Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Unidad I
Lenguaje oral
Se produce cuando se conversa, escucha radio, ve televisión, habla por
teléfono, entre otros.
Lenguaje escrito
Requiere de un texto impreso o manuscrito. Se produce cuando lee un
cuento, escribe un mensaje, redacta una composición o carta, entre muchas otras
posibilidades.
2
Para escribir bien
· Hay que leer mucho.
· Cuidar la ortografía. Un texto con faltas es algo bochornoso.
· Leer lo que hemos escrito. Si lo que se lee no tiene sentido hay que corregirlo.
· Consultar el diccionario para usar las palabras correctas.
· No repetir demasiado palabras como: "entonces", "pero", "y".
Norma lingüística
Norma lingüística
Unidad II
Algunas palabras llevan una tilde identificando el acento ortográfico y las que no
llevan tilde presentan acento prosódico.
Palabras agudas
3
Las palabras agudas son las que llevan acento (la intensidad de la voz) en la
última sílaba.
Importante destacar que no todas las palabras agudas llevan acento ortográfico
(tilde).
Palabras graves
Las palabras graves (o palabras llanas) son la que llevan la intensidad de la voz
en la penúltima sílaba.
Cabe recalcar que no todas las palabras graves llevan acento ortográfico (tilde).
árbol - cárcel - ángel - difícil - túnel - azúcar - lápiz - césped - fácil - útil -
carácter - débil
4
Ejemplos de palabras graves SIN tilde:
organización - organizaciones
nación - naciones
objeción - objeciones
declaración - declaraciones
explicación - explicaciones
guión - guiones
Esdrújulas
Las palabras esdrújulas son las que llevan la intensidad de la voz en la
antepenúltima sílaba.
Importantísimo destacar que en este caso todas las palabras se acentúan con el
acento ortográfico (tilde) siempre.
5
Sobresdrújulas
Las palabras sobresdrújulas son las que llevan la intensidad de la voz en la sílaba
anterior a la antepenúltima sílaba. Todas llevan tilde.
Estas palabras sobresdrújulas que llevan tilde generalmente son verbos que van
unidos a los complementos indirectos (me,te,se,nos,os) y directos (lo,los,la,las) o
son adverbios.
Difícil - Difícilmente
Fácil - Fácilmente
Cortés – Cortésmente
Signos de puntuación
6
b)El punto y aparte separa dos párrafos
distintos, que suelen desarrollar, dentro El mar estaba embravecido aquel día.
de la unidad del texto, contenidos Los barcos bailaban sobre el agua
diferentes. Después del punto y aparte sorteando las olas con dificultad.
se escribe en una línea distinta. La
primera línea del nuevo párrafo debe Miguel, sentado en el muelle,
tener un margen mayor que el resto de esperaba el regreso de su padre.
las líneas que lo componen, es decir,
se debe dejar sangría. Atisbaba el horizonte buscando
ansioso su barco con la mirada.
Usos de los dos puntos: Los dos puntos(:) detienen el discurso para
llamar la atención sobre lo que sigue.
7
¿Cómo se usa? Ejemplo
y Teruel.
Los dos puntos preceden a las citas Las palabras del médico fueron:
textuales. En este caso, después de los “Reposo y una alimentación
dos puntos se suele escribir la primera equilibrada”.
palabra con inicial mayúscula.
8
pueden expresar:
Se utilizan los dos puntos para separar De vez en cuando tiene algunos
la ejemplificación del resto de la comportamientos inexplicables: hoy ha
oración. venido a la oficina con las zapatillas de
andar en casa.
Ejemplos:
Ejemplos:
Ejemplos:
Ejemplos:
10
Ejemplos:
6. Dé (forma del verbo dar), frente a de (preposición o letra de): «Me encanta que
mi hijo me dé besos de esquimal».
Ejemplos:
Ejemplos:
Ejemplos:
Por otra parte, también se aplica esta tilde diacrítica a unas cuantas
palabras polisílabas, como los interrogativos y exclamativos:
11
cómo, cuándo, cuánto y (a)dónde, que forman serie con los interrogativos y
exclamativos qué, cuál, cuán, quién.
Unidad III
La carta
¡Vamos a elaborar una carta formal!
San Ramón, 24 de setiembre 2017
Señora Licda.
