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M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO.

POEMAS PARA MIS HOMBRES 1


Déjame penetrar... por ese oído: Poemas para mis Hombres

Fotografías
Manuel Antonio Velandia Mora

Diseño y edición
© de los textos
© de las fotografías
Manuel Antonio Velandia Mora, Editor
España

Facebook: ManuelVelandiaPhotographer
Instagram: @mvelandiam
Twitter: @manuelvelandiam
investigadormanuelvelandia@gmail.com

Fotografía del autor


Salvador Galán e Isabel Rico

Segunda edición, mayo de 2015

Lulu Press, Inc.


Morrisville, Carolina del Norte, USA
Reservados todos los derechos.
ISBN: 978-1-312-99850-6
Manuel Antonio Velandia Mora

España, mayo de 2015

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DÉJAME PENETRAR… POR ESE OÍDO.
POEMAS PARA MIS HOMBRES

Este libro es una recopilación de textos a los que alguien llamó


poemas. Fueron escritos entre 1976 y 1987, exceptuando un
poema sobre amor y Sida realizado en 1995 pensando en un
gran amor de mi vida. La gran mayoría de ellos nunca han sido
leídos por alguien diferente a mí, ni siquiera por aquellos
hombres para quienes fueron escritos y a quienes agradezco
sus cuerpos, vidas, tiempos y espacios que me motivaron. Tan
solo uno de ellos fue escrito para una mujer, MIA una amiga muy
especial.

Después de mucho pensarlo, de leerlos y releerlos decidí


compartirlos con los seres que amo, usted es uno/a de ellos/as.
No son mi gran obra literaria, tampoco soy un poeta, tan solo
soy un hombre que ha amado con gran intensidad, un hombre
que busca permanentemente hacer de su vida un espacio
lúdico, místico y estético.

Bogotá D.C., Colombia


Diciembre de 1997

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Esta segunda edición de Déjame penetrar... por ese oído:
Poemas para mis Hombres acoge además de los de la
primera edición, poemas escritos en las dos últimas décadas. La
poesía es un oficio al que recurro ocasionalmente, cuando
escribo generalmente prefiero la prosa y si me es posible la
oralidad, pero algunas veces, en especial cuando estoy solo,
recurro a cualquier papel, ya sea el orillo en blanco de un
artículo de una revista encontrada al azar en cualquier calle o a
la grabación de audios, durante trayectos en los que me movilizo
en el transporte público. Mi poesía es de carácter homoerótico,
considero que no hay poesía homosexual sino homosexuales que
hacen poesía.

Mis poemas son íntimos y personales. Esa soledad que


experiencio no siempre implica aislamiento, he aprendido a gozar
de espacios solitarios y a aislarme en espacios concurridos.

Para cavilar sobre los amores no requiero estar enamorado, algu-


nas veces son suficientes los recuerdos de los encuentros, realiza-
dos o no y los grandes desencuentros vividos.

Ser un refugiado político y un asilado por orientación sexual, en


España, me ha dado espacio para pensarme víctima en medio del
conflicto armado colombiano, pero también para sufrir la separa-
ción con las personas que amo y vivir en la lejanía la
pérdida de mi madre; sobre estas situaciones son los últimos
poemas que aparecen en este libro.

Las fotografías en B/N ilustran cuerpos mas no la integridad de los


seres humanos, a esos nunca lograremos conocerlos plenamente.
Desde el concepto de postmodernidad fotográfica deseo demo-
cratizar la imagen artística, hacer imagen y poemas asequibles a
todos y al lenguaje afectivo erótico, no algo que nos separe sino
nos una a quienes entendemos que el amor es un motivo.

España, abril de 2015

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A veces,

A veces, hay que darse un tiempo


dejar de tomarse la vida
a grandes sorbos,
recorrerse milímetro a milímetro,
desandar paso a paso
los senderos recorridos.

A veces, hay que desenrollar


la propia historia,
dejar de contarse las mentiras,
decirse las verdades.

A veces, hay que darse un tiempo


para mirar adelante,
para sentir que estás amando
que te están amando.

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Después de tanto tiempo

Después de tanto tiempo


al fin llegaste;
viniste en la noche,
tomamos el café,
sonreímos;
era tan difícil creer que fuese irrefutable
pero eras tú,
aquel que aquella noche
con esa sonrisa que es tan tuya y mía
dijo un nombre: Roberto.
Ahora que te he encontrado nuevamente
no puedo dejar que te me pierdas,
ahora que he encontrado tu cuerpo
no puedo impedir que me construyas,
ahora que sé de mis primeras veces
no puedo impedir que sigamos siendo nuevos,
ahora después de tanto tiempo
al fin llegaste
y no sabes cuánto me alegra.

