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EL ASEO DEL PACIENTE NO ENCAMADO

Se realiza cuando el paciente puede levantarse de la cama, bien porque está convaleciente, o
bien porque su enfermedad se lo permite.
El propio enfermo se ocupa de su higiene, pudiendo necesitar un mínimo de ayuda por parte
del personal auxiliar.
El paciente puede realizar su higiene en la bañera, o en la ducha, según sea la instalación del
centro sanitario.

ASEO DEL PACIENTE EN LA BAÑERA


Material necesario

Toalla de baño.
Productos higiénicos y terapéuticos.
Paños para el lavado.
Ropa limpia (pijama o camisón).
Bolsas para ropa sucia.
Material antideslizante.
Guantes desechables.

Procedimiento

1. Comunica al paciente la necesidad de la ducha.


2. Lávate las manos.
3. Llena la bañera de agua templada (35 a 36º). Comprueba la temperatuara con un
termómetro de agua.
4. Ayuda al enfermo a desvestirse y a entrar en el baño.
5. En relación con su grado de independencia, se la ayudará a lavarse,observando el estado
de la piel.
6. Finalizado el baño, que no durará más de 10 ó 15 minutos, se le seca con suavidad.
7. Ayúdale a ponerse el pijama o camisón, la bata y las zapatillas.
8. Acomódale en su habitación.
9. Recoge el baño e introduce la ropa sucia en una bolsa. Coloca todo en su lugar.
10. Informa al diplomado si has apreciado alguna anomalía.

ASEO DEL PACIENTE EN LA DUCHA


Material necesario

Toalla de baño.
Productos higiénicos y terapéuticos.
Paños para el lavado.
Ropa limpia (pijama o camisón).
Bolsas para ropa sucia.
Material antideslizante.
Guantes desechables.

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Procedimiento

1. Comunica al paciente la necesidad de la ducha.


2. Lávate las manos y ponte los guantes.
3. Prepara el equipo que se va a utilizar, colocándolo en una silla y al alcance del
paciente.
4. Cuando finalice el lavado, pon cómodo al enfermo.
5. Recoge la ropa y el material.

EL ASEO DEL PACIENTE ENCAMADO


Es un procedimiento muy frecuente, ya que muchos pacientes deben permanecer en la cama,
bien porque se encuentran en estado grave, o bien porque les está contraindicado moverse.
Durante la ejecución de la higiene debes mostrar tacto y delicadeza para no herir la
sensibilidad del paciente.

Material necesario

Palangana con agua caliente.


Jabón líquido o esponja jabonosa.
Cuatro esponjas para el lavado.
Toalla de baño.
Toalla pequeña.
Guantes y bata desechables.
Jarra o similar.
Cuña.
Peine.
Ropa limpia para la cama, pijama o camisón.
Loción o crema para proteger la piel.
Bolsa para la ropa sucia.

Procedimiento

1. Comenta al paciente lo que se le va a hacer.


2. Prepara el material y sitúalo a tu alcance.
3. Lávate las manos. Ponte la bata y los guantes desechables.
4. Retira la ropa de cama, deja la sábana superior sobre el enfermo y desvístele.
5. Solamente debe estar al descubierto la zona del cuerpo que se va a lavar. Sigue
el siguiente orden:

Lava en primer lugar la cara, las orejas y el cuello. Para la cara no se utilizará
jabón, con el fin de evitar irritaciones oculares. Se lava sólo con agua y se seca
con la toalla. Para lavar el cuello y las orejas se puede utilizar jabón.
Miembros superiores. Estos se lavan con jabón, comenzando por las axilas.
Incide de forma especial en los dedos y en los pliegues interdigitales .Aclara y
seca bien.
Tórax. Se lava con movimientos circulares. Aclara y seca meticulosamente,
haciendo especial hincapié en los pliegues mamarios de la mujer.
Abdomen. Se ejecuta mediante el mismo procedimiento, insistiendo en la región
umbilical y en la zona pubiana.
Miembros inferiores. Si es posible, se flexionan las rodillas para facilitar su
limpieza en sentido descendente, desde la ingle hacia el muslo, la pierna y los
pies. Aclara y seca perfectamente. Ten cuidado con los dedos y los espacios
interdigitales.

