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Si nos ponemos a su alcance,

De exilio, retorno
Velandia será capaz de penetrar en
nuestras almas de repente, de un solo

y otros dolores de guerra


golpe, y mostrar su mensaje
emocionado.
“¡Hablo por ti! ¡Hablo por mí!”,
El movimiento LGTBI en Colombia,
proclamaba en una de sus
guarda una historia de persecución,
performances, asfixiante y rotunda, en
violencia, discriminaciones y
la que participé envolviendo su Manuel Antonio Velandia Mora resistencia. Y uno de sus mayores
cuerpo desnudo, dentro de un
activistas es Manuel Antonio
plástico, con una cinta roja que
Velandia quien en su exilio a España
-según él- simbolizaba la violencia
llegó al FIV Foro Internacional de
padecida, pero que era también uno
Víctimas, respondiendo a la
de los colores de la bandera de su
necesidad de visibilizar la diversidad y
país. Enmarcada en el
transversalizar el enfoque
Diversa, Festival de Cultura LGTBI,
diferencial e Interseccional en el
celebrado en Elche, era una acción
accionar del FIV.
única, emocionante, cargada de
angustia y solidaridad, capaz de
Gracias Manuel por tus aportes
agitar nuestra manera de ver las
cargados de sabiduría y experiencias
cosas.
que contribuyen a nuestro
fortalecimiento organizativo.
Fotógrafo y poeta verdadero,
más allá de cualquier retórica,
Manuel Velandia escribe los versos
de una persona que ama la vida con
intensidad y que ha dejado atrás
demasiado amor, pero
también soporta los efectos de ser Ingrid García
víctima de la violencia. Feminista, funcionaria del
Gobierno Canadiense
Coordinadora FIV Canadá
Mariano Sánchez Soler
Historiador, poeta y periodista
España
Manuel Antonio Velandia Mora 1
De exilio, retorno y otros dolores de guerra

Fotografías de portada e interiores, videoarte, performances y grabado


© Manuel Antonio Velandia Mora
Fotografía de portada: Renacimiento. 2021
Fotografía de contraportada: Adversidades. 2021
Manuel Antonio Velandia Mora
© Textos, poemas y diseño
Manuel Antonio Velandia Mora

© Texto introductorio
Claudia Nayibe López Hernández
Alcaldesa de Bogotá
© Prólogo
Esther Abellán Rodes
© Prefacio
Luis Carlos Sotelo Castro
© Texto Solapas
Mariano Sánchez Soler
Ingrid García

Facebook: ManuelVelandiaPhotographer
Instagram: @mvelandiam/ @mvelandiamstreet
Twitter: @manuelvelandiam
investigadormanuelvelandia@gmail.com

Claudia Nayibe López Hernández


Alcaldesa Mayor de Bogotá
Margarita Barraquer Sourdis
Secretaria General
Carlos Vladimir Rodriguez Valencia
Alto Consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación
Secretaria General-Subdirección de Imprenta Distrital

Primera Edición, agosto 2021


Bogotá Colombia

Reservados todos los derechos. Bogotá, agosto de 2021

2 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 3


Introducción

Manuel Velandia no es un líder social común y corriente.


Sorprende porque parece estar en muchas partes a la
vez: en el mundo del arte, en la política, en la academia,
en el activismo por los sectores LGTBI, en la defensa de
las víctimas, de los migrantes; en la prevención del VIH.
Es vicepresidente del Consejo Territorial de Participación
Distrital, pero no como representante del sector LGTBI. No
es de ningún partido político. Es la primera persona que la
ley colombiana reconoció como víctima por su orientación
sexual, por marica, como a él le gusta decir. Afortunada
mente, Manuel es un libre pensador, y su legado sería
imposible si no hubiera desafiado al encasillamiento, si no
se hubiera resistido a un estereotipo.

A su faceta de activista le debemos que es uno de los pio


neros de la despenalización de la homosexualidad en
Colombia (1980). Junto con León Zuleta creó el MLHC
Movimiento de Liberación Homosexual en 1977 y en la
década de los ochenta fue activista pionero en la prevención
de la infección por VIH y la atención emocional a personas
viviendo con sida. Con la exsenadora Margarita Londoño
escribió a finales de los noventa el primer proyecto de ley
sobre los derechos de las parejas bisexuales y homosexuales,
y las operaciones de cambio de sexo para las personas
transexuales.

Como artista, Manuel no se dejó callar por el miedo o


doblegar por el destierro. En este poemario habla de la
paz como “el entorno donde todos podamos ser”, narra
las experiencias que lo han hecho más fuerte a pesar del
dolor, y en parte por el dolor. Con sus versos y sus actos
performáticos y sus obras lucha contra la discriminación
y la violencia, y se ha servido de todo tipo de dificultades

4 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 5


para hacer más fuerte el mensaje de su militancia. La “A las personas a veces sólo les cabe su necesidad, pero
colección de obras de Manuel Velandia es un diálogo hay que aprender a conciliar porque la discusión es un
vivo con nuestra sociedad, una luz azul, alegre y clara todo”, dice él. Eso –ser capaz de sentarse con el contrario–
que nos llena de ganas de seguir luchando por la libertad es la única forma de encontrar puntos en común y
y los derechos humanos. llegar a algún lado. Sirve en la asamblea del edificio, en
la fila del bus, o en el Congreso de la República. Todos
Manuel toma el arte como vehículo de cambio social, tenemos nuestra manera de ver el mundo, pero con un
pero no se queda ahí. Es investigador y académico, poco de humildad, de humanidad y de humor como el
y tiene un talento especial para la política que lo ha de Manuel, cualquier cosa es posible.
llevado a producir cambios en nuestra democracia. Y
su trabajo continúa. En este momento está trabajando Gracias por existir y enseñarnos con orgullo a ser.
para transformar nuestros CAIDS Distritales (Centros de
atención integral a la diversidad sexual y de géneros),
donde propone enseñar oratoria a la población vulnerable, Claudia Nayibe López Hernández. PhD.
enseñar a formular y hacer realidad proyectos, a conformar Alcaldesa de Bogotá
organizaciones.

Él quiere que la gente entienda lo que significa trabajar


no sólo por su propio sector, o por un solo sector. “Si
uno es activista, tiene que ir más allá del activismo”, dice
Manuel. Alguien puede ser militar afro con discapacidad;
o víctima indígena homosexual. Somos una amalgama,
y por eso mismo no podemos seguir a punta de causas
sui géneris. Tenemos que pasar por la política, acercarnos
al sector de la educación, al de la salud, sin duda al arte.
Cada causa es diferente, pero, como dice Manuel: “la
clave es que sea transversal”.

Uno no contrata a alguien por su orientación sexual


sino por su mérito. Con mérito, carácter y perseverancia,
se llega a ser aceptado por otros sectores, otros gremios,
porque representa necesidades reales y produce resultados.
Así llegó Manuel Velandia al CTPD, donde hoy aboga
por una ciudad para caminar, para respirar, para disfrutar
los cerros, para moverse cómodamente en el transporte,
y también para desarrollar toda su variedad de economías.

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Prólogo
La luz de la verdad

Buscar en el lenguaje la profundidad del amor, del


desaliento o de la fuerza interior de un poeta, es tan
complejo que cualquier discurso sería insuficiente. Es
como encontrarse ante un desierto inmenso o un mar
tormentoso del que ni siquiera se adivina la línea del
horiz o nte . Es e s t a r d e s nud a , o co m o d i rí a e l
poeta e s pa ño l J o s é Áng e l Va l e nte , “ a l b o rd e
de n a ce r o morir, / en la terrible red del aire detenido”.

Frente a la obra multidisciplinar de Manuel Velandia


Mora, el exilio se retrata como una reconstrucción que
parte de la nada, que nos hace sentir nuestras raíces,
pero nos obliga a empezar de cero, a reinventarnos y a
sobrevivir sobre una cama de humo casi transparente.

