Está en la página 1de 19

Universidad de Atacama

Departamento de Geología

GUÍA PARA EL RECONOCIMIENTO Y


CLASIFICACIÓN DE ROCAS ÍGNEAS
INTRODUCCIÓN

Las rocas ígneas son aquellas formadas por la consolidación de los magmas. El magma es un
fundido sÍlicatado (mayoritariamente, algunos pueden ser de composición sulfurada o
carbonatÍtica) originado por la fusión parcial de una roca sólida pre-existente. El magma puede
contener cristales y otros elementos sólidos en suspensión, así como gases disueltos o
parcialmente exsueltos en burbujas.

Cualquier roca puede ser una potencial fuente de origen de un magma, no obstante, la mayoría de
los magmas se forman en la Tierra por fusión de peridotitas y sus variantes, que forman el manto
terrestre, de composición esencialmente basáltica. Otros magmas se forman de la fusión de rocas
de la corteza continental o basaltos de corteza oceánica, o ambos conjuntamente. Los
mecanismos de la fusión y del origen de la mayoría de las rocas magmáticas actualmente son bien
conocidos, sin embargo, aún existe debate sobre el origen de algunas rocas, como es el caso de las
andesitas que aparecen ligadas a procesos de subducción.

La petrografía es una rama de la geología que se encarga de los aspectos descriptivos de las rocas.
Dada la gran diversidad de rocas, en cuanto a composición y textura, es necesario disponer de
criterios claros de clasificación y nomenclatura, asi como de un conocimiento de las texturas. Las
texturas nos dan información valiosa sobre las condiciones de cristalización de los magmas.

MINERALES FORMADORES DE ROCAS ÍGNEAS

La mayoría de las rocas ígneas están formadas por un reducido número de minerales, entre los
que dominan los silicatos y los óxidos, particularmente aquellos formados por los elementos
químicos que dominan los magmas silicatados: Si, Al, Ti, Fe, Mg, Ca, Na y K. Tanto en óxidos como
en silicatos, estos elementos se coordinan estequiometricamente con el O, de manera que las
composiciones tanto de rocas como minerales quedan expresadas en forma de óxidos: SiO2, Al2O3,
TiO2, FeO, MgO, CaO, Na2O y K2O.

Los minerales formadores de roca comúnmente son los silicatos de los siguientes grupos:

Grupo I: Cuarzo, feldespatos y feldespatoides

Son los denominados “minerales félsicos”. De este grupo, los feldespatos calcosódicos
(plagioclasas) son los que presentan mayor interés petrográfico, por estar presentes en gran
variedad de rocas ígneas y por preservar zonaciones de crecimiento que permiten estudiar
cambios en los procesos de cristalización de los magmas.

Alteraciones frecuentes: La ortosa suele alterarse a sericita y moscovita. Las plagioclasas ricas en
An suelen mostrar alteraciones a epidota, zoisita y calcita. Los términos ricos en Na suelen estar
menos alterados.

Grupo II: A este amplio grupo pertenecen la mayoría de los minerales ferromagnesianos que
forman parte de las rocas ígneas y metamórficas. Los piroxenos, anfíboles y biotita forman el
grupo principal de los minerales máficos, o ferromagnesianos, más abundantes en las rocas ígneas.
Forman la parte esencial de la serie discontinua de Bowen y pueden presentar la reacción de tipo
peritectica en la secuencia Px Anf Bt.

Grupo III: El olivino es el mineral más abundante en el manto terrestre como constituyente
esencial de peridotitas y dunitas. También es el mineral característico de los fenocristales de los
basaltos. Puede aparecer como mineral metamórfico en mármoles impuros. Los términos ricos en
Fe (Fayalita) pueden formar parte de rocas graníticas. Es decir, es un mineral ferromagnesiano de
relevancia en un gran número de rocas ígneas y metamórficas.

