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Seis claves para escribir un haiku

https://www.rtve.es/radio/20200525/como-escribir-leer-haiku/2014792.shtml

La escritora japonesa Seiko Ota, publicaba hace unos años el libro Seis claves para escribir un
haiku, también publicado bajo la editorial Hiperión. En él se explican de manera sencilla las
líneas a seguir para a la construcción de este tipo de poemas. Las características que definen
este tipo de poesía breve son las siguientes:

1. Los haikus se escriben en 5-7-5 sílabas.


Sin duda, el rasgo más distintivo de un haiku es su forma: los haikus se escriben en tres versos
sin rima, de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente. Esta métrica es flexible: nada nos impide escribir
haikus que tengan un número de sílabas ligeramente distinto, que no por ello dejarán de ser
haikus.

2. Según la tradición, todo haiku ha de incluir un kigo.


El kigo es una palabra o expresión que indica la época del año a la que se refiere un poema.
Por ejemplo, la palabra "nevada" remite al invierno, ya que es en esta época cuando más nieva.
La expresión "cerezos en flor", por su parte, remite a la primavera, ya que es en esta época
cuando florecen los cerezos. No es obligatorio, pero los clásicos siguen esta pauta.

3. Los haikus muestran escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana.


Por lo general, los haikus muestran escenas de la naturaleza (animales, plantas, paisajes,
fenómenos meteorológicos) o de la vida cotidiana, en los pueblos, en las ciudades y en los
caminos.

4. Un haiku transmite la impresión que ha causado la contemplación de algo.


En un haiku el haijin transmite la emoción que ha sentido al contemplar algo. Es aquí donde el
haiku deja de ser un texto meramente descriptivo para convertirse en poesía. La impresión
transmitida puede ser una de belleza, de armonía, de serenidad, de fugacidad, de melancolía...

5. Los haikus se escriben con un estilo natural y sencillo.


Los haikus se escriben con un estilo coloquial, que evite que el lector se nos distraiga de lo
realmente importante en el poema. Si recargamos el poema con metáforas, personificaciones,
aliteraciones, un vocabulario culto, etc., forzamos la colocación de los adjetivos a la izquierda
del nombre o alteramos el orden natural de los elementos de la frase de cualquier otra manera,
estaremos llevando el poema a un terreno que no es del haiku.

6. Omisión.
“En la poesía japonesa es tan importante lo que se dice como lo que se omite”, apunta Jesús
Munárriz. Debe por tanto centrarse en cosas fundamentales y hacernos reflexionar sobre lo
que falta para que sea nuestro imaginario el que complete la historia que, mucha s veces,
depende de la interpretación de quien lo lea.
Breve guía para escribir haikus
Publicado el 5 agosto, 2019 by Alex Pler

http://japonbarcelona.com/literatura/blog/?p=1429

Los haikus son un tipo de poesía japonesa muy breve, muy ligados a la naturaleza y al paso de las
estaciones del año. Siguen siendo muy populares en Japón desde que Matsuo Bashô, un poeta
vagabundo del siglo XVII, sentara las bases de lo que hoy conocemos como haiku, inspirándose en
la poesía renga de la corte pero a la vez rompiendo con muchas de sus convenciones. Su poema más
famoso seguramente sea:

Viejo estanque…
Se zambulle una rana
Sonido de agua

¿Cómo sabemos que estamos ante un buen haiku? ¿Y cómo podemos escribir nuestro propio haiku
dándole sabor japonés? En esta breve guía os damos algunas pautas para seguir los pasos de Bashô.
Os invitamos a leerla y os animamos a escribir vuestros haikus, así como a participar en nuestro V
concurso de haikus.

La métrica del haiku


Idealmente, los haikus constan de tres versos de diecisiete sílabas: el primer verso tiene 5 sílabas, el
segundo 7 sílabas y el tercero 5 sílabas. Es decir: 5-7-5. En las traducciones no siempre es posible
mantener la métrica debido a las diferencias entre el japonés y el resto de idiomas, pero cuando
escribamos un haiku sí debemos tener en cuenta esta métrica. Es cierto que los maestros japoneses
no siempre respetan el número de sílabas o su distribución, pero no es lo habitual. Con la práctica,
los haikus que escribamos se ajustarán de manera casi natural a la estructura 5-7-5.

