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RITUAL PARA LA

CONFIRMACION

OBRA NACIONAL DE LA BUENA PRENSA, A.C.


MEXICO, D.F.
CELEBRACION DE LA CONFIRMACION
DENTRO DE LA MISA

20. La M isa con los textos eucológicos propios de la C onfirm ación se dice
cuando en la m ism a celebración eu carística o in m ed iatam en te a n te s o
d esp u és de ella, se confiere el sacram en to de la C onfirm ación. Los textos
eucológicos se en c u e n tra n en el M isal Rom ano y al final de este Ritual.
Puede utilizarse cu alq u ier día del año, fu era de los dom ingos de Ad­
viento, de C u aresm a y de P ascua, de las solem nidades, del M iércoles de
C eniza y de la S em an a S an ta.
Color litúrgico rojo o blanco.

21 . MONICION DE ENTRADA
H erm anos: Nos h em o s reu n id o p a ra celeb rar la co n firm a­
ción de alg u n o s m iem b ro s de n u e s tra co m u n id ad de b a u ti­
zados. La confirm ación es u n o de los tre s sa c ra m e n to s de la
iniciación cristian a . El obispo, com o re p re se n ta n te p rin ci­
p al de J e s u c ris to en la diócesis, p resid e e s ta asam b le a, en
la cu a l el E sp íritu S an to , que y a h a b ita e n el corazón de los
b au tiza d o s, se les in fu n d irá con m ay o r p len itu d , a fin de
h acerlo s m a d u ra r y crecer com o cristian o s.

R enovem os n u e s tra fe en la p re se n c ia del E sp íritu del S e­


ñ o r e n m edio de s u asam b lea, y d isp o n g ám o n o s a recibir,
ta n to los que se h a n de confirm ar, com o los q u e y a lo e s ta ­
m os, u n a n u e v a efu sió n de s u s dones.
LITURGIA DE LA PALABRA

LECTURAS

22. La Liturgia de la P alab ra se d esarro lla seg ú n las n o rm as com unes. Las
lecturas pueden tom arse, todas o en parte, de la Misa del día o del Leccionario
p a ra la celebración de la C onfirm ación (pp. 107).

ANTIGUO TESTAMENTO

1. Is 11, 1-4 (n. 93)


El espíritu del Señor s e p osará sobre él.
2. Is 42 , 1-3 (n. 94)
Yo he puesto mi espíritu en mi siervo.
3. Is 61 , 1-3. 6. 8-9 (n. 95)
El Señor m e ha ungido y m e h a enviado p a ra anunciar la buena nueva
a los pobres y a llenarlos con perfum e d e alegría.
4. E z 36 , 24-28 (n. 96)
Les infundiré un espíritu nuevo.
5. J o e l 2, 23. 2 6 -3 , 1-3 (n. 97) (Hebr 2, 23; 3, 1-3)
Derramaré mi espíritu sobre mis siervos y siervas.

NUEVO TESTAMENTO

1. H ech 1, 3-8 (n. 98)


El Espíritu Santo los llenará de fo rta leza y serán m is testigos.
2. H ech 2, 1-6. 14. 22-23. 32-33 (n. 99)
Se llenaron todos del Espíritu Santo y em pezaron a hablar en otros
idiomas.
3. H ech 8, 1 . 4 . 14-17 (n. 100)
Im pusieron las m anos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.
4. H ech 10, 1. 33-34. 37-44 (n. 101)
Descendió el Espíritu Santo sobre todos los que esta b a n escuchando el
m ensaje.
5. H ech 19, 1-6 (n. 102)
¿H an recibido el Espíritu Santo cuando abrazaron la fe ?
6. R om 5, 1-2. 5-9 (n. 103)
Dios ha infundido s u amor en nuestros corazones por medio del Espíritu
Santo, que él m ismo nos ha dado.
7. R om 8, 14-17 (n. 104)
El Espíritu Santo, ju n to con nuestro propio espíritu, d a testimonio de que
som os hijos de Dios.
8. Rom 8, 26-27 (n. 105)
El Espíritu intercede por nosotros con gem idos que no p u ed en
expresarse.
9. 1 Cor 12, 4-13 (n. 106)
Uno solo y el m ismo Espíritu distribuye s u s dones seg ú n s u voluntad.
10. Gál 5, 16-17. 22-23. 24-25 (n. 107)
Si tenem os la vida del Espíritu, actuem os conforme a ese m ismo
Espíritu.
11. Ef 1, 3. 4. 13-19 (n. 108)
H an sido m arcados con el Espíritu Santo prometido.
12. Ef 4, 1-6 (n. 109)
Un solo Señor, una sola fe , un solo bautismo.

SALMOS

1. Salm o 21 , (n. 110)


R. Contaré tu gloria a mis herm anos.
O bien:
R. Cuando venga el Espíritu Santo, u sted es darán testim onio d e mí.
2. Salm o 2 2 , (n. 111)
R. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
3. Salm o 9 5 , (n. 112)
R. Cantem os la gra n d eza del Señor.
4. Salm o 103, (n. 113)
R. Envía, Señor, tu espíritu a renovar la tierra.
5. Salm o 116, (n. 114)
R. U stedes serán mis testigos h a sta los últimos rincones de la tierra.
O bien: R. Aleluya.
6. Salm o 144, (n. 115)
R. Bendeciré al Señor eternam ente.

