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El Reportaje en Entornos Multimedia
El Reportaje en Entornos Multimedia
OBJETIVOS
Realizar una descripción sobre los tipos de reportaje que pueden realizarse en
plataformas on-line y sobre cómo aprovechar al máximo los recursos y herramientas de
la Web 2.0 para presentar la información periodística.
1. INTRODUCCIÓN
A pesar de lo anterior, internet representa para el reportaje una gran posibilidad de desarrollo
como género periodístico, a partir de las definiciones aportadas en el Capítulo 2 del módulo,
pues permite la implementación de cuatro elementos que, aplicados al reportaje, profundizan el
grado de explicación que el género periodístico aporta a los procesos de información
periodística. Así, las características de hipertextualidad, de interactividad, de contenidos
multimedia y de exención de limitantes de extensión otorgan al reportaje importantes elementos
para que el periodista pueda, desde su experiencia e investigación, abordar un hecho
informativo en sentido completo.
El reportaje, de acuerdo a lo anterior, debe seguir considerándose, aun dentro de la escena del
ciberespacio en el que es posible encontrar infinidad de información escrita y procesada de
millones de formas diferentes, una pieza de contenido periodístico. Por tanto, en internet, como
en cualquier otro medio, es necesario que su desarrollo y su ejecución guarde las condiciones
profesionales, de rigurosidad y de calidad que amerita cualquier pieza periodística, a las que se
suman la profundidad y el grado de investigación específica que un reportaje requiere.
El objetivo básico del último capítulo del módulo es presentar de una manera esquemática las
principales características que delinean el desarrollo del reportaje en medios de comunicación
que presentan sus contenidos en plataformas multimedia y, principalmente, en internet. La
familiarización con sus componentes y criterios específicos permitirá marcar distancias, cortas,
frente a los demás géneros y, sobre todo, frente a los otros medios o plataformas de
comunicación. Asimismo, el último capítulo responde a la necesidad de hablar, en la segunda
década del siglo XXI, sobre el reportaje en formatos multimedia. No hacerlo marcaría al texto
como un libro de historia del periodismo hasta finales del siglo XX.
El capítulo está dividido en cuatro partes. La primera de ellas se centra en la definición del
reportaje en entornos multimedia. La segunda sección examina los principales tipos de
reportaje multimedia que existen en los medios de comunicación en internet y, posteriormente,
analiza las principales características de un reportaje multimedia, que establecen las
diferencias frente a los reportajes de otros soportes mediáticos. En tercer lugar, el capítulo
realiza una exploración sobre la estructura que un reportaje multimedia puede tener para
aprovechar toda la potencialidad del medio. La última parte del capítulo está dedicada a aportar
consejos prácticos sobre las formas de desarrollar un buen reportaje en entornos multimedia.
El reportaje multimedia es, ante todo, un reportaje periodístico. Esto quiere decir que debe
ceñirse a los criterios y a la conceptualización específica para el género periodístico
contemplados en el Capítulo 2 del presente módulo. El reportaje es, como quedó registrado en
el capítulo mencionado, un género periodístico, basado en hechos generalmente noticiosos,
que, a través de una narración con una amplia libertad de estilo para el autor y que puede
contener elementos literarios, presenta los resultados de un exhaustivo trabajo periodístico
investigativo y documentado y que, por tanto, da cuenta de una variedad amplia de fuentes de
información y puntos de vista, así como de los antecedentes de la noticia, de su explicación y
de sus posibles consecuencias. Vale decir que en los formatos mediáticos actuales –elemento
que resulta fundamental para el presente capítulo-, el reportaje –o su pieza central- siempre
está acompañado de elementos secundarios que complementan la información central que se
pretende comunicar.
El reportaje ciberperiodístico al igual que el reportaje para medios impresos necesita una
definición relacionada con la ubicación de las diferentes piezas dentro de la pantalla. La labor
de la diagramación en el reportaje multimedia es tan fundamental como lo es para el reportaje
escrito. Por ello, la definición del reportaje ciberperiodístico no puede olvidar nunca la inclusión
de una caracterización del diseño que, en última instancia, es el que define el grado de
funcionalidad de los materiales multimedia preparados.
El reportaje, por tanto, como relato narrativo fruto de una exhaustivo y profundo trabajo de
reportería, recibe en internet una gran oportunidad para desarrollar su potencial informativo, a
partir del uso de las herramientas y aplicaciones útiles a sus objetivos comunicativos.
