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Característica de una mala gerencia:

No motiva a sus empleados. No fomenta el potencial de sus subordinados. No siente


empatía con quienes trabajan para usted. No tolera los errores en el ambiente laboral.

No se comunica claramente con su equipo.

1.No predica con el ejemplo.

2.No sabe delegar.

3.No motiva a sus empleados.

4.No fomenta el potencial de sus subordinados.

5.No siente empatía con quienes trabajan para usted.

6.No tolera los errores en el ambiente laboral.

7.No deja claras cuáles son las metas o expectativas.

8.No es auténtico.

9.No mira sus propios errores.

¿Cómo transformarse en un buen jefe?

Según Lucas Rosende,manager de Michael Page, estas son algunas formas que
convertirse en un buen líder:

Ser comunicativo: Gran parte del trabajo de un directivo es saber transmitir la estrategia
de la compañía tanto a nivel interno como externo, por lo que se debe ser claro y conciso,
asegurando así que el mensaje que se quiere transmitir se entienda correctamente. Se
debe tener en cuenta que este flujo de información no puede ser unilateral, ya que los
buenos jefes siempre tienen que estar dispuestos a escuchar las preocupaciones y
sugerencias de sus empleados.

Predicar con el ejemplo: Los responsables de área se encuentran siempre en continua


observación, tanto por el resto de empleados como por otros superiores o compañeros en
cargos similares. Por esta razón, son considerados modelos a seguir y deben dar el
ejemplo y comportarse de un modo responsable.
Asumir responsabilidades, pero también delegar: La experiencia y conocimiento de la
empresa y del sector son factores que caracterizan a los líderes y que les acreditan para
llevar a cabo sus funciones. Sin embargo, un buen jefe también debe saber cuándo es el
momento de delegar ciertas responsabilidades y tareas a sus empleados.

Motivar: Un buen jefe es aquel capaz de motivar e inspirar a sus empleados, además de
fomentar su entusiasmo por los proyectos que se están realizando. Un empleado
motivado es un empleado productivo. La consecución de los objetivos del equipo y de la
compañía son elementos esenciales para mantener un buen ambiente laboral.

Reconocer y fomentar el potencial de su equipo: Debe ser capaz de reconocer las


aptitudes y habilidades especiales de las personas que conforman su equipo y, lo que es
más importante, debe saber cómo utilizarlas para el beneficio de la empresa. Cuando un
empleado destaca, su responsable debe alentarlo para que siga motivado y pueda seguir
desarrollando su talento.

Empatizar: Los buenos líderes se caracterizan por ser comprensivos y cercanos a su


equipo. Sin embargo, un exceso de confianza por cualquiera de las partes puede
repercutir en los resultados, perjudicando tanto a la empresa como al propio equipo.

Tolerar los errores: Nadie es perfecto. Las personas pueden cometer equivocaciones
de vez en cuando. Por este motivo, el jefe adecuado debe contar con la suficiente
capacidad de reacción para solucionar el problema y afrontar la situación.

Establecer metas y expectativas:Cada vez es más común que los equipos trabajen por
objetivos. Los jefes que establecen unos plazos de entrega y definen unos objetivos
claros y realistas son los que obtendrán buenos resultados.
Autorreflexión:Además de analizar las capacidades de sus equipos, los buenos líderes
tienen que ser conscientes de sus propias fortalezas y debilidades.

Autenticidad:Las personas que fingen ser algo que no son o que intentan esconder su
verdadera personalidad bajo su rol de jefes resultan falsos y no inspiran confianza.
Encontrar un propio estilo de liderazgo y ser consecuentes con la forma de pensar es la
mejor opción para conseguir el respeto de los empleados.
Síntomas de una mala gestión gerencial

Conozca si las actitudes y decisiones de los encargados de los procesos de formación,


afectan o no a su empresa.

Cada una de las actitudes o decisiones que demuestran una inadecuada gestión directiva,
tienen su efecto en el desempeño de los equipos de trabajos, y por ende, de toda la
organización.

Este tipo de situaciones hace referencia a la necesidad de optimizar el desempeño de los


líderes de la organización a través de la formación académica.

Y si bien es cierto que un programa de desarrollo no alcanza a modificar totalmente las


conductas de las personas, sí apoya de modo significativo el desarrollo de competencias
que permitirán contribuir al mejoramiento de los resultados.

En este sentido, se exponen a continuación algunos de los síntomas que indican la


necesidad de una intervención en capacitación para los gerentes, jefes y líderes de
procesos:

1. Existe poca planeación del trabajo que realizan con los equipos de trabajo.
2. Casi nunca se reunen con personas del equipo para organizar el trabajo.
3. No se caracterizan por ser puntuales y cumplidos en sus compromisos con clientes
internos y externos.
4. Pocas veces evalúan los resultados de su trabajo y el de su equipo.
5. Hace mucho que no toman un curso de actualización sobre los temas relacionados con
su trabajo.
6. No establecen relaciones con personas de otras áreas o empresas para hacer mejor su
trabajo.
7. Se les percibe como muy estáticos y no desarrollan alternativas para satisfacer la
necesidad de sus clientes.
8. Sus decisiones no son rápidas y en ocasiones tampoco son acertadas.
9. Hacen un inadecuado manejo de los conflictos que se presentan con clientes y
compañeros de trabajo.
10. Los llamados de atención los hace en público sin medir las consecuencias de ello.
11. Pocas veces reconocen en los demás el trabajo bien hecho.
12. Su trabajo no necesariamente sirve como ejemplo a los demás.
13. Casi nunca enseñan a los demás sus conocimientos.
14. Sus tiempos de trabajo dependen más de los horarios que de los resultados.
15. No siempre mantienen buenas relaciones con sus compañeros.

