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Revista Latinoamericana de Psicología

ISSN: 0120-0534
direccion.rlp@konradlorenz.edu.co
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Colombia

de Caso-Fuertes, Ana Mª; García-Sánchez, Jesús-Nicasio Relación entre la motivación y la escritura


Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 38, núm. 3, 2006, pp. 477-492 Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia

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Revista Latinoamericana de Psicología
2006, volumen 38, No 3, 477-492

RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ESCRITURA1

ANA Mª DE CASO-FUERTES2
Y
JESÚS-NICASIO GARCÍA-SÁNCHEZ
Universidad de León, España

ABSTRACT

xpectancies and beliefs, and causal attributions. Once different representative motivational studies of different cultures are described and anal

Key words: Motivation, Writing composition, Motivation towards writing composition.

RESUMEN

Este trabajo analiza la importancia de incluir el componente motivacional en la enseñanza de la escritura. Para ell

Continúa

1
Durante la realización de esta investigación se recibieron fondos de la Dirección General de Investigación del Ministerio
de Ciencia y Tecnología de España, DGI-MCyT, BSO2003-03106, for 2004-2006, concedido al Investigador Principal, el
segundo autor.
2
Correspondencia: JESÚS-NICASIO GARCÍA, Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación; Psicología Evolutiva
y de la Educación;Universidad de León, Campus de Vegazana, s/n; 24071-León, España. E-mail: dfcjgs@unileon.es
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y expectativas, y atribuciones causales. Una vez descrito y analizado estudios representativos de diferentes cultu

Palabras clave: Motivación, composición escrita, motivación hacia la escritura.

INTRODUCCIÓN conducta), en el tiempo que el sujeto pasa reali-


zando tal acción (persistencia de la conducta) y
En 1913, John Dewey justificó que la calidad en el esfuerzo dedicado a la misma.
del aprendizaje basado en el interés es mejor que
el basado en el esfuerzo (citado por Mayer, Debido a la influencia que la motivación
2001), por lo que si los profesores siguen favo- parece tener sobre nuestra conducta, es obvia la
reciendo el aprendizaje basado en el esfuerzo, es necesidad de la misma para una implicación
por una creencia tradicional: “la vida está llena absoluta en los procesos académicos, puesto
de cosas sin interés que han de ser llevadas a que el aprendizaje requiere grandes dosis de
cabo”. Sin embargo, las diversas teorías tienen tiempo y esfuerzo, donde el alumno debe elegir
también diferentes implicaciones educativas, ya la mejor acción a realizar para obtener un máxi-
que, mientras la teoría del esfuerzo enseña y mo rendimiento. Así, por ejemplo, Lorenzo
practica las habilidades de manera aislada, la (2001) o Lozano, García-Cueto y Gallo (2000)
teoría del interés intenta integrarlas dentro del demostraron la relación existente entre los nive-
contexto en el que están inmersos nuestros alum- les motivacionales para el aprendizaje de len-
nos (Mayer, 2001). guas extranjeras y las puntuaciones en pruebas
que evaluaban los niveles alcanzados por los
Actualmente parece más apropiado y eficaz alumnos en esa materia. Por tanto, parece lógico
aprender dentro de un contexto que aisladamen- el interés que muestran Meyer y Turner (2002)
te, por lo que el objetivo del profesor debe ser en proponer y enfatizar la necesidad de comple-
fomentar el aprendizaje basado en el interés mentar la emoción, la motivación y la cognición
mediante la exposición de tareas atractivas que en los diferentes programas de instrucción, en-
sean significativas para los alumnos. Este interés tendiendo la emoción como parte esencial de la
puede ser la base para una mayor motivación, motivación.
puesto que si algo atrae y capta la atención,
estaremos más dispuestos a llevar a cabo las Montero, de Dios y Huertas (2001) hablan de
acciones necesarias para satisfacer nuestra cu- diferentes estilos motivacionales y conciben el
riosidad. desarrollo de los mismos como dependiente de
la historia personal de aprendizajes, en el sentido
Una definición clásica de motivación entien- de una experiencia acumulativa y progresiva.
de ésta como el conjunto de procesos implica- No dudan en utilizar la misma terminología que
dos en la activación, dirección y persistencia de desarrollaron Dweck y Elliott en 1983 para
la conducta (Valle, Núñez, Rodríguez & describir tres patrones generales de motivación