ACLAMACIONES ANTES DEL EVANGELIO

1. J n 14, 16 (n. 116)


Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador, que s e quedará para
siem pre con u stedes, dice el Señor.
2. J n 15, 26. 27 (n. 117)
El Espíritu d e verdad dará testim onio de mí, dice el Señor, y tam bién
u sted es serán m is testigos.
3. Jn 16, 13; 14, 26 (n. 118)
Cuando venga el Espíritu de verdad, él les enseñará toda la verdad y
les recordará todo cuanto yo les he dicho, dice el Señor.
4. Cfr A poc 1, 5. 6 (n. 119)
Jesucristo, testigo fiel, primogénito d e los muertos, tú has hecho de
nosotros un reino d e sacerdotes para nuestro Dios y Padre.
5. (n. 120)
Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos d esd e el cielo tu luz para iluminarnos.
6. (n. 121)
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones d e tu s fie le s y enciende en ellos
el fu e g o d e tu amor.

EVANGELIOS

1. Mt 5, 1-12 (n. 122)


De ellos es el Reino d e los cielos.
2. Mt 16, 24-27 (n. 123)
El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo.
3. Mt 25 , 14-30 (n. 124)
Puesto que has sido fie l en cosas de poco valor,
entra a tom ar parte en la alegría de tu señor.
4. Me 1, 9-11 (n. 125)
J e s ú s vio que el Espíritu d escendía sobre él.
5. Le 4, 16-22 (n. 126)
El Espíritu del Señor e stá sobre mí.
6. Le 8 , 4-10. 11-15 (n. 127)
Lo que cayó en tierra buena representa a los que conservan la palabra
y d a n fru to por s u constancia.
7. Le 10, 21-24 (n. 128)
Te doy gracias, Padre, porque h a s revelado los misterios del Reino a la
gente sencilla.
8. Jn 7, 37-39 (n. 129)
Brotarán ríos d e agua viva.
9. J n 14, 15-17 (n. 130)
El Espíritu de verdad perm anecerá con ustedes.
10. J n 14, 23-26 (n. 131)
El Espíritu Santo, les en señ a rá todas las cosas.
11. Jn 15, 18-21. 26-27 (n. 132)
El Espíritu de la verdad, que procede del Padre,
él dará testim onio d e mí.
12. Jn 16, 5-7. 12-13 (n. 133) (Gr 5-7. 12-13)
El Espíritu de verdad los irá guiando h a sta la verdad plena.
LITURGIA DEL SACRAMENTO

P resen tación de lo s confirm andos

23. D espués del Evangelio, el obispo se sien ta en la sede p re p a ra d a (y los


presb ítero s que v an a ayudarle en la adm in istració n de la C onfirm ación se
sie n ta n en los lugares p rep arad o s p a ra ellos). A continuación, los que h a n
de se r confirm ados so n p resen ta d o s al obispo p o r el párroco o p o r otro
presbítero o por u n diácono o, tam bién, p o r u n cateq u ista, seg ú n la cos­
tu m b re de cad a lugar. C ada confirm ando, si es posible, es llam ado por su
nom bre, y cad a uno avanza h a s ta el presbiterio; si los confirm andos son
niños, los acom pañ a u n o de los p ad rin o s o uno de los p ad res, y p erm a n e­
cen en pie delante del obispo.
Si los confirm andos son m uchos, no se los llam a nom inalm ente, sino
que se colocan en u n lu g ar adecuado an te el obispo.

El párroco o el c a teq u ista resp o n sab le puede decir e sta s o sem ejan tes
palabras:

E sto s n iñ o s (jóvenes) fu ero n b a u tiz a d o s con la p ro m e sa de


qu e se ría n “e d u c ad o s en la fe”, y de q u e “u n d ía recib irían
po r la C onfirm ación la p le n itu d del E sp íritu S a n to ”. E se fue
el com prom iso que s u s p a p á s y p a d rin o s a d q u irie ro n en el
B autism o. Como resp o n sa b le de la in stru c c ió n cateq u ética,
tengo la satisfacció n de p o d er decir a to d a la co m u n id ad
aq u í p re se n te (y ta m b ié n a s u p asto r, n u e s tro p a d re y o b is­
po) qu e esto s n iñ o s (jóvenes) h a n recibido la c a tcq u e sis co n ­
v en ien te a s u edad.
H om ilía o alocu ción

24. Luego, el obispo h ace u n a breve hom ilía, explicando las le ctu ras pro­
clam adas, a fin de p re p a ra r a los que se v an a confirm ar, a s u s p a p á s y
padrinos y a todos los fieles reu n id o s p a ra que en tien d an m ás p ro fu n d a­
m ente el significado del sacram en to de la Confirm ación. La p u ed e h acer
con las siguientes p alab ras u o tras sem ejantes:

H erm anos: Hoy se re n u e v a e n tre n o so tro s el m isterio de


P en teco stés. E n ese d ía el S eñ o r envió so b re los A póstoles al
E sp íritu S anto , com o se lo h a b ía prom etido, y les confirió el
p o d er de perfeccio n ar la o b ra co m en zad a en el B autism o,
m e d ian te el do n del E sp íritu S an to . Así lo leem os en el libro
de los H echos de los A póstoles. C u a n d o s a n Pablo im p u so
la s m a n o s so b re alg u n o s b a u tiz a d o s, descen d ió so b re ellos
el E sp íritu S an to y em p ezaro n a h a b la r en d iv ersas le n g u as
y a profetizar.

Los obispos, com o su c e so re s de los A póstoles, h a n recibido


ta m b ié n este p o d er y así, y a se a p o r sí m ism os, y a p o r m e­
dio de p resb ítero s d esig n ad o s leg ítim am en te p a ra este m i­
nisterio, co m u n ica n el d o n del E sp íritu S an to a los fieles,
qu e en el B au tism o h a n ren acid o com o hijos de Dios a la
v ida n u e v a e n Cristo.

