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El contrato de Venta

La Venta Como Contrato


1º CONCEPTO: La Venta es un contrato por el cual una persona , llamada vendedor,
se obliga a transferir y garantizar la propiedad u otro derecho a una persona, llamada
comprador, la cual se obliga a pagar el precio en dinero; o una parte en dinero y otra en
especie. (Ver Art. 1.474 C.C.V.)
2º CARACTERES: Como todo contrato la venta tiene una serie de características que
la diferencian de otros contratos, así como otras que les son comunes a éstos:
1. El contrato de venta es consensual: esto es que deriva de la manifestación de voluntad
libre de las partes que hacen el negocio jurídico, el dominio se transfiere con el sólo
consentimiento de las partes.
Por tanto, deben considerarse las causas de anulabilidad contempladas en lo que
respecta al consentimiento, a saber:
a. Dolo,
b. Error.

▪ De Hecho
▪ De Derecho

c. Violencia
Estos tres elementos vician el consentimiento haciendo que el contrato de venta sea
anulable.
De igual manera, como en todo contrato, el objeto es elemento esencial al igual que el
consentimiento y la causa, por tanto, para que la venta sea válida, éste debe ser:
a. Posible
b. Lícito
c. Determinado o determinable
2. El contrato de venta es sinalagmático perfecto: se dice que es sinalagmático
perfecto en virtud de que el contrato de venta genera obligaciones para las partes y desde
el mismo instante en que se produce las partes tienen conocimiento del alcance del
contrato de venta y por tanto saben a que se obligan.
3. El contrato de venta es bilateral: se dice que es bilateral debido a que ambas partes
están obligadas de forma recíproca. El vendedor ofrece un bien y se compromete a
transmitir la propiedad del mismo y a su vez el comprador tiene la obligación de realizar
el pago del precio acordado por dicho bien.
4. El contrato de venta es oneroso: el negocio jurídico es susceptible de pago, es decir,
se produce una erogación por parte del vendedor como parte del negocio jurídico y a su
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vez hay un ingreso de dinero en el patrimonio del vendedor por la realización de dicho
negocio jurídico.
5. El contrato de venta puede ser:
a. De ejecución Instantánea: cuando la transmisión de la propiedad del bien en
venta y el pago del precio se hace de forma inmediata. (Ej.: La venta de un vehículo
de contado)
b. De tracto sucesivo: cuando las erogaciones para el pago del precio se realizan
sucesivamente.
6. La venta se perfecciona:
a. En el caso de bienes muebles: con la entrega de la cosa, en este caso la
posesión equivale a título.
b. En el caso de bienes inmuebles: con la tradición legal, esto en virtud del
principio de publicidad registral que se lleva a cabo mediante la protocolización del
documento en que se adquiere la propiedad del bien inmueble, el cual surte efectos erga
omnes (oponible a terceros).
(Ver Arts. 1.133, 1.134, 1.141 y 1.142, 1.146, 1.147 al 1.156 C.C.V.)
3º EFECTOS Y MODALIDADES DE LA VENTA:
1. Venta sujeta a peso, cuenta y medida: se perfecciona luego que las cosas son
contadas, medidas o pesas.
2. Venta en alzada o en globo: se perfecciona de inmediato.
3. Venta «Ad Gustum»: está sujeta a que el producto en venta sea probado, toda vez
que el comprador lo pruebe y de su aprobación se habrá perfeccionado la venta.
4. Venta sujeto a ensayo previo: el perfeccionamiento de la venta está sujeto a ensayo
y se perfeccionará si y sólo si se demuestra que el producto es apto para el uso a que
está destinado.
(Ver Arts. 1.475 al 1.479 C.C.V.)
FORMACIÓN DE LA VENTA.
Incapacidad Ver Arts. 1.143 al 1.145 C.C.V.
INCAPACIDADES PARA COMPRAR O VENDER.