“Los géneros interpretativos, el reportaje y la crónica, presentan una vitalidad en el espacio del
ciberperiodismo que probablemente corresponda a la adecuación entre sus características y las
propias del nuevo soporte digital en el que operan” (López García, 2003: 450).
De forma similar, Ramón Salaverría (2005: 166) señala que el reportaje es un género que, en
su propósito explicativo y contextualiador, permite echar manos de una gran variedad de
recursos estilísticos:
Para Guillermo López García (2003: 451), las herramientas de los medios digitales permiten
acrecentar varios elementos útiles para el periodismo que, en el caso del reportaje, vale la
pena no solamente utilizar sino también reproducir dentro de los aspectos estructurales de la
pieza periodística realizada. López García señala así cuatro aspectos esenciales:
El reportaje multimedia se configura así como una pieza periodística que puede aprovechar lo
que más le convenga de cada una de las plataformas comunicativas descritas en los capítulos
precedentes. Puede tomar de los medios impresos el proceso de documentación, de
investigación y de redacción, así como cualquier otro tipo de ayuda gráfica empleada
cotidianamente en el papel (fotografías, gráficos explicativos, mapas, infografías). Puede
también hacer uso de la locución y de la mezcla de sonidos típica de los medios radiofónicos,
en los que las voces de personajes o la creación de un ambiente sonoro contextualizarán aún
más los contenidos informativos presentados. Finalmente, puede apoderarse de las técnicas y
de los recursos audiovisuales para presentar cierto tipo de información a través del lenguaje
audiovisual, con las características específicas de ser preparado para su visualización a través
de pantallas de ordenador.
Guillermo López García (2003: 468-473) establece que existen, a grandes rasgos, tres tipos de
reportaje que pueden aplicarse a los cibermedios. La tipología propuesta por López García, es
también asumida por Ramón Salaverría (2005ª: 162-163), y parte de la base de que el género
puede extenderse en la red en mucha mayor medida que en otros medios, dentro de los
medios de comunicación o fuera de ellos, y contiene además un carácter híbrido no sólo en lo
que concierne a la información y opinión, sino incluso en las relaciones con otros documentos
ajenos en principio al quehacer periodístico (trabajos de corte didáctico o académico).
Asimismo, la clasificación propuesta por López García también se realiza a partir de diferentes
planos de la actualidad en función de los cuales se presenta el reportaje. La propuesta de
tipología contiene, de este modo, al reportaje de actualidad, el reportaje temático y el dossier
documental.
El reportaje de actualidad es una pieza periodística preparada para cibermedios que guarda
una correspondencia casi idéntica con los medios impresos o audiovisuales. “En la práctica, en
la mayor parte de las ocasiones, se trata de la mera traslación de reportajes impresos o de la
realización en el caso de los medios exclusivamente digitales, de un reportaje digital que sigue
con bastante fidelidad las reglas del reportaje impreso” (López García, 2003: 469).
La temática del reportaje de actualidad, como su nombre lo indica, está relacionada, sobre
todo, con temas inmediatos, cercanos al periodo de tiempo en el que se publican y tratan de
ofrecer un primer análisis profundo sobre un asunto concreto (un cambio de gobierno, una
cumbre internacional, un evento deportivo destacado).
A pesar de tener una gran potencialidad de enriquecimiento del texto, este tipo de reportaje
limita las opciones de uso de las herramientas de la Web 2.0. De hecho, no presenta ninguna
diferencia de diseño y de recursos multimedia frente a una noticia común y corriente de un
diario multimedia. La siguiente figura ilustra un reportaje publicado en la edición digital de la
Revista Semana (una de las revistas semanales de información más importantes de Colombia)
en la que se copia la información de la edición impresa y, por tanto, no se aprovecha ninguna
de las opciones básicas del género en internet:
Las características básicas del especial temático, de acuerdo con López García (2003: 470-
471) son cuatro y se resumen en el siguiente cuadro:
Ejemplos del reportaje multimedia se presentan en las dos siguientes figuras. En la primera,
dentro de la sección de especiales del New York Times, se aprecia un especial temático sobre
Etan Patz. En la segunda, la Revista Semana, dentro de su apartado de multimedia, prepara un
especial sobre la política antidrogas en el continente americano.
