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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y BIOLÓGICAS “DR IGNACIO CHÁVEZ”

ALUMNA: WENDOLYNE FATIMA NUÑEZ BARAJAS. MATRICULA 1539970A SECCIÓN: 04


Fecha: 07/06/22.
 TAREA N° 3

TEMA: INTOXICACION POR PICADURA DE ALACRÁN

Definición:

La intoxicación por picadura de alacrán o alacranismo es un cuadro clínico desencadenado por la


picadura de este artrópodo y la inoculación de sus toxinas en el espacio tisular; llega a representar
una verdadera emergencia médica ya que posterior a su diseminación por vía sanguínea afecta
diversos órganos y sistemas con repuestas tanto simpáticas como parasimpáticas.

Los estados de la republica con mayor morbilidad son: Michoacán, Jalisco, Guanajuato, guerrero y
Morelos. Y las entidades con mayor mortalidad son: Michoacán, Jalisco, Nayarit, guerrero y
Morelos. Se estima que en México ocurren en promedio 49 defunciones al año, y los cuadros más
graves ocurren en menores de 5 años.

Etiopatogenia:

Los accidentes por picadura de alacrán son más frecuentes en los meses de abril a julio (época de
lluvias), debido a que los alacranes en estas fechas suelen salir en busca de sus parejas para
aparearse, aunque otros han encontrado mayor frecuencia en agosto-octubre (época de cosecha
de maíz y su traslado a la troje), y otros encuentran más casos en primavera-verano (marzo-
octubre), por ser la época en que los alacranes se reproducen y, por tal motivo, suelen alimentarse
más, por lo que en este tiempo es más fácil su encuentro con el humano.

En nuestro país se han identificado 275 especies de alacranes23 comprendidos en 8 familias, el


género Centruroides Marx contiene la mayor parte de las especies de importancia médica en
México y la distribución geográfica nacional. Los alacranes suelen vivir a menos de 2000 metros
sobre el nivel del mar, a 45-50 grados norte y sur del ecuador. Los alacranes se alimentan de
insectos, son de vida nocturna, permanecen durante el día en sus refugios (micro-ambientes:
espacio debajo de las piedras, corteza de los árboles, etc.)

la característica distintiva es que los alacranes de cola grande y pedipalpos (tenazas) pequeños son
más venenosos que los de cola chica y pedipalpos grandes; para otros, la atención debe fijarse en
el esternón del alacrán, pues en nuestro medio, los venenosos lo suelen tener triangular.

El veneno de los alacranes es producido por un par de glándulas ubicadas en el telson o cola, el
cual utiliza para cazar, digerir y defenderse, éste es una secreción líquida que se compone
básicamente de proteínas y péptidos (100,000) de bajo peso molecular (6,500-8,500 Da), que
afectan los canales de sodio y potasio, ocasionando despolarización celular, habiendo además
modulación de los canales de calcio y cloro; de las 80 toxinas diferentes, solo unas 10 actúan sobre
el organismo (llamadas escorpaminas): noxiustoxina, tetrodotoxina, brevetoxina y alfatoxina,
todas ellas bloqueadoras de los canales de sodio y potasio, y cuya toxicidad depende de la
existencia de puentes disulfuro y residuos de lisina.

La afección corporal por el veneno de alacrán es sistémica, con afectación cardiovascular (por
estimulación colinérgica o adrenérgica), respiratoria (por parálisis de los músculos respiratorios,
edema pulmonar, hipersecreción bronquial), neurológica (a nivel presináptico de terminaciones
musculares, a nivel de neuronas autónomas ganglionares y a nivel de nervios glosofaríngeo y
vago), gastrointestinal (por estimulación vagal), dérmica (la afección dérmica visible es mínima en
comparación con los síntomas), hepática (aumento de la glucogenólisis), nefrourinaria
(disminución del flujo plasmático renal, retención o incontinencia urinaria), hematológica
(incremento de la agregación plaquetaria), inmunológica (reacciones alérgicas), metabólica
(inhibición de la liberación de insulina), del equilibrio ácido-base (acidosis respiratoria-metabólica)
y electrolítica (deshidratación). El veneno se excreta por vías urinaria y biliar, tiene vida media de
4.2-13.4 horas. Cada alacrán porta 100-600 µg de veneno.

Manifestaciones físicas:

El cuadro clínico y la evolución se relacionan con la edad, el peso y las condiciones de salud del
paciente al momento de la picadura, cantidad del veneno inoculado y tiempo transcurrido entre la
picadura y el acceso a la atención médica:

Grado I o leve: dolor local, parestesias locales, prurito, inquietud leve.