González-Pumariega, 2002), por lo que la moti- que aparecen en el contexto académico: la mo-
vación influye de modo principal en el tipo de tivación por el lucimiento, donde los alumnos
acción elegida por el sujeto (dirección de la buscan “quedar bien”, y conciben la inteligencia
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como un rasgo genérico, global y no modifica- realización parecen ser las que están dirigidas a
ble, de modo que atribuyen el éxito a causas conseguir juicios favorables.
internas y no controlables (capacidad) y el fraca-
so a causas externas variables (mala suerte); la Estas metas se pueden entender como el
motivación para evitar valoraciones negativas valor que los alumnos dan a la realización y
sería otro de los patrones, donde el alumno finalización de las diferentes actividades escola-
busca “no quedar mal”, de modo que también res, de modo que coincide con la visión de
conciben la inteligencia como una habilidad no autores como Valle et al., (2002) o Wolters y
modificable, pero atribuyen el éxito a causas Pintrich (2001), que provoca que éste valor sea
variables y externas (suerte) y los fracasos a un determinante de la motivación.
causas internas y no controlables (capacidad), lo
que les va a provocar una indefensión; y la Un segundo componente que parece influir
motivación por el aprendizaje, que sería el pa- en la motivación académica de los alumnos son
trón de motivación más adaptativo y el que las expectativas, autopercepciones y creencias
favorece un mejor rendimiento, ya que conside- sobre la tarea y sobre las capacidades de uno
ra la inteligencia como un conjunto de habilida- mismo a la hora de realizar la tarea (García y de
des incrementables con el esfuerzo, por lo que Caso, 2002 a; Valle et al., 2002; Wolters y
éste sería la causa tanto de sus éxitos (hoy me he Pintrich, 2002). En este sentido, Valle y sus
esforzado mucho) como de sus fracasos (no me colaboradores (2002), afirman que la mayor
he esforzado lo suficiente). parte de factores y variables intraindividuales
que guían y dirigen la motivación tienen como
Puesto que existen estudios, como el de punto de referencia las percepciones y creencias
Valle y Gómez (1997), que demuestran cómo que el individuo mantiene sobre diferentes as-
los estudiantes con más altos niveles de motiva- pectos de sus cogniciones; por eso se debe tener
ción intrínseca (estudiar para aprender) utilizan en cuenta la integración del autoconcepto en las
más y mejores estrategias de aprendizaje signi- corrientes teóricas del estudio de la motivación
ficativo que los estudiantes con niveles altos de académica. Además, si el futuro apunta hacia
motivación extrínseca (estudiar para sacar bue- una importancia relevante de las creencias de
nas notas), la motivación académica se muestra autoeficacia en el rendimiento académico
como un proceso psicológico que determina la (Linnenbrink & Pintrich, 2003), y esa autoeficacia
realización de actividades y tareas educativas percibida depende de la materia o área de la que
(Garrido y Pérez, 1996), entre las que se puede se trate, parece claro que la motivación puede
destacar la importancia de la escritura dentro del variar según el área curricular de que se trate y,
currículum (Elbow, 1998, 2000). por tanto, puede ser que un niño tenga una gran
motivación para realizar tareas matemáticas y
Determinantes de la Motivación ninguna para escribir. De hecho, Pajares (2003)
opina que la autoeficacia es el punto central de
Diferentes investigadores coinciden en afir- la motivación, sobre todo cuando hablamos de
mar la importancia que tienen las metas del una motivación hacia la escritura, campo o con-
aprendizaje en la motivación del alumno, de texto en el que se insertan los estudios del autor.
modo que parece que una mayor motivación
intrínseca está relacionada con metas de apren- Un tercer determinante de la motivación que
dizaje dirigidas al dominio de la tarea en sí, mencionan investigadores como Mussen,
mientras que las metas relacionadas con la pre- Conger, Kagan y Huston (1990) o García y de
servación de la autoestima tienen mayor rela- Caso (2002 a), serían las atribuciones que hacen
ción con la motivación extrínseca (Church, Elliot los alumnos de sus éxitos o fracasos, de modo
& Gable, 2001; McGregor & Elliot, 2002); así que según sean esas atribuciones, su ansiedad y
mismo, aquellas metas que aumentan el nivel de su estado afectivo y emocional en general, varia-
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rán, lo que provoca un cambio en la motivación fracasos: capacidad, esfuerzo, dificultad de la