Alteraciones frecuentes: Se altera con facilidad aproductos ricos en Mg. Las alteraciones más
frecuentes son a serpentina por hidratación en condiciones de baja temperatura. Otra alteración
frecuente es a iddingsita, que es un agregado fibroso microcristalino de color amarillo intenso,
compuesto de goetita, óxidos amorfos y minerales arcillosos (montmorillonita).
TEXTURAS Y CLASIFICACIÓN

TEXTURAS DE ROCAS ÍGNEAS

Con excepción de rocas volcanoclásticas , cuyo origen está directamente relacionado con procesos
volcánicos explosivos que implican la fragmentación del magma, el resto de las rocas ígneas debe
su textura a la cristalización de un magma en profundidad en la corteza (rocas plutónicas), en la
superficie terrestre (rocas volcánicas lávicas) o en condiciones cercanas a la superficie (rocas
subvolcánicas o hipoabisales).

Una parte esencial de las descripciones petrográficas es la que se refiere a los aspectos texturales.
No solo es un criterio para agrupar las rocas en grandes categorías, sino que además es una fuente
de información de primer orden para entender los procesos implicados en su origen. La distinción
entre grupos de rocas ígneas en trabajos de campo y cartográficos se hacen siguiendo criterios
texturales, además de mineralógicos.

El concepto de textura se refiere al ordenamiento y a las relaciones geométricas de los cristales y


materiales amorfos que constituyen la roca. Éstas dependen de variables como la composición
química, el contenido de volátiles, la velocidad de enfriamiento y la capacidad de precipitación de
los minerales. Las texturas son de vital importancia debido a que manifiestan la historia de
cristalización de la roca.

1. TEXTURAS BASADAS EN LA CRISTALINIDAD

La cristalinidad de las rocas ígneas depende de los porcentajes de cristales y vidrio que
constituyen la totalidad de la roca. Los adjetivos que se emplean para describir el grado de
cristalinidad se detallan en la TABLA 1.

Las rocas plutónicas carecen de vidrio, pero en rocas volcánicas puede ser un componente
importante.

CRISTALINIDAD DEFINICIÓN EJEMPLOS


Rocas holocristalinas 100% cristales Granitos, dioritas, sienitas,
gabros, etc.
Rocas hipocristalinas Cristales y vidrio (rango Tobas, dacitas, riolitas.
(hialocristalinas) entre 10% y 90% de vidrio
en la roca)
Rocas holohialinas 100% vidrio Obsidiana

TABLA 1. Grado de cristalinidad en la roca.


2. TAMAÑO DE LOS CRISTALES

Las dimensiones absolutas de los cristales de una roca ígnea están en directa relación con
la velocidad de enfriamiento del material, la tasa de nucleación y de su ubicación en la
corteza. Por lo general, rocas de grano fino se enfriaron más rápidamente a niveles
corticales superiores; por el contrario, rocas con cristales de tamaño grueso se formaron a
niveles corticales profundos y a bajas velocidades de enfriamiento. En condiciones de
enfriamiento lento se formarán pocos núcleos, dando lugar a rocas de grano grueso,
mientras que en condiciones de enfriamiento rápido se formarán muchos núcleos y se
generarán rocas de grano fino. Por el tamaño de los cristales las rocas se agrupan en dos
grandes categorías:

 Rocas Faneríticas: Cuando los minerales son reconocibles a simple vista o con lupa
de mano, pero sin ayuda del microscopio. La textura pegmatitica es una variedad
de la faneritica en la que los cristales son de gran tamaño, generalmente mayores
a 1 o 2 cm, pudiendo alcanzar hasta varios metros.

 Rocas Afaniticas: Cuando los minerales no son reconocibles a simple vista ni con la
ayuda de una lupa de mano. Dentro de la textura afanítica se distingue la textura
microcristalina o microlítica y la textura criptocristalina. En la primera los
minerales pueden ser identificados sólo en sección delgada; los cristales menores
a 0,01 mm y que presentan el tamaño suficiente para mostrar colores de
interferencia se conocen como microlitos. En la segunda los cristales no son
distinguibles microscópicamente. Los cristalitos son cristales aciculares, globulares
o tabulares que no manifiestan colores de interferencia (TABLA 2).

TEXTURAS CRISTALES
Textura faneritica: Visibles macroscópicamente
Grano muy grueso >10 mm
Grano grueso 5-10 mm
Grano medio 1-5 mm
Grano fino 1-0.1 mm
*Textura pegmatítica Mayores a 1 ó 2 cm
Textura Afanítica No observables macroscópicamente

*Textura microcristalina Visibles al microscopio


*Textura Criptocristalina No observables al microscopio
TABLA 2. Grupos de rocas según el tamaño de los cristales.

