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JUICIO SUCESORIO INTESTAMENTARIO

A BIENES DE JOSE RAMON MONTIEL REYES


EXPEDIENTE NUMERO 922/2015

C. JUEZ SEGUNDO CIVIL EN


PACHUCA DE SOTO, HIDALGO
PRESENTE.

MARIA DEL CARMEN MONTIEL REYES, con la personalidad que


tengo debidamente acreditada dentro del expediente que al rubro
indico, ante usted comparezco a exponer:

Por medio del presente escrito y con fundamento en los


artículos 672, 673 y demás relativos y aplicables del Código de
Procedimientos Civiles vigente en el Estado, en tiempo y forma
vengo a interponer recurso de REVOCACIÓN, en contra del auto de
fecha 29 veintinueve de febrero del año 2016 dos mil dieciséis,
mismo que me fue notificado en fecha 10 diez de Marzo del 2016 dos
mil dieciséis, debido a que me causa los siguientes

A G R A V I O S.

En auto recurrido de fecha 29 veintinueve de febrero del año


2016 dos mil dieciséis expresa:

“…EN PACHUCA DE SOTO, HIDALGO, A 29


VEINTINUEVE DE FEBRERO DE 2016 DOS MIL DIECISEIS.
Visto el estado procesal que guardan los
presentes autos y con fundamento en los artículos
55 y 277 del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado, así como lo sustentado en
la tesis jurisprudencial formada con motivo de lo
resuelto por el Segundo Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito, que a la letra dice: “SENTENCIA.
CUANDO NO GURDAN ESTADO LOS AUTOS PARA DICTARLA.
Los autos no guardan estado para dictar sentencia
cuando no se ha cumplido con alguna formalidad
del procedimiento, o bien si se encuentra
pendiente de resolver algún recurso o incidente
que pueda influir en el fallo respectivo, de
manera que no pueda emitirse este sin antes
tramitar y resolver aquel, puesto que de eso
depende el sentido de la resolución definitiva.”
Y lo sustentado por la Jurisprudencia firme
contenida en el Apéndice al Semanario Judicial de
la Federación 1917-1985, cuarta parte, tercera
sala, titulada: “DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER.-
El uso que los tribunales hagan de la facultad
que tienen de mandar practicar diligencias para
mejor proveer, no puede considerarse como agravio
para ninguno de los litigantes, ni altera las
partes substanciales del procedimiento, ni deja
sin defensa a alguna de las partes
contendientes.” Se Acuerda:
I.- Toda vez que MARIA DEL CARMEN MONTIEL
REYES, acudiera a denunciar la muerte sin testar
de JOSE RAMON MONTIEL REYES en su carácter de
pariente colateral y una vez analizadas las
actuaciones del presente juicio, mismas que hacen
prueba plena en términos de lo dispuesto por el
artículo 409 del Código de Procedimiento Civiles,
se desprende que no obra en autos los edictos por
medio de los cuales se diera a conocer el deceso
de JOSE RAMON MONTIEL REYES esto con el fin de
conocer si existen personas con igual o mejor
derecho para hacer reclamo de los derechos que
pudieran derivar de la presente sucesión esto en
base a lo establecido por el artículo 793 del
Código de Procedimiento Civiles vigente para esta
Entidad.
II.- Una vez que se dé cumplimiento al
punto anterior y que obren en autos lo
solicitado, se resolverá lo que en derecho
corresponda respecto de la resolución ordenada.
II.- Notifíquese y cúmplase.
Así, lo acordó y firma el C. licenciado ADOLFO
VARGAS PINEDA, juez Segundo Civil de este
distrito judicial, que actúa con Secretario de
Acuerdos, que autentica y da fe. ”

Me causa agravio el auto ya citado toda vez que


Su Señoría está revocando su propia determinación
y esta es la realizada con fecha 20 veinte de
enero del año 2016 en la cual se dictó un auto
dentro del expediente en que se actúa y en el
cual se ordenó dictar el auto declarativo de
herederos que en derecho proceda, auto que fue
acordado y firmado por el C. JUEZ SEGUNDO CIVIL
DE ESTE DISTRITO JUDICIAL, LIC ADOLFO VARGAS
PINEDA, manifestando que su Señoría debió
regularizar el procedimiento antes de acordar y
firmar el auto que ordena se dicte el auto
declarativo de herederos de fecha 20 veinte de
enero del año 2016 y no revocando dicha
determinación posteriormente en auto de fecha 29
VEINTINUEVE DE FEBRERO DE 2016 DOS MIL DIECISEIS

Sirve a lo anteriormente expuesto la tesis que a


continuación se indica:

Época: Novena Época


Registro: 203474
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo III, Enero de 1996
Materia(s): Civil
Tesis: I.3o.C.77 C
Página: 341

REGULARIZACION DEL PROCEDIMIENTO, LOS TRIBUNALES NO DEBEN


REVOCAR SUS PROPIAS RESOLUCIONES AL DECRETAR LA.

