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RESUMEN
Debido a que las estructuras de concreto simple o reforzado están expuestos no solamente a
la acción mecánica de las cargas de servicio, sino también a otros factores que tienden a
deteriorarlos y destruirlos como: acciones físicas (cambios bruscos de temperatura y
humedad); y, algunas veces agresiones de carácter químico o biológico, se hace
indispensable profundizar en el diseño y especificaciones de las mezclas de concreto, desde
el punto de vista de su durabilidad; así como, comprender los mecanismos de falla más
comunes en la patología del concreto.
INTRODUCION
Sin embargo, el concreto en su condición de piedra artificial, al igual que las rocas
naturales, también puede sufrir modificaciones en su s¢lida estructura, si existen agentes
internos o externos que con el paso del tiempo lo puedan deteriorar, como nos lo ha
demostrado la corta experiencia de éstos últimos 100 años de vida que tiene la Tecnología
moderna del concreto.
Por ello, hacia la década de los años 70 en todo el mundo se empezé a poner especial
cuidado a la conservación y reparación de toda suerte de estructuras de concreto reforzado,
dando origen al entendimiento de los mecanismos de falla y al estudio formal de la
patología del concreto, pero sobre todo a la prevención de daños.
ACCIONES MECANICAS
Dentro de los factores de deterioro imputables a las acciones mecánicas están las
sobrecargas, la deformación lenta (fluencia), los impactos, las vibraciones excesivas, la
abrasión, la erosión y la cavitación, que están relacionados con el uso que se dá a la
estructura.
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Sobrecargas y Deformaciones
Con relación a los dos primeros factores, es claro que si se rebasa la capacidad resistente
del material o fallan las bases de soporte (asentamientos del terreno), las consecuencias se
manifiestan mediante microfisuras, fisuras y/o el colapso de la estructura, según la
intensidad del mecanismo de acción.
Cuando el concreto es cargado, la deformación causada por la carga se puede dividir en dos
partes: una deformación que ocurre inmediatamente (deformación elá stica) y una
deformación dependiente del tiempo, que comienza inmediatamente pero continúa a una
tasa decreciente bajo carga sostenida. Esta última es considerada un aumento de la
deformación unitaria elástica y es llamada fluencia o flujo bajo carga (creep).
Impactos y Vibraciones
En cuanto a los impactos y las vibraciones, ambos pueden iniciar o propagar las grietas. Es
raro encontrar cargas de impacto en las estructuras, pero cuando exista la probabilidad de
su presencia, es recomendable utilizar un criterio de diseño conservador para que el
agrietamiento sea el m¡nimo posible. Por ejemplo, para maquinaria pesada suele utilizarse
un factor de impacto del orden del 25% del peso de la máquina.
Resistencia a la Abrasión
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La resistencia del concreto a la abrasión se define como la habilidad de la superficie para
resistir el desgaste producido por fricción, frotamiento, raspaduras o percusiones. Este
fenómeno es dificil de valorar, ya que la acción perjudicial varía según la causa del daño.
Por ello, la resistencia a la abrasión se relaciona siempre con su resistencia a la compresión.
En términos generales, se consideran cuatro tipos de abrasión:
Sobre este particular, el comit‚ ACI 301 recomienda que la resistencia y el asentamiento del
concreto deben cumplir con los límites indicados en la tabla 1 y que el contenido de
cemento no sea menor que el indicado en la tabla 2, dependiendo del tamaño máximo de
agregado empleado.
De otra parte, para todas las clases de pisos, la resistencia a la compresión requerida a los
tres días de edad debe ser de 125 kg/cm2 para evitar daños durante la construcción.
b) Desgaste por Rozamiento, Raspado y Percusión
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Es el desgaste de la superficie de pavimentos urbanos y carreteras de concreto debido a
camiones pesados y automóviles con llantas que tienen tachones o cadenas.
Sobre este particular, el comité ACI 316 recomienda que la resistencia especificada del
concreto no sea menor de 45 kg/cm2 de resistencia a la flexión medida a los 28 días de
edad en viguetas con carga en los tercios medios, ni de 280 kg/cm2 a los 28 días, en
muestras probadas a compresión, con contenidos mínimos de cemento de 335 kg/m3.