Si b ie n en n u e s tro s d ía s la v en id a del E sp íritu S an to no se


m an ifiesta p o r m edio de prodigios ex trao rd in ario s, com o el
don de len g u as, la fe n o s e n s e ñ a q u e este m ism o E sp íritu
n o s es dado de u n a m a n e ra real, a u n q u e invisible. El es
q u ien in fu n d e e n n u e s tro s corazo n es el am o r de Dios; él es
q u ien n o s congrega e n u n solo cu erp o , p u e s a u n q u e so n
m u c h o s los ca rism as, y la s vocaciones, es u n a e id én tica la
fe; él es q u ie n v a h acien d o p ro g re sa r a la Iglesia en u n id a d y
sa n tid a d .

El do n del E sp íritu S a n to q u e a h o ra v a n a recibir, com o u n


sello esp iritu al, co m p letará en u s te d e s la se m eja n za con
C risto y los h a r á m iem b ro s m á s p erfecto s de la Iglesia. E n
efecto, C risto n u e s tro S eñ o r fue ung id o p o r el E sp íritu S a n ­
to e n el b a u tism o q u e recibió de J u a n , y a s í fue enviado
p a ra realizar s u o b ra y e n c e n d e r p o r to d a la tie rra el fuego
del E sp íritu .

U stedes, p u e s, q u e y a h a n sido co n sag rad o s a Dios p o r el


B autism o, v a n a recib ir a h o ra la fu erza del E sp íritu sa n to y
s e rá n m a rc a d o s e n s u fren te con el signo de la cruz. Por
consiguiente, d e b e rá n d a r a n te el m u n d o testim o n io de la
m u e rte y re su rre c c ió n de C risto. E sto lo co n se g u irá n si su
v ida d ia ria es a n te los h o m b re s com o el b u e n olor de C risto,
de q u ien la Iglesia recibe c o n sta n te m e n te aq u ella diversi­
dad de d ones que el E sp íritu S anto distribuye en tre los m iem ­
b ro s del pueblo de Dios, p a ra q u e el cu erp o de C risto v aya
creciendo en la u n id a d y e n el am or.

P ro cu ren , p u es, q u erid o s h e rm a n o s, se r siem p re m iem bros


vivos de la Iglesia y esfu ércen se, co n d u cid o s p o r el E sp íritu
S an to , en se r los servidores de todos los h o m b res, a sem e­
ja n z a de C risto, que no vino a se r servido sino a servir.

Si el obispo, en vez de leer la exhortación precedente, hace u n a hom i­


lía, concluye siem pre con e sta s o p arecid as p alab ras, que d e sta c a n la
relación del B autism o con la Confirm ación:

A hora, a n te s de recibir el d on del E sp íritu S an to , conviene


q ue re n u e v e n p e rso n a lm e n te la profesión de fe, q u e s u s
p a p á s y s u s p a d rin o s hicieron, en u n ió n con to d a la Iglesia,
el d ía de s u B au tism o , y re n u n c ie n a todo lo q u e a p a rta del
Reino de Dios, p ro m etien d o seg u ir a J e s u c ris to con la fide­
lidad de los A póstoles y los m á rtire s.

R en ovación de lo s com p rom isos b au tism ales

25. D espués, el obispo p reg u n ta sim ultáneam ente a todos los confirm andos,
que se h a n p u esto de pie:

■ Primera fórmula:

¿R en u n c ian u ste d e s a S a ta n á s , y a to ­
d a s s u s o b ras y sed u ccio n es?

Los confirm andos, co n ju n tam en te, responden:

Sí, ren u n cio .


El obispo: ¿ C re e n e n D ios, P a d re to d o p o d e ro so ,
crea d o r del cielo y de la tie rra ?

Los confirm andos: Sí, creo.

El obispo: ¿ C re e n e n J e s u c r is to , s u ú n ic o Hijo,
n u e s tro Señor, q u e n ació de S a n ta M a­
ría Virgen, padeció, fue sep u ltad o , r e s u ­
citó de e n tre los m u e rto s y e s tá se n tad o
a la d e re c h a del P ad re?

Los confirm andos: Sí, creo.

El obispo: ¿C reen e n el E sp íritu S an to , S eñ o r y d a ­


d o r de vida, q u e hoy les va a se r c o m u n i­
cado de u n m odo sin g u la r p o r el s a c r a ­
m en to de la Confirm ación, como fue dado
a los A póstoles el d ía de P en teco stés?

Los confirm andos: Sí, creo.

El obispo: ¿C reen e n la s a n ta Iglesia católica, en la


co m u n ió n de los sa n to s, e n el p erd ó n de
los p ecad o s, e n la re su rre c c ió n de los
m u e rto s y en la vida e te rn a ?

Los confirm andos: Sí, creo.


Sigue el ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD, pág. 43.
■ Segunda fórmula:

El obispo: ¿R en u n cian u ste d e s al pecado p a ra


vivir e n la lib ertad de los hijos de
Dios?

Los confirm andos: Sí, ren u n cio .

El obispo: ¿R en u n cian u ste d e s a to d a s las s e ­


d u ccio n es del m al p a ra q u e el p e ­
cado no los esclavice?

Los confirm andos: Sí, ren u n cio .

El obispo: ¿R en u n cian u ste d e s a S a ta n á s, p a ­


d re y a u to r de todo pecad o ?

Los confirm andos: Sí, ren u n cio .

El obispo: ¿C reen u ste d e s en Dios P ad re to ­


dopoderoso, cread o r del cielo y de
la tie rra ?

Los confirm andos: Sí, creo.

El obispo: ¿C reen u ste d e s en J e s u c ris to , s u


ú n ico Hijo, S eñ o r n u e stro , que n a ­
ció de M aría Virgen, padeció, fue
s e p u lta d o , re s u c itó de e n tre los
m u e rto s y e s tá se n ta d o a la d e re ­
c h a del P ad re?

