0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
7 vistas8 páginas
Este documento describe los diferentes tipos de aromas que pueden encontrarse en los vinos, incluyendo aromas primarios procedentes de la uva, aromas secundarios formados durante la fermentación, y aromas terciarios obtenidos durante el envejecimiento. Explica familias de aromas como las flores, frutas, especias, y defectos. También proporciona ejemplos específicos de aromas encontrados en variedades de uva blancas y tintas de Rioja.
Este documento describe los diferentes tipos de aromas que pueden encontrarse en los vinos, incluyendo aromas primarios procedentes de la uva, aromas secundarios formados durante la fermentación, y aromas terciarios obtenidos durante el envejecimiento. Explica familias de aromas como las flores, frutas, especias, y defectos. También proporciona ejemplos específicos de aromas encontrados en variedades de uva blancas y tintas de Rioja.
Este documento describe los diferentes tipos de aromas que pueden encontrarse en los vinos, incluyendo aromas primarios procedentes de la uva, aromas secundarios formados durante la fermentación, y aromas terciarios obtenidos durante el envejecimiento. Explica familias de aromas como las flores, frutas, especias, y defectos. También proporciona ejemplos específicos de aromas encontrados en variedades de uva blancas y tintas de Rioja.
Licenciatura: Administración de Empresas Turísticas
Cuatrimestre: 5° cuatrimestre
Materia: Vitivinicultura y enología
Actividad de aprendizaje 6
“Los aromas de los vinos”
Profesor: María del Socorro Ríos Corripio
Alumna: Clara Monserrat Dávila Sandoval
Los aromas de un vino son, después de su apariencia, su carta de presentación, los aromas son, mayoritariamente, compuestos volátiles que por su composición se liberan con facilidad y son rápidamente captados por los receptores situados en las fosas nasales y la pituitaria, responsable del sentido del olfato, por aromas positivos aquellos que mayoritariamente proceden de la variedad con la que se elabora el vino o del proceso de vinificación y crianza. Los aromas negativos, también denominados defectos, son el resultado de alguna interacción durante el proceso de fermentación o crianza y acostumbran a generar aromas no deseados. En un vino se pueden encontrar multitud de aromas pertenecientes a diferentes familias, como pueden ser las flores, la fruta cítrica, la fruta tropical, las hierbas aromáticas, las especias o los tostados o químicos donde el Panel se decidió no conformarnos con las 21 familias que se habían decidido inicialmente, y entrenarlos más detalladamente, desgranando los aromas concretos dentro de cada familia. Por ejemplo, dentro de la familia “fruta tropical” se entrenaría a los panelistas para identificar el aroma de piña, mango y maracuyá. Esto supuso un reto importante ya que, de este modo, el Panel sería capaz de discriminar un total de 54 descriptores de aromas positivas (24 específicos de los vinos blancos, 16 específicos de los vinos tintos y 14 presentes en ambos), más los 9 defectos. Se pensó que lo más adecuado era presentar los productos naturales de donde procedían originariamente los aromas, por ejemplo, la piel de naranja, los granos de café o la flor de saúco. De esta manera reforzábamos la memoria olfativa de los panelistas, ya que viendo el producto era más fácil asociar un olor a una imagen. A continuación, las familias y los descriptores de los aromas positivos usados en nuestro Panel, así como los patrones con los que entrenamos los panelistas y su manera de elaborarlos. Evaluamos en el aroma por: La intensidad del aroma a copa parada: capacidad olorosa del vino sin haberse sometido a movimiento. La intensidad del aroma a copa movida: capacidad olorosa del vino después de haberlo removido dentro de la copa. La intensidad del defecto (si se detecta uno): capacidad del defecto al ser percibido en nariz. Analizando este parámetro podemos diferenciar si, en el caso de intensidades altas de según qué defectos, un vino tendría que considerarse