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Versión: 0006
CAMINO METODOLÓGICO
Vigencia: mayo 2022
PARA LA CONVERSACIÓN
DE COACHING Hoja: Página 1 de 16
I – OBJETIVO
El presente DOCUMENTO DE CONSULTA PERMANENTE tiene por objetivo establecer marcos de
referencia y pautas generales para el acompañamiento de aprendientes en su formación como
Coaches Ontológicos Profesionales, en lo que respecta específicamente al entrenamiento dentro del
espacio curricular “Integración y práctica profesionalizante” (Nivel 2 del Programa L&C)
II – ALCANCE
Este documento está diseñado para el alineamiento conceptual, procedimental y actitudinal de los
aprendientes de Nivel 2, equipos de facilitadores de Nivel 2 —coordinadores de tutoría, tutores de
certificación, coordinadores de Mentoring, y los trainees de cada uno de estos equipos— y alcanza
por extensión a todos los facilitadores del proceso de formación —docentes, Coordinadores y tutores
del Período de Asistencia Complementario (PAC), y los trainees de cada uno de estos equipos—, ya
que visualizamos un contexto de aprendizaje que comienza en Nivel 1 y continúa en N2 —y en algunos
casos se extiende hasta el PAC—, pero como un mismo proceso .
Aclaratoria: con el propósito de propiciar fluidez en la lectura, cada vez que en este documento se
mencione “el coach” o “el coachee” se hace referencia al rol, independientemente de su género.
Deberá leerse teniendo en cuenta la inclusión a la diversidad que como institución respetamos.
Recordemos que estamos inmersos en un hábito conductista como forma de aprendizaje lo que
implica que observamos al mismo como cambios de comportamiento por asociación de estímulos y
respuestas o, al decir de Skinner, una consecuencia del reforzamiento del estímulo que modifica el
comportamiento.
Olalla) nominaba su formación como ACP – El Arte del Coaching Profesional, dándole ese carácter,
el de ARTE, como actividad estética y comunicativa a través de la cual se expresa una determinada
cosmovisión.
La CC tiene cierta connotación “mágica”, y una mística contextual que genera la alquimia de la
transformación de un observador en un momento dado. Ocurre cuando el coachee DISTINGUE lo
que no podía distinguir: que el OBSERVADOR que estuvo siendo como coherencia entre sus
conversaciones (habla y escucha), sus emociones y sus disposiciones corporales, no le está
alcanzando para accionar hacia el futuro y crear así la Realidad Ideal que surge de la declaración de
lo que quiere que pase. Por tanto, si no le alcanza el observador que está siendo, el juego se llama
“diseñar un nuevo observador” que se comprometa a accionar hacia la Visión declarada.
V - RESPONSABILIDADES y ACONTABILIDADES
Cada director y/o responsable de cada delegación de la ELAC se encargará de administrar y
difundir este procedimiento entre los miembros de su staff.
Cada coordinador de tutoría se encargará de velar por que estos lineamientos y pautas estén
incorporadas a su propia práctica, y se encuentren internalizadas en cada uno de los
facilitadores del equipo.
La revisión constante de este documento permitirá generar una sostenibilidad en el proceso,
y estará a cargo de la Dirección Académica, en cooperación conjunta con todos los directores
y/o responsables de Delegación.
El seguimiento y adecuación de este documento a los estándares de formación, estará a cargo
del Comité de Dirección.
VI – DESARROLLO DEL CM
Muchos años de experiencia profesional del equipo de formadores de la ELAC se ofrecen en este
documento --de construcción permanente--, con el propósito de facilitar al aprendiente el tránsito
durante la etapa de entrenamiento hacia su certificación profesional. No pretende ser un manual de
procedimientos, de hecho, no podría serlo pues negaríamos todo lo mencionado respecto a un
proceso que se construye en el fluir de la conversación.
construyendo colaborativamente ese nuevo observador que necesita ser su coachee y las
consecuentes nuevas acciones requeridas para diseñar su nuevo futuro.
