Dígase tres veces:
Virgen incomparable,
La más pura entre tantas,
Libra el alma de culpas
Y házla humilde y casta.
ORACIÓN

Señor perdona los pecados de tus


siervos, para que los queno podemos
agradaros con nuestras obras, alcan-
cemos la salvación por medio de la
intercesión de la Madre de tu Hijo
Jesucristo Nuestro Señor que vive y
reina contigo en unidad del Espíritu
Santo, Dios por todos los siglos de
los siglos.
LA LLAVE DEL CIELO 293

Bendíganos y custódienos el Se-


ñor omnipotente y misericordioso,
Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Amén.
(3.0 días, una vez cada día. Pío VII, 1822).

Oración al Purísimo Corazón


de Maria.
1. P. ¡Oh Corazón de María,
Madre de Dios y Madre nuestra! Co-
razón amabilísimo objeto de las com-
placencias de la adorable Trinidad y
digno de toda la veneración y amor
de los ángeles y de los hombres; co-
razón el más semejante al de Jesús,
del cual sois la más perfecta imagen;
Corazón lleno de bondad, que tanto
os compadecéis de nuestras miserias,
dignaos derretir el hielo de nuestros
corazones, y haced que se convier-
294 LA LLAVE DEL CIELO

tan enteramente al Corazón del divi-


no Salvador. Infundid en ellos el
amor á vuestras virtudes, inflamán-
dolos con aquel dichoso fuego en
que Vos ardéis sin cesar. Recibid en
vuestro seno a la Santa Iglesia, cus-
todiadla, sed siempre su dulce asilo
y su inespugnable torre contra toda
incursión de sus enemigos. Sed el
camino por el cual nos dirijamos
hacia Jesús y el conducto por el cual
recibamos todas las gracias necesa-
rias para salvarnos. Sed nuestro au-
xilio en las necesidades, nuestro con-
suelo en las aflicciones, nuestra for-
taleza en las tentaciones, nuestro re-
fugio en las persecuciones, nuestra
ayuda en todos los peligros; pero es-
pecialmente en los últimos combates
LA LLAVE DEL CIELO 295

de nuestra vida, en la hora de la


muerte, cuando todo el infierno se
desencadenará contra nosotros para
arrebatar nuestras almas en aquel
formidable momento, en aquel terri-
ble punto del cual depende nuestra
eternidad. ¡Ah! entonces, oh Virgen
piadosisima, hacednos, sí, hacednos
experimentar la dulzura de vuestro
maternal Corazón y la fuerza de vues-
tro poder para con el de Jesús,
abriéndonos en la fuente misma de
la misericordia un seguro asilo para
que podamos llegar á bendecirle con
Vos en el paraiso por todos los si-
glos de los siglos. Amén.
296 LA LLAVE DEL CIELO

Alabanza
ä los Santísimos Corazones de
Jesüs y de Maria.
<:Conocidos, alabados, bendeci-
dos, amados, servidos y glorificados
sean siempre y en todo lugar el di-
vinísimo Corazón de Jesús y el purí-
simo Corazón de María Amén »
Pío VII, en 1807, concedió 6o días de indulgencia
(por una vez al día) ti los fieles que rezaren esta Ora-
ción con la alabanza d los SS. Corazones; é Indulgen-
cia Plenaria, éi los que la rezaren diariamente duran-
te un año, en cada una de las tres siguientes festivi-
dades: la de la Santísima Virgen, la de su Natividad,
la de la Asunción y la de su Purísimo Corazón; con
tal que, confesados y comulgados, visiten una Iglesia ó
altar «dedicado d la Santísima Virgen,» y rueguen
allí según la intención del Sumo Pontífice. A tí los D.

Jaculatorias al Corazón de Maria


Salve, Corazón amante,
Traspasado de aflicción:
¡Os amo, Virgen María!
Dadme vuestra bendición.
LA LLAVE DEL CIELO 2.97

Salve, Corazón sagrado,


Áncora de Salvación;
¡Os amo, Vírgen María!
Dadme vuestra bendición.

Salve, Corazón colmado


De bondad y compasión:
¡Os amo Vírgen María!
Dadme vuestra bendición.

Asistidme y amparadme
En toda tribulación:
¡Os amo, Madre querida!
Dadme vuestra bendición.
Letanía Lauretana.
I. P. Kyrie, eleison. 1 Kyrie
eleison.
Christe, eleison. Christe elei-
son.
Kyrie, eleison. 1 Kyrie eleison.
298 LA LLAVE DEL CIELO

Christe, audi nos. 4 Christe, audi


nos.
Christe, exaudi nos. 4 Christe,
exaudi nos.
Pater de ccelis, Deus. 4 Miserere
nobis.
Fili, redemptor mundi, Deus. 4
Miserere nobis.
Spiritus Sancte, Deus. 1 Misere-
re nobis.
Sancta Trinitas, unus Deus. 4 Mi-
serere nobis.
Sancta Maria,
Sancta Dei genitrix, 0
Sancta virgo virginum, P»1
Mater Christi,
Mater divinæ gratix, 1.o-"F)
Mater purissima,
Mater castissima, o
cr:
Mater inviolata,
Mater intemerata,
LA LLAVE DEL CIELO 299

Mater immaculata,
Mater amabilis,
Mater admirabilis,
Mater creatoris,
Mater salvatoris,
Virgo prudentíssima,
Virgo veneranda,
Virgo prdicanda,
Virgo potens,
Virgo clemens,
Virgo fidelis,
Speculum justitix,
Sedes sapientix,
Causa nostr
Vas spirituale,
Vas honorabile,
Vas insigne devotionis,
Rosa mystica,
Turris davidica,
Turris eburnea.
Domus aurea,
Fcederis arca,
300 LA LLAVE DEL CIELO

Janua cceli,
Stella matutina,
Salus infirmorum,
Refugium peccatorum,
Consolatrix afflictorum,
Auxilium christianorutn,
Regina angelorum, o
Regina patriarcharum,
Regina prophetarum, o
Regina apostolorum, o
Regina martyrum,
Regina confessorum,
Regina virginum,
Regina sanctorum omnium,
Regina sine labe originali con-
cepta.
Regina sacratissimi rosarii,
Agnus Dei, qui tollis peccata mun-
di, 4 Paree nobis, Domine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mun-
di, I3` Exaudi nos, Domine.
LA LLAVE DEL CIELO 301

Agnus Dei, qui tollis peccata mun-


di, ly Miserere nobis.

A tu amparo y protección,
Madre de Dios acudimos,
No desprecies nuestros ruegos;
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre ä tus hijos.

Y Rogad por nosotros, santa


Madre de Dios.
132 Para que seamos dignos de
las promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

Os rogamos, Señor, derraméis


vuestra gracia en nuestros corazones,
para que, habiendo conocido por la
302 LA LLAVE DEL CIELO

voz del Angel el misterio de la En-


carnación de vuestro Hijo Jesucristo,
por los méritos de su Pasión y de su
Cruz, lleguemos dichosamente á la
gloria de la Resurrección. Os lo pe-
dimos por el mismo Jesucristo nues-
tro Señor. Amén.
Se ganan 3oo dias de indulgencia cada vez 92 se
rece devotamente esta Letanía; y los n'eles que la reza-
ren diariamente ‚pueden ganar Indulgencia Plenaria,
en las cinco fiestas principales de la Santísima Vir-
gen,que son: la Concepción, la Natividad, la Anuncia-
ción, la Purificación, y la Asunción; con tal que en
dichas fiestas, verdaderamente arrepentidos, confiesen,
comulgen y visiten una Iglesia pública rogando en ella
por la intención del Sumo Pontifice. Sixto V 1387; y
Pío Vil, z817. (A d los D.)

Otra Visita ä la Santisima Virgen


Oraciones para cada día de la semana por
San Alfonso Marta de Ligorio
DOMINGO

X. Aquí tenéis ;oh Madre de


LA LLAVE DEL CIELO 303

Dios! ä vuestras plantas un mísero


pecador que á. Vos recurre y en Vos
tiene puesta toda su confianza. No
merezco ni siquiera que volváis ä mí
los ojos; pero sé que anheláis ardien-
temente derramar en los pecadores
los tesoros de la divina misericordia;
viendo que por ellos murió Jesús,
fruto de vuestras entrañas. Mirad,
¡oh Madre de piedad! mis infortu-
nios, y compadeceos de mí. Oigo
que todo el mundo os llama refugio
de los pecadores, áncora de los des-
esperados, auxilio de los abandona-
dos; sed, pues, Vos mi refugio, mi
esperanza, mi socorro; con vuestra
intercesión me habéis de salvar. Ve-
nid en mi ayuda por amor de Jesu-
cristo; dad la mano á un miserable
304 LA LLAVE DEL CIELO

caido que se encomienda é. Vos. Sé


que os complacéis en proteger á un
pecador cuando podéis; valedme,
pues, ahora que me podéis valer.
He perdido con mis pecados la gra-
cia divina y mi alma la he perdido
también. Ahora me pongo en vues-
tras manos; decidme que he de ha-
cer para volver á la gracia de Dios,
que al punto hacerlo quiero. Él me
envía ä Vos para que me soco-
rráis, quiere que acuda á vuestra mi-
sericordia para que no sólo los mé-
ritos de vuestro Hijo me alcancen la
salvación eterna, sino también vues-
tras oraciones. A Vos, pues, recurro,
rogad á Jesús por mí. Conozca el
mundo el bien que hacéis á quien en
Vos confía. Así lo espero. Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 305

(Se rezarán Tres Ave Atarías á


la Santísima Virgen, para desagra-
viarla en algún modo de las blasfe-
mias que contra ella se profieren.)

LUNES

¡Oh María, Reina del Cielo! Yo


que un tiempo he sido esclavo del
demonio, ahora me dedico á vuestro
servicio para siempre, y me ofrezco
á honraros y serviros en todos los
instantes de mi vida. Admitidme por
siervo vuestro; ¡ahl no me desechéis
como merezco. Madre mía, en Vos
he puesto toda mi esperanza. Bendi-
go y doy gracias á Dios, que por su
misericordia me dá esta confianza en
Vos. Verdad es que he sido pecador,
mas por los méritos de Jesucristo y
20
3(4; LA LLAVE DEL CIELO

por vuestras súplicas, espero haber


ya obtenido el perdón. Pero no bas-
ta, Madre mía, aflígeme un pensa-
miento, y es que de nuevo puedo per-
der la divina gracia. Los peligros son
continuos y no duermen los enemi-
gos y asaltaránme nuevas tentacio-
nes. ¡Ah! protegedme, pues, Señora
mía; defendedme en las batallas del
infierno y no permitáis que de nuevo
caiga en i el pecado y ofenda á vues-
tro divino Hijo Jesucristo. No, nunca
jamás suceda el que de nuevo Ar-
da el alma, el Cielo y Dios. ¡Oh Ma-
ría! esta gracia os pido; por esta gra-
cia suspiro; esta gracia alcanzadme
Vos. Así lo espero. Amén.
Las Tres Ave Marías.
LA LLAVE DEL CIELO 307

MARTES

;Oh María, Madre de bondad y


misericordia! Considerando mis pe-
cados y pensando en que he de mo-
rir, me estrernezeo y me confundo.
¡Oh Madre mía dulcísima! En la San-
gre de Jesucristo y en vuestra inter-
cesión tengo fundadas todas mis es-
peranzas. ¡Oh consoladora de los
afligidos! No me abandonéis en aquel
momento, no dejéis de consolarme
en aquella grande aflicción. Si ahora
tanto me aflige el recuerdo de mis
pasadas culpas, la incertidumbre del
perdón, el peligro de recaer y el ri-
gor de la divina justicia ¡ay! enton-
ces .Aue será de mí? Antes que lle-
gue la hora de mi muerte, alcanzad-
308 LA LLAVE DEL CIELO

me, Señora mía, un gran dolor de


mis pecados, una verdadera enmien-
da y fidelidad á Dios en lo que me
queda de vida. Y cuando llegue el
instante de mi muerte ¡oh María, es-
peranza míal venid en mi auxilio
cuando me halle en aquellas doloro-
sas angustias; confortadme, para que
no desespere a vista de mis culpas,
cuando el demonio me las presente
todas escuadronadas ánte mis ojos,
Ruégoos que me obtengáis la gracia
de invocaros entonces incesantemen-
te á fin de que espire pronunciando
vuestro dulcísimo nombre y el de
vuestro santísimo Hijo. Este favor
que habéis hecho á tantos devotos
vuestros; también yo lo deseo y lo
espero. Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 309

Las Tres Ave Marias.