(Valle et al., 2002, Wolters & Pintrich, 2001). tarea y suerte; de modo que podemos clasificarlas
a lo largo de tres dimensiones: interna/externa,
Según la literatura existente sobre las atribu- estable/inestable, y controlable/incontrolable. La
ciones causales, cuatro parecen ser las causas a las tabla 1 muestra cada una de las causas más
que mayormente se atribuyen los éxitos y/o los importante según estás características.

TABLA 1

Principales atribuciones de los éxitos y los fracasos a lo largo de tres


dimensiones

ESTABLE INESTABLE
INTERNA INCONTROLABLE CONTROLABLE
Capacidad Esfuerzo

EXTERNA CONTROLABLE INCONTROLABLE


Dificultad de la tarea Suerte

Si por ejemplo atribuimos el éxito a una buciones tienen sobre la resolución de proble-
causa interna, estable e incontrolable como la mas y el autoconcepto de los estudiantes con
capacidad, nuestras expectativas de éxito futu- dificultades de aprendizaje.
ro aumentarán, ya que nos creeremos capaces
de realizar la tarea siempre, lo que nos propor- Diversas investigaciones, como Pintrich y
ciona una mayor motivación hacia la misma; Anderman (1994), demuestran que una de las
pero si es el fracaso lo atribuido a la capacidad, variables que distinguen a los alumnos con
los efectos serán los inversos, puesto que nues- dificultades de aprendizaje de sus compañeros
tras expectativas de éxito disminuirán al vernos sin dificultades es, precisamente, que los prime-
incapaces y poco habilidosos. Lo mismo au- ros hacen más atribuciones externas tanto de sus
mentará la motivación si conseguimos que nues- éxitos como de sus fracasos, lo que les lleva a
tros alumnos atribuyan tanto sus éxitos como responsabilizarse menos de sus actos, provo-
sus fracasos al esfuerzo; o si atribuyen los cando menor motivación hacia el estudio y la
fracasos a factores externos e inestables como actividad académica.
la mala suerte. Por el contrario, disminuirá la
motivación si atribuyen sus éxitos a la suerte o Un último componente que parece influir en
a la facilidad de la tarea (la próxima puede ser la motivación de los alumnos son los niveles de
difícil), y sus fracasos a la falta de capacidad, exigencia o estándares de realización (García,
como se ha mencionado anteriormente (Valle 1993; García y de Caso, 2002 a; Mussen et al.,
et al., 2002). Por esto, es muy importante ense- 1990), que hacen referencia a la auto-evalua-
ñar a nuestros alumnos a atribuir tanto los ción de la realización de la tarea mediante la
éxitos como los fracasos al esfuerzo realizado, comparación de ésta con tres posibles modelos:
ya que es una variable que puede cambiar (es (1) la pauta marcada por el profesor, (2) la
inestable) si nosotros queremos (es interna), y realización de los compañeros o (3) las propias
depende del control de uno mismo (es contro- realizaciones anteriores, de modo que a medida
lable). Así, autores como Miranda, Arlandis y que la realización de la tarea se aproxima a los
Soriano (1997), proponen un entrenamiento ideales exigidos por su entorno, aumentará la
atribucional para ver los efectos que estas atri- motivación de logro hacia esas tareas.
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Influencia de la motivación en la escritura de la audiencia, la organización del texto o el


