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                          MARI SOL ESCOBAR

NACIMIENTO:22 DE FEBRERO DE 1930


PADRES:  GUSTAVO ESCOBAR , JOSEFINA ESCOBAR
HERMANOS: GUSTAVO ESCOBAR
CONOCIDO POR: ESCULTURA, ENSAMBLAJE ARTISTICO

    NOMBRE DE LA OBRA
WOMEN AND DOG

PERIODO
: Dadaísmo
AÑO 1964

COLORES: rosado ,verde , amarillo,


marron, naranga, negro , blanco,
azul claro.
MUSEO:EL MUSEO DE BELLAS ARTES

PERIODO: Dadaísmo

GÉNERO: ARTE CINÉTICO.


TUBO:2 HIJOS.
PREMIOS:18 PREMIOS 
Adelante. Me encuentran en la cocina. Voy a invitar a Susan
Sontag para que no pasen la página rápidamente. “El arte
es otra forma de alimento”, escribió en su diario. Y a
continuación otro comensal añade, “pensamos, soñamos y
actuamos de acuerdo con lo que comemos y bebemos”.
Quien habla es el poeta y padre del Futurismo Filippo
Marinetti. ¿Me siguen? Tengo una lechuga trocadero, unas
rodajas finas de manzana, queso pecorino rallado, eneldo y
nueces de macadamia. Son los ingredientes de la ensalada
Marisol. Marisol por la artista, reina del pop art que, en los
setenta, llegó a eclipsar al maestro de la autopromoción,
Andy Warhol. Pero no anticipemos. La descubrí, la
ensalada, en el restaurante del Museo de Arte
Contemporáneo de Chicago. Ahí llegué buscando la cocina
de Jason Hammel. La noche anterior había probado su otro
restaurante, Lula Café –según la crítica, el "bistró
bohemio” favorito de Chicago–. La ensalada Marisol que
traigo aquí es una reinterpretación de Hammel. La receta
original se publicó en el libro Artists’ Cookbook editado por
el MoMA de Nueva York en 1979. Era la aportación de la
artista María Sol Escobar (1930-2016). El libro recopilaba
155 platos y reflexiones sobre la comida de treinta
destacados creadores de la época. No hay nouvelle cuisine
en sus páginas, todos los platos son bastantes simples
aunque hay declaraciones jugosas

Fusionó arte pop y arte popular en esculturas y ensamblajes. Su


obra tenía una parte reivindicativa y otra divertida. Nació en
París. Creció entre ahí y Caracas. Sus padres son venezolanos
con cartera abultada. A los 11 años su madre se suicida. Ella
decide no volver a hablar y casi lo consigue. Su gusto por el
silencio nunca la abandonó. Siendo capaz de pasar cuatro horas
en el brunch de un museo sin decir palabra. En la adolescencia
la encontramos en Los Ángeles, donde estudia en el Jepson Art
Institute. Pasa por la Beaux-Arts de París camino de Nueva
York. Allí, en la Art Student League, descubre el estilo ingenuo y
decorativo de Yasuo Kuniyoshi. Recibe clases de Hans
Hofmann. Coquetea con la pintura expresionista y la abandona
por la escultura después de encontrarse con el arte
precolombino. “Comencé a hacer algo más gracioso para ser
más feliz y funcionó”, declaraba.

Para la vinagreta, necesitaremos unos ramilletes de perejil y


albahaca, un pellizco de estragón, una tacita de vinagre de
manzana, un chorrito de aceite, sal y pimienta recién molida.
Batir todo y añadir, para darle cremosidad, un poco de tofu. Es
el truco de Hammel. “La textura debe ser como una salsa César
pero en este caso es vegetariana”, nos explica. Sigamos. La
tradición entre gastronomía y arte es estrecha. En 1932, en su
libro Futurist Cook –más un manifiesto artístico que un manual
de cocina funcional– Marinetti nos sugiere algunos
mandamientos: originalidad absoluta en el plato; abolición de
cuchillo y tenedor o uso en dosis recomendadas de poesía y
música como ingredientes sorpresa. Surrealista, como no
podría ser de otra forma, es Les Dîners de Gala de Salvador Dalí
(1973). Más práctico, Dinner with Jackson Pollock, que incluye
su galardonada receta del pastel de manzana. Recientemente,
Olafur Eliasson reúne 100 platos vegetarianos que protagonizan
los almuerzos comunitarios de su estudio en The Kitchen.
Aunque la “biblia” de las recetas para creativos sigue siendo The
Artists’ & Writers’ Cookbook, de 1961. Por sus páginas, Man
Ray, Marcel Duchamp o Harper Lee en versión gastronómica.
Para emplatar, mezclar todos los ingredientes del primer
párrafo con la vinagreta. Así de simple.
        
Jack MitchellGetty Images
Adelante. Me encuentran en la cocina. Voy a invitar a

Susan Sontag para que no pasen la página rápidamente.

“El arte es otra forma de alimento”, escribió en su diario.

Y a continuación otro comensal añade, “pensamos,

soñamos y actuamos de acuerdo con lo que comemos y

bebemos”. Quien habla es el poeta y padre del Futurismo

Filippo Marinetti. ¿Me siguen? Tengo una lechuga

trocadero, unas rodajas finas de manzana, queso

pecorino rallado, eneldo y nueces de macadamia. Son los

ingredientes de la ensalada Marisol. Marisol por la

artista, reina del pop art que, en los setenta, llegó a


eclipsar al maestro de la autopromoción, Andy Warhol.