MIÉRCOLES

¡Oh María, Madre de Dios, cuán-


tas veces he merecido el infierno por
mis iniquidades! Tal vez la sentencia
se hubiera ya ejecutado cuando co-
metí la primera culpa, si Vos, piado-
sa, no hubieseis suspendido la justicia
divina; y luego, vencido mi dureza
induciéndome á poner mi confian-
za en Vos. ¡Oh! y cuantos otros de-
litos hubiera quizá cometido después
en los peligros en que me he visto,
si Vos, Madre amorosa, no me hu-
bieseis preservado de ellos con las
gracias que me habéis alcanzado!
¡Ah! reina mía, que me servirá,
si me condeno, vuestra misericordia
310 LA LLAVE DEL CIELO

y los favores que me habéis hecho?


Sí en otro tiempo dejé de amaros,
ahora os amo, después de Dios, so-
bre todas las cosas. ¡Ay de mí! no
permitáis que vuelva las espaldas
Vos y á Dios que me ha dispensado
tantas misericordias por vuestra in-
tercesión. ¡Señora mia amabilísima!
no permitáis que os llegue á aborre-
cer y maldecir para siempre en el in-
fierno. Consentiréis Vós en ver con-
denado un siervo vuestro que os ama?
;Oh María! ¿que decís? flae condena-
ré? Me condenaré si os dejo; mas:
¿quién será tan ingrato que se apar-
te de Vos? ¿quién podrá echar en ol-
vido el amor que me habéis profesa-
do? No se pierde, no, el que se enco-
mienda fielmente y acude á Vos.
LA LLAVE DEL CIELO 311

¡Ah! Madre mía, no me abandonéis


á mi mismo, porque me perderé: ha-
ced que recurra siempre á Vos. Li-
bradme esperanza mía, libradme del
infierno, y ante todo del pecado, por
cuyo medio puedo tan sólo ser con-
denado al infierno. Amén.
Las Tres Ave Marias.

JUEVES

¡Oh Reina de los Cielos que en


el trono más inmediato al del Altísi-
mo resplandecéis sublimada sobre
todos los coros • de los ángeles! Yo,
miserable pecador, os saludo desde
este valle de lágrimas, y os ruego
que volváis hacia mí esos bellísimos
ojos de misericordia. Ved, oh María,
en qué peligros de perder el alma,
312 LA LLAVE DEL CIELO

el paraiso y á Dios me veo y me ve-


ré mientras viva en este mundo. En
Vos, Señora he puesto todas mis
esperanzas. Os amo, y espero ir
pronto á veros y alabaros en el pa-
raiso. ¡Oh! María, izitié día será
aquel en que me veré ya salvado á
vuestros pies? ¿Cuando besaré aque-
lla mano que de tantos beneficios me
ha colmado? Verdad es Madre mia,
qué he sido muy ingrata para con
Vos durante toda mi vida; mas si
voy á la gloria, allí os amaré conti-
nuamente por toda la eternidad, y
compensaré mi ingratitud bendicien-
doos y dandoos gracias para siem-
pre. Doy gracias á Dios que me da
esta confianza en la Sangre de Jesu-
cristo y en vuestra poderosa interce-
LA LLAVE DEL CIELO 313

sión. Lo mismo han esperado vues-


tros verdaderos devotos, y ninguno
ha visto frustradas sus esperanzas;
tampoco yo veré frustradas las mías.
¡Oh, María! rogad á vuestro Hijo je-
sús, como yo se lo ruego por los
méritos de su Pasión, que confirme
y aumente siempre en mí estas dul-
císimas esperanzas. Amén.
Las Tres Ave Matías.
VIERNES

¡Oh, María! sois la más noble, la


más sublime, la más pura, hermosa
y santa, de todas las. criaturas. ¡Oh,
Señora mía! si todos os conocieran
y amaran como merecéis. Pero me
sirve de consuelo el pensar que hay
tantas almas bienaventuradas en el
314 LA LLAVE DEL CIELO

cielo y tantas otras justas en la tie-


rra que viven enamoradas de vuestra
bondad y belleza: y sobre todo me
regocija en singular manera el que
Dios mismo os ame más que á to-
dos los hombres y á todos los Ange-
les juntos. Reina mía, yo, miserable
pecador, también os amo, pero os
amo demasiado poco; quiero amaros
con un amor mas grande y más tier-
no; y es necesario que Vos misma
me alcancéis este amor, toda vez que
el amaros es una gran serial de pre-
destinación y una gracia que Dios
concede á los que se han de salvar.
Por otra parte veo, Madre mía, que
he de estar muy agradecido á vues-
tro Hijo; veo que merece un amor
infinito. Vos, pues, que no deseáis
LA LLAVE DEL CIELO 315

otra cosa sino verle amado, me ha-


béis de alcanzar una gracia, la de te-
ner un grande amor á Jesucristo.
.Ah obtenedme esta (Tracia
e, Vos
que alcanzáis de Dios cuanto queréis
Yo no os pido bienes terrenos, no os
pido honores ni riquezas; os pido lo
que más anhela vuestro corazón,
amar sólo á Dios. .¿Será posible que
no queráis ayudarme en este mi deseo
que os es tan agradable? No; porque
ya me ayudáis, ya rogáis por mí.
Rogad, rogad, oh María, no ceséis
nunca de rogar hasta que me veáis
en el paraiso, donde estaré seguro
de poseer y amar para siempre á
mi Dios juntamente con Vos, carísi-
ma Madre mía. Amén.
Las Tres Ave Marías.
316 LA LLAVE DEL CIELO

SÁBADO

¡Oh Madre mía Santísima veo las


gracias que me habéis alcanzado, y
veo la ingratitud con que os he co-
rrespondido. Aunque el ingrato no
sea ya digno de recibir beneficios,
no quiero por esto desconfiar de
vuestra misericordia. ¡Oh gran abo-
gada mía! tened piedad de mí. Vos
sois la dispensadora de todas las gra-
cias que Dios nos concede á nos-
otros, miserables pecadores, y para
que nos auxiliéis os ha hecho tan po-
derosa, rica y bondadosa.
Yo quiero salvarme: en vuestras
manos, pues, pongo mi eterna salva-
ción; á Vos confío mi alma. Quiero
contarme en el número de vuestros
LA LLAVE DEL CIELO :317

más especiales siervos; no me recha-


céis. Vos buscáis á los miserables
para consolarlos; no abandonéis,
pues, á un miserable pecador que
acude ä Vos.
Interceded por mí; vuestro Hijo
hace cuanto Vos le pedís. Tomadme
bajo vuestra protección, y esto me
bastará; porque si Vos me protegéis,
nada temeré: no temeré mis peca-
dos, porque espero que Vos me al-
canzaréis el perdón de Dios; no te-
meré á los demonios, porque Vos
sois más poderosa que todo el infier-
no; no temeré á mi propio Juez Je-
sús, porque con una sola súplica
vuestra se aplacará. Protegedme,
pues, Madre mía, y alcanzadme el
perdón de mis pecados, el amor
318 LA LLAVE DEI. CIELO

Jesús, la santa perseverancia, una


buena muerte, y por último la Gloria
celestial. Verdad es que no merezco
estas gracias; pero si las pedís al Se-
ñor para mí, las alcanzaré. ., ¡Oh Ma-
ría, reina mía! en Vos confío; en esta
esperanza descanso y vivo, y con ella
quiero morir. Amén.
Las Tres Ave Marías.
(300 días, cada día. Pío VII, 'Sub' A, tí los D.
l'ara ganar la indulgencia ,plenaria mensual, hay
'que rezar cada día la Oración que corresponde.

Después de rezada la Oración que


corresponde á cada día, se dirán las
oraciones siguientes:
Memorare ü. Oración de San
Bernardo.

X. Acordaos, oh piadosísima
Virgen, etc. Pág. zo.

LA LLAVE DEL CIELO 319

Oración eficaz ä la Santísima


Virgen.

Dios te salve María, llena eres de


gracia, etc.
X. ¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre
mía! etc. Pág. i8.
Décima.
e Quisiera, Virgen María,
Madre mía muy amada,
Tener mi alma abrasada
En vuestro amor noche y día.
¡Oh dulce Señora mía,
Quien tuviera tal fervor,
Que aventajara en ardor
A los serafines todos,
Amandoós por cuantos modos
Inventó el más fino amor!
( 1 'arias indulgencias parciales.)
320 LA LLAVE DEL CIELO

Visita á San José


MEMORARE

X. Acordaos, oh castísimo es-


poso etc. Pág. 66.
Dolores y Gozos de San José

DUDA DE SAN JOSÉ

X. No sabiendo todavía el mis-


terio de la Encarnación, quiere Jo-
sé separarse de su Esposa, ¡qué
amargura! Mas un Angel le revela
que María ha concebido por obra
del Espíritu Santo: ¡qué alegría pa-
ra tan santo y amante Esposo!
Por esta vuestra angustiosa per-
LA LLAVE DEL CiELO 321

plejidad, y por este vuestro gozo ine-


fable, os suplicamos, amable Protec-
tor nuestro, que consoléis ahora
nuestras almas en la alegría de una
conciencia pura, para consolarlas
después con una dichosa muerte se-
mejante á la vuestra. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri

2.°

NACIMIENTO DE JESÚS.

Nace Jesús en suma pobreza ¡qué


dolor para un Padre tan tierno!
Mas, ¡qué alegria, cuando ve al
Niño Dios alabado de los Ángeles
y adorado de los Pastores y Reyes!
Por este dolor y este gozo inex-
21
322 LA LLAVE DEL CIELO

plicable, alcanzadnos, oh amable


Protector nuestro, un total despren-
dimiento de los bienes de la tierra,
á fin de que la pobreza y los traba-
jos de este miserable destierro se
nos truequen un día en riqueza y
descanso sempiterno. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

3.°
CIRCUNCISIÓN DE JESI,S

¡Qué tristeza y qué pena para Jo.


sé, ver al tiernecito Niño derraman-
do ya sangre en la Circuncisión!
Mas, ¡qué gozo y qué contento al
oir de la boca del Angel que se lla-
mará Jesús y salvará á su pueblo!
LA LLAVE DEL CIELO 423

Por esta vuestra amargura y ale-


gría imponderable os suplicamos, oh
amable Protector nuestro, que nos
alcancéis una verdadera mortifica-
ción de los sentidos, á fin de que des-
terrando de nosotros todo vicio en
la presente vida, disfrutemos en la
otra de los dulcísimos frutos que Je-
sús nos asegura con su sangre pre-
ciosísima. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.

423

PROFECÍA DE SIMEÓN

Profetiza Simeón la terrible pa-


sión de Jesucristo: ¡qué espada de
dolor atravesaría el corazón de José!
324 LA LLAVE DEL CIELO

Pero anuncia también la triunfante


Resurrección de Jesús y los copio-
sos frutos de su redención: ¡qué
consuelo, qué alegría!
¡Ah! no permitáis; ¡oh amable
Protector nuestro! que la Pasión de
Jesús sea ocasión de ruina para nin-
guno de nosotros; antes bien haced
que sea causa de nuestra resurrec-
ción gloriosa y de nuestra eterna sal-
vación. Os lo pedimos por el sumo
dolor y gozo que inundó vuestra alma
al presentar ä Jesús en el templo.
Amén.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
LA LLAVE DEL CIELO 325

5.°
HUIDA Ä EGIPTO

Avisado por el Angel huye José


de noche precipitadamente ä Egip-
to: ¡qué angustias, qué temores! Mas
vé caidos en el suelo los ídolos de
los egipcios, y ä Jesús libre del fu-
ror de Herodes. ¡Qué alegría!
Por este vuestro dolor y gozo
incomparable, alcanzadnos, amable
Protector nuestro, valor para huir
de toda ocasión pecaminosa, ä fin
de que cayendo los idolos de nues-
tras afecciones mundanales sirvamos
fielmente ä Dios, y muramos, si con-
viene, por Jesús y María. Amen.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
326 LA LLAVE DEL CIELO

6.'