De s d e e s t a p e r s p e c t i va , D e e xi l i o , re to rno y
otros dol ore s de guerra es más que un libro de
poemas. Es una indagación personal, un choque con
el dolor, con las heridas y la guerra que emergen del
propio corazón. La supervivencia entre los recuerdos y la
luz de un paisaje que, a pesar de estar lejano, se puede
tocar, oler y sentir cada día. Un ciclo de ida y vuelta en el
que el autor muestra la desazón y el desequilibrio
permanente: “La vida que cabe en una caja, / la nostalgia
apretujada en el pensamiento. // Una esperanza
peregrina / que te hace repetir / el mismo ciclo,
/ desembarcar y empacar, / ser o no ser”.

La po é t i c a d e Ma nue l Anto ni o Ve l a nd i a e s un
a cto de re s i l i e n ci a , de sentimientos auténticos,
de intensas verdades que juegan entre palabras,
fotografías y performances. Una manera de manifestarse
y de decir la verdad sin tapujos, que habla al mundo

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para pedir justicia y amortiguar los golpes recibidos. provoca la ausencia, Velandia sigue inmerso en el
Es, ante todo, un expresionista, un artista conmovido apego a la vida y al disfrute, a la condición de ternura
por todo lo que le rodea y que siente la necesidad de hacia el ser humano y hacia todos sus tránsitos vitales.
posicionarse ante los abusos sociales. Un marica que Por utilizar sus propias palabras, no se desgasta odiando,
lucha cada día, y que utiliza todo lo que está a su prefiere desgastarse amando. La pasión, los ritos y el
alcance para transitar el arte de manera visceral. placer candente forman parte de su espíritu. A través
de sus poemas transmite el ímpetu de sus relaciones,
Sus años en España, muy presentes en el poemario que de la vivencia amorosa que deja huella, de la soledad
nos ocupa, muestran su esencia desde todos los ángulos que se siente tras la marcha del amante. Siempre
del arte. Y es que, a pesar de los cambios que implica quedan rescoldos después de la experiencia;
sobrevivir en una nueva tierra, dejar atrás familia y el silencio y las cenizas son fuego que se aviva en la
amigos, los versos están llenos de experiencias que mente y se entrelaza con la tristeza del corazón.
reafirman la identidad y los orígenes. No queda otro
remedio que seguir siendo uno mismo y elevar la voz Tal y como el autor cuenta en una de las entrevistas
para ser oído, para existir desde cualquier rincón del que le hice hace algunos años, su poesía no tiene sexo,
planeta: “Quiero seguir vivo / coleando… / y culeando, / no tiene género, no tiene orientación sexual. El erotis-
eso que en España llaman / follar. / La lengua nos une / mo, el deseo y todos los lenguajes del amor se enfrentan
y nos separa…”. cara a cara con el rechazo, la violencia, el olvido, el
abandono e incluso con la exclusión social y sexual. El
La amenaza, la partida, su estado de refugiado, los compromiso, la solidaridad y la entrega se manifiestan
recuerdos y la memoria fragmentan y juegan un papel en cada intervención, en cada escrito, en cada proceso
esencial en sus poemas. La vida y la muerte que nos creativo. Muestra de ello son, por poner un ejemplo,
asalta por sorpresa están presentes en el discurso sus performances Analidad no es banalidad o Hablo
emocional. Las raíces, el amor que no tiene distancias por ti y por mí:
y un corazón abierto que sangra con cada pérdida, se “Hablo por ti y por mí. / Hoy grito hasta desgañitarme
conforman como objeto poético de un “yo” que crea su / por aquellos que han tenido que susurrar / sus deseos
hogar allá donde va, a pesar de saberse extranjero: “ La y sus necesidades, / por quienes no se atreven / a
felicidad se insinúa en todas partes, / la ciudad se ponerle nombre a eso que otros / denominan inmundicia,
engalana de luces multicolores; / incluso aquellos para pecado, abominación… / por esas otras tantas nuevas
quienes te parece que no existes, / te dejan un mensaje; mujeres / y esos tantos nuevos hombres / que se vivencian
/ te alegras de tiempos pasados que parecieron mejores, / en sus feminidades o masculinidades / halladas, asumidas
/ pronto te das cuenta que los amigos, los verdaderos, / y encarnadas, / por aquellas y aquellos cuyos cuerpos
realmente no son tantos como pensabas”. / descubrieron el placer / que la religión, la familia, la
escuela / y los medios les habían negado”.
La vida está en continuo movimiento y trae relaciones
que nunca nos abandonan. A pesar del vacío que En De exilio, retorno y otros dolores de guerra, nos

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enfrentamos al regreso, al viaje de vuelta que nos divide
el alma y nos hace “recuperar aquello que parecía solo
tuyo: / los espacios, cosas y acontecimientos / que
reconstruyen emociones”. Se abre esa necesidad de
rehacer el vínculo, de reconstruirse en lo que añoraba
en la distancia. Las cosas nunca son como antes y se
evidencian los momentos perdidos. Uno mira a su
alrededor y el sentimiento de paz adquiere otra
dimensión, otro aroma. Se vive el exilio dentro del exilio,
y quedan las lágrimas, la tristeza, los proyectos y las
ilusiones. En definitiva, un nuevo camino de esperanza
y recuperación: “Decides regresar, / te separas de seres
amados, / rompes proyectos construidos, / ilusiones
fortalecidas. / Trazas nuevas esperanzas, inicias un
camino… / ¡Es un nuevo exilio!”.

Manuel Antonio Velandia Mora es un ser apasionado.


En su obra prima la globalidad, su potencial creador y
multidisciplinar. Su voz se renueva a cada instante, en
cada momento íntimo, en cada reflejo del presente con
memoria. Juega, disfruta, ama y nos descubre que no
existen fronteras entre los sentimientos, la vida descarnada
y el arte. Todo es intenso en él, y así lo comparte en
este libro, tan recomendable para espíritus libres. Un
corazón que sueña y que invierte su existencia en hacer
más dichosos a quienes le rodean, a quienes lo añoramos
desde esta larga distancia. La lucha es parte de su existencia
y la combina con la intimidad dulce del que sabe lo
que quiere: “Nadie debe pretender ocultar / la luz de la
verdad”.

Esther Abellán Rodes


Poeta, actriz, crítica literaria
creadora multidisciplinar
Julio de 2021, Alicante (España)

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A modo de prefació
Cuando leer en voz alta unos poemas es una
actividad de alto riesgo

Leer en voz alta unos poemas, en cualquier otro caso,


es un ejercicio simplemente estético; casi como el ejercicio
de cruzar un río crecido apoyándose en piedras - puntos
de encuentro entre la oralidad, la imaginación, y, sin
duda, el ocio creativo, aquél que nos lleva a explorar
terrenos que, en principio, no son nuestros, son ajenos.
No en el caso de este poemario. Manuel Velandia le
plantea a quien asuma la lectura de este libro un dilema:
leerlo en voz alta y en público, o en silencio y para sí
mismoae.

Es el dilema de ponerle el cuerpo o de sacarle el cuerpo


a una verdad sin nombre y que nos afecta a todxs por
igual: la inmensa dificultad que tenemos de vivir
abiertamente lo que nuestros impulsos sexuales, nuestras
preferencias, o nuestras necesidades nos dicten. Esa
dificultad se acrecienta en un contexto en el que, quien
asuma sus realidades vitales y se afirme de género no
normativo, puede contar con la venganza, la burla, la
muerte, el destierro. Colombia es uno de esos contextos,
uno en el que el respeto a la diferencia no ha logrado
echar raíz profunda. En ese sentido, este poemario nos
invita a visitar un terreno que se ha vuelto demasiado
cotidiano: el de la violencia. Pero nos ofrece unas piedras
de apoyo, para que nuestros pasos por ese río crecido
sean seguros.

