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¿QUÉ ES LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE?

La contaminación atmosférica consiste en la presencia de materias o


formas de energía en el aire que pueden suponer un riesgo, daño o
molestia de diferente gravedad para los seres vivos. Entre las
consecuencias directas de la contaminación atmosférica, se podría
destacar el desarrollo de enfermedades y afecciones en los seres
humanos y la biodiversidad, así como la pérdida de visibilidad en
zonas de grandes concentraciones o la aparición de olores
desagradables.
La producción, el desarrollo del transporte y el uso de  a partir de
la Revolución Industrial ha disparado los niveles de dióxido de
carbono y otros gases contaminante en la atmósfera. Esto ha
provocado que la contaminación en el aire sea ya un problema
ambiental global.
La niebla gris que engloba las grandes ciudades es la forma más
común en la que se muestra que la contaminación del aire es un
problema real siendo ya visible ante nuestros ojos. El aumento de gases de efecto invernadero está provocando un calentamiento
generalizado de nuestro planeta y el deterioro de la capa de ozono. Ambos efectos suponen un peligro tanto para la salud de los seres
humanos como para la vida de los ecosistemas que ven alterado su equilibrio ecológico.
La acción humana es la principal culpable de la contaminación atmosférica. La quema de combustibles fósiles, como el carbón o el
petróleo, es una de las principales causas de este problema ambiental que pone en peligro no solo a nuestra naturaleza sino a nuestra
propia salud.

¿Qué tipos de sustancias producen la contaminación del aire?


La contaminación atmosférica se presenta en diferentes sustancias que se derivan fundamentalmente de cinco focos de actividades
humanas: la industria, la agricultura, los residuos, los hogares y el transporte. Una concentración elevada de gases de efecto
invernadero es altamente nocivo para la salud del planeta y sus habitantes. Estas son los principales gases contaminantes:
 El monóxido de carbono
 El dióxido de carbono
 El dióxido de nitrógeno
 El óxido de nitrógeno
 El ozono a nivel del suelo
 El material particulado
 El dióxido de azufre
 Los hidrocarburos
 El plomo
¿Dónde se produce la contaminación del aire?
Estas emisiones tienen cinco focos básicos producidos por el ser humano:
Industrias
En muchos países, la producción de energía es la fuente principal de la contaminación del aire, aunque no la única. La quema de
carbón por parte de centrales eléctricas o aquellas plantas basadas en diésel, son dos de las fuentes de emisión más frecuentes y
nocivas. De la misma manera, aunque en menor medida en comparación con las anteriores, los procesos industriales y el uso de
solventes en industrias químicas contribuyen a la contaminación del aire y el calentamiento global.
Frente a esta problemática, se incentiva globalmente a las industrias por medio de políticas y programas a nivel internacional  para que
realicen un uso eficiente de energía e inviertan en fuentes renovables de energía. Con ello, se contribuye a que la actividades
industriales logren una producción de energía más limpia, una mayor eficiencia energética y una reducción de los efectos de la
contaminación atmosférica.

Transporte
Cerca de 25% de todas las emisiones de CO2 (dióxido de carbón) relacionadas con la energía provienen del transporte. Estas
emisiones producen aproximadamente cerca de 400.000 muertes prematuras al año por la mala calidad del aire. La mitad de ellas son
consecuencia de la emisión de diésel debido a la emisión de óxidos de nitrógeno. No cabe duda que el transporte actual es ineficiente,
caro e insostenible al no poderse mantener al mismo ritmo sin comprometer a las generaciones futuras.
Solo en España la contaminación ha provocado la muerte de cerca de 100.000 personas en la última década.  Y es que, según datos de
Naciones Unidas, el coche causa el 13% de la contaminación del aire en los países miembros de la Unión Europea. La soberanía del
coche frente a otros medios más sostenibles es una tarea pendiente para todos.
En las áreas urbanas con grandes concentración de población resulta imprescindible trabajar en políticas de que contribuyan a la
reducción de la contaminación del aire mediante. Por ejemplo, mediante el uso de combustibles más limpios o la implementación de
medios de transporte movidos por medio de energías renovables que no sean nocivas para las personas.
Agricultura
En este sector hay dos fuentes principales que producen el 24% de todos los gases de efecto invernadero. Por un lado, la quema de
residuos agrícolas y, por otro, el metano y amoníaco que genera la ganadería. Las emisiones de metano son especialmente destacables,
puesto que afectan al ozono a ras de suelo. Esta contaminación del aire es causante de enfermedades respiratorias y aumenta el asma.
El metano, es además un gas de efecto invernadero (aunque no siempre se refuerce esta idea) que tiene un impacto mayor que el CO2
a largo plazo (por ejemplo, en períodos de 100 años).
Para reducir esta contaminación desde el sector agrícola, las personas que trabajan en él pueden llevar a cabo una reducción del
metano optimizando la digestibilidad de los alimentos, mejorando el pastoreo y con una gestión más adecuada y sostenible de los
pastizales. Pero el consumidor también es parte importante para reducir estas emisiones. Por ejemplo, disminuyendo el consumo de
carne o minimizando el desperdicio de alimentos, evitando de este modo una sobreproducción basada en una amplia demanda de
comida.
Residuos
Se calcula que el 40% de los residuos generados en el mundo y los desechos orgánicos se queman al aire libre, lo que genera
emisiones a la atmósfera de dioxinas nocivas, furanos, metano y carbono negro. Una problemática que afecta especialmente a aquellas
regiones o zonas que están en proceso de urbanización o a países en vías de desarrollo.