ACCIONES FISICAS
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Las acciones físicas se refieren escencialmente a los cambios volumétricos que experimenta
el concreto tanto en estado fresco como en estado endurecido. El concreto presenta leves
cambios de volumen por varias razones y la comprensión de la naturaleza de esos cambios
es útil para el análisis y prevención de agrietamientos. Grandes esfuerzos y roturas pueden
ser prevenidos o minimizados mediante el control de las variables que afectan los cambios
de volumen. Aunque el concreto es muy resistente a la compresión, su capacidad de tolerar
esfuerzos de tracción es relativamente débil, y por ello, los cambios de volumen desarrollan
microfisuras, fisuras y grietas.
a) Asentamiento Plástico
Una vez que el concreto ha sido colocado y compactado en la obra, los sólidos de la mezcla
tienden a asentarse (hundirse dentro de la masa) por efecto de la gravedad, desplazando los
elementos menos densos como el agua y el aire atrapado; el agua aparece en la superficie
como agua de exudación y el asentamiento continúa hasta que el concreto se endurece.
Cuando hay obstáculos tales como partículas de agregado grandes, acero de refuerzo o
elementos embebidos dentro del concreto, èstos pueden obstruir el libre acomodamiento de
la mezcla, provocando asentamientos diferenciales y la formación de grietas en el concreto
plástico.
De otra parte, en algunas ocasiones la presión que ejerce el concreto fresco sobre la
formaleta o el suelo, hace que estos se deformen y causen asentamientos plásticos
adicionales con la consecuente aparición de fisuras. Igualmente puede ocurrir cuando se
funde concreto sobre un ligero declive, en cuyo caso la mezcla tiende a escurrirse.
En general, el asentamiento plástico induce fisuras amplias (hasta 1 mm) y poco profundas,
de escasa trascendencia estructural. Sin embargo, de presentarse deben ser obturadas de
inmediato para evitar problemas de durabilidad.
Desde luego, una mezcla de consistencia húmeda se asentar más tiempo y en mayor grado
que otra de consistencia seca, ya que la primera contiene más agua por volumen unitario de
concreto, generando desde luego la presencia de mayor cantidad de agua de exudación.
Como medidas de precaución para atenuar la exudación y disminuir la posibilidad de
fisuras por asentamiento plástico se pueden mencionar las siguientes:
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Emplear un contenido de agua tan bajo como sea posible, de acuerdo con la consistencia
especificada, y con aire incluido para estimular la retención de agua. Es importante
evitar el uso de mezclas pastosas (con exceso de arena), ya que estas tienen mayor
tendencia a la segregación y la exudación.
Es importante que durante el vaciado todo el concreto presente una humedad uniforme
con el fin de reducir el asentamiento diferencial causado por variaciones en la
consistencia.
Cuando se vacía concreto sobre una base granular o sobre una superficie absorbente,
ésta debe humedecerse previamente y de manera uniforme, ya que las zonas secas
absorberán más agua del concreto que las zonas húmedas y, en estas últimas, el
concreto permanecer plástico m s tiempo, causando asentamientos y fraguados
diferenciales.
b) Contracción Plástica
Generalmente, son fisuras de poco espesor (0,2 mm a 0,4 mm) y profundidad (menor de 30
mm) iniciales. Sin embargo, a medida que aumenta el diferencial de humedad en la capa
superficial del concreto, con relación a su masa interna, pueden incrementar su profundidad
de manera considerable. Incluso en losas de entrepiso, pueden pasar de lado a lado. Su
longitud puede variar desde unos cuantos centímetros hasta aproximadamente un metro.
Por lo común, son fisuras en forma de línea recta que no siguen un mismo patrón y no
presentan ninguna simetría; aunque, ocasionalmente se han observado siguiendo la forma
de una pata de gallo.