Maryeliene Rodríguez Calderón Profesora
Liceo Jorge Washington San
Ramón, Alajuela
Estimada señora:
Mediante la presente me permito saludarle, además deseo solicitar una reunión privada con
usted para hablar con usted sobre el desempeño académico de mi hijo Javier, hágame saber en
qué día y hora podría recibirme.
12
C.C. Director
Observemos los elementos que componen la carta:
Encabezado: incluye la fecha y lugar de redacción de la carta, así como los datos
del destinatario.
Cuerpo: en esta sección de la carta vamos a redactar el mensaje que queremos
enviar.
Despedida: Incluye una despedida, nombre y firma del remitente.
Destinatario
Nombre y apellidos
Localidad
Dirección
Estado (Provincia), País
El memorando
Pasos para elaborar un memorando
1. Escribir “Memorando” como título.
13
2. Diríjase al destinatario correctamente. Un memorándum es un medio de
comunicación profesional y formal, por eso también debe dirigirse al lector
formalmente. Coloque el nombre completo y el cargo de la persona a quien
va a enviarle el memorándum.
3. Añada otros destinatarios en el renglón CC. El renglón “CC” indica quién
recibirá una “copia de cortesía” del memorándum. Esta no es la persona a
quien se dirige el memorándum. Más bien, es alguien que podría tener que
estar informado sobre las políticas o los asuntos que vas a tratar en el
memorándum.
4. Escriba su nombre en el renglón “De”. El encabezado tiene que incluir quién
escribe y envía el memorándum. En este renglón va su nombre completo y
su cargo laboral.
5. Incluya la fecha. Escriba la fecha completa, el mes en letras y la fecha y el
año en números. Por ejemplo: “FECHA: enero 5, 2015” o “FECHA: 5 de
enero de 2015”.
6. Escoja una frase específica para el renglón “Asunto”. El renglón “Asunto” le
brinda una idea al lector del contenido del memorándum. Sé específico pero
conciso.
7. Presente el problema o el asunto en el primer párrafo. Resuma la idea que
quiere presentar. Empiece con la información más importante, luego
proceda a incluir hechos específicos o que le respalden.
8. Agradezca la atención e incluya su nombre y firma.
Memorando
Para: Estudiantes del liceo.
C.C.: Padres de familia
De: Licda. Maryeliene Rodríguez
Fecha: 25 setiembre de 2017
Asunto: Compra de libros
El día 31 de octubre se presentará a la institución el encargado de vender los libros de texto
para el año entrante, únicamente vendrá ese día, favor traer el dinero.
Agradezco su colaboración
Elementos:
15
Apellido del autor: Solo el primer apellido o el apellido más conocido.
Año del texto citado: Entre paréntesis va el año en que se publico el texto citado.
Página: Al final de la cita, entre paréntesis, se pone la la pagina del libro o articulo
que fue citado.
Elementos:
Datos de la cita: Este elemento contiene primero el apellido del autor (el primero
o más conocido), segundo el año en que se publico el texto citado y tercero la
pagina donde se encuentra el fragmento citado. Estos tres elementos se separan
por comas y se encierran entre paréntesis.
Citas parafraseadas
Elementos:
16
Apellido del autor, seguido por coma y año de la publicación, todo esto entre
paréntesis. Ejemplo: (Rojas, 2013)
Basadas en el texto:
Dos autores
Dependiendo del lenguaje del artículo o documento se debe usar “y” o “&”
respectivamente para unir los nombres de los autores.
17
Anónimo
Cuando el autor es anónimo se debe colocar Anónimo seguido de “,” y el año.
Autor
Año de publicación
Título del libro
Ciudad y país.
Editorial
Ejemplo:
18
laboratorio, México DF, México: Fondo nacional de cultura económica.
Ejemplo:
Ejemplo:
La expresión oral
19
La expresión oral es el conjunto de técnicas que determinan las pautas
generales que deben seguirse para comunicarse oralmente con efectividad, o sea,
es la forma de expresar sin barreras lo que se piensa, claro. La expresión oral
sirve como instrumento para comunicar sobre procesos u objetos externos a él. Se
debe tener en cuenta que la expresión oral en determinadas circunstancias es
más amplia que el habla, ya que requiere de elementos paralingüísticos para
completar su significación final. Por eso, esta no sólo implica un conocimiento
adecuado del idioma, sino que abarca también varios elementos no verbales.