Los confirm andos: Sí, creo.


El obispo: ¿C reen u s te d e s en el E sp íritu S a n ­
to, S eñ o r y d a d o r de vida, que hoy,
p o r el sa c ra m e n to de la C onfirm a­
ción, se les d a de m a n e ra excelen­
te, com o a los ap ó sto les en el día
de P en teco stés?
Los confirm andos: Sí, creo.
El obispo: ¿C reen u s te d e s e n la s a n ta Iglesia
católica, en la com unión de los s a n ­
tos, e n el p e rd ó n de los p ecados,
e n la re su rre c c ió n de los m u e rto s
y en la v id a e te rn a ?
Los confirm andos: Sí, creo.

Sigue el ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD, pág. 43

■ Tercera fórmula:

El obispo: ¿ E stá n u ste d e s d isp u esto s a lu c h a r


c o n tra el pecado, q u e se m an ifies­
ta e n tre o tra s co sas en:
- el egoísmo;
- la envidia;
- la venganza;
- la m e n tira, etc?
Los confirm andos: Sí, estoy d isp u esto .
El obispo: ¿ E s tá n u s te d e s d isp u e sto s
- a p e rd o n a r a q u ien es los ofendan;
- a a m a r in clu so a q u ie n es no los
q u ie re n bien;
- a a y u d a r a q u ie n es lo n ec esiten
a u n q u e no s e a n s u s am igos?
Los confirm andos: Sí, estoy d isp u esto .
El obispo: ¿C reen u ste d e s en Dios, P ad re to ­
dopoderoso, cread o r del cielo y de
la tie rra ?
Los confirm andos: Sí, creo.
El obispo: ¿C reen u s te d e s en Je s u c ris to , s u
ú n ico Hijo, n u e s tro Señor, q u e n a ­
ció de S a n ta M aría Virgen, m urió,
fue sep u ltad o , resu citó de e n tre los
m u e rto s y e s tá se n ta d o a la d e re ­
c h a del P ad re?
Los confirm andos: Sí, creo.
El obispo: ¿C reen u ste d e s en el E sp íritu S a n ­
to, S eñ o r y d a d o r de vida, q u e hoy
les se rá co m u n icad o de u n m odo
sin g u la r p o r el sa c ra m e n to de la
C onfirm ación, com o fue dad o a los
A póstoles el d ía de P en teco stés?
Los confirm andos: Sí, creo.
El obispo: ¿C reen u ste d e s e n la s a n ta Iglesia
católica, en la com unión de los s a n ­
tos, en el p erd ó n de los p ecad o s,
en la re su rre c c ió n de los m u e rto s
y en la vida e te rn a ?
Los confirm andos: Sí, creo.
El obispo: Y de ac u erd o con el Evangelio de
Je su c risto , ¿v an a confiar siem pre
e n Dios, en to d a s la s c irc u n s ta n ­
cias de la vida?
Los confirm andos: Sí, confiaré.
El obispo: ¿ T ra ta rá n a los d em ás com o h e r ­
m a n o s su y o s?

Los confirm andos: Sí, los tra ta ré .

El obispo: ¿ P ro c u ra rá n im itar en todo a J e ­


su c risto ?

Los confirm andos: Sí, lo p ro cu raré.

El obispo: ¿ T ra b a ja rá n p o r la salvación de to ­
dos los h o m b res?

Los confirm andos: Sí, tra b a ja ré .

Sigue el ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD, pág. 43

■ Cuarta fórmula:
(Para niños d e siete a ocho años d e am biente cristiano)

El obispo: P a ra se r v erd ad ero s cristian o s te n ­


d rá n u ste d e s que:
- se r generosos;
- s a b e r p erd o n ar;
- se r sinceros;
- ev itar el pecado;
- n o d ejarse llevar de la ira;
- no se r vengativos n i envidiosos;
¿ e s tá n d is p u e s to s a h a c e r to d o
esto?

Los confirm andos: Sí, estoy d isp u esto .


El obispo: P a ra se r v erd ad e ro s c ristia n o s h ay
que creer en Dios, C read o r y P ad re
de todos los h o m b res; en J e s u c r is ­
to, Hijo de Dios y h e rm a n o n u e s ­
tro; e n el E sp íritu S an to , q u e e s tá
p re se n te en la Iglesia y cu y a fu e r­
za hoy v a n u ste d e s a recibir.
¿Lo creen de v erd ad ?
Los confirm andos: Sí, lo creo.
El obispo: P a ra se r v erd ad e ro s c ristian o s tie ­
n e n u ste d e s que com prom eterse:
- a q u e re r a todos com o h erm a n o s;
- a p re s ta rs e s u s cosas;
- a a y u d a rse en todo;
- a h a b la r con Dios e n la oración;
- a ir a M isa los dom ingos;
¿se co m p ro m eten a todo esto ?
Los confirm andos: Sí, m e com prom eto.

Sigue el ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD, pág. 43

■ Q uinta fórmula:
(Para adolescentes)

El obispo: ¿ R e n u n c ia n u ste d e s a S a ta n á s y a
to d a s s u s o b ras y sed u ccio n es, en
concreto:
- a vivir com o si Dios no existiera;
- a creerse los m ejores y a d e s p re ­
ciar a los dem ás;
- a p e n s a r q u e n o n e c e s ita n de
n a d a n i de nadie;
- a su p o n e r q u e y a lo sa b e n todo?
Los confirm andos: Sí, ren u n cio .
El obispo: ¿ R e n u n c ia n u s te d e s a S a ta n á s y a
to d a s s u s o b ra s y sed u ccio n es, en
concreto:
- a e n g a ñ a r a los dem ás;
- a d ecir m e n tiras;
- a se r h ip ó c ritas?

