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ÉTICA MORAL NIETZSCHEANA

CASO DE LA PELÍCULA EL JOCKER:

Arthur Fleck, al principio de la película, es una persona frustrada y


profundamente depresiva. Su sueño de ser cómico y trabajar codo
con codo junto a Murray Franklin, su cómico referente y presentador
de un conocido Late night show, se disipa lentamente al verse
anclado trabajando de payaso en una empresa de mala muerte. El
personaje intenta adaptarse a lo que normativamente se considera
humorístico e intenta autocensurar lo que no lo es y, para ello, va a
actuaciones en directo de cómicos tomando nota.

En esta fase Nietzsche diría que Arthur Fleck está subordinado a la


sociedad, sometido a ella. Alienado intenta adaptarse al humor
mainstream y a los códigos morales que lo condicionan. Para
Nietzsche cualquiera que quiera llegar al Superhombre debe pasar
por dos fases: la del camello y la del león.

Arthur intenta adaptarse al humor “oficial” como ya hemos dicho


más arriba, acepta medicarse para intentar controlar sus problemas
psicológicos y pone buena cara incluso a los que son hostiles con
él. Toda esta hostilidad que recibe junto a ciertos reveses que se
lleva, va generando en el personaje una serie de cargas
emocionales llevan a Arthur hacia un sentimiento de frustración y
depresión que le van alejando del compromiso social de hacer reír a
los demás.

La fase del león es la fase en la que el camello definitivamente dice


«NO» a la sociedad y a sus códigos normativos y usa la fuerza
adquirida en la anterior fase para convertirse en león y ser más
eficaz así en la lucha por su independencia personal.

Este es el momento en el que Arthur da un paso más en el camino


que le va llevando hacia el Joker y decide ir con su característico
maquillaje al programa de Murray al que había sido invitado. Ir
maquillado implica que Arthur está reivindicando una identidad
propia que está ya mucho más vinculada con el Joker, al ser una
figura que le permite ser como él es, y deja atrás la identidad de
Arthur Fleck, que tiene más de camello obediente que de león fiero.

El Joker es un personaje que nos enseña a empoderarnos, al igual


que Nietzsche con su frase «Dios ha muerto». Ambos nos invitan a
vivir de acuerdo a nuestra propia visión del mundo y de la sociedad.
Nos enseñan a ser transgresores, provocadores y decir no al poder.
Ese es el objetivo del Superhombre nietzscheano y del Joker, decir
no a una sociedad carente de empatía, de respeto hacia los
enfermos mentales y llena de violencia y miseria. Y esto, ningún
superhéroe sería capaz de enseñarlo.
ÉTICA MORAL MARXISTA

En la ética moral marxista existen tres casos que todo el mundo


conoce.

la Revolución Rusa de 1917, también conocida como Gran


Revolución Socialista de Octubre, que derrocó a la monarquía
zarista y abrió camino a un Gobierno de obreros y campesinos. Uno
de los cambios fundamentales fue la eliminación de la propiedad
privada de la tierra, que pasó a estar en manos de los comités
agrarios comarcales y de los Soviets (consejos en ruso) de
diputados campesinos.

Otro caso es la Revolución Cubana, que 1959 que logró derrocar a


la dictadura de Fulgencio Batista. Fue en 1961 cuando el líder
revolucionario Fidel Castro declaró el carácter socialista de la
revolución. Gracias a este proceso, Cuba aprobó una Reforma
Agraria para la redistribuir la tierras de los latifundistas a favor de
los campesinos más pobres.

Desde el inicio de la Revolución el país caribeño ha conseguido


importantes logros como la erradicación del analfabetismo y la
disminución de la mortalidad infantil.

Y también la Revolución Bolivariana, impulsada en Venezuela por el


comandante Hugo Chávez. La idea de superar al capitalismo a
través del socialismo bolivariano motivó a miles de personas a
transitar el camino hacia una sociedad distinta.
Chavéz se propuso la transición hacia un Estado Comunal, con la
participación protagónica del pueblo en la toma de decisiones.

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