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Región perineal. Cambia el agua. Si el paciente puede participar en el aseo de
sus genitales, se le facilitarán los útiles necesarios y lo realizará él mismo,
porque le puede resultar embarazoso que lo haga otra persona. Si no es así, lo
hará el auxiliar, colocando al paciente en decúbito supino.
Se lava de arriba hacia abajo y de delante hacia atrás. Este orden es importante
para evitar la contaminación de los genitales con microorganismos de la región
anal.
Espalda y nalgas. Tras cambiar el agua, se coloca al paciente en decúbito
lateral, bien sea izquierdo o derecho, siempre que no haya contraindicación. Se
lava la espalda desde la nuca hasta los glúteos. Después de aclarar y secar, se
debe observar el estado de la piel. Puedes dar un masaje suave con una crema
o una loción protectora para activar la circulación y prevenir las úlceras por
presión.

6. Finalizado el baño, viste al paciente con su pijama o camisón limpio y cambia las
ropas de la cama. En muchas ocasiones, el baño y el cambio de la ropa de cama
se hacen al mismo tiempo.
7. Pon cómodo al paciente.
8. Recoge todo el material y la ropa sucia. Deja la habitación ordenada.
9. Informa de los signos que observes durante el baño.

EL CUIDADO DE LA BOCA

Esta cavidad es un lugar ideal para la proliferación de los microorganismos. La acción de los
ácidos resultantes de la desintegración de los hidratos de carbono puede disolver el esmalte,
dando lugar a caries.
La higiene bucal es esencial para la persona sana y, sobre todo, para la persona enferma.

Se deben valorar tres situaciones:


• El paciente está consciente.
• La persona tiene una prótesis dental.
• El paciente se encuentra inconsciente.

PACIENTE CONSCIENTE
En este caso, si no está impedido, él puede realizar su propia higiene bucal con ayuda de un
cepillo blando y un buen dentífrico. Para enjuagarse la boca se lefacilitará un vaso con agua y
una riñonera o una batea.
El lavado de los dientes se debe hacer después de cada comida.

PACIENTE CON PRÓTESIS DENTAL


Si la persona tiene una prótesis dental, se le debe facilitar su limpieza y cuidados.
Si se trata de un anciano encamado o de un enfermo incapacitado, esta labor la realiza el
auxiliar de enfermería.

Material necesario

Riñonera.
Cepillo de dientes.
Toalla.
Dentífrico.
Gasas.
Guantes desechables

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Procedimiento

1. Lávate las manos y ponte los guantes.


2. Extiende la toalla sobre el pecho del paciente.
3. Pídele que se quite la dentadura o bien hazlo tú, si tiene algún impedimento.
4. Deposítala en una riñonera, protegiendo la dentadura con una gasa.
5. Cepilla la prótesis en el lavabo del baño con un cepillo y pasta dentífrica. Debes
sujetarla con firmeza.
6. Aclara bien la dentadura bajo el chorro del agua corriente.
7. Facilita un vaso de agua al paciente para que se enjuague la boca. Colócale, sino
puede él, la prótesis dental.
Cuando no se va a utilizar la dentadura, se conserva en un vaso o en un recipiente
especial al lado de su cama.
8. Recoge y limpia el equipo utilizado.

PACIENTE INCONSCIENTE
La higiene bucal se realiza con más frecuencia cuando se trata de pacientes comatosos,
febriles, deshidratados o con ventilación artificial. La limpieza permite mantener la mucosa
bucal húmeda y en buen estado.

Material necesario

Riñonera.
Toalla.
Depresor de lengua.
Torundas de gasa.
Pinzas de Kocher.
Líquido antiséptico bucal o solución salina.
Guantes desechables.

Procedimiento

1. Lávate las manos y ponte los guantes.


2. Coloca al paciente con la cabeza hacia el lado en el que te encuentres. Si es
posible, levanta la cabecera de la cama.
3. Pon la toalla bajo la cara del paciente.
4. Sitúa la riñonera debajo del mentón.
5. Prepara una torunda. Imprégnala en la solución antiséptica y escúrrela bien.
Limpia todas las zonas de la cavidad bucal: el interior de las mejillas, el paladar,
la lengua, las encías, los dientes y los labios. Puedes ayudarte de un depresor
lingual (con una gasa enrollada) para acceder a las áreas difíciles.
6. Cambia la torunda para cada zona.
7. Aplica vaselina estéril en los labios para lubricarlos.
8. Informa de cualquier signo observado.

EL LAVADO DEL CABELLO


El cabello es una estructura que tiene una secreción abundante y una descamación continua
de células epiteliales; a esto se le une el polvo del ambiente, siendo necesario su lavado para
completar los cuidados de la higiene personal.
El lavado del cabello se debe efectuar cuando sea necesario, si no hay contraindicación para
ello.

