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El agave considerado en México no solo como un cultivo importante, sino también como un símbolo
cultural, base de la fabricación del mezcal, una tradicional bebida mexicana y uno de los principales
productos exportador por el país como lo es el tequila.
Los principales insectos asociados al cultivo que pueden afectar a la planta de agave son los siguientes:
En la parte aérea se pueden encontrar cerambicidos, escamas, piojos harinosos, chapulines, trozadores,
barrenadores, entre otros.
Las enfermedades que se han encontrado asociadas al cultivo es la marchites bacteriana causada por
Erwiniana sp. Y la pudrición del tallo y raíz, causada por el hongo Fusarium oxysporum.
La primera se manifiesta como una pudrición blanca, principalmente en el cogollo, los síntomas iniciales
se presentan en la base de la espina apical de cogollo o de las espinas apicales y laterales de hojas
intermedias; la lesión avanza hacia el centro de las hojas y del cogollo provocando una pudrición
descendente. Mientras que la pudrición del tallo y raíz, se presenta como un encarrujamiento debido a
una deshidratación de los tejidos por reducción o muerte del sistema radical.
MANEJO DE MALEZA.
Las malezas en el cultivo de agave son diversas y dependen principalmente del uso anterior del terreno
en donde se establece el cultivo; en terrenos con uso agrícola previo, las malezas son:
Cuando los terrenos provienen de uso pecuario las especies de maleza más comunes son:
Pastos de los géneros, Urochloa, Leptochloa, Botriochloa.
Hojas anchas de los géneros Ipomoea y Molva.
Debido al largo ciclo de cultivo del agave, el manejo de maleza debe ser eficiente, económico y en
combinación de implementos agrícolas y aplicación de herbicidas de bajo impacto ambiental y toxicidad.
Se trata de la principal plaga del agave pulquero, tequilero y mezcalero. En México se encuentra desde
Baja California Sur hasta Veracruz y Oaxaca, debido a sus hábitos alimenticios.
Tanto larvas como adultos causan daños directos e indirectos en los cultivos; el daño directo ocurre al
alimentarse del tejido de la planta, mientras que el indirecto ocurre cuando el fitopatógeno penetra
fácilmente por una herida provocada por esta plaga y produce una enfermedad.
Las larvas del picudo son de color blanco y tienen el cuerpo estriado y en forma de C. Miden de 1 a 2 cm
de largo, tiene la cabeza grande y dura. Cuando es adulto es de color negro intenso (como se ve en la
foto), mide alrededor de 1.5 a 2.5 cm de largo. Con pico bien desarrolado y encorvado. Completa su ciclo
en unos 125 días.
Los adultos se encuentran en la base de las pencas, así como dentro de las piñas, general mente en aquellas
que están en proceso de descomposición debido al ataque de las larvas. El daño inicial se nota por
perforaciones en el cogollo y las pencas, causando pudrición.
Lo primero que se debe hacer es limpiar los cultivos, eliminando las plantas infectadas, para evitar focos
de infecciosos que afecten las plantas sanas; igualmente se deben hacer muestreos para detectar
oportunamente los adultos.
No es recomendable abusar de los insecticidas químicos en el control del picudo. La mayoría de estos
productos traen consecuencias ecológicas y de salud importantes, y lo cierto es que existe
desconocimiento sobre su efectividad, pues no hay muchos estudios al respecto.
Daño por Picudo en Agave
Además, el abuso genera resistencia a esta clase de productos, por lo que el uso inteligente y con medida
de ellos, en conjunto con otros métodos como el control biológico y el uso de feromonas y trampas, se
presentan como la mejor opción para controlar al picudo del agave.
Los insecticidas que han registrado valores de mortalidad mas altos en la plaga con respecto del cultivo
son:
Metomilo, Malatión, Fipronil y Endosulfán, pero, una vez más, lo mejor es usarlos con medida y
aprovechar el control biológico.
Por lo regular las aplicaciones se deben dirigir a la base de las plantas, y solamente si se encuentran
perforaciones en el 20% de las plantas.
Existe muy poca información sobre organismos efectivos para el control biológico del picudo del agave,
pues los estudios al respecto son limitados.
Plantación de Agave.
Debido a ello, este tipo de control suele recomendarse como un complemento al uso con medidas de
insecticidas químicos y otras estrategias.
Hololepta spp., Placodes ebeninus Lewis, Lioderma yucateca Marseul y Lioderma cacti Marseul son
organismos depredadores de larvas de picudo del agave.
Finalmente, para el control de adultos del picudo del agave, se recomienda utilizar hongos
entomopatogenos como Beauveria bassinana, Metarhizium anisopliae, Verticillium spp., y los
nematodos: Heterorhabditis bacteriophora y Steinernema spp.
Gallina ciega (Phyllophaga spp, Cyclocephala sp y Anomala sp).
