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Tomás Pérez Vejo, “Pintura de historia e imaginario nacional: el pasado en

imágenes” en Historia y Grafía # 16, México, Universidad Iberoamericana, 2001

Araceli Aguirre Aguirre

Tomás Pérez Vejo es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad


Complutense de Madrid, profesor en el posgrado de Historia y Etnohistoria de la
Escuela Nacional de Antropología e Historia. Ha sido profesor en diversas
universidades internacionales como Universidad de Lyon, Universidad de
Cantabria, El Colegio de México, Universidad Autónoma del Estado de Morelos,
etc. Algunos de sus libros: Elegía Criolla: Una reinterpretación de las guerras de
independencia hispanoamericanas, Nación, identidad nacional y otros mitos
nacionalistas1.

En el artículo, “Pintura de historia e imaginario nacional: el pasado en imágenes”


en Historia y Grafía, Tomas Pérez Vejo, reafirma que la pintura de contenido
histórico, sólo aparece en la época moderna, en el sentido de significar un
discurso proselitista que reivindica la intención de los gobiernos como Estado
Nación. Uno de los grandes objetivos es la construcción de un imaginario nacional.
El desarrollo de la pintura histórica sucede durante la legitimación del estado
nación, y al parecer con toda la intención y servicio al Estado como respaldo o
prueba de dicha legitimación. Hay una evidente persuasión ideológica en los
contenidos de estas obras, sobre todo, para crear una realidad y la capacidad de
la historia para legitimar el presente.

En el caso de México, encontramos esta importancia en el contenido de las obras


pictóricas de historia, en especial, de la historia nacional. Y a manera de subtema
o ramificación de este género histórico en México, está el paisaje de los valles
más importantes de la naciente nación: El Valle de México, La sierra de Santa
Catarina, Desde el Tepeyac, las barrancas, las primeras fábricas de Velasco; sin
dejar de mencionar las reconstrucciones históricas de los mapas de la gran
Tenochtitlan o los lagos del mismo valle. Todos éstos, legitimando un gobierno

1
https://inah.academia.edu/TomasPerezVejo. Consultado el 4 de mayo de 2022
presente, producto de un pasado glorioso digno de los centros de Alta cultura
universales, como los griegos o los chinos.

La teoría de los géneros se justifica en el entendido de que el arte debe cumplir


una función didáctico-moral, idea de los siglos XVIII-XIX. A manera de ejemplo,
Tomás Pérez Vejo, retoma la pintura de José Obregón, “El descubrimiento del
pulque” que se llevó a la exposición nacional en 1889 2. Supone una expresión
pintoresca y a la vez una recreación de la edad de Oro de la historia de México,
mostrando una Xóchitl con cánones de belleza griegos.

Por otro lado, el trato de los héroes o personajes históricos, sería otro subtema o
subgénero. Y sucede que el trato que tradicionalmente se da a la representación
de los santos, en la función didáctico-religiosa de la pintura católica occidental de
los siglos XVI-XVIII, es el mismo que se ha de dar a los héroes nacionales o
personajes históricos en el contexto nacionalista mexicano de los siglos XIX-XX.

Podemos concluir que para Tomás Pérez Vejo, la pintura de historia es la narrativa
que articula y legitima el naciente nacionalismo en el México moderno
decimonónico, así como también es un poderoso medio de persuasión didáctico-
moral y formativo para el ciudadano moderno.

2
Tomás Pérez Vejo, “Pintura de historia e imaginario nacional: el pasado en imágenes” en Historia
y Grafía # 16,  México, Universidad Iberoamericana, 2001 p. 86

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