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Transporte Público:

Problemas, Retos y
Soluciones
¿Cómo solucionamos el caos del transporte público?

Un factor que contribuye al mal servicio del transporte público es que, como
consumidores, no sabemos exigir nuestros derechos.

¿Quién no ha estado a punto de perder la paciencia a bordo de una unidad de


transporte?
El caos vehicular es uno de los principales problemas de Lima y muchas ciudades del
Perú, pero está lejos de mejorar y va más allá del estrés y las incomodidades.

¿Cómo nos perjudica la informalidad y qué hacer para combatirla?


Este tránsito caótico no solo crea un alto costo monetario a los emprendedores y a la
población en general, debido al excesivo tiempo que pierden para llegar a sus destinos,
también les genera problemas sicológicos, les impide estar más horas con sus familias y
causa problemas en el transporte de mercadería, afectando directamente los negocios.
De hecho, varios estudios indican que el caos y desorden en las ciudades como Lima
afectan la salud mental de las personas, ocasionando situaciones que elevan los niveles
de ansiedad y estrés. En promedio, una persona tarda de 1 a 2 horas en llegar a su
centro de trabajo o estudio.
Los primeros problemas de la población limeña para llegar sus centros de trabajo y luego
a sus hogares o a entidades públicas, especialmente de salud, nos permiten dar una
opinión como problema central el sector transporte. Donde en el Perú todavía existen
lugares en que los buses solo llegan hasta determinados paraderos y donde los pasajeros
tienen que caminar largos trechos para llegar a sus puntos de destino. Lo cual origina
valiosa pérdida de tiempos y movimientos que atentan contra la economía familiar.

Los especialistas señalan que una urbe, a partir de los 3 millones de habitantes, debe
tener ya un sistema de política integral de transporte rápido y masivo. “Lima está atrasada
40 años. Por ello, lo que la ciudad necesita es un sistema de transporte integral. Haciendo
el paralelo, este debe ser como el sistema circulatorio del cuerpo humano el corazón
debe ser el metro; las arterias, el Metropolitano; los vasos capilares, los corredores
alimentadores y complementarios.

Todos son necesarios: no compiten entre sí y ninguno por sí mismo puede lograr el
objetivo de que circule la sangre al corazón y viceversa”, señala Enrique Cornejo.
“El sistema debe sustentarse necesariamente en el metro de Lima y Callao (tren
eléctrico), con todas sus líneas, por tres razones: primero, porque es el que capta la
mayor cantidad de pasajeros; segundo, porque implica la infraestructura de mayor
complejidad de ingeniería y de mayor costo; tercero, es el estructurador de demanda que
se complementa con otras alternativas”.

Sobre la base del metro se deben desarrollar los corredores segregados de buses, lo que
en Lima se denomina el Metropolitano que debieran tener aire acondicionado, los
corredores alimentadores deben contar con un sistema ordenado de taxis y disciplinado
previamente con normas de alta seguridad incluido los antecedentes de los choferes y
pruebas de sustancias nocivas, las vías rápidas urbanas para vehículos particulares y los
trenes de cercanías. Donde se deben incorporar mototaxis y bicicletas para completar el
sistema. Acompañado de educación vial desde la niñez en los colegios.
Se debe crear una autoridad autónoma de transporte de Lima y Callao, que deberá
lograrse con el concurso del Gobierno Nacional y los municipios provinciales de Lima y
Callao.

Lima y el Callao necesitan urgentemente vías rápidas, en casos de grandes siniestros y


sismos de alto riesgo. Ésta carencias harían que las poblaciones alarmadas no lleguen a
los hospitales o zonas de defensa civil, cundiendo el pánico y la desesperación de miles
de víctimas. Por ello las mega obras actualmente en construcción (vías rápidas urbanas)
deben manejarse coordinadamente con los sectores del Estado, para facilitar el tránsito
de vehículos particulares y el transporte público.

Estos proyectos deberán ser complementados en los siete años, un funcionamiento del
sistema de transporte; que todos los habitantes de Lima y Callao puedan tener esa
facilidad de acceso; que se permita al usuario utilizar varios modos de transporte con una
sola tarjeta de pago como en otros países del mundo. En pocas palabras poner el
transporte público al servicio del pueblo para que diariamente disminuya de tres a una
hora, con lo consiguiente mejora en la calidad de vida de la población, mayor tiempo para
otros trabajos y en favor de la familia.
Otro gran problema, las personas pasan alrededor de seis horas al día en el ida y
vuelta desde sus centros de trabajo, ya sea en medios de transporte públicos o
privados. Según Arrué, en Lima hay aproximadamente 150 vehículos por cada 1000
personas, cuando en ciudades latinoamericanas el promedio debería ser de 500
vehículos. “El país pierde 20 mil dólares anuales en promedio por problemas de
transporte”.
Arrué, asegura que las “olas verdes” de los semáforos no está coordinadas, pues solo
funcionan para una vía y no está integradas con las otras vías de la ciudad. En ese
sentido, debe existir una adecuada trama urbana (estructura de calles y edificios en un
área).

