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¿Qué es la fisura submucosa?

La fisura submucosa (FSm) es la unión anormal de los músculos


palatinos, con las mucosas nasal y oral intactas. Es una forma de
fisura de paladar posterior y su incidencia es de 1 en 1.200.1
Se clasifica en clásica y oculta.
La tríada clásica se compone por: úvula bífida, zona traslúcida en
línea media palatina por diastasis de los músculos del velo del paladar
y una muesca en el paladar óseo. La manifestación clínica es la
insuficiencia velofaríngea (IVF). La variante oculta, como su nombre lo
indica, se hace evidente sólo a través de la insuficiencia velofaríngea.
La IVF es la falla de cierre en el esfínter formado por el paladar y la
faringe. Puede generar:
- trastornos en la deglución con presencia de leche en narinas durante
la alimentación, inmediatamente después de ella o lentitud para tomar
el biberón (más de 40 minutos),
- trastornos en el habla con hipernasalidad,
- trastornos en la audición con otitis a repetición u otitis serosa que
puede derivar en hipoacusia, con dificultad en la adaptación social y
en el aprendizaje, porque el niño no escucha bien o no es entendido
cuando habla.
Hay pacientes con fisura submucosa sin insuficiencia velofaríngea.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
La fisura submucosa clásica se diagnostica durante el examen clínico
con:
- la observación directa el paladar para ver si existe úvula bífida, úvula
ancha o con ranura central y si en la línea media palatina hay una
zona traslúcida,
- la palpación del velo para confirmar la falta de unión muscular
central,
- la emisión de la vocal “a”, en niños mayores, para evidenciar la
diastasis muscular.
La FSm puede presentarse en forma aislada o como una
manifestación más en un paciente con otras malformaciones. La
mayoría de los síndromes que se asocian a FSm tienen mucho
compromiso del fenotipo, con lo cual el pediatra puede advertir que
está frente a un paciente más complejo; pero hay dos síndromes que,
por presentar pocas anomalías asociadas, pueden asumirse como
FSm aislada y ser subdiagnosticados.
Estos son el síndrome de Van der Woude que puede presentar sólo
fóveas, depresiones o fístulas de labio inferior3 con FSm o sin ella y el
síndrome velocardiofacial, donde hay un 20% de pacientes sin
cardiopatía que muestran solamente insuficiencia velofaríngea y
dismorfias faciales leves.
Ante la sospecha de FSm se confirma la IVF con estudios
complementarios:
- videofluoroscopia, estudio radioscópico que tiñe las estructuras
nasoorofaríngeas y puede realizarse en todas las edades;
- nasofaringoscopia, visión endoscópica de las estructuras
mencionadas que requiere de la colaboración del paciente.
Un Pediatra ante la confirmación de la fisura se debe recomendar:
- que los lactantes sean alimentados con lactancia específica y/o
artificial con tetinas comunes en posición semierecta y que luego
permanezcan en esa posición 30 minutos o más;
- controles periódicos de los oídos con otoscopia neumática;
- evaluación fonoaudiológica a partir de los 6 meses.
Cuando se plantea una adenoidectomía en pacientes con FSm, el
pediatra debe advertir que la IVF puede aparecer o agravarse.
En aquellos pacientes con IVF interconsultará al cirujano plástico,
quien reconstruirá el esfínter velofaríngeo y derivará a rehabilitación
fonaudiológica posoperatoria, para completar el manejo
interdisciplinario que requieren estos niños.

Fisura submucosa del paladar:


En esta malformación congénita, el paladar óseo no se ha unido con la
línea media, pero sí la mucosa que la recubre.
Cuando se intenta elevar el velo se produce un ensanchamiento y
aplanamiento de éste con limitación del movimiento hacia arriba y
hacia abajo. La acción de los elevadores del paladar es inadecuada.
Síntomas más frecuentes:
- En los primeros días de nacer hay reflujo de leche por las fosas
nasales.
- Los niños comienzan a hablar muy tarde, y cuando lo hacen, no se
les entiende.
- Existe una rinofonía abierta y la articulación es muy semejante a la
clásica fisura del paladar.
- Se pueden observar anomalías dentarias.
- La incidencia de la sordera es mayor en las fisuras submucosas que
en las fisuras palatinas.
- En la inspección se puede observar la existencia de una úvula bífida.

La disglosia palatina es la alteración de la articulación de los fonemas


causada por alteraciones del paladar y del velo del paladar.
Desde el punto de vista anatómico, nombraremos la fisura palatina,
malformación bastante frecuente, y la fisura submucosa, el paladar
corto y otras anomalías más raras, las parálisis funcionales y los
traumatismos que afectan a la región del paladar.

La fisura palatina es la malformación congénita en la cual las dos


mitades del paladar no se unen en la línea media. La fisura puede
abarcar el velo del paladar, el paladar óseo y la apófisis alveolar del
maxilar superior. En la mitad de los casos se asocia a la fisura palatina
la del labio superior, malformación llamada labio leporino.

Esfínter nasofaríngeo: Al examinar la cavidad bucal se observa el


paladar dividido por una hendidura más o menos larga que se extiende
desde la úvula bífida hacia adelante.
Otras anomalías:
Fogh-Andersen en un estudio de 1013 pacientes con fisura del labio o
paladar encuentra otra anomalía en más del 10%. En algunos niños
hay más de tres anomalías simultáneas.
Sklik menciona que el 15% de los fisurados presenta otra anomalía,
comicrocefalia, opacidad craneal, atrofia óptica, caída del párpado,
atresia de coanas, estenosis traqueal, anomalías cardíacas, genitales,
en extremidades, etc.
Fisura submucosa del paladar: En esta malformación congénita, el
paladar óseo no se ha unido con la línea media, pero sí la mucosa que
la recubre.
Cuando se intenta elevar el velo se produce un ensanchamiento y
aplanamiento de éste con limitación del movimiento hacia arriba y
hacia abajo. La acción de los elevadores del paladar es inadecuada.
Otras malformaciones: -Paladar corto. -úvula bífida. -velo largo.
Paladar Ojival. -Perforaciones. --Ausencia de pilares. -Torus palatinus.

Malformación de la úvula.

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