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Dos meses antes

Luke

Desbloqueo la puerta de nuestro apartamento y espero que Sloan desenganche los cerrojos.

Los cinco cerrojos.

Odio que tengamos que ser tan paranoicos. Odio llamarla cada hora sólo para verificar cómo está,
a pesar de que sé que tiene vigilancia 24/7 estacionada cruzando la calle. Odio que seamos
forzados a escondernos, aunque Asa está siendo monitoreado y bajo arresto domiciliario hasta su
juicio, el cual, sin duda, lo pondrá tras las rejas por un tiempo.

No tengo idea de cómo el último par de meses ha afectado a Sloan. Intenté convencerla de ver a
un terapeuta pero ella insiste en que está bien. O dice que estará bien una vez que Asa esté tras
las rejas.

No hay ninguna manera de que alguien se pueda quitar un monitor de tobillo sin que la policía se
entere, así que eso es lo que nos da un poco de tranquilidad. Si Asa hace algo estúpido y decide
abandonar la casa, nosotros lo sabremos en cuestión de 90 segundos. Pero no es Asa lo que me
preocupa, sino toda la gente que tiene de su lado que haría su trabajo por él.

El sistema judicial de este país está jodido, por así decirlo. Se siente como si Sloan fuera quien está
siendo castigada, sólo porque la gente como Asa es considerada inocente hasta probar lo contrario
en una corte. Me digo a mi mismo que tenemos suerte de que le dieron arresto domiciliario. El
juez pudo haberle permitido pagar una fianza y andar libre hasta el juicio.

Al menos tenemos eso a nuestro favor.

No había sido tan malo hasta hace unos días, porque él se estaba recuperando de sus heridas de
bala en el hospital. Pero ahora que sabemos que él está sano y en casa, con visitantes libres de ir y
venir a su antojo, no nos sentimos tan seguros como antes. Ayer agregué cuatro cerrojos extra a la
puerta para más protección.

Ahora estamos dos horas más lejos de él y nadie fuera del departamento sabe dónde nos estamos
quedando. Me toma cerca de una hora manejar a la casa cada día porque tomo muchas vías
alternas sólo para asegurarme de que nadie me está siguiendo. Es agotador. Pero haré lo que sea
posible para mantenerla a salvo, incluso si eso significa caminar a través de la puerta de Asa y
poner una bala en su frente.

Escucho los cerrojos desbloquearse y, tan pronto como ella comienza a abrir la puerta, entro y la
cierro nuevamente. Sloan sonríe y se para de puntitas para besarme. Envuelvo un brazo alrededor
de su cintura y la beso mientras la giro hacia donde yo puedo alcanzar los cerrojos y bloquearlos.
Trato de que no se dé cuenta, porque entre más me preocupo, más se preocupa ella.

Ella se separa mientras bloqueo el último cerrojo. Puedo ver la preocupación en sus ojos, así que
cambio de tema.
“Huele bien”, digo, echando un vistazo a la cocina. “Qué estás cocinando?”
Sloan es una increíble cocinera. Mejor que mi propia madre, pero obviamente no le diré eso a
mamá.

Ella sonríe y toma mi mano, empujándome hacia la cocina. “Para ser honesta, no estoy segura”,
dice. “Es sopa, pero sólo le eché lo que sonaba bien.” Abre la olla y mete la cuchara, trayéndola a
mi boca. “Pruébala.”

Sorbo de la cuchara. “Santa mierda. Está delicioso.”

Sonríe y vuelve a tapar la olla. “Quiero que hierva un rato, así que aún no puedes comer.”

Saco mis llaves y mi celular de la cartera y las pongo en la encimera. Luego llego hasta Sloan y la
tomo, levantándola en mis brazos. “No puedo esperar a comer,” Digo mientras la llevo a la
habitación. La coloco suavemente en la cama y me arrastro hacia ella. “¿Tuviste un buen día?” le
pregunto, colocando un beso en su cuello.

Ella asiente. “Se me ocurrió algo hoy. Aunque puede ser un poco tonto. No lo sé.”