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Material necesario

Silla.
Dos hules.
Dos toallas.
Palangana o recipiente grande (cubo).
Jarra de agua.
Champú.
Peine o cepillo.
Secador de mano.
Algodón.
Guantes.

Procedimiento

1. Comenta al paciente que se le va a lavar el cabello.


2. Pon la cama en posición horizontal.
3. Retira el cabezal de la cama. Si no se puede quitar, sitúa al paciente en un extremo
superior de la cama.
4. Ponte los guantes.
5. Coloca al enfermo en la posición de Roser. El paciente en posición de Roser se
encuentra en decúbito supino con la cabeza en hiper-extensión.
6. Sitúa una silla en la cabecera. Protege la parte superior del colchón con un hule y con
una toalla.
7. Pon una toalla alrededor del cuello del paciente para que no se moje.
8. Extiende el otro hule debajo de la cabeza del paciente, enrollándolo por los lados. Deja
un canal que desemboque por su otro extremo en la palangana, de modo que el agua
caiga en ella.
9. Cubre el cuerpo del paciente con una sábana.
10. Tapa sus oídos con algodón para evitar que el agua penetre en ellos.
11. Vierte el agua para mojar el cabello y aplica el champú.
12. Procede a lavar el pelo, dando ligeros masajes con la yema de los dedos.
13. Acláralo bien. Vierte agua tibia con una jarra. Efectúa un segundo lavado.
14. Retira el hule.
15. Envuelve el cabello con una toalla, desenrédalo y procede a secarlo con el secador.
Péinalo.
16. Recoge y limpia los utensilios.
17. Quítate los guantes.
18. Pon cómodo al paciente.

COLOCACIÓN DE LA CUÑA
La cuña es un orinal plano de cama que se usa para que defequen y orinen las mujeres y para
la defecación de los varones. Estos, para orinar, utilizan las botellas. La colocación de la cuña
es realizada por uno o dos auxiliares de enfermería que deben dar muestras de discreción y
naturalidad.

Material necesario

Cuña.
Papel higiénico o material para el lavado de los genitales.
Guantes desechables.
Ropa para cambiar la cama si fuera necesario.

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Procedimiento

SI EL PACIENTE COLABORA
1. Aísla al paciente con un biombo o cortina.
2. Colócate los guantes.
3. Retira la ropa de la cama lo suficiente para poder introducir la cuña.
4. Pide al paciente que, con el apoyo de los talones y de los hombros, eleve sus caderas
y, al mismo tiempo, introduces la cuña por el lado derecho o entre las piernas. Procura
que quede bien colocada (el mango de la cuña hacia los pies y la superficie plana
debajo del coxis).

Si el paciente no tiene fuerzas suficientes para elevar sus caderas, introduce tu brazo izquierdo
en la región sacra y levanta al enfermo; haz palanca sirviéndote del codo apoyado en el
colchón.

SI EL PACIENTE NO PUEDE COLABORAR


La técnica la puede realizar uno o dos auxiliares de enfermería.

1. Coloca al paciente en decúbito lateral hacia el lado en que te encuentres. Sitúa la cuña
en la región sacra y pon al enfermo en decúbito supino, acostado sobre la cuña.
2. Comprueba que su colocación sea la correcta.
3. Tapa al enfermo y espera a que termine la micción o la defecación.
4. Limpia con papel higiénico, o con una esponja húmeda, o con una toallita de papel, la
región perineal.
5. Retira la cuña y pon cómodo al paciente.
6. Observa las eliminaciones y deséchalas por el inodoro, salvo que existe alguna
anomalía, en cuyo caso debes enseñárselas al diplomado en enfermería.
7. Limpia la cuña y lávate las manos.

COLOCACIÓN DE LA BOTELLA
Procedimiento

1. Lávate las manos y colócate unos guantes.


2. Introduce el pene del paciente en el orificio de la botella.
3. Una vez que el paciente ha terminado la micción, limpia el meato urinario con una gasa
y retira la botella, procediendo a su vaciado o recolección, según proceda .A
continuación limpia y desinfecta la botella.
4. Quítate los guantes y lávate las manos.
5. Si se está realizando control de la diuresis, anota la cantidad de orina en la gráfica.

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HIGIENE GENERAL DEL RECIÉN NACIDO
Destacamos como actuaciones más importantes, las siguientes: el baño y el cuidado de los
ojos, boca y cordón umbilical.

