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Clasificación de los plazos

Los plazos se pueden clasificar de la manera siguiente: voluntarios, legales


y judiciales; suspensivos y extintivos; determinados e indeterminados; expresos y
tácitos; ordinarios y esenciales; plazo inicial; y plazos o supuestos especiales

A. Plazos voluntarios, legales y judiciales


El plazo voluntario o convencional es el que acuerdan las partes en el
contrato. Bien puede también emanar, en su caso, de la voluntad unilateral
(testamento). Los plazos convencionales son frecuentes.

El plazo es legal cuando resulta expresamente establecido en la ley, surge


en defecto del señalado por los contratantes. Son muchos los plazos legales,
entre otros, pueden citarse los establecidos en los arts. 430, 2966, 3158 C. y 489
C.C.
Los judiciales son aquellos que señala el Juez debidamente autorizado por
la ley. Se pueden citar como ejemplo los autorizados en los arts. 1243, 1326,
1971, 3060 y 3410 C.
Nuestro Código Civil no consagró el plazo de gracia. Este lo concede el
Juez al deudor que por justas causas no puede cumplir en tiempo y forma sus
obligaciones, aunque se oponga a ello el acreedor. No debe confundirse con las
leyes moratorias que dilatan el cumplimiento de las obligaciones, las cuales son
dictadas por el órgano legislativo correspondiente frente a catástrofes nacionales
(terremotos, inundaciones, etc.).
Algunos Códigos lo consagran, como, por ejemplo, el francés, que lo regula
en los arts. 1244 y 1184 inc. 3.
Los anotadores, en comentario al art. 1900 C., confirman que en nuestro
Código Civil no existe plazo de gracia y agregan que, en general, el Juez no
puede señalar plazos para el cumplimiento de una obligación ni ampliar o restrin
gir los ya establecidos, salvo en los casos de los artículos que enumeran.
B. Plazos suspensivos y extintivos (resolutorios)
Es plazo suspensivo el que suspende el ejercicio de un derecho o el cum
plimiento de la obligación. Sólo a él se refiere el art. 1896 C. inc. 1., C., cuando
dice que la obligación para cuyo cumplimiento se ha señalado un día cierto sólo
será exigible cuando el día llegue. Ejemplo: Juan le presta a Pedro C$50.000, los
que devolverá dentro de cinco meses. José le vende a Diego el inmueble X por
C$100.000 que se los pagará dentro de cinco meses. El derecho de Juan y José
para pedir las sumas debidas queda en suspenso durante cinco meses.
El plazo no impide el nacimiento de la obligación, como la condición suspensiva,
solamente difiere su cumplimiento, pero la obligación existe desde la celebración
del acto.
El plazo suspensivo se diferencia de la condición suspensiva en que ésta
suspende el nacimiento de la obligación, mientras que aquél aplaza su ejecución.
Por eso en el art. 1897 C. se expresa que “el término estipulado en las obliga
ciones difiere de la condición en que no suspende la obligación y sólo retarda su
cumplimiento”.
Como consecuencia de lo anterior, “lo que anticipadamente se hubiere
pagado en las obligaciones a plazo, no se podrá repetir”8 . Por el contrario, en el
art. 1892 inc. 2 C. se preceptúa que “todo lo que se hubiere pagado antes de
efectuarse la condición suspensiva, podrá repetirse mientras no se hubiere cum
plido”.
8. Art. 1898 inc. 1 C.166
Derecho de Obligaciones
Si paga el deudor a plazo no puede repetir lo pagado, por cuanto cumple
con una obligación existente; pero no puede repetir porque implica una renuncia
tácita del plazo. En cambio, si paga el deudor antes de cumplirse la condición
suspensiva, está cumpliendo una obligación que no existe, y que puede no llegar
a existir.
Es conveniente advertir que, de acuerdo con el art. 1898 inc. 2, “si el que
pagó ignoraba cuando lo hizo la existencia del plazo, tendrá derecho a reclamar
al acreedor los intereses o los frutos que éste hubiere percibido de la cosa”. En
el Código Civil de Argentina el que paga ignorando el plazo puede repetir lo
pagado9 . Se estima que el deudor ha pagado por error y no es justo privarle de