Grado II o moderado: lo anterior más: llanto persistente en menores de cinco años, angustia,
cefalea, epífora, enrojecimiento ocular, prurito en nariz, boca y garganta, estornudos, rinorrea,
sialorrea, sensación de cuerpo extraño en la faringe, disfagia, fasciculaciones linguales, sequedad
de boca, taquicardia (130 o más minuto),56 disnea, distensión abdominal, dolor abdominal y
muscular, priapismo, prurito vulvar.

Grado III o grave: lo anterior más: hipertensión arterial inicial seguida de hipotensión arterial
tardía, fiebre inicial seguida de hipotermia tardía, miosis inicial seguida de midriasis tardía,
fotofobia, nistagmo, dislalia, cianosis peribucal, convulsiones, amaurosis, bradicardia, arritmias,
dolor retroesternal, oliguria, inconciencia, insuficiencia orgánica múltiple, coma, muerte.

Tratamiento:

El tratamiento médico prioritario es la aplicación del antídoto antialacrán polivalente;1,41 existen


dos preparados: uno elaborado por laboratorio privado (Alacramyn) y otro hecho por el Sector
Salud (paraestatal); al parecer, se requieren mayores cantidades de dosis para lograr el mismo
efecto con el segundo.

Un frasco es capaz de neutralizar 150 DL –1.8 mg de veneno–; el alacrán inyecta 0.1-0.6 mg de


veneno, se aplica por vías IV (en infusión en 50-100 mL de solución NaCl 0.9%) a pasar en 20-30
minutos, o IM (si no hay acceso venoso) cada 20-30 minutos hasta la remisión del cuadro (no hay
límite de dosis).

Grado I:
a. < 5 años, >60 años de edad, con enfermedades crónico-degenerativas: 2 frascos
inicialmente.
b. >5 años, < 60 años, adulto sano: 1 frasco inicialmente

Grado II:

a. < 5 años, >60 años de edad, con enfermedades crónico-degenerativas: 4 frascos


inicialmente.
b. >5 años, < 60 años, adulto sano: 2 frascos inicialmente

Grado III:

a. < 5 años, >60 años de edad, con enfermedades crónico-degenerativas: 6 frascos


inicialmente.
b. >5 años, < 60 años, adulto sano: 4 frascos inicialmente

El uso de bloqueadores H2, corticoides, o prazocin tiene su fundamento en el desarrollo de las


complicaciones, pero no tiene ningún efecto contra el veneno circulante o ya fijo en el tejido; hay
autores que recomiendan aplicarlos para contrarrestar los efectos de la bradicinina liberada, y el
aumento de la histamina y demás mediadores de la inflamación liberados; sin embargo, para
eliminar por completo los efectos del veneno el único medicamento eficaz recomendado es el
faboterápico.

Complicaciones:

Las complicaciones pueden ser: insuficiencia cardiaca aguda, infarto de miocardio, bradiarritmias,
taquiarritmias ventriculares, perturbaciones de la conducción (bloqueos), miocarditis, por
liberación de catecolaminas, modulación de los canales de calcio, vasoconstricción arterial
coronaria y efectos miotóxicos directos; dificultad respiratoria, edemas pulmonar y cerebral,
pancreatitis (esta última por la especie Tityus, debido a la descarga colinérgica inducida por el
veneno, lo que provoca liberación masiva de jugo pancreático), e insuficiencia renal aguda, por
anemia hemolítica y hemoglobinuria, por rabdomiólisis y mioglobinuria, o por nefritis intersticial
debida a efecto directo de la toxina.

TEMA: MORDEDURA DE SERPIENTES VENENOSAS:

Definición:

Las mordeduras de serpientes o accidente ofídico se definen como una lesión cutánea provocada
por la mordedura de serpiente, seguida de la inoculación de sustancias tóxicas (veneno) que
lesionan los tejidos y condicionan las alteraciones fisiopatológicas de gravedad variable.

En México la distribución porcentual de las mordeduras es la siguiente: el grupo más afectado es el


grupo entre 15-44 años con el 48.75% de los casos; el 64% corresponde al masculino y el 36% al
femenino. 7%. La distribución de las mordeduras por región anatómica es la siguiente: el 72% en
los pies y tobillos, el 14% en los muslos, el 13% en las manos y el 1% en la cabeza.
Las serpientes venenosas de nuestro país están agrupadas en dos familias: Elapidae y Viperidae; la
primera de ellas incluye a las serpientes marinas (Pelamis) y coralillos (Micruroides y Micrurus),
mientras que la familia Viperidae está integrada por las serpientes de cascabel (Crotalus), las
nauyacas (Bothrops, Botriechis, Porthidium, etcétera) y los cantiles (Agkistrodon).