Tales fisuras ocurren cuando el agua se evapora de la superficie con mayor rapidez que con
la que puede aparecer en la superficie durante el proceso de exudación. Esto origina
undesecamiento de la capa superficial del concreto (que a su vez conduce a una humedad y
una rigidez diferencial entre la superficie y el interior de la masa), acompañada de una
r pida contracción por secado y el desarrollo de esfuerzos de tensión en la superficie que
generan la formación de fisuras. Aunque se utilicen los mismos materiales, proporciones y
métodos de mezclado, transporte, colocación, compactación y acabado del concreto,
pueden aparecer grietas de contracción plástica en un día determinado pero no en el
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siguiente, lo que con toda probabilidad es el resultado de cambios en las condiciones
ambientales, que afectan la velocidad de evaporación de la humedad superficial del
concreto. Por tal motivo, las precauciones que deben tomarse para prevenir o limitar la
posibilidad de fisuras por contracción plástica se pueden resumir de la siguiente manera y
deben desarrollarse secuencialmente.
Refrigerar los agregados y el agua de mezclado, para mantener la baja temperatura del
concreto fresco.
Presaturar los agregados del concreto, para evitar pérdidas por absorción de los mismos.
Emplear un contenido de agua tan bajo como sea posible, de acuerdo con la consistencia
especificada, y con aire incluido para estimular la retención de agua.
Levantar rompevientos provisionales para reducir la velocidad del viento por encima de
la superficie del concreto.
Preservar la humedad superficial del concreto por medio de cubiertas provisionales (p. e.
láminas de polietileno), durante la colocación y el acabado.
Dentro de los factores de deterioro más comunes a las acciones físicas en el concreto
endurecido, se encuentran los cambios de volumen causados por fenómenos de humedad y
de temperatura.
Entre los mecanismos de daño causados por cambios de humedad, se encuentran las grietas
capilares o cuarteaduras, la contracción por secado, los ciclos de humedecimiento-secado y
los ciclos de congelamiento-deshielo. Entre los mecanismos de daño causados por cambios
en la temperatura, se cuentan la contracción térmica inicial, la dilatación-contracción por
temperatura y el ataque por fuego.
Pero antes de iniciar su estudio es conveniente definir tres términos que se relacionan
directamente con los cambios por humedad. Estos son, la permeabilidad, la hermeticidad y
la porosidad del concreto
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La permeabilidad del concreto, como la de cualquier material, consiste en que éste pueda
ser atravesado por un fluido (l¡quidos, gases, iones) a causa de una diferencia de presión
entre las dos superficies opuestas del material. La permeabilidad est determinada por el
caudal filtrado de acuerdo con la ley de Darcy, en la cual el flujo es laminar y permanente.
Aunque existe una relación directa entre la porosidad y la resistencia del concreto, no existe
una normativa al respecto. Pero desde el punto de vista de durabilidad, se considera que un
concreto es de buena calidad si la "porosidad abierta" (es decir la relación entre el volumen
de poros accesible al agua y el volumen aparente de la probeta), es menor de un 10 % y
mala si supera el 15 %.
Por ésta razón, la normativa mundial recomienda que para reducir la permeabilidad del
concreto, se deben utilizar bajas relaciones agua-cemento (inferiores a 0,5 en peso), y un
peróodo de curado húmedo adecuado. Esto, disminuye la permeabilidad de la pasta y
obtura la porosidad de los agregados al envolverlos.
Las causas más comunes de este tipo de grietas, son la sobrevibración (segregación del
concreto durante la compactación) o el excesivo aplanado que durante el acabado provoca
el avance de agua, cemento, y la fracción más fina del agregado hacia la superficie. Este
material húmedo y cohesivo, tiene una contracción por secado mucho más alta y una
resistencia más baja que el mortero y el concreto subyacentes, lo cual hace que al
desecarse, la superficie este sujeta a esfuerzos de tensión que son superiores a su resistencia
a la tracción generando cuarteaduras y grietas que suelen aparecer entre 1 y 15 d¡as después
del vaciado. Su profundidad rara vez llega a 1 cm y por tanto tienen poca trascendencia
estructural.
Otra práctica equivocada y común, que también causa este tipo de grietas es el riego de
cemento seco sobre la superficie húmeda del concreto para secarlo antes del alisado, lo cual
genera una inusitada riqueza de la pasta superficial que induce las cuarteaduras al secarse.
