Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Materia: Civil.
Casa.
PRIMERA
Audiencia pública del 28 de marzo de 2018.
Preside: Francisco Antonio Jerez Mena.
Suprema Corte de Justicia, por medio del cual llama a los magistrados
Manuel Alexis Read Ortiz, Blas Rafael Fernández Gómez, Pilar Jiménez
Ortiz y José Alberto Cruceta Almánzar, jueces de esta sala, para
integrarse a esta en la deliberación y fallo del recurso de casación de que
se trata, de conformidad con la Ley núm. 926−35, del 21 de julio de
1935, reformada por el articulo 2 de la Ley núm. 294−40, de fecha 20 de
mayo de 1940, y después de haber deliberado los jueces signatarios de
este fallo;
Considerando, que en la sentencia impugnada y en los documentos
a que ella se refiere, consta: a) con motivo de la demanda en validez de
hipoteca judicial incoada por el Banco de Reservas de la República
Domi− nicana, contra Altagracia Petra Gil Beltré y José Antonio Noboa
Soriano, la Cámara Civil, Comercial y de Trabajo del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Judicial de Azua, dictó la sentencia civil 890, de
fecha 31 de julio de 2009, cuyo dispositivo copiado textualmente es el
siguiente: “PRIME- RO: Se declara buena y válida en cuanto a la forma la
presente demanda en Validez de Hipoteca Judicial, incoada por EL
BANCO DE RESERVAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, contra los
PRIMERA
señores ALTAGRACIA PETRA
GIL BELTRÉ Y JOSÉ ANTONIO NOBOA SORIANO, por haber sido hecha de
conformidad con La ley; SEGUNDO: En cuanto al fondo, se condena a los
señores ALTAGRACIA PETRA GIL BELTRÉ Y JOSÉ ANTONIO NOBOA
SORIA−
NO, al pago de la suma de DOS MILLONES DE PESOS (RD$2,000,000.00),
a favor del BANCO DE RESERVAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, más
los
intereses convencionales vencidos; TERCERO: Se valida el procedimiento
de Inscripción de Hipoteca Judicial Provisional, trabado por BANCO DE
RESERVAS DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, en fecha 04 de noviembre
del año 2008, en contra los señores ALTAGRACIA PETRA GIL BELTRÉ Y
JOSÉ ANTONIO NOBOA SORIANO, sobre los bienes inmuebles que se
descri− ben: 1).− SOLAR NO. 13, MANZANA 92, D. C. NO. 1, DEL
MUNICIPIO DE AZUA, CON UNA EXTENSIÓN SUPERFICIAL DE CIENTO
NOVENTA Y DOS PUNTO OCHENTA Y CUATRO (192.84M2), SEGÚN EL
DERECHO DE REGIS− TRO NO. 008−030, INSCRITO EN EL LIBRO EL DÍA 17
DE ABRIL DEL AÑO 2008, MATRÍCULA NO. 0500001586, DEL
REGISTRADOR DE TÍTULOS DE BANÍ, A NOMBRE DE ALTAGRACIA PETRA
GIL BELTRÉ; 2).− UNA PORCIÓN DE TERRENO DENTRO DEL ÁMBITO DEL
SOLAR NO. 3, MANZANA 101, D.
