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Son las 10 de la mañana de un martes y es el momento de pasar ronda en el ala de

hospitalización de pacientes quirúrgicos. Para usted, es su primer día como la persona


encargada de la prevención y el control de infecciones en el hospital. Decide unirse el
equipo que pasará ronda para observar y conocer las prácticas habituales en este servicio.
A continuación, se describe la disposición física de esta área del hospital y el tipo de
pacientes en este día específico. El doctor Lim es el médico que dirige hoy la ronda. Lo
acompañan un residente y un estudiante de medicina. También está presente la enfermera
del área.

Se da cuenta que durante la ronda existen varios momentos en los cuales deberían
practicar la higiene de las manos. Decide entonces analizar las rondas médicas como una
oportunidad para reforzar las prácticas de higiene de las manos de los trabajadores
sanitarios en el ala de hospitalización de pacientes quirúrgicos.

Finalidad de la higiene de las manos


En los entornos de atención sanitaria, microorganismos como las bacterias, los virus y los
hongos se transmiten por diversas vías. Las manos del personal sanitario, si no se limpian
en los momentos correctos y con los métodos adecuados, tienen un papel importante en la
propagación de microorganismos a los pacientes. La higiene oportuna de las manos
también previene la contaminación del entorno de la atención sanitaria (por ejemplo, la
ropa blanca, las superficies y los dispositivos usados en la atención al paciente). El modelo
de los 5 momentos se elaboró con el objeto de interrumpir la transmisión en todos los
momentos clave a fin de velar por la seguridad de los pacientes.

Al brindar atención a un paciente, los microorganismos y otros posibles patógenos


colonizan progresivamente nuestras manos. La falta de una higiene adecuada de las
manos aumenta el riesgo de contaminación y es una amenaza para la seguridad del
paciente. La finalidad de una higiene adecuada es eliminar de las manos la suciedad, la
materia orgánica y los microorganismos transitorios. No se elimina la flora residente que
permanece en la piel.

La higiene de las manos es un término general que se aplica ya sea al lavado o el frotado
de las manos (por ejemplo, usando un desinfectante de manos a base de alcohol) o a la
antisepsia quirúrgica. La higiene de las manos es un procedimiento sencillo pero
importante; sin embargo, a menudo el personal sanitario subestima su importancia. La
higiene oportuna y eficaz de las manos protege al paciente, los trabajadores de sanitarios
y al entorno de la atención sanitaria de la contaminación por microorganismos que podrían
ser patógenos nocivos.

Al cumplir las prácticas recomendadas de higiene de las manos ayudamos a proteger a los
pacientes, en primer lugar, al impedir que ocurran las infecciones y, cuando ya están
presentes, a evitar su propagación. De esta manera, algo que parece tan sencillo como la
higiene oportuna y eficaz de las manos puede disminuir el número de pacientes que
contraen una infección relacionada con la atención sanitaria. Disminuir este tipo de
infecciones equivale al uso de un menor número de recursos utilizados en el tratamiento
de infecciones que podrían haberse evitado y en última instancia, menor morbilidad y
mortalidad. Con menos infecciones relacionadas con la atención de sanitaria se reduce
también el uso de antibióticos, lo cual favorece la disminución de la resistencia a los
antibióticos. ¡Por consiguiente, la higiene de las manos es una intervención básica de
atención sanitaria que salva vidas y permite ahorrar dinero!
Cuestionario: Respuestas sobre la finalidad
de la higiene de las manos
El médico residente pregunta: “Me lavé las manos una vez antes de comenzar la
ronda. ¿No es suficiente?” ¿Cuál es su respuesta?

