UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ESTE

(UCE)
Facultad de ciencias jurídicas
Escuela de derecho

Análisis a la Ley 327-98 sobre la carrera Judicial y a la

Ley 50-00 (Art. 1, Numerales A y b)

Elaborado por:
Melany Maxiel Santana Mateo
(2020-2853)

Asignatura:
INT. DERECHO PROCESAL CIVIL I

Sección:
DER-441-1.

Profesor:
LICDO. LEIDY OGANDO.
 LEY 327-98 SOBRE LA CARRERA JUDICIAL

Indiscutiblemente, la administración de justicia es una función pública

esencial del Estado. El artículo 150 de la Constitución de la República
establece que la ley regulará el estatuto jurídico de la Carrera Judicial, el
ingreso, formación, ascenso, promoción, desvinculación y retiro del juez, con
arreglo a los principios de mérito, capacidad y profesionalidad; así como el
régimen de jubilaciones y pensiones de los jueces, funcionarios y empleados
del orden judicial. Se encuentra regulada por la Ley núm. 327-98 de Carrera
Judicial de fecha 11 de agosto de 1998.

Ahora bien, ¿Qué es la carrera Judicial? La Carrera Judicial consiste en la

profesionalización integral de la función jurisdiccional. Tiene como objetivo
eficientizar las condiciones para el ingreso, formación, promoción y
permanencia de quienes sirvan al Poder Judicial del Estado a través de
programas orientados al desarrollo de la carrera judicial proporcionando al
alumno los conocimientos teóricos y técnicos necesarios para el ejercicio de la
función jurisdiccional.

La 327-98 sobre la Carrera Judicial en la Rep. Dom., está dividida en 11

capítulos comprendidos en 171 artículos:

En el Capítulo I, establece las disposiciones generales, la extensión gradual,

así como las exclusiones, dentro de las cuales se encuentran los funcionarios
que sean nombrados por otro poder del Estado y los Jueces de las
Jurisdicciones militar y policial.

En cuanto al Capítulo II, titulado “Dirección de Administración de la Carrera

Judicial”, establece a la suprema Corte de Justicia, como órgano de máxima
autoridad dentro de la rama jurisdiccional del Estado, tendrá a su cargo la
dirección del sistema de la carrera judicial, por lo cual también designará a
todos los jueces que compongan dicho sistema. Además, determina que otros
de los órganos responsables de la organización y administración del sistema de
Carrera Judicial, a parte de la SCJ, son: La Dirección General de la Carrera
Judicial, que fue creado por la referida normativa y es el órgano central del
sistema que instituye dicha ley, y la Escuela Nacional de la Judicatura.

El Capítulo III denominado “Normas Especiales de la Carrera Judicial”, está

compuesto por 6 títulos que rezan de la siguiente manera: Título I, donde
establece las condiciones de aptitud para el ingreso a la carrera, dentro de los
cuales se encuentran: Ser dominicano de nacimiento u origen, o por
naturalización, Ser licenciado o Doctor en derecho, Entre otros; El Titulo II
trata de la inamovilidad, donde se establece que durante el tiempo de su
designación, los jueces nombrados, tanto por el Consejo Nacional de la
Magistratura, como los designados por la Suprema Corte de Justicia, serán
inamovibles, debiendo permanecer en su cargo hasta que sea elegido su
sustituto, sin embargo pueden ser destituidos por faltas disciplinarias; En el
Titulo III se crea el escalafón Judicial y sus categorías son las siguientes: 1)
Juez de paz o sus equivalentes; 2) Juez de Primera Instancia, Juez de
Instrucción, Juez de Jurisdicción Original del Tribunal de Tierras, Juez de
Trabajo, Juez de Niños, Niñas y Adolescentes o sus equivalentes; 3) Juez de la
Corte de Apelación, Juez del Tribunal Superior de Tierras, Juez del Tribunal
Contencioso-Tributario, Juez de la Corte de Trabajo, Juez de la Corte de Niños,
Niñas y Adolescentes o sus equivalentes; 4) Juez de la Suprema Corte de
Justicia.

En ese orden, el título IV establece las condiciones para la Designación de los

Jueces; El título V determina la provisión de cargos por Traslado, Cambios y
Ascensos de Jueces, siempre que cumplan con los requisitos de ley para
ocupar un cargo dentro de su misma categoría y especialidad, un ascenso de
categoría o ambas cosas. Esto será reglamentado por la Suprema Corte de
Justicia; Y por último, el titulo VI establece los elementos para la evaluación y
rendimiento de los jueces, su Art. 27 los precisa, entre estos: 1) El número de
sentencias pronunciadas y la cantidad de incidentes fallados en los tribunales
donde ejerza sus funciones; 2) El número de las sentencias confirmadas,
revocadas o anuladas; 3) Entre Otros.

Por otro lado, el Capítulo IV establece el sistema de remuneración de los

Jueces, el cual estará integrado por escalas graduales de sueldos, aplicables a
cada categoría. En cuanto al Capítulo V, este trata de todo lo relacionado a las
licencias: Licencia ordinaria, sin sueldo; Licencia por enfermedad o
maternidad, con disfrute de sueldo; Licencia para realizar estudios,
investigaciones y observaciones, con disfrute de sueldo y Licencia para atender
invitaciones; permisos, abandono del cargo, vacaciones, días feriados, como es
el caso del día del Poder Judicial. El Capítulo VI, determina los Deberes,
Derechos, Prohibiciones e Incompatibilidad de los jueces. Entre los Deberes de
los Jueces, se encuentran los siguientes: 1) Prestar juramento de la manera
siguiente: “Juro respetar la Constitución y las leyes de la República,
desempeñar fielmente los deberes a mi cargo, guardar el secreto de las
deliberaciones y conducirme con dignidad y decoro”. 2) Cumplir con las
disposiciones legales sobre la declaración jurada ante Notario de la
composición activa y pasiva de su patrimonio. 3) Entre otros.