3. DISTRIBUCIÓN DE TAMAÑOS DE GRANO

Las categorías de tamaño de grano se aplican en función del tamaño dominante. No


obstante, muchas rocas presentan una dispersión notable de tamaños que se considera un
rasgo textural de primer orden, dada la relación directa existente entre el tamaño de los
cristales y el grado de sobreenfriamiento. Desde un punto de vista puramente descriptivo
podemos establecer grupos de texturas en función de la distribución de tamaños de la
forma siguiente:

 Textura equigranular: la gran mayoría de los cristales (más del 70%) tienen
aproximadamente el mismo tamaño.
 Textura inequigranular: los cristales que conforman la roca poseen diversos
tamaños. Dentro de la textura inequigranular se pueden identicar varios
subtipos:

Textura Afieltrada. Cristales tabulares que no presentan una orientación


preferencial, se distribuyen desordenadamente en la matriz.
Textura Porfídica. Se observa una población de cristales de tamaño mayor
(fenocristales) inmersos en otra de cristales más finos (masa fundamenta,
homeostasis o matriz).
Textura vitrofídica. Los fenocristales (Vitrófidos) están inmersos en una matriz
vítrea.
Textura glomeroporfídica o cumulofídica. Textura porfídica en la que los
fenocristales se agrupan en nódulos o agregados formados por uno o más
minerales. Algunas veces éste término suele utilizarse para hacer referencia a
grupos de cristales equidimensionales.
Textura seriada o dimensional seriada. La roca exhibe una variación gradual
del tamaño de los cristales, conteniendo tanto fenocristales como microlitos y,
además, cristales de tamaños intermedios que definen una serie dimensional.
Textura heterométrica. Los cristales se presentan en una serie discontinua de
tamaños.
Textura homométrica. Los cristales son de igual tamaño, sin excluir la seriación
dimensional.
Textura felsofídica. Masa fundamental formada por cristales anhedrales de
cuarzo y feldespato. Característica en riolitas y dacitas.

Existen texturas que relacionan cristales mayores que engloban a otros


menores.

Textura poiquiítica. Cristales relativamente grandes que incluyen otros de


menor tamaño de otro mineral o de varios minerales. El mineral huesped se
denomina oikocristal y los minerales incluidos cadacristales. Los cadacristales
se disponen, en general, al azar y con tamaños uniformes. Los cristales
secundarios incluidos en minerales no se consideran no seconsideran como
poiquilíticos.
Textura ofítica. Textura poiquilítica en la que cristales prismáticos de
plagioclasa, dispuestos al azar, están englobados en un cristal de augita. Es
característica de diabasas, por lo que también se ha llamado textura dolerítica,
aunque no es exclusiva de éstas.
Textura poiquilofítica. Designar a un cristal huésped de augita que incluye
cristales de plagioclasa y equidimensionales de otro mineral, algunas veces de
olivino.
Textura subofítica. Cristales alargados de plagioclasa incluidos parcialmente en
un cristal de augita.

4. DESARROLLO DE LAS CARAS CRISTALINAS (HÁBITO CRISTALINO)

Se refiere a la mayor o menor tendencia a desarrollar caras cristalinas de una determinada


especie mineral. Los siguientes adjetivos se aplican en función de la forma de los cristales:

 Euhedrales: Son los que presentan caras cristalinas verdaderas o propias bien
desarrolladas.
 Anhedrales: Son los que no poseen una forma externa definida o bien es una
forma ajena a la propia de su estructura cristalina.
 Suhedrales o subidiomorfos: Son los que tiene forma verdadera cristalina solo en
parte del cristal.

5. INDICE DE COLOR

La descripción textural puede completarse con un adjetivo alusivo al índice de color (M),
definido como el porcentaje total de minerales oscuros. Los adjetivos correspondientes se
dan en la tabla 3.
Nombre de la roca Prefijo Rango de M
Leucocrática Leuco- 0-35
Mesocrática Meso- 35-65
Melanocrática Melano- 65-90
TABLA 3. Nombres y prefijos alusivos al índice de color (M).

La apariencia más o menos oscura de la roca no alterada depende en gran medida del
tamaño de grano: las rocas de grano fino aparentan ser más oscuras que las de grano
medio para valores idénticos de M.