REGRESO DE EGIPTO

Recibiendo aviso de volver ä Na-


zaret teme José ä Arquelao no mé-
nos cruel que su padre Herodes:
¡qué pena, qué angustias! Mas el
ángel le disipa toda inquietud: ¡qué
gozo, qué consuelo!
Por este vuestro dolor y gozo in-
decible, alcanzadnos, amable Protec-
tor nuestro, perfecta sumisión y con-
formidad ä la voluntad divina, de
suerte que descansando en los bra-
zos de la providencia amorosa del
Señor, marchemos tranquilos y se-
guros por el sendero de la virtud ä
las mansiones eternas. Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 527

Padre nuestro, Ave María y Glo-


ria Patri.
7.)

NIÑO PERDIDO

José pierde á su dulce Jesús: ¡qué


tres días y noches tan amargas! ;Qué
llanto y qué desconsuelo! Mas le en-
cuentra por fin en el templo asom-
brando á los mismos doctores con
su sabiduría: ¡qué gozo!
Alcanzadnos, amable Protector
nuestro, la gracia de jamás perder á
Jesús por nuestra culpa, el dolor de
haberle perdido tantas veces, y el
permanecer siempre fieles en su amis-
tad y compañía. Amén.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
328 LA LLAVE DEL CIELO

ANTÍFONA

Jesús contaba ya la edad de trein-


ta años, y aun era tenido por el hijo
de José.
Xr Rogad por nosotros, San José.
» Para que seamos dignos de las
promesas de Jesucristo.

ORACIÓN

¡Oh Dios! que por una providen-


cia inefable os dignasteis escoger al
bienaventurado José, para esposo de
vuestra Santísima Madre; os suplica-
mos fervorosamente nos concedáis
la gracia de que venerándolo en la
tierra como nuestro Protector, me-
rezcamos tenerle por intercesor en
LA LLAVE DEL CIELO :329

los Cielos. Vos que siendo Dios vi-


vís y reináis por los siglos de los si-
0-los Amén.

Esta devoción tiene concedidas por Pío VII, .roo


días de indulgencia por cada día que se reza, y 5oo
todos los miércoles y en los nueve días que preeden á
las fiestas de San José y su Patrocinio: «indulgencia
plenaria» en cada una de estas dos fiestas, confesando
y comulgando y rezándola en dichos días,- y otra tam-
bién plenaria (según está indicado)una.vez al mes, re-
zándola diariamente; confesando y comulgando en el
dia etc.
Pio IX en 1856 concedió 7 ahos y 7 cuarentena en
cualquier día que se rece.

Salutación á San José

e Dios te salve, José, lleno


eres de gracias, el Señor es contigo;
bendito eres entre todos los hom-
bres, y bendito es Jesús, Hijo de tu
esposa María. San José, padre adop-
tivo de Jesús y esposo de la Virgen
María, rogad por nosotros pecado-
330 LA LLAVE DEL CIELO

res, ahora y en la hora de nuestra


muerte. Amén.
JACULATORIAS

e .Jesús, José y María, os doy


el corazón y el alma mía»
(./ 00 días por cada vez. Pío VII. ¡Sol. A. á
D.)
e «San José, amigo del Sagra-
do Corazón, rogad por nosotros.»
(loo días una vez cada día.)

Visita de Altares.

En la Bula de la Santa Cruzada


tenemos un riquísimo tesoro; pues
entre otros privilegios é indulgencias
concede su Santidad á cualquiera
que la tuviere, y visitare cinco Igle-
sias ó cinco altares, ó en defecto de
LA LLAVE DEL CIELO 331

ellos cinco veces un altar, rezando


en cada uno lo que quisiere por la
intención del Sumo Pontífice, que
gane (cuando hay estaciones en Ro-
ma) las Indulgencias y Perdones que
ganan los que personalmente visitan
las Iglesias de dentro y fuera de los
muros de Roma.

Dias en que se gana Indulgencia


Plenaria.

.° En los domingos de adviento,


Septuagésima, Sexagésima y Quin-
cuagésima.
2. 0 Desde el miércoles de Ceni-
za hasta la Dominica in albis,
ocho días después de Pascua
3.° En los días de Témporas y
Rogaciones.
332 LA LLAVE DEL CIELO

4.° En la vigilia y fiesta de Pen-


tecostés y en los seis días siguientes.
5. 0 Por Navidad en cada una de
las tres Misas, la vigilia, y los cua-
tro días que siguen.
6.° En las festividades de la Cir-
cuncisión, Epifanía y Ascensión del
Señor.
7. 0 En el artículo de la muerte.

Puede además sacarse ánima del


Purgatorio.

I.° En las dominicas tercera y


cuarta de Cuaresma, como también
en la de Septuagésima.
2.° El martes después del pri-
mero, el sábado antes del tercero,
y el viérnes y sábado después del
quinto domingo de Cuaresma.
LA LLAVE DEL CIELO 333

3. 0 El miércoles después de Pas-


cua, como también el jueves y sába-
do de la octava de Pentecostés.
Para ganar estas indulgencias plenarias es nece-
sario confesar y comulga, y rezar por lo ',anos un
Padre nuestro, Ave María y Gloy ia en cada altar, ro-
gando por la intención del Sumo Pont9ice. No es ne-
cesario moverse de un sitio tí oho para visitar los alta-
res, basta con verlos: se pueden visitar á cualquier ho-
ra, y aun unos ti una hora, y otros á otra.

Modo de hacer las Visitas.

Por la señal de la Santa Cruz &.


Señor mío Jesucristo Dios y hom-
bre verdadero, aquí me tenéis postra-
do á vuestros pies lleno de confusión
á vista de mis muchas culpas y peca-
dos. ¡Oh! cuánto me arrepiento de
haberos tantas veces ofendido, ¡oh
Padre de misericordia, oh Dios infi-
nitamente bueno y digno de ser ama-
334 LA LLAVE DEL CIELO

do sobre todas las cosas! Perdonad-


me, oh buen Jesús, por esa Sangre
que derramästeis por mi amor; y
concededme que gane hoy las indul-
gencias y gracias de la santa Cruza-
da, las cuales deseo aplicar en satis-
facción de mis culpas y en sufragio
del alma de N. ó de las que sean de
mi mayor obligación y de vuestro
agrado. A este fin os ofrezco esta
visita de cinco altares en memoria de
vuestras cinco preciosas llagas, y
por ella os encomiendo las necesida-
des de la santa Iglesia y del Estado;
ä nuestro Santísimo Padre N. y de-
más Prelados y Superiores espiritua-
les y temporales, la paz y concordia
entre los príncipes cristianos, extir-
pación de las heregías, conversión
LA LLAVE DEL CIELO 335

de los infieles, herejes y pecadores,


perseverancia de los justos y todos
los demás piadosos fines que se pro-
pone nuestra santa madre la Iglesia.
Amén.

En cada uno de los cinco altares


hecha la señal de la cruz, ó una incli-
nación, se reza por lo menos un Pa-
dre nuestro, Ave María y Gloría
Patri, considerando; en la i. visita,
la llaga sacratísima del pié izquierdo
de nuestro Señor Jesucristo; y pidien-
do por los infieles, herejes y cismá-
ticos: en la 2 • a , adorando la llaga del
pié derecho, se pedirá la conserva-
ción de la fé entre los fieles, espe-
cialmente en España: en la 3. a enco-
miéndese la conversión de los peca-
336 LA LLAVE DEL CIELO

dores, por la llaga de la mano iz-


quierda: en la 4. a, pídase la perseve-
rancia de los justos, por la llaga de
la mano derecha; y en la 5 •' finalmen-
te, entre el cristiano por la Haga del
Costado hasta el Sagrado Corazón
de Jesús, anhelando establecer en él
su morada, y encomendándole los
negocios y personas de su mayor
obligación y afecto. Concluyendo con
la siguiente
ORACIÓN

e Rodea, ioh Señor! la ciudad


de Roma y guarden tus angeles sus
murallas; oye benignamente á tu pue-
blo; aleja de él tu furor, porque se
han reunido nuestros enemigos glo-
riándose en su poder: pero Tú des-
LA LLAVE DEL CIELO 337

truye su fortaleza, dispérsalos, para


que conozcan que Tú sólo ;oh Dios
nuestro! y no ningun otro, es el que
nos defiende. Por Cristo nuestro Se-
ñor. Amén.
(so días, par rada vez, Pía IX, 1866.)

Quien quisiere detenerse un poco


más, podrá rezar en las visitas,
más de las oraciones indicadas, las si-
guien/es indulgenciadas por Pío VIL
Jesús Crucificado.

I. P. Al postrarme delante de
Vos Crucificado ¡oh amabilísimo Re-
dentor de mi alma! la conciencia me
acusa de haberos clavado en Cruz
con mis manos, cuantas veces he co-
metido culpasgraves, disgustándoos,
338 LA LLAVE DEL CIELO

con enorme ingratitud. ¡Dios mío,


perfectísimo y sumo bien, digno de
todos mis afectos por haberme dis-
pensado siempre vuestros beneficios!
no puedo, infeliz de mí, deshacer,
como quisiera, mis malas obras; pero
las detesto con íntimo dolor por ha-
beros ofendido á Vos, bondad infini-
ta; y postrado á vuestros piés, pro-
curo á lo menos compadeceros, da-
ros gracias, y pediros perdón y arre-
pentimiento; y con el corazón en los
labios, digo reverente:

Ä LA LLAGA DEL PIÉ IZQUIERDO

Os adoro, sacratísima Llaga del


pié izquierdo de mi Jesús. Os com-
padezco Redentor mío por el acer-
bísimo dolor que padecisteis; os doy
LA LLAVE DEL CIELO 339

gracias por el amor con que os fati-


gasteis por alcanzarme en el camino
de perdición, ensangrentándoos en-
tre las espinas y abrojos de mis pe-
cados; y ofrezco al eterno Padre el
dolor y el amor de vuestra santísima
humanidad, en expiación de mis mal-
dades, que detesto con síncera y
amarga contrición.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
Haced, ¡oh Madre afligida!
Que las Llagas del Señor
Queden hondamente impresas
Por siempre en mi corazón.

LA LLAGA DEL PIE DERECHO

Os adoro, sacratísima Llaga del


340 LA LLAVE DEL CIELO

pié derecho de mi Jesús. Os compa-


dezco Redentor mío por el acerbísi-
mo dolor que padecísteis; os doy
gracias por el amor que os clavó
en la Cruz, con espasmos y efusión
de Sangre para castigar mis extra-
víos y • las culpables satisfacciones
que he concedido á mis . desenfrena-
das pasiones; ofrezco al eterno Pa-
dre el dolor y el amor de vuestra san-
tísima humanidad, y le pido la gra-
cia de hacerme llorar con fervientes
lágrimas mis faltas, y de perseverar
en el bien comenzado, sin sustraer-
me nunca más á la obediencia de los
divinos mandamientos.
Padre nues/ro, Ave María y Glo-
ria Patri.
Haced ;oh Madre afligida! &c.
LA LLAVE DEL CIELO :441

LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Os adoro, sacratísima Llaga de


la Mano izquierda de mi Jesús. Os
compadezco Redentor mío por el
acerbísimo dolor que padecisteis; os
doy gracias por haber suspendido
con tanto amor los castigos y la
condenación eterna que merecía por
mis iniquidades; ofrezco al Eterno
Padre el dolor y el amor de vuestra
santísima humanidad, y le suplico
haga me aproveche del resto de mi
vida para hacer dignos frutos de pe-
nitencia, que aplaquen la irritada
justicia divina.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
Haced ¡oh Madre afligida! &c.
J42 LA LLAVE DEL ICELO

Ä LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Os adoro, sacratísima Llaga de


la Mano derecha de Jesüs. Os com-
padezco Redentor mío por el acerbí-
simo dolor que padecisteis; os doy
gracias por los beneficios que me ha-
béis dispensado siempre con tanto
amor, á pesar de mi malísima corres-
pondencia; ofrezco al eterno Padre
el dolor y el amor de vuestra santí-
sima humanidad, y le suplico que
cambie mi corazón y mis afectos, y
haga que todas mis acciones sean
conformes á su divino beneplácito.
Padre nuestro, Ave Maria y Glo-
ria Patri.
Haced ¡oh Madre afligida! &c.
LA LLAVE DEL CIELO 343

LA LLAGA DEL SAGRADO COSTADO

Os adoro, sacratísima Llaga del


Costado de mi Jesús. Os compadez-
co Redentor mío por el acerbísimo
dolor é insulto que sufristeis; os doy
gracias por el amor con que permitis-
teis que os hiriesen en el pecho y
en el corazón y por haber derrama-
do hasta la última gota de Sangre y
de agua para hacer copiosa mi re-
dención. Ofrezco al eterno Padre los
ultrajes y el amor de vuestra santí-
sima humanidad, á fin de que permi-
ta á mi alma entrar en aquel amoro-
sísimo Corazón que anhela siempre
recibir á los más grandes pecadores,
para nunca más salir de él.
344 LA LLAVE DEL CIELO

Padre nuestro, Ave Maria y Glo-


ria Patri.
Haced ¡oh Madre afligida! &c.