un derecho que no ha deseado renunciar.
Para estudiar los efectos del plazo suspensivo es preciso distinguir si se
encuentra pendiente o vencido.
Pendiente el plazo produce los efectos siguientes:
a) Antes del vencimiento del plazo no se puede exigir judicialmente el
cumplimiento de la obligación, porque precisamente el efecto del plazo consiste
en aplazarlo. Este es el efecto fundamental del plazo.
b) Lo que se paga antes del vencimiento no se puede repetir. Como ya lo
expresamos, este efecto está contemplado en el art. 1898 inc. 1 C.
c) Por regla general, pendiente el plazo suspensivo no corre la prescrip
ción10.
d) Pendiente el plazo las obligaciones no pueden ser compensadas, porque
no son actualmente exigibles11.
e) No existe inconveniente para que el acreedor, pendiente el vencimiento,
pueda transmitir su derecho o darlo en garantía12.
Cumplido el plazo produce los efectos siguientes: a) la obligación se torna
exigible; b) principia a correr la prescripción; c) se puede operar la compensa
ción legal.
El plazo es extintivo cuando por él se extingue un derecho. Se le estima
como un modo de extinguir las obligaciones: pone límite a la obligación y la
extingue. Ejemplos: Juan y Pedro constituyen una sociedad con duración de cinco
años. Vencidos éstos se extingue la sociedad. José da a Manuel en comodato el
inmueble X por el plazo de dos años. Vencidos los dos años se extingue. Juan
arrienda una casa para un establecimeinto comercial a Pedro por dos años.
Vencido el plazo se extingue el arriendo.
Nuestro Código Civil no reglamenta el plazo extintivo. Los arts., 1896 y
1897 C. se refieren al suspensivo. No obstante, existen varias disposiciones
diseminadas en el Código Civil con relación a los contratos en que puede apli
carse: arts. 2820, 2904, 2917, 2918, 2925, 2965, 3227, 3285 inc. 1, 3345 inc. 2,
3404, 3409, 3410, 3412, 3415, 3429, 3583, 3636, 3658 y 3922.
9. Art. 571.
10. Art. 924 C.
11. Art. 2140, segunda parte, inc. 1C.
12. Art. 1903 C.Iván Escobar Fornos
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C. Plazos determinados e indeterminados
De conformidad con el art. 1896 inc. 1 C. el plazo debe ser cierto, pues
el incierto se convierte en condicion, ya que de conformidad con el inc. 2 del
mencionado artículo, si la incertidumbre consiste en si ha de llegar o no el día,
la obligación es condicional.
El plazo es cierto, pues forzosamente ha de llegar, no existe incertidumbre
de si ha de llegar o no el día; pero es posible que se conozca o no la época de
su verificación. Si se conoce la época en que ocurrirá el hecho futuro el plazo
será determinado: el 24 de diciembre de 1989. El plazo es indeterminado cuando
se sabe que el hecho ocurrirá, pero no se sabe cuando: la muerte de Pedro13.
D. Plazos expresos y tácitos
Es expreso el plazo cuando se establece en términos explícitos. Son tácitos
los sobreentendidos, dada la naturaleza del negocio. En el art. 1900 C. se esta
blece que “si la obligación no señalare plazo debe ejecutarse inmediatamente;
pero si de su naturaleza y circunstancias se dedujere que ha querido concederse
al deudor, el Juez sumariamente fijará la duración de aquél, salvo los casos
especialmente establecidos por la ley”. Si Juan compra mercaderías en Costa
Rica, implícitamente existe un plazo para que lleguen al país. Los arts. 3055 y
3060 C. se refieren a plazos tácitos.
E. Plazos ordinarios y esenciales
En el ordinario se fija el momento en que debe cumplirse la obligación, pero
no se excluye la posibilidad de que pueda cumplirse transcurrido ese tiempo. Por
el contrario, en el plazo esencial los contratantes o el testador señalan un espacio
de tiempo en el cual o dentro del cual y solamente en ese espacio y no después,
puede cumplirse o realizarse la obligación (Ejemplo: poder para apelar, lo cual
debe hacerse dentro de tres días y no después, por ser perentorio, la entrega del
traje de boda de la novia antes del día de la boda y no después, etc.).