Entre los aspectos que deben observarse con mucha atención, están los
siguientes:
Voz: La imagen auditiva tiene un gran impacto para el auditorio. A través de la voz
se pueden transmitir sentimientos y actitudes.
Postura: Es necesario que el orador establezca una cercanía con su auditorio. Por
eso, debe evitarse la rigidez y reflejar serenidad y dinamismo.
Mirada: De todos los componentes no verbales, la mirada es la más importante. El
contacto ocular y la dirección de la mirada son esenciales para que la audiencia se
sienta acogida.
Dicción: Como se dijo anteriormente, el hablante debe tener un buen dominio del
idioma. Tal conocimiento involucra un adecuado dominio de la pronunciación de
las palabras, la cual es necesaria para la comprensión del mensaje.
Estructura del mensaje: Es forzoso planear con anterioridad lo que se va a decir.
Un buen orador no puede llegar a improvisar. El mensaje debe estar bien
elaborado.
Vocabulario: Al hablar, debe utilizarse un léxico que el receptor pueda
entender.
Gestos: el 55% de lo que se comunica se hace mediante gestos.
Cuerpo: Es importante, sobre todo, no mantener los brazos pegados al
cuerpo o cruzados.
20
cual se ha desarrollado la actividad que ha puesto en conflicto a dos o más
personas.
En el ámbito moral, el juicio trata de discernir y resolver un conflicto, siempre
tendiendo a propugnar lo bueno y condenar lo malo, desde una postura razonable.
2. La exposición
3. El debate
21
Escoger un moderador, quien determina el esquema de trabajo que en algunos casos
puede ser un cuestionario con preguntas elaboradas de tal manera que susciten la
controversia.
Conformar partes (grupos) que defiendan o ataquen los planteamientos en pro y en
contra.
Normas para su realización
Durante el debate el moderador debe:
Poner en consideración el objetivo del tema.
Anunciar el tema y ubicarlo dentro del proceso.
Describir la actividad. Dar las instrucciones que rigen a los participantes y cerciorarse de
que han sido comprendidas por todos.
Formular la primera pregunta y dar la palabra en orden a los participantes.
Desempeñar durante la discusión el papel de moderador, agotadas las opiniones sobre la
primera pregunta, pasar a formular las siguientes.
Terminar el debate, el secretario tratará de llegar al consenso sobre las conclusiones.
Realizar la evaluación con la asamblea.
Recomendaciones para debatir
Para desarrollar y llevar a buen término los ejercicios de Debate, resulta muy importante
que, tanto el emisor como el receptor, consideren los siguientes puntos:
No se trata de imponer el punto de vista personal, sino de convencer usando la
exposición, la argumentación y la contra-argumentación.
Escuchar al otro antes de responder.
Ponerse en el lugar del otro.
Ser breve y concreto al hablar.
Ser tolerante respecto a las diferencias.
No subestimar al otro.
No hablar en exceso para así dejar intervenir a los demás, evitando la tendencia al
monólogo y la monotonía.
No burlarse de la intervención de nadie.
Evitar los gritos para acallar al interlocutor.
Hablar con seguridad y libertad, sin temor a la crítica.
Acompañar las críticas con propuestas.
Oír atentamente al interlocutor para responder en forma adecuada.
Articular correctamente los sonidos, empleando un tono de voz adecuado a la situación
concreta de entonación y al contenido del mensaje (interrogación, exclamación, sonidos
indicativos de fin de enunciación, pausas, etc.).
Adecuar el vocabulario que se posee a la situación comunicativa del momento y ampliarlo
para conseguir precisión léxico-semántica.
Evitar las palabras y giros idiomáticos desgastados y los propios del registro lingüístico
informal, pues en la sala de clases o en la situación comunicativa de un debate se impone
el registro lingüístico formal.
Conviene arribar a conclusiones al final del debate.
22
4. La dramatización
23
6.- Comentario. Finalizada la dramatización tiene lugar el comentario. En
ella los participantes del grupo verbalizarán sus vivencias, sus reacciones, los
hallazgos expresivos, la comprensión del trabajo expuesto, los aciertos y
desaciertos relevantes de la dramatización desde el punto de vista de la
comunicación de las ideas que se querían transmitir, el material que se considera
desechable, la adecuación de los medios empleados, etc.