6. OTRAS TEXTURAS

Texturas orientadas

Textura traquitoide. Cristales tabulares orientados en forma subparalela, que son visibles a simple
vista.

Textura traquítica. Microlitos de plagioclasa subparalelos en la masa fundamental de rocas


holocristalinas o hipocristalinas.

Textura pilotaxítica. Textura traquítica con minerales primarios en los intersticios entre los
microlitos de plagioclasa.

Textura hialopilítica. Textura traquítica con vidrio, material desvitrificado o minerales secundarios
entre los microlitos de plagioclasa.

Textura spínifex. Arreglo de cristales aciculares de olivino o piroxeno aluminoso que posee un
aspecto plumoso. Entre los cristales entrecruzados se presenta material desvitrificado de grano
fino, clinopiroxeno y cromita. Los cristales fibrosos se orientan subperpendiculares al flujo.

Textura eutaxítica. Fragmentos de vidrio en agregados fibrosos subparalelos. Se observa en rocas


volcánicas como tobas e ignimbritas.

Texturas radiales

En estas texturas, siempre los minerales divergen a partir de un núcleo común. Pueden tener
aspecto de abanico, pluma, esfera, etc.

Textura esferulítica. Cristales fibrosos de uno o varios minerales radiados a partir de un núcleo que
están rodeados por vidrio u otros cristales. Se presentan en rocas volcánicas ácidas, donde los
cristales fibrosos radiales corresponden a material desvitrificado.

Textura variolítica. Abanico de fibras divergentes, frecuentemente ramificadas. Las fibras


corresponden generalmente a cristales de plagioclasa, con vidrio, piroxeno, olivino o minerales
opacos en los intersticios. Se diferencia de la textura esferulítica porque en ésta no es identificable
ningún mineral.

Textura axiolítica. Corresponde a fibras radiales que divergen a partir de un núcleo lineal.

Textura orbicular. Formada por envolturas concéntricas de minerales que alternan rítmicamente.
Los cristales son granulares o alargados, siempre alineados radialmente hacia el centro de la
orbícula.

Texturas de intercrecimiento o entrecrecimiento

El contacto entre dos cristales puede ser recto, curvo o irregular; si corresponde a éste último
caso, los cristales están interdigitados o indentados en forma tan íntima que en oportunidades
parecen estar cristalizados uno en otro.

Textura consertal. El límite entre dos cristales forma interdigitaciones, entalladuras o


indentaciones.

Textura gráfica. Intercrecimiento de dos minerales que recuerda el aspecto de la escritura rúnica o
semítica cuneiforme. Esta textura se desarrolla principalmente entre cuarzo en forma de cuñas
angulares o triangulares y varillas dentro de ortoclasa, aunque también se reconoce entre
piroxeno, leucita y nefelina, por lo que no es exclusiva de los dos primeros minerales. Si sólo se
reconoce al microscopio, la textura se denomina micrográfica.

Textura granofídica. Intercrecimiento de cuarzo y ortoclasa en forma radial o irregular.

Textura simplectítica. Intercrecimiento íntimo entre dos minerales donde uno de ellos tiene un
aspecto vermicular.

Textura mirmequítica. Entrecrecimiento simplectítico de cuarzo dentro de plagioclasa. Se observa


frecuentemente en el borde de un cristal de plagioclasa cuando penetra un cristal de feldespato
potásico.

Textura intrafasciculada. Cristales prismáticos huecos de plagioclasa rellenados por piroxeno.

Textura pertítica. Inclusiones de feldespato sódico en un feldespato potásico. Se forma por


exsolución.

Textura antipertítica. Inclusiones de feldespato potásico en plagioclasa. Se origina por


cristalización simultánea de ambos feldespatos.

Texturas de sobrecrecimiento

Corresponden a cristales únicos que presentan:

Textura coronítica. Cristal de un mineral rodeado por una franja o corona de uno o más cristales
de otro mineral. Ejemplos son olivino rodeado por ortopiroxeno y clinopiroxeno rodeado de
anfíbol (uralita).
Textura rapakivi. (del finlandés podrido) Crecimiento periférico de plagioclasa sódica en torno a un
cristal central de ortoclasa de mayor tamaño, generalmente redondeado.

