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Paratimia: síntomas y causas de la

alteración de la afectividad
La paratimia tiene que ver con una manera
anómala de expresar las emociones. Veamos
cómo es.

La psicopatología de la afectividad es un campo concreto de la


psicología que engloba los diferentes trastornos o alteraciones de la
afectividad, es decir, aquellos que tienen relación con los sentimientos,
las emociones y los afectos.

Hoy hablaremos de una alteración en concreto: la paratimia. ¿Cómo se


explica que una persona se comporte de forma incongruente a la
situación que está experimentando? ¿Has visto reír a alguien en un
entierro? ¿Qué ocurre cuando estas experiencias resultan patológicas?
De eso trata la paratimia, y en este artículo lo analizaremos con detalle.

 Artículo relacionado: "Los 8 tipos de emociones (clasificación y


descripción)"

Las emociones humanas


Las emociones nos permiten adaptarnos al mundo en el que
vivimos, así como a nuestro mundo interno. Junto con ellas, los
sentimientos y los afectos constituyen fenómenos y herramientas de
gestión emocional. Estos, a su vez, influyen en nuestra percepción y en
nuestra experiencia vital.
Las emociones son un canal de expresión: su gestión adecuada
contribuye al bienestar personal de cada uno y predispone a una buena
salud mental. La gestión inadecuada o la represión de las mismas, en
cambio, puede provocar en la persona malestar y sufrimiento
psicológico.

La psicología afectiva engloba estos conceptos. La psicopatología de la


afectividad, por su parte, incluiría las alteraciones que se producen en la
esfera emocional, afectiva y sentimental de la persona.

Psicología de la afectividad
La afectividad o vida afectiva engloba todas aquellas experiencias que
definen y limitan la vida emocional de una persona. Es un conjunto de
tendencias y estados que la persona experimenta de manera propia e
inmediata.

La afectividad influye en nuestra personalidad y en nuestro


comportamiento, especialmente en su expresión. Generalmente se
distribuye en polos dicotómicos como placer/dolor o alegría/tristeza. Por
eso, como veremos, los efectos de la paratimia se extienden a muchos
ámbitos de la vida.

Dicho esto, vamos a conocer los diferentes conceptos que engloba la


psicología de la afectividad:

Emociones
Las emociones son respuestas afectivas internas que pueden ir
acompañados de síntomas somáticos y que aparecen en respuesta a
una vivencia. Esta vivencia puede ser interna (un pensamiento, una
sensación...) o externa (un suceso).

Las emociones mantienen o acaban con el acontecimiento


desencadenante. Algunas de ellas son el miedo, la alegría, la rabia...

Sentimientos
Los sentimientos son la experiencia subjetiva de la emoción. Son más
duraderos y menos intensos que las emociones y, a diferencia de estas,
no se acompañan de síntomas somáticos o vegetativos. Por ejemplo son
sentimientos el amor, los celos o el orgullo.

Estado de ánimo o humor


Es el estado basal de la persona, de duración prolongada, estable y
persistente, que acompaña la experiencia vital. A diferencia de los
anteriores, se instaura de forma más lenta y progresiva.

Se trata de una disposición a reaccionar con un cierto tipo de emoción a


los diferentes acontecimientos. Puede ser reactivo a una situación
(externa o interna) o bien aparecer espontáneamente. Por ejemplo sería
el estado de ánimo triste, alegre…

Paratimia: alteraciones de la afectividad


Existe una gran variedad de alteraciones que afectan a las esferas
comentadas. Estas pueden aparecer de forma aislada en el individuo,
o dentro de un cuadro psicopatológico más global (por ejemplo
esquizofrenia, manía, depresión…). Dentro de la esfera afectiva y
emocional, encontramos la paratimia.

La paratimia, también llamada discordancia o incongruencia


ideoafectiva, es la falta de relación entre lo expresado verbalmente y el
vivenciar afectivo. Es decir, el sujeto experimenta sentimientos
inadecuados o incongruentes para la situación que está viviendo o para
los pensamientos que está teniendo.

Así pues, se trata de una reacción discordante de la afectividad: por


ejemplo, mostrar irritación en situaciones alegres, reírse en situaciones
tristes (por ejemplo en un entierro) o llorar ante un pensamiento
divertido. Esta inadecuación puede comprender aspectos cuantitativos
(intensidad) o cualitativos (tono, matiz o calidad).

La paratimia aparece con frecuencia en la esquizofrenia (especialmente


cuando existen síntomas negativos y defectuales), en trastornos
orgánicos cerebrales y en trastornos afectivos primarios (aunque en
estos últimos de forma excepcional).

 Quizás te interese: "¿Qué es la esquizofrenia? Síntomas y tratamientos"

Tipos de paratimias
Existen, además de la paratimia comentada, dos tipos más, aunque con
significados bastante diferentes a la paratimia original. Se trata de la
paratimia positiva y la paratimia negativa.

La paratimia positiva o alegría patología aparece cuando el sujeto se


mantiene en un estado eufórico e hiperactivo característico. Se
manifiesta en los episodios maníacos del trastorno bipolar o en cuadros
orgánicos (moria).
En la paratimia negativa o tristeza patológica, sucede justo lo contrario; el
sujeto se siente especialmente triste o apenado. Aparece sobre todo
en los episodios depresivos.

Sus diferencias con la indiferencia afectiva


No debemos confundir la paratimia con otra alteración de la afectividad:
la frialdad o indiferencia afectiva. Esta consiste en la carencia o la
pérdida de la capacidad de presentar respuestas afectivas, o la
incapacidad de modular y ser flexibles con las emociones.

Las personas con indiferencia afectiva se muestran frías, insensibles e


incapaces de involucrarse emocionalmente con otras personas o en sus
actos.

Al igual que la paratimia, esta alteración aparece en la esquizofrenia


residual y en trastornos orgánicos cerebrales. Por otro lado, también
puede manifestarse en algunos trastornos de la personalidad.

Referencias bibliográficas:

 Buela-Casal, G., Caballo, V., y Carrobles, J. A. (2002): Manual de


psicopatología y trastornos psiquiátricos. Siglo XXI. Madrid.
 Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos, F. (2008). Manual de Psicopatología.
Volumen I. Madrid: McGraw-Hill.

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