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#YOYAMEAMO

EL CUADERNO QUE TE MUESTRA LA


INCOHERENCIA COMO CAMINO A TU
REALIZACIÓN PERSONAL

GLORIA PATRICIA SIERRA


YoYa, es la niña en mí y en ti, que está herida, enojada,
abandonada, humillada, triste, defraudada, frustrada, etc.
La que no ha entendido que aquello que le pasa es el
resultado de un programa que ella misma ha intensificado
dándole permiso desenfrenado a la “Loca”, (el ego) que la
habita a manejar sus emociones.

¿Le darías un arma de fuego a un infante? No, ¿cierto? Sin


embargo, seguimos permitiendo que una Loca, sea la
encargada de manejar nuestras emociones cuando en cada
uno de nosotros, también habita una “Sabia” quien podría
ser la comisionada para gestionarlas y por lo tanto
manifestar una realidad más alineada con lo que realmente
deseamos desde el corazón.

Quien escribe ha comprendido gracias a la comunicación


con su “Sabia”, el mecanismo interno para manifestar
necesidades y deseos. Lo ha usado para sanarse dos
enfermedades diagnosticadas y consideradas incurables:
fibromialgia y psoriasis; además de sanar su manera de
relacionarse con la pareja y con ella misma. Con
“#YoYameamo” entrega este conocimiento que tantos
buenos resultados le ha dado.

Gloria Patricia Sierra


Gloria Patricia Sierra

#YOYAMEAMO

EL CUADERNO QUE TE MUESTRA LA


INCOHERENCIA COMO CAMINO A TU
REALIZACIÒN PERSONAL
Materia:
Inteligencia Emocional
Dedicado A mi Madre.

Sin ella este cuaderno nunca se hubiera


escrito. Mujer valiente que me trajo a
este mundo y que dignamente ha recibido
de mi parte cada palabra empañada de ra-
bia, cada emoción contaminada por una
historia que no sabía interpretar.
¡Gracias Ma! Te amo.
ÍNDICE

Nota Importante
Pa´ tener en cuenta
Introducción

Conociendo a la Autora

Capítulo 1

La Casa de YoYa y sus Habitantes

La Sabia, la Loca y la Sordomuda

Hablemos de

La Sabia (Mente Superior

Hablemos de

La*Loca (El Ego)

Y continúo con la inmutable Sordomuda (El


Inconsciente)

Capítulo 2

La Dinámica de mi Casa

Tarea

Capítulo 3

Conversando con La Sabia

Esa Comodidad que Incomoda


Tarea

Capítulo 4

Realidad Manifiesta y Latente

Realidad Manifiesta

Realidad Latente

Tarea

Capítulo 5

Programaciones

La Coherencia

Tarea

Capítulo 6

Desprogramándote

La Incoherencia

Tarea

Referencia

*La Loca de la casa

Agradecimientos
Nota Importante
La autora escribe este cuaderno con la
ayuda de dos (2) personajes: la Sabia de
la casa que es a quien canalizó para escri-
bir este cuaderno (hablaremos de ella más
adelante) y YoYa, quien representa a la
niña interna que puede estar triste, o tam-
bién a la adolescente que está dolida, al
joven rebelde o al adulto frustrado.

La Sabia le enseña a YoYa, todo lo que


tiene que saber sobre las programaciones,
que la tienen aburrida, desesperada, frus-
trada y creyendo que está sometida a un
destino injusto del cual no tiene ningún
control.

7
Sea cual sea la experiencia por la que es-
tés pasando, siempre habrá una Sabia
que te habita y sabe todo de ti, este cua-
derno, te invita a escucharla.

8
Pa´ tener en cuenta
A medida que vayas leyendo te irás en-
contrando tareas a realizar.
Escribir es fundamental para cumplir efec-
tivamente con el propósito de este cua-
derno: desprogramar lo que te agobia.

La Sabia en ti puede desde la escritura


revelarte la información que requieres para
sanar tu vida. Así que ¡pilas pues ¡
La felicidad que tanto anhelas está en tus
manos, literalmente.

9
INTRODUCCIÓN

Conociendo a la
Autora

10
Mi nombre es Gloria, aunque
también me puedes llamar YoYa.
11
Queee ¿quién soy?

Un puro corazón, como tú,


que ha pasado por la es-
cuela de la vida hacién-
dose preguntas como: ¿por
qué me pasa lo que me pasa? ¿cuándo será
que esta tristeza se va para no volver? ¿por
qué tengo que hacer lo que a otros les pa-
rece y no lo que a mí me plazca? ¿cuándo
podré ser feliz? ¿será que hay un método o
una técnica para que todo salga bien que
muchos conocen y yo no? ¿qué me depa-
rará el futuro? ¿será que por fin voy a co-
nocer a mi pareja ideal?
¿cuánto tiempo tendré que esperar para
ser “súper exitosa”?

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Apuesto que te has hecho estas pregun-
tas y seguramente muchas más. No sé si te
has puesto en la labor de ir por las res-
puestas, yo sí.
Soy curiosa, intensa y
hasta desesperante
cuando se trata de en-
contrar todo aquello
que me impulsa a ir por lo
que anhela mi corazón y
cualquier obstáculo lo
aprendí a mirar con lupa,
porque entendí que
guarda secretos insospechados que apli-
can como una patada en el trasero para ir
hacia adelante y es allí donde deseo ir.
¿Hacia dónde deseas ir tú?

13
Queee ¿qué hago en
este mundo?

Hasta hace un tiempo creía que sobrevivía


haciendo lo que me tocaba, resignada a un
destino que parecía imponerse frente a mis
propias elecciones.
Hoy hago lo que
elijo dando propó-
sito a mis acciones
y ligando mi hacer
a quien verdadera-
mente soy. A tra-
vés de la experien-
cia que vivo día a
día, Aprendo, evo-
luciono, me expando.

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¿Que cómo logré eso?

Encontrando y trabajando en compren-


der las respuestas a las dos preguntas
que más me habían mortificado hasta
ahora, incluso, me atormentaban más que
las que te comenté arriba.

15
Y ¿Cuáles son esas
preguntas?

¿Quién soy? y ¿para qué vine a este


mundo? Ellas me guiaron hacia las herra-
mientas que me han ayudado a sanarme y a
ir trascendiendo una a una aquellas debili-
dades que a veces hacen que vea mi vida a
cuadritos.

Al día de hoy me he liberado de dos con-


diciones de salud supuestamente incura-
bles: “psoriasis” y “fibromialgia”. No te
confundas, en este cuaderno no vas a en-
contrar una lista de pasos a seguir para
tratar estos padecimientos. En estas lí-
neas voy a compartir contigo apartes de mi

16
vida en los que detalladamente revelo algu-
nas de aquellas programaciones que me
han fastidiado y que erróneamente, llamé
destino. Te voy a contar a través de La
Sabia que me habita, cómo me programé,
desprogramé y reprogramé para que tú
aprendas y si así lo eliges, hagas lo mismo.

He experimentado cómo algunas de las


programaciones instaladas durante mi re-
corrido en esta existencia, se sobreponen
a muchos de mis deseos, así que tomé la
decisión de transformarlas a mi favor.

Las experiencias que te voy a narrar no


son nada fuera de lo común, incluso, po-
drías identificarte tanto con lo que te
cuento que este relato podría ser el tuyo.

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Después de pasar por algunas experien-
cias que me llevaron a intuir que había un
mundo interno por descubrir y
conocer, me embarqué en este viaje en el
que encontré respuestas a mis más profun-
dos cuestionamientos.
He pasado 33 años de mi vida recogiendo
información, constatándola, integrándola y
organizándola hasta lle-
gar a comprenderla y
así tener un con-
cepto claro para po-
der entregarte de manera
metafórica y lo más senci-
llamente posible, lo que, a mí,
me llevo tantos años comprender. Diga-
mos que este es un dictado que la maestra
en mí y que yo llamo sabia, me ha transmi-
tido en esta escuela llamada vida.
18
Así que si ya estas decidid@ a amarte
siendo quien eres, así de imperfect@ como
tal vez te ves, este cuaderno es para ti.
Si ya estás list@ para mirarte sin juz-
gar/te, si ya elegiste estar creciendo y
evolucionando,
posiblemente esta
lectura, sea para
ti. Si tienes las
agallas para mirar
dentro de ti y no
huir al ver lo que
encuentres, en-
tonces quédate y
acompáñame en este encuentro con la Sa-
bia de mi casa, que estoy segura, también
está en la tuya.

19
CAPÍTULO 1

La Casa de YoYa
y sus Habitantes

20
La sabia, la loca y
la sordomuda

Mi cuerpo es
mi hogar y allí
convivo con
tres copias de
mi misma, aun-
que con fun-
ciones y misio-
nes diferen-
tes.

En esta hermosa casa habitan una Sabia,


una Loca y una Sordomuda.

21
Cada una de ellas ocupa un piso y se de-
dican a hacer lo que muy bien saben sin in-
terferir la una con la otra, sin embargo, en-
tre todas me atienden y crean para mí, lo
que por un tiempo llamé destino, karma,
suerte y que hoy,
entiendo, como con-
secuencia.
En el tercer
nivel vive la
Sabia que
muchos tam-
bién llaman
(mente supe-
rior o ser di-
vino). En el
segundo *la
Loca (el ego) y en el sótano, la Sordo-
muda (el inconsciente).
22
Casi toda mi vida había permanecido en el
segundo piso viviendo al lado de la Loca y
estaba tan identificada con ella, que creía
que era yo.

No tenía idea que mi casa tenía otros nive-


les y mucho menos que allí
vivían otras yo.

Creía que la única


reina de la casa era la
“yo Loca”, aunque para ese
momento, creía que era
cuerda.

23
Hablemos de

La Sabia (Mente
Superior)

24
Ella es esa parte de ti que no reacciona
frente a las circunstancias basándose en
un programa o en memorias pasadas sino
más bien respondiendo desde la conscien-
cia ya que conoce de manera exacta tus
automatismos o patrones debilitantes y
sabe dirigirte para no caer en ellos.

Es esa parte de ti que está en directo con-


tacto con lo que ES o sea, con la fuente
y por lo tanto sabe puntualmente hacia
dónde encaminarte sin desvíos ni atajos.