Etiopatogenia:

Familia Elapidae: Los miembros de esta familia poseen dientes acanalados, relativamente rectos y
escasamente móviles en la parte frontal de la maxila (dentadura proteroglifa), en México los
únicos elápidos (terrestres) son precisamente las corales (géneros Micrurus y Micruroides), y la
serpiente marina, Pelamis platurus, que solamente se conoce de las costas del Pacífico mexicano.

Familia Viperidae: Integrada principalmente por las serpientes de cascabel (Crotalus). Los
miembros de esta familia se caracterizan por poseer un aparato venenoso muy especializado, con
dientes agrandados, tubulares, móviles y que, por tanto, pueden cambiar de posición (dentadura
solenoglifa), con un veneno que por lo general es destructor de tejidos (también llamado
hemotóxico, tienen además de las fosas nasales (y justo atrás de ellas), dos fosetas termosensibles
ubicadas cada una a un lado de la cabeza; las cuales son capaces de detectar diferencias muy
pequeñas de temperatura, lo que le permite a la serpiente sentir su medio ambiente, incluyendo a
sus presas de sangre caliente. Los vipéridos son típicamente nocturnos, de cuerpo pesado,
terrestres o bien son más delgados y arborícolas.

Las toxinas de los principales grupos de serpientes se clasifican en: hemotoxinas (toxinas
hemorrágicas, anticoagulantes contra plaquetas y factores de la coagulación), neurotoxinas,
miotoxinas, nefrotoxinas, necrotoxinas.

Manifestaciones clínicas:

Las manifestaciones de la mordedura —y sobre todo de la acción del tóxico sobre ella— son
variables como respuesta lógica a la diversidad de los componentes del veneno en cada una de las
especies:

Signos y síntomas de mordedura de la familia Viperidae:

Grado 0: huellas puntiformes sin envenenamiento, probable mordedura seca.

Grado 1: envenenamiento leve: dolor, edema no mayor a 10 cms circunscrito al área de la lesión.

Grado 2, envenenamiento moderado: dolor intenso, edema mayor a 15 cms circunscrito al área de
la lesión, cambios en la piel y regionales, estado nauseoso.

Grado 3, envenenamiento severo: edema en todo el miembro afectado, vomito, vértigo, fiebre,
cambios muy notables en la piel, equimosis, bulas, petequias, parestesias, oliguria.

Grado 4, envenenamiento grave: sangrado por orificios de mordedura, equimosis y petequias


extensas, datos de coagulación intravascular diseminada, insuficiencia renal aguda, dificultad
respiratoria, hipotensión y falla orgánica multiple.

Signos y síntomas por mordedura de la familia Elapidae:


Grado leve: dolor y edemas locales minimos, parestesias locales y leve sangrado por oririficos de
entrada de colmillos.

Grado moderado: astenia, adinamia, ptosis palpebral, oftalmoplejia, visión borrosa, didplopia,
dificultad respiratoria y parestesias.

Grado grave: trastornos de equilibrio, disfagia, sialorrea, disnea, insufucicnia respriatoria que
evoluciona a paro respiratorio, ausencia de reflejos, parálisis flácida.

Tratamiento:

 Tratamiento prehospitalario:

1. Valorar el estado de consciencia y tranquilizar al paciente.


2. Mantener la vía aérea permeable, en caso de que el paciente esté inconsciente o estuporoso.
3. Mantener un acceso venoso permeable, preferentemente con solución Ringer-lactato o
solución salina al 0.9%
4. Trasladar al paciente al centro de atención más cercano, lo más rápido posible.
5. La extremidad mordida debe ser mantenida en reposo.
6. Retirar cualquier clase de anillo o pulsera, así como cualquier prenda ajustada que pueda
interrumpir la circulación sanguínea.