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Un día como muchos otros

Este, que ha sido un día


como muchos otros
en que la lluvia y la monotonía
han impregnado todos los momentos
de pronto,
sale de su casi normal cauce.
Al oír tu voz
mi corazón galopa de prisa,
mi ser se estremece,
un indescriptible nerviosismo
me va descubriendo, podría decirme
que he sido tocado por un fantasma,
tal vez por la flecha de Cupido.

Ya todo pierde
su lúgubre significado.
Una euforia superior
embarga mis sentidos,
he de levantarme,
alegrarme de mi alegría,
sonreír de saberme nuevo.
Eso que tú ya sabes

Observando ante el espejo


el brillo de mis ojos
vienen a mi
tus palabras,
tus manos rozando mi espalda
logrando de mí
eso que tú ya sabes.

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Mirada de Paz

No me mires así,
llevo puesta mi bandera blanca.

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Vives en mi pensamiento

Te he pensado
caminando sobre la hierba,
en mis noches de insomnio
mientras paseo mis manos
por tu almohada de plumas,
en la mañana fría
recorriendo el sendero
de todos los días,
en el asiento del bus
al mirar por la ventanilla,
observando tus cosas,
oyendo tu música,
saboreando el queso
que tanto te gusta.
Te he pensado
no una,
ni cinco,
ni treinta,
te he pensado
con cada segundo,
pero a veces
he dejado de hacerlo.
Ahora siento que no debo pensarte
no tienes que estar llegando
a cada momento,
vives en mi pensamiento.

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Tú sabes cuánto

Quiero estremecerme con tus miradas,


vivir la complicidad
de un tenue roce de manos,
deseo
y me siento
entre tus brazos
leyendo tu cuerpo;
me estremezco una vez más
y me repito nuevamente
cuánto me satisfaciera conocer
que sabes cuánto me alegra
estar contigo.
Esa idiotez

Si había algo
de qué sentirme orgulloso
en las cosas del amor
era de mi estoicismo.

Pero llegaste tú
y sin proponértelo
y sin pretenderlo
nada fue lo mismo

Mi estoicismo
al aumentar la suma
de nuestros segundos,
fue transformándose
en estolicismo.

Esa idiotez que ahora me cobija


fue logrando en mí tal cordura
que sin saber cómo
se obró el milagro:
redescubrí en ti
el portento del amor.

Entonces, recordé aquello


tantas veces dicho:
de nada vale caer
si no he de levantarme.

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Estás llegando

Pero voz
por favor
no te vayas
Benedetti
Una ligera llovizna
cubre mi interior,
la noche aciaga
amenaza tormenta,
más no puedo permitir
que llenes mis odres,
no quiero tolerar
que me desbordes
con melancolías.
Quiero que ocupes mis espacios,
olvidar los tiempos
silenciosos y tristes,
pensar que te puedo tener,
desearte y quererte
y saber a ciencia cierta
que te estoy amando
como puedo sentir
que estoy respirando.
Déjame decirte
cuánto me alegra
que estés llegando.

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Siempre te estaré esperando

Te esperaré
Aun cuando haga frío,
haya guerra,
caigan una a una las estrellas,
en la mañana lluviosa,
en tiempo de paz,
con amnistía o sin ella.

Te pensaré
en mis noches de insomnio
mientras sin rumbo camino en la calle,
dormitando en un taxi,
caminando los pasos de antes,
en tanto siga mi vida,
mientras tenga la esperanza
de que siempre estarás llegando.

Entre tanto,
me seguiré acompañando
de tu presencia ausente,
tus silentes palabras,
tu mirada sin luz,
tus caricias sin manos,
tu cuerpo que es todo tuyo
y de mí,
aun cuando sin ti,
yo no sea más
que un cadáver andante.

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Cómo hicimos

Déjame preguntarte
una vez más
cómo hicimos
para que la noche
se tornara día,
para que la muerte
se volviera vida,
para que la soledad
fuera dulce compañía,
para tomar el mar a sorbos,
cruzar montañas, llanos y praderas
con solo acercarnos las manos,
juntar nuestros labios,
atisbarnos a los ojos,
rozar nuestros cuerpos.
Déjame preguntarte
una vez más
cómo hicimos
para que lo nuestro
no fuera simple afecto,
para que el amor
fuera el camino.
Días eternos

Sin ti los días son tan largos


que temo que no llegue la mañana
para escuchar tu voz.

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Sólo un momento

Yo solo recordé que eras tierra,


tan sólo quería sentirte cerca
pero la palabra (la escrita)
pudo más que el silencio,
mi cuerpo deseante
logró fluir en vocablos
y mi ilusión,
la de sentirme-te dentro
tan solo fue un grito
de muerte,
de lamento,
del momento.