como no apto para su consumo. La intensidad del aroma en boca: capacidad de los aromas en un vino al ser percibidos, cuando el vino está en el paladar. La persistencia global del aroma o aromas detectados: referente a la capacidad de los aromas en un vino a permanecer latentes, una vez desaparece del paladar. Se calcula con caudales, 1 segundo equivale a 1 caudales. Este parámetro se analiza con la ayuda de un cronómetro. Como evaluar las muestras olfativamente: Introducir la nariz dentro de la copa, a copa parada (sin remover su contenido), haciendo inspiraciones cortas de entre 3 y 4 segundos para que el aire permanezca circulando dentro de la nariz y no vaya a los pulmones. Apartaremos el foco de olor mientras estemos evaluándolo. Si es necesario, oleremos nuestra piel para descansar nuestro olfato. Removeremos el vino dentro de la copa suavemente. Volveremos a oler, esta vez introduciendo menos la nariz dentro la copa para que el alcohol evaporado no nos influya en la detección de aromas. Esta segunda inspiración no tiene que durar más de 5 segundos. Repetir el proceso una segunda vez si es necesario. Aromas primarios Se dice de aquellos que provienen de la propia uva con la que ha sido elaborado el vino. Para identificarlos correctamente, es conveniente que inclinemos la copa unos 45º (pues de esta manera aumentará la superficie de vino que está en contacto con el aire). Dentro de esta primera categoría de aromas, podemos identificar los siguientes: Frutales: el aroma del vino evoca recuerdos a frutas. Pueden ser aromas a cítricos, maracuyá y otras frutas exóticas, frutos rojos, manzana, pera, melocotón, albaricoque, etc. Florales: aquí el aroma del vino tiene notas que recuerdan a la fragancia de las flores. Algunos ejemplos son: jazmín, violeta, lila, rosa, azahar, acacia, etc. Minerales: nos referimos a los aromas relativos al terroir en el que se ha desarrollado la cepa. Aquí podemos hablar de aromas a tiza, yodo, sílex, grafito, nafta, etc. Vegetales: algunos ejemplos son el heno, hinojo, pimiento verde, menta, tomillo, trufa, café, hojarasca, tomillo, laurel, anís, etc. Las variedades clásicas de Rioja aportan, principalmente, los siguientes aromas: Aromas de variedades tintas: Tempranillo: frutas rojas y regaliz Garnacha: frutas silvestres, pimienta, heno Mazuelo: notas de plátano, hierbas, minerales Graciano: frutos negros. Aromas de variedades blancas: Viura: florales Tempranillo blanco: plátano, cítricos y frutas tropicales Verdejo: hierba de monte bajo con toques afrutados Aromas secundarios Son los que se forman durante el proceso de fermentación alcohólica o malo láctica del vino. En esta categoría de aromas, distinguimos: Fermentación: son aromas derivados de la fermentación alcohólica. Aquí aparecen aromas que evocan recuerdos a levadura, corteza y miga de pan, bizcocho, galleta, bollería, etc. Lácticos: se trata de aromas derivados de la fermentación maloláctica. Algunos ejemplos son los aromas a mantequilla, leche, yogur, queso fresco, etc. Amílicos: barniz, caramelo, laca de uñas, plátano, etc. Aromas terciarios Aquellos que se obtienen de la fase de envejecimiento del vino. Los aromas terciarios también reciben el nombre de bouquet, y solo aparecen en los vinos que han sido sometidos a un proceso de crianza y posterior envejecimiento. Por tanto, podemos decir que los vinos jóvenes carecen de bouquet. Aquí encontramos aromas como los siguientes: Madera: incienso, tostados, balsámicos, pino, madera, cedro, roble, etc. Empireumáticos: cacao, café, cuero, pan especiado, avellanas y almendras tostadas, cuero, etc. Especiados: laurel, ahumados, canela, pimienta, vainilla, coco, nuez moscada, clavo, etc. B.F.E. (2021, 22 febrero). ¿Cuáles son los aromas primarios, secundarios y terciarios del vino? Franco españolas. Recuperado 22 de febrero de 2022, de https://www.francoespanolas.com/blog/aromas-del-vino/ E.C. (2020a, febrero 13). Los aromas en un vino. Vila Viniteca. Recuperado 22 de febrero de 2022, de https://www.vilaviniteca.es/blog/es/los-aromas-en-un- vino/