propio tema de escritura, por lo que se podría
“Aprender a escribir es una tarea que asusta intuir que uno de sus problemas es la escasa
y la falta de confianza en uno mismo para motivación que muestran hacia el proceso en sí,
llevarla a cabo detendrá el éxito académico”. existiendo de este modo, la necesidad de enfati-
Esta cita de Klassen (2002 a) refleja muy bien la zar la motivación para escribir. Este cambio
complejidad que entraña la tarea de escribir y la motivacional, que sería necesario inculcar en
necesidad de una alta motivación para llevarla a nuestras aulas, ayudaría a los estudiantes a ver
cabo si, como se ha dicho antes, la autoestima y los beneficios de la escritura a pesar de deman-
las creencias de autoeficacia influyen en este dar un considerable esfuerzo y numerosos ries-
proceso implicado en la activación y persisten- gos (Bruning & Horn, 2000).
cia de la conducta. Bruning y Horn (2000)
explican claramente esta relación entre motiva- Parece indiscutible que el conjunto de creen-
ción y escritura, clamando por la necesidad de cias que tienen los alumnos sobre la escritura va
fomentar la motivación de los alumnos hacia a afectar su composición de textos, por lo que
esta actividad. sería necesario que los estudiantes experimen-
ten la escritura como algo que tiene sentido,
Puesto que el proceso de composición de comunicación auténtica. Para cumplir este obje-
textos es un proceso de solución de problemas tivo y lograr que los alumnos vean la escritura
muy complejo (Miras, 2000), los alumnos nece- como algo propio, es esencial el papel del profe-
sitan desarrollar fuertes creencias motivacionales sor, ya que sus concepciones acerca de ésta
sobre la relevancia y la importancia de la escri- influirán en las creencias de sus alumnos sobre
tura para saber enfrentarse con las complejida- la misma, como mencionan Graham, Harris,
des y frustraciones que la tarea en sí conlleva, McArthur y Fink (2002) al comprobar cómo las
además de aprender a ser persistentes y flexi- creencias del profesor determinan el estilo
bles, puesto que es una actividad que requiere un instruccional de éste a la hora de enseñar a
control constante del progreso hacia las metas. escribir.

Bruning y Horn (2000) demuestran que los Tampoco se debe olvidar que la motivación
escritores altamente motivados son capaces de hacia la escritura requiere una apreciación de la
desplegar diferentes estrategias, técnicas y relación entre el lenguaje oral y el escrito
acercamientos a medida que cambian sus propó- (Bruning y Horn, 2000), ya que si los alumnos
sitos y su audiencia, manteniendo puntos de desde muy pequeños aprenden a hablar casi
vista positivos no sólo sobre la utilidad de la correctamente
escritura sino también sobre el compromiso con ¿por qué les cuesta tanto escribir bien cuando el
el proceso. A la vez estos escritores se enfrentan fin de uno y otro lenguaje es el mismo? quizás
a la tarea con anticipación, sentimientos de con- sea debido a que el lenguaje oral está inserto en
trol y una ansiedad mínima, por lo que su pro- un contexto real mientras que el lenguaje escrito
ducción escrita es segura y relativamente libre necesita más “imaginación” para introducirse en
de estrés. la situación, por ello los profesionales han de
saber contextualizar al máximo la situación en la
Nuestra experiencia en las aulas y la opinión que el niño ha de escribir, hacérsela lo más real
de los profesores de primaria y secundaria, es posible.
que la mayoría de los alumnos no realizan esta
actividad mostrando estas características, sino La motivación en los alumnos con
que más bien escriben lo que piensan dificultades de aprendizaje de la escritura
(Scardamalia & Bereiter, 1992) sin pararse mu-
cho a planificar los propósitos, las necesidades Graham y Harris (1999 a y b) apuntan cómo
los alumnos con dificultades de aprendizaje de
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la escritura difieren con respecto a sus compañe- un caso real, Arthur Dent, un alumno con difi-
ros sin dificultades tanto en el escaso uso de los cultades de aprendizaje de la escritura que es
procesos de auto-regulación, lo que provoca reacio a escribir, a menudo se frustra mientras
una escasa planificación (poca atención dirigida escribe y evita, por tanto, trabajar o compartir
a las necesidades de la audiencia, a la organiza- sus escritos con sus compañeros, características
ción del texto, al establecimiento y desarrollo de todas ellas típicas de una escasa motivación
metas, y a las limitaciones del tema), monitoreo, hacia la escritura, ya que son señales de una baja
evaluación y revisión, como en el exceso de autoestima y la creencia de poca habilidad para
errores mecánicos (deletreo, uso de las mayús- escribir.
culas, puntuación, grafismo...), la escasa pro-
ductividad que presentan, una revisión ineficaz Por otro lado, existen estudios que muestran
y la sobrevaloración de la importancia de las cómo las personas con deficiencia mental po-
habilidades de producción del texto. También seen una menor motivación académica que des-
Wong (2000) contrasta las necesidades de los emboca en un menor rendimiento que los
alumnos con dificultades de aprendizaje y los alumnos “normales” de igual edad mental
alumnos sin dificultades en la escritura, llegando (Montero, 1996), lo que sólo se puede explicar
a la conclusión de que los primeros tienen difi- en base a las expectativas de fracaso más altas,
cultades sustanciales a la hora de expresar sus la menor autoestima y la competencia percibida
ideas en texto y necesitan más tiempo para más baja de los alumnos con deficiencia mental.
completar y transcribir esas ideas. Si estas características de este tipo de alumnos,
como defiende Montero (1996), son debidas a
El hecho de que los estudiantes con estas una historia persistente de fracasos ¿no posee-
dificultades de aprendizaje escriban de manera rían estas mismas características los alumnos
más pobre que sus compañeros, hace que éstos con dificultades de aprendizaje? ya que éstos
se queden retrasados y tengan muchos más últimos también cuentan con un historial de
problemas académicos, provocando una histo- fracasos continuados (González-Pienda et al.,
ria de fracasos continuados que repercute en un 2000).
patrón atribucional desadaptativo y en una baja
autoestima personal, teniendo una imagen de sí Si esto es así, se debe señalar también que no
mismos más negativa (González-Pienda, Núñez, parecen existir diferencias cualitativas entre los
González-Pumariega, Álvarez, Roces, García, patrones motivacionales hacia la escritura de los
González-Cabanach & Valle, 2000), lo que se alumnos con dificultades de aprendizaje y los
puede entender como falta de motivación al ser patrones motivacionales de los alumnos con
estos aspectos determinantes de la motivación, y bajo rendimiento (Klassen, 2002 a), por lo que,
provocando a su vez, en muchos casos, un aunque estemos hablando de alumnos con difi-
fracaso o incluso un abandono escolar. cultades de aprendizaje, podremos generalizar
estas características a los alumnos con bajo
De hecho, Graham y Harris (en prensa) atri- rendimiento, de modo que a la hora de investigar
buyen la poca elaboración de las composiciones la motivación en estos alumnos podremos traba-
de estos niños a las dificultades que estos alum- jar con unos u otros indistintamente. Ello es
nos tienen para mantener un esfuerzo sostenido, coincidente con la no distinción en base a medi-
necesario a la hora de escribir, escaso esfuerzo das de CI de alumnos que cumplen el criterio de
que puede deberse a ese historial de fracasos que discrepancia CI-rendimiento (DA) y los que no
provoca una pérdida de autoestima y autoeficacia pero que también presentan bajo rendimiento
percibida o, lo que es lo mismo, falta de esfuerzo (BR) (Aaron, 1997; Fletcher, Francis, Shaywith,
debido a la falta de motivación por la dificultad Lyon, Foorman, Stuebing, y Shaywitz, 1998;
que entraña la tarea de escribir en sí. Estos Stanovich y Stanovich, 1996) y que se confirma
investigadores lo ejemplifican con el estudio de en el caso de la escritura (García, 1998).
RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA 48