Giro hacia mi lado y la observo. “¿Qué es?” Pongo mi mano en su estómago y levanto su blusa
para poder tocar su piel. No puedo tener suficiente de ella. No recuerdo algún momento en mi
vida en el que haya estado con una chica a la cual no puedo dejar de tocar. Aun cuando sólo
estamos acostados aquí teniendo una conversación simple, estoy trazando patrones sobre su
estómago o sobre sus brazos, o tocando sus labios con mis dedos. A ella parece gustarle porque
ella también lo hace y definitivamente no me molesta.

“¿Ya sabes que puedo cocinar prácticamente cualquier cosa?”

Asiento. Ella de verdad puede.

“Pensé juntar alguna de mis mejores recetas y hacer un libro de cocina.”

“Sloan, esa es una muy buena idea.”

Ella agita su cabeza. “No he terminado.” Se apoya sobre su codo. “Hay muchos libros de cocina en
el mercado, así que quiero algo que sobresalga. Quiero que sea diferente al resto de ellos.
Entonces pensé en jugar con el hecho de que aprendí a cocinar tan bien cuando era prácticamente
forzada a cocinar cada noche por Asa. Así que creí que el título podría ser algo divertido, como,
‘Recetas que aprendí a cocinar mientras vivía con mi imbécil y controlador ex novio.’ Y luego podría
donar la mitad de las ganancias a las víctimas de violencia doméstica.”

Le doy un momento, para asegurarme de que terminó de compartir su idea.

Honestamente no estoy seguro de qué pensar. Una parte de mí quiere reír porque tiene razón, un
título como ese podría ser atrapante en una manera muy extraña. Pero otra parte de mi tiembla
de que Asa sea la razón de que ella cocine tan bien. Porque él la estaba controlando y ella no tenía
otra opción. Eso me recuerda la primera vez que la llevé por algo de comer y ella actuó como si
nunca hubiera estado en un restaurante antes.

“Piensas que es estúpido,” ella dice, cayendo de nuevo en su almohada.


Niego con la cabeza. “Sloan, no. No pienso eso.” Tomo su mejilla con mi mano para que voltee a
verme. “Es un título atrapante. Haría a las personas mirar dos veces, eso es seguro. Sólo odio el
hecho de que es tan… acertado. Sería gracioso para mí si fuera un chiste, pero no lo es. En verdad
esa es la razón por la que cocinas tan bien, y yo malditamente odio a ese hijo de perra.”

Ella fuerza una sonrisa. “Gracias a ti, esa ya no es mi vida.”

Constantemente tengo que recordarle que yo no la salvé. “Gracias a ti, esa ya no es tu vida.”

Ella sonríe otra vez, pero en el momento en el que cruzo la puerta de enfrente, su sonrisa se ve
forzada. Algo más grande está molestándola y no sé lo que es. Podría ser sólo el estrés de estar
encerrada en un apartamento todo el día. “Estás bien, Sloan?”

Ella espera un largo segundo para asentir, lo que me deja saber que no está bien.

“¿Qué ocurre?”

Se sienta en la cama y comienza a levantarse rápidamente. “Estoy bien, Luke. Necesito revolver la
sopa.”

La tomo del brazo para detenerla. Se mantiene al pie de la cama, pero no voltea a verme. “Sloan.”

Ella suspira con todo su cuerpo. Suelto su brazo y me uno a ella al pie de la cama. “Sloan, él no
puede dejar su casa, si eso es lo que te molesta. Lo sabremos si lo hace. Sin mencionar la vigilancia
afuera. Estás a salvo.”

Ella niega con la cabeza, haciéndome saber que esa no es la razón por la que está así. No está
llorando, pero puedo decir por el pequeño temblor en su labio que está a punto de hacerlo.

“¿Es tu hermano? Iremos a verlo este fin de semana. Iremos con un escolta para asegurarnos de
que esté a salvo, y aun tiene seguridad fuera de su habitación.” Coloco un mechón de cabello
detrás de su oreja, queriendo que sepa que estoy aquí. Ella está a salvo. Su hermano está a salvo.

Ella baja su cabeza aún más y de alguna manera se encoge, agarrando sus brazos con sus manos.

“Creo que puedo estar embarazada.”

***

No quiso estar en el baño mientras esperamos los dos minutos por el resultado. Estoy aquí, viendo
la prueba. Esperando.