3.3. El dossier documental
“La inclusión de esta tercera representación del reportaje ciberperiodístico en la clasificación que
presentamos parte de la defensa… de un modelo de reportaje cuyas implicaciones y desarrollo
tienen un mayor alcance que su correlato periodístico en medio impresos o audiovisuales. Este
desarrollo viene determinado por el cariz de internet como un gigantesco medio de comunicación
desestructurado, en el que conviven productos propiamente periodísticos (en el sentido de
productos generados por una empresa comunicativa en concreto) con otros cuya raigambre
puede ser, o no, también periodística, pero en todo caso ajenos a una organización
empresarial… y, por último, publicaciones en principio ajenas al quehacer periodístico que
buscan ofrecer un punto de vista más bien exhaustivo a propósito de una determinada cuestión
científica o cultural” (López García, 2003: 472)
El dossier documental, para Ramón Salaverría, está conformado por una acumulación más o
menos estructurada de artículos de hemeroteca que versan sobre un mismo tema. “Cuando un
medio ha publicado un buen número de textos –crónicas, entrevistas, columnas de opinión,
reportajes…- sobre un asunto informativo de interés público y de actualidad permanente, tiende
a reunirlos en un repositorio común. Estos dossieres suelen contar con una breve presentación
que contextualiza y presenta toda la información documental disponible” (2005a: 163).
Las características del dossier documental, según López García son las siguientes:
Las características de un género en evolución, como sucede con cualquiera de los géneros
periodísticos en internet, cambian y se redefinen a partir de las nuevas tendencias de las
plataformas y herramientas on-line. En el caso del reportaje multimedia, sus características
básicas se mantienen en principio sobre los mismos ejes, aunque reciben pequeñas adiciones
a medida que se realizan nuevas exploraciones a las aplicaciones que circulan por las
autopistas de la información.
El apartado enunciará tres propuestas de categorización que difieren una de otra por su
carácter histórico. En primer lugar se presenta la reflexión de Guillermo López García (2003),
que está compuesta por dos características fundamentales. En segundo lugar, se retoma lo
planteado por Ramón Salaverría (2005, 2005a), quien añade un elemento definitorio a la
propuesta anterior. Por último, se analizará la alternativa de Ainara Larrondo (2009) en la que
se realiza una nueva concepción de las particularidades que el reportaje multimedia contiene.
4.1. La propuesta de Guillermo López García (2003)
Carácter multimedia
Ruptura de secuencialidad
Ruptura de periodicidad
Hipertextual
Interactividad
Legibilidad
El código HTML y los programas de edición web
Reportaje
multimedia
El texto
Imágenes estáticas y dinámicas
Sonido
Multimedia
Aplicaciones de infografía
Exposición de fuentes documentales o
complementarias mediante enlaces
“Precisamente por eso, el reportaje en Internet se ajusta con mayor sencillez al ideal
ciberperiodístico de la “actualización constante”, completando de forma continua la información
de que inicialmente se compone con nuevos textos e informaciones generadas por el medio o
por otros espacios comunicativos en la Red. El reportaje, en cierto sentido, podría ser la
culminación de un esfuerzo informativo del medio en virtud del cual la información ofrecida en la
noticia en un primer momento se desarrolla posteriormente con análisis, datos contextuales,
informaciones complementarias, etc., en un proceso que iría desde la información al reportaje”
(Cabanes, 2002 en: López García, 2003: 465).
e. Legibilidad: A pesar de que en la pantalla los textos son más libres y pueden, de
acuerdo a su estructura, dividirse en nodos informativos con sentido completo, es
importante decir que en pantalla los textos son más difíciles de leer que en el papel.
Por ello, un reportaje multimedia, como cualquier otro mensaje que se transmita a
través de pantallas, debe ser absolutamente legible (en cualquiera de los medios o
formatos que emplee).
“Dejando a un lado la calidad y la precisión del texto periodístico, es preciso que el soporte
envuelva al texto en formatos precisos y que de un solo vistazo su lectura sea ideogramática y no
lineal (De Kerckhove, 1999: 137), con el objetivo de acudir lo menos posible a la barra de
desplazamiento y comunicar el texto central con sus fragmentos informativos a través de links
(Armentia et. Al., 2000: 184)” (López García, 2003: 457).
f. El código HTML y los programas de edición web: Esta característica -desfasada pues
el código HTML ya no se emplea como hace diez años en la estructuración de la
información on-line- demuestra la necesidad de reconceptualizar periódicamente las
herramientas y las características del género en su soporte multimedia. Sin embargo,
es necesario que el periodista, como se anotó en la introducción, esté al día en las
herramientas y plataformas tecnológicas que puedan ayudar en su tarea profesional y
con ello aumentar la calidad de sus reportajes.