Si bien es sensato lavarse las manos al comienzo de las rondas, esto no es suficiente para
interrumpir la transmisión de microorganismos y definitivamente no es suficiente para
impedir que estos entren en puntos críticos que conllevan un riesgo de infección para el
paciente. El método de los 5 momentos es un enfoque sencillo diseñado con el fin de
asegurar que las manos estén limpias, según sea necesario para la seguridad del paciente
y el personal sanitario y en función de los riesgos de transmisión. Por esta razón, es
importante practicar la higiene de las manos en el momento correcto, con los métodos
adecuados.
La enfermera le dice que no comprende cuál es relación entre la higiene de las
manos y las infecciones relacionadas con la atención sanitaria. ¿Qué le dice a ella?

Los trabajadores sanitarios tocan a los pacientes, los objetos en su entorno y los equipos
de manera reiterada durante su trabajo. Por esta razón, el personal sanitario puede
recoger posibles patógenos en las manos y llevarlos a otros lugares, los cuales cuando
entran en contacto con los pacientes y su entorno inmediato dentro de la zona del
paciente, pueden transmitir de un paciente a otro, microorganismos que causan infección.
Por consiguiente, es muy importante tener presente la higiene de las manos y llevarla a
cabo de manera oportuna y eficaz, con el fin de reducir la propagación de las infecciones
relacionadas con la atención sanitaria.

Los 5 momentos para la higiene de las


manos
Los trabajadores sanitarios deben practicar la higiene de las manos siguiendo el método
de la Organización de la Salud (OMS) de los 5 momentos de la higiene de las manos. Los
5 momentos de la OMS se centran en el contacto que ocurre dentro de la zona del
paciente cuando se le presta atención sanitaria. El enfoque propone una visión unificada,
dirigida a todos los profesionales de la salud, los instructores y los observadores, con el fin
de que comprendan mejor cuándo hacer la limpieza de las manos. El método resume
todas las indicaciones sobre la higiene de las manos recomendadas en las Directrices de
la OMS sobre la higiene de las manos en la atención sanitaria y las directrices de los CDC
para la higiene de las manos en los entornos de atención sanitaria y agrupa estas
indicaciones en cinco momentos en los cuales la higiene de las manos es necesaria. Es
importante señalar que este enfoque se centra en el usuario y el paciente, por lo que es
fácil de adoptar y de integrarlo en el flujo natural de trabajo, y se aplica a una amplia
diversidad de entornos de atención sanitaria y de profesiones relacionadas con la salud.
La zona del paciente incluye al paciente y algunas superficies y elementos que se dedican
de manera temporal y exclusiva a esta persona (es el área que se muestra dentro de la
línea punteada en la figura X-1, donde se presenta el cartel con los 5 momentos de la
higiene de las manos). Esta zona abarca normalmente al paciente y todas las superficies
inanimadas que el paciente toca o que están en contacto físico directo con él, como las
barandillas de la cama, la mesa de noche, la ropa de cama, los equipos de infusión
intravenosa y otros equipos médicos. Contiene además las superficies que el personal
sanitario toca con frecuencia cuando atiende al paciente como son los monitores, las
perillas y los botones y otras superficies de contacto.
Momento 1. Antes de tocar al paciente
Lave sus manos antes de tocar al paciente cuando se va a acercar a él para protegerlo de
los gérmenes nocivos que usted lleva en las manos.
Momento 2. Antes de realizar un procedimiento limpio o aséptico

Lave sus manos inmediatamente antes de acceder a punto crítico con riesgo de infección
para el paciente. El fin es evitar que entren en el organismo del paciente gérmenes nocivos
que pueden provenir incluso del propio paciente.
Momento 3. Después de un riesgo de exposición a líquidos y secreciones corporales

Lave sus manos inmediatamente después de un riesgo de exposición a líquidos y


secreciones corporales (y después de haberse quitado los guantes). Así, se protege a
usted mismo y protege el entorno de atención sanitaria de los patógenos presentes en la
sangre y las secreciones corporales.
Momento 4. Después de tocar al paciente

Lave sus manos después de haber tocado a un paciente o su entorno inmediato y cuando
se aleje del lado del paciente para protegerse y proteger el entorno de atención sanitaria
de los microorganismos nocivos.
Momento 5. Después del contacto con el entorno del paciente

Lave sus manos después de haber tocado cualquier objeto o mueble del entorno inmediato
del paciente, cuando lo deje (incluso aunque no haya tocado al paciente, para impedir la
propagación de microorganismos nocivos desde el interior la zona del paciente hacia el
resto del entorno de atención sanitaria.