Habita el tercer piso de tu casa, tiene la


habilidad de conectar mentalmente con sus
habitantes y por este motivo sabe exacta-
mente qué está pasando con cada perso-
naje y cómo conectas con cada uno de
ellos.
25
Para ella el tiempo no existe así que no se
afana para que subas. Comprende que tu
estancia en el segundo piso conectada con
la Loca es temporal, sabe que en algún mo-
mento vas a abrir la puerta que da al tercer
piso y vas a subir.

Es una gran observadora y ha pasado


este tiempo observándote y escuchando
cómo te relacionas con la Loca y por lo
tanto cómo programas o refuerzas la pro-
gramación de la Sordomuda.

Está preparando el terreno para cuando


te decidas a subir, tener todas las respues-
tas que requieres y que nadie ha sabido
responder ya que su programación le per-
mite tener en su memoria cada episodio de
tus vidas. Fue programada para acogerte,
26
atenderte y amarte por sobre todas las co-
sas y hasta que no subas, nunca sabrás lo
que realmente es el amor y la entrega. Res-
peta tus procesos y simplemente está allí a
la espera de ti.

Cuando abras esa puerta jamás podrás


cerrarla, serás libre de subir y bajar a tu an-
tojo y lo primero que aprenderás es a escu-
char en tu mente su amoroso llamado.

27
Hablemos de

La*Loca (El Ego)

28
Creo que tú, así como yo, has permane-
cido el mayor tiempo de tu vida en el se-
gundo piso de la casa al cuidado de la
Loca. Ella siempre está hablando o gri-
tando, riendo o llorando, feliz o triste, ani-
mada o desanimada. Para que lo entiendas
mejor tiene una personalidad bipolar. Yo
pasé mucho tiempo de mi vida embelesada
en ella, tanto, que como ya te dije, llegué a
creer que era yo. Me identificaba con ella
y al reaccionar, la
gente se confun-
día. Todos creían
que yo, era ella… y
aunque era “una
yo”, no era solo
ella pero yo no lo
sabía.

29
Aprendí a sentir y a reaccionar como
“ella”. A pasar de un extremo al otro lle-
vada por impulsos, a creer que siempre te-
nía la razón, a ver a los otros como a mis vic-
timarios, a ver el cambio como fuente de
conflictos.

La Loca creía estar cumpliendo con su mi-


sión. Ella está encargada de mantenerte a
salvo y cuidarte de cualquier cosa desco-
nocida así que todo lo que sea extraño
para ella, es fuente de peligro para ti. Ha
mantenido cerradas e invisibles a tus ojos
las puertas que llevan a la sabia y a la que
habita en el sótano, evitándote así, lo que
representa “riesgo” de transformación. Ni
ella misma sabe qué hay al otro lado de
esas puertas así que jamás permitirá que tú

30
las abras, no vaya a estar detrás de ti el ti-
gre feroz.
Mi Loca hacía el suficiente ruido para
mantenerme aturdida y evitar que curio-
seara o me enterara de “qué había en los
otros espacios de mi casa”.
¡Imagino que la tuya hace lo mismo!

Para ella nunca crecí y nunca voy a crecer.


Mantenerme a salvo en el segundo piso de
la casa bajo su supervisión y sin interferen-
cias, siempre será su misión. Nada sobre

31
este mundo va a hacerla cambiar de opi-
nión, es imposible, su disco duro, no tiene
más capacidad.

La Loca tomó el mando de mi casa cuando


decidí poner toda mi atención en ella,
cuando dejé de sentir curiosidad por las
otras puertas abandonándome a lo que
ella me mostraba. La loca seguirá cum-
pliendo de manera estricta con su misión,
es para lo que está programada.

Lo bueno, es que YoYa sé que no soy


ella. YoYa sé que esta es mi casa y que
en ella, mando yo. Espero, que tú también
lo aprendas.

32
33
Y continúo con la inmu-
table Sordomuda
(El Inconsciente)

34
Como las demás habitantes de la casa no
puede salir de su espacio, su programa no
se lo permite.

El sótano es su casa. Está programada


para suplir tus necesidades de superviven-
cia y cumplir tus deseos, mejor
dicho, para obedecer tus órdenes. Su
gran habilidad, la imitación.

Para cumplir con su misión imita lo que sien-


tes y lo considera una orden. Mientras
más intenso y continuo sea el sentir más
claro y potente es el mandato. Para que la
Sordomuda cumpla con una instrucción o
manifieste para ti un deseo, la coherencia
debe estar presente, ahí está la clave. Esa
es su magia: manifestar situaciones que te

35
hagan sentir las emociones que tú, todo el
tiempo pulsas.
Te aclaro, la Sordomuda no siente tus
emociones sólo las copia, las imita. Ella no
conoce la dualidad, no diferencia entre lo
bonito y lo feo, lo bueno y lo malo, lo triste
y lo feliz. Su programa está diseñado
para cumplir tus órdenes, es todo. Si tú
por ejemplo estás la gran mayoría del
tiempo malgeniad@, ella asume que esa es
la orden que le estás dando y abrirá los
caminos para que te sientas de dicha ma-
nera, hará que te rodees de personas que
tienen la virtud de desesperarte y
tu obediente y eficiente Sordomuda, sa-
brá que está cumpliendo con su misión.
Mientras continúes viviendo en el segundo
piso, mientras sigas escuchando la alha-

36
raca de La Loca, mientras te sigas identi-
ficando con ella, la Sordomuda creará si-
tuaciones que seguramente te mantendrán
viviendo en la coherencia de la Loca, como
quien dice, en la comodidad, de estar incó-
mod@.

Abrir la puerta que me llevaba al tercer


piso de mi casa y empezar a escuchar a la
Sabia fue mi primer paso para comenzar a
comunicarme asertivamente con mi Sordo-
muda. Me tomó tiempo, paciencia y mucho
amor subir unos cuantos escalones, sin em-
bargo, lo logré y sé que tú, también puedes.

37
CAPÍTULO 2

La Dinámica de mi
Casa

38
No puedo decir que hubo un día especí-
fico en el que tomé consciencia de la comu-
nicación con mi Sabia. Las situaciones ha-
bituales que me hacían sentir tan mal con-
migo misma, esa tristeza perpetua que todo
el tiempo disimulaba, la insatisfacción con
mi vida y con todo lo que la rodeaba, la an-
siedad constante por estar en otro mo-
mento que no fuera “el presente” que es-
taba viviendo. Todas
estas situa-
ciones
que creía
eran producto
de un karma
insufrible, me llevaron
al tercer piso de la sabia.

39
El desespero por encontrar respuestas a
mi situación fue la llave que abrió la puerta.
La ansiedad por saber si mi futuro tenía
tintes diferentes a ese presente que eva-
día, me abrieron los ojos a un mundo que
desconocía y me atraía como abeja a la
miel. La Sabia sabe usar hasta las emo-
ciones menos deseadas para atraerte a su
nivel.

Ella me lanzaba
libros e infor-
mación que cauti-
vaban
mi atención mientras
la Loca
refunfuñaba
porque yo los leía,
toda esa información nueva estaba
40
creando caminos neuronales que me invita-
ban a recorrer nuevos senderos que la
Loca intentaba evitar a como diera lugar.

Hacía lo posible por sacarme de mis lectu-


ras, apartarme de los nuevos conocimien-
tos que estaba adquiriendo y muchas ve-
ces lo lograba, atrayendo
hacia mí situaciones
aparentemente nove-
dosas que me con-
ducían finalmente
al mismo pro-
grama…

Ejemplo:

“Digamos que YoYa siempre atrae pare-


jas que tienen pánico al compromiso y la
41
abandonan cuando ella cree que ya
están listos para ir al siguiente nivel.
Está cansada de vivir lo mismo. Ha
llorado, ha pataleado, se ha depri-
mido, se ha victimizado y ya su Sabia
le ha enviado algunas pistas para que
comience a entender de dónde viene
esta repetición. Está receptiva, cu-
riosa y estudiosa aprendiendo acerca
de este programa, comprendiendo y
aceptando que tiene una historia con
el abandono, cuando de pronto, como
de la nada, le proponen un trabajo
que implica cambiar de ciudad. YoYa
acepta y lo ve como una súper opor-
tunidad para alejarse y recomenzar.

42
Hasta aquí todo va muy bien, pare-
ciera que sale de su zona cómoda diri-
giéndose a un nuevo camino y es
cierto, lo es; sin embargo, pasado
unos meses conoce a alguien que le
gusta mucho, llevan tiempo saliendo y
le parece que es hora de dar el si-
guiente paso. Llegó el momento que
tanto temía así que decide no presio-
nar, dejar fluir para no “reaccionar”
aunque por dentro está que explota.
(la Loca está que explota) Un día, él
llega con la noticia que por cuestiones
laborales se va unos meses del país y
ella no puede viajar con él por cuestio-
nes logísticas. Aunque todo parece

43
diferente, en el fondo, para YoYa,
todo es igual porque cuando él le dice
que se va, se siente abandonada y
reacciona en consecuencia.
Realmente la instrucción que le ha
dado a la Sordomuda no ha cam-
biado, no ha sido modificada y ella
está programada para encontrar los
caminos que llevan a sentir lo que la
Loca o la Sabia le enseñen.
Estas situaciones evidentemente tie-
nen todo el potencial para llevarla a
un nuevo camino, pero si las órdenes
a la sordomuda no se transforman no
existe la posibilidad de generar resul-
tados diferentes porque la Loca se

44
encargará de desviarla constante-
mente a repetir el patrón reaccio-
nando siempre de la misma manera.
Si la reacción que es de la Loca no
se transforma en una respuesta que
es de la Sabia, YoYa se seguirá sin-
tiendo abandonada pase lo que
pase.”

…Sin embargo, la puerta que llevaba a mi


sabia ya estaba abierta y ella inteligente-
mente lo aprovechaba para comunicarse
conmigo. Constantemente veía notas, es-
critos que hábilmente ponía en los escalo-
nes para llamar mi atención. La Loca gri-
taba para que me desviara del peligro de
subir esas escaleras, pero la curiosidad por
conocer más acerca de mi misma era muy
45
fuerte y cada que adquiría un conocimiento
se abría un mundo nuevo en mi mente que
requería de más información. La Sabia me
seducía dejándome notas y me impulsaba a
subir los escalones que me llevaban al au-
toconocimiento.
Así fue como paso a paso, conocí a mi sa-
bia.