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Cuando te regale flores

Si de repente te regalo flores


no pienses en un anuncio de televisión,
ni cierres las fronteras
no te interrogues si es gasto o inversión
o de qué jardín las tomé.

Si de repente te regalo flores


y de eso no estoy muy seguro
tampoco quiero que delires,
que hagas una escena de telenovela
o me des una sonrisa de Monalisa

Si de repente te regalo flores


quiero que sepas
que no lo hago por tradición,
porque no tenía más que hacer
o estaban a la vera del camino
y justo en ese momento me acordé de ti,
si de repente te las regalo
tan solo son flores para ti.

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Domingo 21 de agosto

Me llevo tus recuerdos,


no puedo afirmar que sean tristes
son momentos bellos,
una sonrisa por aquí,
una caricia por allá,
unos besos más acá,
aquesta mirada una y otra vez.

Me llevo tus recuerdos,


se alejan con mi presencia,
se van yendo poco a poco
hasta sentirte tan lejano
que al tratar de recobrarte
solo llegan en fragmentos.

Me llevo tus recuerdos


y vas quedando,
no puedo más que despedirme
con un hasta luego,
porque habrá otros momentos
en que juntos recordemos
que a pesar de que nos fuimos
en nuestras vidas
siempre quedaremos.
Un poco azul

Las sombras iban cubriéndolo todo,


la pared del frente se tiñó
de ese indescriptible tono gris-azul
que toman los cuerpos en agosto,
el amor se desbordó
como reverdecer de primavera.

La alegría radiante de los primeros días


se tornó en letargo de diciembre,
tus miradas perdieron
la fluidez de los pestañeares,
el ritmo taciturno de tu respiración
dejó de entrecortar mi aliento.

Un hálito de otoño fue cubriéndolo todo,


incluso yo pude verme
un poco gris, un poco azul,
deseante de que la noche acabara
para que tú,
con tu espesa luz,
reiteraras mi natural tono.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 31
El amor no es suficiente

Inundados nuestros cuerpos


con almizcle de semen y loción
sentimos venir la muerte
cabalgando en el espacio,
en un ritmo diferente al nuestro,
acompañada de lágrimas,
palabras tiernas, negativas de amor.
En su mano una guadaña
me recordaba lo que tu vivías.
Sentí miedo, no puedo negarlo,
entre la muerte y nosotros
había muchos hechos.
En medio de sonrisas
dijiste no fue mía la culpa,
no importaba sentirse culpable,
yo te amaba,
ese no era el antídoto,
un condón no podría separarnos.
Sé que hice lo correcto,
tu amor bien valía la pena,
amarte no fue un riesgo.
Contigo aprendí
que vivir con el sida
no te hace diferente.

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Tomemos Café

El café es un motivo
no importa si se pide
una taza de este
un vaso de aquello,
un trozo de esto.
El café fue la excusa
para estar contigo,
para sentarme junto a ti,
mirarte a los ojos,
a hurtadillas tomarte las manos,
como por descuido
rozarte una pierna,
discurrir algún tema
o simplemente fantasearte.

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Dame tu mano

Toma mi mano
como un amante
o si prefieres,
como un médico
que ausculta un paciente,
como el brujo
que adivina el futuro,
como un amigo
para consolarme.
Toma mi mano,
tómame todo.
Sin importar lo que sientes,
ya sea oración
o imprecación;
poséeme,
mengua mi deseo
de estrecharte
o aun cuando sea,
dame una mano
que con tu asistencia
podré consolarme.

Tú eres
un esteta que esculpe
en caricias mi cuerpo
dándole nuevas curvaturas,
un bate que redefine
la belleza y
me sumerge en ella,
un cantor de la vida
que con el timbre de su cuerpo
logra la mejor melodía,
un chamán que me envuelve
con su mirada
transportándome
a lugares desconocidos
en donde el tabú
no tiene razón de ser
porque todo es nuevo.
Un actor que no hace de la farsa
su razón de ser,
que transforma el texto
haciendo de cada encuentro
la mejor versión.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 37
Estoy siendo...

La gente me pregunta
quién soy yo.
Soy un loco,
soy el viento,
soy la vida,
y sonríen;
ellos no saben,
no quieren saber
que tienen que ser
locos,
viento,
vida,
para que un mundo
como mi mundo,
un mundo de pocos,
sea de muchos,
un mundo de locos
que frene a los cuerdos
que ordenan el mundo
que nos creen locos
y que no reconocen
que hay pocos cuerdos
que somos nosotros
los locos de hoy.