Fuente: Los Recursos Humanos – www.altonivel.com.mx

No dar retroalimentación, tener preferencias personales y ser grosero son algunas de las
características de un mal superior

La insatisfacción actual de los trabajadores es alarmante. De acuerdo con un estudio de la


consultora Plurum, los empleados que no se sienten a gusto en su trabajo llegan a 80%.
Además de eso, 25% de los encuestados reporta su trabajo como la mayor fuente de
estrés a la que están sometidos. Del lado de las empresas, 38% tiene problemas para
comprometer a sus empleados. Y muchas veces todos estos componentes están
causados por una misma situación: un mal jefe.

Si usted es una de las personas que no se encuentra a gusto con el trabajo que hace,
pero aún no ha encontrado una razón para explicar esa sensación, tenga en cuenta esta
lista de diez señales brindadas por Mauricio Rodríguez, profesor experto en liderazgo de
las universidades Externado y Los Andes.

1. Presenta su trabajo como si lo hubiera hecho él

Llevarse el crédito por el trabajo de los subalternos es la primera señal de que tiene un
mal jefe. Este comportamiento va acompañado, generalmente, por otras situaciones como
que su superior ni siquiera lo invita a la reunión donde van a discutirse sus ideas ni le da
el crédito por su labor.

2. No le enseña con frecuencia algo importante

Muchas de las personas que integran la fuerza laboral actual mantienen su empleo
porque este les enseña ciertas habilidades que, creen, les hará crecer profesionalmente.
Por ello, si su jefe no imparte este tipo de conocimientos, no está aportando a su
crecimiento.

3. No le da retroalimentación oportuna, franca y clara


El aprendizaje al interior de una empresa debe ir acompañado de la retroalimentación de
sus superiores. Un empleado a quien su jefe nunca corrige o felicita puede sentirse
perdido e, incluso, poco motivado. Contar con una brújula permanente que mida el
aprendizaje es fundamental para que el trabajador sienta que cumple sus objetivos.

4. Tiene preferencias en su equipo de trabajo, discrimina a algunos y privilegia a


otros por razones personales

El refrán dice que “lo malo de la rosca es no estar en ella”. Sin embargo, al interior de las
oficinas las ‘roscas personales’ no deberían existir. Justificar ascensos o beneficios por
este tipo de motivos rompe el clima laboral en tanto los méritos profesionales ocupan un
segundo plano.

5. Es inseguro, teme que si a usted le va bien le puede quitar su puesto

En muchas ocasiones, no dar crédito por las ideas de los empleados es muestra de que
su jefe es inseguro. Por tanto, necesita opacar su buen rendimiento. Este es solo un
ejemplo de cómo funciona la inseguridad, que va atada a ideas de que si los subalternos
tienen un buen desempeño, pueden quitarle el puesto.

6. No tiene un plan de desarrollo para su carrera conversado con usted

Como comentamos anteriormente, muchas personas se mantienen en un puesto por el


aprendizaje que este les brinda y la proyección laboral que les hará tener. Por eso, es
fundamental que los jefes sean una guía permanente para sus subalternos. Y no solo en
términos de la retroalimentación de su trabajo diario, sino también en el desarrollo de
carrera. Un jefe que lleva a cabo esta tarea se convierte en un mentor.

7. Es grosero

“Por ningún motivo se puede tolerar el irrespeto, de ninguna forma”, de acuerdo con
Rodríguez. Muchas veces, estas muestras de irrespeto están atadas a la inseguridad de
los superiores, que no tienen argumentos para defender sus posiciones e incurren en
maneras groseras, tanto verbales como escritas, para mostrar su autoridad.

8. No tiene tiempo para usted

“Ser jefe, por definición, implica dedicarle tiempo a sus colaboradores”, señala Rodríguez.
Esto significa estar dispuesto a dar una guía o responder dudas que se presentan
diariamente en el lugar de trabajo.

9. No da línea
Si usted se encuentra confundido a la hora de realizar sus actividades laborales,
seguramente su jefe sufre de este mal. Rodríguez describe esta señal como “es confuso
en cuanto a los objetivos, los métodos, los recursos y los tiempos de las tareas que le
asigna”. Es decir, no solamente es desordenado, sino que seguramente tiene una
inseguridad para delegar responsabilidades, hacer el trabajo y los propósitos que quiere
alcanzar con él.

10. No aplica lo que predica

Una de características fundamentales que describen a un buen jefe es la autoridad moral.


Eso significa que actúa conforme a lo que piensa. Por eso, la décima señal de un mal
superior es que “exige a los demás comportamientos de los que él no es buen ejemplo”,
afirmó Rodríguez.

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