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Problemas, Retos y
Soluciones
¿Cómo solucionamos el caos del transporte público?
Un factor que contribuye al mal servicio del transporte público es que, como
consumidores, no sabemos exigir nuestros derechos.
Los especialistas señalan que una urbe, a partir de los 3 millones de habitantes, debe
tener ya un sistema de política integral de transporte rápido y masivo. “Lima está atrasada
40 años. Por ello, lo que la ciudad necesita es un sistema de transporte integral. Haciendo
el paralelo, este debe ser como el sistema circulatorio del cuerpo humano el corazón
debe ser el metro; las arterias, el Metropolitano; los vasos capilares, los corredores
alimentadores y complementarios.
Todos son necesarios: no compiten entre sí y ninguno por sí mismo puede lograr el
objetivo de que circule la sangre al corazón y viceversa”, señala Enrique Cornejo.
“El sistema debe sustentarse necesariamente en el metro de Lima y Callao (tren
eléctrico), con todas sus líneas, por tres razones: primero, porque es el que capta la
mayor cantidad de pasajeros; segundo, porque implica la infraestructura de mayor
complejidad de ingeniería y de mayor costo; tercero, es el estructurador de demanda que
se complementa con otras alternativas”.
Sobre la base del metro se deben desarrollar los corredores segregados de buses, lo que
en Lima se denomina el Metropolitano que debieran tener aire acondicionado, los
corredores alimentadores deben contar con un sistema ordenado de taxis y disciplinado
previamente con normas de alta seguridad incluido los antecedentes de los choferes y
pruebas de sustancias nocivas, las vías rápidas urbanas para vehículos particulares y los
trenes de cercanías. Donde se deben incorporar mototaxis y bicicletas para completar el
sistema. Acompañado de educación vial desde la niñez en los colegios.
Se debe crear una autoridad autónoma de transporte de Lima y Callao, que deberá
lograrse con el concurso del Gobierno Nacional y los municipios provinciales de Lima y
Callao.
Estos proyectos deberán ser complementados en los siete años, un funcionamiento del
sistema de transporte; que todos los habitantes de Lima y Callao puedan tener esa
facilidad de acceso; que se permita al usuario utilizar varios modos de transporte con una
sola tarjeta de pago como en otros países del mundo. En pocas palabras poner el
transporte público al servicio del pueblo para que diariamente disminuya de tres a una
hora, con lo consiguiente mejora en la calidad de vida de la población, mayor tiempo para
otros trabajos y en favor de la familia.
Otro gran problema, las personas pasan alrededor de seis horas al día en el ida y
vuelta desde sus centros de trabajo, ya sea en medios de transporte públicos o
privados. Según Arrué, en Lima hay aproximadamente 150 vehículos por cada 1000
personas, cuando en ciudades latinoamericanas el promedio debería ser de 500
vehículos. “El país pierde 20 mil dólares anuales en promedio por problemas de
transporte”.
Arrué, asegura que las “olas verdes” de los semáforos no está coordinadas, pues solo
funcionan para una vía y no está integradas con las otras vías de la ciudad. En ese
sentido, debe existir una adecuada trama urbana (estructura de calles y edificios en un
área).
Otro problema que los vehículos antiguos contaminan el ambiente con el humo que
expulsan y el ruido que generan sus motores desgastados, lo cual deteriora la salud de
los ciudadanos.
La carencia de calidad en el transporte público se replica en la mayoría de provincias.
Aun así, los especialistas coinciden en que hay ciudades en el mundo con más
automóviles y no tienen los mismos problemas. Hace falta que el piloto se pregunte qué
puede hacer para solucionar desde su asiento este problema y participe virtualmente en
la reforma del transporte.