Los confirm andos: Sí, ren u n cio .

El obispo: ¿ R e n u n c ia n u s te d e s a S a ta n á s y a
to d a s s u s o b ra s y sed u ccio n es, en
concreto:
- a p re o c u p a rse sólo de u ste d es;
- a n o a y u d a r a los d em ás;
- a n o co m p artir lo q u e tie n e n con
los o tro s?

Los confirm andos: Sí, ren u n cio .

El obispo: La fe q u e recib iero n u ste d e s en el


B au tism o y q u e v ien en a h o ra a r a ­
tificar, exige que se com p ro m etan :
- a vivir de acuerdo con el Evangelio;
- a a c u d ir a Dios p o r m edio de la
oración;
- a ce leb rar el d ía del S eñ o r y la
E u caristía;
- a se r ap ó sto les, m e d ian te el te s ­
tim onio de u n a vida v erd ad eram en ­
te cristian a;
- a tra b a ja r p o r m ejo rar la s co n d i­
ciones de la v id a h u m a n a .
¿S e co m p ro m eten a todo esto?
Los confirm andos: Sí, m e com prom eto.
El obispo: J u n to s , p u es, profesem os la fe:

Creo e n Dios, P ad re todopoderoso,


C reador del cielo y de la tierra.
Creo en Je su c risto , s u ú nico Hijo, n u e s tro Señor,
que fue concebido p o r o b ra y g racia del E sp íritu S an to ,
nació de s a n ta M aría Virgen,
padeció bajo el p o d er de Poncio Pilato,
fue crucificado, m u erto y sep u ltad o ,
descendió a los infiernos,
al te rc e r día resu c itó de en tre los m u e rto s,
su b ió a los cielos
y e s tá se n ta d o a la d e re c h a de Dios, P ad re todopoderoso.
D esde allí h a de v en ir a ju z g a r a vivos y m u erto s.

Creo en el E sp íritu S an to ,
la s a n ta Iglesia católica,
la co m u n ió n de los sa n to s,
el p erd ó n de los p ecados,
la re su rre c c ió n de la c a rn e
y la v ida etern a.
Am én.

Sigue el ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD, pág. 43.


■ S exta fórmula:
(Para jóvenes)

El obispo: P a ra se r v erd ad e ro s cristian o s, de­


b e n u ste d e s esfo rzarse p o r evitar
todo aquello que lleva al pecado,
q u e es n eg ació n de Dios, r e n u n ­
ciando:
- al egoísmo, que no tiene en cu e n ta
el in te ré s de los dem ás;
- a la violencia y la venganza, como
c o n tr a r ia s a la s e n s e ñ a n z a s de
Cristo;
- a la m e n tira y la hipocresía, como
c o n tra ria s a la d o ctrin a de Cristo;
- a la envidia y al odio q u e p u e d e n
llevar a c a u s a r d añ o a los dem ás;
- a to d a in ju stic ia q u e lesio n a los
d erech o s de los d em ás;
¿ re n u n c ia n u ste d e s a todo esto?
Los confirm andos: Sí, ren u n cio .
El obispo: ¿E v itarán u ste d e s todo aquello que
lleva al pecado, b u sc a n d o la a y u ­
d a de Dios p a ra v en cer la s p ro p ias
debilidades:
- s u pereza, s u s indiferencias;
- s u s co b a rd ías y com plejos;
- s u in clin ació n a la vida cóm oda y
a la se n su alid ad ;
- s u s d esalien to s, s u escepticism o,
s u s d esco n fian zas?
¿ T ra ta rá n u ste d e s de v en cer to d a s
e s ta s d eb ilid ad es?
Los confirm andos: Sí, tra ta ré . .
El obispo: ¿E v itarán u ste d e s todo aquello que
lleva al p ecad o y es n eg ació n de
Dios, am an d o a los d em ás a ejem ­
plo de Cristo:
- reconociendo lo b u e n o que h a y a
en los dem ás;
- p erd o n an d o s u s erro res, a u n q u e
les h a y a n c a u sa d o a u ste d e s alg ú n
daño;
- no b u rlá n d o se de la s deficiencias
de s u s com pañeros;
- re sp e ta n d o las opiniones diferen­
te s a la s de u ste d e s,
- y ay u d a n d o a todo aq u el q u e lo
n ecesite?
¿Se co m p ro m eten u s te d e s a a m a r
a sí a los d em ás?
Los confirm andos: Sí, m e com prom eto.
El obispo: A h o ra b ien , u n a vez q u e se h a n
com prom etido a vivir com o v e rd a ­
deros cristian o s, ¿ e stá n d isp u e sto s
a llevar el Evangelio a los d em ás?
Los confirm andos: Sí, estoy d isp u esto .
El obispo: E n to n ces, h ag am o s a h o ra con e sta
co m u n id ad c ristia n a q u e hoy los
recibe, u n a profesión p ú b lic a y so ­
lem ne de n u e s tra fe:
¿C reen u ste d e s que Dios es n u e s ­
tro P adre, y que creó el cielo y la
tie rra ?
Todos: Sí, creo.
El obispo: ¿C reen u s te d e s q u e J e s u c ris to es
Hijo ú n ico de Dios, que nació de la
V irgen M aría, q u e es n u e s tro h e r ­
m ano, que m urió y resu citó por n o ­
so tro s?

Todos: Sí, creo.

El obispo: ¿C reen e n el E sp íritu S an to , envia­


do a los h o m b res com o d ad o r de
vida y que hoy les se rá c o m u n ica­
do a u s te d e s de u n m odo especial
p o r el sa c ra m e n to de la C onfirm a­
ción, com o les fue com u n icad o a
los A póstoles el día de P entecostés?