En resumen, mediante esta valoración se pretende:
• Que los participantes adquieran una actitud y unos instrumentos de crítica.
• Que tomen conciencia de los medios utilizados a nivel de grupo y a nivel
individual para expresarse
Ensayo
Entre puntos y rayas
Ignacio López Oropeza
¿Qué son los territorios, qué son las fronteras? Evidentemente, algo más
que puntos y rayas en un mapa que parece un telegrama, como cantara hace
años Soledad Bravo. Se mata, desde hace siglos, por estos puntos y rayas, que a
la vez ayudan a definir lo que somos, o lo que creemos ser. Pero, ¿dónde están
esos territorios, esas fronteras? No están, de por sí, por obra divina, en los ríos o
las montañas. Territorios y fronteras marcan diferencias, nos encierran en lo que
reconocemos biográficamente similar a otros, nos separa de lo que consideramos
diferente, y obviamente, esto no es solamente un asunto de nacionalidades: los
territorios, las fronteras, las demarcaciones están también dentro de nosotros, y
condicionan nuestras acciones...
En asuntos de territorios y fronteras, podemos considerar, como lo hizo un
ex-presidente, que Costa Rica es víctima de un accidente geográfico, que le
impidió tener vecinos que no merecía (accidente de los puntos y rayas),
podríamos sentirnos, tal vez, más afín con los puntos y las rayas de Miami que
con los maltrechos poblados.
Podemos preguntarnos, asimismo, cuáles son las fronteras, los territorios que
separan a barrios marginales en Pavas de Rohrmoser: en distancia un par de
kilómetros, social
y económicamente: distancias interplanetarias. Y podemos preguntarnos, ¿en qué
nos identificamos, biográficamente, con esos habitantes de Limón-a quienes hace
no demasiado tiempo se les limitaba en su posible desplazamiento en el territorio
nacional, como se ha hecho en épocas más reciente con poblaciones indígenas-
que de vez en cuando no aceptan la suerte del abandono y la pobreza, y deciden
24
dedicarse, según nos dicen los medios de difusión con tozuda insistencia, al
desorden y al caos?
La verdad sea dicha, esos puntos y rayas en los mapas, y esos territorios y
fronteras que construimos, y que construyen todos los días, que no respetan
demarcaciones nacionales, coadyuvan a la conformación de identidades sociales,
que nos sirven para identificarnos con unos y para separarnos de otros, también
para antagonizarnos, y que como construcciones ideológicas que son también
sirven para fomentar determinados intereses, son construcciones fácilmente
instrumentalizables...En las dictaduras de la llamada “seguridad nacional “,
recordemos, las doctrinas y actuaciones militares se definían ya no frente a las
amenazas externas, sino frente al “ enemigo interno “, a quienes se le negaba, por
definición, todo atributo de ciudadanía y, no pocas veces, de humanidad.
Estas representaciones no requieren más que la confirmación del “ sentido
común “, de las conversaciones y las comunicaciones de todos los días, y se
refuerzan y reproducen, por ejemplo, cada vez que ocurre un crimen violento y de
inmediato se llega a la conclusión de que tenía que ser un “ nica “.
Acuérdense del alivio generalizado entre sectores importantes de la
ciudadanía cuando se supo, contrario a las informaciones iníciales, que los
secuestradores de la
Corte eran costarricenses y no colombianos. Por supuesto, ellos son los violentos,
los que no saben resolver las cosas civilizadamente. No son “gente como uno “.
Las identidades sociales son representaciones construidas socialmente,
abstracciones, ya que unifican en ciertos rasgos lo que en la realidad se
caracteriza por la diversidad y la contradicción. Son abstracciones, pero que
matan, como lo demuestran tantas confrontaciones religiosas, políticas, étnicas o
nacionales. Estas identidades sociales, además de aprehenderse casi
intuitivamente, suelen definirse no sólo por lo que se identifica en común con
quienes se comparten biografías, siguiendo el pensamiento de Montero, sino
también frente a otros u Otros significantes. Sí otros con minúscula, ante los
cuales nos sentimos superiores, ante los cuales afirmamos supuestas ventajas
comparativas, y
Otros con mayúscula, que definen situaciones de altercentrismo, en las cuales al
contrario del etnocentrismo, la verdad, el poder, lo deseable, está en el otro grupo
y no en el propio.