Cada una de esas fases identificará “quien deberá estar siendo” el coach durante el tránsito por la
misma, entendiendo por tal aquel “perfil particular”, aquel rol conveniente que facilitará el camino.
La Misión, como razón de ser, es el compromiso declarado de todo un equipo de formadores y, por
tanto —en nuestra mirada— de cada uno de los aprendientes y por consecuencia en su feedback con
propósito formativo, se prioriza la asistencia de un estar siendo coach a los eventuales resultados de
las conversaciones de coaching. Juzgamos que “siendo coach” la práctica del Coaching Ontológico
será autosustentable, tendrá bases firmes que posibilitarán mejorar aquello que pudiera estar
faltando en la “calidad técnica” de la CC. Por ello, en este documento se prioriza el “estar siendo
coach” que, en términos de lo propuesto en el Modelo 7CCOP declarado por la Asociación Argentina
de Coaching Ontológico Profesional (AACOP) se denomina Coherencia Ontológica, competencia
que es transversal a todas las fases del CM.
asistencia a su coachee para que pueda generar sus propios recursos, diseñar las acciones y así cerrar
la brecha que él mismo abre. No constituyen una guía de pasos a seguir. No es un “check list” que
requiere agotarse para pasar a otra fase del camino.
Cada fase tiene un “para qué” específico, explicitado en su título, y cuáles acciones son esperables o
no esperables en cada una de ellas, buscando que el aprendiente pueda encontrar accesos para que
su accionar sea efectivo.
Como fue dicho, un CM, con sus fases, no es de tránsito único, sino que, durante la CC puede ocurrir
que necesiten retroceder, abrir otra posibilidad, acordar nuevamente la Realidad Ideal a la que se
aspira llegar, delinear otro quiebre, indagar en lo que limita al observador y otras posibles
necesidades de volver a recorrer el camino.
En cada una de las fases se incluye también la/s competencia/s del Modelo 7CCOP que serán
observadas para chequear si satisfacen los comportamientos observables previstos en el mismo.
Nuestra invitación como equipo de formadores es que transiten este camino desde la emocionalidad
de disfrute, desde la libertad y el compromiso de asistir a otro. Que este camino que proponemos sea
recorrido en liviandad, sin exigencias limitantes: quien “siembre” (metafóricamente hablando)
expectativas altas, ingresará en MODO CONTROL sobre sí mismo y terminará “cosechando”
frustraciones e insatisfacción.
FASES EN EL CM
Distingue efectivamente las diferencias entre el camino del Aprendizaje Ontológico y del programa
metafísico / Genera para sí mismo una permanente emocionalidad de gratitud, tomando en cuenta su
inherente vulnerabilidad / Construye su estilo honrando sus compromisos lingüísticos / Gestiona su
emocionalidad y corporalidad acorde a los compromisos declarados / Genera resultados desde el
aprender y el emprender.
Comportamientos observables
2. HABLA RESPONSABLE: Distingue que su habla modela el futuro que elige, haciéndose cargo
de las consecuencias de su hablar. Fundamenta sus juicios y diseña futuro mediante lenguaje
generativo (Declaraciones, Pedidos, Ofertas, Promesas)
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7. Vive comprometido con la COMPLETUD como estado del SER y, por tanto, distingue si sostiene
interpretaciones del pasado que afectan su accionar en el presente y en el futuro. Vive
declarándose como POSIBILIDAD, aceptando y resignificando su pasado, creando y dándole
sentido a su vivir en forma permanente.
Nota: Convertir estas enunciaciones en preguntas formuladas en primera persona
La Coherencia Ontológica se manifiesta en el cuerpo, dado que las emociones y el lenguaje viven en
él, es fundamental poder distinguir qué disposiciones habitan en mí, si está la capacidad de distinguir
en qué corporalidad estoy, si puedo reconocer las emociones que mi cuerpo manifiesta y disponer de
la habilidad para intervenir cuando no estén siendo funcionales.