Los 5 momentos en la acción


Ahora que ya conoce los 5 momentos para la higiene de las manos, volvamos a la ronda
médica en el ala de hospitalización de pacientes quirúrgicos y agreguemos algunos
detalles. Piense en las oportunidades para practicar la higiene de las manos al lado de la
cama de cada paciente. Comencemos por examinar las oportunidades en la cama 1.

PROPIETARIO

El paciente en la cama 1 es un paciente en preoperatorio. El equipo de la ronda médica se


lavó las manos en el lavamanos antes de entrar en la zona del paciente de la cama 1. El
doctor Lim hace una exposición oral sobre los antibióticos profilácticos antes de la
operación quirúrgica. Durante el examen del caso, el residente tocó las notas clínicas al
pie de la cama. Nadie tocó el paciente en la cama 1. Después del intercambio, el equipo
pasa a la cama 2.
Pase a la página siguiente para decidir si alguno de los 5 momentos se aplica al atender al
paciente en la cama 1. Piense por qué se aplicarían o no. Después de enviar sus
respuestas haciendo clic en "Enviar mis respuestas”, haga clic en "Mostrar la explicación"
con el fin de comprobar su razonamiento.

Cama 2: Posoperatorio de corrección de


hernia
El paciente en la cama 2 tuvo ayer una cirugía abdominal de corrección de hernia. El
estudiante de medicina realizó una exploración abdominal. Durante el examen, el paciente
comienza a sentirse indispuesto y vomita al lado de la cama. La enfermera ayuda a limpiar
el vómito. Después de verificar que el paciente está estable, el equipo de la ronda médica
pasa a la cama 3.
Pase a la página siguiente para decidir si alguno de los 5 momentos se aplica al atender al
paciente en la cama 2. Piense por qué se aplicarían o no. Después de enviar sus
respuestas haciendo clic en "Enviar mis respuestas”, haga clic en "Mostrar la explicación"
con el fin de comprobar su razonamiento.

Guantes e higiene de las manos


El uso de guantes es un elemento importante en el proceso de proteger las manos de una
contaminación. Cuando un trabajador de salud usa guantes, esto NO significa que puede
omitir la higiene de las manos. En otras palabras, el uso de guantes NO reemplaza la
necesidad de la higiene de las manos. Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos
para la higiene de las manos y el uso de guantes:
• Los guantes se usan cuando se prevé un contacto con sangre u otras
secreciones corporales, mucosas, piel con soluciones de continuidad,
material potencialmente infeccioso o productos químicos (como las
soluciones de limpieza).
• La higiene de las manos debe practicarse antes de ponerse los guantes.
• Quítese los guantes después de atender a un paciente. No use el mismo
par de guantes para atender a más de un paciente.
• Si lleva guantes, quíteselos y practique la higiene de las manos mientras
esté atendiendo al paciente, si va de una parte contaminada del cuerpo
a otra parte del cuerpo que no lo esté (especialmente si es una mucosa,
piel con soluciones de continuidad o un dispositivo médico dentro del
mismo paciente o de su entorno). Por ejemplo, al cubrir una herida (piel
con solución de continuidad) en el abdomen y realizar una flebopunción
en el brazo.
• Practique la higiene de las manos después quitarse los guantes. Es
importante saber que con muchas veces las manos se contaminan al
quitarse los guantes porque no se sigue la técnica adecuada, además de
la posible presencia de orificios pequeños no detectados en los guantes.
Si se introducen las manos sucias en una caja de guantes, se pueden
propagar microorganismos por toda la caja. Esta es una de las razones
por las que siempre se debe practicar la higiene de las manos antes de
ponerse los guantes y después de quitárselos.

