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La medicina ancestral indígena y los conocimientos han permanecido en el tiempo, estos surgieron
hace más de 100000 años, en cada región del Ecuador han desarrollado prácticas distintas.
La medicina ancestral abarca conocimientos, prácticas de sabiduría ancestral que son creados en
pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, esta medicina viene de generación en generación y
es parte de su cultura para los tratamientos de las enfermedades. Esto se maneja desde la parte
espiritual, se trabaja con plantas, minerales y animales.
Según la ONU dice que más del 80% de personas utilizan la medina tradicional complementaria y
alternativa.
Cuando hay alguna enfermedad las personas saben acudir a las prácticas tradicionales, y luego van
como segunda opción al servicio de salud occidental. Los curanderos se vuelven importantes, las
instituciones han creado instituciones para que se instruyan más y siga siendo importantes.
En la Constitución hay un capítulo de derechos de pueblos y nacionalidades, el ministerio tiene que
fortalecer el desarrollo de este proyecto.
Las prácticas de medicina ancestral son identificadas dependiendo la región en la que se desarrolla.
Estas se dividen en categorías que son:
Los yachas son los que predominan en esta jerarquía que hacen la sanación y prevención de
enfermedades por medio de la hayaguasca.
Las parteras que son dedicadas al cuidado de la mujer embarazada y del recién nacido.
Los pajuyos manejan energías para curar enfermedades específicas es decir el hombre o mujer de
sabiduría tiene el paju para curar una neumonía, esto varía dependiendo el conocimiento ya que
pueden utilizar carbón.
Confiar en la "mala fe", no ser sincero y hacer diagnósticos obligatorios para realizar
terapias, tratamientos y curas innecesarias que afectan y agravan su salud.
Provocar muertes de “mala fe” o aplicar métodos diagnósticos, terapéuticos y terapéuticos
innecesarios.
Ante casos difíciles de tratar, difíciles de tratar, sin darse cuenta de sus propios límites y
ninguna referencia oportuna a otros hombres y mujeres de sabiduría y/o sistema de drogas.
Provocar incapacidad física y psíquica al paciente. Hacer diagnósticos, terapias, tratamientos
y curas sin información ni consentimiento previo o acuerdo general sobre honorarios.
Incitar reacciones hostiles individuales y/o colectivas en entornos personales, familia del
paciente y comunidad.
Creación de actos de violencia mental para beneficio personal (lucha por el poder espiritual)
entre hombres y mujeres cuya sabiduría incide en la convivencia comunidad.
Realizar diagnósticos curativos, terapias y tratamientos sin respetar el pudor de pacientes,
dependiendo de su cultura. Realizar diagnóstico, terapia, tratamiento y cura con el uso de
medicamentos, medicina y terapia farmacéutica y/o alternativa.
Difundir el estado de salud del paciente a otras personas.
Cometer actos de abuso o violencia sexual.
Pago por diagnósticos, terapias, tratamientos y curas llevar a cabo. Proporcionar medicinas
naturales combinadas.
Celebrar ceremonias con preparados botánicos sagrados adulterados que afecten la salud y el
bienestar físico, mental, emocional y energético de las personas.
Contaminación del entorno natural y espiritual con los "residuos" de la sanación afectar la
salud humana.
Realizar diagnósticos, terapias, tratamientos, curas y curas sin importar higiene personal y
medio ambiente.
Falsificar carnés o adulterar documentos para acreditarse ante la sociedad y ejercer como
hombre y mujer de sabiduría de la medicina ancestral-tradicional sin haber sido legitimado
por la comunidad.
PROMOCIÓN, PROPAGANDA, USO DE LICOR, CIGARRILLO, COMERCIO DE
INGREDIENTES Y ATUENDOS
Los hombres y mujeres de la medicina ancestral-tradicional de las nacionalidades y pueblos
manifestamos lo siguiente:
En las comunidades y territorios de las nacionalidades y pueblos no utilizaremos rótulos, ni
propagandas, ni programas de radio, televisivos, ni virtuales, ni prensa, sino continuar con este valor
de la medicina ancestral-tradicional de la trasmisión oral que son testimonios de la funcionalidad y
presencia de nuestra medicina. La medicina ancestral-tradicional es funcional en todas sus
manifestaciones lo que explica la existencia de la demanda de su práctica por la población que usa
nuestra medicina; en este sentido, no se usarán propagandas, ni programas de promoción en radio,
televisión, ni en la prensa escrita ni virtual (conocidos como consejerías).
En los contextos urbanos, si es inevitable el uso de una señalética informativa escrita, se solicitará
autorización del Consejo de sabios y sabias de la medicina ancestral-tradicional (en caso de existir) y
la autorización de las respectivas autoridades locales donde está ubicada la atención.