A. la Santisima Virgen de los


Dolores.

¡Oh Virgen María, Madre de Dios,


martir de amor y de dolor al ver los
ultrajes y las penas de Jesús! Vos
cooperasteis al beneficio de mi reden-
ción con las innumerables que pade-
cisteis, y ofreciendo al eterno Padre
el unigénito Hijo suyo y vuestro en
holocausto y como víctima de propi-
ciación por mis pecados. Os compa-
dezco por el acerbísimo dolor que
padecísteis; y os doy gracias por el
amor casi infinito que mosträsteis
privändoos del fruto de vuestras en-
LA LLAVE DEL CIELO 345

trafias, Dios y Hombre verdadero,


para salvarme á mí, pecador: inter-
poned vuestra intercesión, que nun-
ca es vana, con el divino Hijo y con
el eterno Padre, á fin de que corrija
yo de una manera estable mis cos-
tumbres, deje de crucificar con nue-
vas culpas al amoroso Redentor, y
perseverando en su gracia hasta la
muerte, alcance la vida eterna por
los méritos de su dolorosa Pasión y
muerte de cruz.
Tres Ave Marías.

ORACIÓN

¡Oh Señor, nuestro Jesucristo! que


á la hora de sexta fuisteis elevado al
patíbulo de la Cruz para la redención
del mundo, y derramásteis, para la
346 LA LLAVE DEL CIELO

remisión de los pecados, vuestra pre-


ciosa Sangre; humildemente os ro-
gamos que nos concedáis entrar,
después de nuestra muerte, por las
puertas del Paraiso.
La bienaventurada Vírgen María,
vuestra Madre, cuya sacratísima al-
ma traspasó en la hora de vuestra
Pasión la aguda espada del dolor,
interceda, divino Jesús, por nosotros,
para que nos alcance vuestra cle-
mencia y misericordia, ahora y en la
hora de nuestra muerte. Por vos Je-
sucristo, Salvador del mundo, que
con el Padre y el Espíritu Santo vi-
vís y reináis por los siglos de los si-
glos. Amén.
Pío VII concedió, en el ario 1807, 100 días de in-
dulgencia, una vez cada día, á los fieles que rezaren
devotamente las anteriores Oraciones.
LA LLAVE DEL CIELO 347

A los que la recen á lo menos diez veces cada mes.,


les concede Indeencia Plenaria más de la parcial
espresada) dos veces al inio esto es, en las fiestas de la
Invención de la Santa Cruz (3 de Mayo) y de la Exal-
tación de la misma (54 de Setiembie)confesando y co-
mulgando en ambos días, etc.
Por último ei los que la rezaren desde el Domingo
de Pasión hasta el Sábado Santo inclusive, les concede
la Indulgencia de 7 años y 7 cuarentenas en cada uno
de dichos días, e Indulgencia Plenaria el día de Pascua
de Resurrección, con tal que en este día, confesados y
comulgados, rueguen por la Santa Iglesia. A. á los D)
Mt ,k 0Hs.I.4,1,0

VÍA—CRUCIS

(Ante el Altar mayor.)


Por la señal, etc.
ACTO DE CONTRICCIÓN

1. P. ;Oh Redentor de las almas!


Aquí teneis una, empobrecida por la
culpa; alejada de Vos y entregada á
sus pasiones, pero arrepentida de
haberos ofendido y ansiosa de ama-
ros. Quiere, aunque tarde, participar
de vuestra Cruz, sentir vuestras pe-
350 LA LLAVE DEL CIELO

nas y merecer vuestro perdón. Ayu-


dadme, Jesús mío. Yo os ofrezco los
dolores de vuestra Pasión y los de
mi madre la Santísima Virgen, por
la conversión de los pecadores, en
sufragio de las ánimas benditas del
Purgatorio y por la intención de los
sumos Pontífices que han concedido
las indulgencias que me propongo
alcanzar meditando vuestra sacratí-
sima Pasión y muerte.
Y Jesús mío, misericordia.
Jesús mío, misericordia.

PRIMERA ESTACION

Jesús condenado ci muerte.


Adorámoste, Cristo, y bende-
címoste.
LA LLAVE DEL CIELO

j Que por tu santa Cruz redi-


i
miste al mundo.
Considera, alma mía, al inocentí-
simo Jesús, despreciado por Hero-
des, maltratado por Caifás y conde-
nado por Pilatos á muerte ignomi-
niosa, á muerte de Cruz.
Tendrás valor para quejarte
cuando te veas humillada y afrenta-
da por los pecados que humillaron y
afrentaron ä tu Dios y Señor? La
criatura culpable¿habrá de tenerse
en más que su inocentísimo Criador?
Padre nuestro, Ave María y 'Glo-
ria Patri.
XT Jesús mío, misericordia.
131 Jesús mío, misericordia.
Fidelium animae, per miseri-
cordiam Dei requiescant in pace.
ly Amen.
352 LA LLAVE DEL CIELO

SEGUNDA ESTACIÓN

Jesús con la Cruz d cuestas.

Y Adorámoste Cristo &c.


Que por tu Santa Cruz &c.
Anima mía, lleva Jesús sobre sus
hombros delicadísimos ignominiosa
Cruz, cuya peso abrumador repre-
senta las iniquidades todas de todos
los pecadores. Sobre el divino Re-
dentor pesaba tu malicia también.
--je resistirás tu á soportar los
trabajos de la vida, que Jesús dulcifi-
ca con su humildad y su paciencia?
Padre nues/ro &c.
Y Jesús mio &c.
LA LLAVE DEL CIELO 353

4' jesús mío &c.


Fidelium animze &c.
4 Amén.

TERCERA ESTACION

Primera calda de Jesús.

Y Adorämoste Cristo &c.


4 Que por tu Santa Cruz &c.
Ánima mía, tu Redentor y Dios
cae agobiado bajo el peso de la cruz
en que va á expiar tus culpas y cai-
das morales. j•To te compadecerás
de Él? '1\10 te compadecerás de tí?
Volverás tu á caer en el pecado? Le-
vántate, arrepiéntete pídele miseri-
cordia y en prueba de dolor ofrécele
23
354 LA LLAVE DEL CIELO

resignarte en todas las tribulaciones


que te envie.
Padre nuestro &c.
Y. Jesús mío &c.
4 Jesús mío &c.
Fidelium anim &c.
4 Amén.

CUARTA ESTACIÓN

Calle de la Amargura.

Adorámoste Cristo &c.


4 Que por tu Santa Cruz &c.
María y Jesús encontrándose en
el camino del Calvario se ocasiona-
ron el más vivo dolor que han pre-
senciado los siglos. Mis culpas pre-
LA LLAVE DEL CIELO 355

pararon ese encuentro tristísimo, m


malicia lo consumó y ahora mi ingra-
titud lo olvida... ¡Jesús mío, perdo-
nadme! ¡Madre mía, interceded por
este ingrato y amparadme con el
manto de vuestro supremo dolor!
Padre nuestro, &c.
3 Jesús mío &c.
ij Jesús mío &c.
• Fidelium anim &c.
• Amén.

.t.

QUINTA ESTACION

Simón Cireneo ayuda ä Jeszis4 llevar la Cruz.

• Adorámoste Cristo &c.


1 Que por tu Santa Cruz &c.
356 LA LLAVE DEL CIELO

El Dios de la fortaleza quiere ne-


cesitar auxilio para llevar la Cruz, á
fin de enseñarme la práctica de la
caridad.
Jesús mío, á imitación vuestra seré
caritativo conmigo mismo lloran-
do mis pecados, para utilizar vues-
tros dolores; y lo ser i con mis pi-6-
gimos socorriéndolos en todas sus
necesidades por vuestro amor.
Padre nuestro &c.
y Jesús mío &c.
Jesús mío &c.
y Fidelium animae &c.
4/ Amen.
LA LLAVE DEL CIELO 357

SESTA ESTACION

La Verónica enjuga el rostro de Jesus.

Adorámoste Cristo &c.


ly Que por tu Santa Cruz &c.
Hollando respetos humanos la Ve-
rónica acude piadosa á consolar al
divino Redentor enjugando y lim-
piando su sacratisima faz.
¡Oh pecadores! despreciando los
juicios mundanos aproximémonos á
Jesús humillado y paciente, conso-
lémosle con nuestra penitencia, y su
santa gracia restaurará y hermosea-
rá nuestra alma, grabando en ella
indeleblemente la divina efigie del
358 LA LLAVE DEL CIELO

Redentor, que nos sirva de garantía


y billete de entrada en el Cielo.
Padre nuestro &c.
y Jesús mío &c.
Jesús mío &c.
Fidelium animae &c.
» Amén.

SÉTIMA ESTACION

Jesús cae por segunda vez.

Adorámoste Cristo &c.


» Que por tu Santa Cruz &c.
iOh alma pecadora! Jesús vuelve
á caer para que tu no caigas más.
Su Cruz es el báculo en que has de
apoy arte. ¡Su humanidad sacratísima
LA LLAVE DEL CIELO 359

se rinde hasta el cieno para levan-


tarte á tí del cieno de tus miserias!
J\lo te levantarás? ¿permanecerás en
tu pecado? "i\lo te compadecerás de
Dios que se abate y humilla hasta tí?
Sí, Dios mío, quiero levantarme;
quiero arrepentirme; quiero todavía
amaros. Ayudadme con vuestra gra-
cia.
Padre nuestro, &c.
Y Jesús mío &c.
13d Jesús mío &c.
Y Fidelium animx &c.
Amén.
360 LA LLAVE DEL CIELO

.t.

OCTAVA ESTACIÓN

Consuela Jesús á las hijas de Jerusalén.

Adorámoste Cristo &c.


Que por tu Santa Cruz &c.
El divino Maestro de las almas
exhorta á las hijas de Jerusalén á
que lloren sus pecados propios, que
eran causa de los dolores ajenos.
¡Cuántas veces me preocupo de
asuntos extraños olvidando las pro-
pias obligaciones! ¡Cuantas veces me
escandalizo de ajenas debilidades,
sin cuidarme de reconocer y llorar
mis propios pecados! Este descuido
es lo que reprende mi Redentor.
LA LLAVE DEL CIELO 361

Dios mío, os prometo desentender-


me de vanas curiosidades y mirar
mas por los intereses de mi alma.
Padre nuestro, &c.
Jesús mío &c.
l'Y Jesús mío &c.
Fidelium anim &c.
13/ Amén.

NOVENA ESTACION

Jesús cae por tercera vez.

Adorámoste Cristo &c.


IY Que por tu Santa Cruz &c.
Una y otra vez recaigo en el pe-
cado; una y otra vez recae Jesús en
tierra para levantarme. 1-1abrá. de
362 LA LLAVE DEL CIELO

prevalecer mi malicia sobre la bon-


dad infinita de un Dios humillado y
piadosamente obstinado en salvar-
me? No, Dios mío; no será así. Me
levantaré de mi postración; iré á vos,
que sois mi Padre; me abrazaré con
vuestra Cruz y asido de ella espera-
ré tranquilo vuestra misericordia.
Padre nuestro, &c.
• Jesús mío &c.
Jesús mío &c.
3 Fidelium animEe &c.
4 Amén.
.t.