 Tratamiento hospitalario:

En la analgesia se evitarán antiinflamatorios no esteroideos (AINES) debido a su nefrotoxicidad e


interacción hematológica con las toxinas del veneno. En caso de suministrarla por vía oral, se debe
utilizar acetaminofén o en su defecto fármacos opioides vía intravenosa.
La GPC no recomienda el uso de antibióticos, a menos de que la herida sea visiblemente
contaminada o haya sido manipulada.
Se recomienda la aplicación de toxoide tetánico. En pacientes cuyo cuadro de vacunación sea
incompleto o dudoso.
Se recomienda la aplicación de faboterapico específicos para ambas especies, utilizando dosis de
acuerdo al grado de gravedad del cuadro clínico:

 Dosis de faboterapico para mordedura de la familia VIPERIDAE (cascabel):


A. Tratamiento inicial:

GRADO Dosis inicial

I 4 frascos
II 5 frascos
III 6-8 frascos
IV 25 frascos
B. Tratamiento subsecuente (Evaluar cada 4-6 horas el estado clínico y de laboratorio del
paciente). GRADOS Dosis cada 4 a 6 horas

I 4 frascos
II 6 a 8 frascos
III 6 a 8 frascos
IV 6 a 8 frascos

 Dosis de faboterapico para mordeduras de la familia MICRORUS (corales):


A. Tratamiento inicial:

GRADO Dosis inicial niños Dosis inicial adultos

I 2-3 frascos iv 2 frascos iv


II 5-6 frascos iv 5 frascos iv
III 8-9 frascos iv 8 frascos iv

B. Tratamiento de mantenimiento:

GRADO Dosis niños Dosis adultos

I 3 o más frascos iv 2 o más frascos iv


II 6 o más frascos iv 5 o más frascos iv
III 9 o más frascos iv 8 o más frascos iv

Complicaciones:

Las complicaciones por mordeduras de serpientes venenosas son las siguientes:

 Necrosis tisular
 Coagulación intravascular diseminada
 Rabdomiolisis
 Lesión renal aguda
 Síndrome compartimental
 Tromboflebitis
 Hemorragia local

TEMA: MORDEDURA DE PICADURA DE ARAÑAS VENENOSAS

Definición:

Se define como una lesión cutánea local y reacción sistémica a la mordedura de una araña
venenosa o de ponzoña, seguido de la inoculación de su veneno lesionando los tejidos y dando por
resultado un cuadro clínico de intensidad variable.

El cuadro clínico conocido como Loxocelismo es ocasionado por la picadura de la araña Loxoceles
redusae (araña violinista, reclusa parda). Y el cuadro clínico conocido como Latrodectismo es
ocasionado por la araña Latrodectus mactans (viuda negra o capulina), se debe mencionar que en
ambos cuadros clínicos las hembras son las responsables.

Etiopatogenia:
Características de las arañas:

a. Loxoceles: Es una araña pequeña. El cefalotórax de la hembra adulta mide


aproximadamente 12 mm (sin contar las patas), de color tostado, marrón o marrón
grisáceo, con una depresión que la mayoría de las veces tiene un aspecto parecido a un
"violín" (de allí su nombre). Presenta 6 ojos de coloración blanquecina u oscura,
dispuestos en 3 pares distribuidos en forma de “V”, criterio morfológico más práctico para
diferenciarla de otras arañas domésticas que se suelen encontrar en el interior o en la
proximidad de la vivienda humana. Tiene hábitos sedentarios, con mayor actividad
durante la noche en busca de presas. El temperamento no es agresivo, generalmente no
pica excepto cuando es apretada o aprisionada contra el cuerpo, por encontrarse en la
vestimenta, ropa de cama, de baño o en el calzado.

La toxina de esta araña actúa activando los mecanismos de coagulación e induciendo la


formación de microtrombos que obstruyen las arteriolas y vénulas, provocando el
aracnoidismo necrótico. Presenta dos formas que son la cutánea simple y la cutánea
sistémica.

b. Latrodectus: El cefalotórax de la hembra adulta mide de 8 a 15 mm, es de coloración


negra, con manchas anaranjadas o rojas en el abdomen globoso en forma de reloj de
arena casi siempre. El macho es más pequeño (3 mm). Presentan 8 ojos, dispuestos
horizontalmente en dos líneas paralelas de cuatro ojos cada una. El último segmento del
cuarto par de patas presenta un peine de pelos. Generalmente no son agresivas y cuando
se sienten amenazadas huyen o se deja caer de la tela adquiriendo posición de muerta,
con las patas cerradas o con el vientre para arriba. La mayoría de los casos de picadura son
de causa accidental cuando son presionadas contra el cuerpo de la víctima.

La toxina de esta araña es una proteasa alfa-latrotoxina, que tiene actividad neurotóxica y
una potencia 15 veces mayor a la del veneno de la serpiente cascabel; además de
contener derivados de purinas, siendo capaz de producir un aracnoidismo sistémico grave.