¿Qué necesito sentir para distinguir si estoy siendo ético y qué sensación corporal me va a estar
indicando la desviación de este compromiso?
En esta etapa priorizamos las disposiciones corporales de Apertura y Estabilidad: Apertura paraque
el coach pueda disponer de una corporalidad en donde genere el espacio para que su coachee pueda
sentirse escuchado, y para que el coach pueda estar disponible para recibir lo que escucha de su
coachee desde la compasión, sin resistir ni juzgar. Estabilidad para que el coach genere el contexto
adecuado, observando cada detalle del espacio físico, realizar la oferta clara y concreta, con las reglas
específicas del juego, con un cuerpo que genere un espacio de contención y sostén para su coachee,
darse y darle el tiempo a su coachee hasta sentir la confianza necesaria. Chequeamos la escucha, nada
queda librado al azar, estamos presentes en el paso a paso.
El coach ES EL CONTEXTO para la generación de la relación con su coachee. Aquí radica la
importancia del "Paso 0", si soy el contexto y estoy al servicio de mi coachee, necesito chequear
previamente qué coherencia estoy siendo, qué espacio de confianza estaré siendo (en términos de
Competencia 1 - Coherencia Ontológica) y adquirirlo como hábito, sin importar cuantas “horas de
vuelo” –práctica-- tenga. El coach está al servicio de su coachee. Formulamos la conversación como
una oferta con algunas condiciones de satisfacción que, si es aceptada por su coachee, se formalizará
en una promesa.
Delimitar cuáles son los alcances de la conversación (hablamos de vos, sólo podemos trabajar en lo
que a vos te sucede y el modo en que vos transitas lo que te sucede, etc.), qué es el coaching como
disciplina y en qué dominios/temporalidades opera, no enfocarse tanto en lo que no es, sino en lo que
sí es y cuál es su compromiso para con la asistencia de las personas. Establecer tiempo de duración de
la conversación.
Para generar el contexto de confianza el coach necesita cuidar el contexto físico primero,
chequeando con su coachee si se siente cómodo/a (en espacio, distancia física entre los dos, ruido
ambiente, distracciones visuales, temperatura, etc.). También asegurarse de expresarle que lo que se
busca es que se sienta en confianza en la conversación, como si estuviera hablando consigo mismo/a
y para que eso ocurra nos comprometemos con la confidencialidad de lo que conversemos,
validándolo sin emitir juicios, y escuchándolo con atención para hacer preguntas que le permitan a
él/ella escucharse y reflexionar para encontrar recursos y respuestas que tal vez en este momento
no están disponibles, para ponerlas al servicio de lo que quiera lograr.
La Generación de la Relación y el Contexto de Confianza necesita ser una construcción natural, que cada
uno logre apropiarse de esa generación de contexto, no como algo que practico y repito igual en todas
las conversaciones porque "así se hace, esto es lo que se dice y no me tengo que olvidar" sino como
algo que construyo con cada coachee en cada conversación. Tener en cuenta y poner atención en el
"dónde" se desarrolla la conversación --empresa, formación, oficina particular, etc.--, para ser
“flexibles” en el acuerdo.
En el caso de que, por excepción, la conversación de coaching se mantenga por algún medio virtual,
coordinar con el coachee y el observador, un plan de contingencia en caso de desconexión de
internet. El coach debe prestar especial atención y poner en contexto a su coachee acerca del entorno
físico que queda por fuera de la visual del dispositivo de su coachee, asegurándose el coach que no va
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a ser interrumpido en su espacio por otras personas y de esa manera, sostener el compromiso con la
confidencialidad de la conversación.