Se trata de un grupo de especies de escarabajo, cuyo cuerpo de color café, puede variar desde un tono
amarillento a rojizo, o bien uno oscuro a grisáceo. Miden unos 2 cm de longitud en promedio, aunque
pueden ser un poco más grandes, dependiendo de la especie.
Las larvas tienen una característica forma de C y son de color blanco semitransparente. Su cabeza ss de
color rojizo o marrón, y tienen unas notorias y fuertes mandíbulas. Pueden llegar a medir hasta 7 cm de
largo, dependiendo de la especie.
Durante su etapa de larva, la cual consiste en 3 estadios, se alimentan de materia orgánica y de las raíces
tiernas de la planta, durante 20 a 60 días. Provocan daños especialmente importantes durante la etapa
larval mayor, pues es cuando están más activas y se alimentan de manera voraz.
La gallina ciega afecta plantaciones de agave de entre 1 a 3 años de edad. Los síntomas del daño por
gallina ciega se presentan con un amarillamiento generalizado de la planta, que posteriormente se
marchita y se acigarra, mientras la larva se alimenta del sistema radicular, reduciéndolo y acabando con
la vida de la planta.
Control de la gallina ciega en cultivos de agave.
Primeramente, las prácticas preventivas siempre serán la mejor estrategia. El arado de la tierra después
de la cosecha permite exponer las larvas y los huevos a los rayos solares y a los depredadores naturales
como lo son las aves.
Es importante notar que no todas las especies de gallina ciega se comportan como plagas para el cultivo.
El agricultor puede verse en dificultades para aplicar los métodos de control prudentes debido a que es
necesario identificar la especie en cuestión mediante un muestreo.
En México, los insecticidas más utilizados para el control de gallina ciega son: Terbufos, Clorpirifos y
Carbofuran. También se recomienda usar Teflutrina e Imidacloprid (el cual es bastante soluble, lo que
permite aplicarlo a través del sistema de riego.
El riego es vital para la efectividad en este tipo de control, pues permite alcanzar las profundidades en
donde se encuentran las larvas.
Su cuerpo es de color pardo oscuro, casi negro, y brillante, aunque en ocasiones, la cabeza, el pronoto y
los élitros presentan un color rojizo. Las larvas son de color blanco grisáceo y tienen la cabeza de color
marrón oscuro a rojiza. Son más grandes y menos y menos curvas que las larvas de gallina ciega.
Los adultos provocan daños al crear orificio de entrada en el suelo, muy cerca de la planta, esto para
alimentarse de las raíces y los tallos, y posteriormente, barrenar hasta llegar al fruto, dejando una galería
del tamaño de su cuerpo que detiene el crecimiento de la planta, y puede provocar su muerte.
Las larvas se desarrollan en los troncos en estado de putrefacción, y alcanzan su desarrollo completo
durante 2 años. Las plantaciones jóvenes son las más propensas a sufrir una invasión de escarabajo
rinoceronte, aquellas con menos de 3 años, aunque también pueden atacar a las mayores. Se les suele
observar a partir del inicio de las lluvias.
Lo primero es realizar un muestreo con trampas de luz. Los insecticidas recomendados en caso de
detectar una invasión se enlistan a continuación. Se deben aplicar dosis de 200 litros de agua
(considerando 2 ha = 7,000 plantas) al inicio de la siembra y asegurarse de impregnar bien la raíz y la
parte inferior de la piña.
Otras alternativas son la limpieza del terreno, cajeteo e inundación con agua y calidra común en las
plantas.
También llamado cerambicido del agave. Cuando es adulto su color es color negro con manchas blancas
en la región dorsal. Sus larvas son de color blanco cremoso, con mandíbulas claramente visibles y un
cuerpo más ancho en la parte anterior que en la posterior.
Los adultos se alimentan en la base de las pencas, raspando el tejido en donde las hembras posteriormente
depositaran sus huevos. Al eclosionar, las larvas se alimentan del tejido muerto, barrenan la base de las
pencas y pueden destruir la base del tallo.
Cuando es adulto es muy sensible a los insecticidas, por lo que se recomienda utilizar casi cualquier
producto y aplicarlo con medida para no crear resistencia.
Basta con monitorear la aparición de adultos y usar insecticidas de ligera toxicidad. La intención es evitar
que ovipositen, pues el daño de la larva es mayor que el del adulto, y los insecticidas no son muy efectivos
para el control de la plaga en ese estado.
Piojo Harinoso.
También conocido como algodoncillo, se le considera una importante plaga en plantaciones jóvenes, pues
puede perjudicar el crecimiento y el descogolle. Puede presentarse atacando el área radicular, la base de
las hojas e incluso las del cogollo.
Es bastante más pequeño que las plagas anteriores, su cuerpo ovoide está cubierto por algodoncillo
blanco. Se les encuentra en colonias numerosas en el cogollo, lo que les hace más fácilmente visibles en
incrementa su aspecto algodonoso.