De lo dispuesto en el artículo 272-G del Código de


Procedimientos Civiles del Distrito Federal, se desprende que
tal dispositivo no establece una obligación, sino una facultad
para que los jueces y magistrados puedan subsanar toda omisión
que notaren en la sustanciación del procedimiento, para el solo
efecto de regularizarlo, siempre que con ello no modifiquen sus
propias determinaciones; por lo que si además el artículo 84 del
Código aludido es contundente al ordenar que esos órganos
jurisdiccionales no podrán variar ni modificar sus sentencias o
autos después de firmados, estableciendo sólo la posibilidad de
aclarar algún concepto o suplir cualquier omisión que las
primeras contengan sobre un punto discutido en el litigio, o
bien cuando los segundos sean obscuros o imprecisos, pero
haciendo sobre todo hincapié en que no se puede alterar la
esencia de dichas sentencias y proveídos; por lo que resulta
incuestionable que no podía proceder la pretensión de la parte
quejosa de que se regularizara el procedimiento, puesto que ello
no sólo tendría como finalidad la de subsanar la omisión de que
no se acordó una promoción de la parte demandada, por la que
señaló un nuevo domicilio para oír notificaciones, ya que eso
necesariamente también traería como consecuencia que se anulara
todo lo actuado en el juicio natural, con posterioridad a un
auto por el cual se ordenó una notificación personal a las
partes, en virtud de que la misma se llevó a efecto en el
domicilio originalmente señalado por la amparista y no en el que
precisó con posterioridad; por lo tanto, al quedar claro que no
se está en el supuesto de que se pretenda subsanar una simple
omisión, es indudable que tal pretensión se debió intentar a
través del recurso ordinario que resultara procedente para
lograr la nulidad de las actuaciones relativas.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 6483/95. Celia León Reyes. 30 de noviembre de


1995. Unanimidad de votos. Ponente: José Becerra Santiago.
Secretario: Miguel Vélez Martínez.

Aunado a lo anterior he de manifestar a Su Señoría que como es de


observarse de autos no se desprende la existencia de personas con
igual o mejor derecho a heredar, tal y como se desprende de la
audiencia testimonial ya desahogada, además de lo anterior
Dicha resolución que se solicitó la suscrita y que fue acordada en
sentido afirmativo y posteriormente fue revocada por su señoría  no
causa estado ni tiene efecto de cosa juzgada, por cuanto no
constituye sentencia que ponga fin a una controversia, dictándose
de esta manera sin perjuicio de terceras persona, razón por la cual
no descarta la posibilidad de que se incluyan nuevos herederos o de
que se excluyan los que la declaratoria contiene.

Época: Novena Época


Registro: 165041
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXI, Marzo de 2010
Materia(s): Civil
Tesis: I.7o.C.141 C
Página: 2972

DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER. NO PUEDEN ESTAR A LA


DECISIÓN ARBITRARIA DEL JUZGADOR.

El artículo 279 del Código de Procedimientos Civiles para


el Distrito Federal confiere a los tribunales, en todo tiempo,
la práctica o ampliación de cualquier diligencia probatoria,
teniendo como únicos requisitos: a) que sea conducente para el
conocimiento de la verdad de los puntos cuestionados; y, b) que
no lesione el derecho de las partes procurando su igualdad. Todo
lo cual tiene sustento en la garantía de imparcialidad
consagrada en el artículo 17 constitucional. En consecuencia, al
dictarse una diligencia para mejor proveer, el juzgador deberá
respetar los principios de igualdad de las partes y de
preclusión; en aquél (de igualdad), los contendientes deberán
tener las mismas oportunidades, eliminando situaciones de
ventaja y privilegios, lo que se traduce en igualdad jurídica;
en ese (de preclusión), impone a las partes la obligación de
aportar al proceso los medios probatorios dentro de la etapa
postulatoria, y sólo por excepción en etapa diversa cuando se
trata de hechos supervenientes. Por tanto, la facultad de los
juzgadores para mejor proveer, no puede estar a una decisión
arbitraria; por el contrario, se debe anteponer el cumplimiento
de estos principios al ordenar el desahogo de alguna prueba.
Ello no puede entenderse de otra manera, pues su inobservancia,
bajo el pretexto de allegarse elementos de convicción para mejor
proveer, llevaría inevitablemente a subsanar la deficiencia de
alguna de las partes respecto al ofrecimiento de pruebas;
situación que sería violatoria del artículo 281 del mismo
código, según el cual establece la obligatoriedad de éstas para
asumir la carga de la prueba en relación a los hechos
constitutivos de sus pretensiones.
SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.

Amparo directo 757/2009. José Martínez Ruiz y otra. 18 de


febrero de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Julio César
Vázquez-Mellado García. Secretario: Benjamín Garcilazo Ruiz.

En mérito de lo anterior, pido se sirvan revocar el auto


recurrido dejando este sin efectos, subsanando el agravio en mi
contra por ser así procedente con forme a derecho.

Por lo expuesto, y fundado


A usted C. Juez, atentamente pido se sirvan:

ÚNICO.- Revocar el auto recurrido en los términos


solicitados en el cuerpo de los agravios, por así corresponder
conforme a derecho y ser de justicia.

“PROTESTO LO NECESARIO”
PACHUCA DE SOTO, HIDALGO, MARZO DE 2016

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MARIA DEL CARMEN MONTIEL REYES

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