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Amarte es lo mejor

Hoy es ese día


en que amarte es lo mejor.
El sol ardiente
con mis manos tomaría;
él no es grande,
es pequeño para ti.
Quiero viajar en una nube,
ser alga en lo profundo del mar,
cima de una montaña,
canción para ti.
Hoy es ese día
en que ser tu amante es lo mejor.
Con mi llanto, mi tristeza,
abrazarte y penetrarte.
con mi ser-ausente
ser presente para ti.
Hoy es mi mejor día.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 41
Te enterarás

La crema de la vida
corría entre mis dedos
y tú mi dios
ni siquiera te enterabas;
masturbación-rito
para mí,
hacia ti.
Monstruoso evento
para otros
y tú, mi dios,
ni siquiera te enterabas.

Nunca te enteraste,
cuando estaba junto a ti
mi rito
afloraba como texto.
Mi semen
correrá entre mis dedos,
correrá entre los tuyos,
impregnará tu vientre,
llenará tu vacío
y tú
ya no serás
mi dios,
serás mi hombre
y tan solo entonces
te enterarás.
Temo perderte

No hace más de veinte horas


que he dejado de verte
y sin embargo
estás tan lejano
que de perderte, siento miedo.

Hemos compartido pocas horas


y vas llenando mis días
de tal forma
que la sola alegría de saberte,
es la fuerza
que mueve mi deseo
de bien vivir
mi día siguiente.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 43
Por un minuto solo

¿Sabes que sentí?


Y sabes que sentí
pero por un minuto solo,
por un minuto solo nada más
sentí que eras mi amante.

En un minuto solo descubrí


que hay algo en ti
que hace que no podamos ser.

En un minuto solo develé


que yo estaba en ti,
tú estabas en mí,
que yo no era tú,
no eras yo,
que tenías tú pareja
serías mi amigo,
no por un minuto,
por un minuto solo nada más
sino por mucho tiempo.

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Nada fue lo mismo

Era una noche


como todas las noches.
Si estaba estrellada
y titilaban los astros a lo lejos
no lograba darme cuenta.

Era una noche vacía y triste


como muchas otras.
llegaste
nada fue lo mismo;
mis ojos brillaron como estrellas.
mi cuerpo titilaba como un astro.

No te amaba
pero en esos momentos lo sentí;
me dejé llevar por tus palabras;
te sentí penetrado por mi ser
llevado por mis silencios.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 47
Promesas

...Esas dolencias de amores


son las dolencias peores
porque ni matan ni mueren...
Ricardo León (1877 - 1943)

Promesa: Palabra de dar o hacer algo.


Señal que hace esperar algo.
Prometer: Obligarse a hacer, decir o dar algo.
Asegurar, afirmar.
Intransitivo: esperar, confiar en lograr algo.

A veces las palabras


tan solo son eso: promesas;
uno se olvida de su peso
haciéndolas su realidad.
Recuerdo, una vez más,
que prometes, ofreces
y no te comprometes;
pienso en cómo habré de creerte
si tan solo ilusionas;
pienso en que tú dirás,
si dices algo,
que dijiste
o más bien, que prometiste
hacer lo posible.
Tendré que comerme
mis sentimientos
porque aquello que has declarado
tan solo fue eso: una promesa.
Después de Benedetti

Tengo una soledad tan concurrida


que puedo organizarla
como una procesión...

Tan llena de imágenes


que serían mil cuadras
de estandartes, pasos,
bultos para llevar en andas,
todos imágenes de vos.

Rezaríamos trescientas letanías,


ciento veinte rosarios
y algunas oraciones de más,
y todo para glorificar
el milagro que eres vos.

Vendrían mil pastores,


un santo sacerdote,
dos papas -uno ortodoxo-,
un chamán, un brujo, un mago,
un abate, un pope,
un rabino, un lama
y todos juntos
con nuestros mejores ritos,
con los más sentidos cánticos,
celebraríamos el más profundo ritual
y todo por gozar
el gran Don que eres vos.

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Malas pasadas

...No sé si estoy en la tierra, en el cielo o en el infierno, ni si


estoy dormido o despierto, ni si estoy loco o cuerdo...
Comedia de las equivocaciones
Acto primero, escena segunda
Shakespeare

La vida tiene malas pasadas,


las noticias llegan
de donde menos se esperan,
el silencio
aumenta mi miedo,
me llena de inquietud,
desazón que me transforma
en barco
sin timón ni marinero.

Los días, los hechos, las cosas


van pasando,
voy quedando
pensando y esperando.

No sé cuándo romperás el silencio,


leeré tus palabras,
oiré tu voz.
Espero sepas hacerlo a tiempo.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 51
Eso que llaman amor

No quiero seguir bebiendo


de mi amargura;
que llegue el momento
en que el desespero
me convierta en desespero
y el silencio
me convierta en silencio.