Tan pronto como me dijo que podía estar embarazada, sentí como si le hubiera fallado. Como si
todo lo que he hecho por ella no hubiera servido de nada. Se sentó ahí con lágrimas bajando por
sus mejillas, su cabeza baja y su voz casi como un susurro, y no había nada que yo pudiera decir
para alejar su miedo. No le podía decir que no se preocupara, porque esto definitivamente es algo
por lo que hay que preocuparse. Podemos hacer las cuentas. Ella ha estado conmigo y con Asa en
el último par de meses. Las posibilidades de que sea mío son un poco más pequeñas a que sea de
él, así que si le dijera que no se preocupe, estaría mintiendo.

La última cosa que necesita ahora mismo es el estrés de llevar una parte de ese hombre dentro de
ella. Algo que la ataría a él por el resto de su vida. La última cosa que necesita ahora mismo es el
estrés de llevar un bebé, sin importar de quién sea. Los próximos meses son cruciales para su
seguridad. Ella va a estar atrapada dentro de este apartamento, esperando para el juicio. Sin
mencionar que una vez que el juicio comience –si está embarazada—tendrá que testificar estando
muy cerca de su fecha de parto.

Inhalo lentamente mientras veo la prueba. Es del tipo que no muestra una línea. Esto muestra las
palabras “no embarazada” o “embarazada”. Fui a la tienda tan pronto como me dijo. La última
cosa que quiero que haga es imaginar cosas. Entre más pronto lo sepa, más rápido puede decidir
qué es lo que quiere hacer.

Espero, pasando mis manos por mi cabello, mis pies cruzando por el pequeño baño. Estoy de
frente a la otra dirección cuando suena la alarma en mi teléfono, indicando que el tiempo de
espera acabó.

Suelto una respiración tranquila y cuando volteo y veo la palabra “embarazada”, pongo mis manos
en puños, preparado para golpear la pared. La puerta. Lo que sea. En su lugar, suelto el aire y
maldigo en voz baja, porque sé que voy a tener que salir del baño y romper el corazón de esa
chica.

No sé si puedo hacerlo.

Me debato estar aquí por algunos minutos, sólo hasta que pueda alejar la ira. Pero sé que ella está
ahí afuera, asustada y probablemente más nerviosa de lo que yo estaba. Abro la puerta pero no
está en el cuarto. Camino a la sala y ella está en la cocina, revolviendo la sopa otra vez. Ha estado
hirviendo por cerca de una hora, así que sé que sólo está gastando el tiempo.
Me escucha, pero no voltea a verme. Camino hacia la cocina, pero no me mira. Sólo continúa
agitando la sopa, esperando a que le dé la noticia.

No puedo. Abro la boca tres veces, pero no puedo encontrar las malditas palabras para decirle.
Presiono mi nuca y la veo por un momento, esperando que me mire. Cuando ella se rehúsa a
verme y yo no puedo encontrar las palabras para hablar, acorto la distancia entre nosotros.
Envuelvo mis brazos sobre ella desde atrás y la atraigo a mi pecho. Ella deja de revolver y aprieta
mis brazos que están envueltos alrededor de ella. Puedo sentir cómo todo su cuerpo comienza a
temblar con sus ligeros sollozos. Mi silencio es toda la confirmación que necesitaba. Todo lo que
puedo hacer es mantenerla más cerca y coloco un beso en su cabello.

“Te amo, Sloan,” susurro.

Se voltea y presiona su cara contra mi pecho mientras llora. Cierro los ojos y la sostengo.

Así no es como esto debe de ser. Así no es como una chica se debería de sentir cuando se entera
de que va a ser mamá. Y me siento un tanto responsable de su tristeza.

Sé que tendremos tiempo para hablar de esto después. Tendremos tiempo de discutir todas las
opciones, pero justo ahora sólo me enfoco en ella porque no tengo idea de lo increíblemente
difícil que esto debe de ser para ella.

“Lo siento tanto, Luke,” dice contra mi pecho.


La aprieto más fuerte, confundido por no saber por qué se está disculpando. “¿Por qué dices eso?
No tienes nada por qué disculparte.”