Entre las estrategias para evitar los efectos de este tipo de contaminación atmosférica se encuentra la mejora en la recolección,
separación y eliminación de desechos sólidos. Con ello podría reducirse la cantidad de materiales depositados en vertederos y
posteriormente quemados al aire libre.
Al igual que en el sector agrícola, un menor desperdicio de alimentos ayudaría a reducir la cantidad de deshechos orgánicos que hay
que gestionar. Del mismo modo, una separación de estos y su conversión en compost o bioenergía ayudaría a la mejora de la fertilidad
y la calidad del suelo, generando además una manera de crear una fuente de energía alternativa, más limpia y sostenible para el aire.

Hogares
La contaminación del aire desde el ámbito doméstico es nociva en dos maneras. Por un lado, porque es el aire que las personas
respiran en sus hogares de manera directa, produciendo a medio y largo plazo enfermedades respiratorias; por otro lado, porque
repercute en el aire exterior. La fuente de esta contaminación proviene de la quema de madera y combustibles fósiles para actividades
como cocinar, calentar o iluminar los hogares.
Aunque en términos generales, el 85% de los hogares tienen acceso a fuentes de energía más limpias, al menos en 97 países del
mundo, lo cierto es que se estima que aproximadamente 3.000 millones de personas continúan usando combustibles sólidos, lo cual es
una cifra muy elevada que produce una gran cantidad de emisiones contaminantes al aire.
Mantener la calidad en el aire es fundamental para la supervivencia de las personas y las especias que viven en la Tierra. Los efectos
de la contaminación atmosférica pueden ser fatídicas para las especies, puesto que la polución afecta de manera negativa en su salud,
propiciando el desarrollo de enfermedades y afecciones de diferentes tipos, como la respiratoria. Como siempre, existen una serie
de consejos que podemos seguir y que pueden tener un gran impacto en la protección de la calidad del aire que respiramos.

CONTAMINACION DEL SUELO

La contaminación del suelo es una degradación de la calidad del


suelo asociada a la presencia de sustancias químicas.1 Se define
como el aumento en la concentración de compuestos químicos,
que provoca cambios perjudiciales y reduce su empleo potencial,
tanto por parte de la actividad humana, como por la naturaleza.23
Se habla de contaminación del suelo cuando se introducen
sustancias o elementos de tipo sólido, líquido o gaseoso que
ocasionan que se afecte la biota edáfica, las plantas, la
vida animal y la salud humana.
El suelo generalmente se contamina de diversas formas: cuando se
rompen tanques de almacenamiento subterráneo, cuando se
aplican pesticidas, por filtraciones del alcantarillado y pozos
ciegos, o por acumulación directa de productos industriales o
radioactivos.
Los productos químicos más comunes incluyen derivados del petróleo, solventes, pesticidas y otros metales pesados. Este fenómeno
está estrechamente relacionado con el grado de industrialización e intensidad del uso de productos químicos. Entre los contaminantes
del suelo más significativos se encuentran los hidrocarburos como el petróleo y sus derivados, los metales pesados frecuentes en
baterías, el Metil tert-butil éter (MTBE),4 los herbicidas y plaguicidas generalmente rociados a los cultivos industriales
y monocultivos y organoclorados producidos por la industria. También los vertederos y cinturones ecológicos que entierran grandes
cantidades de basura de las ciudades. Esta contaminación puede afectar a la salud de forma directa y al entrar en contacto con fuentes
de agua potable.
En lo que concierne a la contaminación de suelos su riesgo es primariamente de salud, de forma directa y al entrar en contacto con
fuentes de agua potable. La delimitación de las zonas contaminadas y la resultante limpieza de ésta son tareas que consumen mucho
tiempo y dinero, requiriendo extensas habilidades de geología, hidrografía, química y modelos a computadora.
Los principales causantes de la contaminación del suelo son: los plásticos arrojados sin control, vertidos incontrolados de materia
orgánica proveniente de depuradoras o actividades agropecuarias, aplicación de plaguicidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas) sin
seguir las instrucciones de seguridad o sustancias radioactivas provenientes de ensayos nucleares o de instalaciones industriales que
contaminan el suelo natural o artificial.3 La contaminación del suelo se ha establecido como una importante alteración que se ve
reflejada directamente en la superficie terrestre, a partir de diferentes causas que estiman empeorar con el paso del tiempo si no se
toman las medidas adecuadas en el planeta.
Las principales fuentes antropogénicas de contaminación del suelo son los químicos, las actividades industriales, residuos domésticos,
ganaderos y municipales, agroquímicos y productos derivados del petróleo. Estos químicos son liberados al ambiente accidentalmente,
por ejemplo, por derrames petroleros o filtración de vertederos o, intencionalmente, como sucede con el uso de fertilizantes y
plaguicidas, irrigación con aguas residuales no tratadas o aplicación al suelo de lodos residuales.