Todos: Sí, creo.

El obispo: ¿C reen en la Iglesia católica; en la


co m u n ió n de los sa n to s; en el p e r ­
dón de los p ecad o s, que n o s d a la
e sp e ra n z a de vivir con Dios p a ra
siem p re?

Todos: Sí, creo.

El obispo: De ac u erd o con e s ta fe que u s te ­


d es h a n proclam ado:
- ¿P ro m eten confiar en Dios en to ­
d a s la s c irc u n sta n c ia s de la vida y
tr a ta r de cu m p lir siem p re s u vo­
lu n ta d ?

Confirm andos: Sí, prom eto.


El obispo: ¿P ro m eten evitar ca e r e n la id o la­
tría del dinero, del poder, de la fu e r­
za, del placer, de la fam a?

Confirm andos: Sí, prom eto.

El obispo: ¿P ro m eten tr a ta r a to d o s los h o m ­


b re s com o h e rm a n o s?

Confirm andos: Sí, prom eto.

El obispo: ¿P ro m eten co m p artir con los m á s


n ec esitad o s los d o n es q u e Dios les
h a dado?

Confirm andos: Sí, prom eto.

El obispo: ¿P rom eten d a r ejemplo de vida cris­


tia n a a to d o s los h o m b res?

Confirm andos: Sí, prom eto.

A sen tim ien to de la com unidad

El obispo: E s ta es n u e s tra fe. E s ta es la fe de la


Iglesia, q u e n o s gloriam os de profesar,
en J e s u c ris to , n u e s tro Señor.

Todos: Amén.
Si parece conveniente, e sta s p alab ras de asentim iento p u ed en cam ­
b iarse por o tras sem ejantes, o b ien se p ued e en to n ar u n canto apropiado,
con el que la com unidad exprese su fe.
Im posición de las m anos

26 . MONICION
El día de P en teco stés, los A póstoles recib iero n u n a p re s e n ­
cia m u y especial del E sp íritu S an to . Los obispos, s u s co n ti­
n u ad o res, tra n sm ite n d esd e e n to n ces el E sp íritu S an to como
u n do n p erso n a l p o r m edio del sa c ra m e n to de la C onfirm a­
ción, que a h o ra v a a co m en zar con la im posición de m an o s
del obispo. La im posición de m a n o s es u n o de los g estos
q ue a p a re c e n h a b itu a lm e n te en la h isto ria de la salvación y
en la litu rg ia p a ra in d ic a r la tra n sm isió n de u n p o d er o de
u n a fu erza o de u n o s d erech o s.

O bien e sta o tra m onición:

D esp u és de la profesión de fe de los co n firm an d o s, el o b is­


po, repitiendo el m ism o gesto q u e u s a b a n los A póstoles, va
a im p o n er s u s m a n o s so b re ellos pidiendo al E sp íritu S an to
q ue los co n sag re com o p ie d ra s vivas de la Iglesia. U n ám o ­
n o s a s u plegaria y orem os e n silencio al Señor.
27. Luego, el obispo (teniendo a am bos lados a los p resb ítero s que van a
ayudarle), de pie y con las m an o s ju n ta s , ex h o rta al pueblo, diciendo:

O rem os, h e rm a n o s, a Dios, P ad re todopoderoso,


po r esto s hijos suyos,
que ren ac iero n y a a la v id a e te rn a en el B autism o,
p a ra q ue envíe a b u n d a n te m e n te so b re ellos
al E sp íritu S an to ,
a fin de q u e este m ism o E sp íritu
los fortalezca con la a b u n d a n c ia de s u s dones,
los consag re con s u u n c ió n e sp iritu a l
y h a g a de ellos im agen fiel de Je su c risto .

Todos o ran en silencio u n o s in sta n tes.


28. Luego, el obispo (y los p resb ítero s que lo ayudan) im pone las m anos
sobre todos los confirm andos. El obispo, él solo, dice:

Dios todopoderoso,
P ad re de n u e s tro S eñ o r Je su c risto ,
que h a s hech o n a c e r de nuevo a esto s hijos tu y o s
p o r m edio del a g u a y del E sp íritu S an to ,
librándolo s del pecado,
e s c u c h a n u e s tra oración
y envía so b re ellos al E sp íritu S an to C onsolador:
e sp íritu de sa b id u ría y de inteligencia,
e sp íritu de consejo y de fortaleza,
e sp íritu de ciencia, de p ied ad
y de tu sa n to tem or.
Por J e s u c ris to , n u e s tro Señor.

Todos: Am én.

U nción con el san to crism a

29. MONICION
H em os llegado al m om ento cu lm in a n te de la celebración. El
obispo les im p o n d rá la m an o y los m a rc a rá con la cru z glo­
rio sa de C risto p a ra significar que so n p ro p ied ad del Señor.
Los u n g irá con óleo p erfu m ad o . S er crism ad o es lo m ism o
q u e se r cristo, se r m esías, se r ungido. Y se r m e sías y cristo
co m p o rta la m ism a m isió n que el Señor: d a r testim o n io de
la v erd ad y ser, p o r el b u e n olor de la s b u e n a s o b ras, fe r­
m en to de sa n tid a d en el m u n d o .

30. Un diácono p re se n ta al obispo el san to crism a. C ada u n o de los


confirm andos se acerca al obispo (o a u n o de los presbíteros), o, si parece
m á s conveniente, el obispo (y los presbíteros) se acerca a cad a confirm an­
do.
Q uien p resen ta al confirm ando le coloca la m ano derech a sobre el
hom bro y dice el nom bre de éste al obispo o, si se prefiere, el mism o
confirm ando dice su nom bre.
31. El obispo (y los presbíteros) m oja el pu lg ar derecho en el crism a y traza
el signo de la cruz en la frente del confirm ando, m ien tras dice:

N., recibe por esta señ a l el Don del Espíritu Santo.