Encuentro puntos de apoyo, por ejemplo, en la firmeza


con la que la voz de Manuel resuena cuando habla de
PERFORMANCE que ser homosexual no es una enfermedad, sino una
Comisión de la verdad decisión. O cuando hecha en cara a quienes predican

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que identidades no normativas son sucias o enfermas de leerlos en otros círculos, y aún sigue vivo o viva, invite
que su moral es doble: al tiempo de predicar amor, cultivan a otros a leerlos en voz alta con usted. Pero adviértales:
odio, preparan el suelo para que nazcan muchas formas lo deben hacer en forma voluntaria, conscientes de que
de violencia. Estos puntos de apoyo, en todo caso, no ya no están en el terreno del arte, sino en el confuso
quitan una realidad: aventurarse a hablar de esto en ámbito del ARTivismo, que es otra palabra para la política
voz alta, a leer en voz alta y dar a la escucha experiencias por medio del arte.
de violencia homofóbica y de crímenes de odio puede
traer consecuencias serias para quien lo haga. De exilio, retorno y otros dolores de guerra es eso: una
invitación a que le pongamos el cuerpo, desde la trinchera
Lectores: ponerle el cuerpo a esta voz que crece a lo de la poesía, a unas voces que llevan mucho siendo
largo de performancias, poemas, testimonios ante la silenciadas y exiliadas, a la fuerza y frente a nuestros
Jurisdicción Especial para la Paz requiere más que amor ojos.
al arte y compromiso social; requiere casi una fe
desenfrenada en la necesidad de que, como sociedad,
como comunidad que escucha estas voces, aprendamos Luis Carlos Sotelo Castro
a no juzgarlas, a aceptarlas, a celebrarlas, a hacerlas Profesor en el Departamento de Teatro
parte de lo que somos como grupo. Universidad Concordia, Montreal, Canadá
Fundador y director del Laboratorio de Actos de Escucha
Ya Manuel hizo su parte. En esta colección hay actos
escénicos, poemas, gestos que pesan quilates por el
arrojo que llevan al afirmar rechazo a las amenazas,
por afirmar la voluntad de seguir forjando un espacio
donde “tras la oscura noche, estallen amaneceres de
igualdad”.

Ahora es nuestro turno. El de atrevernos a leer en voz


alta y en distintos contextos estos poemas. Están hechos
para ser dados a la escucha. Ese acto, el de leerlos en
voz alta y en público es un ejercicio de alto riesgo. Piense
bien antes de hacerlo. Léalos quizás en silencio primero.
Salga luego a enfrentar la noche. Ande, camine,
recorra su ciudad, su pueblo, su habitación, su casa, su
barrio. Invite luego a pocos amigos o amigas de confianza.
Empiece en círculos pequeños. Cuando su confianza
crezca, si ocurre, léalos en voz alta en espacios conservadores
o, incluso, de derecha extrema. Si aún ve la necesidad

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Parir la propia existencia

No pretendo que mis poemas tengan efecto, sino que


cada cual se piense a sí mismoæ. No llegamos gratis a
un poema, nos anclamos en el corazón, se relaciona con
nuestras explicaciones del mundo: de alguna manera nos
recuerda lo que hemos vivido. Nada está lejos de nuestros
sentidos; lo que ahora nos importa lo hemos visto,
saboreado, tocado, escuchado, olido; nuestro corazón se
ha afectado y con él nuestra existencia.

Me encanta contar el mundo; pensar en voz alta; hacer


conciencia de mi unicidad; reencontrarme con mis
penas, alegrías y tristezas; romper la distancia y
acrecentar el vínculo.

Cada historia es única, como nuestra existencia. Somos


muchas las víctimas del conflicto armado en Colombia
quienes hemos tenido que desplazarnos para vivir en
otras ciudades, países o continentes; cada cual experiencia
de una manera absolutamente particular la amenaza de
muerte, el atentado, el exilio o el retorno.

Nuestras historias tienen puntos de contacto; puede ser


el victimario, la situación que exacerbó nuestro deseo de
huir para salvaguardar la vida, el lugar al que llegamos, la
organización en la que encontramos apoyo, el campo de
acción en el que pudimos laborar, la orientación sexual de
quien es víctima, el mismo hecho de haber sido reconocido
como tal o no atreverse a buscar dicho reconocimiento.

Las amenazas de muerte han estado presentes en la


mayoría de mis años de existencia. Se iniciaron en Bogotá,
en 1984, con motivo de una investigación sobre los
asesinatos de hombres homosexuales y mujeres trans

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femeninas en el trabajo sexual. Luego se motivaron en Al mes de llegado presenté mi caso de asilo, lo hice en
mi ejercicio de prevención de la infección por VIH/sida, San Sebastián, País Vasco, el 22 de febrero de 2017.
posteriormente tuvieron que ver con el hecho de ser Durante los tres primeros años no pude salir de España,
homosexual, se acrecentaron por haber sido el primer es algo inherente al proceso de asilo; la resolución de
candidato abiertamente marica en presentarse a un refugio y asilo me fue expedida en Madrid el 8 de abril
cargo de elección popular, ulteriormente al lograr de 2010.
cambiar los estatutos de un partido político para que
las personas de los sectores LGTBI pudieran ser candi- Sólo trabajaba los fines de semana dando clases
datas. Se incrementaron al trabajar en ONUSIDA y OIM virtuales en una Universidad colombiana. Demasiado
con 600.000 jóvenes, en 48 municipios y 52 programas, tiempo libre te deja tiempo para el dolor; decidí
en el Proyecto Colombia financiado por el Fondo mundial dedicarme a las bellas artes. Tomé una serie de cursos de
de sida, tuberculosis y malaria. formación en grabado, serigrafía, escultura y
performance; culminé haciendo un máster en Fotografía
Fui víctima de un atentado terrorista perpetrado con contemporánea y proyectos de autor. Tuve tiempo para
granada por paramilitares, durante mi campaña política homologar mi título de sociólogo y, además, cursar un
en 2001. La gota que desbordó ese instante de mi máster en gestión de política pública e interculturalidad.
existencia y motivó mi exilio fue una respuesta a alguien
que sin decirme que era “periodista”, en noviembre de Se convir tió en un reto superar las circunstancias
2006, puso en los medios una “declaración”, con relación traumáticas por las que había pasado. Siempre me sentaba
al primer senador investigado en Colombia por en la misma silla de la cafetería en la universidad, me
paramilitarismo; con ello las amenazas de muerte se sorprendió darme cuenta que de manera automática tan
extendieron a mi familia. sólo seguía el protocolo que me habían dado para evitar
los efectos de un posible atentado. Me afectaron las fiestas
Me desplacé en España porque es un país en el que las locales de Alicante por el estallido de la pólvora que mi
personas de los sectores LGTBI y de las diversidades cerebro identificaba como el ruido de la explosión en un
de géneros y cuerpos tenían derechos. Llegué el 17 atentado.
de enero de 2007, directamente a San Sebastián, en el
País Vasco y a los 3 días di comienzo a un doctorado en A la par de mi trabajo como ARTivista Queer, la escritura
educación. de poemas y relatos incrementó en mi la posibilidad de
hacerme resiliente.
Tenía la necesidad de no quedarme cruzado de brazos
y encontrar algo que hacer; pronto me di cuenta que Es difícil tomar con tranquilidad la idea del retorno, es
también me atraía cursar un doctorado en salud, me como decidir un nuevo exilio, por cuenta propia. La idea
decidí por la Enfermería y cultura de los cuidados; dos de la Negociación de paz acrecentó en mi la idea del
formaciones simultaneas. retorno a Colombia. Regresé el 27 de febrero de 2019,
con muchas esperanzas y expectativas; pronto ratifiqué

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que en algunos sectores políticos no había un verdadero suceda ahora que estoy vivo, porque los cadáveres no
interés por construir la paz. Durante algo más de un año disfrutan de lo que acontece cuando están hechos polvo
me fue imposible conseguir un trabajo. Homologar los y se reincorporan a la naturaleza.
títulos universitarios españoles ha sido terriblemente
difícil. Agradezco a Bogotá, a Carlos Vladimir Rodríguez
Valencia, Alto Consejero para las Víctimas, la Paz y la
Cuando te preguntan cómo se siente un atentado o una Reconciliación por la difusión de ésta experiencia literaria
amenaza de muerte, respondas o no, revives emocionalmente ARTivista creada para sanar heridas y que hace parte
el proceso; decidí hacerlo poema. La poesía permite sanar de mi proceso de re-construcción como homosexual
las heridas. Pronto la sumé a mis performances. víctima del conflicto armado colombiano.