No voy a negar que muchas veces escucho


a la Loca (ella siempre formará parte de la
dinámica de mi casa) y vuelvo a identifi-
carme con ella, aunque como dije antes,
cuando abres la puerta de la sabia jamás
nada la puede volver a cerrar y porque no,
algún día, ella será quien se encargue de
dar todas las instrucciones a la Sordo-
muda de mi Casa.

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En uno de mis primeros amorosos encuen-
tros con mi Sabia tratando de explicarme
el cómo, el por qué y el para qué de todo
aquello que estaba viviendo y a la vez re-
chazando, me habló del sótano de la casa y
de quien lo habitaba, además de soltarme
una frase de donde se desprendió todo lo
que voy a contarte en este relato. Ese día
me dijo: YoYa, tu eres la ama de esta casa,
la dueña de tu propio universo y todo
aquello que te duele, te causa tristeza, an-
siedad, llanto, desolación, es una orden
47
que le diste a la Sordomuda que habita en
tu sótano. Así es como vives en “la como-
didad, de estar incómoda”.

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Tarea

- Crear un cuaderno “#YoYameamo”,


para el aprendizaje de cómo transformar
tus programaciones limitantes.

- Identifica las áreas de tu vida en que el


control total lo tiene la loca y las áreas
en las que sientes que la Sabia lleva el
timón. Explícate por qué crees que es
así.

- Extiéndete todo lo que puedas y anota


lo que se te venga a la cabeza, no lo ra-
cionalices.

49
CAPÍTULO 3

Conversando con La
Sabia

50
Esa Comodidad que
Incomoda

- ¿YoYa, ¿Con qué asocias la palabra co-


modidad, podrías asociarla al bienestar? -

-Si tenemos en cuenta que lo cómodo te


facilita las cosas y que estás a gusto

51
cuando hay comodidad, sí que podemos
asociar estas dos palabras, sin embargo,
no siempre la comodidad implica estar bien.
Te voy a dar un ejemplo. A ti te encan-
taba dormir boca abajo ¿cierto? -

-Para mí era la panacea, no existía una me-


jor posición en la que pudiera descansar en
las noches, era imposible conciliar el sueño
de otra manera. No importaba colchón, al-
mohada, ni juego de sábana de 4000 hilos
52
que mejorará la comodidad de dormir boca
abajo -

-hasta que un día, tu columna, comenzó a


pagar la factura-

- ¡se sentía tan bien estar boca abajo!

Aunque al cabo de unos minutos el dolor


me alertaba y me obligaba a cambiar de po-

53
sición. En las madrugadas, automática-
mente, sin ser consciente de ello, retomaba
la postura y el dolor en la espalda volvía y
me despertaba-

- ¿Te das cuenta YoYa? Puedes estar


acostada, sentada, de pie, en una posición
que para ti es cómoda y no significa que
sea beneficiosa para tu cuerpo. De igual
manera que asumes “posturas cómodas” y
automáticas para dormir, también tienes
“realidades cómo-
das” y automáti-
cas para vivir.

54
Dormir boca abajo por más cómodo que te
pareciera no era la forma adecuada de ha-
cerlo. Te diste cuenta que había otras
posturas, algunas buenas otras no tanto,
pero las había. Fue tu elección cambiar la
forma de dormir teniendo en cuenta que de
ese cambio dependía pasar una buena no-
che, sin dolor. Entonces YoYa, ¿estarías
dispuesta a
cambiar una
realidad “có-
moda” de
esas que te
afectan a
cambio de
una mejor
vida?

55
-Ahora piensa ¿crees que haya algún au-
tomatismo en tu vida que puedas identifi-
car como una comodidad incómoda? -

-ehh… uhh... no
sé, yo creo que
sí. Todos anda-
mos por ahí
como en modo
zombi o ¿no? -

-Si YoYa, todos tenemos no uno, sino


muchos automatismos. Entonces ¿ya iden-
tificaste alguno? -

56
-no seeee… Es que como que sí pero como
que no. ¿Me entiendes?
¡pues claro que no me
entiendes cómo me
vas a entender seme-
jante enredo!!!
No es fáciiil-

- ¿Hay algo que te guste


mucho, mucho, mucho, que
sabes que te hace daño y sin embargo lo
sigues haciendo y siempre te recriminas
por eso? -

-No seee. Quizás siii-

-Piensa YoYa, no voy a obligarte a trans-


formarlo si no quieres. Tu eres la reina de

57
tu casa y tú eliges. Solo quiero explicarte
con un ejemplo personal cómo
la comodidad de estar incómoda te aleja
de lo que realmente deseas-

-Esta bieeen., te voy a contar. Amo, me


fascina, me seduce comer todo lo que sea
dulce, postres, panes esponjosos que se
ven como nubes, blandos suaves y que se
derriten en mi
boca…

¡Ummm…!
¡ya me dio
hambre!-

58
-Eso es lo rico, lo sabroso, lo que no quie-
res soltar, lo cómodo ¿cierto? -

-Siiii -

-Ahora dime, ¿qué es lo incómodo de eso


taaan cómodo? -

-Que me la he pasado
toda mi vida como un
yoyo que sube y baja
entre dietas
restrictivas y golosinas.
Engordando, haciendo
dieta, bajando de peso y volviendo a en-
gordar. Es una pesadilla porque no me
gusta mi cuerpo, lo aborrezco y no quiero
tener sobrepeso-
59
-Y entonces ¿Qué tendrías que hacer? -

-la respuesta es fácil, así como dejé de dor-


mir boca abajo que por cierto me costó mu-
cho, hay que dejar de comer dulces y cosi-
tas sabrosas. Lo difícil es resistirse a la
tentación. Tu sabes que lo he intentado
como 191 mil ve-
ces

- ¿Cómo hago?
Es más fuerte
que yo-

- ¿Qué te mo-
tivó a cambiar de
posición para
dormir? -

60
-el dolor-

-El dolor fue la alarma, el aviso de que ha-


bía algo que era incómodo. Lo que real-
mente te impulsó al cambio fue la necesi-
dad de descanso, de estar bien, de sentirte
sana.
El cuerpo te pide lo que es su naturaleza y
su naturaleza es estar bien. Así que te va a
exigir que hagas lo posible, lo que esté en
tus manos para lograrlo. Usa el dolor como
alarma del desequilibrio y te fastidia hasta
que hagas algo por regresar al equilibrio
que le corresponde. Para saber que el do-
lor en la espalda estaba vinculado a la po-
sición de dormir boca abajo diste varios
pasos como pasar por muchos médicos,
exámenes, diferentes diagnósticos, medi-
camentos, terapias, hasta que por fin diste
61
con lo que era. ¿recuerdas que mamá había
dicho desde un principio que la causa era
dormir boca abajo? Y ¿recuerdas cómo
discutías con ella porque te negabas a
aceptar que tal comodidad pudiera traerte
molestias? -

-Sí, lo recuerdo. Fue desesperante el pri-


mer mes mientras
me acostumbraba
a la nueva posi-
ción hasta que me
fui adaptando y
lo logré -

- ¿Entonces ya puedes ver cómo tu moti-


vación para transformar lo que no te hace
sentir bien, no solo está ligada al dolor? -
62
-Sí, el dolor fue un aviso de que había algo
que debía cambiar-

-Así es. Y para lograr el cambio primero


tuviste que informarte, investigar ir por ca-
minos diferentes, ensayo/error, para sa-
ber qué lo generó y a partir de ahí, comen-
zar con la transformación-

- ¿O sea, que para transformar mi compul-


sión por los dulces y por fin estar delgada,
debo conocer todas las circunstancias que
me trajeron hasta aquí, así como cuando me
paseé por innumerables médicos, especia-
listas y otros para llegar a la triste conclu-
sión que en mi madre estaba la respuesta?
¡jum! me hubiese ahorrado un montón de
dinero-

63
-Así es YoYa, tal cual, no alcanzas a ima-
ginar, la verdad que hay detrás de tus pa-
labras. Y si quieres comprender vamos a
hacer un viaje ¿quieres? -

64
-Vamos a hacer un recorrido por tu histo-
ria. Vamos a visitar, tu interior. ¿vale? -

-Pero yo no me acuerdo de casi nada.


-Yo sí. ¿Vamos? -

- Me asusta, pero
vamos -

-Voy a ir paso a paso YoYa, pon toda tu


atención para que comprendas de dónde
viene esa comodidad incómoda y te des
cuenta que así tal cual llegó, podemos ha-
cer que se vaya-
65
Tarea

- En la noche antes de dormir vas a pen-


sar en esa comodidad incómoda que
quisieras transformar y vas a pedir a tu
Sabia que te dirija a la información que
requieres. En la mañana, apenas des-
piertes, antes de hacer cualquier cosa
vas a escribir en tu cuaderno todo lo
que se te ocurra. Tómate tu tiempo y
extiéndete.
No leas lo que escribes, espera dos no-
ches y ve a tus notas. Léelas y reflexiona.
Escribe tu reflexión.

66
CAPÍTULO 4

Realidad Manifiesta y
Latente

67
Realidad Manifiesta

Cuando estabas en el colegio la profesora


de español y literatura solía preguntarles
después de la lectura de un libro por lo que
no decía el libro. La primera vez que hizo
esta pregunta tú le respondiste:

-Lo que el autor no quiere que sepamos,


así que si él no lo dijo ¿cómo pre-
tende usted que nos lo
imaginemos?
Eso sería una falta de
respeto con el autor que si
no lo puso en el libro era por-
que no quería que lo supiéra-
mos-

68
-Lo que realmente ella quería era que pro-
fundizaras, que fueras más allá de las líneas
escritas por el autor y si estabas intere-
sada en pasar la asignatura pues tenías
que comenzar a leer entre líneas, a descu-
brir el mensaje latente y no manifiesto del
libro leído-.

-Qué tiene que ver


el mensaje mani-
fiesto y latente con mi
comodidad de estar
incómoda, con la com-
pulsión por los dulces y
las cositas ricas? Nunca pude entender a
esa maestra, me aburría y tú, me estás abu-
rriendo-
69
-YoYa, no te desesperes. Piensa que esta
información que te voy a dar y su entendi-
miento va a evitarte un camino largo y tor-
tuoso-.