4.1.2. La conjunción de aplicaciones multimediáticas en la información
A pesar de que hace diez años, cuando López García realizó su propuesta de caracterización
del reportaje, aún no era posible por motivos tecnológicos (anchos de banda y pesos
específicos de los productos gráficos y audiovisuales) dotar al reportaje de todos los medios
disponibles para su enriquecimiento y calidad, ya se intuía el camino por el cual apostaría la
prensa en la elaboración de las piezas periodísticas y, sobre todo, el uso, cada vez más
frecuente, de materiales de apoyo en los productos periodísticos de internet. En el 2003, de
acuerdo con López García, las herramientas multimedia que se planteaban como útiles al
reportaje en los cibermedios eran las siguientes:
a. El texto: El texto, incluso hoy, sigue siendo el vehículo principal, primario e indiscutible
de toda la información transmitida a través de los medios masivos de comunicación. La
presencia de texto en el reportaje multimedia asegura la guía para el lector en su
navegación y, por otra parte, permite la profundización en la información expuesta.
El texto, asimismo, sigue siendo el medio que menos complicaciones tiene para ser
publicado en los cibermedios, requiere menor infraestructura para su realización y,
“probablemente siga siendo el método primordial de transmisión al público de una
determinada realidad a través del tamiz que supone la interpretación” (López García,
2003: 463).
El autor señala, asimismo, algunas características básicas del texto en los reportajes
multimedia, que se asemejan a las ya reseñadas a los capítulos anteriores sobre la
riqueza del género:
Por otra parte, las imágenes dinámicas (animaciones) desarrollan una función
decorativa y se utilizan solamente si el diseño general del reportaje lo requiere. Otro
tipo de gráficos informativos e interactivos son expuestos por López García, dada su
importancia dentro del género, en una sección aparte: el apartado sobre la infografía.
c. El sonido: Una vez más, López García señala los inconvenientes económicos y
tecnológicos del uso del sonido en los reportajes multimedia y, aunque reconoce su
importancia como un medio que permite crear un ambiente mucho más rico, se
mantiene, al igual que el vídeo, como un recurso aislado y reducido dentro de las
características del reportaje de los primeros años de la primera década del siglo XXI.
d. Aplicaciones de infografía: La infografía, que emerge a partir de la conjunción de los
datos con las herramientas del diseño gráfico, siempre mediada por el uso de
ordenadores, es quizás el medio que mayores desarrollos tiene con el paso de la
información de un formato de papel a una plataforma digital. La infografía
“ha sustituido los documentos estáticos de la prensa escrita por procesos dinámicos que cada
vez adquieren mayor complejidad y suponen un complemento ideal, incluso alternativo en
algunos casos, del texto escrito: “la infografía o cualquier sistema de representación gráfica
resultará imprescindible en todos los medios y no solamente como ocurre hoy: moderadamente
en los de prestigio y con gran despliegue en los sensacionalistas. Es útil como documentación y
acompañamiento de las informaciones, pero ya se ve la utilidad de su presencia como
exposición de un problema complejo, que puede ser abordado con un simple golpe de vista”
(Cantavella, 1999)” (López García, 2003: 466-467)
La infografía para los reportajes multimedia se utiliza, según López García (2003: 467),
como vía preferida para exponer:
“La importancia de dichos documentos es enorme para la satisfactoria realización del reportaje
multimedia, y no solo porque permiten aprovechar mínimamente el potencial de este género
como estructura abierta, no limitada a un documento concreto circunscrito a un espacio definido,
sino porque ofreciendo enlaces a documentos que ya no tienen por qué tener un corte
periodístico conseguimos tres efectos añadidos, beneficiosos para el lector y para el propio
estatuto del reportaje ciberperiodístico: profundización en el tema sobre el que versa el reportaje;
Exposición de fuentes útiles para la configuración del reportaje, eventualmente ampliables, y
puesta en relación del reportaje ciberperiodístico con otros ámbitos del conocimiento más
formalizados, como los textos académicos, por ejemplo” (López García, 2003: 467-468).
