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Repite cariñosamente palabras “Te quiero”, mientras le das besos por todo el cuerpo.
Con este cariñoso juego, se desarrolla el vínculo de apego seguro entre tu bebé y tú.
Favorece la seguridad y el proceso de independencia vital para el pleno desarrollo de tu hijo.
Si presionas suavemente con un dedo en la parte inferior de los dedos de sus pies, conseguirás que extienda
y flexione las piernas alternando un movimiento con el otro. Este juego favorece el desarrollo motor de sus
piernas y conocimiento de su cuerpo.
Una forma de hacerlo es cantar suavemente una canción infantil mientras sustituyes un cambiar por el otro.
Si al termina el trabajo le das besos en las manos y en los pies, tu hijo, no sólo se sentirá limpio si también
relajado y satisfecho.
Tu bebé tratado con cariño y ternura se sentirá seguro y protegido, sensaciones imprescindibles para su
desarrollo.
Si está tumbado en la cuna y se pone a balbucear, acércate hablando cariñosamente, sonríe y juega durante
unos minutos con él.
Luego retírate para volver a aparecer cuando tu bebé parlotee de nuevo. Ahora, puedes cogerlo en brazos
para besarlo y abrazarlo o cualquier otra actividad que a él le agrade.
Este tipo de estímulos aceleran las conexiones que deben producirse en el cerebro para más
adelante, desarrollar el lenguaje.
Cuando el pequeño levante la cabeza por el sonido, esconde el juguete durante un momento.
Observa la reacción de tu bebé al no ver el objeto pero si, escuchar la música, a continuación, descubre de
nuevo el juguete celebrando su aparición.
Con juegos de este tipo, enseñas a tu bebé a seguir el movimiento de los objetos y el sonido que emiten
aunque no lo vea.
Observar cosas que se mueven resulta muy divertido para tu hijo, ya que le obliga a trabajar la vista, y
además con tu proximidad se siente tranquilo y seguro.
Juega con él a coger y arrojar juguetes con una sola mano, pero de pronto introduce un peluche tan grande
que le obligue a usar las dos manos, para poder sostenerlo o intentar arrojarlo.
De esta manera, le estás ayudando a desarrollar aptitudes motoras sin esfuerzo alguno.
Luego, ayúdale a soltar la primera mano y cuando lo haga dale un beso en ella.
Tu bebé, ya puede utilizar las dos manos, lo que le permite explorar mejor los objetos y al cambiarlos de
mano, desarrollar la psicomotricidad fina y la coordinación entre el ojo y la mano.
Cuando tu peque te responda con balbuceos, recíbelos con sonrisas y gestos positivos.
Contéstale con otra frase corta para continuar así hasta llegar a establecer una especie de conversación
entre los dos.
Con este juego tu bebé está desarrollando sus aptitudes lingüísticas y empezando a adquirir confianza en sí
mismo.
Para tu hijo será muy divertido, favoreciendo el tema que tratamos hoy el apego seguro, y además estará
practicando el sentido del equilibrio.
Repite el juego varias veces y verás cómo se divierte tu hijo y a la vez se refuerzan los vínculos emocionales
existentes entre tú y él.
Tu hijo te observará un instante, pero enseguida empezará a imitarte, si no es así, coge sus manitas y golpea
suavemente la mesa siguiendo en ritmo.
Cuando en historia actúen los gigantes, camina de puntillas, cuando sean enanos los que intervienen, camina
agachada.
El juego consiste en que tu hijo imite esos movimientos y consiga andar como lo haces tú sin caerse.
La diversión está asegurada y el desarrollo motor de tu pequeño irá progresando sin esfuerzo.
Puedes practicarlos haciendo sencillos dibujos en su estómago y espalda para que adivine de qué se trata.
Procura que sean pocos trazos y cortos.
Cuando lo consiga, podéis cambiar los papeles pasando a ser él quien dibuje sobre ti.
Con este juego tu hijo experimenta nuevas sensaciones y al final los mimos y las cosquillas serán inevitables.
Intenta que lo haga en silencio, sólo imitando los gestos del feroz animal, gestos exagerados, sobre todo con
la boca y la lengua, lo que supone un excelente ejercicio para distender los músculos de la cara
Es muy importante ayudar a los niños a identificar, conocer y gestionar sus emociones. Lógicamente, una de
las mejores formas de lograrlo es mediante juegos. Por ejemplo, se puede elaborar carteles en hojas con
diferentes caras: de alegría, tristeza, enfado, sorpresa, etcétera. Luego, se observan fotos o vídeos de
personajes de personajes bíblicos y se comienza a adivinar qué pueden estar sintiendo en ese momento.
Para hacerlo más divertido, se puede llevar una especie de anotación con los aciertos de cada jugador.
Aunque en este caso el marcador sea algo secundario, ayuda a que los niños se motiven y concentren.
La Escultura 6 a 12 años
A principio los niños no están preparados para seguir reglas, solo buscan su propio beneficio. Tipo de juego
en parejas (padre e hijo).
Reglas: las esculturas tratarán de no moverse una vez que hayan sido esculpidas.
Uno hará de arcilla para esculpir y otro será el escultor. El escultor realiza con la arcilla una escultura. Una
vez realizada ésta, todos los escultores pasarán para ver las esculturas que han realizado los demás
escultores. Cuando indique cada escultor imitará a la estatua que tenga más cerca. Se cambiarán los roles. Se
valorará especialmente la mirada perdida, la inmovilidad de las estatuas, la creatividad de la escultura.