-Está bien, te escucho.- -Imagínate que


vas por una carretera a las afueras de la
ciudad y te encuentras con una valla que
dice la siguiente frase:

70
Al lado de la valla hay una casa muy her-
mosa ¿qué te sugiere eso? -

–Una de dos: o es
un negocio de finca
raíz o una posada-

-También podría ser


que a la dueña de la
casa se le antojó hacer un letrero que le re-
cuerda cada que regresa de la calle que
esa hermosa casa es la suya. -

-Me parece que es una conclusión muy re-


buscada. ¿Para qué alguien quiere recor-
darse a sí mismo con un letrero público que
tiene una casa? Si fuese así lo más seguro
71
es que es una persona muuuuy rara y muy
sola -

-Sí, reconozco que es una conclusión un


poco excéntrica, pero posible. YoYa ¿por
qué crees que esta persona es sola? -

-Ya te dije porque es rara, la gente rara es


sola -

-No aplica siempre, sin embargo, imagine-


mos que efectivamente esta persona es
muy sola. ¿Por qué esta persona solitaria
habrá escrito eso en una valla? -

-Porque es rara-

- ¿Qué le habrá pasado entonces para


ser rara y solitaria? -
72
- Yo creería que esta
persona fue muy,
muy pobre y
nunca tuvo una
casa, ni una fami-
lia; vivía
en pensiones o lugares
muy pequeños e incómo-
dos. Seguramente en el
colegio era excluida y esto la hizo aún más
solitaria. Ahora que tiene su casa quiere
que todos sepan que por fin hay algo que
es suyo. ¿qué tal? -

-Todo es posible YoYa. ¿Te das cuenta


cómo de una simple frase imaginaste la his-
toria de una persona y viajaste a su pa-
sado? sin embargo, mientras no sepamos

73
cómo transcurrió realmente su vida no po-
demos llegar a conclusiones determinan-
tes, sólo seguir imaginando.

Yo, por ejemplo, podría plantear a diferen-


cia tuya que vivió en una casa con una fa-
milia numerosa, en la que no se respetaba
el lugar del otro. Una familia invasiva, sin lí-
mites, donde a esta persona le correspon-
día la ropa que dejaban los mayores, com-
partía su cuarto con varios familiares, le en-
señaron a ceder su lugar para los invitados
y contrario también a lo que tu planteas,
podría imaginar que es una persona ro-
deada de mucha gente, que muy dentro de
su corazón anhela estar sola y tranquila.
La valla es usada en este caso como un es-
cudo. Es su manera de gritarle al mundo

74
que ese es su espacio y solo suyo y que
ojalá la dejaran en paz. -

-Claro y por eso se fue


a vivir a las afueras de
la ciudad como quien
dice: para que les
de pereza
ir hasta por allá
a visitarla.

-Quiero que me aclares algo en este caso


hipotético que tu planteas ¿esta persona si
está consciente del motivo que la llevó a
poner esa valla? -

-No. Para ella sus motivos están ligados a


su realidad manifiesta no a la latente. Ella
75
desea profundamente tranquilidad y un
poco de soledad, sin embargo, se rodea de
personas invasivas tal cual como le enseñó
y le ordenó a su sordomuda; se pasa todo
su tiempo de descanso atendiendo gente
que la visita. La intención manifiesta del le-
trero de la valla es contraria a su deseo
real. Como la casa está en las afueras, de-
cidió poner esta frase para que las perso-
nas que la visiten tengan una referencia al
momento de llegar y se sientan como en su
casa al leer el mensaje escrito allí. Esa fue
su supuesta buena intención, darles la
bienvenida y facilitarles la llegada. En su
fuero interno le gustaría pasar a solas un
fin de semana sin compartir su comida, su
espacio con otros que ven su casa como lu-
gar de recreo, pero ella no le enseñó a la
sordomuda a poner sanos límites. Durante
76
muchos años sintió que no era merece-
dora, que nada le pertenecía. Todo había
que compartirlo y poner primero a los de-
más antes que a ella misma. Ahora, todas
sus acciones están direccionadas a com-
placer a los otros y eso la molesta, cuando
tiene la oportunidad se queja de su situa-
ción, se victimiza culpando a los demás por
ser abusivos, absorbentes e invasivos. -

-Lo que entendí fue: que esta señora cree


que puso esta valla para darle la bienve-
nida a quienes la visitan y esa sería su reali-
dad manifiesta. La realidad latente, es que
le está diciendo a todo el mundo que esa
casa es suya, que la respeten, que dejen de
visitarla y la dejen en paz -

77
-Así es-.

-Entonces con
aquello que no dice
el libro podría reali-
zarse una serie como
de 7 temporadas -

-Si YoYa tienes razón-

- ¿Te quedó claro lo que es una realidad


manifiesta? -

-Sí. Es que cuando se trata de ver en los


otros todo es más fácil -

78
-Cierto, por eso son nuestros espejos-

-No, no, no. Ahora no me compliques con


lo del espejo, luego hablamos del tema.

Ahora quiero entender


¿cuál es mi realidad latente? -

- ¿Qué realidad manifiesta quieres trans-


formar? -

-Mi compulsión por


los dulces, los pa-
nes blandos y
esponjosos,
postres…
¡ayyyyyyy! -

79
-Está bien, vamos a ver cuál es tu realidad
latente. Voy a hablar de ti en tercera per-
sona. Quiero que te veas como si fueses
otra. Como dices, es más fácil cuando lo
vemos desde afuera. ¿te parece? -

-Me parece-

Realidad Latente

-YoYa creció en una familia en la que la


dulzura, la suavidad, ternura y las acciones
que estos comportamientos conllevan,
como abrazos, caricias y palabras cariño-
sas no eran muy habituales. Frases como
te amo, tu puedes, estás hermosa o eres
maravillosa, se tornaban muy escazas en su
80
hogar. Desde muy niña ya hacía dietas res-
trictivas recomendadas por su mamá, que
no quería ver a
su hija pasadita
de kilos. Su
educación es-
taba más incli-
nada al señala-
miento de sus
debilidades que
al reconoci-
miento de sus
habilidades. Se
sentía más juzgada que aplaudida y al estar
viviendo desde el segundo piso con la
Loca asumió que era rechazada. Este
sentimiento fue una de las órdenes que
constantemente le dio a su sordomuda.
Sentirse rechazada despertaba en ella la
81
necesidad de ser aprobada así que bus-
caba desesperadamente que la quisieran.

Esta búsqueda de aprobación constante


fue otra orden para la obediente de la casa
(la Sordomuda) Y así, yendo de un ex-
tremo al otro rechazo/aprobación, fue que
comenzó a manifestarse en ella esa necesi-
dad de dulzura, ternura y consuelo -

- ¡ahhh…o sea comida deliciosa y dulce! -

-Sí. vamos a profundizar un poco más en la


función de la sordomuda en nuestra casa
ya que aquí está la clave para entender lo
que imita y el cómo lo manifiesta para no-
sotros.
Recuerda, que la sordomuda vive en un só-
tano oscuro, es lo único que conoce. No
82
siente, solo copia, no sabe nada acerca de
emociones, no sabe lo que es bueno o
malo, para ella todo es igual, llorar de risa o
llorar por tristeza.
Su programa está diseñado para imitar las
emociones y sentimientos más constantes
e intensos de la ama de su casa, en este
caso, manifestar situaciones en las que
YoYa se sienta rechazada para luego bus-
car aprobación.

Estar identificada con la del segundo (la


Loca) durante tanto tiempo, creerse que
era ella, la llevó a reaccionar frente a las cir-
cunstancias que vivía como un ataque a su
persona. Cuando por ejemplo su mamá in-
sistía en que hiciera dieta, YoYa creía que
había algo mal con ella ya que no la acepta-
ban como era. Y si su mamá no la aceptaba
83
pues entonces no la quería (esa era la de-
ducción de la Loca). Sus compañeras del
colegio la apodaban chonchis que viene de
choncho, palabra criolla que significa ma-
rrano. Le decían así “cariñosamente” pero
para YoYa y su Loca era recordarle que
estaba gorda, que
por eso su mamá
no la quería que y
además era compa-
rable con un animal
que para aquella
época se conside-
raba sucio y feo.

A sus 12 años le gustaba un chico que


solo le hablaba para preguntarle por su
amiga que preciso era delgada y hermosa.

84
La Loca iba recibiendo cada una de estas
expresiones como un rechazo y para ella
todo esto se debía a estar gordita.

Imagina qué clase de pensamientos pasa-


ban por la mente de YoYa y las emocio-
nes que se generaban.

¿cómo crees que se sentía?

- Muy mal…
Triste, insegura,
sola e invisible.
Imagínate, creyendo que no
era merecedora de amor -

-Y si a eso le sumas que

85
tenía una hermana que era popular, extro-
vertida y que además YoYa tenía metido
en la cabeza que era la “preferida” de su
papá. -

- Ahora lo entiendo, me la pasé dándole


órdenes nefastas a la obediente sordo-
muda. Mi duda es ¿por qué la del sótano,
eligió los dulces, los panes blandos y es-
ponjosos para suplir mi necesidad? -

-Porque estar pasada


de kilos te hacía sentir
miserable facilitando a
la sordomuda el cum-
plimiento de tus órde-
nes: tu mamá te propo-
nía dietas constantes
insistiendo en que estabas gordita y tu
86
Loca lo percibía como rechazo. Tus com-
pañeras te apodaban con el nombre de un
animal ¿cómo se lo tomaba tu Loca? Como
rechazo. Tu hermana, delgada, tus amigas,
delgadas. Todas tenían novio, tu no. ¿a
qué se lo atribuías YoYa? -

-A estar gordita -

-Entonces te encaminabas a buscar apro-


bación adelgazando y luego otra vez en-
gordando y así la sordomuda cumplía con

87
las instrucciones que tú le habías dado: re-
chazo/aprobación, Además, piensa que lo
dulce y suave está asociado al placer de
sentirse acogido. La Sordomuda apren-
dió a sustituir las manifestaciones de ca-
riño tan necesarias para tu desarrollo e in-
teligencia emocional con lo dulce o cual-
quier comida que para ti fuera placentera.
Cada que necesitabas un abrazo, pala-
bras cariñosas, ternura para sentirte
amada y aceptada, comías. Para la obe-
diente de la casa mantenerte gordita es
una demostración de su eficiencia para
cumplir con tus órdenes. Sin embargo,
YoYa, por duro o injusto que te parezca,
la respuesta a tus necesidades por parte
de tu entorno, fue la adecuada. Ellos res-
pondieron con lo que conocían e hicieron

88
por ti muy seguramente más, de lo que
otros hicieron por ellos. -

- ¿Esto me lo dices para


que no los culpe? -

-YoYa, así no te guste, todo aquello que


viviste y que vives ha sido necesario para tu
evolución y crecimiento cuando tu creces,
lo hace tu entorno y también el universo.