Investigaciones relacionadas con la motivación 57% de la varianza de la motivación de los


hacia la escritura estudiantes.

Existen numerosas investigaciones que tra- Otra reciente línea de investigación iberoame-
tan de relacionar la motivación con numerosos ricana basada en otro componente motivacional
tipos de variables. Por ejemplo, Wong (1998) diferente a las atribuciones, es la seguida por
menciona los buenos resultados obtenidos por Valdéz, Mondragón y Morelato (2005), los cua-
diferentes investigadores en intervenciones que les intentan comparar la estructura mental del
combinan el entrenamiento en atribuciones autoconcepto en niños mexicanos y argentinos,
causales (uno de los determinantes más impor- pareciendo que los argentinos se orientan de
tantes de la motivación), y el entrenamiento en forma más natural hacia el desarrollo intelectual
estrategias de autocontrol y autorregulación para mientras que los mexicanos requieren de mayor
mejorar la comprensión lectora en alumnos con orden y severidad. Anteriormente, también
dificultades de aprendizaje. En España también, Mestre, Samper y Pérez-Delgado (2001)
el equipo dirigido por los profesores Julio Anto- realizaron un estudio longitudinal para observar el
nio González-Pienda y José Carlos Núñez de la desarrollo del autoconcepto en 333 adolescentes
Universidad de Oviedo, estudia la influencia de con una media de 15 años, concluyendo que
las metas académicas, atribuciones, autoestima factores como la cohesión, la expresividad y la
y autoconcepto en el rendimiento académico y organiza- ción familiar favorecen un autoconcepto
las estrategias de aprendizaje, tanto de alumnos positivo mientras que la conflictividad familiar
de secundaria como universitarios (González- mantiene una relación negativa con el
Cabanach, Valle, Núñez, & González-Pienda, 1996; autoconcepto.
González-Cabanach, Valle, Piñeiro, Rodríguez,
Núñez, 1999; González-Pienda, Núñez, González- Sin embargo, hasta hace poco no existía
Pumariega & García, 1997; González-Pienda et ninguna investigación que relacionase todos los
al., 2000; Nuñez, González-Pienda, García, componentes de la motivación con la escritura;
González-Pumariega, & García, 1995; Núñez, sí había investigaciones que evaluaban, aparte
González-Pienda, García, González, Roces, de los componentes cognitivos que la tarea de
Álvarez & González, 1998; Valle et al., 1998). escribir conlleva, otras variables que son deter-
minantes para una buena motivación, como la
También, autores iberoamericanos como autorregulación, la autoeficacia o las atribucio-
Boruchovitch (2004) han tratado de relacionar nes, pero ninguna de esas variables eran centra-
componentes motivacionales, como las atribu- les en las investigaciones. Actualmente, García
ciones de niños entre 8 y 14 años, y el éxito en y de Caso (2004) llevaron a cabo un estudio
un contexto específico como es el de las mate- donde intentaban mejorar la escritura a través de
máticas, concluyendo que la atribución más técnicas motivacionales, logrando con éxito
importante para el éxito en matemáticas es el modificar la calidad y productividad de los tex-
esfuerzo realizado; o de la Torre y Godoy (2004), tos escritos por una muestra de 66 alumnos de 5º
que también estudian la influencia de las atribu- y 6º de educación primaria con dificultades de
ciones, en este caso del profesorado, en el compo- aprendizaje, pero que no aumentaron su motiva-
nente afectivo. Otros autores que estudian cómo ción todo lo que se pretendía, puesto que sólo las
influyen los comportamientos de los docentes en actitudes hacia la escritura se hicieron más posi-
la motivación de los estudiantes son Rego y tivas tras el entrenamiento específico.
Pereira (2004), que tras pasar unos cuestionarios
a 1201 estudiantes entre 16 y 19 años, concluyen Klassen (2002 a y b) realiza una revisión de
que hay cuatro dimensiones comportamentales los estudios que tienen en cuenta la influencia de
(comportamiento participativo, orientación prác- las creencias sobre autoeficacia en la composición
tica, concienciosidad y cortesía) que explican el escrita (componente principal de la motivación
según Pajares, 2003), encontrando únicamente 16
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estudios que miden, de manera muy precaria la atención a las atribuciones es un aspecto
este factor, el cual considera como componente secundario, lo que hace pensar que si prestando
motivacional, pero que como él mismo recalca, un poco de atención a esa variable ya se consi-
no es la variable central de estudio en ninguna de guen mejoras ¿no se mejorará la motivación de
esas investigaciones. los alumnos con dificultades de aprendizaje
notablemente si elaboramos una intervención
Mediante esa revisión se llega a la certeza de que se centre en todas las variables motivacionales
la importancia que tienen las creencias sobre la y entrene también en estrategias de escritura
autoeficacia en la predicción de la calidad de la dándole igual valor, no más, que a los factores
escritura en alumnos pre y adolescentes, seña- motivacionales?
lando que la necesidad de creer en nuestras
propias capacidades es esencial para dirigir y Fomento de la motivación hacia la escritura
ejecutar las diversas habilidades que la tarea de
escribir conlleva. Pero además, expone cómo las De todo lo mencionado anteriormente se
creencias sobre la propia autoeficacia son eva- desprende la necesidad de fomentar la motiva-
luaciones específicas que dependen del contex- ción de nuestros alumnos hacia los diferentes
to y que se forman mediante la propia experiencia, aprendizajes, ya que esta motivación mejora el
las experiencias vicarias, la persuasión social y rendimiento de éstos, hecho que demostraron
las interpretaciones de los estados fisiológicos y por ejemplo, Wolters y Pintrich (2001), en cuya
emocionales, formando parte de la motivación investigación relacionan la motivación de los
de la persona para escribir. alumnos y el rendimiento de éstos en tres áreas
diferentes: matemáticas, sociales e inglés. Ésto
Otra investigación que muestra cómo los unido a la importancia que parece tener este
alumnos con dificultades de aprendizaje presen- elemento motivacional a la hora de escribir, hace
tan un bajo nivel de motivación y creencias preguntarnos ¿cómo fomentar entonces la moti-
desadaptativas sobre las causas que provocaban vación hacia una de esas áreas académicas como
sus éxitos o sus fracasos (atribuciones) es la que es la lengua y concretamente hacia la escritura?
llevaron a cabo Sexton, Harris y Graham (1998) Linnenbrink y Pintrich (2002) opinan que la
de modo que, además de enseñar estrategias que motivación es dinámica y por tanto, los alumnos
les ayudasen en la planificación de la escritura, pueden ser motivados de múltiples maneras,
también intentaban mejorar las atribuciones que pero lo importante es entender cómo y por qué
realizaban los alumnos utilizando la estrategia los estudiantes están motivados para el rendi-
Self-Regulated Strategy Development (SRSD), miento escolar.
donde enseñan a los estudiantes estrategias ex-
plícitas y específicas para la planificación y la Rheinberg, Wollmeyer y Rollet (2000) apun-
revisión, en combinación con otros procedi- tan que el comportamiento motivado está en
mientos para regular el uso de estas estrategias, función de la persona y de la situación, por lo
el proceso de escritura y las conductas no rela- que a la hora de intervenir debemos hacerlo en
cionadas con la tarea. contextos específicos y asignaturas concretas;
de ahí que no sea lo mismo intentar motivar
Los resultados obtenidos por estos investiga- hacia las matemáticas que hacia la escritura, y
dores fueron muy buenos en cuanto a mejora de que se deban elaborar instrumentos e interven-
la calidad de los escritos de los alumnos con DA ciones diferentes para cada una de las áreas. Por
y en cuanto a la mejora de las atribuciones ello y concretando en la escritura, se va a realizar
causales que hacían; pero si analizamos la inter- un repaso de las condiciones más idóneas que,
vención en profundidad veremos cómo, una vez según los diversos expertos en el tema, se deben
más, el elemento principal era de nuevo la escri- dar para un aprendizaje significativo de la escri-
tura y la enseñanza de sus estrategias, por lo que tura.
RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA 48