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La contracción por secado, también conocida como retracción hidraúlica, consiste en la
disminución de volumen que experimenta el concreto endurecido, cuando est expuesto al
aire con humedad no saturada. En términos generales, es debida a reacciones químicas y a
la reducción de humedad.
Una vez que el concreto endurecido se expone a la acci¢n del aire, la mayor parte del agua
evaporable de la mezcla se libera, dependiendo la velocidad y perfección del secado, de la
temperatura y condiciones del medio ambiente que lo rodea. Al secarse el concreto, su
volumen se reduce por efecto de la tensión capilar que se desarrolla en el agua que queda
en el concreto.
El valor de la contracción final para concretos normales, suele ser del orden de 0,2 a 0,7
mm por metro lineal, según el contenido inicial de agua, la temperatura ambiente, las
condiciones de humedad y la naturaleza de los agregados. La contracción por secado puede
permanecer durante muchos meses aunque a ritmo decreciente, dependiendo de la forma
del elemento y es un apropiedad perjudicial del concreto si no se controla adecuadamente.
Esto es especialmente importante en el caso de muros, losas de piso y pavimentos, ya que
hay una gran rea expuesta a la atmósfera en relación con el volumen total de la masa de
concreto. Con una contracción del 0,05 %, el concreto se acorta aproximadamente 1,5 mm
en 3,0 m lineales y, si se restringe este fenómeno, invariablemente se agrietar .
De otra parte, el agrietamiento tambien puede controlarse por medio del preesfuerzo del
concreto (pretensado o postensado),para mantenerlo en compresión de manera que no se
presenten esfuerzos de tracción. De otra parte, en el caso de estructuras esbeltas como
muros, pisos ó pavimentos, la disposición de grietas se controla mediante juntas que
precisamente se llaman de contracción o de control. A manera de ejemplo, la experiencia
colombiana ha mostrado que, la separación de juntas transversales de contraccción en
pavimentos debe ser, en metros, de 20 a 24 veces el espesor de la losa en centímetros (ver
tabla 3).
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Tabla 3. Espaciamiento máximo de las juntas transversales decontracción, en metros, en
PAVIMENTOS de concreto.
Del mismo modo, para un piso con caracter¡sticas normales de contracción del concreto
(entre 0,02% y 0,07 %), la separaci¢n de las juntas debe ser, en metros, de 24 a 36 veces el
espesor de la losa en centímetros, según las recomendaciones del ACI 302 (ver tabla 4).
Una de las causas más comunes de deterioro del concreto, especialmente de estructuras
hidraúlicas, son los niveles del agua por mareas, crecientes, operaciones de embalse u otras
causas, ya que el agua tiende a concentrarse en diferentes partes de la estructura.
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De otra parte, el uso de "Aire Intencionalmente Incluido" mediante el empleo de aditivos
oclusores de aire en el concreto, permite la dispersión de burbujas de aire extremadamente
pequeñas (con diámetros entre 10 y 1000 micras) que no se encuentran interconectadas y
que actuan como válvulas de los capilares del concreto aumentando así su hermeticidad.
Con la inclusi¢n de aire, el agua desplazada por la formaci¢n del hielo en la pasta se
acomoda de tal manera que no resulta perjudicial, pues las burbujas de aire en la pasta
suministran cámaras donde se introduce el agua y así se alivia la presión hidraúlica
generada. Para tal efecto, las recomendaciones de la NSR-98 estipulan los valores indicados
en la Tabla 6.
Tabla 6. Cantidad aproximada de aire esperado en concreto sin aire incluido y niveles de
aire incluido para diferentes tamaños máximos de agregado.
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A manera de ejemplo, la cantidad de aire total con una inclusión del 4% al 6% por
volumen, para un tamaño máximo de de agregado 38,1 mm (1,5"), puede ser del orden de
400 billones de burbujas por m3 de concreto. Esto, adicionalmente reduce la segregación y
la exudación.
Adicionalmente, la NSR-98 establece que para concretos que puedan estar expuestos a
químicos que impidan el congelamiento, el máximo contenido, por peso, de cenizas
volantes, otras puzolanas, humo de sílice o escoria, que se adicionen al concreto, no deben
exceder los porcentajes del peso total del material cementante que se indican en la tabla 8.