1. Entre marido y mujer: esta es una prohibición expresa del C.C.V.; cualquier venta
entre marido y mujer es nula. Esto en virtud de que el bien pertenece a la
comunidad conyugal, salvo que existan capitulaciones matrimoniales. (Ver Art.
1.481 C.C.V.)
2. . Entre el padre y la madre: no pueden comprar, ni directamente ni por medio de
otras personas, los bienes de los hijos que se encuentra bajo su potestad, sólo
podrán vender con autorización del Juez de Protección, al cual deben demostrar
previamente la finalidad de la venta del bien, es una prohibición para comprar, ya
que pueden vender previa autorización judicial.
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3. Los tutores, protutores y curadores: tienen prohibición sobre los bienes de las
personas sometidas a tutela, protutela o curatela, esto debido a que en la tutela,
protutela y curatela, sólo se tiene la simple administración de los bienes más no la
disposición en tanto que el pupilo alcance la mayoridad, el entredicho supere la
interdicción o el Tribunal revoque el mandato para ser tutor, protutor o curador.
4. Los mandatarios, administradores o gerentes: los bienes que están bajo su
mandato o administración, dichos bienes no pueden ser adquiridos por los
apoderados o administradores, pero podrán vender si el mandato contempla esa
facultad, no pudiendo ser el dinero obtenido de la venta para lucro del apoderado
sino que debe entregárselo al mandatario quien puede solicitar la rendición de
cuentas del mandato.
5. Empleados públicos: estos no pueden disponer de los bienes públicos sometidos
a su custodia o administración, en virtud de ser éstos bienes del Estado.
6. Los Magistrados, Jueces, Fiscales, etc.: no pueden comprar los bienes ofrecidos
en remate judicial.
7. Los abogados y procuradores: tienen prohibición para celebrar con sus clientes
ningún pacto ni contrato de venta, permuta, etc sobre cosas comprendidas en las
causas a que prestan su ministerio. (Pacto de Cuota Litis).(Ver Arts. 1.481 y 1.482
C.C.V.)

LIMITACIONES PARA LA VENTA.


Dentro de las limitaciones para la venta se tienen las procedimientos conservatorios
preventivos, que tienen como finalidad, ante una situación jurídica litigiosa que debe
dirimirse, dictar éstas medidas para evitar el traslado del dominio de la cosa en tanto no
se resuelva la situación de conflicto. Entre estas se tiene:
• Prohibiciones de enajenar y gravar bienes inmuebles.
• Embargo de bienes muebles
• Secuestro de bienes determinados
• Otras medidas cautelares innominadas.

VALIDEZ DE LA VENTA
CONCEPTO DE COSA: porción del mundo exterior, material o inmaterial, actual o
futura, con existencia separada y autónoma, que conforme al criterio dominante en una
determinada sociedad, se considera útil para satisfacer necesidades humanas y que es
susceptible de ser objeto de derecho.
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO: (Ver Art. 1.155 C.C.V.)
1. Debe ser posible: en cuanto a este requisito deben considerarse 2 hipótesis:
a. La venta de cosas que han perecido antes de la celebración del contrato: a este
respecto tenemos los siguientes supuestos:
i. Si en el momento de la venta la cosa vendida ha perecido en su totalidad, la
venta es inexistente (Art. 1.485 CC)
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ii. Si sólo ha perecido parcialmente, el comprador puede elegir entre desistir o


pedir la parte existente con arreglo en el precio.
b. La venta de cosas futuras: es válida, salvo en los casos previstos en los Arts. 1.156;
1.483; 1.484 y 525 del CC donde la prohibición nace de la ilicitud del objeto.
2. Debe ser lícito: en principio es lícita la venta de toda clase de bienes y derechos,
muebles o inmuebles, corporales o incorporales, singulares o universales; pero por
excepción no pueden venderse:
a. Los bienes no susceptibles de tráfico, bien sea por su naturaleza (cosas
inapropiables como por ej. Las cosas comunes), o bien sea por su destino
(bienes del dominio público, etc.)
b. Los bienes de tráfico prohibido: por ejemplo una sucesión no abierta.
c. Los bienes de tráfico restringido: Ej.: Ley de Armas y Explosivos
3. Debe ser determinado o determinable: en esta materia rige el derecho común de
modo que puede venderse una cosa individualizada o no; pero en este último caso la
transferencia de la propiedad o derecho no ocurre hasta que no se realice la
individualización.
PRECIO.
La obligación de pagar el precio en la venta debe tener por objeto el pago de una suma
de dinero, a fin de diferenciarlo de otros contratos.
Se dice que el precio debe ser real o serio, en el sentido de que el vendedor debe tener
la intención de exigirlo. De igual forma el precio no debe ser vil ni irrisorio.
El precio debe ser determinado o determinable; en principio la venta debe determinarse
y especificarse por las partes (Art. 1.479 CC). No es necesario que éstas fijen una
cantidad exacta de dinero; basta que la misma pueda ser determinada en relación directa
a los elementos objetivos independientes de la voluntad de las partes o de la apreciación
más o menos discrecional de ellas.
Las partes de común acuerdo pueden encomendar la fijación del precio a un tercero. La
designación de éste puede hacerse en el acto mismo de la venta o después, siempre
que en el contrato se determine la manera de designar al tercero en caso de desacuerdo
entre las partes.
COSAS QUE NO PUEDEN SER VENDIDAS.
Para vender válidamente se requiere que el vendedor tenga el poder de disposición
sobre la propiedad o derecho que enajena.
En nuestra legislación civil, la norma es que «la venta de la cosa ajena es anulable y
puede dar lugar al resarcimiento de daños y perjuicios, si ignoraba el comprador que la
cosa era de otra persona (Art. 1.483 CC)
Condiciones para que exista venta de la cosa ajena
1. Que la cosa sea ajena.
2. Que el hecho de ser ajena la cosa impida la transferencia querida por las partes.
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Sanción de la venta de la cosa ajena