F. Plazo inicial
Cuando el término es inicial no se suspende el nacimiento del derecho, sino
su ejecución hasta que llegue el día14. Ejemplo: el contrato de suministro, de
arriendo, etc., que se celebra el día 11 de julio para que entre en vigencia el día
10 de diciembre del mismo año.
Durante su pendencia el deudor tiene deberes de diligencia y conservación
de la cosa debida y el acreedor tiene derecho de pedirlas y ceder su derecho.
Durante pende el término el acreedor no puede exigir el cumplimiento de la
obligación: entrega de la cosa arrendada u ofrecida en el suministro.

G. Supuestos especiales
Aunque no con mucha frecuencia se presentan algunos supuestos especia
les. Por ejemplo, cuando se pacta que el deudor fijará el momento del cumpli
miento de la obligación (cum volueris) o cuando quiera el deudor. Con relación
a este pacto se han formulado dos soluciones o sistemas.
En el primero, seguido por los Códigos de Austria y Sajonia, se distingue
entre obligaciones de carácter personal y no personal.
En virtud de que la obligación personal sólo la puede cumplir el deudor, los
tribunales le señalaran un plazo para su cumplimiento. Por el contrario, si no es
personal y, por lo tanto, puede ser cumplida por él y sus herederos, se respetaría
su decisión de señalar el momento del pago, y si al momento de su muerte no
lo ha hecho, la obligación se torna exigible en contra de sus herederos. Por este
sistema se respeta lo pactado en el contrato y se reduce la intervención de los
tribunales en la contratación.
En el segundo, se deja en todo caso a los tribunales de justicia la fijación
del plazo, dejado a la voluntad del deudor, sin distinguir entre las diversas clases
de obligaciones. Nuestro Código Civil acepta este pacto y sigue esta última
solución en el art. 1900 inc. 2 C. Es evidente en este sistema la intervención del
juez en la regulación del contrato y la tutela a favor del acreedor.
Este pacto tiene un notable parecido con la condición puramente potesta
tiva, y hasta sin razón se ha llegado a decir que es una condición de esa
naturaleza, pero en realidad son diferentes. En la condición puramente potesta
tiva la existencia de la obligación depende de la voluntad del deudor, y de aquí
que el legislador no la permita declarando la nulidad de la obligación. Por el
contrario en esta especie de término no existe duda sobre la existencia de la
obligación y la voluntad del deudor de cumplirla. No obstante, se deja únicamente
a la voluntad del deudor el momento preciso de su cumplimiento. Es muy posible
que por cuestiones de redacciones oscuras se confundan ambos pactos. Tal duda
se resolverá a favor del deudor, disponiendo que existe un plazo, en virtud de que
en caso de duda se resuelve a favor de éste.
14. Para algún sector doctrinal, mientras el plazo llega no existe una verdadera
obligación, sino una fase
preparativa de ella o un estado de expectativa tutelado.Iván Escobar Fornos
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Otro pacto especial es el que permite al deudor pagar o cumplir cuando
pueda (cum potueris). No es cuando quiera, sino cuando pueda. No lo contem
pla nuestro Código Civil, pero se acepta, en primer lugar, en virtud de la libre
contratación y, en segundo lugar, si se acepta el anterior que es lo máximo en
amplitud, no hay razón para no admitir el presente. Es más, en el beneficio de
competencia, en la cesión de bienes y en la quiebra, se conceden plazos para
pagar cuando el deudor mejore de fortuna.
Le toca a los tribunales señalar el momento en que el deudor puede pagar
por haber mejorado de fortuna.
Es conveniente advertir que no se trata de una condición potestativa (mu
cho menos meramente potestativa), sino de un plazo, pues el nacimiento de la
obligación no se subordina al hecho de que pueda pagar el deudor. Lo que queda
sujeto a ese hecho futuro e incierto es el momento en que puede cumplirse la
obligación.
4. Extinción del plazo
Son tres las formas de extinguirse el plazo: el vencimiento, la renuncia y la
caducidad.
A. Vencimiento
Es la forma frecuente de extinguirse el plazo, y no ofrece mayores proble
mas. Se produce al llegar el día de su extinción, por lo que dedicaremos nuestra
atención a las otras dos causas.
B. Renuncia
Intimamente relacionada con la renuncia está la cuestión de determinar a
favor de quién está fijado el plazo. Renuncia al plazo aquella persona a favor de
la cual se ha establecido.
Existen varios sistemas en el Derecho Comparado:
a) Sistema que lo presume establecido a favor del deudor. Lo siguen los
Códigos Civiles de Francia15, Alemania16 y otros. Es el generalmente admitido y
parte del supuesto de que lo más corriente es que el plazo se establezca a favor
del deudor.
b) El sistema que presume establecido el plazo a favor de ambas partes
(acreedor y deudor). Es el sistema que sigue nuestro Código en el art. 1899 C.,
cuyo modelo es el art. 570 del Código de Argentina, que a su vez tomó el sistema
del Código de Prusia.
15. Art. 1187.
16. Art. 271.170
Derecho de Obligaciones
Las consecuencias prácticas son diferentes en cada sistema. En el primer
sistema el deudor puede pagar antes del vencimiento del plazo, pues a favor de
él fue establecido. En el segundo sistema ni el deudor puede pagar antes del