Cometer poemas es una manera de digerir los afectos y A pesar de todas las violencias recibidas, debo mostrar
los desamores, los duelos por la partida de un ser mi gratitud a la vida por los seres que me aman y me
querido a quien no pudiste acompañar en sus últimos demuestran sus afectos. A la poeta y cómplice Esther
momentos, la soledad y el beneficio de las grandes Abellán Rodes por su maravilloso y sentido prólogo, a
amistades; te permite contar tus fantasías y escudriñar Luis Carlos Sotelo Castro del Laboratorio de Actos de
tus realidades. Gracias a la poesía no llevo un gran peso Escucha por el sentido que le da a la creación artistica
en el corazón… nada merece quitarme la felicidad. Haber como voz que expresa el sentir de las víctimas; al
aprendido a ser un buen amigo de mis ex-mis-amores periodista y escritor Martiano Sánchez Soler y a la
me permitió vivir la vida con mucha tranquilidad y con activista y víctima Ingrid García, refugiada en Canadá,
poco aspaviento. por los textos de solapa, porque sus voces convocan a
los, las y les lector/æs a sumergirse en las alegrías y
En procesos de apoyo emocional, leerles mis poemas a sinsabores de mis exilios de partida y retorno.
otras víctimas del conflicto armado fue un ejercicio de
acompañamiento; les dio pie para que pudieran escribir
lo que, en la oralidad, se sentían emocionalmente Manuel Antonio Velandia Mora
incapaces de expresar. Escribir ayuda a parir la propia En una bogotana hermosa tarde de sol
existencia; y, a los lectores, a buscar en sí mismos los julio de 2021
volúmenes de vida que hay detrás de su historia.

Me emociona saber el mundo en los ojos y por boca de


alguien que ve mis obras y me lee en voz alta, que
encuentra en una imagen y/o un verso el punto de
contacto desde el cual construir un vínculo, una reflexión,
un sentido.

Me alegra disfrutar el reconocimiento, en vida, de la


publicación de mi obra poética y como artivista; que esto
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ESPACIOS VACÍOS

No soñamos con un futuro incierto,


ni con miradas humedecidas de nostalgia.
No son fantasías los surcos en la piel,
ni las grietas en el corazón.
añoramos la felicidad eterna,
el verde de las montañas,
creemos que el amor será eterno
y en pareja para toda la vida;
sabemos que todo estará
al alcance de la mano.

Me acostumbré a una paz


que ocultaba el conflicto,
a un dios que no se da cuenta
del dolor humano.
No bastaba el amor
para estar juntos.

Perdí la luz,
me extraviaron el rumbo;
Me pusieron metas que no eran mías,
conviví con extraños
que se afianzaron en el cuerpo;
puse el mediterráneo en mi cabeza,
crecí en otras lides;
extrañé familia, amigos, trabajo;
codicié nuevas esperanzas.

He regresado,
volver es iniciar otro exilio.
Ya no existen los caminos recorridos;
deambulo en otro ritmo,
con otra firmeza.

24 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 25


Es imposible retomar la existencia,
el dolor me hizo nuevo.

Las fronteras están en la mente.


Nos las sembraron
en las entrañas.
Los derechos no son cuestión
de quienes asumen la potestad
sobre la vida.

26 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 27


LA AMENAZA

.
c a do ,
f i a,
e nti fund
o s id pro os
em ra am
ten sa se s. est los
n
y a lo lipie sotro ra e
ca ta o de .
m ari on es os n rece isión
ta aj om pa lev
e pu e el c es s nta a la te
u s n
Hij pre quie de ta s yen ..
m
co abra ados dico u ta.
s s rio e p
can pe j o sd
hi

Te veré en una bolsa negra...

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PIEDRA

“¡Hijueputa, te vamos a matar!”

Como un moai de piedra mi voz empalidece,


el tiempo se detiene
las horas se hacen días,
los días se hacen meses.

El miedo, gelatina espesa que todo lo invade.

De nuevo, la voz que me lapida al otro lado del teléfono.


Una vez y otra - y otra vez más-.
“Aló”, tembloroso, alcanzo a musitar.

“¡hijueputa, te vamos a matar!”

En silencio, espero tu regreso.


Tu cuerpo…
PERFORMANCES sentir que aún sigo vivo.

30 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 31


YO TENGO AMIGOS GAIS

Temo sentirme diluido


por las flemas
verdosas que vomita
tu racismo.
Temo la flecha envenenada
que tu homofobia tensa
con frases beatíficas:
“Yo tengo amigos gais”.

Temo, al cruzado
que, tras su armadura
oxidada de cristiano,
siembra hogueras de odio
para arrojar
en sus brasas
a la flor del amor.

Comprender
no es aceptar
predicar no es practicar.

Ni con el agua amarilla


bendecida
por legiones de obispos
elevados en sus púlpitos,
lograrás que,
tras la oscura noche,
estallen amaneceres
de igualdad

32 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 33


34 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 35
LA PARTIDA
GUERRE
I A LA
PART
AS
IS P
SU
NE ,
JE erre
gu
i à la
part .
s pa s
e n t ble
t c lair
ui r i
blè pass lit. e, c’e
s e,
n e s ai, m err
Je t vr s tre on im otre uerr g u
s
c’e corp plosi ans n à la g t te e s. une
s l u m er
no ne ex alla d parti ent is ma s hom men
t
D’u s’ins s pas parèr tinua autre re de .
i i
qu e su se sé e con ec d aniè

Paix
n j v la
Je s vies que lits a une m de ,
No dant utres pas vant, itoir e s
a c rer
n t r ss
pe s d’a n’es tir vi s ter use, r, ma olie.
n n e e f
da esser se se ans l l’exc plac s de
r d i t é n
Ca is de cer e so rir, d atio
n t t
ma ’ava por pauv nifes imer.
d
et r, n’im re, ap s ma ’est a
t e
Tue paraî tes d sse, c
dis t tou Sage
,
son idité
Luc

No sé si podré olvidarte...

36 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 37


SI TE PREGUNTAN

Si te preguntan por mí, diles - no temas -


que para no dejar de ser
- como ellos quieren - estoy siendo poema
bajo las luces de Lucentum.

Diles que soy un refugiado


que añora su tierra desde lejos,
que todavía el amor
siembra de lirios mis entrañas.
Que aún la tarde me atraviesa
con los colores
del algodón de azúcar.
Que amanezco mecido bajo
el musgo antiguo de tu pecho.
Que no lograron llenarme la boca de cenizas,
VIDEO ARTE LGBTI que el mar que nos separa, más nos une.
Que sigo enarbolando mi bandera.
Que el exilio solitario, me abona de amor
y de esperanza.

38 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 39


EQUIPAJE LA VIDA EN UNA CAJA

Fue un sueño, un deja vu. Promesas que no se cumplirán,


Al fin, no había llegado mi equipaje. la vida que cabe en una caja,
“Ahora, ¿qué ropa me coloco?”, pensé. La nostalgia apretujada
La pesadilla se repite una y otra vez; en el pensamiento.
!fue un hecho real¡
Al despertar tomo conciencia de ello. Una esperanza peregrina
Nada me falta para ser feliz, que te hace repetir
la vida es mucho más que una maleta el mismo ciclo,
- somos el equipaje - desempacar y empacar,
a la espera de llenarla de caricias. ser o no ser.

Mi cuerpo se va,
mis alegrías se quedan.

El ritual, de quien será


exiliado sin querer,
por voces filosas,
por manos asesinas.
Es la certeza del fin
- como el miedo a morir -.
Mi cuerpo se va,
pero aún seguiré aquí.

40 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 41


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42 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 43
ESTAR SIENDO ES MI FUERZA

Quieres obligarme al silencio,


me condenas a no expresar libremente los afectos;
me tildas de sucio, enfermo y pecador;
me consideras vago, maleante, depravado
y, sin embargo, te aprovechas de mi cuerpo.

Quieres obligarme a esconderme;


pretendes desplazarme a otras tierras,
con el dolor de la separación a cuestas
me alejas de mi padre, mi madre, mis amigos
y, sin embargo, predicas el amor.