89
Todas esas actitudes de los demás hacia
ti, eso que tu Loca ha visto como rechazo,
ha sido la forma para ver las emociones que
necesitas transformar.

90
Imagínate que cada emoción es un ser vivo
que habita dentro de ti. Cada una de esas
emociones necesita ser vista porque nacie-
ron para transformarse, están ahí para evo-
lucionar y si no las ves, si nos las sientes, no
vas a tener la oportunidad de transformar-
las. Cuando logras identificar una emoción
de esas que te joden la vida y la transfor-
mas en su contrario, tu evolucionas y cre-
ces. Tú eres el instrumento para que esas
emociones que te debilitan trasciendan a
ser habilidades que te potencian y a su vez
ayudan a quienes te rodean, incluso, a tus
descendientes. -

-Como dicen por ahí: uno tiene que vivir lo


que tiene que vivir. -

-Exacto, y cómo lo vives, lo eliges tú.


91
YoYa, dime ¿has entendido la dinámica
con la Sordomuda? -

-Eso creo. Comprendí su misión: suplir


necesidades y cumplir deseos. Ella no es-
cucha, no habla, no siente, no tiene con-
ceptos acerca de nada. No distingue entre
lo cariñosa que pueda ser una persona y lo
suave, esponjoso y dulce que pueda ser un
pan, para ella esto es exactamente lo
mismo. Si cada que me siento rechazada
como algo suave, esponjoso o dulce que
me genera satisfacción esto lo copia la sor-
domuda como una orden y lo reproduce
obediente y eficientemente. Crea realida-
des para que experimente todo lo que le he
ordenado. Estar gordita le facilita a mi
sordomuda cumplir con todas las órdenes

92
que le di. Comer todo lo que me gusta su-
puestamente suple la necesidad de dul-
zura, ternura y cariño; me engorda y así me
siento rechazada, es entonces cuando em-
piezo a hacer dieta para sentirme apro-
bada y está es mi realidad latente. -

-Muy bien YoYa -

-Sabia, recuerdas que logré convertirme


en lo que siempre soñé. Actriz talentosa,
delgada y admirada, mejor dicho, una
“diva”. ¿cómo hice para salir de la comodi-
dad incómoda si yo para aquella época no
tenía consciencia de todo esto que me es-
tás contando? -

-y ¿de dónde sacas la conclusión que sa-


liste de tu comodidad incómoda?
93
YoYa, entraste más profundo en ella.

-No entiendo-

-Fuiste una más del estereotipo que la so-


ciedad aplaudía en su momento. Sensual,
atractiva, llamativa, como siempre te qui-
siste ver, es cierto. Por fin, encontrabas la
aprobación que tanto anhelabas. Ahora
quiero que recuerdes las tantas veces que
te rechazaste, que no veías en el espejo lo
que los demás veían afuera.

YoYa ¿tú te sentías como te veían los de-


más? -

94
- La verdad nunca me sentí bonita. Me se-
guía sintiendo y comportándome como una
gorda, obsesionada con mi cuerpo. Atra-
pada en cada espejo, vitrina, vidrio en el
que se pudiera ver reflejada mi imagen es-
perando verme flaca y nunca era suficiente,
siempre había kilos que bajar.

95
Ya nadie me ponía a dieta yo misma me las
imponía.

Sabía que los demás me admiraban y sin


embargo mis expectativas eran tan altas y
poco realistas que al sentirme defraudada
me rechazaba a mí misma…
¡Ya lo veo! la obediente seguía cum-
pliendo mis órdenes.

96
El rechazo a mí misma era tan fuerte y
profundo que no lo-
graba verme. No me
aceptaba ni siquiera
bonita, esto me lle-
vaba de vuelta a la
ansiedad y a esa ne-
cesidad de dulzura,
ternura y cariño-

-Muy buena reflexión YoYa, te felicito.


Como te dije, entraste más profundo en tu
programación-

- ¿Puedes explicarme eso mejor? -

-Para aquella época ya habías entrado en


otra etapa de tu vida. Elegiste tu profe-
sión y al hombre que estuvo durante mucho
97
tiempo representando lo que para ti fue
una relación amorosa. Las órdenes a la
sordomuda no habían cambiado y sí se ha-
bían intensificado, cada vez estabas más
inmersa en el programa. -

-No entiendo, si yo
desde niña quise ser
actriz. Ese era mi
sueño. -

-Sí, fue tu sueño, pero


¿desde dónde hiciste esa
elección YoYa, desde tu valor y talento o
desde la necesidad de ser vista y apro-
bada?
Elegiste una de las profesiones en la que
más se necesita aprobación, en la que es-

98
tabas más expuesta al rechazo y a la com-
petencia. Acá la sordomuda de manera
contundente comenzó a sumar a tu como-
didad una incomodidad más, mejor dicho,
una orden más-.

-Noooo ¿cuál, la competencia? -

-Sí-.

-Si yo nunca com-


petí con nadie. Ni si-
quiera me gustaban
los concursos ni
nada que implicara
ganar o perder, yo
nunca le enseñé a competir a mi Sordo-
muda. -

99
-Claro que sí competías, con tu hermana.
Tu suponías que ella tenía el amor de
papá, creías que era su preferida. Tenía la
atención de él y de muchos y eso era lo que
tú querías, así que entablaste una compe-
tencia inconsciente con ella. -

- ¡No puede
seeer, lo VEO!
Por eso me ena-
moraba de hom-
bres que esta-
ban comprome-
tidos para se-
guir compi-
tiendo por el amor de papá.
¡Jumm!!! La del sótano siempre tan obe-
diente y eficiente, encuentra la manera de
100
ir añadiendo instrucciones al juego sin ne-
cesidad de hacer cambios trascendenta-
les, de la manera más natural. Por lo que
voy comprendiendo me la he pasado mani-
pulada como un títere por mi realidad la-
tente.

101
Tarea

- Encuentra la realidad latente de esa


comodidad incómoda que vives. Escrí-
bela.

- En tu cuaderno entabla una conversa-


ción con tu Sabia donde le hagas todas
las preguntas que surjan; recuerda que
en ti habita tu sabia, ella sabrá respon-
der. Puedes hacer esta tarea como un
guión, un cuento o una novela; tú deci-
des. Como siempre, tómate tu tiempo y
cuenta tu historia en tercera persona.
Sé una espectadora de ti misma.

102
CAPÍTULO 5

Programaciones

103
La Coherencia

Ya sabes YoYa que Las programaciones


son instrucciones que tu das a la Sordo-
muda de la casa para que ella cumpla con
tus órdenes.

-Sí, eso yo ya
lo entendí-

-Muchas de estas programaciones ya vie-


nen instaladas en el disco duro de la Sor-
domuda porque las heredaste de tus an-

104
cestros. Otras, son absolutamente nece-
sarias para la supervivencia. Sentir ham-
bre, por ejemplo, es un programa que te
avisa que tu cuerpo necesita energía. -

-Eso también lo entiendo muy bien. No


todas las programaciones nos arruinan la
vida, hay algunas que la salvan. -

-YoYa, Ninguna programación arruina tu


vida todo depende desde el estado de
consciencia que lo estés mirando.
Las programaciones están ligadas a la
realidad latente, al discurso que a través de
la coherencia le ordenaste a tu sordomuda
y que te impulsa a actuar repetitiva y auto-
máticamente, de tal manera, que piensas
que tienes una maldición que te persigue y

105
le llamas destino. Así es como terminas vi-
viendo en la comodidad de estar incómoda.
La única manera de hacer que la Sordo-
muda atienda una instrucción es por medio
de la coherencia, es su lenguaje.
Te lo voy a explicar con tu comodidad in-
cómoda.
La Loca te hace creer que estar delgada
es condición para ser aceptada. Esta si-
tuación genera unas emociones como, por
ejemplo: “sentirte inadecuada”. Pensa-
mientos negativos que refuerzan este sen-
tir, como: “me gustaría ser delgada para ser
feliz y tener lo que quiero”. Palabras que
te llevan a identificarte con lo incómodo:
“no soy delgada y por eso Juan, no me
quiere”. Acciones que justifiquen tu sen-
tir, tu pensar y tus palabras: comes más de

106
lo que se debe. Esto es: coherencia. Así,
te programas.
Sin embargo, A pesar de todo lo incó-
modo que pueda llegar a sentirse una pro-
gramación, es un boleto de entrada para el
viaje a tu interior, o sea, para dejar de estar
identificándote con la Loca y venir a hablar
aquí conmigo, al tercer piso.

Las programaciones YoYa, son herra-


mientas que tenemos para cumplir con
nuestras necesidades y deseos, que no se-
pamos usar la herramienta a nuestro favor
no significa que no sean un instrumento
para co-crear con el universo. -
107
- ¿Lo que quieres decir es que si estoy
atenta puedo identificar mis programacio-
nes y darme cuenta de todo aquello que me
está impidiendo ser feliz? -

-Sí y también te diría que estas programa-


ciones que tanto te molestan, están mos-
trándote aquello que no eres para acer-
carte a lo que realmente eres y así SER lo
que elijes, HACER lo que te apasiona y
TENER lo que mereces.

Esa comodidad incómoda es una alerta,


un aviso para que revises la información la-
tente que allí reside. -

-Entonces lo que entiendo es que las pro-


gramaciones me podrían ayudar a tener
una vida plena, eso sí, dependiendo desde
108
el piso que las mire porque si lo miro desde
el segundo lo más seguro es que eso de la
plenitud ni se dejará ver. La Loca siempre
le pone toque de drama telenovesco a
todo lo que me sucede.