Documentos oficiales
Monográficos generados por instituciones públicas y privadas
Estudios de carácter académico
Páginas web especializadas
Con dos años de diferencia frente a la propuesta de caracterización realizada por López
García, y definitivamente influida por ella, Ramón Salaverría establece tres grandes
características de los reportajes preparados para los cibermedios: la hipertextualidad, la
multimedialidad y la interactividad.
“El reportaje también es un género ideal para la estructuración hipertextual. Puesto que el autor
no está de ordinario demasiado presionado por el tiempo y cuento con un texto de una notable
extensión, puede ensayar diversas formas de fragmentación axial y/o reticular de su texto”
(2005a: 162).
A partir de la diferencia de los dos años entre las dos propuestas, la caracterización multimedial
de Salaverría (2005: 167 y 2005a: 162) encuentra los siguientes elementos configurativos del
género:
b. Gran acogida de los gráficos y uso cotidiano de los mismos: la infografía, como había
anunciado López García, se convierte en un género autónomo.
c. Cada vez hay una práctica más generalizada en la estructuración de los reportajes:
acompañar los escritos con grabaciones de sonido.
La propuesta de Larrondo con años de diferencia frente a las anteriores y con un gran aporte
de la tecnología en las prácticas básicas del reportaje, está definida a partir de tres elementos
caracterizadores del género periodístico: una modalidad genérica renovada; un esquema
discursivo mixto, integrador y multidimensional, y el reportaje hipermedia como macrogénero.
Como se aprecia por su enunciación, es una propuesta mucho más actual y que se estructura
a partir del contenido conceptual más que de la descripción de los elementos que se aprecian
en la composición de un reportaje.
Larrondo (2009: 79-80) describe al “reportaje hipermedia” como una “sucesión de un prototipo
anterior, a una modalidad textual heredada que presenta novedades en el ciberperiodismo”.
Para la autora, esta sucesión se manifiesta en el género periodístico enunciado a través de las
pantallas de internet en tres usos concretos:
Así, Larrondo resume en esta caracterización narrativa las tres dimensiones propuestas por
Salaverría: hipertexto, multimedia e interactividad. En palabras de la autora:
“Esta mejora de los rasgos hereditarios de un prototipo conocido determina sus características
distintivas e, incluso, su significado mismo como ‘género’. De hecho, parece más adecuado
considerar al reportaje hipermedia un ‘metagénero’ vinculado a la herramienta hipertextual, al
soporte multimediático, interactivo y al receptor (coautor) del mensaje que contiene, como
responsable último de la producción de sentido realizada por el periodista (Larrondo, 2009: 79)
El escenario mixto complejizado a partir de las herramientas de internet define al medio digital
como el mejor escenario para que el reportaje desarrolle su riqueza informativa e interpretativa.
En el escenario ciberperiodístico, el reportaje se asume como un género mixto donde no sólo
se combina la información con la interpretación, sino que también se agregan muchos
elementos de argumentación (Larrondo, 2009: 81).
Por último, Larrondo (2009: 80) destaca al hipertexto como un elemento que resalta la
“miscelánea genérica del reportaje y su idiosincrasia”, con lo que favorece su aproximación
como “género híbrido, heterogéneo y creativo”.
El reportaje hipermedia pasa así a asumir un rol de género contenedor que reúne en sí mismo,
en su estructura de red, a múltiples discursos que guardan un fin común: intentar explicar de la
mejor manera un tema específico. De allí que las nuevas tecnologías constituyan un elemento
enriquecedor para el reportaje pues aumentan su creatividad, un elemento que puede ser
pensado en la radio, en la prensa y en la televisión, pero con niveles mucho más bajos de
posibilidades reales de ejecución (Larrondo, 2009: 80).
5. ESTRUCTURA DE UN REPORTAJE MULTIMEDIA
Por definición, el reportaje se presenta como un género de estructura abierta. Desde la prensa,
pasando por la televisión y la radio, sus contenidos no se someten a un esquema o guión
establecido por las leyes que, por ejemplo, sí rigen a los géneros noticiosos más estrictos como
la noticia.
De acuerdo con Ainara Larrondo, los reportajes ciberperiodísticos están estructurados con una
gran amplitud horizontal y una gran profundidad vertical. Asimismo, presentan una tendencia
hacia la reticularidad, como característica básica de construcción de articulación y coherencia
hacia una misma temática de contenidos, discursos y medios diferentes. “Esta pauta de
estructuración mixta, sustentada en múltiples microestructuras de contenido arbóreas y en una
red de conexiones compleja, aporta las mayores opciones navegacionales, con lo que se ajusta
al ideal de estructuración para este modelo.