Tabla 8. Requisitos para concretos expuestos a químicos que impidan el congelamiento. (9)
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Nota 2: Las cenizas volantes u otras puzolanas, no deben constituir mas del 25 por ciento
del peso total del material cementante, ni el humo de sílice más del 10 por ciento del peso
total del material cementante.
Entre los mecanismos de daño causados por cambios en la temperatura est la contracción
térmica inicial del concreto que procede escencialmente del calor de hidratación derivado
de la reacción de hidratación del cemento. En condiciones normales, el concreto no disipa
el calor a suficiente velocidad y alcanza temparaturas m s altas que el ambiente (hasta 60
C). Normalmente, aparecen como microfisuras entre el primero y el quinto día de edad. Las
más probables causas de su aparición, contemplan los siguientes factores:
Por enfriamiento superficial más rápido que el interior de la masa, lo cual provoca un
estado de tracción en la zona superficial y un estado de compresión en el núcleo (podría
ser el caso del descenso de temperatura nocturno).
El concreto, como la mayoría de los materiales de construcción, se dilata con los aumentos
de temperatura y se contrae cuando ésta baja. Los efectos de tales cambios de volumen son
semejantes a los producidos por la contracción por secado, es decir, que el aumento o
reducción de la temperatura pueden producir un agrietamiento indebido y particularmente
cuando el libre movimiento está restringido por alguna causa.
Otro efecto importante de la temperatura es el alabeo por gradiente t‚rmico que depende de
la cantidad de energía radiante absorbida por la superficie del concreto. Un caso típico de
ésta situación nuevamente son los pavimentos de concreto, en donde, durante el día, la cara
superior de las losas se encuentra a una temperatura mayor que la inferior, con lo cual la
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primera se dilata más que la segunda. Esta diferencia de alargamiento produce un alabeo en
las placas con concavidad hacia abajo.
El peso propio del concreto y los esfuerzos del tráfico tienden a impedir ésta deformación,
produciendo esfuerzos de flexión, lo cual se traduce en esfuerzos de tracción en la cara
inferior de la losa y de compresión en la cara superior. Durante la noche, el gradiente de
temperatura se invierte (cara superior más fría que la inferior), dando lugar a un estado de
tensiones contrario al del día. Esta situación es especialmente importante en regiones, como
nuestro país, en donde hay bruscos descensos de temperatura entre el día y la noche e
inclusive dentro del mismo día.
Del mismo modo, en el caso de estructuras esbeltas como muros, pisos ó pavimentos, la
disposición de grietas por temeperatura se controla mediante las llamadas juntas de
dilatación.
De otra parte, el fuego fomenta la formación de grietas en las juntas, en sitios mal
compactados y en los planos de las varillas de refuerzo. Al quedar el refuerzo al
descubierto, éste conduce el calor y acelera la acción del fuego. Por lo tanto los
recubrimientos deben ser adecuados y el concreto de muy baja permeabilidad con el objeto
de que no presente humedad en el momento de un incendio.
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De acuerdo con Calavera, con agregados pétreos naturales, como los calizos o los silíceos,
el concreto al verse afectado por el fuego y seg£n las temperaturas alcanzadas, sufre una
serie de cambios en su coloración como los que se muestran en la figura 2.
En cuanto a la capacidad de sostener carga del concreto hay que considerar que el ataque
por fuego es un fenómeno muy complejo, por cuanto éste actúa sobre el material
compuesto concreto-acero, con comportamientos y reacciones muy diferentes ante la
elevación de temperaturas. Est comprobado que al aumentar la temperatura del concreto,
se registra un descenso de su resistencia y módulo de elasticidad, pero acompañado de
importantes incrementos en su deformación unitaria. El fuego afecta gravemente al acero
de refuerzo, pero el aspecto más crítico es la alteración que sufre la adherencia entre el
acero y el concreto para temperaturas superiores a los 300 C.