vencimiento del plazo, ni el acreedor puede exigir su cumplimiento, pues el plazo
se ha establecido a favor de ambos. Por otra parte, si el plazo fuere establecido
a favor del acreedor, podrá éste exigir el pago en cualquier tiempo, pero el
deudor no podría pagar antes del vencimiento del plazo. Este es otro sistema que
no tiene aceptación.
El art. 1899 C. dice: “Siempre que en las obligaciones se designe un plazo,
se presume establecido en beneficio del acreedor y del deudor, a no ser que al
tenor de aquellas o de otras circunstancias, resultare haberse puesto en favor del
uno o del otro. El pago no podrá hacerse antes del plazo, sino de común acuer
do”.
Conforme a la disposición transcrita, el plazo, como regla general, se esta
blece a favor del acreedor y del deudor, salvo que del acto o contrato resulte
establecido a favor de uno u otro (convenio) o que el objeto de la obligación así
lo imponga.
Estas dos excepciones están comprendidas en dicho artículo cuando dice:
“... a no ser que a tenor de aquellas o de otras circunstancias, resultare haberse
puesto a favor del uno o del otro...”
En el mutuo con interés el art. 3412 C. confirma la regla general, pues
establece el plazo a favor del deudor y acreedor. Dice así: “Aun antes del
término estipulado podrá pagar el mutuario toda la suma prestada, salvo que se
hayan pactado intereses”.
Se establece a favor del deudor para evitar que el acreedor exija la obli
gación, y a favor del acreedor para que gane sus intereses durante el plazo
pactado. Sólo por el consentimiento del deudor y acreedor puede renunciarse al
plazo.
Por el contrario, otros artículos del Código Civil se apartan de la presunción
del art. 1899, y establecen el plazo a favor de una de las partes. Tal cosa sucede
con el depósito y el comodato.
Con relación al primero, el art. 3480 C. dice: “El depositario debe restituir
la cosa depositada en cualquier tiempo en que la reclame el deponente, aunque
al constituirse el depósito se haya fijado el plazo y éste no hubiere llegado”.
Con relación al segundo, el art. 3445 C. dice: “Si antes de llegado el plazo
concedido para usar de la cosa prestada, sobreviene al comodante alguna impre
vista y urgente necesidad de la misma cosa podrá pedir la restitución de ella al
comodatario”.
Si el mutuo es sin interés el plazo es a favor del mutuario, según se
desprende del art. 3412 C.
C. Caducidad
La caducidad es el vencimiento anticipado del plazo para evitarle perjuicio
al acreedor. De acuerdo con el art. 1901 C., son causas de caducidad las
siguientes:Iván Escobar Fornos
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a) La insolvencia del deudor después de contraída la obligación, salvo que
garantice la deuda. Esta caducidad la confirma el art. 2270 C.
El art. 3679 C. le concede al acreedor que no exigió fianza al celebrarse
el contrato, el derecho de exigirla al deudor si después de celebrado el contrato
se hiciere insolvente o trasladare su domicilio a otro departamento.
b) La falta de otorgamiento al acreedor de las garantías a que estuviere
comprometido el deudor.
Es frecuente que el acreedor, debido a la precaria solvencia del deudor, no
se encuentre dispuesto a conceder plazo, a menos que el acreedor otorgue
garantía o prometa otorgarla por lo que es lógico que caduque el plazo si no se
cumplió lo prometido.
Responde a tal criterio lo dispuesto en el art. 3749 C. que dice: “Si el
deudor no diere prenda después de haberse pactado esta condición, o si se
negare a entregar o a completar la que se le pida conforme al artículo anterior,
se reputará terminado el plazo del contrato, y el acreedor podrá exigir el cum
plimiento de la obligación principal y los daños y perjuicios que le hubiere irrogado”.
c) Cuando por actos propios hubieren disminuido aquellas garantías después
de establecidas, y cuando por caso fortuito o fuerza mayor desaparecieren, a
menos que sean inmediatamente sustituidas por otras nuevas e igualmente segu
ras.
La misma jusitificación que en el caso anterior existe para dar por vencido
el plazo. En el anterior existe una promesa de caucionar, en el presente la
caución fue concedida, pero con posterioridad sufrió disminución o desapareció.
Algunos otros artículos del Código Civil regulan el reemplazo o mejora de
la garantía: 2271, 3749, 3780 y 3838.
Es posible que las partes de común acuerdo estipulen otras causas de
caducidad diferentes a las anteriores. (Falta de pago de una mensualidad, em
bargo en bienes del deudor, etc.). Dice Colmo: “Cumple observar que en todos
esos textos se trata de caducidad legal, si bien por interpretación de la presunta
voluntad del acreedor. Y es evidente que por acuerdo de partes pueden crearse
muchos otros supuestos de caducidad. Entre ellos el más común es éste: si el
deudor (del precio de una compra, de un préstamo, etc.) se atrasa en el pago,
de uno o más de los períodos convenidos de capital o aún de intereses, el
acreedor puede reclamar el crédito íntegro aunque el término diste de hallarse
vencido. Pero eso debe ser expreso. La caducidad es como una pena civil, por
donde no puede ser admitida por vía meramente presuntiva o interpretativa”17.
La Corte Suprema de Justicia acepta la caducidad producida por falta de
pago de los intereses18.