Hay que tener en cuenta que a pesar de que puesto que ha sido bien recalcada la compleji-
se ha desarrollado un amplio conocimiento prác- dad que esta tarea conlleva. Debido a esa com-
tico sobre la instrucción de la escritura, todavía plejidad de la tarea, es fundamental mantener el
existen relativamente pocos análisis científicos nivel motivacional, para lo que se debe conse-
dirigidos a estudiar los factores motivacionales guir un equilibrio entre los costes potenciales de
cruciales en el desarrollo de la misma y cómo varios modos de acción y sus beneficios, lo cual
intervenir para aumentar la motivación hacia la se consigue mediante el compromiso con metas
realización de esta actividad. específicas y desafiantes pero abordables con un
esfuerzo razonable. Así, los profesores deben
Bruning y Horn (2000) hablan de cuatro ayudar a sus alumnos a asentar esas metas me-
factores necesarios para desarrollar una adecuada diante definiciones claras, deben desarrollar
motivación para escribir. El primero de ellos sería hábitos y estrategias que les ayuden a conseguir-
fomentar las creencias funcionales sobre la escri- lo y, a su vez, han de saber observar y juzgar su
tura, de modo que esas creencias sean lo suficien- realización, ofreciendo un adecuado feedback.
temente potentes para llevar a cabo todo el
proceso de componer un texto. Esto significaría Por último, el cuarto factor mencionado por
dar un valor a la escritura, con lo que se está Bruning y Horn (2000) consistiría en crear un
refiriendo al primer determinante de la motivación ambiente emocional positivo, ya que cuando los
que men- cionaba García y de Caso (2002 a), escritores comienzan a escribir, se encuentran
Mussen et al. (1993), Valle et al. (2002), o en un ambiente desconocido con nuevas normas
Wolters y Pintrich (2001). También este factor se que pueden producir sentimientos de falta de
refiere a la impor- tancia de creerse competente control y ansiedad que lleven a evitar la escritu-
como escritor, es decir, a la autoeficacia, la cual ra. Para conseguir este ambiente positivo se
Klassen (2002 a y b) ha mostrado como deben eliminar todas esas condiciones que ha-
indispensable para escribir textos de calidad y cen de la escritura una experiencia negativa e
también la ha clasificado como componente de la intentar asegurar que los estudiantes se diviertan
motivación. con la misma; a su vez también se debe buscar el
compromiso por parte de los alumnos y propor-
El segundo factor influyente en el desarrollo cionarles una medida significativa de control,
de la motivación hacia la escritura sería fomentar por ejemplo, dejarles elegir sobre qué quieren
el compromiso de los estudiantes a través de escribir.
auténticas metas y contextos de escritura, o lo
que es lo mismo, aumentar el interés del alumno En cuanto a esta posibilidad de elección
hacia esta tarea mediante el acercamiento a la tanto del tema a escribir como de la estrategia a
realidad y experiencia diaria del estudiante. Como utilizar, Reynolds y Symons (2001) en tareas de
se puede comprobar, este factor viene determi- búsqueda de textos, demostraron cómo la posi-
nado por la actuación de los profesores en sus bilidad de elegir los materiales de lectura y el
clases, ya que su entusiasmo y sus acciones formato, aumentaron la motivación de los alum-
proporcionan modelos para las percepciones de nos de tercer curso. También demostraron cómo
los estudiantes sobre la escritura, como ya men- un contexto interesante y atrayente para los
cionaban Graham y Harris (2002) y Graham et estudiantes mantiene la persistencia de éstos en
al., (2002). Este objetivo se debe llevar a cabo la tarea de búsqueda de información.
mediante estrategias como dividir las tareas de
escritura en partes más manejables, proporcio- Otros autores como Graham, Harris y Larsen
nar información que modele las creencias de los (2001) apuntan, entre las características que
estudiantes o suministrar el feedback oportuno. debe tener una adecuada instrucción en escritu-
ra, algunas que tienen que ver con la motivación,
Un tercer factor consistiría en proporcionar por ejemplo, resaltan la importancia de hacer la
un contexto adecuado de apoyo a la escritura
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escritura motivante mediante el buen humor, la modificar o no las habilidades, destrezas y capa-
creación de un ambiente libre de riesgos, permi- cidades propias, y el conocer formas eficaces de
tir a los estudiantes elegir sus temas de escritura pensar y afrontar el trabajo (Alonso, 1997). Por
(como se acaba de mencionar) o modificar las ello, la labor de los profesores es ayudar a los
tareas mandadas por el profesor, desarrollar alumnos a aprender a pensar más que a almace-
temas de interés para los alumnos, reforzar las nar conocimientos, y aprender pautas de afron-
realizaciones de los alumnos, especificar los tamiento. El profesor debe enseñar modos de
objetivos de cada lección, promover una aptitud pensar que permitan superar las dificultades,
de “yo puedo” (autoeficacia), modelar actitudes sacar provecho de los errores y construir repre-
positivas y proporcionar oportunidades para que sentaciones conceptuales y procedimentales que
los alumnos regulen su comportamiento. Tam- faciliten la percepción de progreso y contribu-
bién Graham y Harris (2002) recalcan la impor- yan a mantener la motivación elevada.
tancia de asentar expectativas altas pero realistas,
ignorar las expectativas negativas, mejorar la Por ello, para la implantación de un clima
calidad de las interacciones en clase, planificar motivacional positivo en clase, el profesor debe
tareas de escritura que los estudiantes puedan señalar en todo momento los progresos de cada
realizar exitosamente y construir una relación alumno y no sólo lo negativo; debe permitir que
positiva con cada alumno aceptándoles como todos los alumnos intervengan preguntando o
son y mostrando entusiasmo por sus intereses. pidiendo ayuda; debe escuchar de modo activo
todas esas intervenciones, mirando al alumno
Tampoco hay que olvidar que, incluso en los con atención, mostrándole que trata de enten-
alumnos sin dificultades de aprendizaje, las ac- derle, asintiendo con la cabeza mientras le ha-
titudes y autoeficacia hacia la escritura evolucio- blan, etc.; y a la vez de escuchar de modo activo,
nan negativamente a medida que éstos crecen, debe hacerse eco de las intervenciones y res-
como demostraron García, Marbán, de Caso y puestas de sus alumnos, para que así éste se de
Fidalgo (2001) y García y Fidalgo (2003a) en cuenta de que no hace el ridículo y que sus
una muestra de 1688 alumnos de edades com- aportaciones son importantes; y también debe
prendidas entre los 8 y los 16 años. Además, a ampliar las respuestas de los alumnos cuando
medida que el niño crece va aumentando la éstas parecen incompletas, por supuesto sin per-
conciencia de los procesos sustantivos de la der lo positivo de lo que haya dicho; además,
escritura y disminuyendo la conciencia de los ante una respuesta incorrecta el profesor debe
procesos mecánicos de la misma como indican preguntar al alumno por qué dice lo que dice
García y Fidalgo (2003b). Por todo ello se hace para poder recoger los aspectos positivos y que
necesario integrar el componente motivacional el alumno no se sienta rechazado (Alonso, 1997;
en la enseñanza de estrategias para escribir, García & de Caso, 2002 a). El alumno debe
dándole tanta importancia como a los aspectos sentir que el profesor está tan disponible para él
cognitivos de la escritura para consolidar ese como para los demás, que no se le compara y que
crecimiento de la conciencia de los procesos lo que cuenta es el progreso que sigue al escribir,
sustantivos de la escritura evitando el deteriodo independientemente que vaya por detrás de otros.
de las actitudes y la autoeficacia. Además, en relación a la escritura, Graham y
Harris (2002) apuntan cómo el profesor ha de ser
Técnicas para incrementar la motivación de quien promueva metas altas pero realistas y debe
los alumnos hacia la escritura ignorar las expectativas negativas, controlar y
mejorar las intervenciones en clase, ayudar a
La motivación depende no sólo de la dispo- desarrollar un estilo atribucional adaptativo (pue-
sición al esfuerzo por parte del alumno y de la do hacerlo), planificar las sesiones de escritura
inteligencia de éste, sino que también viene de modo que sus alumnos tengan éxito y cons-
determinada por la creencia en la posibilidad de truir con cada alumno una relación positiva.
RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA 48