Quieres obligarme a negarme,


pregonando que soy impúdico, obsceno y sinvergüenza
pero te gozas a la mujer del prójimo,
te embolsas el dinero de tus feligreses,
VIDEOS JEP creas leyes pensando en tus ganancias
Unidad de Investigación y Acusación y, sin embargo, evangelizas sobre la moral.

A diferencia de ti, sé quién soy.


No tengo que esconderme,
vivo mi vida y mi cuerpo con orgullo;
ni aun con la boca sellada con tierra
lograrás hacerme callar;
sé que tengo derechos.

Amo mi manera de amar


el ejercicio de mi genitalidad,
el erotismo que me despierta el cuerpo de un hombre
y el deseo que nunca nadie podrá reprimir.

No me preocupa si nací homosexual


o si soy marica,

44 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 45


MISMO IDIOMA, OTRA LENGUA

soy hecho a imagen y semejanza de dios. Quiero seguir vivo


coleando...
Lo mío no es una enfermedad, es una decisión. y culeando,
En ello radica mi fuerza, eso que en España llaman
también tu debilidad. follar.
La lengua nos une
y nos separa...
Me encanta tu lengua,
me has dicho;
me encanta la tuya,
la he sentido,
es tobogán al cielo
te he respondido.
No somos bordes
De un mismo lago
sino las orillas
del mismo río.
Mientras dices “me voy”,
yo siento que me vengo.
No me toques así,
que me das tiricia,
me dijiste, y yo
nunca supe si te gustaba
mi toque
o te daba miedo.

46 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 47


WON’T YOU DRAIN THE LAKE AND BRING AMARGAS COTIDIANIDADES
ME HOME AGAIN?
¿No te gustaría cruzar el mar A lo único que temen
y llevarme a casa de nuevo? es a las preguntas.
Porque las respuestas
No tienes que lanzarte al agua... alimentan de consuelo
estamos en la misma orilla. a las vidas sin vida.
No. No me respondas... No se miran adentro
calla como siempre. ni la imagen reflejada
en los espejos.
Ponle voz a tus pies y camina... Acechan como el buitre
Tú más que nadie en busca de carroña.
puedes decidir tu camino. Ignoran que el universo
es más extenso
Cuando te amaba mi corazón de hojalata que el puñado de tierra
tamborileaba a tu ritmo, que hay bajo sus pies.
nunca olvidé que yo decidía el compás, Fingen no hacer el mal;
me dejé llevar sin ataduras; - en nombre del Señor -.
una hermosa forma de gobernar el ancla. Pero su reseco corazón
como el heno
La vida actual encarcela tus emociones. ha muerto desde siempre.
Temes al exilio; ¡Guarden silencio!,
te niegas a gritar, Fusiles paracos,
tu voz se atraganta. carnes insepultas de momia.
Han de seguir
!Cuida tu cadáver¡ desangrando la vida,
Estar vivo y sin sentido y aplastando los rosales.
es casi como estar muerto.

48 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 49


MI HOGAR

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Mi casa es tu casa...

50 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 51


11 AÑOS DE EXILIO

Si te arrepientes alguna vez,


de eso no estoy muy seguro,
no es tu derecho
decidir sobre la vida de los demás,
las amenazas de muerte
y otras formas de violencia
no erigen el país que deseas construir;
todos tenemos derechos;
vivo es la sorpresa cotidiana de existir;
estoy en el exilio
no fuiste tú quien lo decidió,
opté otros caminos,
continuar mis luchas;
no sellaste mi boca,
no rompiste mis alas.

!Soy feliz¡
Gozo sin reparo amar
los hombres que me hacen soñar.

Mi sentido es la paz,
esperanzo nuevos caminos,
mi norte está en el corazón.

VIDEO ARTE
52 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 53
NICE PEOPLE EXPLORANDO MI EXISTENCIA

La incertidumbre crea conciencia de aislamiento; En un día lluvioso y frío de diciembre (2018).


llegan abrazos, buenos deseos,
premoniciones de días maravillosos; Me voy cortando pedazo a pedazo,
la felicidad se insinúa en todas partes, dejo un jirón en cada una de mis historias.
la ciudad se engalana de luces multicolores; Te busco y no me encuentro;
incluso aquellos para quienes te parece que no existes, pensé que estaba en tu kokoro.
te dejan un mensaje;
te alegras de tiempos pasados que parecieron mejores, Sigo perdido y no te hallo,
pronto te das cuenta que los amigos, los verdaderos, estás conmigo y te he abandonado.
realmente no son tantos como pensabas. No olvidarte es encontrarme.
Soy lo que he vivido,
Lo sabes porque cuando les lees, no vivo lo que he sido,
tus ojos se humedecen de emoción, amo estar siendo en cada instante.
el corazón pretende romper tu pecho,
los recuerdos entrecortan el ritmo del aliento, Sin amor, respirar no tiene sentido;
tienes tanto que decir, no encuentras las palabras. mi más ambicioso proyecto es,
para estar viviendo,
El amor es así, extraño y esquivo. no dejar de amarme.
La certeza de haberlo vivido
te recuerda que tienes el derecho !Purifico mi propia existencia¡
a seguir siendo feliz;
aun cuando puede ser verdad
que todo tiempo pasado fue mejor,
nada es comparable con lo que te queda por vivir.

El futuro, que parece tan incierto,


tan sólo es posible con las historias que has vivido.

54 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 55


EL AMOR NO ES UN DELITO LA POESÍA SALE A LA CALLE

Cubro mi corazón de nubes… La poesía sale a la calle


nada logra oscurecer el policía la convierte en delito;
tu diáfano recuerdo. darla a conocer
por unas pocas monedas
Eras muy joven cuando te conocí, te convierte en “traficante de poemas”.
amé tu sentido humano de la vida
y tu capacidad para hacerla apacible. La calle es espacio de lucha,
la máquina de escribir
A tu lado siempre me siento cómodo; arma que dispara sueños;
aun no siendo tu pareja comprar un poema
mi amor por ti sigue intacto; es concierto para delinquir.
decidir seguir siendo amigos
ha sido nuestra mejor elección. Los verdaderos delincuentes no escriben poemas,
posiblemente los compren en afamadas librerías;
El exilio no es un obstáculo, tal vez leerlos sea su acto de redención.
me alegra hablar cara a cara contigo,
que fluya naturalmente pensar en voz alta, La ignorancia convierte al policía en juez:
saber que siempre estaremos creciendo… con la salvaguarda del espacio público,
No hay diálogos intrascendentes. se sueña guardián de los dueños del poder.

56 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 57


LOS OJOS DEL DESEO DE NOSTALGIAS Y AUSENCIAS

Eres como un libro A ti, que fuiste asesinadoæ por sentir a Colombia
al que siento que estoy deshojando,
descubro cada poro entintado de tu existencia; El silencio se suma a la soledad,
te sigo des-hojando, la nostalgia se alimenta con recuerdos.
leyéndote con mi mirada. Es difícil sentir el peso de la ausencia,
no comprendes ni escuchas
Te quito las prendas una a una, y las palabras no alcanzan para decirlo.
te dejo desnudo.
Me ruborizo, me erizo, La muerte no es tan sólo una palabra;
me erecto, sabes que el muro del cristal se ha roto,
no quiero el camino recto. que en cada pedazo va algo de ti,
que los gemidos no logran contar tu pena;
Me alegra no ser straight, llevas una herida de la que la sangre no mana,
así podemos torcernos juntos; está cargada de dolor y tristeza.
puedes elegir, en tu cama o en la mía,
o en el confesionario de cualquier iglesia. Duele la certeza de saber que no volverás;
nos quedan los recuerdos,
La realidad fue cruel, tan despiadada evidencian que siempre estarás.
que hizo añicos la extraña sensación
que es el deseo.
¿Querías hablar conmigo?
me interrogaste.
—No —dije tajantemente.

Lo nuestro fue sólo fantasía.

No hay nada más triste que sentirte sólo, sin alguien


que te acompañe, que te haga sentir.
En el exilio
la soledad es una loza pesada difícil de llevar.