Lo que no me queda claro y además me


parece muuuuuuuy injusto es que yo
tenga que vérmelas con las órdenes que
otro con su coherencia le dio a la Sordo-
muda. ¿Cómo así que yo heredo progra-
maciones de mis ancestros? -

-Y ¿te parece justo


heredar
las habilidades que
tantos beneficios te
han traído?

109
Porque seguramente tus ancestros han
trascendido muchas debilidades a través
de muchas vidas para que tú disfrutes de
ellas y las uses a tu favor en esta vida. -

- ¿Tú crees entonces que las programacio-


nes de las que hemos estado hablando
como el rechazo, la aprobación, la compe-
tencia, estar gordita, ya estaban instaladas
en la obediente de la casa y por eso nací y
crecí bajo las circunstancias que he vivido
hasta ahora? -

-Lo que pienso es que si no hubieses na-


cido en un entorno frio que no sabía ex-
presarte su amor, si no se hubiera estable-
cido la competencia con tu hermana, si no
hubieses entrado en el bucle de creer que
no te amaban, no se hubiese manifestado
110
esa necesidad de dulzura, ternura y cariño
que te han impulsado a ver y a transformar
emociones como la rabia con mamá y ese
resentimiento que viene viajando genera-
ción tras generación en las relaciones in-
trafamiliares. -

- ¡ahhh! No había caído en


cuenta, esta programación de la rabia y el
resentimiento ya la tenían algunos que ya
están muertos de la familia. Bueno, aun-
que también algunos que están vivos. Mi
trastarabuela y mi bisabuela murieron sin

111
hablarle a sus padres y hermanos. Su ale-
jamiento de la familia fue debido a que sus
respectivas madres no aceptaban a los
hombres que habían elegido como parejas
porque su situación económica era preca-
ria y ambas huyeron de su casa para ca-
sarse a escondidas. Mi bisabuela fue muy
pobre y por orgullo nunca acepto ayuda ni
la herencia de su familia creyendo que al-
gún día iba a demostrarles que junto a su
marido iba a salir de aquella situación.
Algo que nunca pasó. Murió pobre.

En su corazón se instaló el resentimiento


y la rabia que me imagino heredó de la tras-
tarabuela que vivió algo similar. —

112
- Así es YoYa y por eso naciste exacta-
mente en la familia que elegiste, las dinámi-
cas que se formaron entre ustedes genera-
ron en ti las emociones que te llevaron a dar
a luz a esa rabia que ninguno de tus ances-
tros logró trascender y con la que tú ahora
estás trabajando. ¡Eres tan valiente
YoYa! ¡Cómo me gustaría que lo notaras!-

113
- ¡No puedo creerlo, se acaba de iluminar
mi universo!
La compulsión por la comida dulce, espon-
josa y deliciosa está ligada a la rabia que
siento con mi mamá. ¿Sabes Sabia todas
las veces que me había preguntado por qué
de pronto estalló en mí esa rabia? por mu-
chos años la reprimí porque “no estaba
bien” sentir rabia con mamá. Era ella la que
me ponía dieta, era ella la que “me hacía
sentir inadecuada”, la que me prohibía los
placeres de la dulce comida y además creía
que me “negaba” su cariño.

Ahora veo que mi mamá también ha sido


muy valiente, prestarse para que mi rabia
se despertara, pudiera verla y así transfor-
marla es una gran muestra del amor divino
que hay en todo. -
114
-Así es YoYa.
Cada árbol genealógico tiene su propia
historia a repetir. Observa a tu familia e
identifica cuántos de tus primos, sobrinos,
hijos, viven situaciones similares y si
en vez de pensar que es una simple casua-
lidad te conviertes
en espectadora
del legado familiar,
vas a tener la
oportunidad de
pillar esa progra-
mación que está
ahí esperando a
que tú, la
transformes.
A medida que investigas vas a ir notando
que hay una programación madre.

115
Imagina un árbol; las raíces absorben los
nutrientes de la tierra que son información
o instrucciones y a través de su tronco se
distribuye hacia cada rama, cada fruto,
cada hoja. Las raíces son tus ancestros
que no ves porque ya no están contigo en
este espacio tiempo y tú y tus familiares vi-
vos, vendrían siendo todo aquello que se ve
del árbol y aunque los frutos son diferen-
tes a las hojas y a las ramas, incluso los fru-
tos de un mismo árbol son distintos entre
sí, hay algo que lo hace único y es esa in-
formación que corre por su tronco y que no
ves. Los naranjos no tienen la misma infor-
mación que los manzanos. Si pudieras ver
todo el camino que llevo a la rama o a la hoja
o al fruto a SER y ESTAR en ese ár-
bol específico, verías el programa raíz que
los llevó hasta allí.
116
Mira contigo. Empezamos con la incomo-
didad que te incomoda: estar pasada de ki-
los y tu supuesta imposibilidad de parar de
atragantarte con la comida que tanto te
gusta, esa es tu realidad manifiesta. Des-
pués te das cuenta de que se trata de algo
más profundo que simplemente comer de
más sin poder parar y que tuvo que ver con
la dinámica familiar y el cómo se iba desa-
rrollando tu vida a medida que crecías. Si-
gues escudriñando y te encuentras con
una emoción familiar muy conocida “la rabia
con mamá”. Realidad latente. Instrucción
que viene de la raíz y que se ha dirigido a
todas las partes del árbol con el propósito
de ser transformada. Todos los seres hu-
manos son muy valientes y nacen con muy
buenas intenciones, pero en el camino las
olvidan debido a la identificación con la
117
Loca, al olvido de la Sabia y al desconoci-
miento del poder de la Sordomuda, en
otras palabras, debido a la inconsciencia.

Has pasado por todas estas situaciones


de rechazo, de aprobación, de competen-
cia para encontrarte con la rabia.

Las programaciones a pesar de la carga


emocional que muchas de ellas conllevan
son llaves para el despertar, son timbres de
acceso a la puerta que lleva al tercer piso,
son herramientas que detonan aquellas
emociones que tus ancestros dejaron sin
resolver y que aquí y ahora tienes la posi-
bilidad de trascender. -

118
-Todo eso suena taaan bonito amiga Sa-
bia, pero ¿cómo se hace para trascender
esas emociones? -

-Transformando la reacción en respuesta.


¿Recuerdas que hablamos de esto? -

-Si, que la reacción es de la Loca y la re-


puesta es de la Sabia-

-Exacto. En tu caso
YoYa ¿cuál fue la
emoción que encon-
traste detrás de tu co-
modidad incómoda? -

- La rabia -

119
-Esa es la reacción ¿Cuál sería una res-
puesta? -

- ¡Dulzura!?

-YoYa, para cumplir un deseo hay que su-


plir una necesidad. Ya te diste cuenta que
necesitas dulzura y tu deseo es cambiar la
relación con la comida y con tu cuerpo para
estar delgada porque crees que estar gor-
dita es la causa de muchas de tus frustra-
ciones y como necesitas “dulce”, se te ha

120
hecho imposible adelgazar. Hay que tras-
formar la reacción (inconsciente) rabia en
una respuesta (consciente) y paso a paso,
de respuesta en respuesta ir transfor-
mando la emoción que se interpone entre
tú y tu deseo. -

-A ver si entendí todo esto. Nací en la fa-


milia que activó en mí una emoción que
viene viajando de generación en genera-
ción, que se ha paseado y posado en dife-
rentes ancestros, esperando que alguno
de nosotros tenga la conciencia para
transformarla en una energía de buena vi-
bra. Por eso es que la necesidad de dulzura
se ha manifestado en la relación con mi
mamá como una respuesta para el cambio,
es una sugerencia constante a activar en mí
esta emoción (dulzura) y así por fin mandar
121
a descansar en paz a los muertos. ¿qué tal,
entendí? -

-Síii y muy bien-

-Entonces ¿por qué sigo con mi compul-


sión si yo soy una persona afectuosa, cari-
ñosa, tierna, es decir, dulce? -

-YoYa, tu aprendiste a comportarte de


manera dulce. Una cosa es aprender un
comportamiento y otra muy distinto sen-
tirlo. Tu puedes imitar la risa, pero las emo-
ciones que se generan de felicidad, liber-
tad y plenitud, los pensamientos, palabras
y acciones que van ligados a estas emocio-
nes no se manifiestan y eso, es lo que copia
la Sordomuda, coherencia. -

122
- ¿cómo sabes que no lo siento? -

-YoYa, si lo eli-
jes puedes men-
tirte a ti misma. -

-Pero es que de
verdad me consi-
dero dulce-

- ¿Eres dulce
con mamá?
¿Eres dulce con tu hermana? ¿Te has
dado cuenta que tu dulzura está dirigida
hacia personas con las que te identificas
porque las ves indefensas, rechazadas, so-
las, necesitadas de cariño y comprensión?
Son como tú, también son tu espejo. Les
123
das la dulzura que tu quisieras para ti, de
mamá. Si sintieras la dulzura coherente-
mente no habría distinción. -

-Puede que tengas ra-


zón. Lo que pasa es
que hacen cosas que
me sacan la rabia. -

-Tú estás en tu dere-


cho de ponerle límites
al que quiera cruzarlos
y puedes hacerlo desde tu dulzura. -

-Además, YoYa, recuerda que esas per-


sonas que tienen la “virtud” de sacarte la
rabia son tus alertas, sin ellas no podrías
hacer el trabajo. -

124
-Entonces ¿mi dulzura es fingida? -

- La dulzura habita dentro de ti como una


semilla sólo que no la has activado.
Como una aplicación. Digamos que llevas
un tiempo haciendo capturas en el Insta-
gram, de fotos que te gustan de toda la
gente que sigues; de pronto, te enteras
que hay una aplicación en tu celular que te
permite bajarlas con solo un comando y
además repostearlas, solamente es apren-
der a manejarla para darle buen uso.