La generación de relación y el contexto de confianza para el acuerdo surge de un modo único y
particular en cada instancia de asistencia. Y si puedo distinguirlo como el cimiento del Edificio de
Construcción de Resultados que la conversación constituye para la transformación del otro,
entonces estaré volcando en la generación de confianza toda mi coherencia y compromiso de servicio
de ese otro, para que sienta que estoy asistiéndolo y poniendo mi mejor “estar siendo” al servicio del
suyo, honrando su legitimidad. Al respecto proponemos a el coach utilizar lenguaje coloquial y al
alcance de su coachee, para que comprenda qué es lo que el coach buscará al formular preguntas. Por
ej.: "voy a ser una voz para que vos te escuches".
El coach invita a su coachee a ejercer total libertad sobre la conversación para expresar
pensamientos, emociones y sensaciones que vayan apareciendo, dado que toda la información que el
coach necesita para trabajar se encuentra en su coachee. Con sus juicios (acerca del dinero, del amor,
del poder, de las relaciones, etc.) cada coachee nos regala cómo ve el mundo, cuáles son sus valores y
creencias. El coach escucha comprometidamente, en una coherencia de ausencia de juicios que se
manifiesta en la mirada, en la corporalidad, en la manera de estar presente para su coachee siendo la
posibilidad que el otro es y en ese momento no está viendo / sintiendo / escuchando.
Establecer claramente cada rol (coach-coachee, en relación), por fuera de cualquier relación
previamente establecida entre ambas personas, dado que la CC es una clase particular de relación,
con condiciones, alcances y compromisos específicos.
En las preguntas guía que figuran a continuación, el coachee habla de qué lo/a trae a la conversación,
de qué está queriendo lograr, qué viene a buscar a la conversación, y el coach chequea lo que está
escuchando. Es una transición entre las fases 1 y 2.
- ¿Qué deseas que suceda en esta conversación? - ¿Qué te trae a esta conversación?
- ¿Qué estás deseando lograr y no estás pudiendo?
- ¿Qué sería valioso para vos, que ocurra en esta conversación?
- Dejame chequear si te estoy siguiendo: aquí el coach chequea su escucha para establecer el
acuerdo inicial. No es un parafraseo, es la reproducción “exacta” de lo que específicamente
dijo el coachee
- Busca desafiar juicios e indaga sobre las afirmaciones que fundamentarán ese estado en que
declara querer emerger de la conversación
¿Hacia dónde “direccionar” nuestra escucha? Esta habilidad se muestra cuando quien es coach,
además de escuchar lo que su coachee dice (contenido), escucha “lo que su coachee escucha”. Esto es,
para escuchar lo que su coachee escucha, necesitamos preguntar al aspecto que “le habla” (al decir
de Heidegger: “el habla que habla, habla al habla que habla”).
Para simbolizar esta presencia, al entrenarnos ponemos una “silla vacía” detrás del coachee. El coach
genera un “desplazamiento” de su escucha focalizándose en ese lugar imaginario donde está el
aspecto que le está “hablando” a su coachee.
Para visualizar/distinguir esta conversación interna, el coach visualiza en la CC los dos aspectos de su
coachee: el realizador en la silla que ocupa su coachee, el programador/juzgador en una imaginaria
silla vacía detrás de su coachee. Allí está "quien habla al habla de su coachee”. Y hacia allí debe el
coach dirigir la indagación, preguntando a lo que su coachee “escucha” de sí mismo.
Por ejemplo:
- “¿Qué te decís cuando no podés lograrlo?”,
- “¿Y qué pasaría si volvieras, como vos decís, a equivocarte?”
- “¿Quién dice que no vas a poder?”
- “¿Qué te pasa a vos cuando escuchas de vos mismo/a que no vas a poder?”
- “¿Qué sentis al escucharte decir esto que te decís a vos mismo/a?”
En esta etapa priorizamos la disposición corporal de Apertura para generar aceptación, compasión,
sensibilidad. Todo nuestro estar siendo al servicio del coachee. Combinada en esta etapa con la
disposición de Flexibilidad para relacionarnos con el coachee desde la posibilidad infinita que él/ella
ya es, y estando atentos a la interferencia que pudiera aparecer desde nuestra escucha previa.