Cuadro clínico:

Manifestaciones por picadura de araña Loxoceles:

 Locales (cutáneo): La picadura es indolora, pero se forman vesículas de 2 a 8 horas


después, que sí producen dolor. Comienza a producirse tumefacción, úlceras sangrantes,
coloración de violácea a negra y necrosis cutánea. Se forma el patrón conocido como placa
livedoide.
 Generales (cutáneo visceral) : Intranquilidad, fiebre, ictericia, alteraciones hematológicas,
convulsiones y muerte por paro cardiaco, lesión renal aguda y coagulación intravascular
diseminada.

Manifestaciones por picadura de araña Latrodectus:

 Locales: Dolor ligero a moderado, hipopigmentación e inflamación en el sitio de la


picadura.
 Generales: Espasmos musculares, salivación excesiva, sudoración profusa, vómito y
anorexia, disnea, dolor muscular, calambres generalizados y rigidez de los músculos
torácicos y abdominales y estado de inquietud extrema.

Tratamiento general:

1. Reposo absoluto.
2. Aplicar hielo local para evitar el daño tisular, la inflamación y la diseminación del veneno
por medio de la vasoconstricción.
3. Colocar un torniquete para evitar la diseminación de la toxina.
4. Transportar al paciente lo más rápido posible al hospital más cercano.

Tratamiento específico:

a. Picadura de araña Loxoceles:


a. Loxocelismo cutáneo: Dapsona (1 mg/kg/dia), aplicación de hielo local
intermitente y vigilancia de evolución clínica.
b. Loxocelismo cutáneo/visceral: Ingreso a hospitalización o terapia intensiva,
Prednisona 1 mg/kg/dosis cada 12 h Dapsona 1 mg/kg/día (dividido en 2 dosis)
Aplicación de hielo local intermitente en el área afectada, evaluar inicio de
antibióticos. Si existe factibilidad de faboterápico para loxoceles reclusa, aplicar de
acuerdo a dosis respuesta. En caso necesario, previa valoración general, 5,000 U
de heparina cada 12 horas.
b. Picadura de araña Latrodectus:
a. Administrar tramadol , administrar antitoxina tetánica, aplicar faboterápico para
latrodectus mactans 1 dosis, frasco diluido en 20 ml de solución estéril vía
intravenosa y pasar en 20 minutos.
b. Es factible aplicar neostigmina o prostigmina en dosis de 0.5 a 1 mg cada 8 a 12 h
por vía parenteral. Si es administrada por vía oral, la dosis es de 15 mg/8 h/2-3
días, además de metocarbamol por vía intravenosa en dosis de 10 mL durante los
primeros 5 minutos; después, 10 mL disueltos en solución glucosada al 5% en
intervalos de 2 horas, para disminuir los espasmos musculares
c. Vigilar por 2 a 4 horas y de persistir toxicidad aplicar 2a dosis de faboterapico y
máximo 3 dosis.

Complicaciones:

Gran parte de las picaduras por arañas se resuelven sin mayores complicaciones; sin embargo en
caso del Loxocelismo con afectación necrótica extendida es necesario tratamiento de la herida de
manera exhaustiva, llegando a requerir cirugía reconstructiva.

FUENTES BIBLIOGRAFICAS:

 Prevención, diagnóstico, tratamiento y referencia de la intoxicación por picadura de


alacrán. GPC 2015 EVIDENCIAS Y RECOMENDACIONES.
 Diagnóstico y tratamiento de mordeduras por arañas venenosas. GPC 2015 EVIDENCIAS Y
RECOMENDACIONES.
 Diagnóstico y tratamiento de las mordeduras de serpientes venenosas. GPC 2015
EVIDENCIAS Y RECOMENDACIONES.
 NORMA Oficial Mexicana NOM-036-SSA2-2012, Prevención y control de enfermedades.
Aplicación de vacunas, toxoides, faboterápicos (sueros) e inmunoglobulinas en el humano.
Publicada en el DOF: 28/09/2012
 NORMA Oficial Mexicana NOM-033-SSA2-2011, Para la vigilancia, prevención y control de
la intoxicación por picadura de alacrán. Publicada en el DOF: 08/12/2011
 Picaduras por alacranes y arañas ponzoñosas de México. Articulo original. Jorge Tay Zavala
y cols. Rev Fac Med UNAM Vol.47 No.1 Enero-Febrero, 2004.
 Aspectos clínicos y epidemiológicos de la mordedura de serpientes en México. Iván Renato
Zúñiga Carrasco y col. Evid Med Invest Salud 2013; 6 (4): 125-136.

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