125
Toda la información que requieres para la
vida que elegiste vivir, habita en ti.

Si vienes a este mundo a experimentar y a


transformar a través de la dulzura es por-
que vienes con éste programa instalado: la
consideración, suavidad, cariño, ternura,
todas estas emociones y expresiones que
son atributos de la dulzura están instala-
das en ti. Tu misión, si decides aceptarla,
es descubrirlas y activarlas para que, con
ellas por fin, transformes la rabia en su con-
trario. Como tú misma lo dices YoYa, esa
rabia lleva viajando de cuerpo en cuerpo
durante muchos años queriendo que la
apapachen, la mimen, la cuiden, la acaricien,
la besen, le digan cositas bonitas, pero
como ella en sí misma es fría, simple, dura,
áspera, es complicado acercársele y atrae
126
situaciones de su misma naturaleza. Aun-
que desea enormemente cariño y dulzura el
paquete de instrucciones sigue siendo el
mismo y te está pidiendo a gritos que lo
cambies. Cada que te da rabia con mamá,
que cada vez es más frecuente y por cosas
más insignificantes, es un grito de esta
emoción para que cambies las instruccio-
nes, es una oportunidad más para cambiar
de la reacción a la respuesta. -

- ¿cómo hago eso?

127
-Vamos a recrear cómo a través del día a
día esta emoción se fue abriendo camino
para expresarse y que por fin la notaras.
Mamá te decía muy a su manera que esta-
bas gorda, que debías hacer dieta, y eso te
hacía sentir excluida y no merecedora.
Con el paso del tiempo cada que mamá
hace una sugerencia como, por ejemplo:
“deberías hacerlo de esta manera, así es
más fácil” o te pregunta algo como: “¿para
dónde vas?” es un recuerdo inconsciente
de aquellos momentos en los que tu Loca
te susurraba que eras insuficiente, que no
cumplías con los requisitos para ser que-
rida ni siquiera por tu mamá. Así que te
sientes atacada e invadida por sus cuestio-
namientos y opiniones que no has pedido
y la reacción es RABIA, antes reprimida
y ahora expresada. Continúas dándole la
128
misma orden a la obediente de la casa, si-
gues siendo coherente y ella sigue creando
situaciones en las que este sentimiento se
intensifique. La Loca sigue mandando en
la casa porque cumple con su función de
mantenerte en lo conocido y la rabia es lo
que para ella es habitual sólo conoce esta
reacción y no quiere conocer otra.

129
En este punto es que
hay que recordar
que no eres la Loca
y acudir a la sabia.
Abrir la puerta
para subir al ter-
cero.

La sabia te muestra que hay maneras de


responder comenzando por enseñarte que
el programa llamado “rabia” ha creado en ti
una necesidad que hay que atender: nece-
sidad de dulzura. Así como la rabia es de
adentro hacia afuera, la dulzura debe ser
igual. No se trata de pedirle dulzura a otro,
se trata de convertirte tú misma en dulzura
para que te des y te nutras con eso que ne-
cesitas. Es un trabajo interno.

130
Tu programación, es decir la rabia, te está
diciendo: - “por favor ya no quiero seguir
viajando de cuerpo en cuerpo sin poder
evolucionar, te pido que me ayudes a ser mi
mejor versión, ayúdame a descubrir cómo
hacerlo, cuento contigo porque no tengo a
nadie más”. Ese anhelo de dulzura que se
despertaba en ti cuando te sentías recha-
zada, es la manera de la rabia contarte lo
que ella necesita para transformarse. –

-Me estoy imaginando a la rabia como a


una pequeña mascota que está siempre si-
guiéndome
a donde vaya. Me
fastidia porque no me
deja en paz. Ella está sola, no tiene hogar
ni quien la acoja y yo constantemente le

131
tiro la puerta en su cara dejándola afuera
al sol y al agua.
Ella sabe que soy la única que puede ayu-
darla así que no se rinde. Por mi parte sigo
con mi actitud odiosa hasta que un día la
veo moribunda mirándome como
solo las mascotas saben mirar. Toca mi co-
razón, con lágrimas en los ojos y llena de
remordimiento la entro a mi casa y co-
mienzo a tratarla
con cariño,
educándola,
atendiendo
sus necesidades,
hasta que ella
se ve alegre y
saludable. -

132
-¡Que buena metáfora YoYa! -

-He entendido muy bien todo aquello de


cómo he ido pro-
gramando a la
Sordomuda, de
cómo nací con un
programa here-
dado que tiene
como misión su-
perarse a sí
mismo usándome
como herra-
mienta. He entendido que el programa o
me jode la vida o me impulsa a ser mejor.
Entiendo que la reacción es de la Loca y
la respuesta de la sabia. Y en mi caso he
entendido que la respuesta es la dulzura y
la reacción es la rabia.
133
Lo que no he entendido aún es ¿cómo dia-
blos me convierto en dulzura?
Tú sabes que lo he intentado y sin em-
bargo mi compulsión sigue ahí. -

134
Tarea
- Observa tus reacciones ¿cuál es la emo-
ción que más se repite? Identifícala muy
bien. Existen 8 emociones básicas: ira,
amor, miedo, tristeza, sorpresa, alegría,
placer y vergüenza. De estas emociones
se desprenden otras más. Conócelas y
reconoce cuál es esa emoción que te im-
pulsa a reaccionar. No puedes influen-
ciar a nadie si no le conoces. Interésate
en la emoción tanto como si fuera al-
guien que quieres conquistar. Reco-
noce de dónde viene, pregúntale a tu
Sabia para que te guíe hacia las res-
puestas. Escribe.

135
CAPÍTULO 6

Desprogramándote

136
La Incoherencia

-Si deseas
Desprogramarte: sé
conscientemente
incoherente.

137
-Si sigues reaccionando continúas refor-
zando ese programa limitante que te tiene
viviendo la misma situación, aunque en di-
ferentes escenarios y con distintos perso-
najes. La reacción se manifiesta porque
hay una emoción que te está impulsando
como resorte a vivir ese comportamiento.
Sientes, actúas, piensas y dices todo lo
que se te ocurre basada en esa emoción;
allí hay coherencia y como ya te lo dije,
este es el lenguaje de la Sordomuda-.

-Sácame de una duda Sabia ¿cuál es l di-


ferencia entre reaccionar y responder? -

-Reacción:
Es la manera inconsciente, impulsiva, au-
tomática de experimentar las emociones
que te incomodan. Crees no tener manejo
138
de ellas. Como si algo más fuerte que tú
te controlara y desde alguna parte usara
tu cuerpo para expresarse y es verdad, te
controla, así es el programa. Actúas de
una manera muy particular cada que pasa
alguna situación que mueve esa emoción
que te afecta.

-Respuesta:
Es la manera consciente, reflexiva, inteli-
gente y asertiva de experimentar tus emo-
ciones. Te sabes y te conoces responsa-
ble de aquello que sientes. Ves como el
impulso quiere dominarte y lo manejas en-
contrando una manera de calmarlo y eli-
giendo actitudes diferentes para respon-
der.
Te voy a poner un ejemplo que te va a so-
nar muy conocido:
139
-YoYa está encerrada en su
cuarto, muy concentrada escri-
biendo el cuaderno #YoYa-
meamo en su computadora portá-
til. La puerta la abren sin previo
aviso y desde el momento que
YoYa percibe que mueven la ma-
nilla su actitud cambia inmediata-
mente-

- YoYa: que
vicio el tuyo
de entrar sin
que te inviten
¿qué querés?-

140
- Mamá: ya va a empezar a llover sino
quiere que se le mojen esas toallas vaya
éntrelas. - (se va enojada por la actitud
de YoYa)

-YoYa
fastidiada
y enojada
se pre-
gunta por
qué dia-
blos no
puede entrar ella las toallas y
tiene que molestarla con eso.
Reprime lo que quiere decir y de
mala gana, va a hacer lo que su
141
mamá sugirió. Regresa a su
cuarto, cierra la puerta y le echa
seguro. Sigue escribiendo y
pasado un buen rato, siente un
antojo por algo dulce y como
siempre, se complace-.

-Qué tal YoYa, ¿te sientes identificada? -

142
- Me parece un ejemplo muy tonto. Por-
que pareciera que me enojara por situacio-
nes muy insignificantes y no es así. Me ha-
ces ver como la mala del paseo. -

143
- ¿Vas a negar que has vivido esa situa-
ción? Cada que sientes que te invaden o
te controlan diciéndote cómo hacer o de-
cir las cosas es un recuerdo de aquella
“tú” que se sentía no que-
rida, no aceptada, no
valorada y entonces
te da rabia, necesitas
defenderte y reaccionas en
consecuencia con una acti-
tud grosera e irascible. -

-El programa haciendo de las suyas con-


migo. Bueno Sabia, ahora explícame
¿cómo transformo esa reacción en una res-
puesta? -

-Siendo conscientemente incoherente. -

144
-Eso suena taaan diferente a todo lo que
he escuchado, que hasta se me hace diver-
tido ¿cómo se hace? -

-Voy a volver al ejemplo anterior, retome-


mos en el momento que la manilla de la
puerta se mueve. -

145
-YoYa sabe que su mamá se dis-
pone a entrar y siente la molestia,
en vez de tener una actitud recri-
minatoria va a obligar a su cuerpo,
su cara, sus ojos y su boca a estar
en una actitud de acogida.

- YoYa: (sonriente) dime Má, ¿te puedo


ayudar en algo? -
- Mamá: está para llover, mejor vaya y en-
tre las toallas para que no se le vayan a
mojar. -
- YoYa: ¡ay! Má, ¡tan linda! gracias, ya
voy a entrarlas. -

146
-YoYa se dirige hacia la puerta
con una actitud conciliadora y le
dice a su mamá:

- YoYa: Má, por fa, cuando yo tenga la


puerta cerrada tocas antes de entrar. -

-Cuando cambias de actitud y en vez de


reaccionar, respondes, el otro también
cambia. -

- ¡Jum! Dudo mucho que a mamá le guste


que le diga lo de la puerta, se va a moles-
tar.-

-YoYa, los sanos límites son absoluta-


mente necesarios en cualquier relación lo

147
importante es que lo hagas desde la dul-
zura y no desde la rabia. Si a ella le molesta
va a tener que aprender a lidiar con ello, así
como tú estás aprendiendo a lidiar con lo
tuyo.
¿Notaste la diferencia entre la reacción y
la respuesta, te das cuenta que la reacción
es coherente y la respuesta incoherente? -

-Sí y eso me tiene


muy confundida.