ACCIONES QUIMICAS
Dentro de los factores de deterioro imputables a las acciones químicas están, la expansión
destructiva de las reacciones lcali-agregado, el ataque de ácidos, la carbonatación, la
formación de sales expansivas (ataque de sulfatos) y la corrosi¢n del acero de refuerzo.
Algunos tipos de agregados contienen formas reactivas de sílice, que pueden reaccionar con
los álcalis del cemento (óxidos de sódio y óxidos de potacio). Esta reacción, se conoce
como lcali-sílice y forma silicatos alcalinos en el gel de cemento, que son capaces de
absorber agua en grandes cantidades y a través de procesos de ósmosis ejercer grandes
presiones en los poros del concreto causando fisuras. El proceso suele manifestarse entre
dos y cinco años de edad del concreto.
De otra parte, cuando se emplean agregados calizos del tipo dolomita se puede producir una
reacción similar a la anterior conocida como lcali-carbonato. Esta reacción, consiste en la
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formación de brucita y en la regeneración de lcalis que cuando quedan expuestos a la
humedad aumentan de volumen induciendo esfuerzos internos de tracción dentro del
concreto y que a su vez ocasionan fisuras.
b) Ataque de Acidos
Es un hecho bien conocido que la pasta de cemento portland endurecida, el elemento que
mantiene adherido el concreto, es un material silico-calc reo con un fuerte carácter básico,
cuyo pH es del orden de 13 y por lo tanto susceptible al at que de cualquier vapor de ácido
o ácido líquido, por débil que sea éste.
c) Carbonatación
El proceso es más intenso cuanto más importantes son los cambios de humedad y más
elevada la temperatura. Este fenómeno también se presenta de manera significativa en
ambientes cuya humedad relativa se encuentra entre 60 % y 98 %. Si el concreto permanece
saturado, no hay carbonatación. De otra parte, el proceso también es más intenso en la
medida en que sea mayor la permeabilidad del concreto. De ahí la importancia de trabajar
con mezclas cuya relación agua-ecemento está por debajo de 0,5 y además bien curadas.
Algunos sulfatos de sodio, potacio, calcio y magnesio que están naturalmente en el suelo o
disueltos en el agua freática o en la atmósfera pueden acumularse sobre la superficie del
concreto incrementando su concentración y por lo tanto el riesgo de deterioro. Los
mecanismos que intervienen en el at que del concreto por sulfatos, son dos reacciones
químicas.
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Primero, combinación de los sulfatos con hidróxido de calcio (cal libre), que forman sulfato
de calcio (yeso) y segundo, combinación de yeso con aluminato hidratado de calcio para
formar sulfoaluminato de calcio (etringita). Estas dos reacciones tienen como resultado un
aumento del volumen sólido y a la segunda se le atribuyen la mayoría de las expansiones y
rupturas del concreto causadas por soluciones de sulfatos.
Por lo tanto, para aquellos concretos expuestos a soluciones que contienen sulfatos la NSR-
98 exige los requisitos indicados en la tabla 9.
Tabla 9. Requisitos para concreto expuesto a soluciones que continen sulfatos. (9)
Entre las causas de corrosión más frecuentes se encuentran las fugas de corriente eléctrica y
la corrosión originada dentro del concreto mismo. En la primera, el paso de corriente
eléctrica directa a través del concreto o del refuerzo utilizado en él puede originar una
rápida y seria corrosión. Este tipo de corriente es producida frecuentemente por fugas de
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sistemas eléctricos o por no haber dispuesto de un medio permanente para conectar los
sistemas elécrtricos a tierra.
Pero el mecanismo de falla puede acentuarse por la presencia de un agente agresivo que
acelera el fenómeno como los cloruros u otros iones despasivantes, aún si el pH del
concreto está por encima de 9. En este caso, el ataque por cloruros produce picaduras
locales que rompen la capa pasiva del acero de refuerzo, iniciando el proceso anádico y
reduciendo la sección de la barra. En términos generales, el riesgo de corrosión de la
armadura de acero por la presencia de cloruro de sodio se considera grave a partir de 0,4 %
con relación al peso de cemento o entre 0,05 % a 0,1 % del peso del concreto.