Textura quelifítica o kelifítica (del griego kéluphos, corteza). Cristal que presenta una aureola
externa de minerales fibrosos. Se aplica generalmente al desarrollo fibroso de hornblenda o
piroxeno alrededor de un cristal de olivino o granate.

Texturas vesiculares

Pueden corresponder a espacios vacíos o rellenos dentro de una roca.

Textura vesicular. Vesículas o vacuolas irregulares, redondeadas o alargadas formadas por


expansión del gas en un magma.

Textura amigdaloidal. Antiguas vesículas ocupadas total o parcialmente por minerales de relleno
(tardimagmáticos o postmagmáticos) como carbonato, cuarzo, zeolitas, calcedonia, analcima,
clorita y/o rara vez vidrio.

Textura ocelar. Zonas leucocráticas esféricas o elipsoidales incluidas en una roca rica en
ferromagnesianos. Estos cuerpos félsicos se denominan ocelos. Los minerales que constituyen los
ocelos pueden estar en la roca huésped: feldespatoides, zeolitas, calcita, feldespatos alcalinos,
cuarzo, clorita, hornblenda, biotita, piroxeno o vidrio. Generalmente los cristales que rodean el
ocelo son tabulares, disponiéndose tangencialmente a éste.

Textura miarolítica. Cavidades irregulares en rocas plutónicas o subvolcánicas.

Litofisas. Esferas formadas por capas concéntricas con intersticios vacíos.


CLASIFICACIÓN PETROGRÁFICA DE LAS ROCAS PLUTÓNICAS

Las bases para la clasificación de las rocas ígneas fueron establecidas por la Subcomisión para la
Sistemática de las Rocas Ígneas de la IUGS. Se buscó desarrollar un sistema fácil, que
correspondiera a las relaciones naturales de las rocas y respetara las tradiciones petrográficas. El
criterio principal para clasificar las rocas plutónicas es la abundancia en volumen de los minerales
reales que las componen; es decir, lo que familiarmente se conoce como la moda mineral o
abundancia modal. No obstante, antes de aplicar los esquemas de clasificación basados en las
abundancias minerales, hay que decidir si la roca es en realidad una roca ígneas y más
concretamente si es plutónica, o no.

De los principios generales enunciados por la IUGS para la clasificación de las rocas ígneas se ha
extraído los siguientes como más relevantes en relación a la clasificación petrográfica de las rocas
plutónicas:

1. La clasificación debe basarse en la abundancia modal de sus minerales.


2. La denominación debe basarse en propiedades descriptivas observables, con
independencia de los procesos que las han originado, o modificado en su caso.
3. La clasificación y la nomenclatura deben respetar en lo posible la tradición histórica.
4. La clasificación debe ser simple y fácil de usar.

Los parámetros usados en la clasificación primaria o general de las rocas plutónicas se basan en las
proporciones relativas, expresadas en porcentaje en volumen, de los siguientes minerales o
grupos de minerales:

Q: cuarzo

A: Feldespatos alcalinos. Ortoclasa, microclina, sanidina, anortoclasa, y albita con <5% molar de
anortita (An5-An0 ).

P: Plagioclasas, con >5% molar de anortita (An100-An5 ).

F: Feldespatoides. Su presencia es incompatible con cuarzo.

M: Minerales máficos; piroxenos, olivinos, anfíboles, micas, granates, carbonatos primarios,


epidotas primarias y minerales opacos.

Los tres términos QAP o APF se proyectan, una vez recalculados al 100%, en dos diagramas
triangulares con los vértices opuestos, dando lugar al clásico doble triángulo conocido como
diagrama de Streckeisen, que se aplica para rocas con M<90.
CLASIFICACIÓN DE ROCAS ULTRAMÁFICAS

Las rocas con M>90 tienen una clasificación especifica basada en las proporciones de los minerales
máficos que las componen.