El confirm ado responde: A m én.

El obispo añade: La p az esté contigo.

El confirmado: Y con tu esp íritu .

32. Si hay varios p resb ítero s que ay u d an al obispo en la adm inistración


del sacram ento, u n diácono o u n o de los m in istro s en treg a al obispo todos
los vasos con el san to crism a, y el obispo en treg a perso n alm en te el crism a
a cad a u n o de los p resb ítero s, que se acercan a él. Así aparece visiblem ente
que los p resb ítero s a c tú a n en nom bre del obispo.
C ada u n o de los confirm andos se acerca al obispo, (o a uno de los
presbíteros), o, si parece m ás conveniente, el obispo (y los presbíteros), se
acerca a cad a u n o de los confirm andos, que so n ungidos del modo an tes
descrito (n. 31).

33. M ientras d u ra la unción, se p u ed e en to n a r algún canto adecuado.


T erm inada la unción, el obispo (y los presbíteros) se lava las m anos.

34. Se omite el Credo, p u es ya se hizo la profesión de fe an te s de la


celebración del sacram en to de la Confirm ación.

Oración de lo s fieles

35. T erm inada la unción de los confirm ados, sigue la oración universal o de
los fieles, p ara la cual se puede u s a r la siguiente fórm ula u o tra adecuada:

El obispo invita a los fieles a orar, diciendo:

Q ueridos h e rm a n o s, o rem o s a Dios P ad re todopoderoso,


u n id o s en la m ism a fe, en la m ism a esp eran za , e n la m ism a
carid ad , q ue p ro ced en del E sp íritu S anto.
A continuación, el diácono, u otro m inistro, propone las siguientes
intenciones:

Por esto s hijos de Dios,


que h a n sido confirm ados
p o r el E sp íritu S an to ,
p a ra que, arraig ad o s e n la fe
y fu n d a m e n ta d o s en la carid ad ,
d en v erd ad ero testim o n io de C risto,
roguem os al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El diácono o m inistro:

Por s u s p a d re s y p ad rin o s,
re sp o n sa b le s de s u fe,
p a ra que, con s u p a la b ra y ejem plo,
los a y u d e n a seg u ir fielm ente a Cristo,
roguem os al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

Si las peticiones las hace uno de los recién confirm ados, las dos
invocaciones preced en tes se h acen de la siguiente forma:

El recién confirm ado:

Por n o so tro s, los que a c ab a m o s de se r co n firm a­


dos, p a ra q u e el d on del E sp íritu S an to q u e n o s
h a hech o m iem b ro s m á s p erfecto s del pueblo de
Dios, n o s arraig u e en la fe y n o s h a g a crecer en el
am or, y así dem os con n u e s tra v ida testim o n io de
Je su c risto , roguem os al Señor.
El recién confirm ado:

Por n u e s tro s p a d re s y p ad rin o s, p a ra que con s u


p a la b ra y ejem plo n o s a y u d e n a seg u ir a C risto y a
se r fieles a la fe, ro g u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El diácono o m inistro:

Por la s a n ta Iglesia de Dios,


co n g reg ad a p o r el E sp íritu S an to
en la u n id a d de la fe y de la carid ad , p a ra que,
en co m u n ió n con n u e s tro sa n to p a d re el P ap a N.,
con n u e s tro obispo N.,
y con to d o s los o b isp o s del m u n d o ,
crezca y se d ifu n d a e n tre to d o s los p ueblos,
rog u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El d iá c o n o o m in is tro :

Por los h o m b res del m u n d o entero,


q ue tie n e n u n solo C read o r y P adre,
p a ra que se reco n o zcan com o h e rm a n o s
y, sin d iscrim in ació n de ra z a o de nación,
b u sq u e n , con sin cero corazón,
el reino de Dios,
que es p az y gozo e n el E sp íritu S an to ,
rog u em o s al Señor.
F inalm ente, el obispo concluye con la siguiente oración:

Dios y P ad re n u e stro ,
qu e en v iaste el E sp íritu S an to a los ap ó sto les
y estab leciste que,
po r m edio de ellos y s u s su ceso res,
ese m ism o E spíritu se transm itiera a todos los fieles,
e s c u c h a benévolo n u e s tra oración
y concede a esto s hijos tuyos,
que h a n sido confirm ados,
p articip ar, ta m b ié n ah o ra,
de los d o n es q u e tu m iserico rd ia d isp e n sa ra
al in iciarse la pred icació n del Evangelio.
Por J e s u c ris to n u e s tro Señor.

Todos: Am én.

36 . OTRO FORMULARIO DE ORACION DE LOS FIELES


O rem os a Dios P adre, p o r m ediación de s u Hijo, Je su c risto ,
p a ra q ue conserve s u E sp íritu en esto s confirm ados.

