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Anexo 3

Las mil y una predicciones sobre el incierto futuro de la Tierra y el cambio


climático

Alex CD, 10 Febrero 2016

En todo caso se nos antoja complicado saber con certeza qué va a ser de la Tierra
durante los próximos años. Hay estudios, predicciones, propuestas de cambio y
mucho más, sí, pero no sabemos con exactitud cómo va a ser la Tierra del año
2116. En Magnet hemos querido recopilar algunas de las predicciones más
llamativas o recientes y así ver cómo luce nuestro futuro.

¿Qué pasaría si todo el hielo se fundiera?

Parece ser que desde hace no demasiado la comunidad internacional va


aceptando que el cambio climático es algo gordo, algo que realmente podría
acabar teniendo consecuencias desastrosas para todos los que vivimos en este
planeta. La cumbre de París de finales del año pasado es un ejemplo de que los
gobiernos se empiezan a tomar en serio la amenaza.

Las predicciones están a la orden del día y es fácil ver una advertencia, una
semana sí y otra también. “Las ciudades costeras del mundo podrían inundarse en
un plano de cien años” si las temperaturas siguen subiendo al ritmo actual, dicen,
y lo cierto es que, viendo los estudios y las representaciones de cómo quedarían
nuestras bellas urbes, el panorama es bastante desolador.

Es lo que se preguntó National Geographic hace dos años. La respuesta,


obviamente, no fue nada alentadora:

Adiós, Londres. Adiós, Venecia. Dentro de unos miles de años, si la catástrofe nos
alcanza, el agua se habrá tragado ciudades y países enteros.

Toda la costa atlántica se desvanecería, junto con Florida y la Costa del Golfo. Las
colinas de San Francisco se convertirían en un grupo de islas y el Valle Central de
California en una bahía gigante.

La cuenca del Amazonas en el norte y la cuenca del río Paraguay en el sur se


convertirían en las entradas del Atlántico, acabando con Buenos Aires, la costa de
Uruguay y la mayoría de Paraguay.

En comparación con otros continentes, África perdería menos territorio, pero las
altas temperaturas de la Tierra podrían hacerlo inhabitable. Egipto, Alejandría y El
Cairo serían inundados por el Mediterráneo.
China se inundaría, así como Bangladesh y gran parte del litoral de la India. La
inundación del delta del Mekong convertiría las montañas Cardamomo de
Camboya en una isla.
Predominantemente desierto, el continente ganaría un nuevo mar interior, pero se
perdería gran parte de la estrecha franja costera, donde viven cuatro de cada
cinco australianos.

A pesar de contar con el 80% del hielo de toda la Tierra, la Antártida sería incapaz
de soportar un clima tan caluroso.

Eventos climáticos extremos. ¿Y si fallan todos los sistemas críticos?

Según el último informe de evaluación nacional del clima realizado en Estados


Unidos, estos eventos extremos pueden llegar a causar verdaderos estragos si
logran afectar a distintos sistemas críticos de forma simultánea. Un ejemplo claro
fue lo sucedido en Nueva Orleans con el huracán Katrina.

Cuanto más frecuentes y duros sean estos eventos, más posibilidades hay de que
fallen infraestructuras, sistemas de evacuación o sistemas eléctricos, excediendo
por completo nuestra capacidad de respuesta. En Nature también hablan de ello.

Estos eventos climáticos extremos pueden derivar en inundaciones, como ya


hemos visto, pero también pueden afectar tanto a la calidad del agua como a la
cada vez menor cantidad disponible en determinadas regiones. Inundaciones y
riadas por un lado, sequías por el otro.

Desaparecerán los osos polares (y otro montón de especies)

Temperaturas más altas, hielo que se funde, cambios en la vegetación… todo ello
puede derivar en la extinción de determinadas especies. Los expertos, según
leemos en Nature, aseguran que, si el calentamiento global sigue su curso, una
cuarta parte del total de especies que conocemos tendría muchos números para
verse abocada a la extinción en el año 2050.

En relación a la más que probable desaparición del hielo en el ártico, los osos
polares podrían desaparecer en tan solo 100 años. Los arrecifes de coral también
tienen los días contados si la situación actual no cambia de forma drástica, ya que
el aumento de la temperatura en los océanos aniquila a las algas que permiten su
supervivencia.

Aumento de enfermedades

En el año 2003 murieron más de 20.000 personas en Europa y más de 1.500 en la


India debido a olas de calor extremo relacionadas con el cambio climático. La
OMS calcula que el cambio climático provocó más de 150.000 muertes solamente
en el año 2000. La situación podría empeorar si las temperaturas siguen subiendo
al ritmo actual y el riesgo es todavía mayor entre las comunidades más
vulnerables.

El aumento de las temperaturas también puede provocar una mayor propagación


de infecciones, ya que puede crear las condiciones idóneas para que insectos,
animales y microbios capaces de transportar enfermedades sobrevivan en zonas
donde hasta ahora no podían debido al frío.

Además de esto, la emisión de CO2 contribuye a una mayor producción de


alérgenos. Una alta concentración de polen, por ejemplo, puede aumentar los
casos de alergia y asma. Si a esto le sumamos la exposición a otros elementos
tóxicos en el aire, las alergias pueden agravarse.

De la ficción a la realidad

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