Por lo anterior, con el fín de proteger el acero de refuerzo contra la corrosión, la NSR-98
establece que la concentración máxima de ión cloruro soluble en agua, medida en el
concreto endurecido con edades entre 28 y 42 días, aportado por los ingredientes del
concreto incluyendo el agua, los agregados, el material cementante y los aditivos, no debe
exceder los límites de la tabla 10.
Tabla 10. Máximo contenido del ión cloruro, para protección contra la corrosión.
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Adicionalmente, la NSR-98 también estipula que cuando el concreto reforzado pueda verse
expuesto a agua salina o marina, o a salpicaduras de éstas aguas, deben cumplirse los
requisitos de relación agua-material cementante dados en la tabla 5 y los requisitos de
recubrimiento del refuerzo dados en la sección C.7.7 ó de la sección C.18.14 para tendones
de preesfuerzo no adheridos.
ACCIONES BIOLOGICAS
La principal forma de ataque biológico y una de las más graves, se presenta el los
elementos de concreto que están en contacto habitual con aguas residuales. El daño, es
debido a la acción del ácido sulfúrico.
En las aguas residuales existen habitualmente derivados orgánicos e inorgánicos del azufre,
especialmente sulfitos (aguas industriales) y sulfatos (aguas domésticas). Los fenómenos
biológicos son causados por microorganismos animales o vegetales (bacterias, hongos,
algas, líquenes, etc).
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Si los microorganismos son de origen vegetal, el deterioro por descomposición orgánica
(formación de ácido tánico o húmico) es a largo plazo y tienen el grave inconveniente de
evitar la adherencia de otros materiales sobre la superficie del concreto.
CONCLUSION
Para que un concreto sea durable, es decir resistente a la acci¢n destructiva de acciones
mecánicas, físicas, químicas o biológicas y mantenga su forma original y la calidad
especificada durante su vida útil, no sólo es importante cumplir con los requisitos de
resistencia, sino también tener en cuenta los siguientes aspectos:
Pero, también debe considerarse que sobre materiales se han desarrollado en el país
diversos tipos de cementos y cementantes (hay mayor tendencia al uso de cementos a base
de portland o cementos adicionados con cenizas volantes, humo de sílice, escorias
pulverizadas, puzolanas, etc) que han probado muy buenas características de durabilidad; se
debe generalizar el uso de aditivos oclusores de aire que también mejoran la durabilidad del
concreto y se puede también intensificar el uso de microrefuerzo en el concreto (mediante
fibras metálicas, fibras orgánicas y fibras poliméricas), que también contribuyen a mejorar
la durabilidad; o el uso cada véz mayor de aditivos inhibidores de corrosión o películas
protectoras de superficie del concreto.
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Sobre este aspecto, deben buscarse tiempos de transporte cortos entre el sitio de producción
y la obra o uso intensivo de aditivos retardadores de fraguado (para evitar fenómenos
deretemplado); colocación por medio de sistemas ágiles como el bombeo vibración
apropiada (vibración externa para mezclas secas y vibración interna para mezclas plásticas
y húmedas).
Sobre este aspecto, ya ha sido plenamente demostrado por S. Rostam que el valor mínimo
de recubrimiento para protección de armaduras debe ser de por lo menos 35 mm. Por ello,
deben respetarse las recomendaciones de la NSR-98 en sus secciones C.7.7 y C.18.14 que
hacen referencia a los requisitos de recubrimiento del refuerzo convencional y de tendones
de preesfuerzo no adheridos.
REFERENCIAS
1. ACI Committee 301. Specifications for Structural Concrete for Buildings, Manual
of Concrete Practice, ACI, Detroit, USA, 1975.
2. ACI Committee 302. Guide for Concrete Floor and Slab Construction, Manual of
Concrete Practice, ACI, Detroit, USA, 1989.
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6. Comite ACI 350. Estructuras Sanitarias de Concreto para el Mejoramiento del
Ambiente, Instituto Mexicano del Cemento y del Concreto A. C., Mexico D. F.,
1992.
14. Sánchez, Diego. Tecnología del Concreto y del Mortero, Bhandar Editores, Santafé
de Bogotá, 1996._
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