C. NO. 1, DEL MUNICIPIO DE AZUA, INSCRITO EN EL LIBRO NO. 56, FOLIO
12, EL DÍA 17 DE ABRIL DEL AÑO 2008, MATRÍCULA NO. 0500001586
Primera Sala. Suprema Corte de 5
CON UNA EXTENSIÓN SUPERFICIAL DE CIENTO NOVENTA Y OCHO
PUNTO
5 Boletín Judicial
PRIMERA
y 69 de la Constitución Po− lítica de la República Dominicana; Cuarto
Medio: Fallo ultra y extra petita. La parte recurrente planteó elementos
diferentes a los juzgados” (sic);
Considerando, que en su primer y segundo medios de casación, reu−
nidos para su examen por su vinculación, la parte recurrente, alega, en
suma, que la corte a qua se limita a determinar que la parte intimante
no le puso en condiciones de proceder a la inscripción de la hipoteca
convencional intervenida entre ellos, y obvia en la misma sentencia en
su página 6, en el inventario de documentos, precedido de la letra A),
establece dentro de los documentos que depositó la parte recurrente
está como medio de prueba el original del contrato de hipoteca, que de
haber estado inscrito, el mismo estuviese depositado en la oficina de
Registros de la Jurisdicción Inmobiliaria de la Provincia Peravia, oficina
competente, por lo cual desnaturaliza los hechos; que la corte a qua
emite un juicio de valor sin verificar las obligaciones que corresponden
a la deudora en cuanto al cumplimiento de su obligación; que la corte
a qua se atribuye competencia normativa al recomendar el uso del re−
ferimiento a la recurrente; que en la especie, estamos en presencia del
incumplimiento de una norma contractual donde la deudora otorga una
hipoteca en primer rango a favor del Banco de Reservas sobre el
inmueble de que se trata; que las normativas del articulo 48 y siguientes
del Código
5 Boletín Judicial
PRIMERA
otorgado, pero; 3. Es de principio que nadie puede prevalerse de su
propia falta, y en este sentido la práctica bancaria y la Ley 6186 de 1963,
establecen que las instituciones financieras podrán acordar préstamos
con garantia hipotecaria hasta el 80% del valor del inmueble. Que al
haber consentido dicha institución bancaria el préstamo en cuestión por
la suma de RD$2,000,000.00 (dos millones de pesos), ha de entenderse
que dicha institución tasó dicho inmueble y que se ajustó a las normas
que la rigen, disposiciones legales reiteradas Resolución No. (sic) de
fecha 09 de Enero del año 2001; 4. Que por otro lado, teniendo dicho
banco como lo tenía, la posibilidad, y ante el incumplimiento del deudor
de iniciar el procedimiento de embargo inmobiliario abreviado que
regula la misma Ley 6186 de 1963, resulta ser una actuación así asi−
milable al abuso de derechos, el que dicha institución dejase acumular
los intereses y con ello incrementar la deuda, cuando en el articulo
quinto del contrato intervenido entre ellas, fue estipulado que “la
deudora perderá el beneficio del término que le ha sido concedido y las
condiciones de pago establecidas…si este (la deudora) deja de cumplir
con cualesquie− ra de las obligaciones”. Que dicho banco señala, y ello
constituye en sí mismo una violación al contrato de referencia, y en
específico al articulo décimo cuarto del referido convenio, el cual
dispone que: “Autorización a entregar duplicados del dueño a el Banco
de la Deudora por medio del
5 Boletín Judicial
PRIMERA
requerir la entrega del certificado de titulos, y para ello podía acceder a
“…otros mecanismos procesales para vencer la resistencia del deudor
remiso en el cumplimiento de su obligación, tales como es la institución
del referimien− to, pudiendo apoderar a dicho juez a los fines de que este
ordene mediante su decisión el cumplimiento de la obligación asumida
por el deudor, quien puede condenar a dicho deudor al pago de un
astreinte en caso de que incumpla con la voluntad del deudor”, es
evidente que está imponiendo al recurrente una solución que la ley no lo
obliga a ello, puesto que acceder a la vía del referimiento en un caso
como el de la especie no es un mandato legal cuya no utilización pueda
considerarse un mal ejercicio de las vías procesales, como erróneamente
entendió la corte a qua;
Considerando, que, por otro lado, al establecer la corte a qua que
constituye una violación al contrato, el señalamiento del banco recu−
rrente, de la cláusula contractual que expresa: “Autorización a entregar
duplicados del dueño a el Banco de la Deudora por medio del presente
contrato, autoriza al Registrador de Títulos del Departamento de Baní a
entregar al Banco de Reservas de la República Dominicana, después de
procesadas las garantias hipotecarias, los duplicados que en su calidad
de propietario le corresponden, a los de que (sic) el Banco los retenga en
su poder hasta la total cancelación del crédito que le ha sido otorgado”;
5 Boletín Judicial
PRIMERA
Apelación del Departamento Judicial de San Cristóbal, cuyo dispositivo
figura copiado en otro lugar de este fallo y envía el asunto por ante la
Cá− mara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Departamento
Judicial de Santo Domingo, en las mismas atribuciones; Segundo:
Compensa las costas.
Así ha sido hecho y juzgado por la Sala Civil y Comercial de la
Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación, y la sentencia
pronunciada por la misma, en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán,
en su audiencia pública del 28 de marzo de 2018, años 175º de la
Independencia y 155º de la Restauración.
Firmado: Francisco Antonio Jerez Mena, Blas Rafael Fernández
Gómez, Pilar Jiménez Ortiz y José Alberto Cruceta Almánzar. Cristiana A.
Rosario V., Secretaria General.
La presente sentencia ha sido dada y firmada por los señores Jueces
que figuran en su encabezamiento, en la audiencia pública del día, mes y
año en él expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí, Secretaria
General, que certifico.
www.poderjudicial.gob.do