¿Cómo?
Escuchando la “urgencia del cambio”: los “BASTA”, y preguntando para que surjan, cuando su coachee
está en la trampa de la tensión reactiva y conversaciones de cierre. Distinguir y chequear
conversaciones, emociones y “su siendo” corporal en términos de si abren o cierran posibilidades.
Indagando qué defiende, qué desea conservar, qué riesgos está dispuesto a correr. Es importante en
este punto repreguntar y chequear la escucha, para que también el chequeo del coach sea espejo en
la escucha de su coachee, respecto de los compromisos que manifiesta en su decir.
Encontrando puntos y espacios para chequear lo que su coachee dice. Al chequear utiliza el mismo
lenguaje que utiliza su coachee (Ej: si dice “soy muy desbolado” no es lo mismo decirle: “escucho que
sos desordenado”).
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El coach escucha para qué compromiso está hablando su coachee: ¿está describiendo, explicando,
justificando? ¿O está queriendo salir de esa Realidad Circunstancial para cerrar la brecha con la
Realidad Ideal o Deseada?
Los seres humanos operamos todo el tiempo para algún compromiso, cuando habito un espacio de no
posibilidad, mi compromiso es no ver posibilidad; si el coachee está habitando una conversación de
enojo, su compromiso es enojarse; si tiene miedo su compromiso es temer, etc., etc.
Dado que las emociones son clases de conductas relacionales que habilitan caminos de acción, la
importancia de distinguir la emoción en la que está cada coachee, y su manifestación en su
conversación y en su corporalidad, da accesos a el coach para indagar sin comprar la historia que su
coachee se cuenta —y le cuenta a su coach—, para intervenir en su coherencia.
Cuando estamos tomados por una conversación de no posibilidad aparece una emoción de base que
sostiene ese quiebre como problema y no vemos más allá.
Propuesta de indagación:
- ¿Qué te pasa?
- Nada…
- ¿Y qué te pasa cuando no te pasa nada?
El COP tiene a la mano distinciones que lo sostienen para formular preguntas que le posibiliten a su
coachee distinguir lo que dice y, fundamentalmente “para qué” lo dice. Las distinciones no se tienen
con el propósito de “hacer diagnósticos” ni para dar clases sobre ellas.
Cada coachee dice lo que dice desde compromisos y emociones que necesita distinguir con el
propósito de “elegir” crear otras conversaciones internas, otras emociones y disposiciones
corporales que le abran posibilidades.
El coach pregunta a la conversación interna de su coachee, NO a la anécdota en que esta
conversación se manifiesta.
Las emociones básicas: miedo, culpa, enojo; usualmente se manifiestan en “pares emocionales”
disfuncionales que generan conversaciones de no posibilidad: Exigente / Exigido – Víctima /
Protagonista – Culpador / Culpado.
Cuando escucho una conversación de culpabilidad, estoy escuchando un culpable que interpreta
estar transgrediendo una norma, y esta norma está fundada en una creencia. Entonces el coach
indaga en esta creencia, por ejemplo: si su coachee la sostiene en el presente que está viviendo HOY,
¿la puede fundamentar?? Etc.
Cuando no coacheo desde las distinciones, lo hago desde mis juicios. Aparece la escucha previa. Una
plataforma consolidada y disponible es el acceso a la escucha comprometida, y se convierte en
recursos para el accionar del coach.
En esta etapa aparece la disposición de Resolución para desafiar y Estabilidad, para que el coach
pueda sostener a su coachee en su compromiso de transformación. Al hacer una pregunta que pueda
llegar a incomodar, probablemente su coachee quiera “escaparse” o responder desde su espacio/caja
de confort, por eso es conveniente y apropiado insistir con la pregunta (reformulándola si fuera
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necesario) hasta que el coachee se comprometa a responderla. Y en el caso que elija no responderla,
poder chequear su para qué.