La venta de la cosa ajena es anulable y además puede originar la obligación de
indemnizar daños y perjuicios.

1. Anulabilidad del contrato: nuestro legislador sanciona la venta de la cosa ajena


con una acción de nulidad relativa. La anulabilidad de la venta de la cosa ajena no
obedece al criterio de que el contrato esté viciado de error ya que esa anulabilidad
procede aun cuando el comprador sepa que la cosa era ajena. Realmente, la
anulabilidad de la venta de cosa ajena no constituye sino una anticipación de la
garantía o saneamiento por causa de evicción, es decir, una acción conferida al
comprador para que éste pueda actuar frente al vendedor sin tener que esperar
hasta que el verdadero dueño lo desposea, de alli que, la acción sólo corresponde
al comprador y nunca al vendedor ni al verdadero dueño; y está sujeta a
prescripción de 5 años y no a la de 10 años como sucedería si se tratara de una
acción resolutoria. La venta de cosa ajena es confirmable conforme a derecho
común (Art. 1.351 CC) y también por cualquier hecho posterior que eliminen el
riesgo de la evicción, siempre que el comprador no haya pedido ya la nulidad del
contrato.
2. Indemnización de daños y perjuicios: además de la nulidad, el comprador,
siempre que en el momento de la venta ignoraba que la cosa era ajena, puede exigir
daños y perjuicios.

OBLIGACIONES DEL VENDEDOR. LA TRADICIÓN.


Nuestro código dice que «la tradición se verifica poniendo la cosa vendida en posesión
del comprador» (Art. 1.487 CC). La obligación de hacer la tradición es una obligación
derivada de la obligación de transferir (Art. 1.265 CC)
MODOS DE HACER LA TRADICIÓN.

1. Tradición de Inmuebles: el vendedor cumple con la obligación de hacer la


tradición de los inmuebles con el otorgamiento del instrumento de propiedad (Art.
1.488 CC); el vendedor además de otorgar el instrumento de propiedad,
normalmente está obligado a mucho más para dejar cumplida su obligación de
hacer tradición. En todo caso el vendedor debe otorgar una escritura susceptible de
ser registrada por el comprador, si es que no otorga directamente el documento
público registrado.
2. Tradición de Muebles Corporales: la tradición de los muebles se hace por la
entrega real de ellos, por entrega de las llaves de los edificios que los contienen, o
por el sólo consentimiento de las partes, si la entrega real no puede efectuarse en
el momento de la venta o si el comprador los tenía ya en su poder por cualquier otro
título (Art. 1.849 CC). También existen otras formas de hacer la tradición de bienes
muebles corporales, entre las cuales pueden citarse la fijación de sellos o marcas y
la tradición documental, o sea, la entrega de documentos que permiten obtener la
posesión de dichos bienes.
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3. Tradición de las cosas incorporales: se verifica por la entrega de los títulos o por
el uso que de ellas hace el comprador con el consentimiento del vendedor (Art.
1.490 CC).