Otras técnicas contextuales para fomentar la Centrándonos en el proceso de escritura,


motivación por aprender serían: a) presentar nadie duda del papel central que cumple el
información nueva, sorprendente; b) plantear profesor, puesto que para ser escritores eficaces
problemas e interrogantes que despierten la cu- los alumnos necesitan aprender las letras,
riosidad del alumno; c) emplear situaciones que linealidad, direccionalidad, dónde y cómo colo-
conecten lo que se ha de aprender y las metas de car espacios entre palabras, ortografía, construc-
los alumnos; d) explicar y que el alumno perciba ción de oraciones, conectividad en el discurso,
y experimente la funcionalidad concreta de cada etc. (Nixon & Topping, 2001), y ello conlleva un
actividad que se realice para que el alumno vea gran esfuerzo por parte del alumno que el profe-
la relevancia de la tarea y el provecho que puede sor ha de saber dirigir y mantener. Por ello, en
sacar de la misma para su vida cotidiana; e) esta tarea de composición escrita, resulta espe-
conectar con los conocimientos previos del alum- cialmente importante la actuación del profesor.
no; f) usar un discurso jerarquizado y
cohesionado; g) usar ilustraciones, ejemplos e Las investigadoras Wong, Butler, Ficzere y
imágenes para mejorar la comprensión del alum- Kuperis (1996, 1997) han demostrado el éxito
no sobre lo que tratamos de explicar; y h) pro- que se obtiene en intervenciones en escritura
porcionar guiones y establecer objetivos que proporcionando a los alumnos apoyos externos
faciliten la autorregulación, de manera que em- como listas o gráficas individuales que ayudan a
piecen a utilizar autoinstrucciones y estrategias auto-controlar y auto-dirigir su propio proceso,
de control que le faciliten el desarrollo y la y dando gran importancia al trabajo cooperativo
consecución de la tarea (Alonso, 1997). Tampo- mediante el diálogo interactivo y la agrupación
co hemos de olvidar, a la hora de intervenir sobre de los alumnos por pares.
la motivación de los alumnos, dar el máximo
número de opciones, tanto de materiales como Además, no debemos olvidar, la importancia
de estrategias, actividades, etc.; es decir, fomen- que actualmente cobran las nuevas tecnologías
tar en ellos la capacidad de elección para que así en la motivación de los alumnos (Graham &
se vean y se sientan parte activa e importantísima Harris, 2002), por lo que es aconsejable su uso
del proceso. para el aprendizaje de la escritura. De esta mane-
ra, gracias a los procesadores de texto, los alum-
También Nixon y Topping (2001) demostra- nos pueden llevar a cabo la revisión de un texto
ron la importancia que tiene la forma de agrupa- sin tener que reescribirlo todo de nuevo, pueden
ción de los alumnos en la realización de variar fácilmente el formato final del texto para
actividades para incrementar la motivación de convertirlo en una composición más clara, el
éstos hacia el aprendizaje. Así, demostraron texto queda mucho más limpio, etc. También
cómo el trabajo con compañeros, la interacción Carreiro (1998) apunta el uso de internet como
en pequeños grupos, mejoraba la composición una ayuda a la hora de enseñar a sus alumnos a
escrita. Si esto es así, deberemos tenerlo en alcanzar un adecuado proceso de escritura.
cuenta a la hora de realizar posibles intervencio-
nes, pues como bien apunta Alonso (1997), la Finalmente Graham, Harris y Larsen (2001)
forma en que los profesores organicen las enumeran una serie de principios para tener
actividades de clase promueve entre sus alum- éxito en este tipo de intervenciones y que resu-
nos interacciones de tipo cooperativo, de tipo men las técnicas mencionadas: a) proporcionar
competitivo, o no promueven interacción algu- una instrucción efectiva escrita; b) dirigir la
na, y mientras que la interacción competitiva intervención hacia las necesidades individuales
tiene efectos motivacionalmente más negativos de los alumnos con dificultades de aprendizaje;
para la mayoría de los alumnos, el trabajo coope- c) procurar que sea una intervención temprana
rativo, si se realiza correctamente, parece ser una para incrementar los resultados de ésta en un
experiencia más motivante. futuro, ya que este tipo de intervenciones pare-
48 CASO-FUERTES Y GARCÍA-

