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robertoribio

Geografía

1º Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales

EBAU Canarias

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
PA2. EVOLUCIÓN DEL ÍNDICE DE NATALIDAD Y MORTALIDAD EN ESPAÑA (1940-2019)

Evolución del índice de natalidad y de mortalidad en España entre 1940 y 2019. (1 punto cada cuestión) (Total:

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2 puntos).

Reservados todos los derechos.


a) Describe la gráfica de los índices de natalidad y de mortalidad en España entre 1940 y 2020.
b) Explica las causas de las tendencias de dichos índices y sus consecuencias en el crecimiento natural,
prestando especial atención a los cambios más recientes.
Se trata de explicar las causas que inciden en la caída de la tasa de natalidad (cambios sociales y culturales,
cambios económicos), y sus resultados (envejecimiento de la población, presencia de madres extranjeras), así
como las causas de la caída de la mortalidad (mejoras sanitarias, higiénicas), sus resultados (esperanza de vida
elevada) y la tendencia del crecimiento natural. Analizar los cambios recientes.

A) LECTURA DEL GRÁFICO, COMENTANDO LA TENDENCIA DE AMBOS ÍNDICES.


Nos encontramos ante un gráfico lineal en el que se refleja la evolución de los índices de natalidad y mortalidad en
España entre los años 1940 y 2020. La fuente de este es el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el gráfico se
relacionan tres variables: la temporal (desde 1940 hasta 2020, de 5 en 5), así como la tasa o índice de natalidad y la
tasa o índice de mortalidad medidas ambas en ‰ (Tantos por mil). En el eje vertical aparecen los tantos por mil (‰)
de 5 en 5, desde 0 hasta el 30 mientras que en el eje horizontal aparecen los años desde 1940 hasta 2020. La línea
resultante de la evolución de la natalidad está en color azul, y la línea resultante de la evolución de la mortalidad
aparece en color rojo. La tendencia de la natalidad disminuye a lo largo del periodo, en ocasiones de forma brusca, al
igual que la tendencia de mortalidad también disminuye, aunque ésta lo hace a un ritmo menos agresivo.

B) EXPLICACIÓN DE LAS CAUSAS QUE INCIDEN EN LAS CAÍDAS DE LAS TASAS DE NATALIDAD Y
MORTALIDAD Y SUS CONSECUENCIAS EN EL CRECIMIENTO NATURAL.

- CAUSAS QUE EXPLICAN LA EVOLUCIÓN DE LA NATALIDAD


Entrando a analizar la tasa de natalidad, cabe destacar que entre los años 1940 y 1950 hay un descenso evidente. Son
los denominados “años de plomo” de la posguerra, del estraperlo, de la cartilla de racionamiento, del cambulloneo
(aquí en Canarias). Son tiempos amargos, marcados por las consecuencias de una guerra, la autarquía económica, el
hambre y la pobreza, etc lo cual generará un retraso en el tejido productivo y social del país, obligando a muchos
españoles a realizar un “éxodo urbano”, apelando así al campo para trabajar y sobrevivir.

Entre los años 1950 y 1975 se observan dos tendencias. La primera es al alza (1950-1960), en este período tuvo
lugar una recuperación de la natalidad que algunos demógrafos interpretan como el “baby boom” postbélico retrasado
y que se debió al desarrollo económico que siguió al final de la autarquía y del bloqueo internacional al que estuvo
sometida España tras la Guerra Civil y buena parte de la posguerra. España comenzaba a recuperarse de algunos
efectos de la Guerra Civil. La entrada de España en la ONU en 1955 trajo una mejora económica y con ello un

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aumento en la natalidad. La segunda tendencia (1960-1975), es a la baja y que se produce a partir de los años 60, y
fue especialmente pronunciada a partir de 1975. Coincide con los últimos años del desarrollismo. En este período
disminuyó de nuevo el tamaño familiar y la causa debemos buscarla en la reducción del valor económico de los hijos
al consolidarse un modo de vida industrial y urbana, con graves problemas de vivienda.