5. El modo
Generalmente el modo afecta a las asignaciones testamentarias o a las
donaciones entre vivos. No es usual emplearlo en las obligaciones. De aquí que
nuestro Código Civil no lo regule en las obligaciones, sino dentro de las asigna
ciones testamentarias.
En el modo se da algo a una persona para que se aplique a un fin. Es una
carga. El art. 1100 C. dice: “Si se asigna algo a una persona para que lo tenga
por suyo con la obligación de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas
obras o sujetarse a ciertas cargas, esta aplicación es un modo y no una condición
suspensiva. El modo, por consiguiente, no suspende la adquisición de la cosa
asignada”. Por ejemplo: fundar un colegio, una biblioteca, etc.
Si el deudor modal no cumple con la carga del modo no se pierde la
asignación. El beneficiado con el modo sólo tiene derecho a pedir su cumplimien
to. No obstante, el testador puede establecer la cláusula resolutoria para el
supuesto de incumplimiento19.
La cláusula resolutoria no va sobrentendida en el modo. Esta cláusula
produce los efectos siguientes:
A. El asignatario pierde la asignación.
B. El favorecido con la asignación tiene derecho a una parte proporcionada
del objeto.
C. El resto del valor de la cosa asignada acrecerá a la herencia, si el
testador no hubiese ordenado otra cosa20.

El modo presenta diferencias con la condición:


A. La condición suspensiva suspende la adquisición del derecho; el modo
no.
B. Si no se cumple la condición se extingue el derecho; por el contrario en
el modo no, sólo que exista cláusula resolutoria.
C. La condición no puede cumplirse por equivalencia; en cambio el modo
sí, de acuerdo con el art. 1104 C.

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