En el ámbito de las mediciones empíricas sobre la autoimagen nacional,
que se han venido desarrollando en la Psicología Social desde fines de los años
70, el caso costarricense resulta atípico.
Así, encontramos que las indagaciones realizadas en diversos países del
continente nos señalan como una excepción, en tanto se presenta en los
habitantes de nuestro territorio una autoimagen no minusválida, desfavorecida en
relación con otros, sino más bien positiva. El único caso que se le parece es el de
25
la autoimagen de los brasileños. Un “dechado de virtudes como encabezara el
seminario Esta semana los resultados de un estudio que efectuaremos en 1989 y
cuyos resultados han sido respaldados por indagaciones posteriores. Así, ¿cómo
no?, los ticos nos consideramos pacíficos, generosos, buenos, alegres,
cooperadores, conformistas, valientes, responsables, honrados, aunque también
algo machistas (algún defecto hay que tener).
Sin embargo, a pesar de esta aparente bonanza en bondades, vista más a
fondo resulta una autorepresentación contradictoria, compleja, que revela varias
dimensiones, no sólo la de que seamos “buena gente”.
Así, en otro esfuerzo investigativo llevado a cabo en 1989, medimos
mediante escalas multidimensionales las atribuciones brindadas por empleados
públicos y estudiantes universitarios a 12 nacionalidades. Luego analizaremos
estos datos con procedimientos estadísticos multidimensionales, y llegamos a la
conclusión de que se podían agrupar los datos en dos dimensiones: en una
encontrábamos, claramente, a “estadounidense” y “soviético” (todavía existían, en
ese entonces, esos puntos y esas rayas) en un polo, y al resto de las
nacionalidades en el otro. Esto lo identificamos como una dimensión de poder.
En la otra dimensión, en el espacio multidimensional, encontrábamos dos
extremos claros: “costarricense” en uno, “nicaragüenses” en el otro.
Nosotros: los buenos; los nicaragüenses: los malos. Este mismo tipo de
estudio ha demostrado consistentemente que nos vemos como “mejores” que los
nicaragüenses, pero a la vez nos vemos como menos activos y con menos poder.
Por supuesto que esta “superioridad” mezclada con “desamparo” resultaba
sumamente potable en el marco de la lucha ideológica consustancial a la crisis
regional de los años 80. Por cierto, que en estas dimensiones de “actividad” y
“poder” en las cuales nuestra autoimagen parece rozar con la minusvalía, se
tiende, según las mediciones, a caer precisamente en algunos de los estereotipos
y rasgos asociados con el comportamiento dependiente: la falta de iniciativa, la
pereza, la indolencia, la vagabundería, la superstición, la carencia de una noción
adecuada del tiempo...lo que termina siendo caldo de cultivo para algunas de esas
afirmaciones de todos los días tipo “el problema con el tico es que no trabaja”, “si
todo el mundo trabajara estaríamos mejor”, cuando la observación cotidiana
desprejuiciada nos llevaría rápidamente a la conclusión de que la inmensa
mayoría de los y las costarricenses trabajan, y bastante, aunque la plata cada vez
alcance menos y las perspectiva de mejorías en la calidad de vida se alejen, con
velocidad creciente, de las mayorías.
Se evidencia, según estos estudios, minusvalía en los planos de la actividad
y el poder, aunque, como he dicho, la autopercepción tiende a ser, afectivamente,
positiva.
Esta autoatribución de una superioridad moral tiene su recompensa, o al
menos así lo creemos, y no me refiero a la millonada de dólares que invirtió
26
Estados Unidos en los años 80 en nuestra patria para contrarrestar la experiencia
sandinista, para que sirviéramos de “vitrina”. No, me refiero a algo más
permanente y sublime. Estamos protegidos frente a las desgracias. Así, comparto
con ustedes una conversación que escuché recientemente en un bus de Sabanilla:
el chofer le está contando a una señora que hay cantidad de muertes debido al
Huracán César, la señora contesta de inmediato: ¿En Nicaragua?
