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Quién fue Marcos Cipac de Aquino, el nativo que inventó la Virgen de Guadalupe

Xiu
12 Dic 2016
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La peregrinación anual para ver a la Virgen de Guadalupe, en la Ciudad de México el día 12 de
diciembre, reúne entre 6 y 8 millones de personas. Pero… ¿cuál es el origen de la imagen de la
Guadalupana venerada en todo el mundo?

De Marcos Cipac de Aquino se sabe que nació el 4 de junio de 1517, en el seno de una familia
mexica, que creció educado en el catolicismo y que estaba casado con Lucia Juárez, con quien tuvo
tres hijos. Ejercía el oficio de escribano, o «tlacuilo» y era, además, artista plástico. Pintaba unos
cuadros muy bellos, llenos de color y de realismo. Se le atribuye a Marcos, entre otras obras, el
escudo de armas de santo Tomás de Aquino. Se cree que murió en la década de los 80 del siglo
XVI.

Ahora bien, pasemos a recordar los hechos que dieron con la imagen de la Virgen de Guadalupe que
todos conocemos hoy, y luego volvemos a Marcos Cipac de Aquino.

Se dice que a principios de la década de los años 30 del siglo XVI se dieron varias apariciones de la
Virgen de Guadalupe (recordemos que la original Virgen de Guadalupe tenía su origen en
Extremadura, España), acompañadas siempre de grandes milagros. Una de estas apariciones,
según se dice la más importante, es la que tuvo lugar ante un personaje conocido con el nombre de
Juan Diego, al cual, según la leyenda, la Virgen le pidió que hiciera erigir en el lugar de su aparición
una ermita.

Supuestamente, Juan Diego tuvo que rogarles a los obispos que autorizaran la construcción del
templo, los cuales finalmente acabaron cediendo. Cuando la edificación ya estaba terminada, se dice
que Juan llenó de rosas su tilma para ofrecérselas al Obispo y que, cuando la vació, quedó
impregnada la imagen de la Virgen de Guadalupe en su ayate.

Sin embargo, hay quienes dicen que la pintura habría sido ordenada por Fray Alonso de Montúfar,
segundo obispo de Nueva España, a Marcos Cipac de Aquino, en la década de 1550. Esta
aseveración se basa, en primer lugar, en que el propio manto está firmado por Marcos Aquino, a los
ojos de cualquier buena lupa. De igual forma, se conserva por escrito un sermón pronunciado por
Fray Francisco de Bustamante ante el Virrey, el 8 de septiembre de 1556, en la Capilla de San Jos,
en la que el padre Bustamante critica fervientemente el culto guadalupano, y afirma que la imagen
del ayate había sido pintada por el nativo Marcos Cipac de Aquino.
Por otra parte, tenemos los análisis de la imagen: El restaurador José Sol Rosales, en un estudio
realizado a petición del ex abad de la basílica de Guadalupe Guillermo Schulenburg, concluyó en
1982 que la pintura fue hecha usando diversas variantes de la técnica modernamente conocida
como temple. El técnico llegó a la conclusión de que el manto -de 1,7 metros de altura y 1 metro de
anchura- es una tela mezcla de lino y cáñamo y que los pigmentos -a base de cochinilla, sulfato de
calcio y hollín- son los empleados en el siglo XVI.

Y aún hay más. En 1947 y 1973 la pintura de la Virgen fue restaurada por D. José Antonio Flores
Gómez. Ya tenemos una nueva firma en el manto. El mismo pintor lo comenta en el diario El
Proceso, número 1.343: “Antes de mí, otros restauradores ya le habían dado retoques a la imagen.
Eso lo noté desde la primera vez que intervine. Y estoy seguro de que otros intervinieron después de
mí”. La pregunta entonces es: ¿Cuántas personas han redibujado la supuesta imagen de la virgen en
el manto durante estos siglos?

La imagen está pintada sobre una tela de lino y cáñamo. Tradicionalmente se ha dicho que esta obra
está ejecutada sobre el lienzo desnudo; esto es totalmente falso, pues es evidente al examen ocular
la presencia de una preparación de color blanco, de un grosor que podría considerarse medio y
aplicada irregularmente. La pintura es dibujada usando diversas variantes de la técnica
modernamente conocida como temple. Una de ellas, la usada en manto y ropaje, fue empleada en el
siglo XVI con el nombre de aguazo, derivada de las técnicas en la pintura de las llamadas sargas y
presupone el realizar la pintura sobre el lienzo humedecido ligeramente para facilitar la fijación del
color.

Y no me pregunten por qué no menciono los estudios que la NASA ha hecho del ayate… No lo hago
simplemente porque tales estudios no existen. La NASA se encarga de astrofísica, no de comprobar
la veracidad de los milagros…

Lo cierto es que todas las pruebas señalan a Marcos Cipac de Aquino como el autor de la imagen.
La investigación más antigua en la que encontramos una referencia al autor del lienzo es de 1556,
cuando Francisco de Bustamante relacionó el culto guadalupano del Tepeyac, al adoratorio ubicado
en el mismo sitio y dedicado a Tonantzin. Bustamante calificó al culto guadalupano como
“superstición e idolatría”, ante la Real Audiencia y el Virrey pronunció, en un sermón en el que
también dijo que: “la devoción que esta ciudad ha tomado en una ermita en casa de Nuestra Señora
que han intitulado de Guadalupe, es un gran perjuicio de los naturales, porque les da a entender que
hace milagros aquella imagen que pintó el indio Marcos”. Quien claramente no era otro que Marcos
Cipac de Aquino, llamado también Marcos Griego.

Francisco de Bustamante siempre se pronunció en contra de que se les hiciera creer a los nativos
que aquella pintura había sido un milagro. Sobre todo porque donde está ahora la basílica se
encontraba el templo de Tonantzin, el cual habían derribado para poner en su lugar el de Guadalupe.

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