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Características del pez remo gigante

Se caracterizan por ser de color plateado, con la presencia de manchas azules y


negras. Tienen aleta pélvica y dorsal, esta última a lo largo del cuerpo, que inicia entre
los ojos y termina al final del mismo, es de color carmesí y puede presentar hasta 400
radios de tamaño pequeño. En cuanto a la aleta caudal, carecen de esta o se encuentra
muy reducida.

En la cabeza de los adultos siempre están presentes dos largas crestas rojas
características de la especie y las vértebras abdominales cuentan de 45 a 56, con un total
de 127 a 163 en todo el animal.

Su cuerpo alargado posee un complejo sistema de tabiques intermusculares, los cuales


están interconectados. Sus mandíbulas protrusiles tienen dientes rudimentarios o
carecen por completo de ellos. Es una especie tímida, para nada agresiva, por lo que no
representa ningún tipo de peligro para los seres humanos.

Hábitat del pez remo gigante


Tiene una distribución mundial y habita hasta los 1.000 metros de profundidad en
las zonas epipelágicas y mesopelágicas de los océanos. Dado su alto rango de
distribución, puede estar presente en mares tropicales o templados, por lo que se ubica
desde Nueva Inglaterra hasta el golfo de México y el Caribe occidental; también en el
mar Mediterráneo y en el mar Argentino.

Aunque el pez remo gigante posee preferencia por aguas profundas, puede ser avistado
en las costas y en profundidades de 20 metros, sobre todo después de una tormenta o
cuando ya son viejos y tienen dificultades para resistirse a las corrientes, por lo que
quedan atrapados en algunas zonas.

Costumbres del pez remo gigante


Los peces remo gigantes adultos pueden verse varados con cierta frecuencia en playas
fuera del agua, por lo que terminan muriendo. Reportes indican que estos varamientos
ocurren en algunas zonas en particular y en épocas específicas.

Una peculiaridad del pez remo gigante es la capacidad de autonomía de su cuerpo, es


decir, la automutilación, específicamente de la zona caudal. Esta acción no genera
daños a órganos vitales, por lo cual pueden seguir viviendo, cicatrizando la parte
afectada, a pesar de que no puedan regenerar la zona mutilada. La captura de algunos
ejemplares ha evidenciado esta mutilación sin ningún otro tipo de herida, lo que podría
estar sugiriendo un comportamiento estratégico para huir de sus depredadores.

Su sistema de aletas le confiere la posibilidad de nadar tanto de manera horizontal como


vertical. Suele ser una especie solitaria, aunque pueden trasladarse de un hábitat a otro
en pequeños grupos, pero lo hacen nadando con cierta distancia.

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