Para aprender más acerca del uso de los guantes y de otros tipos de equipo de protección
personal (EPP), considere inscribirse en nuestro módulo sobre

Secado de las manos


El secado de las manos después de usar agua y jabón es un paso importante de la higiene
de las manos porque es más probable que se transmitan microorganismos con la piel
húmeda que con la piel seca.

Séquese las manos con cuidado usando un método que no las contamine de nuevo ni las
irrite. Puede encontrar varios ejemplos a continuación.

Práctica con agua y jabón


Ahora que ya conoce la manera adecuada de lavarse las manos, practique esta técnica.
Pídale a un colega que consulte la lista de control para el lavado de las manos con agua y
jabón mientras lo observa usted lavándose las manos. Pídale comentarios sobre cómo lo
hizo y luego responda las preguntas de la página siguiente para verificar que lo ha
entendido todo.

Limpiarse las manos con geles


hidroalcohólicos
El gel hidroalcohólico es la opción preferida para la higiene de las manos cuando no están
visiblemente sucias, porque estos son más eficaces para inactivar definitivamente los
microorganismos que el agua con jabón común o antimicrobiano y ofrece otras ventajas
importantes. El alcohol en estos desinfectantes inactiva los microorganismos al
desnaturalizar las proteínas (es decir, que disuelve algunos componentes de los
microbios). También tiene una acción persistente, lo que quiere decir que los
microorganismos tardan más en repoblar las manos.

Entre las ventajas que ofrece la higiene de las manos con geles hidroalcohólicos en
comparación con el agua y jabón, destacan las siguientes:
• Es más rápido: solo de 20 a 30 segundos. ¡En un entorno con gran
carga de trabajo, estos preparados pueden ahorrarle tiempo!
• El desinfectante de manos a base de alcohol se puede utilizar
directamente en el lugar de atención, con lo cual resulta muy cómodo y
sencillo higienizarse las manos sin apartarse del flujo del trabajo clínico.
• La higiene de las manos con desinfectante a base de alcohol no necesita
lavabo, agua ni toallas; las manos se secan al aire.

Es importante señalar que el principio activo, el alcohol, es inflamable y que usted debe ser
cuidadoso y asegurarse de que todos los geles hidroalcohólicos se almacenen protegidos
del fuego.

En las siguientes imágenes se muestran los pasos para limpiarse las manos con gel
hidroalcohólico. (Al final de esta página, después de los siguientes pasos, encontrará las
formulaciones de la OMS para las preparaciones quirúrgicas para las manos).

Práctica con desinfectante de manos a base


de alcohol
Ahora que ya conoce la manera adecuada de aplicar el desinfectante de manos a base de
alcohol, practique esta técnica. Pídale a un colega que consulte la lista de control de la
higiene de las manos con geles hidroalcohólicos y que lo observe mientras usted se lo
aplica en las manos. Pídale comentarios sobre cómo lo hizo y luego responda las
preguntas de la página siguiente para vertificar que lo ha entendido todo.

Establecimientos sin agua corriente


Para los establecimientos sin agua corriente, existen sistemas de bajo costo, fabricados
localmente, que contribuyen a garantizar que se dispone de agua para lavarse las manos
(véase la imagen). Debe haber puestos para la higiene de las manos tanto en las áreas
clínicas dentro del establecimiento sanitario como en las áreas de servicios (esterilización,
laboratorio, cocina, lavandería, duchas, etc.). Con respecto al lavado de manos, mientras
se use jabón, no es necesario que la calidad del agua cumpla con las normas del agua
potable, aunque sería preferible disponer de agua limpia.
Cuando el agua esté almacenada en contenedores cerrados, evite sumergir las manos en
el agua porque esto podría contaminarla. Es mejor que otra persona le eche el agua sobre
las manos. El jabón se debe ubicar de tal manera que no se acumule agua a su alrededor
y que quede totalmente seco. El jabón puede colocarse sobre una rejilla o colgarlo en una
malla o con una cuerda.