Cavafis viajó conmigo


me acompañó en las noches solitarias,
en las largas horas de viaje,
en aquellos momentos
en que en mis sueños
te hice el amor.

Cavafis sigue conmigo


como en aquella,
nuestra primera noche.

En esta habitación
que me era desconocida,
en esta cama,
que no es tuya ni mía,
hicimos por primera vez eso que llaman amor.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 53
En esta habitación

Ahora que regreso de nuevo


a este espacio al que has dejado vacío,
al que antes fue mío,
el azul del cómplice tapete me sonríe;
reconozco el escritorio,
el techo, la pared,
el dibujo en la entrada,
el rayo de luz fluorescente en la ventana,
la silla y el colchón.

En esta fría habitación


aún arde en mi piel la ficción de tú calor.

En esta habitación...
en esta cama,
aprendí a amarme,
fantasee con si llegaba
alguien como tú
amarle.

En ella, ahora escribo


y siento,
recuerdo
y te presagio
una
y veces mil.
Poco tiempo

He de decir
que todo el tiempo sería poco
para estar contigo
pero ese enemigo
que es el cronos
ese implacable,
unido a tu responsabilidad
no permiten que sea.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 55
En medio de la noche

En una noche de rumba,


en un terrible lugar,
llegaste en medio de la noche
cual visión, sueño o pesadilla,
no pude ocultar mis sentimientos;
estabas ahí, estático,
mirando a todos y a ninguno.
Yo sabía tu nombre,
te llamé,
viniste y sorprendiste
con tus abrazos y besos..
también viceversa
y nuevamente lo mismo.
Así, sin saber cómo
pero muy seguros de ello
llegamos a la cama.
Juraste amor eterno
(tal vez igual que a tu mujer),
hablaste de querer ser mi amante,
te dije que sí
(con la esperanza de que no fuera cierto),
los cuerpos se fundieron nuevamente.
Ahora, muchos días después
me encanto en nuestra relación.
Tú estás con ella;
yo,
muy bien acompañado de mí.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 57
Magma

Me gustas cordillera,
con tu fortaleza y ternura,
por tus muchas cualidades,
quiero sentirte inmensa
y sentirme pequeño,
acariciarte lentamente
y hacerme lúdico en tus poros;
deseo volverme tu amante,
artista que una obra te plasme,
guerrero que te salve.
Espero el estallar de tus volcanes,
gozar de tu lava
avanzando entre mis grietas.
Lo sabéis

Vos lo sabéis
tan significativamente como yo,
sois un hijo de puta,
así sin preámbulos,
sin palabras entrecortadas,
sin suspiros ni sollozos,
sois un hijo de puta
y nada más,
con todo lo que ello significa,
con la carga que yo deseo ponerle,
con todo lo que deseéis sentir.

Vos lo sabéis
y yo aquí
una y otra vez
me desahogo
y repito,
sois un hijo de puta
y nada más.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 59
El regalo

Déjame regalaros un mundo nuevo


sin militares ni guerrilla,
sin guerras ni contaminadores;
un mundo donde un sí, sea sí
y un no, sea un no.
Déjame regalaros caminos por montañas,
un día de treinta amaneceres,
una manotada de azul
y tres besos amarillos.
Déjame regalaros un mar
sin buques ni petróleo,
una sonrisa, una caricia,
un texto hermoso,
un pavo real de plumas multicolores
y unos pies nuevos
que sepan de memoria
el camino para llegar a mí,
Déjame regalaros tantas cosas
para que podáis organizarlas libremente
sin tener que recurrir
al cuarto de San Alejo,
a una memoria falsa
a dejar de vivir.
Déjame regalarme paso a paso
la posibilidad de saberme,
de tenerme
con vos.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 61
Te nostalgio

Luego de siglos de no verte


recuerda que hoy te veo por primera vez,
fantaseo con hacernos el amor
y nostalgio.
No es el deseo de los grandes amores,
ni el ardor de las bajas pasiones,
es la ternura del ahora,
la complicidad del silencio.

Sabíamos esto desde antes,


Tal vez lo vivimos en otra reencarnación,
por eso,
llegado el momento
no sería como una primera vez,
tampoco como una última,
sería como final de primavera.

No habría palabras;
la emoción embargaría
voces y cuerpos;
aún mucho después
no entenderemos
cómo tuvimos la certeza
de sobreponernos
sin mucha tristeza,
con tanta complacencia.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 63
Lo leo en sus ojos

Usted muchacho
que ha llegado en la noche,
no sabe
como querría yo
haberlo conocido desde antes,
pero ahora,
que siento su presencia
puedo decirle
que aún en el caso
que no fuera posible lo nuestro
siempre habría en el fondo de mi ser
un espacio para usted.