A continuación, desde 1975 hasta 1995, la tasa de natalidad continuó descendiendo hasta situarse en sus cifras más
bajas en 1995. Esta propensión a la baja situó a España, en torno a 1990, en uno de los índices de fecundidad más
bajos de Europa y siendo en 1995 una de las más bajas del mundo. Las causas fueron los cambios económicos y
socioculturales sucedidos en esos años. Por un lado, la mala situación económica (crisis de 1973, encarecimiento del
precio de la vivienda que retrasa la emancipación de los jóvenes, la precariedad laboral, las ayudas sociales destinadas
al mantenimiento de los hijos (guarderías, alimentación, etc) son escasas), el retraso en la edad del matrimonio, con el
consiguiente acortamiento del periodo fértil de la mujer. Pero es que además se produjeron profundos cambios de
mentalidad y de valores en la sociedad española a partir de la transición a la democracia como por ejemplo: la
disminución de la influencia religiosa, despenalización y difusión del uso de los anticonceptivos o la legalización del
aborto en ciertos supuestos, el hecho de que los hijos han dejado de ser una ayuda económica y un seguro frente a la
vejez de los padres, que los padres prefieren tener menos hijos y proporcionarles una formación más completa y un
mayor bienestar material, las mujeres retrasan la maternidad hasta consolidar el puesto de trabajo. Ha proliferado el
modelo de familia monoparental, tipo de familia en el que el número de hijos suele ser menor.

Desde 1995 hasta 2005 la natalidad muestra un aumento, ligadas a la coyuntura económica. Se experimenta una ligera
recuperación motivada por la mejora de la economía provocado por el boom inmobiliario que generó puestos de
trabajo, y atrajo a la inmigración extranjera joven que hicieron subir la natalidad y la llegada a la edad fértil de las
mujeres nacidas en los años de fuerte crecimiento demográfico. Las mujeres extranjeras que llegan a España son
mujeres jóvenes en edad fértil y que suelen tener más hijos que las mujeres españolas.

Esta mejoría se ve interrumpida a partir del 2005 con un descenso progresivo hasta 2010. A partir de la agresiva crisis
iniciada en el año 2008 que repercutió sobre las familias provocando un gran incremento del paro, dificultades para
acceder al crédito, el aumento de la precariedad y la pobreza, provocan este descenso en la natalidad. Es a partir del
año 2010 hasta 2020 cuando se produce el descenso más brusco de los últimos 35 años, de 10,5 a 7,1 para el año 2020.
El descenso de la natalidad hizo que el número de nacidos se acercara al número de fallecidos, en el año 2015, lo que
se tradujo en un escaso crecimiento natural de la población. España se modernizaba y tomaba pautas demográficas
europeas y todo esto provocó una situación demográfica preocupante. A la baja natalidad hubo que sumar una
esperanza de vida cada vez más prolongada, de tal modo que se incrementó el porcentaje de personas con edades
superiores a los 65años. En consecuencia, la población española entró en una fase de envejecimiento progresivo. Todo
esto fue resultado de una reducción del número de mujeres en edad fértil.

Continúa la tendencia en la que las mujeres retrasan la edad media a la que deciden ser madres, con una media de 32,5
años la mayor cifra de Europa, el número de mujeres en edad fértil también se reduce, la disminución del número de
hijos por mujer, la dificultad de la conciliación de la vida familiar y la reducción de la inmigración entre otros. Se
mantiene así la tendencia a la baja iniciada en 2005 y que se debe a que ese rango de edades está formado por
generaciones menos numerosas nacidas durante la crisis de natalidad de los 80 y primera mitad de los 90. Este hecho,
es una de las principales causas del continuo descenso de la natalidad.

En este último año acontece la llamada pandemia COVID19, la cual no queda aun reflejada en la gráfica. Estudios del
INE refleja que para el año 2020-2070 no se proyecta ningún impacto en los nacimientos, dado que no hay aún
evidencias de ningún tipo.