En esta etapa la Apertura sigue aportando la escucha y la aceptación, y la Flexibilidad, la posibilidad
de cambiar si escuchamos que se abre otro quiebre en la misma conversación, para darle a elegir al
coachee, por dónde seguir.
Mostrar juicios fundamentados y no fundamentados. Tiene que ver con pedir en qué hechos basa el
juicio que emite. También en desafiar las generalizaciones en el lenguaje (siempre, nunca, todos,
nadie, etc.) ya que muchas veces las generalizaciones dan lugar a historias y juicios comprados como
afirmaciones.
Preguntas guía: “¿En qué lo ves?”, “¿Podés traer ejemplos de esto que me decís?”, “¿En qué te basas
para decir que X…dice, piensa etc.?”
Indagación horizontal:
Tiene por objeto que el coachee exprese y escuche sus JUICIOS (y su fundamentación) acerca de:
- sí mismo (autoconfianza, identidad, seguridad, exigencias, mandatos, falta de compasión sobre su
ser, no posibilidades, etc.)
- su relación con el mundo, con las circunstancias
- su relación con el pasado, el presente, el futuro
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DE COACHING Hoja: Página 12 de 16
Indagación transversal:
Desplazamiento hacia otros dominios para que observe recurrencias, contradicciones sobre juicios,
competencias, resultados, diferentes compromisos.
- Esto que me estás contando, ¿te sucede en otro/s dominio/s?
- ¿Qué resultados has obtenido? ¿Cómo te has sentido?
Estando presente a las disposiciones corporales que muestra el coachee, indagando para que también
las distinga y pueda elegir y gestionar accesos cuando los necesite:
- Excesos y déficits en las disposiciones corporales (en relación con los compromisos y resultados que
desea lograr)
- Juegos externos: lo que hacemos: conductas, acciones, relaciones. Los resultados que logramos
y el desempeño que generamos.
- Juegos Internos: juegos mentales que ocurren en nuestras conversaciones internas mientras
“pensamos”, representamos la información, imágenes, valores, significados, etc.
- Pregunta para que distinga qué le está abriendo / permitiendo / agregando y qué le está cerrando
/ quitando / impidiendo lograr la realidad circunstancial, y luego indagar en si lo elige, o elige
diseñar otra cosa.
- Muestra la “tensión reactiva” que lo mantiene en la caja
- Muestra la “tensión creativa” que abre una posibilidad diferente, que lo puede atraer hacia la
visión, que puede transformar el observador que quiere llegar a ser
- Muestra los aspectos “juzgador” y “hacedor”
- Indaga para que aparezcan las declaraciones que marquen la urgencia de cambio.
- Muestra los resultados que está obteniendo e indaga por su impacto y consecuencias futuras.
En esta etapa el coach pone al servicio la Resolución en equilibrio para asistir a su coachee a diseñar
ese observador que necesita ser, y de ahí, la nueva realidad que quiere crear, con emociones de
apertura de posibilidades, para invitarlo a verse en ese lugar, haciendo foco en él y en lo que quiere
lograr. De la Estabilidad vamos a tomar la posibilidad de diseñar y sostener ese camino a su visión,
observar y elegir qué necesita para llegar, quién necesita estar siendo. Y de la Flexibilidad, estaremos
en ese compromiso para que ese diseño esté abierto a la posibilidad de futuros quiebres y rediseños.
Coach y Coachee están co-creando juntos el nuevo diseño. Es el momento de las DECLARACIONES.
Acá el coach es todo/a posibilidad desde la pregunta para asistir a su coachee a transitar, ahí en la
conversación, la experiencia de estar viviendo su realidad deseada. Seguir la huella… Lo asiste a que
se experimente (vea, escuche y sienta) como aquel que dice querer ser.