Cuando haya grifos, es preferible cerrar el agua sin usar las manos (por ejemplo, usando
grifos con una palanca larga que puedan cerrarse con el codo).

Limpie y seque con cuidado los recipientes y los baldes todos los días para evitar la
acumulación de microorganismos. Puede que se necesiten unidades suplementarias
(recipientes y baldes), porque si no el sistema no estará disponible para el uso mientras lo
limpian.

Observaciones complementarias
Lesiones cutáneas y soluciones de
continuidad de la piel

Para reducir los riesgos de una reacción cutánea causada por el uso frecuente de jabón
(como la dermatitis de contacto) y otras lesiones de la piel, es importante promover buenas
prácticas del cuidado de la piel que ayuden a conservar la integridad cutánea, como por
ejemplo:
• Desaconsejar el uso simultáneo de jabón y geles hidroalcohólcos.
• Fomentar el uso de geles hidroalcohólcos para proteger la integridad de
la piel (el lavado frecuente de las manos con jabón puede causar una
dermatitis de contacto).
• Suministrar otros productos diferentes de higiene de las manos al
personal sanitario que tenga alergias o reacciones adversas confirmadas
a los productos que normalmente se usan en el establecimiento
sanitario.

Las cutículas, las manos y los antebrazos deben estar exentos de lesiones importantes
(como úlceras, abscesos y tumores) y cortes. Se deben cubrir los cortes y las abrasiones
importantes con apósitos impermeables. Si tiene lesiones activas, no atienda directamente
a los pacientes ni participe en cirugías hasta que se le hayan curado las lesiones.
Uñas, esmalte de uñas y joyas

Las uñas largas, el esmalte de uñas y las joyas son obstáculos para la higiene de las
manos y favorecen la proliferación de bacterias en las manos. Los espacios o fisuras bajo
las uñas artificiales o largas y las joyas son difíciles de limpiar y el acceso a estas zonas es
limitado. Las uñas naturales deben mantenerse cortas; en condiciones ideales no deben
sobrepasar las yemas de los dedos en más de 0,5 cm (menos de 1/4 de pulgada).
• Se desaconseja el uso de uñas artificiales y extensiones cuando se
trabaja en áreas clínicas.
• Si se usa esmalte de uñas, no debe estar descascarillado.
• Se desaconseja totalmente el uso de joyas, incluidos los anillos. Una
posibilidad puede ser colocar los anillos en un collar alrededor del cuello.
• Los equipos quirúrgicos deben quitarse las joyas, incluidos los anillos,
los brazaletes y los relojes, antes de realizar el lavado quirúrgico con
cepillo.

Lociones y cremas para las manos

Se debe tener cuidado con el uso de lociones y cremas para las manos. Si el producto se
comparte, los tubos de loción y crema pueden causar contaminación cruzada. Las cremas
y las lociones para manos y los productos hidratantes para el cuidado de la piel se utilizan
para reducir al mínimo la sequedad y la dermatitis de contacto asociada a la higiene de las
manos por el lavado frecuente. No deben usarse cremas para manos con derivados de
petróleo que contengan vaselina, porque pueden estropear los guantes de látex.
Aspectos religiosos y culturales

El equipo de prevención y control de infecciones del establecimiento sanitario debe


organizar charlas con el personal para reconocer y abordar cualquier preocupación de
carácter religioso respecto a la higiene de manos y los productos que se utilizan para la
misma. El equipo debe buscar asesoramiento de los líderes religiosos y ofrecer las
opciones que sean aceptables para el personal, desde el punto de vista religioso.

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