BAÑO DEL RECIÉN NACIDO


El baño será diario, se realizará por la mañana durante su estancia en el hospital.
Los nidos estarán previamente preparados con todo lo necesario, la temperatura del agua será
de unos 35 °C. Para su comprobación se utilizará un termómetro de baño. La temperatura de la
habitación será cálida, evitando corrientes de aire.

Material

Bañera con agua caliente.


Jabón neutro.
Esponja.
Toallas.
Termómetro de baño.
Aceite de almendras o crema hidratante.

Procedimiento

1. Prepara el material que utilizarás durante el baño, colocando cerca de la bañera los
utensilios necesarios.
2. Lávate las manos y ponte los guantes desechables.
3. Una vez controlada la temperatura del agua, desnuda al niño y pésalo, anotando este
dato en su historia.
4. Toma al lactante sobre el brazo izquierdo, de forma que la cabeza, el cuello y los
hombros descansen sobre tu antebrazo, sujetándolo con la mano derecha por los
tobillos.
5. Introdúcelo lentamente en el baño, sujetándolo por la axila izquierda del bebé.
6. Lava la cara del niño sólo con agua. El resto del cuerpo se lava con la esponja y un
jabón líquido neutro. Hay que tener especial cuidado en el lavado de los genitales. A
las niñas se les lavará de delante hacia atrás, de forma que no transporten restos de
heces a la vagina. A los niños se les limpiará bien la piel del escroto para evitar que les
queden restos de heces en los mismos.
7. Seca con una toalla suave al niño, evitando que los pliegues naturales (axilas, ingles y
genitales) queden húmedos.
8. Aplica aceite o después del baño en el cuerpo para hidratar la piel.

CUIDADO DE LOS OJOS


Se limpiarán con gasas estériles y suero fisiológico, desde el ángulo interno hacia fuera y se
secará seguidamente con una gasita distinta para cada ojo.

CUIDADO DE LA BOCA
Puede limpiarse con agua estéril entre las tomas.

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CORDÓN UMBILICAL
El ombligo del recién nacido tiene dos arterias y una vena; se desprende al cabo de 7 ó 10
días. Se limpia con agua y jabón durante el baño y después se seca cuidadosamente. Se
aplica una gasa con alcohol de 70 °C y después se le enrolla una gasa seca alrededor del
ombligo, así hasta que se le caiga.
La gasa del ombligo se sustituirá cada vez que cambiemos los pañales al bebe.

HIGIENE Y CUIDADOS GENERALES DEL LACTANTE


Hablaremos del baño y aseo corporal, de la limpieza de la región perineal y de la higiene de las
fosas nasales, de los ojos y de los oídos.

LIMPIEZA DEL PERINEO


Se realiza para eliminar los restos de heces u orina y como paso previo para obtener una
muestra de orina para un urocultivo.

Procedimiento

1. Lávate las manos y ponte guantes.


2. Con una esponja húmeda, limpia cuidadosamente los pliegues inguinales de la piel.
3. En la niña, se separan los labios mayores de la vulva y se limpia de delante hacia
atrás, con un algodón empapado en agua. En el niño, se echa hacia atrás el prepucio.
4. Seca al lactante y vístelo.

HIGIENE DE LAS FOSAS NASALES


Se lleva a cabo siempre que el bebé tenga mocos, con el fin de facilitar la ventilación.

Procedimiento

1. Lávate las manos y ponte guantes.


2. Coloca al niño en una superficie plana en decúbito supino.
3. Aspira con una sonda pediátrica cada fosa nasal, o introduce suero fisiológico con una
jeringa.
4. Limpia con una gasa.

HIGIENE DE LOS OJOS

Procedimiento

1. Lávate las manos y ponte guantes.


2. Coloca al niño en una superficie firme y en decúbito supino.
3. Empapa una gasa o algodón con suero fisiológico.
4. Irriga el ojo desde el ángulo interno al externo.
5. Limpia con una gasa los párpados, desde el ángulo interno hacia el externo y
deséchala en cada pasada.

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HIGIENE DE LOS OIDOS

La higiene de los oídos se hará con mecha de algodón hidrófilo para no lesionarlos.

Nunca se debe introducir, ni presionar el canal auditivo con objetos metálicos.

Materiales

Toalla
Esponja
Algodón
Aspirador de goma
Suero fisiológico
Agua
Bastoncillos o palillos auditivos…

Procedimiento

Toma el bastoncillo e introdúcelo en el oído sin presionar, haciendo movimientos de rotación


suaves.

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