DÉCIMA ESTACION

Jesús despojado de sus vestiduras.


• Adorámoste Cristo &c.
LA LLAVE DEL CIELO :t63

Que por tu Santa Cruz &c.


Los ángeles del cielo cubren su
faz deslumbrados por los resplando-
res de la Majestad de Dios; y los
hombres desnudan en la tierra á esa
misma Majestad humanada y humi-
llada por su amor y para salvarlos.
¡Oh ángeles del cielo, perdonad
la inconcebible osadía de los hom-
bres! Diríase que Dios quena hacer
resaltar el cuadro de su infinita gran-
deza y longanimidad en el marco odio-
so de la ingratitud é insensibilidad
humana.
Señor, os prometo despojarme de
mi mismo, para vivir ya solo para
vuestro amor.
Padre nuestro &c.
Y Jesús mío &c.
364 LA LLAVE DEL CIELO

Jesús mío &c.


Fidelium anim &c.
:4 Amen.

UNDÉCIMA ESTACION

Jesús clavado en la Cruz.

Adorámoste Cristo &c.


4 Que por tu Santa Cruz &c.
¡Alma mia, Jesús se entrega á dis-
creción de sus verdugos. Le piden
sus divinas manos para clavarlas....
y las entrega; le piden los piés sa-
cratísimos y los entrega también!
¡Así se rinde ä esclavitud, así se en-
trega al martirio por tu amor! Pue
mas pudo hacer por tí? Y tu te que-
LA LLAVE DEL CIELO $65

jas, tu te irritas ante el primer sa-


crificio á que expone tu fidelidad!
Reconoce tu injusto proceder y
entrégate por amor de Jesús como
El se entregó por tí.
Padre nuestro, &c.
v Jesús mío &c.
Jesús mío &c.
Fidelium animae &c.
Amén.

t t
DUODECIMA ESTACION

Jesús espira en la Cruz.

Adorámoste Cristo &c.


13' Que por tu Santa Cruz &c.
Preparate, ánima mía, á recono-
366 LA LLAVE DEL ICELO

cer tu dignidad y grandeza. Todo


un Dios se entrega ä la muerte por
salvarte y espira desconocido en ig-
nominiosa Cruz. y tu en tan poco te
estimas que llegas ä venderte por un
vil placer, por un aplauso mundano,
por vanidad ilusoria .5 degradante
sensualidad?
Escucha, ánima mía, la última pa-
labra, testamento del Redentor, y ad-
vierte que María es ya tu Madre. Je-
sús tu hermano, la sangre de un
Dios tu precio y la Cruz tu única es-
peranza en el tiempo y en la eterni-
dad.
Padre nuestro &c.
Jesús mío &c.
ij Jesús mío &c.
Fidelium anime &c.
Amen.
LA LLAVE DEL CIELO 367

DtCIMA TERCERA ESTACION

Descendimiento de la Cruz.
X7- Adorámoste, Cristo &c.
» Que por tu Santa Cruz &c.
¡Alma pecadora, contempla tu
obra! ¡El cuerpo de tu Redentór ne-
cesita que manos extrafiA le reco-
jan; y al pié de la Cruz persevera en
el Calvario estática de dolor la mas
tierna y generosa de las Madres! ;Es
tan desgarrador el cuadro que hasta
los muertos se conmueven en sus
sepulcros, las rocas se parten de do-
lor y los astros del Cielo se eclipsan
por no presenciarlo!
368 LA LLAVE DEL CIELO

Sólo tú no te conmoverás en el
sepulcro de tu indiferencia? Sólo tu
corazón no se partirá de compun-
ción? Sólo tus ojos no se eclipsarán
con lágrimas de arrepentimiento en
presencia de los dolores de la mejor
de las Madres? ¡Madre mía, perdo-
nadme, que me enmendaré,
Padre nuestro, &c.
y Jesús mío &c.
R Jesús mío &c.
Fidelium animae &c.
R Amen.
LA LLAVE DEL CIELO 369

DECIMACUARTA ESTACIÓN

Jesús es sepultado.

Adorámoste Cristo &c.


IY Que por tu Santa Cruz &c.
Adorable Salvador mío, por las
humillaciones del sepulcro otorgad-
me el perdón de mis iniquidades é
ingratitudes. Ellas amargaron vues-
tra vida toda; ellas arrancaron vio-
lentamente los torrentes de sangre
divina con que sellásteis la senda del
Calvario; ellas os enclavaron en la
Cruz; ellas sumieron vuestro sagrado
cuerpo en la lobreguez de un sepul-
cro y el corazón de vuestra Santísi-
24
370 LA LLAVE DEL CIELO

ma Madre en un abismo de soledad


y de dolor.., por todo esto, Señor,
me atrevo á pediros y esperar mise-
ricordia para mí y para todos los pe-
cadores y también para las almas
benditas del Purgatorio.
Padre nuestro &c.
XT Jesús mío &c.
• Jesús mío &c.
• Fidelium animx &c.
• Amén.

ORACIÓN

(Para terminar)
Oh Hijo unigénito del Eterno Pa-
dre, vinisteis al inundo para enseñar-
nos la ley, animarnos con vuestro
ejemplo, santificarnos con vuestra
LA LLAVE DEL CIELO 371

sangre y redimirnos con vuestra


Cruz; concedednos la gracia de que
atentos siempre ä imitaros nos glo-
riemos siempre en llevar vuestra
Cruz, con la cual logremos fran-
quearnos las puertas del Paraiso Ce-
lestial. Amén.
Se concluirá con un Padre nues-
tro, un Ave María y un Gloria Fa -
In, ä intención del Sumo Pontífice.
A la Santisima Cruz.

ORACION PARA DESFIJES DEL VÍA-CRUCIS

¡Oh Madero Sacrosanto! ¡Oh Ar-


bol divino! ¡Oh esposa casta, que en
tus brazos recibiste al más puro y
casto Esposo! ¡Oh Escudo podero-
so contra el infierno! ¡Oh Sello sa-
372 LA LLAVE DEL ICELO

grado, que distingues y honras á las


almas, elevándolas á la dignidad de
hijas de Dios y herederas de su glo-
ria! ¡Oh Escala segurísima y eleva-
dísima que llegas hasta el cielo y en
él penetras y en él introduces á los
que por tí caminan! ¡Oh llave maes-
tra, que abriste de par en par las
eternales puertas, cerradas para los
hombres! ¡Oh Cetro del Rey supre-
mo de la gloria! ¡Oh Estandarte real
que ondearás delante del Rey de las
eternidades, cuando como Juez ven-
ga á juzgar al universo! ¡Oh santa
Cruz, honrada y hermoseada con el
contacto de los divinos miembros
del Señor de tierra y cielos! Acóge-
me, Arbol de vida, bajo tus benéfi-
cas ramas; y pues eres gloriosa En-
LA LLAVE DEL CIELO 373

seña de la milicia á que pertenezco,


admíteme cerca de tí; para quepor tí
me reciba, el quepor ti me redimió:
yo me abrazo contigo afectuosísima-
mente; yo te aprecio como joya de
infinito valor; y me glorio de estar
sellado contigo; y quiero estar siem-
pre armado y revestido de tu inven-
cible poder, para triunfar del infier-
no, para caminar seguro por éste
destierro para subir veloz al cielo,
por tu mortificación, y oir que une
llama el Señor entre los benditos de
su Padre, y para que al fin vea yo
el reino que por ti me ganó mi Re-
denior,, y allí le alabe y ensalce por
los siglos de los siglos. Amén.
374 LA LLAVE DEL CIELO

NOTA

No podremos hallar práctica más


agradable á Dios, más útil y merito-
ria que la del Vía-Crucis: está apro-
bada, y enriquecida con innumera-
bles indulgencias, por muchos Su-
mos Pontífices; especialmente por
Inocencio XI, Benedicto XIII, Cle-
mente XII, Benedicto XIV, Pío VI y
León XII.
Aun cuando Clemente XII y Be-
nedicto XIV prohibieron determinar
el número de indulgencias que Se
ganan haciendo el Vía-Crucis; no
obstante, es cierto que hay concedi-
das muchas plenarias y gran núme-
ro de parciales; y esto con la nota-
LA LLAVE DEL CIELO 375

ble ventaja, que, para ganar indul-


gencias plenarias hay de ordinario
que confesar y comulgar, más para
las del Vía-Crucis, basta, según el
común sentir de los Doctores, ha-
llarse en estado de gracia.
Además para ganar dichas indul-
gencias, es necesario:
.° Que el Vía-Crucis que se vi-
site, sea erigido por quién esté auto-
rizado para ello. 2.° Que al visitar
las Cruces, se medite en la Pasión del
Señor. 3 • 0 Que se hagan las catorce
estaciones, yendo de una á otra. 4. 0
Que el ejercicio del Vía-Crucis no
sea interrumpido.
376 LA LLAVE DEL CIELO

Corona de Nuestro Señor


Jesucristo.

PREPARACIÓN.

In nomine Patris &c.


Dulcísimo, Señor mío Jesucristo,
cuando considero que Vos, eterno
y verdadero Dios, hecho hombre,
compadecido de nuestras miserias,
después de treinta y tres años de
una vida trabajosa, habeís padecido
cruelísimos tormentos hasta morir en
una Cruz por nosotros; me horrori-
zo al pensar en mi extrema ingrati-
tud, por haberos ofendido gravísi-
mamente tantas veces; por lo que
siente mi corazón un dolor muy in-
LA LLAVE DEL CIELO 377

tenso, el que deseo y os pido sea el


mayor entre todos los dolores por
los pecados que he cometido contra
Vos, mi Criador, mi Redentor y mi
amor.
Pero confiado en vuestra miseri-
cordia, en vuestros méritos y en la
intercesión de la bienaventurada Vir-
gen vuestra Madre, arrepentido de
corazón, humildemente os ruego por
vuestro santísimo nombre, por vues-
tra preciosísima sangre, y por vues-
tras sacratísimas llagas, que me per-
donéis, y que imprimáis indeleble-
mente en mí la memoria de los mis-
terios de vuestra santísima vida pa-
sión y muerte.
Iluminad mi entendimiento é in-
flamad mi voluntad para que pue-
378 LA LLAVE DEL CIELO

da rezar devotamente vuestra Coro-


na en honor y gloria vuestra, y por
la salud de mi alma y de todos los vi-
vos y difuntos, por quienes tengo in-
tención y obligación de rogar, ó Vos
queréis que ruegue, y entre otros
por aquellos que me han ofendido
de cualquier modo que sea, ä quie-
nes con vuestro divino auxilio, y por
amor vuestro estoy resuelto ä perdo-
nar, y ä nunca más ofender á vues-
tra divina Majestad. Amén.

Corona de la Vida del Señor.

PRIMERA DECENA

M'editase la vida oculta de Nuestro Señor


Jesucristo.

X El Angel San Gabriel anun-


LA LLAVE DEL CIELO :T79

cia á la bienaventurada Virgen Ma-


ría, la Encarnación del Verbo en sus
purísimas entrañas.
Ave María &c.
. El Hijo de Dios, hecho Hom-
bre, nace de María Vírgen en un
pesebre.
Padre nuestro &C.
2. Los Angeles se alegran y
cantan; Gloria in excelsis Deo.
Padre nuestro &c.
3. El Hijo de Dios es adorado
de los pastores avisados por los An-
geles.
Padre nuestro &c.
4. En el dia octavo de su naci-
miento es circuncidado y llamado
con el nombre Santísimo de Jesús.
Padre nuestro &c.
380 LA LLAVE DEL CIELO

5. Es adorado de los Magos,


quienes le ofrecen oro, incienso y
mirra.
Padre nuestro &c.
6. Es presentado en el templo,
y allí es profetizado por Salvador del
Mundo.
Padre nuestro &c.
7. H-ayendo de la persecución de
Herodes, es llevado ä Egipto.
Padre nuestro &c.
8. No encontrado por Herodes,
son muertos los inocentes.
Padre nuestro &c.
9. San José y la Virgen María,
le llevan ä Nazaret su pätria.
Padre nuestro &c.
o A la edad de doce arios dis-
puta en el templo con los doctores.
LA LLAVE DEL CIELO 381

Padre nuestro &c. y Gloria Pa-


tri &c.
SEGUNDA DECENA

Meditase la vida pública de Nuestro Señor


Jesucristo.