Causas de la contaminación del suelo[editar]

 Acontecimientos como:
o Pruebas atómicas, como las realizadas por los británicos en Australia, que provocan que el suelo no pueda someterse a
procesos de la descontaminación por miles de años.
o Accidentes nucleares como Chernóbil muestran la increíble y descomunal contaminación de suelos, agua, atmósfera,
consecuencia de la falta de sentido común o de leyes restrictivas a las potenciales fuentes de contaminación.
 Las causas más comunes de contaminación del suelo son:
o Tecnología agrícola nociva (uso de aguas negras o de aguas de ríos contaminados; uso indiscriminado de pesticidas,
plaguicidas y fertilizantes peligrosos en la agricultura).
o Carencia o uso inadecuado de sistemas de eliminación de basura urbana.
o Industria con sistemas antirreglamentarios de eliminación de los desechos.
Por otra parte, se presenta contaminación del suelo naturalmente; esto se da debido a que algunas rocas presentan metales pesados
(cromo, níquel, plomo) los cuales se incorporan al suelo en el proceso de meteorización. Estos elementos, en pequeñas proporciones,
son aprovechados, pero, en cantidades elevadas, son nocivos para la salud.

 Otras causas son también:


o Ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo: es un método seguro de almacenar  líquidos inflamables o combustibles
pero pueden romperse a causa de la excesiva carga de tierra a su alrededor o tapando la entrada de desechos o por las
vibraciones del tráfico.
o Filtraciones en rellenos sanitarios: estos espacios pequeños destinados a la acumulación de basura y donde la misma es
cubierta por capas de tierra y se compacta de tal manera que no es perjudicial para la salud, puede sufrir algún tipo de
filtración o rotura en sus capas
o Monocultivo: el hecho de plantar una sola especie en unas tierras sin descanso ni abono deteriora el suelo, empobrece de
nutrientes, provocando erosión, esterilidad y desertificación.
o Compactación de suelos: es ocasionado cuando se comprime el suelo para poder edificar sobre él o cuando una gran cantidad
de ganado camina sobre un terreno de forma constante. Genera que las plantas no puedan desarrollar sus raíces, dando como
resultado un suelo infértil.

Efectos de la contaminación del suelo[editar]


La presencia de contaminantes en un suelo supone la existencia de potenciales efectos nocivos para el hombre, la fauna en general y la
vegetación. Estos efectos tóxicos dependerán de las características toxicológicas de cada contaminante y de la concentración del
mismo.
En general, la presencia de contaminantes en el suelo se refleja de forma directa sobre la vegetación llevándola a su degradación, a la
reducción de las especies presentes, y también a la acumulación de contaminantes en las plantas, sin que generen daños notables en
estas.6En el hombre, los efectos se restringen a la ingestión y contacto dérmico, que en algunos casos ha desembocado en
intoxicaciones por metales pesados y más fácilmente por compuestos orgánicos volátiles o semivolátiles.
Indirectamente, a través de la cadena trófica, la incidencia de un suelo contaminado puede ser más relevante. Absorbidos y
acumulados por la vegetación, los contaminantes del suelo pasan a la fauna en dosis muy superiores a las que podrían hacerlo por
ingestión de tierra.
Cuando estas sustancias son bioacumulables, el riesgo se amplifica al incrementarse las concentraciones de contaminantes a medida
que ascendemos en la cadena trófica, en cuya cima se encuentra el hombre.
Las precipitaciones ácidas sobre determinados suelos originan, gracias a la capacidad intercambiadora del medio edáfico, la liberación
del ion aluminio, desplazándose hasta ser absorbido en exceso por las raíces de las plantas, afectando a su normal desarrollo.

Consecuencias[editar]

 Alteración de los ciclos biogeoquímicos.