“Dicha convención obtiene reflejo a través de una hiperestructura de tipo mixto, integrada por un
número variable de estructuras arbóreas multilineales y con relaciones entre todos sus nodos.
Esta articulación jerárquica y reticular proporciona un esquema narrativo particular que diferencia
al reportaje tanto de sus homólogos textuales en prensa tradicional, como de otras modalidades
hipertextuales o hipermedia más sencillas (noticia) (Larrondo, 2009: 62).
Representación gráfica de la estructura hipertextual del especial 27M elecciones municipales y
autonómicas de Elmundo.es
Larrondo resume fundamentalmente el paso de una estructura básica, escrita o audiovisual que
guarda ciertas convenciones ligadas a las narratividades clásicas o retóricas, a una conjunción
de discursos en torno a una red de informaciones con sentido completo y que, luego de un
proceso de documentación, pueden integrarse a una red de información guiada por el diseño y
por la profesionalidad periodística:
“Cabe hablar, por tanto, de un redimensionamiento del género interpretativo que se plasman en
la sustitución de un inicio, un cuerpo central y un final por categorías discursivas temáticas que
sirven para desarrollar el tema y contextualizarlo, para el relato de antecedentes, la inclusión de
información complementaria y la documentación del hecho. Estas categorías generan un tipo de
interpretación descriptiva enriquecida, no solo por su mayor amplitud y profundidad, sino también
por las vinculaciones coherentes que establecen con las restantes” (Larrondo, 2009: 82).
6. EL DECÁLOGO DE UN REPORTAJE MULTIMEDIA
6.1. Nunca un reportaje multimedia puede ser la reproducción literal de artículos previamente
preparados o publicados en ediciones impresas o audiovisuales.
6.3. Un reportaje ciberperiodístico debe aprovechar todo el potencial multimedia que requiera el
tema elegido: texto, imágenes, vídeos, recursos infográficos, enlaces internos y externos y
géneros dialógicos asociados, según el caso.
6.6. Un reportaje multimedia debe tener un carácter abierto para que pueda, si la información lo
amerita, actualizarse de acuerdo a la presencia de nuevas informaciones relevantes.
6.7. El reportaje multimedia debe reivindicar la necesidad de que el género goce de una mayor
visibilidad dentro de los portales informativos, disminuyendo la uniformidad noticiosa que ronda
en los medios de comunicación digitales.
6.8. El reportaje multimedia no puede concebirse como un texto lineal que otorgue información
en un único plano informativo. Necesita plantearse a partir de nodos que funcionan como
unidades informativas independientes.
6.10. El reportaje multimedia como género periodístico debe considerarse desde una
perspectiva mixta, integrador, multidimensional e interpretativo.
A partir del proceso de documentación, la planeación informativa que realice el reportero debe
satisfacer una gran variedad de puntos de vista involucrados en la temática elegida. Por lo
general, un reportaje multimedia no es el resultado del trabajo individual de un periodista en
concreto. La configuración del reportaje multimedia escenifica una nueva definición de las
rutinas periodísticas que plantean dos cuestiones fundamentales: la reconfiguración del
periodista hacia la adquisición de habilidades y capacidades multimediales y el trabajo en
equipo de las redacciones ciberperiodísticas.
La puesta en escena de todos los elementos reunidos debe también guardar una coherencia
básica que permita seguir un único hilo conductor. Ese hilo evitará que el usuario se pierda
entre los niveles que se han definido en la concepción del reportaje.
Es fundamental situar al reportaje en un lugar visible de la página del cibermedio. Los recursos
empleados no pueden ser destinados a un espacio secundario dentro de la página principal del
medio y, mucho menos, a páginas interiores de los mismos. El posicionamiento del género del
reportaje es quizás el único sello de calidad que hoy en día preparan, muy de vez en cuando,
los medios de comunicación. Todos los demás se basan en estructuras noticiosas
prefabricadas en notas de prensa, agencias informativas o refritos de internet. Por ello, resulta
necesario que el mismo medio destaque su propio trabajo por encima del resto de la parrilla
tradicional de noticias frías, compradas y, por lo general, mal escritas.
Título: “NARCOGUERRA”
Dirección: Gustavo Sierra
Emitido en: Diario El Clarín, Argentina
Resumen: Un especial multimedia para entender el conflicto que sacude a México y que ya
dejó más de 8.000 muertos