- Indaga… ¿Qué está faltando? ¿Qué vas a hacer ahora con esto? ¿Qué necesitás?
- Asiste en el pasaje de la Declaración a la Acción: asistiendo para que diseñe Pedidos, Ofertas y
promesas. Chequeando las Condiciones de Satisfacción y estando presente a Emociones y
Disposiciones Corporales requeridas.
- Evitar preguntas cerradas/inducidas que traen la respuesta incluida, por Ej: “¿A quién le podés
pedir ayuda?”, “¿Ves la posibilidad de…?”, “¿Qué querés pedirle a X?”).
Es momento de diseñar acciones indagando en qué es lo que necesita para que esa visión se
materialice, atendiendo a las coherencias (cuerpo-lenguaje-emoción) que necesitará manifestar.
Evitando preguntar por cada dominio como compartimientos estancos, sino preguntando al SER
como una construcción integral.
En la fase 5, idem disposiciones fase 4.
Priorizamos la disposición corporal de Estabilidad, para prever todos los detalles, diseñar las
acciones que necesita realizar.
Indaga sobre compromisos ante los quiebres futuros. Acá el coach desafía el cambio de observador y
las acciones diseñadas:
- ¿Qué pasa si no sucede?
- ¿Cuáles son los puntos de chequeo?
- ¿Cómo te vas a dar cuenta que lo estás logrando?
- ¿Cómo te vas a dar cuenta de que NO lo estás logrando?
- ¿Y ahí quién vas a elegir ser? (COHERENCIA CUERPO-LENGUAJE-EMOCIÓN)
- ¿Cómo lo vas a implementar?
- ¿Qué podés hacer si volvés a la conversación del inicio de nuestro encuentro?
- ¿Qué te estás llevando de esta conversación?... (anclar los recursos)
El diseño de un nuevo observador a la finalización del proceso de coaching requiere que el coachee
pueda observar el impacto que tendrá el accionar de este nuevo observador en los diferentes
sistemas donde esté operando, ya que la modificación del comportamiento de un elemento del
sistema afectará el comportamiento del sistema. Este “retorno” de el coachee necesita que su
accionar genere completud, esto es, aceptación y ausencia de conversaciones de juicios que puedan
quedar y que, a futuro, podrían manifestarse como “incompletudes” (conversaciones descriptivas a
las que se les da “poder” y que, por tanto, interfieren en la relación y en el accionar futuro).
El coach, desde la coherencia ontológica que constituye su estar siendo, le muestra a su coachee que,
más allá de la disolución del quiebre, solo encontrará una auto-sustentabilidad en la medida en que
sostenga ese nuevo observador diseñado. Para ello el coach cierra su CC mostrándose como oferta
para asistir a su coachee en el sostenimiento de los compromisos declarados, a través nuevas
conversaciones de coaching en continuidad con el proceso iniciado.
La completud es un estado del ser en el que no tengo nada pendiente, tiene que ver con la aceptación
de pasado, aceptar quien estuve siendo, desde mis luces y mis sombras, y poder estar completo hasta
en mis incompletudes nos permite estar en paz y liberado.
Tal como nos indica Epícteto, la aceptación nos permite abocarnos a la tarea de cambiar lo cambiable,
sin ser consumidos por el lamentar inútil frente a lo que nada podemos hacer. La aceptación nos
coloca en la senda de la transformación del futuro.
Al decir de Humberto Maturana: “Libertad y responsabilidad son posibles en la vida humana sólo si
uno actúa en condición de autorespeto y autoaceptación. La única condición que permite escoger sin
ser movido por opiniones externas”.
El coach es consciente que la completud viene desde sí mismo, el afuera puede no modificarse y no
por esto se está incompleto.
Concluimos que la completud como estado del ser vive en nuestra interpretación como un acto
lingüístico para expresar una manera de ser desde la legitimación, aceptación, estando presente con
emociones de paz y amor.