Cuando la infección es baja y las poblaciones no son muy altas, recomienda aplicarse aceite mineral o
detergente en polvo para poder reducir sus densidades. Esto disminuirá su establecimiento en los hijuelos.
Además, cuando el cogollo está abierto y la plaga expuesta en campo, las aplicaciones de suavizante al
0.5 %, detergente en polvo al 0.5% o calidra micronizada al 3% han proporcionado un muy buen
resultado.
Los insecticidas más recomendados para el control del algodoncillo en cultivos de agave se analizan a
continuación:
Estos deben ser aplicados cuando las hojas de la parte superior de la planta presentan un 40% o más de
cobertura por esta plaga.
Catalogada como plaga importante en plantaciones de agave, la escama armada, conocida también como
roña, es un insecto frecuente en este tipo de plantas.
Tiene el cuerpo cubierto por una capa cerosa, de forma circular y color marrón. Provocan daños en ambos
lados de las pencas, ya que succionan la savia de estas y generan excresencias líquidos azucarados, en
los que crece el hongo fumagina (Capnodium spp), el cual afecta los procesos fotosintéticos de la planta.
Para combatir la plaga en sus formas caminantes, se recomienda el uso de aceites parafinicos a base de
petróleo.
Para su control biológico, usar cepas de Beauveria bassiana ha dado buenos resultados en campo.
También se recomienda al parasitoide Ablerus alegantulus Howard y a coccidelidos de los géneros
Scumnus y Stethorus.
Chapulines.
Chapulín.
Los también llamados “saltamontes” son una plaga voraz, que puede ser vista mientras se acerca
progresivamente has invadir las plantaciones.
Se alimenta de las hojas tiernas y suculentas en hijuelos y plantas jóvenes, provocando graves daños.
Son especialmente peligrosos cuando su única fuente de alimentación es el agave, pues son capaces de
provocar daños catastróficos en la plantación.
Aplicar insecticidas en los primeros estadios ninfales es la recomendación para el control químico. Estos
deben ser aplicados en el follaje del agave, o bien de manera directa sobre las áreas en donde haya ninfas.
Algunos productos recomendados son:
Para concluir debemos resaltar la importancia que tiene el agave como cultivo mexicano, como dijimos
al principio se trata de un asunto cultural y es muy importante conocer las causas de las enfermedades
que los afectan, tanto a nivel patógenos y fisopatias, como a nivel de control de plagas, para que los
cultivos desarrollen satisfactoriamente y nuestro mezcal y tequila se mantenga.
Prevención.
La mayoría de las personas, pensamos que las plagas y enfermedades de las plantas, se trata de insectos
o microorganismos que dañan nuestras plantas y que la primer opción en primer instancia es eliminarlos.
Desde una perspectiva ecológica por así llamarle, usar sustratos ricos en materia orgánica hechos a partir
de compostaje rico en nutrientes, minerales y microorganismos esenciales para el crecimiento sano de
las plantas, lo que ayudara que un cuerpo sano de una planta evitara que existan enfermedades en ellas.
En segunda instancia, sabemos que los insectos y microorganismos no nos da tregua. Como una medida
que mientras se corrige o se cura la planta, podemos aplicarle unos biopreparados que harán que los
insectos no sigan comiéndose a las plantas y en caso de hongos o microorganismos no sigan colonizando
nuestras plantas.
Podemos preparar con ajo que sea fuerte en su aroma, en un litro de agua se usaran 100 ml de vinagre, 2
dientes de ajo y un ajin o también llamado ajo chino y el resto de agua limpia sin clorar. Otro remedio a
base de ajo seria, 100 gramos de ajos picados se pone en 1 litro de agua sin clorar reposando por 24 horas
tapándolo, posteriormente se pone a hervir tapado y cuando comiese a hervir se baja el fuego al mínimo
dejando inficionar durante una hora igualmente tapado, se deja enfriar se cuela y se coloca en recipiente
con aspersor o mochila aspersora. Otra receta a base de ajo seria, un cuarto de kilogramo de ajo se pican
en trozos pequeños y estos se muelen con agua en una licuadora, posteriormente se deja reposar durante
la noche tapado y al otro día se cuela y se diluye en 20 litros de agua y se aplica con la mochila aspersora
directamente en hojas y tallos desde la base hasta la punta o puntas de las plantas.
Se licua 8 piezas de cebolla en un litro de agua, se tapa perfectamente y se deja reposar 24 horas, después
de eso se filtra o cuela y diluye en proporción 1 parte de jugo de cebolla y 3 partes de agua. Se aplica
cuando el sol se haya metido.
Eliminaras pulgones, mosca blanca, gusano barrenador, distintos tipos de larvas y orugas.
Bibliografía.