El diácono o m inistro:

Por esto s h e rm a n o s n u e s tro s q u e a c a b a n de ser


confirm ados, p a ra que el sa c ra m e n to q u e h a n re ­
cibido se a en ellos fu en te de sa n tid a d , roguem os
al Señor.
Todos: Te rogam os, óyenos.
El diácono o m inistro:

Por s u s p ad res, p a d rin o s y c a te q u ista s, p a ra que


c o n tin ú e n siendo ejem plo, consejo y aliento de s u
vida cristian a , roguem os al Señor.
Si las peticiones las h ace u n o de los recién confirm ados, las dos
invocaciones preced en tes se h a c e n de la siguiente forma:

El recién confirm ado:

Por n o so tro s los confirm ados, p a ra q u e el s a c ra ­


m en to recibido se a en n o so tro s fu en te de s a n ti­
dad , ro g u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El recién confirmado:

Por n u e s tro s p a d re s, p a d rin o s y c a te q u ista s, p a ra


que c o n tin ú e n siendo ejem plo, consejo y aliento
de n u e s tr a v id a c ristia n a , ro g u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El diácono o m inistro:

Por e s ta p a rro q u ia (o com unidad), p a ra que el E s­


p íritu S an to se a realm en te s u corazón, s u fu e r­
za y s u guía, ro g u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El diácono o m inistro:

Por la Iglesia ex ten d id a p o r to d a la tie rra, p a ra que


el E sp íritu S an to se a en ella lazo de u n ió n y de
carid ad , y a sí p u e d a d a r al m u n d o luz y te stim o ­
nio de C risto, ro g u em o s al Señor.
El diácono o m inistro:

Por el m u n d o entero, p a ra que el E sp íritu S an to


m u ev a los corazo n es de ta n to s h o m b res q u e in ­
cu lp ab lem en te no lo conocen, pero q u e q u ieren
o b ra r en la vida con b u e n a v o lu n tad , ro g u em o s al
Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

El diácono o m inistro:

Por to d o s los h o m b res que e s tá n en pecado, p a ra


qu e el E sp íritu S an to les h a g a co m p ren d er lo eq u i­
vocado de s u cam ino, se co n v iertan y v u elv an a la
g racia de Dios, ro g u em o s al Señor.

Todos: Te rogam os, óyenos.

Obispo: Dios n u e stro ,


qu e a u m e n ta s siem p re tu Iglesia
con n u ev o s hijos,
y a los que h a n nacid o del a g u a del B au tism o
les d a s ta m b ié n la p le n itu d de tu E sp íritu ,
concede a c u a n to s h a n recibido hoy
el sa c ra m e n to de la C onfirm ación,
y a to d a tu fam ilia sa n ta ,
m a n ife sta r en s u vida
los sa c ra m e n to s q u e con la fe h a n recibido.
Por Je su c risto , n u e s tro Señor.
Todos: Am én.

37. Se p u ed en utilizar otros form ularios p a ra la O ración de los fieles aco­


m odados a las circ u n stan cias de la com unidad.
LITURGIA EUCARISTICA

38. A cabada la O ración de los fieles, sigue la Liturgia de la E ucaristía, en


la que todo se realiza como de ordinario, excepto lo siguiente:
a) Algunos de los confirm ados p u ed en llevar al a lta r el pan, el vino y
el ag u a p a ra la E u caristía.
b) En las Plegarias eu ca rístic as tén g an se en c u e n ta las v arian tes
propias.

39 . Los confirm ados ad u lto s y, seg ú n las circ u n stan cias, los padrinos,
p adres, cónyuges y cateq u istas, y, si parece oportuno, los dem ás p artici­
p an tes, p u eden recibir la C om unión bajo las dos especies.

Nota: los textos de la Liturgia E u ca rístic a se e n c u e n tra n en el Anexo I (nn.


75-90).

RITO DE CONCLUSION

Bendición final y despedida

4 0 . El obispo, con las m an o s ex ten d idas sobre los recién confirm ados y
sobre el pueblo, los bendice. En lu g ar de la bendición h ab itu al al te rm in ar
la M isa (Cfr Anexo I, n. 91), se p u ed e u s a r la siguiente fórm ula, o b ien la
oración sobre el pueblo que viene después.

El obispo: Q ue Dios P ad re todopoderoso,


q u e los h a a d o p tad o com o hijos,
h acién d o lo s re n a c e r del a g u a
y del E sp íritu S an to ,
los b en d ig a
y los h a g a siem p re dignos
de s u am o r p a te rn a l.
Todos: A m én.

El obispo: Q ue el Hijo u n ig én ito de Dios,


que p rom etió a s u Iglesia
la p rese n cia c o n tin u a del E sp íritu de verdad,
los b en d ig a y los confirm e
en la confesión de la fe v erd ad era.
El obispo: Q ue el E sp íritu S an to ,
que encendió en el co razón de los discíp u lo s
el fuego del am or,
los b en d ig a y,
congregándolos en la u n id a d ,
los conduzca,
a trav é s de la s p ru e b a s de la vida,
a los gozos del Reino eterno.
Todos: Am én.

El obispo tom a el báculo y prosigue:


Y que a to d o s u ste d e s aq u í p re se n te s
los b en d ig a Dios todopoderoso,
P adre, Hijo + y E sp íritu S anto.
Todos: Am én.

Oración sobre el pueblo

41 . En vez de la fórm ula an terio r de bendición, se puede em plear la si­


guiente oración sobre el pueblo.

El diácono, u otro m inistro, dice:

In clín en se p a ra recib ir la b endición.

O bien o tra m onición sem ejante.


Luego, el obispo, con las m anos extendidas sobre el pueblo, dice:

C onfirm a, Señor,
lo q u e h a s realizado en n o so tro s
y co n serv a en el corazón de tu s fieles
los d o n es del E sp íritu S an to ,
p a ra q u e n u n c a se av erg ü en cen
de d a r testim o n io de J e s u c ris to
y c u m p la n siem p re con am o r tu v o lu n tad .
El obispo to m a el báculo y prosigue:

Y q u e a to d o s u ste d e s aq u í p re se n te s
los b en d ig a Dios todopoderoso,
P adre, Hijo + y E sp íritu S an to .

Todos: A m én.

El diácono: P u ed en ir e n paz.
Todos: D em os g racias a Dios.

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