Pero no anticipemos. La descubrí, la ensalada, en el

restaurante del Museo de Arte Contemporáneo de

Chicago. Ahí llegué buscando la cocina de Jason

Hammel. La noche anterior había probado su otro

restaurante, Lula Café –según la crítica, el "bistró

bohemio” favorito de Chicago–. La ensalada Marisol que

traigo aquí es una reinterpretación de Hammel. La receta

original se publicó en el libro Artists’ Cookbook editado

por el MoMA de Nueva York en 1979. Era la aportación de

la artista María Sol Escobar (1930-2016). El libro

recopilaba 155 platos y reflexiones sobre la comida de

treinta destacados creadores de la época. No hay

nouvelle cuisine en sus páginas, todos los platos son

bastantes simples aunque hay declaraciones jugosas. “La

mejor comida es la de los aviones”, afirmaba Warhol.

Pero volvamos a Marisol (ella nunca necesitó de apellidos

para ser reconocida).


Marisol Escobar con sus obras en 1968.

Jack MitchellGetty Images


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“Es la primera artista femenina con glamour”, Warhol
sobre Marisol
La artista posa en un parque de New Jersey con una de sus

obras (1974).

Allan TannenbaumGetty Images


Fusionó arte pop y arte popular en esculturas y

ensamblajes. Su obra tenía una parte reivindicativa y

otra divertida. Nació en París. Creció entre ahí y Caracas.


Sus padres son venezolanos con cartera abultada. A los 11

años su madre se suicida. Ella decide no volver a hablar y

casi lo consigue. Su gusto por el silencio nunca la

abandonó. Siendo capaz de pasar cuatro horas en el

brunch de un museo sin decir palabra. En la adolescencia

la encontramos en Los Ángeles, donde estudia en el

Jepson Art Institute. Pasa por la Beaux-Arts de París

camino de Nueva York. Allí, en la Art Student League,

descubre el estilo ingenuo y decorativo de Yasuo

Kuniyoshi. Recibe clases de Hans Hofmann. Coquetea

con la pintura expresionista y la abandona por la

escultura después de encontrarse con el arte

precolombino. “Comencé a hacer algo más gracioso para

ser más feliz y funcionó”, declaraba.

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VIDEO PLAYLIST
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Reproducción Vídeo
Marisol Escobar trabajando en su estudio en 1969 en una de

las piezas de su obra Sagrada Familia 

Jack MitchellGetty Images


Esculturas de Marisol en su estudio de Nueva York en 1968.

Jack MitchellGetty Images


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YAYOI KUSAMA, DE LO ATERRADOR A LO DIVERTIDO
Expone con Leo Castelli en 1957. Presenta una individual

en el mismo espacio, es un éxito y huye a Roma. Expone

en el MoMA. “Es la primera artista femenina con

glamour”, comenta Warhol. El público y la crítica la

adoran. Pero ella confiesa, “no me importa lo que

piensan”. Es esquiva. En 1968 está en la Bienal de

Venecia y en la Documenta de Kassel –es una de las 4


mujeres entre casi 150 artistas masculinos–. Está en la

cumbre. Se va de excursión durante dos años, a dar la

vuelta al mundo. A su regreso, la escena artística ha

cambiado. No encaja. Cayó en la oscuridad. Muere en

2016, a los 85 años, en su Nueva York de adopción. Es

una desconocida para el gran público.

La familia real británica representada por Marisol en una

exposición en Sídney en 1985.


Fairfax Media ArchivesGetty Images
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Marisol en Nueva York en 1981.

Jack MitchellGetty Images


Para la vinagreta, necesitaremos unos ramilletes de

perejil y albahaca, un pellizco de estragón, una tacita de

vinagre de manzana, un chorrito de aceite, sal y pimienta

recién molida. Batir todo y añadir, para darle

cremosidad, un poco de tofu. Es el truco de Hammel. “La

textura debe ser como una salsa César pero en este caso

es vegetariana”, nos explica. Sigamos. La tradición entre

gastronomía y arte es estrecha. En 1932, en su libro

Futurist Cook –más un manifiesto artístico que un

manual de cocina funcional– Marinetti nos sugiere

algunos mandamientos: originalidad absoluta en el

plato; abolición de cuchillo y tenedor o uso en dosis


recomendadas de poesía y música como ingredientes

sorpresa. Surrealista, como no podría ser de otra forma,

es Les Dîners de Gala de Salvador Dalí (1973). Más

práctico, Dinner with Jackson Pollock, que incluye su

galardonada receta del pastel de manzana.

Recientemente, Olafur Eliasson reúne 100 platos

vegetarianos que protagonizan los almuerzos

comunitarios de su estudio en The Kitchen. Aunque la

“biblia” de las recetas para creativos sigue siendo The

Artists’ & Writers’ Cookbook, de 1961. Por sus páginas,

Man Ray, Marcel Duchamp o Harper Lee en versión

gastronómica. Para emplatar, mezclar todos los

ingredientes del primer párrafo con la vinagreta. Así de

simple.

                            FIN 

                                  TATIANA,AGUSTINA,CATALINA,IOJAN.

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