Jesús es muy obediente á la santí-


sima Virgen su Madre y á San José.
Ave María &c.
1. A la edad de treinta arios, es
bautizado por San Juan en el Jordán.
Padre nuestro &c.
2. Ayuna cuarenta días en el de-
sierto, y vence al demonio tentador.
Padre nuestro &c.
3. Practica y predica su santa
ley de vida eterna.
Padre nuestro &c,
4. Llama á sí á los discípulos,
382 LA LLAVE DEL CIELO

quienes lo dejan inmediatamente to-


do para seguirle.
Padre nuestro &c.
5. Hace el primer milagro en
las bodas de Cana, convirtiendo el
agua en vino.
Padre nuestro &c.
6. Cura á los enfermos, dá mo-
vimiento á los paralíticos, oido á los
sordos, vista á los ciegos y vida
los muertos.
Padre nuestro &c.
7. Convierte á los pecadores, y
les perdona sus pecados.
Padre nuestro &c.
8. Perseguido de muerte por los
judíos, no los castiga, sino los corri-
ge con dulzura.
Padre nuestro &c.
LA LLAVE DEL CIELO 383

g. Se transfigura en el Tabor ä
vista de Pedro, Santiago y Juan.
Padre nuestro &c.
I°. Entra triunfante en Jerusa-
lem, y arroja ä los profanadores del
templo.
Padre nuestro &c.

TERCERA DECENA

Meditase la vida dolorosa de Nuestro Seitor


Jesucristo.

Jesús se despide de su santisima


Madre antes de ir en busca de la
muerte por nuestra eterna salvación.
Ave María &c.
Celebra la últíma cena pascual,
y lava los pies ä los Apóstoles.
Padre nuestro &c.
384 LA LLAVE DEL CIELO

2. Instituye el Santísimo Sacra-


mento de la Eucaristía.
Padre nuestro &c.
3. Orando en el Huerto de Get-
semaní, suda sangre, y es confortado
por un Angel.
Padre nuestro &c.
4. Vendido por el beso del trai-
dor Judas, es preso y atado.
Padre nuestro &c.
5. Es falsamente acusado abofe-
teado, escupido y de varias mane-
ras ultrajado en cuatro tribunales.
Padre nuestro &c.
6. Mira piadosamente á Pedro,
después de haberle negado este tres
veces, y le convierte; mientras que
Judas desesperado se ahorca y se
condena.
LA LLAVE DEL CIELO 385

Padre nuestro &c.


7. Es azotado cruel ísimamente
en la columna.
Padre nuestro &c.
8. Coronado de espinas, es ex-
puesto al pueblo que grita: Sea cru-
cificado, sea crucilicado.
Padre nuestro &c.
9 Condenado ä muerte, lleva
sobre sus espaldas, con grandísimo
dolor, la pesada Cruz, hasta el mon-
te Calvario.
Padre nuestro &c.
o Crucificado entre dos ladro-
nes, después de tres horas de una
penosísima agonía, muere, es herido
en el costado con una lanza, y sepul-
tado.
Padre nuestro,y Gloria Patri &c.
25
386 LA LLAVE DEL CIELO

Los tres últimos Padre nuestros.

Meditase la glorificación admirable


de Nuestro Señor Jesucristo.

Resucitando Jesús al tercer día vi-


sitó äntes que á nadie, á su Santísima
Madre.
Ave Maria &c.
. Se aparece ä las tres Marías,
y las ordena avisen ä sus discípulos
que le han visto resucitado.
Padre nuestro &C.
2. Aparece á los discípulos, á
quienes manifiesta sus sacratísimas
llagas, y las hace palpar á Tomás.
Padre nuestro &c.
3. Cuarenta dias después de la
resurrección, bendiciendo á su santf-
LA LLAVE DEL CIELO 387

sima Madre y á sus discípulos, su-


biose al cielo.
Padre nuestro &c.
Roguemos á la santísima Vírgen
que nos alcance tambien á nosotros
la bendición de su divino Hijo, aho-
ra y en la hora de nuestra muerte.
Ave María y Gloria Patri &c.
Después en honor de los santos
Apóstoles que lo compusieron, se
reza el Credo, en el que se halla
compendiada nuestra santa fé; ro-
gándoles nos alcancen el auxilio di-
vino para poder perseverar en ella
toda nuestra vida.
Creo en Dios Padre &c.
Los Pontífices Leía X,Gregorio Cle-
mente Xy Benedicto XIII, han enriquecido esta co-
388 LA LLAVE DEL CIELO

rana con innumerable., indulgencias: además de la


«plenaria» indicada; hay concedida otra «plenaria,»
para los fieles que recen esta Corona todos los viernes
del año, que podrá ganarse «en cada uno de los viernes
de Marzo,» confesando, comulgando y rogando &c.
y además pueden ganarse innumerables «indulgencias
parciales,» rezando esta Corona y llevándola consigo.
Para ganar las referidas indulgencias es necesario
que las Coronas esten bendecidas po» los Padres ca-
maldulenses, ó por quien tenga para ello facultad.

A la Santísima Virgen.

PARA OFRECER ESTA CORONA

¡Oh gloriosísima Virgen María,


verdadera Madre de Dios, y aboga-
da de los pecadores! os ruego humil-
demente que os dignéis ofrecer á
vuestro dulcísimo Hijo Jesucristo,
nuestro Señor y Redentor, la Coro-
na que yo indignisimo, he rezado en
honor y gloria suya, en memoria y
acción de gracias por todo aquello
LA LLAVE DEL CIELO 389

que el Dios humanado pensó, dijo y


sufrió durante los arios que vivió vi-
siblemente en la tierra para la salva-
ción de los hombres, como también
en memoria de los suavísimos gozos
y acerbísimos dolores que Vos, su
amantísima Madre, experimentasteis
por su amor. Os suplico ademas loh
Virgen purísima y piadosísima! me
alcanceis de su divina Majestad el
perdón de mis pecados, la reforma
de mis costumbres y la adquisición
de sus más caras virtudes y de las
vuestras: principalmente la humildad
la paciencia y la caridad.
Encomiendo igualmente á vuestra
intercesión clementísima y á la de to-
dos los Ángeles y Santos del parai-
so, la Iglesia Santa, la extirpación de
390 LA LLAVE DEL CIELO

las herejías, el Sumo Pontífice y los


eclesiásticos superiores seculares y
regulares, y todos los vivos y difun-
tos, por quienes deseo y estoy obli-
gado á rogar; y por ser el amor de
los enemigos un especial precepto
del mismo Señor vuestro Hijo, Dios
de paz, también os ruego por aque-
llos que me hayan ofendido de cual-
quier manera que sea, á fin de que
todos estemos unidos eternamente
para amarle y alabarle en esta vida
y en la otra. Amén.
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e* -e — ***4444** 4444

TRISAGIO Ä LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Devocidn muy usada contra las tempestades.

ACTO DE CONTRICIÓN

X. Amorosísimo Dios, Trino y


Uno; Padre, Hijo y Espíritu Santo,
en quien creo, en quien espero, á
quien amo con todo mi coräzón,
cuerpo y alma, sentidos y potencias;
por ser Vos mi Padre, mi Señor y
mi Dios, infinitamente bueno y digno
de ser amado sobre todas las cosas;
me pesa Trinidad Santísima, me pe-
392 LA LLAVE DEL CIELO

sa Trinidad misericordiosísima, me
pesa Trinidad amabílisima de habe-
ros ofendido, sólo por ser quien sois.
Propongo y os doy palabra de nun-
ca más ofenderos, morir antes que
pecar; y espero de vuestra suma bon-
dad y misericordia infinita me habéis
de perdonar todos mis pecados, y
me daréis gracia para perseverar en
un verdadero amor y cordialísima de-
voción de vuestra siempre amabilísi-
ma Trinidad. Amén.

HIMNO

Ya brille el sol refulgente,


ya reine la noche umbría,
difunde en las almas todas,
tu luz ¡Trinidad Divina!
Para que así cual te cantan
LA LLAVE DEL CIELO 393

las célicas gerarquías,


los míseros desterrados
te alaben y te bendigan.
Al Padre, al Hijo y á Tí
¡Santo Espíritu de vida!
Ahora y siempre sean dadas
Alabanzas infinitas.

(Se reza un Padre nuestro y Glo-


ria Patri, y después se dice:)
«Santo, Santo, Santo, Señor Dios
de los ejércitos; llenos están los cie-
lo y la tierra de la majestad de vues-
tra gloria. »
Y el coro responde:
«Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo. »
(Esto se repite veintisiete veces,
rezando un Padre nuestro y Gloria
394 LA LLAVE DEL CIELO

Patri al principio de cada nueve; y


acabado el último nueve se dirán la
siguiente antífona, versículo y ora-
ción.)
ANTÍFONA

A Tí, Dios Padre ingénito; á Ti


Hijo unigénito; á Tí, Espíritu Santo
Paradito; ¡Santa é individua Trini-
dad! de todo corazón te confesamos,
alabamos y bendecimos. A Tí sé dé
la gloria por infinitos siglos de los
siglos. Amén.
Bendigamos al Padre, al Hi-
jo, y al Espíritu Santo.
I i Alabémosle y ensalcémosle en
todos los siglos. Amén.
LA LLAVE DEL CIELO 395

ORACIÓN

Señor Dios, Uno y Trino dadnos


continuamente vuestra gracia, vues-
tra caridad, y la comunicación de
Vos, para que en tiempo y en eter-
nidad os amemos y glorifiquemos,
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espí-
ritu Santo en Una Deidad, por to-
dos los siglos de los siglos. Amen.

Cántico ä la Santisirna Trinidad.

¡Dios Uno y Trino, ä quien tanto


Arcángeles, Querubines,
Angeles y Serafines,
Dicen ¡Santo! ;Santo; /Santo!

A vuestra inmensa Deidad,


396 LA LLAVE DEL CIELO

indivisa en Tres Personas


clamamos, pues nos perdonas
nuestra miseria y maldad;
por está benignidad,
en su misterioso canto,
Angeles y Serafines
Dicen ¡Santo! ;Santo! ¡Santo!

Interminable Bondad,
suma Esencia soberana
de donde el bien nos dimana,
¡Santísima Trinidad!
pues tu divina piedad
pone fin ä nuestro llanto:
Angeles y Serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! !Santo!

El Trisagio, que Isaias


escribió con grande celo;
LA LLAVE DEL CIELO 397

le oyó cantar en el Cielo


á angélicas gerarquías;
para que sus melodías
repita nuestra voz, cuanto
Ángeles y serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Este Trisagio sagrado,


voz del coro celestial,
contra el poder infernal,
la Iglesia le ha celebrado;
y mientras el desterrado
entona tan dulce canto,
Ángeles y Serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

De la subitánea muerte,
Del rayo y de la centella
libra este Trisagio y sella
898 LA LLAVE DEL CIELO

á quien le reza, y advierte


que por esta feliz suerte
en este mar de quebranto,
Ángeles y Serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Es el Iris que en el mar,


en la tierra y en el fuego,
en el aire, obstenta luego,
que nos quiere libertar;
por favor tan singular,
de este prodigio y encanto,
Ángeles y serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Es Escudo soberano
de la Divina Justicia,
con que de infernal malicia
triunfa el devoto cristiano;
LA LLAVE DEL CIELO 399

y cuando el Demonio ufano


huye con terror y espanto,
Angeles y serafines
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!

Con gran fé y amor profundo


espero ¡Dios inmortal!
en el coro celestial
cantar este himno jocundo,
pues en los riesgos del mundo
me cubris con vuestro manto.
Angeles y serafines
Dicen !Santo! ¡Santo! ¡Santo!

;Dios Uno y Trino! ¡á quien tanto!


Arcángeles. Querubines,
Angeles y seraffites
Dicen ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
400 LA LLAVE DEL ICELO

ANTÍFONA

Bendita sea la Santa Trinidad é


indivisible Unidad, que todas las co-
sas cria y gobierna, ahora y siempre
y por infinitos siglos de los siglos.
Amén.
Bendigamos al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.
13/ Alabémosle y ensalcémosle
en todos los siglos.