Usted que sabe


que no es viejo
se esfuerza en mostrar
que es pequeño,
pesadumbre que le ronda,
acompaña
y no permite que devele el miedo.

Sé que lo siente,
lo he leído en sus ojos.
En todo caso quiero que sepa
que usted y solamente usted
puede sentirse bien
porque yo de mi parte
estoy seguro de quererlo tal cual es.
A qué jugamos

Tú,
caminante en esperanza
que esperas frente al cine
al hombre que no llega,
encausas tus pasos
por senderos de consuelo
y regresas
encontrando a aquel
que espera por ti
y juegas
buscando pasar desapercibido.
Yo,
que me encuentro en el vacío
camino tras de ti
sabiendo que no soy aquel
que buscas en la vía.

regresas a mí,
muchacho de lentes oscuros
mirada clara,
sonrisa nerviosa,
apretón profundo.
Juntos,
todo es algo más,
todo adquiere un sabor especial…
la despedida.
Yo,
por algunos segundos
me quedo pensando
si querías, al igual que yo,
fuéramos aquellos que esperábamos.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 65
Mientras tu duermes

Mis pasos vacilantes


se dirigen con destino a ninguna parte,
sentarme en un bar no tenía sentido,
además, no había con quien hacerlo.
Tú probablemente dormías,
éstas horas de la noche
no son tu tiempo,
tenía una gota de ti
sobre mi vientre,
me sumergí en ella,
nadé en cada uno
de nuestros rincones,
miré una vez más la luna,
luna de menguante
compañera de mi silencioso caminar,
le conté lo aprendido en tu piel,
lo dije en voz alta,
alguno que otro noctámbulo
miraba extrañado,
a pesar de ser amigos
habían olvidado
que en noches como esta
ella siempre quiere hablar,
Le hablé de ti,
seguía mis pasos;
hablamos hasta agotar palabras,
ella siguió su rumbo,
yo el mío
y tú probablemente dormías.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 67
María Inés

Mírame con tus profundos ojos,


cuéntame con ellos cuanto amas,
llega al fondo de mí,
hazme sentir tu fuerza,
enrédame en tus guiños,
ilumíname con tu sonrisa,
rózame con tu palabra,
abrázame con tu aliento,
que yo
deseo vibrar de felicidad
recibiendo el cumplido
que eres tú.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 69
Saudade

Si la nostalgia pesara
estaría muriendo
por el peso
de tu ausencia.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 71
A ti ¿con amor?

No sé si este será el comienzo de una nueva etapa


o el fin de una que me ha hecho feliz.
Tan solo sé que eres uno de esos hombres
que han logrado hacer de mi vida un poema,
uno de esos que me inspiran poemas,
ese que me permitió darme cuenta
que las tres de la mañana
son una buena hora para hablar de amor,
que amor sin genitalidad también se disfruta y
que esperar también tiene su encanto.

Eres aquel que me demostró


que estar a punto de morir degollado
puede ser una manera de enterarse
que uno es malquerido;
que existe una gran diferencia entre decir te amo
y recibir un te quiero, como respuesta;
que perderse en otros
es una manera de hallarse a sí mismo;
que tener muchas puertas abiertas
es una forma de cerrarse las propias;
en especial,
que el amor es tan difícil
que no logré darme cuenta
lo fácil que puede ser
darse cuenta.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 73
Nada

Me hallo aquí sin encontrar qué hacer,


a dónde ir,
sin saber de ti o de mí.

Blancos pensamientos,
vacía mi mente,
no están asidos a ninguna parte,
no giran en torno a ti o de mí,
no conducen a ningún recuerdo,
no huyo ellos,
no niego que tú los habites,
incertidumbre del tiempo.

Prometo no acudir a ti,


no discar tu teléfono,.
Días sin sentido,
vacíos de ti.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 75
Poema para una relación cuántica y
postmodernista
Ahora que nuevamente estoy sin ti
una vez más me he dado cuenta
que nunca antes estuvimos
como en este justo momento.

La piel que ahora deseo tocar es nueva,


tu mirada que ahora me busca
nunca me había visto como antes.

Amo a los hombres que han estado contigo


hacen parte de tu historia,
están en tu cuerpo, en tu mente,
son tu vida;
con ellos aprendiste el amor
que ahora compartes.

Quiero enseñarte
otra caricia aún no aprendida,
eróticos mis labios rozan tus nalgas
acarician tu piel,
recuerdan que nunca tuve tu espalda.
Sea lo que sea, será

Bendito el día por lo que me haya dado.