Ella levanta su cabeza, agitándola, mirándome. “No necesitas este estrés. Estás haciendo todo lo
que puedes para mantenernos a salvo y ahora vengo y lo hago aún peor.” Se aleja de mí y toma la
maldita cuchara y comienza a revolver otra vez. “No voy a hacerte pasar por esto,” dice. “No voy a
hacer que me veas llevar a un bebé que ni siquiera sabes si es tuyo o no. No es justo para ti.” Baja
la cuchara y toma una servilleta, frotándola sobre sus ojos. Se voltea y me mira, con su cara llena
de vergüenza. “Lo siento. Puedo…” Ella traga como si las siguientes palabras fueran muy difíciles
de decir para ella. “Puedo llamar mañana y ver qué es lo que necesito para hacerlo… Para hacer un
aborto.”

Sólo la miro, absorbiendo sus palabras.

¿Ella se está disculpando conmigo?

¿Piensa que yo soy el que está estresado por esto?

Doy un paso hacia adelante y paso mis manos por el aire, levantando su mirada hacia la mía. Otra
lágrima empieza a caer por su mejilla, así que la limpio con mi pulgar. “Si hay alguna manera de
que podamos averiguar que este bebé sea mío, ¿querrías tenerlo?”

Ella hace una mueca, y luego se encoje de hombros. Y luego asiente. “Por supuesto que lo haría,
Luke. El tiempo es una mierda, pero no es culpa del bebé.”

Tanto como quiero envolver mis brazos sobre ella en este segundo, tomo su cara en mis manos. “Y
si supieras justo ahora que este bebé es de Asa, ¿querrías tenerlo?”

No responde por un momento. Pero luego niega con su cabeza. “No te podría hacer eso, Luke. No
sería justo para ti.”

“No estoy preguntando sobre mí,” digo con voz firme. “Te estoy preguntando a ti. Si supieras que
es el bebé de Asa, ¿lo tendrías?”

Otra lágrima cae y dejo que baje por su mejilla. “Es un bebé, Luke,” dice tranquilamente. “Es un
bebé inocente. Pero como dije, no te haría eso.”

La jalo hacia mí y beso un lado de su cabeza y la sostengo ahí por un momento. Cuando encuentro
las palabras que le quiero decir, la alejo y la fuerzo a verme otra vez. “Estoy enamorado de ti,
Sloan. Locamente enamorado de ti. Y este bebé creciendo dentro de ti es mitad tú. ¿Tienes idea de
lo suertudo que me sentiría si me permitieras amar algo que es parte de ti?” Bajo mi palma a su
estómago y la mantengo ahí. “Este bebé es mío, Sloan. Es tuyo. Es nuestro. Y si tu decisión es criar
a este bebé, entonces voy a ser el maldito mejor padre que alguna vez caminó sobre la tierra. Lo
prometo.”

Inmediatamente lleva sus manos a su cara y comienza a llorar. Llora más fuerte de lo que alguna
vez la he visto llorar. La levanto y la llevo a nuestra habitación donde la coloco otra vez en la cama.
La abrazo y espero a que sus lágrimas terminen. Después de varios minutos, el cuarto se queda en
silencio otra vez.
Ahora está descansando con su cabeza contra mi pecho, su brazo envuelto alrededor de mí.
“¿Luke?” Levanta su cabeza y me mira. “Tú eres el mejor tipo de humano que hay. Y te amo tanto,
tanto.”

La beso. Dos veces. Y luego bajo mi cabeza a su estómago, levanto su blusa y beso su piel. Y sonrío,
porque me está dando algo que nunca supe siquiera que quería. Y tanto como quiero que este
bebé sea mío y no de Asa por el amor de Sloan, eso de verdad no importa. No importará porque
este bebé es parte de la persona que más quiero sobre todas las cosas. ¿Qué tan suertudo soy?

Se ríe, fuerte, y su sonrisa es inmensa. “Bueno una victoria no sería una victoria si un cuarto vacío
se llena de calcetas sucias mientras la tarta de Navidad está rancia.”*

Nuestro bebé va a tener a los papás más extraños en todo el mundo.

*Se refiere a que la victoria no le supo a gloria porque las cosas no salieron precisamente como
querían.

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