LUGAR DE LA TRADICIÓN.
La tradición debe efectuarse en el lugar convenido por las partes y caso contrario, en el
lugar donde la cosa se encontraba en el acto de la venta (Art. 1.492 CC).
MOMENTO DE LA TRADICIÓN.
La tradición debe efectuarse en el momento convenido por el contrato y en silencio de
éste, de inmediato, pero debe considerarse lo siguiente:

1. El vendedor que no ha acordado plazo para el pago, no está obligado a entregar la


cosa si el comprador no paga el precio (Art. 1.493, encab.)
2. El vendedor tampoco está obligado a hacer la entrega aún cuando haya acordado
plazo para el pago del precio, si después de la venta el comprador se hace
insolvente o cae en el estado de quiebra, de suerte que el vendedor se encuentre
en peligro inminente de perder el precio a menos que se dé caución de pagar en el
plazo convenido (Art. 1.493, ap. Único).
3. El vendedor pierde el beneficio del término que se le haya concedido para efectuar
la tradición en los casos de caducidad del plazo previstos en el derecho común (Art.
1.215 CC).
4. El vendedor tampoco está obligado a hacer entrega cuando habiendo acordado
plazo para el pago del precio, éste ha vencido sin que el comprador haya cumplido
su obligación, siempre que se reúnan las condiciones exigidas por el derecho
común para oponer la excepción.

GASTOS DE LA TRADICIÓN.
Los gastos de la tradición son de cuenta del vendedor, salvo los de escritura y demás
accesorios de la venta que son del cargo del comprador. También son de cargo de éste
los gastos de transporte, si no hay convención en contrario (Art. 1.491 CC).
OBJETO DE LA TRADICIÓN.
En principio, el vendedor de una cosa debe entregarla tal como se encontraba en el
momento del contrato, con sus frutos, accesorios y todo cuanto esté destinado a
perpetuidad para su uso, así como los títulos y documentos concernientes a la propiedad
y uso de la misma (Art. 1.495 CC).
(Ver Arts. 1.290, 1.294, 1.494, 1.495, 1.265, 1.344, 1.499; relativos a la entrega de la
cosa vendida, sus frutos y accesorios, y títulos y documentos).

OBLIGACIONES DEL VENDEDOR. SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS


SANEAMIENTO POR VICOS OCULTOS.
El saneamiento por vicios ocultos deriva de la obligación de transmitir la propiedad o
derecho. Sin embargo, la ley lo regula como si fuera una obligación autónoma de
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asegurar la posesión útil de la cosa, o sea, garantizar al comprador una posesión que le
permita utilizar la cosa en la forma que podía esperar legítimamente.

ACCIÓN REDHIBITORIA.
La acción redhibitoria puede confundirse con la resolución de contratos por
incumplimiento, con la anulación por error y con la anulación por dolo; pero, la acción
redhibitoria, a diferencia de estas otras acciones, presupone que el vicio de la cosa afecte
las cualidades de las cuales dependa su uso, aunque el comprador no las haya
considerado esenciales; la acción redhibitoria no trae como consecuencia la anulación
del contrato y el tiempo útil para proponer ambas acciones es distinto.
RESPONSABILIDAD LEGAL POR VICIOS OCULTOS.
La responsabilidad del vendedor por vicios ocultos deriva de la existencia de un vicio
redhibitorio lo que nos lleva a establecer los siguientes supuestos:
1) Por lo que respecta a la naturaleza del vicio:
a. Que afecte cualitativamente la cosa y no sólo cuantitativamente.
b. Que la afecte para el uso al cual está destinada.
2) Por lo que respecta a la gravedad del vicio, que sea de tal magnitud como
para que el comprador de haberlo conocido no hubiera comprado la cosa o
hubiera ofrecido un precio menor.
3) Que el vicio sea oculto, ya que el vendedor no está obligado por los
vicios aparentes y que el comprador habría podido conocer por sí mismo (Art.
1.519 CC)
4) Que el vicio exista para el momento de la venta.
5) Que el vicio sea ignorado por el comprador.
6) En el caso de venta de animales el vendedor sólo es responsable por
los vicios determinados por la ley o por los usos locales. (Art. 1.525, ord. 1º
CC).
ACCIONES.

1. En principio, el comprador puede optar entre ejercer la acción redhibitoria, mediante


la cual devuelve la cosa y le restituyen el precio, o la acción estimatoria, mediante
la cual retiene la cosa haciéndose restituir la parte del precio que determinen los
expertos.
2. Si el comprador opta por la acción redhibitoria, procede la devolución recíproca de
la cosa vendida y del precio. Las devoluciones pueden ser parciales cuando se han
vendido cosas varias o cuando la cosa vendida es divisible conforme al uso.
a. Obligaciones del vendedor: varían según su buena o mala fe. En principio, la
buena fe debe presumirse.
i. El vendedor de mala fe debe: 1) restituir el precio íntegro, aun cuando por
negligencia o imprudencia del comprador pueda considerarse que hay culpa
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común; y 2) indemnizar los daños y perjuicios sufridos por el comprador (Art. 1.522
CC).
ii. El vendedor de buena fe debe: 1) restituir el precio en los mismos términos que
en el caso anterior; y 2) reembolsar al comprador los gastos hechos con ocasión de
la venta (Art. 1.523 CC).