En lo referente a la Incompatibilidad de los Jueces, entre estas se encuentran

que no pueden ejercer la abogacía ni directamente ni por persona interpuesta,
ni otra profesión que los distraiga del cumplimiento de sus deberes oficiales o
que sea incompatible con la dignidad del cargo que desempeñan. Tampoco
podrán prestar servicios en una misma jurisdicción o tribunal los cónyuges o
convivientes y quienes están unidos por lazos de consanguinidad o afinidad
hasta el cuarto grado inclusive.

Por su parte, el Capítulo VII trata sobe el Régimen de Seguridad Social, que es
instituido por la SCJ e incluye un seguro médico y un seguro de vida, cesantía
voluntaria e invalidez. El Capítulo VIII abarca el Régimen Disciplinario, el cual
tiene como objetivo contribuir a que los jueces cumplan honestamente sus
deberes y responsabilidades para un mejor rendimiento del Poder Judicial.
Este poder disciplinario reside en la SCJ y según la gravedad de las faltas las
sanciones a imponer son: Amonestación oral o escrita, suspensión sin sueldo
por hasta 30 días y destitución. Por su parte, este proceso para la acción
disciplinaria está contenido en el Capítulo IX.

En el Capítulo X se crea la Escuela Nacional de la Judicatura, la cual está

adscrita a la Suprema Corte de Justicia y tiene a su caro la formación y
capacitación de los servidores del Poder Judicial. Esta dirigida por un consejo
Directivo integrado por el presidente de la SCJ y por otro juez de la SCJ. Por
último, las Disposiciones Finales se encuentran el Capitulo XI, dentro de las
cuales se encuentras distintas acciones a las cuales está facultada la Suprema
Corte de Justicia.

En definitiva, la ley 327-98 sobre la Carrera Judicial tiene por finalidad

asegurar la idoneidad, estabilidad e independencia de los jueces y regular las
condiciones para su ingreso, permanencia y terminación en el ejercicio de la
Judicatura, así como determinar la responsabilidad disciplinaria en que
incurran los jueces en el ejercicio de sus funciones.

LEY 50-00

Indiscutiblemente, la Ley de Organización Judicial es un instrumento que tiene

como objetivo fundamental la coordinación de los recursos humanos y
organización del trabajo del Poder Judicial en cuanto al procedimiento y la
manera de funcionar de los juzgados y cortes.
En vista de que en su momento de modificación, el sistema de división
territorial en cámaras no hacia una distribución racional del trabajo entre los
jueces de las mismas, lo cual producía en algunas de ellas una innegable
acumulación de expedientes sin fallar. Por lo cual, resultaba imperante la
creación de un moderno sistema de organización judicial en el Distrito
Nacional que produzca la celeridad en el conocimiento de los procesos penales
y una considerable disminución de la cantidad de reclusos no juzgados en el
referido departamento judicial.

A raíz de lo estipulado anteriormente, fue creada la Ley 50-00, que modifica los
literales a) y b) del Párrafo I del Artículo 1 de la Ley No. 248 del 1981, que
modificó la Ley de Organización Judicial, No. 821 del año 1927.

La ley 50-00 que modifica la ley 821 sobre Organización Judicial, en su

artículo 1- numerales a y b, trata sobre la implementación de una Cámara Civil
y Comercial y una Cámara Penal en el tribunal de primera instancia del
Distrito Nacional y Santiago. Dicha ley modifica los números de jueces en cada
cámara, siendo para el Distrito Nacional la Cámara Civil y Comercial
compuesta por 6 y hasta 12 jueces; la Cámara Penal por 10 y hasta 20 jueces.
Para el distrito judicial de Santiago la Cámara Civil y Comercial estará
compuesta por 4 y hasta 8 jueces y la Penal por 4 y hasta 8 jueces.

Otros de los aspectos abarcados por la referida normativa son: En las Cámaras
Civiles y Comerciales, con la implementación de dicha ley la Suprema Corte de
Justicia designa para cada una, un juez presidente, un primer sustituto y un
Segundo sustituto, siendo el Juez presidente el encargado de la distribución y
asignación entre los jueces, mediante un sistema aleatorio computarizado de
los casos que deba conocer dicha cámara. Una vez apoderado un juez de un
expediente, salvo casos de incompetencia, se considerará como el único con
aptitud legal para conocer el expediente. La ley también nos muestra las
pautas a seguir en casos de inhibición, recusación, enfermedad, ausencia,
vacaciones, urgencia, imposibilidad definitiva o cualquier otra causa, que los
jueces apoderados no puedan continuar el conocimiento del expediente. Le
corresponderá al Juez presidente designar al juez sustituto para conocer dicho
expediente.

En definitiva, esta ley trae consigo un sistema flexible que permite, sin la
creación de nuevas cámaras, aumentar la capacidad y eficiencia del trabajo en
el conocimiento y fallo de 1os asuntos.