cen tener mayores beneficios; d) creer y esperar la escritura para mejorar el rendimiento acadé-
que cada alumno aprenderá a escribir; e) identi- mico general no sólo es importante en el caso de
ficar y redirigir los obstáculos académicos y no los alumnos con dificultades, si no también en
académicos que impiden el éxito en la escritura todos aquellos sin dificultades de aprendizaje y/
y en la escuela; y f) emplear herramientas tecno- o bajo rendimiento (de Caso & García, 2006).
lógicas que mejoren la realización de la escritu- Igualmente, el entrenamiento en auto-eficacia
ra, puesto que ya se ha comprobado que el uso produce efectos positivos, incluyendo la mejora
de las nuevas tecnologías mejora la motivación de la composición escrita en alumnos con DA
y por tanto, el rendimiento de los alumnos (cfr., entrenados de forma específica (García & de
revisión reciente de Li & Hamel, 2003). Caso, 2006a); y a la par, el entrenamiento en
componentes diversos de la escritura, como la
CONCLUSIÓN planificación, la reflexividad o la motivación de
forma genérica, producen mejoras en las actitu-
A pesar de que los modelos más amplios y des y otros aspectos motivacionales de la escri-
actuales de la escritura incluyen los aspectos tura (García & de Caso, 2006b).
emocionales y motivacionales como elementos
mediadores en la adquisición del proceso de En estudios instruccionales previos, hemos
composición escrita (Alamargot & Chanquoy, observado algo similar a lo ocurrido en la inves-
2001), la mayoría de las investigaciones que tigación de García y de Caso (2004) pero en
intentan evaluar y mejorar la escritura se centran relación con el fomento de la reflexividad hacia
en los aspectos cognitivos y metacognitivos del la escritura, en alumnos con dificultades de
proceso. Muy pocas son las que incluyen algún aprendizaje y/o con bajo rendimiento, de modo
componente motivacional como las actitudes o que mejoró la calidad y productividad de las
la autoeficacia (Sexton, Harris & Graham, 1998; composiciones escritas, pero no la disposición
Wong, 2000), a pesar de que parece esencial la reflexiva hacia la escritura (García & de Caso,
motivación en la adquisición de conocimientos. 2002b), aunque al considerar los niveles de
reflexividad (bajo, medio, alto), la disposición
No se debe olvidar que la motivación varía de reflexiva se veía afectada en los alumnos con
un área de conocimiento a otra, puesto que las dificultades entrenados específicamente (García
habilidades, el conocimiento y metaconocimiento & de Caso, 2004), lo que parece indicar que la
son adquiridos dentro de contextos significativos motivación y el estilo cognitivo impulsivo, a
(Hartman, 2001; Mayer, 2001). Por ello, parece pesar de ser constructos de la personalidad rela-
necesario incrementar la motivación específica tivamente estables y difíciles de modificar, no es
hacia la escritura mediante el fomento de todos imposible cambiarlos, pero se precisan interven-
sus determinantes, en especial la autoeficacia ciones específicas en estos aspectos.
percibida (Pajares, 2003), ya que la escritura es un
proceso enormemente complejo donde se deben Otra vía de interés, es utilizar no sólo instru-
de poner en marcha numerosos mecanismos que mentos de evaluación de la motivación hacia la
sólo podremos manejar correctamente con una composición escrita clásicos (del tipo cuestiona-
clara motivación (Bruning & Horn, 2000). rio), sino controlar la motivación previa de los
grupos de entrenamiento en composición escrita
Las implicaciones académicas que tendría el y estudiar su papel en la dinámica específica de
fomento de esa motivación hacia la escritura son la composición escrita. Por ejemplo, la distribu-
enormes, puesto que no se debe olvidar que la ción de tiempos en los diferentes procesos par-
escritura no sólo está involucrada en el área de ticipantes en la escritura (sean de planificación,
Lenguaje, sino que es necesaria para enseñar a de traducción o de revisión) y el esfuerzo
través de todo el currículum (Elbow, 1998, 2000). cognitivo requerido para diferentes tareas de
Esta necesidad de aumentar la motivación hacia escritura, tal y como es posible hacer con nuevas
RELACIÓN ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA 48

técnicas como la de la triple tarea de Kellogg con considerando la motivación hacia la escritura, y
retrospección directa (escribir, identificar una esto es lo que también se dedujo del estudio
señal y clasificar el proceso que está utilizando empírico comparativo de nuestro equipo (García
el que escribe) (Olive, Kellogg & Piolat, 2002). y de Caso, 2006 a y b). También son de interés
Ello permitiría conocer el papel de la motivación el uso de estrategias de autoregulación como las
hacia la escritura en el propio proceso de escri- de Graham et al., (2002; Sexton et al., 1998) de
tura y algunas variables de interés (diferencias SRSD antes citada; o el Social Cognitive Model
individuales, papel de los conocimientos pre- of Sequential Writing Skills (SCM SWS) de
vios, papel de variables situacionales, etc). Zimmerman (2002; Shunk & Zimmerman, 1997;
Zimmerman & Kitsantas, 2002) y que estamos
Por último, el manejo de materiales, contex- probando en intervenciones instruccionales con
tos, estrategias específicas, etc., facilitadores de alumnos con dificultades de aprendizaje y/o
la composición escrita con niveles diferentes de bajo rendimiento y de forma contextualizada en
interés y más o menos motivantes, en los dife- las aulas con todos los alumnos a fin de probar
rentes componentes y factores de la motivación si mejora la autorregulación y autoeficacia hacia
hacia la escritura (valor de logro estándares de la escritura (García & Fidalgo, 2006) como
realización expectativas, actitudes, autoeficacia, componentes motivacionales.
atribuciones) puede ser una vía adecuada que
proporcione pistas, indicadores, guías, a los A la vista de esta revisión, parece indudable
profesores y maestros en su trabajo cotidiano en que la motivación hacia la escritura, debe inte-
las aulas, sea con alumnos sin dificultades ni grarse siempre en el contenido curricular de la
retraso, o sea con alumnos con dificultades de instrucción en composición escrita, ya que ésta
aprendizaje y/o bajo rendimiento. Igualmente es tan importante como la enseñanza misma de
habría que decir para el caso del papel de la las estrategias para escribir bien, y si consegui-
motivación en los diferentes procesos de la mos mejorar esta motivación, unida al aprendi-
escritura, sea planificación, sea traducción o sea zaje de estrategias cognitivas, se podría lograr
revisión, del modo que hemos hecho para la paliar las dificultades que muchos de nuestros
planificación (García & Marbán, 2003) o para la alumnos encuentran al escribir.
revisión (García & Arias-Gundín, 2004) pero

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Recepción: mayo de 2004


Aceptación final: abril de 2006

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