Nada de lo recibido me pertenece,


Nada de lo que me ha sido arrebatado era mío.

Cuando pretendiste hacerme daño,


te lo hiciste tú.
si pretendiste deleitarme,
el agrado fue tuyo.

Sólo soy una excusa.


un camino.

Lo que he decidido estar siendo.


lo que soy o he dejado de ser
no es tú decisión,
es la mía.

Soy el centro de mi vida.


De lo que el día me ha dado,
soy quien decide recoger,
determino su importancia,
construyo mi propio mundo,
soy destinatario final de mi felicidad.

Permanentemente estoy siendo.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 77
Juventud avasallante

Niño temeroso y alocado


de mirada tierna,
sonrisa presta,
me halagan tus miedos,
tu pecho de galope acelerado.

Me llenas de preguntas,
me obligas las respuestas,
me inundas con silencios
logras que olvide los años,
me llene de esperanzas
convoque mis fuerzas
y permita que mi espíritu
se desborde de gozo
ante la posibilidad de encontrarte,
sumergirme en tus ojos,
tenerte en mis brazos
o inundar cada uno de tus entresijos
con mi aliento.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 79
El tiempo se hace eterno

No espero tu llamada
tampoco tú email,
tan solo añoro tu voz,
me apesadumbro sin tus palabras,
re-siento el roce de tus dedos,
me embeleso evocando tu mirada,
construyo imaginarios de cuerpos
que se rozan.

Suspiro...

Sé que el único motivo


eres tú.

Me pierdo en mis silencios,


divago en mis recuerdos,
el tiempo sigue
y yo, con él,
acompañado de mí,
lejos de ti.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 81
Tic-tac

El martilleante reloj
me recuerda que el mundo no es estático,
que estoy en la mañana de otro día.
Han pasado las horas,
cierro mis ojos
mientras espero que te decidas a telefonearme,
vienen a mi sensaciones que me estremecen,
son recorridos por cada intersticio
de la extensión de tu piel,
es la punta de mi lengua que se extasía
grafiteando sobre tu pecho,
es mi olfato embriagado
con el almizcle de tu cuerpo,
son mis ojos persiguiendo
una gota de sudor que te recorre
hasta perderse en tus nalgas,
es mi respiración entrecortada,
mi corazón enloquecido,
mi ser que se estremece
al ser atravesado por tu lanza
jinete guerrero
conquistador de terrenos prohibidos.

Sobre mi vientre en homenaje humedecido


me recreo con tu roce que me aborda,
mi mano persigue tuya
no la encuentra;
abro mis ojos y no estás,
estoy solo,
me niego a estarlo,
deseo refundirme una vez más
en la realidad de mi fantasía,
el implacable tic-tac
me recuerda
que cronos no se detiene...

Sigo esperando que al menos


me envíes un mensaje.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 83
Los amores verdaderos (¿no?) existen

Es verdad que no soy un chico apuesto


Tú no eres el príncipe azul.
No tengo un coche último modelo
Tú no tienes un caballo de carreras
No soy un divertido millonario
No esperas la sorpresa
de una herencia anunciada
No tengo una mansión
No tienes una abuela
que ponga una suite a tu disposición
Eres divertido y yo río de tus chistes
Eres inteligente y amas mis discursos

No sé si eso será suficiente,


si con tan poca cosa
lo nuestro es un amor verdadero
o tan sólo es un amor falso
como de película.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 85
Que eterno es el silencio
Para María, que ya no está

Que eterno es el silencio,


que pesada es la soledad,
que triste la mañana
cuando tú no estás.

Añoro tu voz,
anhelo tus palabras,
ambiciono tus expresiones
cuando tú no estás.

Ansío tus tiernas caricias,


codicio tus ósculos santos,
me siento ávido de preguntarte
y esperar tu sin respuesta.

Mis coloquios sobre estar siendo,


darse cuenta o la riqueza del multiverso
pierden su sentido
cuando recuerdo que ya no estás

Tú fuiste mi leitmotiv,
la máxima que sustentó mi existencia,
el adagio que aterrizó mis pasiones,
el odre en que sacié mi ternura,
mi desiderátum.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 87
Derecho a la felicidad

Sí volviera a nacer sería marica,


escogería ser feliz desde más temprano
No he ido a la guerra

No he ido a la guerra
es cierto,
nuestros cuerpos se estremecieron
una explosión de no pasión
se metió en nuestra cama
No he ido a la guerra
es cierto,
nuestras vidas se separaron
continué mi lucha en otras camas,
con otros hombres.
Acariciar no es otra forma de hacer la guerra,
es sentir que se está vivo,
avanzar en otros territorios de paz.
Matar, con cualquier excusa,
desaparecer, empobrecer, desplazar, masacrar
son manifestaciones de la locura.
Cordura es amar

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 89
En los miedos está la diferencia

Una voz ronca y desconocida invade mis oídos


“¡hijueputa lo vamos a matar!”