Otro problema que los vehículos antiguos contaminan el ambiente con el humo que
expulsan y el ruido que generan sus motores desgastados, lo cual deteriora la salud de
los ciudadanos.
La carencia de calidad en el transporte público se replica en la mayoría de provincias.
Aun así, los especialistas coinciden en que hay ciudades en el mundo con más
automóviles y no tienen los mismos problemas. Hace falta que el piloto se pregunte qué
puede hacer para solucionar desde su asiento este problema y participe virtualmente en
la reforma del transporte.
Un punto crítico es el parque automotor peruano tiene una edad promedio de 19 años y
es uno de los más antiguos de América Latina. Al ritmo lento y de problemas de
corrupción que vamos, necesitaremos cuando menos unos 40 años para renovarlo. Como
ejemplo, Ecuador, con la mitad de la población del Perú, vende casi tres veces más
vehículos nuevos que nosotros y está modernizando su parque automotor
adecuadamente. En Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay no está
permitido el ingreso de vehículos usados y también renuevan su parque al estilo
moderno.
Como en todos los sectores públicos, el transporte, en todo el Perú necesitan soluciones
de equipos estratégicos y no medidas aisladas como hasta ahora ha sucedido y que
causan el caos y desorden. En Lima, es el tiempo de encontrar mega soluciones para una
mega ciudad que se aproxima a los diez millones de habitantes.
5 claves para mejorar el transporte público del futuro
Si te interesa el sector de la movilidad y estás un poco al día sobre las nuevas tendencias
habrás oído hablar mucho sobre el auge de los vehículos eléctricos, la movilidad
compartida e incluso el auto autónomo. Y esto está genial pero uno puede preguntarse,
¿hay futuro para el transporte público?
La respuesta es, definitivamente, sí. El transporte público ha probado ser la forma
más eficiente, segura y menos contaminante que existe de moverse de un punto a
otro de una ciudad.
Es cierto que cada vez surgen más opciones de movilidad como ride hailing (uber o cabify
son ejemplos de ello), carsharing, bikesharing, etc. Sin embargo, el transporte público es,
y debe ser, el eje vertebral sobre el que se estructura la movilidad en las
ciudades frente a la ineficiencia y poca conveniencia del vehículo privado.
Sin embargo, no cabe duda de que el transporte público tiene aún mucho que mejorar
para ofrecer un mejor servicio a sus usuarios.
En el caso de América Latina el 56% de los viajes son realizados en transporte
público y en el caso de ciudades como Lima o Bogotá el transporte público mueve por sí
solo 10 millones de personas cada día. Este es un buen punto de partida para mejorar el
sistema de transporte público existente de la mano de las nuevas tecnologías que están
surgiendo en el sector de la movilidad.

Según un reciente estudio de Mckinsey, las claves para mejorar la movilidad en


ciudades muy pobladas tienen mucho que ver con las inversiones en
infraestructuras y soluciones más limpias, especialmente relacionadas con el transporte
masivo de personas, y no tanto con vehículos autónomos compartidos. Este tipo de
transporte, aunque pueda resultar atractivo, no deja de ser menos eficiente que vehículos
de transporte público como autobuses, metros o tranvías.

A continuación, les compartimos 5 claves para mejorar el transporte público en los


próximos años:
Transporte multimodal:

El usuario de transporte multimodal es aquel que combina medios de transporte públicos


como el metro o el autobús con otros servicios de movilidad compartida, como el
bikesharing (motos compartidas bajo demanda) o carsharing (automóviles compartidos).

Esto, aunque pueda parecer lo contrario, es realmente positivo para mejorar el transporte
público ya que permite al usuario prescindir del uso de un vehículo privado al tener
acceso a diferentes medios de transporte en función de necesidad o preferencia.

Para que esto sea posible, los gestores de transporte público se enfrent al al reto de
facilitar la integración entre los diferentes medios de transporte tanto públicos como
compartidos. En la ciudad de Madrid, por ejemplo, la empresa pública que gestiona los
autobuses de la ciudad ha creado MaaS, una aplicación móvil que integra los diferentes
servicios de movilidad de la ciudad, potenciando su uso frente al auto privado.
Datos abiertos:

La gestión de los datos en movilidad es uno de los grandes retos a los que deberán
enfrentarse las ciudades en un futuro cercano. En este sentido, todo apunta a que
compartir los datos del transporte público de forma abierta (aunque anónima, por
supuesto) es beneficioso para todos ya que esto permitirá a terceros desarrollar
aplicaciones y servicios de movilidad que harán la vida más cómoda a los usuarios
como Moovit o Transitscreen.

Adiós al efectivo:

Uno de los retos que deben superar las empresas de transporte público es el de ser
capaces de prescindir del efectivo en los accesos al transporte público. Esta forma de
pago ralentiza los trayectos y es pesado e incómodo andar con efectivo para pagar el
bus o el metro. Sin embargo, ya se está potenciando el pago por contact less, o incluso
a través del smartphone.
Mobility as a Service:
En el futuro, la movilidad dejará de estar tan relacionada con la propiedad (tener auto,
moto o bicicleta propios) sino más bien por el pago por uso. Los expertos indican que en
el futuro los ciudadanos pagarán por el transporte en función de su uso pudiendo contar
con tarifas planas para moverse en diferentes medios de transporte. Algo similar a la
como funciona Netflix o Spotify, pagamos por el servicio en lugar de poseer películas o
discos de música.

Vehículos menos contaminantes:


Es cierto que moverse en transporte público es menos contaminante que hacerlo en un
auto privado, aunque aún hay que seguir mejorando en este aspecto. Es fundamental
que las empresas de transporte público vayan poco a poco sustituyendo los vehículos
más antiguos (y más contaminantes) por otros más nuevos con motores más eficientes
(no hay que olvidar que un motor diésel de 10 años de antigüedad contamina mucho
más que el mismo motor nuevo) ya sean de propulsión eléctrica, de gas natural o
incluso híbridos. En muchas ciudades de América Latina la edad media del parque
automotor es demasiado elevado, superando incluso los 20 años de antigüedad en
algunos casos. Esto no solo en la contaminación, sino también en la seguridad de los
pasajeros.
Gracias

06/07/2022

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