58 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 59


FRÍO EN LA SANGRE

Dicen que te desaparecieron sin matrimonio no hay existencia


por guerrillero, ni representación legal
por marica, de convivencia.
te llevaron junto a otros dos
que también lo son. Peleo contra todos
No pudieron intimidarte, y contra todo,
mucho menos callarte. contigo se llevaron
¿Serás falso positivo? la mitad de mi vida.

He desaparecido contigo; Con frialdad,


puede más la ausencia… me dicen que te olvide,
puede más el dolor que ya estás muerto,
que mis propias ganas de vivir. que piense en otras cosas…
Prefieren que enmudezca;
Me acongoja la incertidumbre no tengo con quien,
de no saber qué hacer. ni ganas de hablar.
No pesa más el olvido
que la ausencia. Te he buscado en las orillas del río,
Recurro a las fuerzas de mi amor, en el monte, con pala y machete;
al vació en el estómago, he pagado a rastreadores,
y la incertidumbre en el corazón; recurrido a chamanes,
me empujo con mi propio dolor. a aprendices de bruja;
viajé para buscarte
Nadie me escucha, entre los escombros de la violencia.
no puedo reclamar por ti;
según ellos, Uno se acostumbra al ruido de la balacera,
no soy nada tuyo; pero no se acostumbra al vacío en la espalda
la cohabitación no fue suficiente. y mucho menos a la soledad.

Me dicen que no es historia Las noches silenciosas


nuestro relato conjunto, se hacen eternas…
los ritos de la vida cotidiana grito mientras duermo,
no representan nada, me sobresalto,

60 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 61


despierto, No pudieron asesinarnos.
no logro descansar. No somos desplazados,
fuimos desterrados;
Hay un orificio en mi corazón, nos convertimos en refugiados,
un vacío en mi espalda; construimos nuevos territorios,
mi cama está deshabitada sin ti. descubrimos otras cotidianidades,
No tengo lágrimas, vivenciamos otras relaciones,
tan solo suspiros encontramos otros cuerpos,
y nostalgias de ti. se hizo posible amar.

Mi esperanza es que estés vivo, No frenaron nuestra lucha,


en lo profundo de mi corazón el destierro no logró doblegarnos,
algo me dice que ya no estás. seguimos des-armando La Paz.
Te prometí estar juntos toda la vida,
¡te esperaré!
Te esperaré,
aun cuando lo último que haga
sea tener tu cuerpo en mis brazos
y ponerte en un cajón.

Necesito saber que por fin estás…


necesito un lugar para descansar,
para irte a llorar.  
Me prohíbo perder los recuerdos.

La guerra tocó a nuestras puertas,


por instantes nos convirtió en estatua de piedra,
nos quedamos sin palabras,
sentimos que nos faltaba el aire.

La vida se siente diferente,


nos convirtieron en objetivo,
nos hicieron engranaje de la guerra.

62 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 63


LOS “VERDADEROS” HOMBRES NO SIENTEN PARA MORIR HAY QUE ESTAR VIVO

Los hombres callan Nadie se muere antes,


lo que su corazón quiere gritar. hay que vivir mientras se está vivo.
Los hombres no lloran No puedes disfrutar luego
aun cuando les embargue la nostalgia, lo que has de gozar ahora;
prefieren ignorar que sienten corres el riesgo de no vivirlo
a dejar fluir su emoción. podrías estar muerto.

Si rompieran sus ataduras No hay prisa de hacerlo todo,


-poco probable-, el compromiso existencial es hacerlo bien.
todos sabríamos Nada de lo que acumules te llevarás.
cuánto les duele la guerra;
que a los compañeros de lucha No sirve quejarse del pasado,
también se les quiere; el segundo realmente importante
que la separación de los seres amados es el presente;
deja un vacío difícil de llenar; el instante por venir
que ser víctima de una violación es el fruto de lo que has sembrado.
corroe los cimientos de su propio machismo;
odian sentirse “feminizados”, A quien más debes dar es a ti mismo;
reconocerse vulnerables; amarse no es egoísmo,
les duele ser excluidos del discurso. puedes dar si mucho has recibido.

Si los hombres se atrevieran a hablar, No vuelvas resignado tu mirada,


Si los hombres se atrevieran a llorar, la vida es permanente bifurcación;
“víctima” sería palabra en masculino, no puedes decidir,
la violencia sexual sería crimen de lesa humanidad, tomarás el camino que te sea posible.
la vivencia positiva del cuerpo
se reconocería como derecho humano. La verdadera infelicidad
está en centrarse en las vivencias desagradables.
Lo aprendido de los errores cometidos
hace de tu vida una sabia existencia.

64 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 65


ESPEJO Y HUMANIDAD NO SOY TU

Cuando lloro, eso es muy frecuente, No olvidas tan fácilmente.


mi llanto es un acto solidario No es fácil olvidar,
con quien celebra el triunfo aun queriendo.
tras una ardua lucha,
con aquel a quien le duele la derrota ¿Se ha planteado usted arrepentirse?
luego de un gran esfuerzo; Yo he perdonado su ignorancia,
con las víctimas de una catástrofe, ¿Puede usted perdonarse el daño producido?
de una guerra sin sentido
-ninguna lo tiene-, Disfruto mirarme al espejo sin problema,
con las mujeres que sufren soy feliz y sigo vivo.
violencia de género; ¿Puede usted mirarse a sí mismo,
con quienes, por ser minoría sin ver la imagen de un victimario?
sexual, política, religiosa o étnica
sufren los crímenes de odio Sigo en mi causa;
de quienes se consideran mi doctrina nunca has sido tú,
dueños del poder, Probablemente fui tu justificación…
de la verdad, ¿Hacer daño dio sentido a tu vida?
de la única razón posible.
Las ideas no mueren…
Lloro en cualquier lugar, ¿Crees que asesinando
en cualquier momento, vas a matar tu propio temor?
solo o acompañado, No, no hay hechos…
con tristeza o alegría. hay interpretaciones.
No lloro por mí;
Sí, por la falta de un abrazo, ¿Me condenas por mi apariencia
por recibirlo como muestra o por mis ideas?
de solidaridad y cariño.

No reniego de mis neuronas espejo,


sé que también las tienen otros animales.
Tengo conciencia de ser emocional,
eso, precisamente,
me hace más humano. 

66 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 67


PINK POLITICS LOS RECUERDOS MATAN

Sé que me ves rosa, La vida no es la que uno vivió,


que le temes al rosa. sino la que uno recuerda
y cómo la recuerda para contarla.
Es el color del amor,
Gabriel García Márquez
de mi lucha,
es luz de la política.
No puedes tener historias,
nunca viste lo que miraste,
Soy objetor de conciencia. jamás escuchaste lo que oíste,
No llevo un triángulo rosa quieren quitarte el derecho a recordar,
en mi solapa; no puedes expresar el dolor que llevas dentro,
lo llevo en mi cerebro, tienes que olvidar que le han desaparecido,
lo he hecho cuerpo, los falsos positivos no existen;
ser marica es mi color de identidad. si te ha marcado la muerte
te niegan el derecho al propio dolor.
I know you see me pink
I know you fear pink. Si denuncias,
Pink is the color of love, te atreves a testificar,
It’s the color of my fight, lo publicas en tus redes,
it is the light of politics. reclamas la memoria histórica…
alguien podría pensar que
eres “enemigo de la Paz”;
I am a conscientious objector.
querrán taparte la boca con tierra,
I don’t wear a pink triangle
corres el riesgo de desaparecer,
on my lapel; pudieras convertirte en exiliado,
I carry it in my brain, o morir de plomonía.
I have made it body,
Being a fag is my identity color. Asesinar es su lugar común,
te metamorfosearán en “muerto malo”;
pasarás a ser uno más
en la historia de corto plazo.

Los líderes sociales no son caudillos,


son objetivo militar;
una piedra en el zapato
de quienes se engrandecen
caminando sobre cadáveres.
68 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 69
ABSENCE

What hurts is not the weight of absence,


but the emptiness of the existence.