ORACIÓN

Onnipotente y Sempiterno Dios,


que te dignaste de revelar á tus sier-
vos en la confesión de la verdadera
fé la gloria de tu eterna Trinidad y
de que adorasen la Unidad en tu
LA LLAVE DEL CIELO 401

augusta Magestad, te rogarnos, Se-


ñor, que por la firmeza de ésta mis-
ma fe, nos veamos siempre libres de
todas las adversidades y peligros
por Cristo Señor nuestro. Amen.

(100 días una vez cada día; y 300 dies los Domin-
gos,en la fiesta y octava de la Santísima Trinidad.
Clemente XIII, 1769; y Clemente XIV, ¡ro. Ade-
más han concedido varios Prelados, á éste devoción,
muchas indulgencias.)
Siete Gloria Patri &c. rezados
por tres personas:
J. P. Pío VI, en 1784, después
de haber aprobado este devoto ejer-
cicio, instituido en Francia, bajo los
auspicios de monseñor Beaumont
arzobispo de París, concedió perpé-
tuamente á todos los fieles qué, con-
tritos de corazón, rezaren en tres dis-
tintas horas, esto es: por la maña-
26
402 LA LLAVE DEL CIELO

na, después del medio día, y por la


noche «Siete Gloria Patri y un Ave
María» en honor del misterio de la
Santísima Trinidad, de la Encarna-
ción del Verbo, y de su Santísima
Madre la Virgen María, ioo días de
indulgencia cada día, y 7 años y 7
cuarentenas los Domingos, y á los
que los rezaren diariamente, en las
tres expresadas horas, les concedió
también indulgencia plenaria, que
podrán ganar dos veces cada més, en
los dos Domingos que eligieren, si
en ellos, confesados y comulgados,
visitaren una iglesia ó capilla públi-
ca y allí rogaren según la intención
del Sumo Pontífice.
Para ganar estas indulgencias es
menester que se reunan devotamen-
LA LLAVE DEL CIELO 403

te tres personas, que convengan en


rezar juntas ó separadamente los ex-
presados Siete Gloria Pa/ny Ave
María y que cuando muera, ó por
cualquier otro motivo falte alguna
de ellas, las dos restantes busquen
otra que la sustituya, á fin de que
pueda conservarse siempre la piado-
sa unión de tres personas.

Oración para alcanzar alguna


gracia y misericordia en
toda necesidad.
CASTIGO Y TRIBULACIÓN

e Jesucristo, rey de la gloria,


vino en paz al mundo.
Dios se hizo hombre.
El Verbo se hizo carne.
Cristo nació de María Vírgen.
404 LA LLAVE DEL ICELO

Cristo habitó en paz entre los hom-


bres.
Cristo fué crucificado.
Cristo murió.
Cristo fué sepultado.
Cristo resucitó.
Cristo subió ä los Cielos.
Cristo vence.
Cristo reina.
Cristo impera.
Cristo nos defiende de todo mal.
Jesucristo está con nosotros.
Padre nuestro, Ave María y Glo-
ria Patri.
¡Oh Padre eterno! por la Sangre
de Jesús tened misericordia de noso-
tros: señaladnos con la Sangre del
Cordero inmaculado Jesucristo, co-
mo señalasteis ä vuestro pueblo de
LA LLAVE DEL CIELO 465

Israel, para librarle de la muerte. Y


Vos ¡oh María, Madre de misericor-
dia! rogad por nosotros á Dios y
aplacadle, y alcanzadnos la gracia
que le pedimos.
Gloria Patri &c.
¡Oh Padre eterno! por la preciosa
Sangre de Jesús tened misericordia
de nosotros: y salvadnos del naufra-
gio del mundo, como salvästeis á
Noé del Diluvio Universal. Y Vos
¡oh María, arca de salvación! rogad
por nosotros á Dios y aplacadle, y
alcanzadnos la gracia que le pedi-
mos.
Gloria Patri &c.
¡Oh Padre eterno! por la preciosa
Sangre de Jc-sús tened misericordia
de nosotros: libradnos de los casti-
40ii LA LLAVE DEL CIELO

gos que tenemos merecidos, como


librästeis ä Lot del incendio de So-
doma. Y Vos ¡oh María abogada
nuestra! rogad ä Dios por nosotros
y aplacadle, y alcanzadnos la gracia
que le pedimos.
Gloria Patri &c.
¡Oh Padre eterno! por la preciosa
Sangre de Jesús, tened misericordia
de nosotros: consoladnos en las ne-
cesidades y tribulaciones presentes,
como consolästeis ä Job, Ana y To-
bías en sus aflicciones. Y Vos ¡oh
María, consoladora de los afligidosl
rogad ä Dios por nosotros y aplacad-
le, y alcanzadnos la gracia que le pe-
dimos.
Gloria Patri &c.
¡Oh Padre eterno! por la precio-
LA LLAVE DEL CIELO 407

sa Sangre de Jesús tened misericor-


dia de nosotros.
Vos no queréis la muerte del pe-
cador, sino que se convierta y viva.
Dadnos por vuestra misericordia
tiempo para la penitencia, a fin de
que reconociendo nuestros pecados,
causa de todos los males, y arrepen-
tidos de ellos, vivamos en la santa
fé esperanza, caridad y paz de nues-
tro Señor Jesucristo. Y Vos loh Ma-
ría refugio de los pecadores! rogad
á Dios por nosotros y aplacadle, y
alcanzadnos la gracia que le pedimos
Gloria Patri &c.
¡Oh Sangre preciosa de Jesús
nuestro amor! clamad á vuestra di-
vino Padre: misericordia, perdón,
408 LA LLAVE DEL CIELO

gracia y paz, por nosotros, por N. y


por todos.
Gloria Patri &c.
¡Oh María, madre y esperanza
nuestra! rogad por nosotros, por N. y
por todos, y alcanzadnos la gracia
que pedimos.
Gloria Patri &c.
¡Oh Padre eterno! os ofrezco la
preciosa Sangre de Jesucristo en des-
agravio de mis pecados, por las ne-
cesidades de la Santa Iglesia, y por
la conversión de los pecadores.
¡Oh inmaculada María, Madre de
Dios! rogad á Jesús por nosotros
por N. y por todos. Jesus y María,
tened misericordia de nosotros.
¡Oh glorioso San Miguel Arcán-
gel, San José, San Pedro y San Pa-
LA LLAVE DELCIELO 409

blo protectores de todos los fieles


de la Iglesia de Dios, y vosotros to-
dos, Angeles, Santos y Santos del
Paraiso! rogad, y alcanzadnos gra-
cia y mísericordia para nosotros,
para N. y para todos. Amén.
(/00 dias por cada vez. Pío IX. 1834.)
En tiempos calamitosos se rezarán
las siguientes oraciones
y jaculatorias.
e Santo Dios, Santo fuerte,
Santo inmortal; líbradnos, Señor, de
todo mal.
--
Aplaca, Señor, tu ira,
Tu justicia y tu rigor,
Dulce Jesús de mi vida
¡Misericordia, Señor!
410 LA LLAVE DEL CIELO

¡Misericordia de mi Dios! ampa-


radnos y libradnos de toda calami-
dad. Gloria Patri &c.

¡Eterno Padre! serialadnos con la


Sangre del Cordero inmaculado, co-
mo señalasteis las casas de vuestro
pueblo. Gloria Patri &c.

;Sangre preciosísima de Jesús!


¡amor nuestro! pedid á vuestro divi-
no Padre misericordia para nosotros,
y libradnos de toda calamidad y de
todo mal. Gloria Patri &c.

;Llagas de mi Jesús! ¡lenguas de


amor y de misericordia! hablad pro-
picias por nosotros á vuestro Padre
celestial; ocultadnos dentro de vos-
LA LLAVE DEL CIELO 411

otros; y libradnos de todo mal. Glo-


ria Patri &c.
¡Eterno Padre! Jesús es nuestro,
y nuestros son también sus méritos
infinitos y su preciosa Sangre; os lo
ofrecemos todo ä Vos: y por tanto,
si amáis á vuestro Hijo, y tenéis en
mucho éste don, debéis librarnos de
todo mal: así lo esperamos.
Gloria Patria &c.
¡Eterno Padre! Vos no queréis la
muerte del pecador, sino que se
convierta y viva: haced por piedad
que vivamos, y seamos vuestros.
Gloria Patri &c.
¡Cristo divino Salvador! por la
virtud de vuestra Santa Cruz, sal-
412 LA LLAVE DEL CIELO

vadnos: Vos que salvästeis ä Pedro


en el mar, tened misericordia de no-
sotros.

¡María, Madre de misericordia!


rogad por nosotros, y seremos libres.

¡María abogada nuestra! interce-


ded por nosotros, y seremos salvos.

El Señor nos castiga justamente


por nuestros pecados; pero Vos, oh
Maria, disculpadnos pues que sois
nuestra Madre piadosísima.
¡Oh María! en vuestro jesús y en
Vos hemos puesto toda nuestra es-
peranza, no permitáis, no, que sea-
mos confundidos.
Salve, Regina &c.
40 días una vez cada día. Gregorio XVI. 1837.
LA LLAVE DEL CIELO 413

Oración á San Emigdio.

Esta oración la envió N. S. P. Be-


nedicto XIV, al rey D. Fernando VI,
para salvaguardia en los terremotos;
por ser San Emigdio especial abo-
gado contra los temblores de tierra.
e Dios, nuestro Señor, nos ben-
diga y nos defienda: t nos dé su au-
xilio y tenga misericordia de noso-
tros: t vuelva á nosotros su piadoso
rostro, y nos dé paz y salud: t Dios
nuestro Señor, bendiga esta casa, y
á todos los que en ella estarnos y
habitamos, y á ella y á nosotros li-
bre de la violencia del terremoto en
virtud del dulcísimo nombre de Je-
sús. Amén.
414 LA LLAVE DEL CIELO

Yesús Nazareno, Rey de los 2u-


díos sea con nosotros.
(40 días por cada vez)

Oración á Santa Bárbara, abogada


contra las tempestades.
Ven esposa de Cristo, recibe la
corona que te preparó el Señor pa-
ra siempre. Amén.
Ruega por nosotros, biena-
venturada Santa Bárbara.
Para que por tu intercesión
nos libre el Señor del riesgo que co-
rremos en esta tempestad, y seamos
dignos de recibir los Santos Sacra-
mentos.
ORACIÓN

Rogamoste, Señor, que por la in-


LA LLAVE DEL CIELO 415

tercesión de Santa Bárbara, vuestra


mártir gloriosa, nos libres de todo
rayo, centella, piedra y granizo en la
tempestad; y que merezcamos, antes
del día de nuestra muerte, recibir
penitentes y contritos, después de
una síncera confesión, el gloriosísimo
Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo,
que contigo vive y reina por los si-
glos de los siglos. Amén.

JACULATORIA

e « Santo Dios, Santo fuerte,


Santo inmortal!
Libradnos, Señor, de todo mal. »
(8o días :ada vez.)

Oración ä San Benito.

e Glorioso Padre San Benito,


416 LA LLAVE DEL CIELO

por aquella distinción con que el


Señor se dignó honraros santifican-
do y enalteciendo vuestra muerte,
os ruego favorezcáis la mía con
vuestra presencia, y con el cumpli-
miento de las promesas que hicis-
teis á la bienaventurada virgen San-
ta Gertrudis.
(Clemente XIV.)

Oración de San Bernardo.

e ¡Oh amantísimo Jesús, man-


sísimo Cordero de Dios! yo, misera-
ble pecador, saludo y venero la sa-
cratísima Llaga que os hizo en la
espalda el pesado madero de la Cruz;
la cual, por llevar mucho tiempo en-
cima tan desmedido peso, se hizo
profunda hasta descubrir los huesos,
LA LLAVE DEL CIELO 417

causändoos terribles tormentos y do-


lor infinitamente mayor que el que
os hacían sufrir las otras heridas de
vuestro bendito Cuerpo.
Yo os adoro, oh Jesús afligidísi-
mo, y de lo intimo de mi corazón os
alabo, bendigo y glorifico; y os doy
gracias por la sangre que derramás-
teis por esta santa y profunda Llaga,
suplicändoos humildemente que por
el excesivo dolor que os causó, y
por la pesada carga de la Cruz que
tan cruelmente os afligió, tengáis
misericordia de este pobre pecador,
me perdonéis todas mis culpas y me
llevéis por el camino de la cruz, si-
guiendo vuestras sangrientas huellas,
á la Pätria celestial. Amén.
Tres Padre nuestros, tres Ave
27
418 LA LLAVE DEL CIELO

Marias y tres Gloria Patri.