A cero se reduce la respuesta.


Pasan las horas como si fueran días,
pasan los días como si fueran meses;
el miedo alarga el tiempo,
silencio espeso y largo,
la voz retumba en mi cabeza.

Repica el teléfono una y otra vez


tengo miedo de responder,
truena en cuatro ocasiones,
respondo…
la misma voz, la misma frase
“¡hijueputa lo vamos a matar!”.

Sin musitar palabra


espero que llegues,
tenerte cerca es como hablar,
es sentir que sigo vivo.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 91
Salvador Galán e Isabel Rico
Manuel Antonio Velandia Mora

Colombiano de origen actualmente vive España. Le


apasionan la fotografía, el grabado y los performances,
los cuales han sido sus medios de expresión para
compartir, crear y recrear sus reflexiones. Se inició en la
fotografía luego de medio siglo de vida, y desde hace
seis años su trabajo es digital. Ha tomado cursos de
formación con Hannah Kolins, Mira Bernabeu, Ricardo
Cases y José Luis Carrillo y en el Instituto alicantino de
cultura Juan Gil-Albert con los artistas Antonio Navarro,
Alfonso Sánchez Luna, Manuel Balaguer y Susana
Guerrero; sus bases provienen de su formación libre en
las bellas artes en la Universidad Nacional de Colombia.

Ha expuesto en colectivas e individuales en España, en


Alicante en la Sede de la Universidad de Alicante, Lonja
del Pescado, Liceo Real Casino, Club La información,
Casa Mediterráneo y L´Espai; Centre civic Antic sanatori
de Sagunto; Seu Vella, Sala “Casa la Volta” Lleida y la
Boutique de Arte/ Hotel La Serena, Altea; en Bogotá, Co-
lombia en el Centro cultural Santa Teresita y la sede de
la Fundación Apoyémonos; en Miami, La Habana, Lima,
Ciudad de Panamá y Tegucigalpa. Artista invitado de
ONUSIDA para exposición itinerante de un año por América
Latina (2014-15). Algunas de sus obra se presentaron en
diferentes eventos del Festival Internacional de Fotografía
Photoalicante 2015.

Sus series fotográficas se sustentan en investigaciones


sociales y sus imágenes se acompañan de reflexiones en
torno a la cultura, los derechos humanos, los derechos
sexuales y la aproximación teórica al cuerpo humano.

Sociólogo, Filósofo, Sexólogo, Especialista en Gerencia


de proyectos educativos institucionales, Máster en
Educación, Máster en Gestión de las Políticas públicas e
interculturalidad, Diploma de Estudios avanzados –DEA- y
Doctor en Enfermería y Cultura de los Cuidados por la
Universidad de Alicante, DEA y doctorando en Intervención
Psicopedagógica por la Universidad del País Vasco.

M. Velandia M. DÉJAME PENETRAR.... POR ESE OÍDO. POEMAS PARA MIS HOMBRES 93
Índice

Déjame penetrar.... 5
A veces, 9
Después de tanto tiempo 11
Un día como muchos otros 12
Eso que tú ya sabes 13
Mirada de Paz 15
Vives en mi pensamiento 17
Tú sabes cuánto 18
Esa idiotez 19
Estás llegando 21
Siempre te estaré esperando 23
Cómo hicimos 24
Días eternos 25
Sólo un momento 27
Cuando te regale flores 29
Domingo 21 de agosto 30
Un poco azul 31
El amor no es suficiente 33
Tomemos Café 35
Dame tu mano 36
Tú 37
Estoy siendo... 39
Amarte es lo mejor 41
Te enterarás 42
Temo perderte 43
Por un minuto solo 45
Nada fue lo mismo 47
Promesas 48
Después de Benedetti 49
Malas pasadas 51
Eso que llaman amor 53
En esta habitación 54
Poco tiempo 55
En medio de la noche 57
Magma 58
Lo sabéis 59
El regalo 61
Te nostalgio 63
Lo leo en sus ojos 64
A qué jugamos 65
Mientras tu duermes 67
María Inés 69
Saudade 71
A ti ¿con amor? 73
Nada 75
Poema para una relación cuántica y 76
postmodernista 76
Sea lo que sea, será 77
Juventud avasallante 79
El tiempo se hace eterno 81
Tic-tac 82
Los amores verdaderos (¿no?) existen 85
Que eterno es el silencio 87
Para María, que ya no está 87
Derecho a la felicidad 88
No he ido a la guerra 89
En los miedos está la diferencia 91

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