Lo que hace daño no es el peso de la ausencia,


sino el vacío de la existencia.

70 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 71


RETORNO

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d éli nièr
a
e t la a m
ce e l
f or re d
a t
u e l l’au
q e
o ur l’un
e p er
f air agn
voir omp
a c
u n s s’ac nte.
ut n t sa
To isse dui
pu s sé
plu

Rena-Ser...

72 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 73


HUYENDO DEL STARSYSTEM

Me gusta la gente buena,


la que es capaz de entregarse
sin esperar nada a cambio;
la que te abraza para llenarte de energía
y no la que con su falso abrazo pretende robártela;
aquella que con una mirada es capaz de decírtelo todo
y sabe callar sin dejar de mirarte.

Me gusta la gente buena,


la de los actos bondadosos,
la que se entrega sin cortafuegos,
la que hace posible que vivas en la Paz,
que no se centra en los grandes desacuerdos
sino que disfruta los pequeños acuerdos.

Amo la gente que le gusta crear


y considera que con cada obra culminada
está iniciando un camino;
la que sopesa cada palabra
y asimila la amistad a una buena causa;
aquella que se ha curado de prejuicios
y comprende que la equidad se fundamenta
en que todos somos diferentes.

Amo la gente que asume que


ser buen amigo no se basa en secretos,
en la existencia no hay nada digno de ser ocultado;
a quienes creen tus verdades de manera genuina
y no se creen poseedores de la verdad revelada.

La vida es un desfilar de la condición humana.


El exilio te da a conocer el amor,
también el rechazo y la indiferencia.

En la madrugada del 19 de marzo de 2018,


VIDEO PERFORMANCE camino a Valencia, España.
74 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 75
TU CUERPO AUSENTE RETORNAR

Te escribo este poema Retornar no es volver a casa,


con la nostalgia de la partida es sentirte en casa,
y la despedida no deseada; recuperar aquello que parecía solo tuyo:
con la esperanza de hacer corta la distancia los espacios, cosas y acontecimientos
y convertir la memoria en aliada que reconstruyen emociones;
que me deje recorrer, los sentimientos que afloraban
centímetro a centímetro, en los distintos encuentros.
la extensión de tu piel
y con solo evocar recuerdos Rehacer el vínculo
sentir el calor de un abrazo requiere de nuestros distintos sentidos,
que sea entrega de amor. los recuerdos fundamentan la remembranza;
personas y afectos expresados
jalonan el significado de la existencia,
son la base de la memoria
que parecía extraviada.

Todo adquiere valor al cimentar la ligadura,


evidencia fuerza de los momentos perdidos.

Alicante, 24 febrero de 2019.


A dos días de mi nuevo exilio

76 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 77


FRAGANCIA DE GUAYABA

n sàs
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c ha r de
s e .
s an élivr aux
s, d iév
re e
il b à s méd
o ns res et
v è x
Vi s fr rcau
no tria
pa

Temo que el espejo refleje mi corazón partío...

78 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 79


TIEMPOS DE PAZ

El sentido de la paz es tan disímil,


que decidí preguntarle al diccionario
¿Qué es la paz?
Me respondió, situación o estado
en que no hay guerra ni luchas
entre las partes enfrentadas.
Le volví a interrogar… Me dijo:
Acuerdo para poner fin a una guerra.
Le consulté a una amiga;
es un estado a nivel social o personal,
en el que se encuentra el equilibrio
y estabilidad entre las partes de una unidad.
Para algunos más, es el diálogo
en que los conflictos se resuelven
de forma no violenta.
Mi vecina cree que es el entendimiento tácito
para el mantenimiento de unas buenas relaciones.
Dice el I Ching, que la paz no es un absoluto,
sino una búsqueda permanente.
Para las personas de a pie
es un estado de tranquilidad o quietud.
¿Será por ello que en Colombia
para avanzar en la resolución del conflicto
se asesina a los líderes sociales?
!La paz eterna para algunos, es la muerte¡
Para nosotros, las víctimas,
la paz tiene que ver con seguir vivos,
dejar de pensarse sobrevivientes…
que no haya desigualdades,
cesen las hostilidades;
un medio por el cual llegamos a ser felices.
Es el entorno en el que todos podamos ser.

DOCUMENTAL
80 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 81
TEJIENDO EL AMOR MORIR LENTAMENTE

Quiero llorar mi pena y te lo digo El exilio suena a dolor,


para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores suena a llanto,
con un puñal, con besos y contigo. suena a tristeza,
El poeta dice la verdad. suena a pérdida,
Federico García Lorca
suena a reencuentro,
La soledad se siente suena a nuevos caminos...
como pesada losa sobre mis hombros, Construyes existencia
el amor se teje con ausencias y nostalgias en un territorio diferente.
se alimenta de recuerdos,
caricias, miradas, cobijos, Para quienes no han sido obligados
palabras tiernas, besos, a abandonar su propio país
silencios cómplices… el exilio suena distinto.
se macera con alguna que otra lágrima.

Extraño los encuentros cuyo motivo Decides regresar,


somos nosotres mismos, te separas de seres amados
la sonrisa que fluye con cualquier pendejada; rompes proyectos construidos,
los dos besos del saludo; ilusiones fortalecidas.
el abrazo con el que sientes rompen tus costillas Trazas nuevas esperanzas,
y te libera hasta alcanzar la dicha.
inicias un camino…
Nostalgio los cuerpos que se funden en caricias, ¡Es un nuevo exilio!
bajo la tenue luna llena iluminada,
las declaraciones de amor por la emoción exaltadas, Ojalá nunca tengas que partir,
la orgásmica respiración entrecortada, que alguna vez tengamos plenos derechos,
la tranquilidad que da sentir que partes que todos valgamos lo mismo,
y el quedarme de mi tan bien acompañado. quizás no nos sigan asesinando
Ay de mí, sin las cuatro estaciones, por amar distinto.
sin la luz del cielo azul mediterráneo
que entorna mi mirada,
sin la alegría de la esperada lluvia;
sin el naranjado otoño que acompaña
el caminar ensimismado,
la nieve bajo mis pies
mientras contemplo el mar escarchado.
5 de junio de 2019 Bogotá. 21 de octubre de 2019
82 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 83
LA LUCHA ES POR LA VIDA

El exilio suena a dolor, tu erotismo, es a tu voluntad;


Nos están exterminando. tu genitalidad, te pertenece.
Masacran niños, niñas, tu vivencia del amor, es tu elemento;
adolescentes, jóvenes, adultos. tu vida, es sólo tuya;
asesinan porque eres distinto, Nadie tiene derecho
se fundamentan en que debes ser igual; a cortar la vida del otro,
buscando depurar, de la otra, del otre.
se adjudican la “limpieza social”.
Nadie debe pretender ocultar
Su responsabilidad es asesinar. la luz de la verdad.
Son perpetradores de muertes selectivas,
son agentes legales del estado,
guardianes de la moral establecida,
actores de la política excluyente;
su modus operandi
es la acción criminal.

Cómo pienses, es tu decisión.


Lo que creas y cómo lo haces
es tu opción.
Tu manera de sentir, es sólo tuya.
Expresar tus ideas
concierne a tu autodeterminación.
Tus creencias
son espacio de libertad.
Lo que te apasiona y como sientes
concierne a tu libre albedrío.