Los minerales ferromagnesianos usados en esta clasificación son Ol, Px, Cpx, y Hbl, dispuestos en
los vertices de dos diagramas triángulares: Opx-Ol-Cpx y Px-Ol-Hbl. La presencia de Pl, Spl o Grt
puede indicarse mediante calificativos adicionales. La IUGS recomienda distinguir si estos
minerales están en concentraciones > o < del 5%, usando la forma “ con Grt” seguido del nombre
si la abundancia es <5%; y anteponiendo el nombre del mineral al de la roca si la abundancia es
>5%.
TEXTURAS VOLCÁNICAS Y SUBVOLCÁNICAS

RASGOS TEXTURALES BÁSICOS

Un rasgo intrínseco de las rocas volcánicas es la cristalización final en un ambiente superficial, a


presión atmosférica o casi atmosférica, en condiciones de alto grado de sobreenfriamiento. Este
hecho conlleva que la fracción líquida del magma se consolide de forma brusca, desarrollando
texturas de grano fino a muy fino debido a una altísima tasa de nucleación, pudiendo dar lugar a
vidrio si las condiciones de sobreenfriamiento son extremas. Aunque no toda la parte líquida dé
lugar a vidrio, la presencia de una fracción vítrea es bastante común en cualquier roca volcánica.

La tendencia a la formación de vidrio no solo depende del grado de sobreenfriamiento, además


depende de la composición del líquido. Por lo general, los líquidos más ricos en sílice (dacitas y
riolitas) tienden a formar vidrio con más facilidad que los líquidos pobre en sílice (basaltos).

Los rasgos texturales básicos son:

1. Presencia de una matriz afanítica, micro o criptocristalina.


2. Presencia de vidrio que puede ser local o generalizado en toda la matriz.
3. Presencia de macrocristales que pueden ser o no fenocristales.

CLASIFICACIÓN MODAL QAP

La dificultad intrínseca a las rocas volcánicas para determinar la moda mineral hace que esta
clasificación sea de uso limitado en comparación con las rocas plutónicas. La moda calculada sobre
la población de macrocristales no es representativa de la roca ya que las fases minerales más
tardías de la secuencia magmática están de forma no identificable en la matriz, dando resultados
lejos de la realidad de la roca.
CLASIFICACIÓN DE ROCAS EXPLOSIVAS O PIROCLÁSTICAS

Piroclastos: porciones de tamaño variable de rocas volcánicas (y/o cristales, y/o vidrio) resultantes
de la fragmentación del magma o de las rocas de la pared del conducto eruptivo. En general, se
pueden definir como clastos producidos por fragmentación resultante de la actividad volcánica.

Litoclastos: clastos de roca volcánica procedentes de la fragmentación de antiguas rocas que son
atravesadas por los conductos de ascenso del magma o flujo piroclástico.

No todos los fragmentos de rocas volcánicas son piroclastos ni todos los agregados de fragmentos
de rocas volcánicas son depósitos piroclásticos. No se consideran piroclastos los fragmentos de
magma producidos como consecuencia de la autobrechificación de la lava durante el flujo
superficial y consolidación, ni tampoco los fragmentos producidos por brechificación hidroclástica
de la lava (hialoclastitas). No se considera depósito ni roca piroclástica si ha habido un transporte
en un medio sedimentario posterior a la formación del depósito eruptivo. En este caso se
denominan epiclastos.

Los piroclastos más comunes son de pómez y escorias en los que el porcentaje de vesículas puede
ser más del 90% en volumen. Estos se clasifican según el tamaño en los siguientes grupos:

Diámetro Nombre del Depósitos y rocas piroclásticas (>75% Rocas mixtas


promedio de piroclasto de material piroclásticos) piroclástico-
clastos (mm) No consolidado Consolidado epiclásticas (25%
TEFRA ROCA a 75% de
PIROCLÁSTICA piroclastos)
>64 Bombas y Aglomerado, Aglomerado Aglomerado
bloques tefra de bombas Brecha tobáceo
o bloques piroclástica
64-2 Lapilli Capa de lapilli Toba de lapilli Brecha tobácea
Tefra de lapilli Lapillita
2-1/16 Ceniza gruesa Ceniza gruesa Toba de ceniza Arenisca tobácea
gruesa
<1/16 Ceniza fina Ceniza fina, polvo Toba de ceniza Limolita tobácea
(polvo) fina Lutita tobácea
Toba de polvo
TABLA 4. Clasificación y términos de piroclastos, rocas piroclásticas y rocas mixtas con más del 25%
de piroclastos.

También podría gustarte