Todas las lecturas


de superación per-
sonal, los maestros
espirituales, la psi-
cología, los videos de cómo lograr lo que
deseas y demás, hablan de coherencia y tú,
mi supuesta Sabia, habla de incoherencia
148
o será que ¿la Loca me está engañando y
estoy hablando con ella? -

-jejeje… No YoYa, estás hablando con tu


Sabia y yo también te he hablado de la
coherencia, te dije que era el único len-
guaje que entendía la sordomuda, es la
forma en que nos programamos, por eso es
tan importante y todo el mundo habla de
ella. Sin embargo, la incoherencia también
es útil, es la manera que tenemos de des-
programarnos-.

-Y por lo que veo,


nadie habla de
ella. -

149
-Tienes razón, están muy enfocados en
programarse y se han olvidado de despro-
gramarse y por eso, aunque hagan nuevas
programaciones conscientes, los viejos
programas siguen haciendo su aparición y
causando las mismas molestias.

Volvamos al ejemplo de la supuesta res-


puesta que le das a mamá para que veamos
claramente cómo se experimenta la incohe-
rencia. -

-Yo la vi, incluso la experimenté mientras


me imaginaba dando la respuesta que pro-
pusiste y por eso me confundí. Es que es
de locos porque hay que fingir, mientras
por dentro una está que estalla de la rabia,
a eso en mis días se le llamaba hipocresía. -

150
-Sí YoYa, hay que fingir, actuar, incluso
puedes estar preparada con el guión estu-
diado como si fuese una obra de teatro. Si
lo que deseamos es transformar esa rabia
y ese resentimiento ancestral en dulzura,
necesitamos cambiar las instrucciones que
tiene la Sordomuda. -

-Y ¿cómo voy hacer eso si la Sordomuda


copia la coherencia y estoy siendo incohe-
rente? -

-YoYa, la incoherencia forma parte del


proceso no es el resultado.

-Está comprobado que puedes crear un


hábito en 21días-.

151
-Yo pensaría
que
para más seguri-
dad
en 42… jejeje…-

-O en 63, lo realmente importante es que


no desistas y si fallas en el día 17, comien-
ces de nuevo desde el día primero. Si te
propones y te dispones a responder todos
los días con dulzura, así sientas rabia;
viendo la situación desde el conocimiento
que has adquirido acerca de esa emoción
que tanto te afecta, comprendiendo de
dónde viene este sentir, perdonando a
152
quienes haya que perdonar incluyendo a
tus antepasados, te vas a sorprender
cuando te des cuenta que de pronto, ya no
finges, ya no actúas, interiorizaste el guión,
creaste una respuesta desde la conscien-
cia; hay aceptación frente a comporta-
mientos que antes no soportabas; esta es
la manera de nutrir la semilla de la dulzura
que habita en ti. Vas a notar cómo la in-
coherencia se
convierte en
coherencia y la
rabia en dulzura
y está será la
nueva instruc-
ción que la
Sordomuda
imitará para ti. -

153
-Todo se escucha muuuuy bonito y lo veo
en mi mente como algo posible pero como
decía mi abuela del dicho al hecho hay mu-
cho trecho. Yo me sigo sintiendo fatal
cuando me miro al espejo y para rematar la
compulsión sigue de protagonista. Ya en-
tendí que la dulzura debe venir de adentro,
pero ¿cómo hago para que la tentación de
afuera desaparezca?

154
-Estás enfocándote nuevamente en la si-
tuación que nos trajo acá. Es decir, en el
mensaje manifiesto. Poner tu atención en
la comida, en la dieta, en tu cuerpo, es la
reacción de la Loca para que sigas en la
comodidad de estar incómoda. -

-O sea que cuando trascienda la rabia


¿voy a adelgazar? -

-No sé si vayas a adelgazar, lo que sí sé, es


que te vas a aceptar, te vas a respetar, te
vas a consentir. Te vas a aprobar tal cual
como te veas, lo que decidas hacer con tu
cuerpo no va a estar motivado para que
otros te valoren sino como una decisión de
amor hacia ti. -

155
- ¡O sea, que sí voy a adelgazar porque
eso significa estar saludable y eso es
bueno para mí ¡ -

-YoYa, ¿cuántas veces te has dicho que


vas a adelgazar para estar saludable?

La Loca quiere que sigas sintiendo lo


mismo. Quiere que te quedes de lleno en el
2 piso. No olvides que su misión es mante-
nerte segura y lo conocido es seguro, para
ella no hay que improvisar, no se pueden

156
correr riesgos. Ella va a tratar de dejarte a
su lado tergiversando la información que
hayas captado de la sabia para así regre-
sarte a lo conocido. Te regresa a la reac-
ción y de esta manera nunca vas reprogra-
mar a la sordomuda.

Tú te dices a ti misma que vas a comer sa-


ludable y te convences de que lo haces por
tu supuesto amor propio.

Comienzas a implementar lo que tú ves


como un cambio porque ya no es una dieta

157
para adelgazar, sino que tiene como pro-
pósito estar saludable y puede ser que la
intención sea real, sin embargo, al no estar
basada en la realidad latente (la rabia) sino
en la manifiesta, (la gordura) la Loca vuelve
a tomar el control y sigues dando vueltas al
mismo redil. -

-Mejor dicho, es el mismo policía con la go-


rra pa’tras. -

- jejeje… Sí, y Vas a hacer lo que llevas ha-


ciendo por años: dieta para adelgazar. A
la loca no le importa qué cosas te digas,
con tal y sigas con ella en el segundo piso.-

-Ya entendí; primero me corresponde tras-


cender la rabia que es la realidad latente y

158
cuando esto pase, seguro tomaré otras de-
cisiones con respecto a mi cuerpo. -

-Así es.
YoYa, cuéntame ¿has entendido todo lo
que hemos conversado acerca de las
programaciones? -

-Sí o eso creo.


Lo primero es enterarme de cómo funciona
mi casa, conocer a quienes la habitan y en-
tender que detrás de lo manifiesto está lo
latente, mejor dicho: Reconocer y aceptar
la comodidad de estar incómoda como un
programa que yo misma he instalado a tra-
vés de las reacciones de la Loca de la casa
para así desmantelar el programa raíz.

159
Convertirme en la espectadora de mi
misma para así pillar las programaciones
que me atormentan y me mantienen en la
comodidad incómoda; conocer su realidad
latente para con esta información comen-
zar el proceso de ser una incoherente
consciente, o sea que voy a crear respues-
tas desde la Sabía de mi casa para reem-
plazar la reacción de la Loca y voy a ac-
tuarlas como toda
una actriz hasta
que termine cre-
yéndomelas y
vuelva a la cohe-
rencia que es el len-
guaje que entiende
la Sordomuda y de

160
esta manera trascienda esas emociones
que tanto me incomodan. -

Comprender que mi familia hizo lo mejor


que pudo con las herramientas que tenían
para ayudarme a ser mi mejor versión y que
los programas tienen su raíz en mis antepa-
sados. Que las emociones que ellos no su-
pieron superar las heredamos para que no-
sotros sí lo hagamos y si lo logramos libera-
mos a la familia de esa cómoda incomodi-
dad. Así que es muy importante conocer
nuestra historia familiar para nutrirnos de
una muy buena dosis de información que
nos lleva a encontrar respuestas para ya
no vomitar reacciones. De manera muy re-
sumida Sabia te puedo decir que las pro-
gramaciones son herramientas para la

161
co-creación, que la técnica para programar
es La coherencia y la técnica para trascen-
der emociones negativas y ayudar a la
Sordomuda a manifestar lo que realmente
deseamos, es la incoherencia. -

-Yo no pude haberlo dicho mejor YoYa,


te felicito. -

-Sabes una cosa sabia, ahora me identi-


fico más contigo. Aunque sé que tampoco
soy tú. Yo soy toda mi casa.

Soy la Loca, soy la Sabia y soy la Sor-


domuda. Créeme que eso, YoYa lo en-
tendí. -

162
163
Tarea
- Si ya identificaste tu Comodidad
Incómoda, si hiciste el análisis de cuál
es tu realidad latente y tu realidad
manifiesta, entonces, imagino que has
descubierto la emoción que te impulsa
a reaccionar.
- Crea la respuesta con la que vas a
reemplazar tu reacción y comienza tu
actuación desde el corazón. Sé todo lo
incoherentemente consciente que
puedas ser y transforma esa emoción
que tanto te trastorna en una que te
nutra. Sé persistente, recuerda que tu
Sabia te está esperando para que
juntas, programen a tu Sordomuda.

164
Referencia

*La Loca de la casa.


Escuchando a un hombre que admiro
profundamente, que no conozco y me
encantaría conocer “Emilio Carrillo”,
me enteré que hubo una santa que lla-
maba al Ego “La Loca de la casa”,
Santa Teresa. Este conocimiento me
inspiro para darle nombre al Incons-
ciente y a la mente superior personifi-
cándolos en este cuaderno como la
Sordomuda y la Sabia.

165
Agradecimientos

En el 2010 durante una conversación te-


lefónica con una amiga de esas que sabes
que por siempre tendrán techo en tu cora-
zón y que además fue mi maestra de Tea-
tro, María Eugenia Carvajal, me lanzó la
siguiente frase: “es hora de que empieces
a escribir sobre tu filosofía urbana”. Al día
siguiente estaba frente a la computadora
tipeando y organizando ideas para el libro
que me prometí escribir. 10 años después
estoy por fin cumpliéndome. Lo que co-
mencé en aquella época no es ni sombra de
lo que es hoy, en todo este tiempo mi “filo-
sofía urbana” se nutrió y aunque este cua-
derno es corto en letra no lo es en conte-
nido. A ella, mi amiga, mi Maru, mil gracias.

166
No solo me dio ese primer empujón, sino
que se tomó el tiempo y me ayudo en la re-
visión del cuaderno. Sabes cuánto te
quiero y sé cuánto me quieres.

A mi sobrina a la cual amo con el alma que


supo leer la idea
que tenía de la
figura de YoYa
y me la presentó
en un dibujo:

Cuando la vi me
enamoré y supe que YoYa había nacido.
Mis habilidades como dibujante son nulas
sin Daniela, YoYa seguiría habitando en
mi mente.
A Cesar, mi compañero de vida. Él, mi
apoyo incondicional. Gracias amor mío
167
por tu respeto, tolerancia y tu compren-
sión.

A todas y cada una de las personas que


han confiado en mí, ellas han sido mi inspi-
ración, mi espejo y una fuente de aprendi-
zaje que me han ayudado en este proceso
de Ser mi mejor versión.

Gracias.

168
169
170

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