Entre los ciclos biogeoquímicos se encuentran los del carbono, del oxígeno, del fósforo, del azufre y del nitrógeno entre otros. Estos
elementos y los procesos derivados van desde el suelo al aire y al agua y también circulan entre los diferentes seres vivos. Debido a
los contaminantes generados por el hombre pueden sufrir modificaciones.8

 Contaminación de mantos freáticos.


Las aguas subterráneas constituyen el 97 % de toda el agua dulce del planeta y puede contaminarse al filtrarse desde el suelo los
contaminantes de este como los plaguicidas empleados en exceso en la agricultura.9 El exceso de nitrógeno depositado en las tierras de
labor por medio de fertilizantes va a parar por filtración a las aguas subterráneas contaminándolas.10

 Interrupción de procesos biológicos.


Un suelo contaminado dificulta el desarrollo de la vida de la fauna, sin existir alimento ni agua limpia, las especies migran o sufren
daños irremediables en su cadena de procreación. Con este proceso se sufre entonces lo que se llama «degradación paisajística» y por
ende una «perdida en el valor del suelo», las actividades agropecuarias se detienen, la fauna desaparece y la tierra queda inútil.11

QUÉ ES LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el agua contaminada como aquella que sufre
cambios en su composición hasta quedar inservible. Es decir, es agua tóxica que no se puede ni beber ni
destinar a actividades esenciales como la
agricultura, además de una fuente de insalubridad
que provoca más de 500.000 muertes anuales a
nivel global por diarrea y transmite enfermedades
como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la
poliomielitis.
Los principales contaminantes del agua incluyen
bacterias, virus, parásitos, fertilizantes,
pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos,
desechos fecales y hasta sustancias
radiactivas. Estos elementos no siempre tiñen el
agua, haciendo que la contaminación hídrica resulte
invisible en muchas ocasiones. Por esta razón, se
suele recurrir al análisis químico de pequeñas muestras y organismos acuáticos para conocer el estado de la
calidad del agua.

CAUSAS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA

Los factores naturales, como la filtración del mercurio presente en la corteza de la Tierra, pueden contaminar
los océanos, ríos, lagos, canales y embalses. Sin embargo, lo habitual es que el deterioro del agua proceda de
las actividades humanas y sus consecuencias, que detallamos a continuación:
  Calentamiento global
El aumento de la temperatura terrestre, a causa de las emisiones de CO2, calienta el agua y esto hace
que disminuya su nivel de oxígeno.
  Deforestación
La tala de los bosques puede agotar las fuentes hídricas y genera residuos orgánicos que sirven de caldo de
cultivo para bacterias contaminantes.
  Actividades industriales, agrícolas y ganaderas
Los vertidos de productos químicos procedentes de estos sectores son unas de las causas principales de
la eutrofización del agua.
  Basuras y vertidos de aguas fecales
La ONU asegura que más del 80 % de las aguas residuales del mundo que llegan al mar y a los ríos están sin
depurar.
  Tráfico marítimo
Buena parte de los plásticos que contaminan los océanos proceden de los barcos pesqueros, petroleros y
de transporte de mercancías.
  Derrames de combustible
El transporte y el almacenamiento del petróleo y sus derivados dan lugar a filtraciones que pueden llegar a las
fuentes de agua.

CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA

El deterioro de la calidad del agua tiene efectos negativos para el medio ambiente, la salud y la economía
global. El propio presidente del Banco Mundial, David Malpass, alerta del impacto económico: "El deterioro de
la calidad del agua frena el crecimiento y exacerba la pobreza en muchos países". La explicación está en que
cuando la demanda biológica de oxígeno —medida que muestra la contaminación orgánica registrada en el
agua— supera determinado umbral el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de las regiones ubicadas en
las cuencas cae hasta un tercio. A renglón seguido, repasamos otras de las consecuencias:
 Destrucción de la biodiversidad. La contaminación hídrica empobrece los ecosistemas acuáticos y
facilita la proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas en los lagos —eutrofización—.
 Contaminación de la cadena alimentaria. La pesca en aguas contaminadas, así como la utilización de
aguas residuales en la ganadería y la agricultura, pueden transmitir toxinas a los alimentos que
perjudiquen nuestra salud a través de su ingesta.
 Escasez de agua potable. La ONU admite que aún existen miles de millones de personas en el
mundo sin acceso a agua potable y saneamiento, sobre todo en zonas rurales.
 Enfermedades. La OMS calcula que unos 2.000 millones de personas beben agua potable
contaminada por excrementos, exponiéndose a contraer enfermedades como el cólera, la hepatitis A y la
disentería.
 Mortalidad infantil. Según la ONU, las enfermedades diarreicas vinculadas a la falta de higiene causan
la muerte a unos mil niños al día en todo el mundo.

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