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Disputa entre la Gran Colombia y el Perú

La disputa
entre Colombia y el Perú por la soberanía de la cuenca del Amazonas se remonta a la
época de la independencia. La Gran Colombia se enfrentó en una guerra con el Perú por
una controversia limítrofe en la zona de Tumbes, Jaén y Maynas. El Tratado de
Guayaquil puso fin a la campaña militar pero, gracias a la posterior disolución de la Gran
Colombia, no tuvo cumplimiento. Por ese motivo, la cuestión limítrofe quedó subsistente. 1

Negociaciones entre Colombia y el Perú


Las negociaciones directas y continuas entre Colombia y el Perú recién inician en 1894.
Hasta ese momento, la discusión solamente atañía a este último y al [Ecuador]. Ese año,
se iniciaron las negociaciones tripartitas, que no dieron resultado. 2 Las zonas en litigio
entre Colombia y el Perú eran principalmente las cuencas del Caquetá y el Putumayo. Los
intentos de colonización de ambos países desembocaron en choques armados, siendo el
más recordado el de La Pedrera, en 1911.345 Los dos países intentaron la fórmula del
arbitraje, sin llegar a un acuerdo sobre la persona del árbitro.

El 24 de octubre de 1933 se reunió la comisión destinada para arreglar la disputa colombo-


peruana, que fue instalada por el canciller brasileño Afrânio de Melo Franco. La parte
peruana estaba conformada por Víctor M. Maúrtua, Víctor Andrés Belaúnde, Alberto Ulloa
Sotomayor y Raúl Porras Barrenechea. La delegación colombiana, por Roberto Urdaneta
Arbeláez, Luis Cano Villegas y Guillermo Valencia Castillo.
El 31 de octubre sucedió la segunda reunión entre la delegación peruana y la colombiana.
En ella, se trató sobre el método que se debía adoptar en las negociaciones, debido a que
la representación colombiana sostenía que correspondía a la peruana presentar lo que
consideraba problemas pendiente para estudiar las posibles soluciones. Por el contrario, la
comisión peruana afirmaba que ambas partes debían presentar memorandos que
expresaran sus puntos de vista. Se designó a los jefes de ambas representaciones para
buscar una solución, además de convenirse una serie de comunicaciones informarles,
hasta que fuera necesario otro procedimiento para constar los puntos de acuerdo y
divergencia. En las conversaciones de los jefes, se acordó adoptar una agenda común, por
lo que las dos delegaciones presentarían memorandos. Sin embargo, ante las diferencias
irreconciliables entre ambas notas, se resolvió prescindir de estas.
Ambas partes se reunirían nuevamente los días 28 de noviembre y 1, 4 y 18 de diciembre.
En las sesiones, la delegación peruana expuso el incumplimiento de Colombia al tratado
Salomón-Lozano, al no entregar al Perú el triángulo San Miguel-Sucumbíos (que había
sido cedida a cambio del trapecio de Leticia); la impracticabilidad del tratado; y los
inconvenientes económicos, geográficos e históricos de la línea trazada por el tratado de
1922. Finalmente, la parte peruana concluyó que la única solución posible era el cambio
de frontera, con la suerte de que el triángulo volviera a Colombia y el trapecio, al Perú.
La conclusión peruana fue rechazada por la comisión colombiana, indicando que la
Conferencia realizada no discutía el tratado Salomón-Lozano y que no existía alguna
cuestión territorial para el cambio de frontera. Además, señalaba que la solución para las
observaciones hechas por el Perú era suscribir una serie de acuerdos de navegación y
comercio en el Putumayo y el Amazonas. La delegación peruana rechazó estos convenios
los cuales eran, en su opinión, carentes de importancia.

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