Las cuatro estaciones en el haiku


Los haikus de Bashô eran observaciones de la naturaleza que iba encontrando a lo largo de sus viajes,
prestando atención a los detalles y los cambios de las cuatro estaciones del año. Por eso la mayoría
de haikus hablan de elementos de la naturaleza: animales, plantas, ríos, paisajes… tal como los
presencia el poeta en ese momento. Un campo no luce igual con las flores de primavera, las hierbas
verdes de verano, las cosechas doradas de otoño o el páramo nevado de invierno. Hay palabras que
evocan una estación concreta; los poetas japoneses las llaman kigo. Por ejemplo, si decimos castaña,
salvo sorpresa todos pensamos en otoño, a medio camino entre octubre y noviembre. Un kigo bien
elegido, además de ahorrarnos sílabas, dará mayor poder de evocación al poema.
El momento irrepetible en el haiku
El poeta de haikus se fija con asombro en detalles que no volverá a presenciar. Ese asombro se
llama mono no aware, la tristeza ante la fugacidad de las cosas, una melancolía que impregna toda
la sensibilidad japonesa. Somos afortunados por haber visto algo que no se repetirá, al menos no
ante nuestros ojos, pero podemos inmortalizarlo en un haiku. Por eso a veces se dice que el haiku
recuerda a la fotografía, arte que también captura instantes. Pero debemos elegir bien las palabras
para que el lector del haiku pueda imaginarse la escena tal como la vimos y que comparta nuestro
asombro. Para ello, es imprescindible que el poeta realmente haya visto aquello que describe.
El humano en el mundo de los haikus
Por lo general, los seres humanos no deberían aparecer en los haikus. Cuando lo hacen, siempre será
como un elemento más de la escena, integrándose con la Naturaleza que los rodea y nunca como
protagonistas. Los sentimientos humanos tampoco deberían aparecer textualmente en los haikus:
amor, odio, añoranza… todo eso forma parte de otras piezas poéticas como los senryus (misma
métrica que un haiku pero hablando de la vida humana). En un haiku, la melancolía debe evocársela
al lector la escena que describamos, de una manera visual: «Tarde de lluvia» dibuja mejor la escena
que decir «Melancolía».
La simplicidad en los haikus
En los haikus, hay que describir lo que hemos visto con las palabras más sencillas. Debemos lograr
que el lector vea y entienda lo que escribimos: si usamos una palabra extraña, deberá detenerse un
momento para analizarlo y ahí se perderá la magia. Es posible que, intentando ajustarnos a la
métrica o en un intento de capturar todos los detalles de la escena, acabemos buscando palabras
rocambolescas o expresiones poco naturales. Cuando eso ocurra, debemos recordar la esencia de
aquello que vimos y buscar la manera más sencilla de describirlo. El «viejo estanque» de Bashô ya
nos evoca la quietud y el silencio, las piedras cubiertas de moho, la turbiedad del agua, los juncos
descuidados… Eligiendo bien las palabras y ordenándolas de manera fluida, lograremos recrear
aquella escena que vimos en solo diecisiete sílabas.

Escribir y escribir después de leer y leer…


Pero lo más importante para escribir haikus es escribir muchos: de cada 100 que escribamos, puede
que nos salgan bien 1 o 2. Y antes de ponernos a escribir, hay que leer a los maestros: Matsuo Bashô,
Yosa Buson, Masaoka Shiki, Kobayashi Issa, Taneda Santôka… Empapándonos de sus poemas,
ahondaremos en la esencia de los haikus. Podéis consultar todos los libros de haikus que tenemos
en nuestra librería. Recomendamos especialmente la obra Haiku-dô (ed. Kairós), donde el traductor
Vicente Haya comenta decenas de poemas de los maestros japoneses para así acercarnos a la
sensibilidad única de esta forma de poesía, y el volumen Haiku, tsumami-gokoro (ed. Shinden) con
una selección de 150 haikus magistrales.
Recuerda que ya hemos publicado las bases de nuestro V concurso de haikus. ¡Os animamos a
participar! Podéis presentar vuestras obras hasta el 29 de septiembre de 2019.

1 Kabayashi Issa
La mariposa revolotea
como si desesperara
en este mundo
2 Watanabe Hakusen
Anoche cubrí
mis hijos dormidos
y el ruido del mar.

3 Yamagushi Sodo
Esta primavera en mi cabaña
Absolutamente nada
Absolutamente todo

4 Masaoka Shiki
Primavera en el hogar.
No hay nada
y sin embargo hay de todo

5 Kobayashi Issa
Pareciera que el sapo
Va a expeler
una nube

6 Natsume Soseki
Sobre la montaña florida
Sueltan los caballos
En el cielo otoñal

7 Konishi Raizan
Mil pequeños peces blancos
Como si hirviera
El color del agua

8 Yosa Buson
Bajo la lluvia de verano
El sendero
Desapareció

9 Ogiwara Seisensui
Cuando canta la cigarra,
cuando canta,
canta en coro
y el sol muere.

10 Taneda Santoka
Mi cuenco de mendigar
Acepta hojas caídas

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