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INTRODUCCION

El sector público comprende una serie de actividades destinadas a cubrir las necesidades
colectivas y garantizar el bien común, para lo que es requerido determinar aquellas acciones
de un mandatario de Estado en situaciones que demanden llegar a soluciones optimas por
medio de lo que hoy conocemos como gobernabilidad, pues la intención de ello es cubrir los
factores internos a la gestión a la par de satisfacer necesidades, requerimientos y expectativas
ciudadanas a través de políticas públicas. Por lo tanto, se plantea analizar ¿Qué involucra
ejercer la gobernabilidad en la actualidad? Esta interrogante se verá orientada a desmenuzar
los factores internos de aplicación de la gobernabilidad en el Ecuador desde el período de
gobierno de Jaime Roldós Aguilera hasta quien es el actual presidente de la República,
Guillermo Lasso. Es así como este análisis pretende definir las condiciones en las que se
planteó el desarrollo histórico de la gobernabilidad considerando factores como lo son el
Congreso/Asamblea, función Judicial, función Electoral, Transparencia, Cámaras de
producción, Sindicatos y organizaciones sociales, Medios de Comunicación, Movimiento
indígena, Fuerzas Armadas, Iglesia, Minorías y Educación general/Universitaria.

JAIME ROLDOS

Finalmente, el gobierno de Jaime Roldós Aguilera deja a evidencia una buena relación entre el
factor electoral y la producción nacional, pues basó su gestión en 21 puntos programáticos,
que planteaban un cambio de las estructuras sobre una nueva visión progresista y desarrollista
para el país que apoyaba la iniciativa privada lo que propiamente determina una ejecución de
la gobernabilidad actual sin que en ese tiempo se haya tomado el término como un modus
operandi del Estado. Es importante recalcar que en el mandato de “La Fuerza del Cambio”, los
problemas fueron resueltos desde el aparato Estatal, por lo tanto, respondió a los
requerimientos de gobernabilidad en la administración pública sin propiamente adoptarse.

OSWALDO HURTADO

Finalmente, para el Gobierno de Hurtado se ve una clara relación en el aspecto del poder
Legislativo con la iglesia por la adopción de la doctrina demócrata-cristiana evaluando a la vez
la aparición de movimientos indígenas para defensa de los derechos, así pues, adoptó medidas
que únicamente beneficiaron al sector privado con la idea de realzar la imagen gubernamental
y aumentar su popularidad en las clases dominantes, sin importar el sacrificio del orden
democrático. La reforma política de Hurtado jamás tuvo la iniciativa de realizar programas de
apoyo para que las empresas puedan atender el servicio de deuda externa, y más bien, accede
a absorber los riesgos comerciales que involucraba al sucretizar la deuda, lo que no demuestra
una ejecución nítida de la gobernabilidad como modo de desarrollo nacional.

LEON FEBRES CORDERO

Finalmente, y a simple vista, se ve una fuerte relación por sus ideologías de cambiar la matriz
productiva, pero al momento de rendir cuentas con la población, no hay resultados favorables.
Las condiciones de gobernabilidad de León Febres Cordero son deficientes, pues ejerció la
fuerza por sobre el poder del Estado a través de las leyes, lo que determina que la ejecución de
la gobernabilidad en su periodo de gobierno es prácticamente nula ante la ciudadanía. Esto
magnifica un ejemplo de lo que no se debe hacer como mandatario y como propio ejecutor de
una administración pública transparente y en base a la normativa legal.
CONCLUSIONES

En conclusión, la gobernabilidad que el Ecuador ha presenciado a lo largo de los años mantiene


características propias de respeto a la libertad, ciudadanía y democracia desde Roldós hasta el
actual presidente de la república Guillermo Lasso, pero todos de formas distintas e incluso
alejadas del centro de atención de la gobernabilidad. La elaboración y discusión de los
conceptos de gobernabilidad y de gobernanza adjunta a la primera tuvo su inicio en los años
70 del siglo XX, y su evolución como instrumentos centrales para el “buen gobierno” sigue en
pie.

De los factores internos a la gobernabilidad expuestos, es necesario establecer que el ámbito


electoral, de transparencia, producción, minorías y la educación general como universitaria
son los que redirigen el curso de gobernar con gobernabilidad, puesto que si se definen
políticas públicas de elección y voto las probabilidades de elegir a mejores candidatos será
mayor; a su vez si la transparencia compete planificar, organizar, dirigir y controlar las acciones
públicas para luego rendir cuentas a la ciudadanía, se garantiza gobernabilidad; si la
producción corresponde al crecimiento económico y de oportunidades, se cumple; si las
minorías tienen poder de decisión en aspectos gubernamentales, también se cumple; y si la
educación general como universitaria responde a las necesidades de solución optimizada de
problemas comunes, desarrolla a la gobernabilidad como modus operandi.

Desde Roldós a Lasso estos factores se han visto en conflicto con intereses ajenos al desarrollo
y bienestar social del Ecuador, pero no siempre ha sido culpa de su mandatario de turno, si no
de quienes trabajan a su lado para definir leyes, políticas y buenas prácticas. Cada uno de ellos
ha realizado obras que alimentan a la gobernabilidad, pero no todos han logrado comprender
que la gobernabilidad no es ejercer el poder sobre el pueblo, si no atender sus necesidades
conforme se da solución a una anterior.

Cabe recalcar que la gobernabilidad histórica que hemos presentado manifiesta la relación
entre planes-proyectos conforme se requiere y la administración pública de los funcionarios y
autoridades responsables de la gestión de recursos del Estado. Por tanto, los preceptos básicos
de la gobernabilidad deben converger entre quien la necesita y quien la ejecuta.

Finalmente, el concepto de gobernabilidad en el Ecuador ha evolucionado conforme los


eventos que cada período de gobierno reconociendo la importancia de saber crear y proponer
políticas públicas que recojan las NRE (Necesidades, Requerimientos y Expectativas) de la
sociedad a fin de alcanzar los objetivos de la gestión gubernamental sin confundir ejercer el
poder o la fuerza sin fundamento constitucional.

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