Un punto crítico es el parque automotor peruano tiene una edad promedio de 19 años y
es uno de los más antiguos de América Latina. Al ritmo lento y de problemas de
corrupción que vamos, necesitaremos cuando menos unos 40 años para renovarlo. Como
ejemplo, Ecuador, con la mitad de la población del Perú, vende casi tres veces más
vehículos nuevos que nosotros y está modernizando su parque automotor
adecuadamente. En Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay no está
permitido el ingreso de vehículos usados y también renuevan su parque al estilo
moderno.
Como en todos los sectores públicos, el transporte, en todo el Perú necesitan soluciones
de equipos estratégicos y no medidas aisladas como hasta ahora ha sucedido y que
causan el caos y desorden. En Lima, es el tiempo de encontrar mega soluciones para una
mega ciudad que se aproxima a los diez millones de habitantes.
5 claves para mejorar el transporte público del futuro
Si te interesa el sector de la movilidad y estás un poco al día sobre las nuevas tendencias
habrás oído hablar mucho sobre el auge de los vehículos eléctricos, la movilidad
compartida e incluso el auto autónomo. Y esto está genial pero uno puede preguntarse,
¿hay futuro para el transporte público?
La respuesta es, definitivamente, sí. El transporte público ha probado ser la forma
más eficiente, segura y menos contaminante que existe de moverse de un punto a
otro de una ciudad.
Es cierto que cada vez surgen más opciones de movilidad como ride hailing (uber o cabify
son ejemplos de ello), carsharing, bikesharing, etc. Sin embargo, el transporte público es,
y debe ser, el eje vertebral sobre el que se estructura la movilidad en las
ciudades frente a la ineficiencia y poca conveniencia del vehículo privado.
Sin embargo, no cabe duda de que el transporte público tiene aún mucho que mejorar
para ofrecer un mejor servicio a sus usuarios.
En el caso de América Latina el 56% de los viajes son realizados en transporte
público y en el caso de ciudades como Lima o Bogotá el transporte público mueve por sí
solo 10 millones de personas cada día. Este es un buen punto de partida para mejorar el
sistema de transporte público existente de la mano de las nuevas tecnologías que están
surgiendo en el sector de la movilidad.
Esto, aunque pueda parecer lo contrario, es realmente positivo para mejorar el transporte
público ya que permite al usuario prescindir del uso de un vehículo privado al tener
acceso a diferentes medios de transporte en función de necesidad o preferencia.
Para que esto sea posible, los gestores de transporte público se enfrent al al reto de
facilitar la integración entre los diferentes medios de transporte tanto públicos como
compartidos. En la ciudad de Madrid, por ejemplo, la empresa pública que gestiona los
autobuses de la ciudad ha creado MaaS, una aplicación móvil que integra los diferentes
servicios de movilidad de la ciudad, potenciando su uso frente al auto privado.
Datos abiertos:
La gestión de los datos en movilidad es uno de los grandes retos a los que deberán
enfrentarse las ciudades en un futuro cercano. En este sentido, todo apunta a que
compartir los datos del transporte público de forma abierta (aunque anónima, por
supuesto) es beneficioso para todos ya que esto permitirá a terceros desarrollar
aplicaciones y servicios de movilidad que harán la vida más cómoda a los usuarios
como Moovit o Transitscreen.
Adiós al efectivo:
Uno de los retos que deben superar las empresas de transporte público es el de ser
capaces de prescindir del efectivo en los accesos al transporte público. Esta forma de
pago ralentiza los trayectos y es pesado e incómodo andar con efectivo para pagar el
bus o el metro. Sin embargo, ya se está potenciando el pago por contact less, o incluso
a través del smartphone.
Mobility as a Service:
En el futuro, la movilidad dejará de estar tan relacionada con la propiedad (tener auto,
moto o bicicleta propios) sino más bien por el pago por uso. Los expertos indican que en
el futuro los ciudadanos pagarán por el transporte en función de su uso pudiendo contar
con tarifas planas para moverse en diferentes medios de transporte. Algo similar a la
como funciona Netflix o Spotify, pagamos por el servicio en lugar de poseer películas o
discos de música.
06/07/2022