(Muchas indulgencias parciales. Eugenio III.)

Cántico de la Santísima Virgen


Maria

Glorifica y engrandece mi alma


al Señor y mi espíritu se regocija al
contemplar la bondad de Dios mi
salvador. Porque el Señor puso los
ojos en la humildad de su sierva;
ved ahí porqué me llamaron biena-
venturada todas las generaciones.
Porque ha hecho conmigo grandes
cosas el Todopoderoso, cuyo nom-
bre es Santo, y cuya misericordia se
extiende de generación en genera-
ción sobre todos los que le temen.
Manifestó el poder de su brazo, y
disipó el orgullo de los soberbios
LA LLAVE DEL CIELO 419

trastornando sus designios. A los


poderosos derribó del trono, y exal-
tó á los humildes. A los necesitados
llenó de bienes, y á los ricos dejó
vacíos. Exaltó á Israel su siervo,
acordándose de él por su gran mise-
ricordia, así como lo había prometi-
do á nuestros padres, á Abraham y
ä sus descendientes por los siglos de
los siglos. Amén.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Es»iritu Santo.

ACTO DE ADORACIÓN

Adorámoste, Cristo, afligidísimo


en el Huerto de las Olivas, y despre-
ciado todavía de los hombres ingra-
tos en el Santísimo Sacramento de
la Eucaristía.
420 LA LLAVE DEL CIELO

e Adorámoste, oh Jesús, y te
bendecimos, porque con tu Santa
Cruz redimiste al mundo.
(roo días una vez al día. León XIII 1882.)

ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN

Corazón sagrado de Jesús, por


vuestro primer latido en el seno vir-
ginal de María, y por vuestra última
palpitación sobre la Cruz, hacednos
vivir de la fé y morir de contrición'
e
y amor. Corazón sagrado de Je-
sús, tened piedad de nosotros.
(zoo días cada vez Pío IX.)

OFRECIMIENTO AL ETERNO PADRE

e Padre Eterno, os ofrecemos


la Sangre, Pasión y Muerte de Jesu-
LA LLAVE DEL CIELO 421

cristo, los Dolores de la Santísima


Virgen y los de San José, por la re-
misión de nuestros pecados, la liber-
tad de las almas del Purgatorio y la
conversión de los pecadores.
(i.00 días una vez al día. Pío IX.)

OTRO OFRECIMIENTO

e Jesús amadísimo y dulce Sal-


vador mío, permitid que os ofrezca,
y ofrezca por vuestra mediación al
Eterno Padre, la preciosísima San-
gre y agua que brotaron de la heri-
da hecha ä vuestro divino Corazón
en el árbol de la Cruz. Dignaos apli-
car eficazmente esta sangre y agua ä
todas las almas, en particular á lasde
los pobres pecadores y ä la mía. Puri-
ficad, regenerad, salvad á todos los
422 LA LLAVE DEL CIELO

hombres en virtud de vuestros méritos.


Otorgadnos, en fi n, . amado Jesús,
que entremos dentro de vuestro Co-
razón amantísimo, para habitar en Él
y no separarnos de allí jamás. Amén.
(zoo días cada vez. Pío IX, 1876.)
Salutación ä la Santa Cruz, de Santo
Tomás de Aquino.

e La cruz es mi segura salvación.


A la Cruz quiero invocar sin descan-
so. La Cruz del Señor está conmigo.
La Cruz será siempre mi refugio.
(3 00 días cada día. Pío IX, 1874.)

Himno

STABAT MATER DOLOROSA

eLa Madre estaba llorosa


junto ä la Cruz lastimosa,
do pendía el Redentor.
L& LLAVE DEL CIELO 428

Y su alma desolada
vióse entonces traspasada
de una espada de dolor.
¡Oh, que triste y afligida
fué ésta Madre esclarecida
del unigenito Dios!
¡Qué amargo dolor sentía,
cuando las penas veía
de aquel Hijo de su amor!
¿Qué ojos hay que no lloraran,
si á esta Madre contemplaran
en tan extrema aflicción?
¿Quién hay que no se doliese,
si sus gemidos oyese,
del Hijo viendo el dolor?
Por los crímenes atroces
de su pueblo, entre feroces
tormentos áJesús vió.
Vió á aquel dulcísimo Hijo
lacerado, en la Cruz fijo,
donde su aliento exhaló.
Ea, pues, fuente de amores,
haz que sienta tus dolores,
424 LA LLAVE DEL CIELO

porque también llore yó.


Que mi corazón se inflame,
para que á ese Jesús ame,
puesto que el tanto me amó.
Santa Madre, esas heridas
por el hijo recibidas
en mi corazón grabad.
De ese cuerpo tan llagado,
conmigo que lo he causado,
los dolores promediad.
Haz que yo contigo llore;
junto al Crucifijo more
mientras me dure vivir
Que de esa Cruz no me aparte,
que en tu llanto tome parte
desde ahora hasta morir.
Madre, Virgen la más pura,
no me sirvas de tristura,
guste contigo llorar.
Haz que con ánimo fuerte
la pasión de tu Hijo y muerte
logre en mí mismo copiar.
Que en sus abiertas heridas
LA LLAVE DEL CIELO 425

en su Sangre y Cruz unidas,


de amor me llegue ä embriagar.
Protegido por tus ruegos,
haz que los eternos fuegos
logre en el fin, evitar.
Al terminarse mi vida,
cuando llegue la partida,
por tu Madre, ¡oh buen Jesús!
Concededme la victoria;
del paraiso la gloria
en la región de la luz.
(u» dias por cada vez. Inocencio XI.)
Cien Requiera en sufragio de las
almas del Purgatorio.

Muchas son las gradas que los fie-


les han obtenido por intercesión de
las benditas almas del Purgatorio,
mediante la devoción carmelitana de
los « Cien Requiera. »
Este piadoso ejercicio se compo-
ne de diez Padre nuestro, diez Ave
426 LA LLAVE DEL CIELO

María con Gloria Patri, y cien Re-


quiem. Para practicarlo, se correrá
dos veces el rosario común de cinco
decenas, y se obtendrá el número
que se desea. Después de persignar-
se, se empieza con esta deprecación:
« Ánimas santas, almas que estais
purgando, rogad ä Dios por mí, que
yo suplicaré por vosotros ä fin de
que lo antes posible se os conceda la
gloria del Paraiso celestial. »
Padre nuestro, Ave Maria, Glo-
ria Patri y diez veces: «Requiem
aeternam dona eis Domine, et lux
_perpetua luceat ei s.»
Concluida la primera decena, se
repite Padre nuestro etc., y así suce-
sivamente hasta terminar; concluyen-
do con el salmo, «De profundis cla-
mavi etc. »
Págiva.

PEoL000
Advertencia . .7

ORACION PARA TODOS LOS DIAS

Ejercido piadoso de la mañana 9


Ofrecimiento de obras 10
Actos de fé esperanza y caridad.. . 12
Ofrecimiento á, la Santísima Trinidad. • 13
Oración eficáz á la Santísima Virgen. • 18
La Salve Regina. 18
Memorare de San Bernardo. . 20
Jaculatorias 21
Oración A San José ..... . 23
Oración al Angel de la Guarda . . 26
Oraciones á San Estaniblao 26
Oración á San Nicolás 28
Oración ä el Santo del nombre. . 80
Cinco Padre nuestros por las ánimas. 31

EJERCICIO PARA DURANTE EL DIA

Salutación Angélica. 32
Tres Gloria Patri, en acción de gracias 35
Oración por los agonizantes. . . .
428 LA LLAVE DEL CIELO

Págiva.
Al empezar una obra 37
Jaculatorias. 37
Al dar el reloj. . . 38
Antes de comer 38
Después de comer. 39
Al salir de casa 39
Alabanza. 40
En las tentaciones 40
Cuando se cometiese una falta. 41
A la Santísima Virgen . 41
En lbs trabajos y adversidades. . 42
Cuando se oyere una blasfemia. . 42
Ejercicio de la noche 43
Acto de contrición 44
Exämen de conciencia. 44
Himno al Espíritu Santo 48
Oración al eterno Padre 50
Oraciones, para pedir ä Dios nos libre
de muerte repentina. 52
Homenaje de piedad filial 60
Oración ä la Santísima Virgen. . . 62
Siete Ave Matías con un versículo. . 64
Oración ä la Santísima Virgen, por la
conversión de los griegos cismäti-
COA. 65
Memorare de San José. 66
Jaculatorias 67
Oración ä la Santísima Virgen y ä San-
ta Ana. 68
Oración ä San Luis. , 69
Tres Padre nuestros y tres Ave Mallas,
por los agonizantes 70
El Salmo (Deprofundis» 71
LA LLAVE DEL CIELO 429

SANTO SACRIFICIO DE LA MISA

Pägina.

Himno al Espiritu Santo 76


Oración para äntes de la Santa Misa. 78
Oraciones para oir la Santa Misa. . . 80
Preces.. . . . • . . 155
Oración para después de la Santa Misa 157
Ofrecimiento ä la Santísima Trinidad. 158

EJERCICIOS PARA LA CONFESIÓN


Y COMUNIÓN.

Himno al Espíritu Santo 161


Oración 164
Exämen de Conciencia. 166
Oración pidiendo el dolor de los pecados. 171
Oración ä Ntra. Sra. del Perpétuo Soco-
rro 173
Salmo Miserere mei Deus. 176
Oración para después de la Confesión. 181
Coronita del Sagrado Corazón de Jesús. 182
Oración ä San Pedro y San Pablo. . . 189
Oración para ofrecer la Comunión antes
de Comulgar. 192
Oración para antes de Comulgar. . . 194
Oración ä la Santísima Virgen. . . . 194
Actos para antes de Comulgar . . . 189
Actos para después de Comulgar. . • 2.1
430 LA LLAVE DEL CIELO

Página.

Oración que decía frecuentemente San


Ignacio. 204
Oración á Jesús Crucificado 201
Ofrecimiento de San Ignacio. . . . . 205
Coronita de actos de amor de Dios. . . 205
Ofrecimiento al eterno Padre . . . . 213
Ejercicio en honor del doloroso Corazón
de María. • ..... . . 215
Oración de Santo Tomás de Aquino. 220

VISITAS.
Visita al Santísimo Sacramento. . . 223
Visita al Santísimo, en la exposición de
las 40 horas 236
Visita al Sagrado Corazón de Jesús. • 248
Visita ä la Santísima Virgen. . . . 284
Otra visita ä la Santísima Virgen. . • 202
Visita ä San José. 203
Visita de altares .... . • . . 330
Vía-Crucis. 319
Corona de Ntro. Señor Jesucristo. . . 370
Trisagio de la Santísima Trinidad. . . 391
Oración para alcanzar alguna gracia. 403
Oraciones y Jaculatorias que se rezarán
en tiempos calamitosos 409
Oración ä San Emigdio 413
Oración ä Santa Bárbara 411
Oración á San Benito 415
Oración de San Bernardo. 416
Magnificar 6 cántico de la Virgen. 418
Acto de adoración. 41(.4
LA LLAVE DEL CIELO 431

Oración al Sagrado Corazón. . • 420


Ofrecimiento al Eterno Padre. • 420
Otro ofrecimiento. 421
Salutación á la Santa Cruz. . 422
Himno. Stabat Mater. 422
Cien Requiem en sufragio de las almas
del Purgatorio , 425

Nota—Este libro se vende, encuadernado,


6 reales en Sevilla en casa de C. de Torres y
Daza, Farnesio 1, y en todas las librerías católi-
cas de Espafia.
Es propiedad del editor, quien ha hecho el
depósito que marca la ley.
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