- CAUSAS QUE EXPLICAN LA EVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD


En cuanto a la evolución de la mortalidad comprobamos como entre 1940 y 1960 se produjo un descenso pronunciado
que se debe al final de la Guerra Civil (1936-1939) que tiende a estabilizarse a partir de 1960 debido a que se fue
superando la desnutrición y la escasez de la posguerra. Entre 1970 y 1975, hay un pequeñísimo repunte de la
mortalidad que coincide con la crisis de 1973. Posteriormente se aprecia una leve subida que se debe al
envejecimiento de la población y a las mejoras de las condiciones de vida en España, marcados por el Estado de
Bienestar. Además, tuvo lugar un crecimiento del nivel educativo y cultural, que permitió intensificar la prevención y
abandonar costumbres y tradiciones nocivas para la salud. A todo esto, debemos añadir como factor explicativo los
avances que se produjeron en la medicina (vacunas, antibióticos, etc.) y la mejora en las condiciones de higienes
privada y pública (agua potable, alcantarillado, recogida de basuras, etc.).

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A partir de 1985 se aprecia una leve subida de la mortalidad que se debe al envejecimiento de la población de nuestro
país, la natalidad que caía en picado hasta situarse entre las más bajas del mundo y al superar la población anciana a la
de los niños aumenta la tasa de mortalidad y no un empeoramiento de las condiciones de vida. España envejecía a un
ritmo lento, pero desde luego, sin pausa. Este ligero ascenso mantiene su tendencia hasta el año 2000 donde, se
produce un hecho insólito, el número de muertes supera por primera vez desde 1940 (fecha desde la que existen datos)
al de nacimientos. Esto es atribuido a una mezcla de tres factores, son generaciones menos numerosas nacidas en la
crisis de natalidad de que abarca desde 1980-1995, hay un menor flujo de inmigración y a la subida de las
emigraciones.

A partir del año 2000 la mortalidad vuelve a descender ligeramente hasta el 2010, la causa fue la entrada de
numerosas personas jóvenes llegadas de otros países para trabajar (boom del ladrillo) lo que la población española
aumenta.

A partir del año 2010 hasta el 2020, el número total de fallecidos aumentó ligeramente respecto a años anteriores, lo
que contribuyó a que la Tasa Bruta de Mortalidad también aumentara (de 8,2 a 10,4 en el año 2020) este aumento de
la mortalidad se debe al aumento del envejecimiento de la población. Este aumento podría deberse a la gripe de enero
de 2018 la cual fue una de las más mortales de la última década, además empiezan a morir los nacidos en los años 40,
una generación muy numerosa, lo que implica un alto número de defunciones. Es necesario hacer mención a la
esperanza de vida, concepto directamente relacionado con la mortalidad. España debido a factores muy favorables
como son una buena sanidad, alimentación, etc, goza de una de las esperanzas de vida más elevadas del planeta.

- EL CRECIMIENTO NATURAL Y SUS CONSECUENCIAS


España se caracteriza por unas tasas de natalidad y de mortalidad muy bajas, y por un crecimiento de la población
casi nulo e, incluso, negativo. Al mismo tiempo, los avances de la medicina han permitido aumentar la esperanza de
vida en torno de los 80 años. A grandes rasgos, el crecimiento natural entre 1940 y 2010 ha sido siempre positivo.
Siendo más exhaustivos, la gráfica dibuja una reducción ligera del crecimiento natural especialmente significativa a
partir de 1975 debido a la caída de la natalidad y a la estabilidad de la mortalidad. En 2015 el crecimiento es negativo
por primera vez, en 2016 se igualan tanto la natalidad como la mortalidad, y partir del 2017 hasta el 2020, el
crecimiento natural de la población será negativo.