Nadie tiene el poder de decidir


quién tienes que ser.
Tu cuerpo, es tu propiedad;
tu deseo, es tu pretensión;
tu placer, es sólo tuyo. Agosto 24 de 2020, Bogotá, Colombia

84 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 85


GRITOS DE MUJER

No soy mujer, es verdad; Nos temen diferentes e inteligentes.


no niego mi feminidad; es evidente. Exigen nos resignemos a vivir en un cuerpo
Es cierto, no soy mujer, que se asume que no es nuestro;
y… ¿si opto por serlo? somos la hija de alguien, la esposa de alguien,
No pretendo usurpar voces, la mujer de alguien…
tan solo me uno al grito no enunciables para radicales transexclusionistas;
de esas otras/es/os quienes reclaman. se nos considera potencialmente indóciles;
se nos quiere borrar del mapa conceptual de lo posible,
A las mujeres se nos mata con saña, Los transfeminicidios son
se nos extermina con extrema violencia. la expresión del temor a la diferencia,
La diferencia se salda con la muerte. se nos excluye por serlo,
La victoria se anuncia con las bajas logradas.
Las cifras de mujeres asesinadas aumentan cada segundo. La necropolítica expolia nuestros ideales,
Para lograr la Paz se elimina a quienes piensan distinto. nos muestran como la cara amable de la democracia.
Las necropsias narran lo sucedido: Nos quieren inertes.
violación, empalamiento, mutilación, Prefieren que no actuemos, que permanezcamos calladas.
asfixia, ahogamiento, ahorcamiento,
degollamiento, incineración, Escucho la palabra muerte y quiero hacerme invisible;
apuñalamiento,impactos de bala… Oigo la palabra tortura, mi cuerpo tiembla.
nos matan con saña fratricida, Escucho amor y temo que tan solo quieras mi vulva,
nos violan, o que rechaces a esta mujer con pene.
nos exhiben con odio patriarcal,
con alevosía social y ventaja jurídica; Presta atención a la palabra trabajo,
nunca registran feminicidio. nuestro tiempo lo multiplica,
Nos han boleteado, amenazado, desplazado, ultrajado; nuestro salario se disminuye.
nos obligan a ser refugiadas, asiladas…
somos el lazo común de ignominia A ella le retuerce la palabra atentado,
que une a las fuerzas armadas legales e ilegales. con esta llegó su discapacidad,
Nos dicen: “acógete al mandato”... antes fue cuidadora, ahora otras la cuidan a ella;
biologicista, sexista, falocrático, binario, cisgénero; la iglesia la quiere desgenitalizada y asexuada,
olvida que sus cuerpos no están libres de violencia.
para ser mujer es necesario tener medidas perfectas;
Me llaman india;
depender de un hombre,
acuden en mi auxilio
ser heterosexual,
sueños descolonizantes de despatriarcalización.
mantenerse callada.
86 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 87
Sus oídos prestos escuchan la palabra madre,
reconocen que siembran futuro.

Las mujeres somos frente común,


no nos despojamos de nuestras diferencias,
asumimos nuestras realidades contemporáneas;
la autocrítica es ejercicio cotidiano,
nos negamos a participar del canon estético universal,
hacemos propia nuestra performance del género,
somos dueñas de nuestro cuerpo y corporeidad,
nos resistimos a ser normadas, homogéneas;
somos amas de casa,
somos putas,
somos trabajadoras,
somos madres, maestras, cuidadoras,
somos protesta, beligerancia… somos tierra.
No somos subalternas, somos disidentes.
No queremos privilegios, exigimos derechos.

Somos resistencia contra el abuso.


Mi lucha no es hecho secundario;
somos polifonía, voces contradictorias,
gritos de dolor ante la opresión machista,
el expolio y la muerte
de nuestros cuerpos y corporeidades.
La masculinidad es una ficción política,
es ejercicio de poder.
No me niego a compartir con los hombres,
rechazo sus actos
de violencia y opresión,
su temor a la emoción…
No nos interesa reproducir la exclusión,
los feminicidios nos ponen en sobre aviso…

¡Si asesinas a una, nos matas a todas!


88 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 89
Manuel Antonio Velandia Mora

ARTivista multidisciplinar, marica,


en descolonización, víctima
conflicto armado colombiano,
refugiado y retornado.

Cofundador del Movimiento de


Liberación Homosexual de
Colombia (1977). Miembro
del equipo promotor de la
despenalización en Colombia de
la Homosexualidad (1980).

Pionero de la prevención de la infección por VIH/sida en


América Latina (1982). Organizador de la primera marcha del
Orgullo en Bogotá y en Colombia (1982).

Trabaja en los campos de la fotografía, la escultura, el grabado,


las instalaciones y las performances. Buena parte de su obra
artística se centra en la relación derechos humanos, Paz y
diversidades sexuales.

Refugiado y asilado (2007) en España por 12 años, es la primera


persona explícitamente homosexual reconocida en el exterior
como Víctima del conflicto armado colombiano (2013),
actualmente hace parte del grupo Retornados FIV Foro
Internacional de Victimas y del equipo internacional de apoyo
psicosocial a las víctimas y sus familias; es Integrante de la
Plataforma LGTBI por la Paz, actuando como encargado del
apoyo a las Víctimas de la población LGTBI refugiadas, asiladas
y retornadas a Colombia.

Miembro de la Comisión asesora de Derechos Humanos y Paz


de la Defensoría del Pueblo, en representación de las
Organizaciones que trabajan por los derechos de las personas
con orientación sexual e identidad de género diversas.

90 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 91


ÍNDICE

Investigador del IDEP, Instituto para la Investigación Na-Cimiento. Fotografía. 2021 1


Educativa y el Desarrollo Pedagógico, Secretaría de Etérea. Fotografía. 2017 4
Educación, Bogotá, Colombia. Gestor comunitario, cultural Introducción 5
y de desarrollo de capacidades en Secretaría de Integración Asfixia. Fotografía. 2017 8
Social de Bogotá, SubLGBTI, CAIDSG SR Centro Comunitario Prologo. La luz de la verdad 9
LGBTI Teusaquillo.
Tortura. Fotografía. 2017 13
Consejero delegado de sectores sociales y Vicepresidente
Performance. Código QR. Comisión de la verdad 14
del CTPD Consejo Territorial de Planeación Distrital de A modo de prefacio. Cuando leer en voz alta unos
Bogotá; poemas es una actividad de alto riesgo 15
Miembro del COLMyG Teusaquillo/ Consejo Local de Mujer y Libertad. Fotografía. 2021 18
Género de la Localidad de Teusaquillo. Parir la propia existencia 19
Espacios vacíos 25
Sus libros de poesía son también fotopoemarios. Ha Amphora. Fotografía. 2021 27
publicado: La amenaza 29
• No habrá quien colonice el silencio. Estados Unidos, Performances. Códigos QR 30
noviembre de 2018. Piedra 31
• Poemas del exilio. Libro bilingüe castellano/francés,
Yo tengo amigos gais 32
Estados Unidos, noviembre de 2017.
• “Déjame penetrar por ese oído. Poemas para mis
Me quedé de piedra. Grabado, 1/6, 2016. 33
hombres” Estados Unidos, 25 de marzo de 2015, del Odio-fardo. Fotografía 2016. 34
que hizo una primera edición, en Colombia, Je ne suis pas parti à la guerre 36
diciembre de 1997. La partida 37
Si te preguntan 39
Equipaje 40
La vida en una caja 41
Semántica del exilio 42
Refugiado 43
Videos JEP. Códigos QR 44
Estar siendo es mi fuerza 45
Mismo idioma, otra lengua 47
Won’t you drain the lake and bring me home again? 48
Amargas cotidianidades 49
Mi hogar 51
11 años de exilio 53

92 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 93


Videoarte. Código QR 52
Nice people 54
Explorando mi existencia 55
El amor no es un delito 56
La poesía sale a la calle 57
Los ojos del deseo 58
De nostalgias y ausencias 59
Frío en la sangre 60
Los “verdaderos” hombres no sienten 64
Para morir hay que estar vivo 65
Espejo y humanidad 66
No soy tu 67
Pink politics 68
Los recuerdos matan 69
Absence 70
Desdoblamiento interior. Fotografía. 2018 71
Retorno 73
Videoperformance. Código QR 74
Huyendo del starsystem 75
Tu cuerpo ausente 76
Retornar 77
Fragancia de guayaba 78
Documental. Código QR 80
Tiempos de paz 81
Tejiendo el amor 82
Morir lentamente 83
La lucha es por la vida 84
Gritos de mujer 86
Ausencias combatientes. Fotografía, 2018 89
El autor. Manuel Antonio Velandia Mora 91
Índice 93
Vida después de la vida. Fotografía. 2021 95

94 De exilio, retorno y otros dolores de guerra Manuel Antonio Velandia Mora 95


96 De exilio, retorno y otros dolores de guerra

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