Se presenta, entonces, una autodefinición colectiva benigna, aunque
contradictoria y minusválida...En esta ecuación, claramente, los otros en
minúscula, como ya se ha señalado en estas tertulias, son los otros
centroamericanos, y en especial, los nicaragüenses. Cuando ocurrieron los
lamentables hechos del 7 de agosto de 1995, que tanto dañaron
internacionalmente la imagen del país, a mí me tocó directamente escuchar al
subdirector del Centro de Información Policial indicar que los “provocadores” en la
marcha de los educadores, que según su versión “causaron” los conocidos hechos
de brutalidad policial, habían sido identificados como “nicaragüenses”. Cuando le
preguntamos que cómo se llegó a esa conclusión, se nos dijo que por los videos y
por los pañuelos que utilizaban. En la lógica policial, esa vez no uniformada, los
teníamos entonces a ellos, los nicaragüenses, violentos e incivilizados, y a
nosotros, los pacifistas y, supongo, civilizados.
En el contexto de la crisis regional de los años 80 y la difícil situación que se
planteó en la región ente la disyuntiva de esfuerzos de pacificación y diálogo en
contraste con salidas de fuerzas a las contradicciones planteadas, este esquema
polarizado, rígido, constituía un sustrato psicosocial muy fértil para las posiciones
que negaban posibilidades de interceder entre las partes para emprender
negociaciones.
Tan sólo hay que recordar el tratamiento que recibieron en nuestros medios
de prensa los primeros esfuerzos tendientes a la negociación política como fueron
el grupo de Contadora y el llamado Grupo de Apoyo. Un estudio de los editoriales
del Periódico La Nación en el periodo comprendido entre julio de 1986 y julio de
1987 muestra que, en su totalidad, los que hacen referencia a estos intentos
negociadores los califican negativamente.
¿Y qué ocurre con el Otro, en mayúscula? En el estudio llevado a cabo en 1989
preguntamos a una muestra a nivel nacional, representativa, si se iría a vivir a los
Estados Unidos si se presentara la oportunidad de hacerlo, un 39% indicó que sí.
Por otro lado, cuando en un estudio llevado a cabo con estudiantes universitarios
en 1992, les preguntamos a que país se irían a vivir que no fuera Costa Rica, más
del 54% indican que a los Estados Unidos. Le sigue, a una gran distancia, Francia,
con un 28%.
Al preguntar en qué país no se viviría, no nos sorprende, dada la discusión
anterior, que más de un 58% indique que Nicaragua, seguida por Cuba, con un
25%.
27
Esto no es tan sólo un asunto de inclinaciones, de deseos. Un fenómeno
muy poco estudiado en el país es la migración costarricense a Estados Unidos. Se
ha llegado a decir que hay hasta 100,000 costarricenses en ese país, y una buena
parte de esta población ha compartido, como ha escrito Miguel Salguero en La
Caza del Coyote, la suerte de los “espada mojadas” mexicanos o de otros países
centroamericanos. En uno de estos trabajos, la psicóloga Marlen Montero ha
analizado a fondo la realidad, contradictoria, desgarradora, de los generaleños,
campesinos, que han dirigido a ese país en búsqueda del escurridizo “sueño
americano”. Claro está, no estoy hablando, en su mayoría, de los que tienen
apartamentos en Nueva York o en Miami, sino los que se sienten obligados, para
tener lo que pregona nuestra sociedad de consumo o para resolver situaciones
familiares o personales, a apostar a esta experiencia.
En el campesino generaleño, que gana en un mes lo que no gana como
jornalero en un año, aunque sea con oficios como lavar platos, que nunca
desempeñaría en su lugar de origen, que luego se arregla para extender su
vivencia de desplazamientos familiares y amigos, ¿donde están los territorios y
sus fronteras?, ¿Qué hay, en esencia, de diferencia con el campesino o la
campesina nicaragüense que ante el desempleo y la pobreza, la carencia de
oportunidades, cruzan apie los puntos y rayas que separan a nuestro país y se
ubican, con un pie en la esperanza, según creen, en situaciones de desventaja,
desamparo, explotación y discriminación? En estos casos, los puntos y las rayas
las borran la pobreza, el hambre, la esperanza de una vida mejor.
Bibliografía
-------------------(2016) “¿Cómo citar en formato APA?” consultado en:
http://normasapa.com/citas/
28
---------------(2015) “Características del lenguaje oral y escrito”, consultado en:
https://www.portaleducativo.net/quinto-basico/542/Lenguaje-oral-y-escrito
---------(2016) “La tilde diacrítica” , consultado en:
http://www.fundeu.es/recomendacion/tilde-diacritica/
29