b. La obligación del comprador es restituir la cosa vendida en el estado en que se


encontraba cuando la recibió junto con los frutos percibidos desde ese momento. De
aquí derivan dos supuestos en caso de haberse deteriorado la cosa:
i. Si la cosa se ha deteriorado por causa del vicio oculto, los deterioros son por cuenta
del vendedor.
ii. Si la cosa se ha deteriorado por caso fortuito los deterioros corren a cargo del
comprador.

1. Si el comprador opta por la acción estimatoria, el vendedor, en todo caso, está


obligado a restituirle la parte del precio que se determine por los expertos (Art.
1.521 CC). Si el vendedor para el momento de la venta conocía el vicio, está
obligado también a indemnizar al comprador de los daños y perjuicios
correspondientes (Art. 1.522 CC); pero si ignoraba el vicio, además de la
restitución parcial del precio, sólo tendrá que reembolsar la porción que
corresponda de los gastos hechos con ocasión de la venta (Art. 1.523 CC).
2. Si la cosa ha perecido a causa de sus defectos el vendedor estará obligado a
restituir el precio y a pagar todas las demás indemnizaciones que proceden
conforme a lo antes señalado; pero si pereció por caso fortuito la pérdida es por
cuenta del comprador (Art. 1.524 CC).
3. El tiempo útil para proponer la acción (lapso) es limitado: el comprador debe
intentar la acción redhibitoria que proviene de vicios de la cosa en el término de un
año, contados:

b. Si se trata de animales, dentro de los 40 días siguientes a la entrega.


c. Si se trata de cosa muebles, dentro de 3 meses posteriores a la entrega.
(Ver Art. 1.525 CC). El lapso de referencias es de caducidad, no de prescripción.
RÉGIMEN CONVENCIONAL DEL SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS.
Las normas legales sobre saneamiento por vicios ocultos son de carácter supletorio, de
modo que las partes pueden libremente excluir su aplicación. Es nula la cláusula que
exonere o disminuya la responsabilidad del vendedor respecto de los vicios conocidos
por éste y no declarados en el contrato.
GARANTÍA CONVENCIONAL DE BUEN FUNCIONAMIENTO.
CONCEPTO: Existe garantía convencional de buen funcionamiento cuando el
vendedor se compromete a responder al comprador para caso de que, durante un
término determinado, la cosa vendida no funcione bien. Para que esta opere es
necesario que exista un compromiso expreso o tácito del vendedor porque la misma no
deriva de la ley.
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REQUISITOS:
1. Que la cosa no funcione bien, es decir, que surja un defecto de funcionamiento.
2. Que el defecto de funcionamiento no se deba a culpa del comprador.
OBJETO DE LA OBLIGACIÓN: Depende del contenido del contrato. Suele consistir en
una obligación de dar (suministrar al comprador una cosa nueva, sustituir piezas, etc.)o
de hacer (reparar la cosa).
LAPSO PARA INTENTAR LA ACCIÖN: En caso de inejecución de la obligación del
vendedor, salvo pacto en contrario, es de un año a partir de la denuncia del defecto de
funcionamiento (Art. 1.526 CC).
GARANTÍA CONVENCIONAL DE BUEN FUNCIONAMIENTO Y SANEAMIENTO POR
VICIOS OCULTOS.
Frecuentemente se plantea si la garantía convencional sustituye la garantía de vicios
ocultos.
El interés deriva de que el vendedor que garantiza el buen funcionamiento no se obliga
a indemnizar los daños y perjuicios que el mal funcionamiento pueda causar al
comprador. En tales condiciones, si la causa del del defecto de funcionamiento es un
vicio oculto y el vendedor es de mala fe, resultaría más ventajoso para el comprador
hacer valer las normas sobre saneamiento porque éstas le permiten obtener la
indemnización de los daños y perjuicios.
Así pues, depende de la intención de las partes, que generalmente es la de sustituir la
aplicación de las normas sobre saneamiento por vicios ocultos por la aplicación de las
normas convencionales sobre la garantía de buen funcionamiento.

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