A partir del gráfico se pueden extraer conclusiones del crecimiento natural relacionadas a lo largo de los diferentes
periodos. En España entre 1900 y 1935 la fase de estabilidad demográfica continuó debido al escaso desarrollo
económico y social del país. Sin embargo, a partir de esa fecha, España entró en la segunda fase del modelo de
transición, con un descenso continuado de la mortalidad, a medida que mejoraban la alimentación y la higiene. La
diferencia creciente entre la natalidad, que bajaba muy lentamente, y la mortalidad, en descenso continuo, dio como
resultado una disminución de la población que se vio interrumpido por la Guerra Civil (1936-1939). Pasada la
posguerra, desde finales de la década de 1950 y 1960 aumenta el crecimiento natural hasta llegar al “baby boom” de
los años 60, siendo un crecimiento positivo.

La gráfica dibuja una reducción del crecimiento natural especialmente significativa a partir de 1975 debido a la
caída de la natalidad y a la estabilidad de la mortalidad. A partir de ahí, el crecimiento natural disminuye hasta llegar
al mismo 1995. En la década de 1980, se entra en la siguiente etapa, la mortalidad continuó bajando, debido a los
avances en la higiene y en la medicina (uso de vacunas). El descenso de la natalidad se acercó, en la década de 1990,
a las tasas de mortalidad. Con ello se cierra el ciclo de la fase anterior. Luego, hay un pequeño y corto aumento hasta
2005, para luego volver a caer ligeramente, coincidiendo con los años de la crisis económica, alcanzando un valor
muy bajo, para subir ligeramente en 2015 con poco más de nueve nacimientos por cada mil habitantes.
En 2015 en adelante, España registra por segundo año consecutivo un crecimiento vegetativo, negativo en 259
personas. Hubo una cierta mejora respecto al año anterior. España registra más defunciones que nacimientos por
tercer año consecutivo, lo que implica que haya perdido población, según los datos del INE. Como hemos podido
comprobar cada vez el crecimiento vegetativo es cada vez más negativo, debido a que mueren más personas de las
que nacen.

El estudio del crecimiento natural en España no es suficiente para analizar las consecuencias de los cambios que se
vienen dando en el comportamiento demográfico, es necesario añadir otras variables: la emigración y la
inmigración. La llegada de inmigrantes se redujo a causa de la crisis, y, en consecuencia, disminuyó el efecto
rejuvenecedor de la población asociado a este fenómeno. También debido a la crisis la emigración en España
aumentó, y en consecuencia creció la salida de nuestro país de población joven. Se está acentuado el envejecimiento
de la población española y, en consecuencia, aumentará el gasto en pensiones y sanidad, además de reducirse la
población activa y la capacidad de innovación. La baja tasa de natalidad y el incremento de la esperanza de vida

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gracias a las mejoras en la sociedad y medicina han provocado un crecimiento exponencial acelerado en el porcentaje
de personas mayores, que se encuentran alrededor del 15% de la población total.

La tendencia del crecimiento natural y el análisis de los cambios recientes se puede afirmar que desde que se inició la

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crisis en el año 2008 la tasa de natalidad ha caído progresivamente mientras que la tasa de mortalidad se ha
mantenido estable, por lo que España pierde población desde ese año y la tendencia descendente continuará en los
próximos años, así lo corrobora el INE. Se estima que, en 2050, las personas mayores de 65 estarán por encima del
30% de la población. Los datos de los últimos años indican que actualmente en España, el crecimiento natural es bajo
o negativo. Mueren más personas de las que nacen. Según la evolución de las variables, se pueden concluir
previsiones futuras que van a depender mucho de la situación económica.

También hay que sumar la entrada en las edades más fecundas de generaciones con menor número de mujeres, que un
sector de la población joven está emigrando, que también disminuirá el número de inmigrantes ya que una parte de la
población inmigrante se está yendo a sus países de origen por culpa de la crisis económica del país y los que se
quedan ya no tienen condiciones para formar familia. Esta tendencia ha durado desde finales de la década de 1990
hasta el umbral del siglo XXI, en que se ha visto interrumpida por un aumento de la natalidad vinculado, en gran
parte, a la llegada de inmigrantes extranjeros. En consecuencia, se puede concluir que el crecimiento natural ha
descendido en los últimos años, llegando a estar en España en una situación de decrecimiento demográfico.

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