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La amplitud adquirida en nuestro conocimiento sobre locación de los tejidos blandos (piel, músculo y
la fisiopatologı́a de las lı́neas faciales, arrugas y surcos, ha grasa). A la inversa, los cambios cualitativos pre-
ampliado las opciones de tratamiento en una gran va-
riedad de defectos cosméticos faciales. La persistencia o cisarán un refuerzo de los tejidos blandos, medi-
recidiva de ciertas arrugas faciales confirma la escasez de ante técnicas mecánicas (dermabrasión), exfolia-
un pleno conocimiento de su origen. Los surcos de la zona ción quı́mica o mediante el láser o bien
glabelar de la frente (lı́neas del entrecejo) y las arrugas de mediante el aumento en una determinada zona
la zona del canto externo del ojo (“patas de gallo”) han
sido las lı́neas más populares que han demostrado ser, de
del tejido blando. Recientemente, se ha focal-
forma caracterı́stica, el resultado de la hipercinesia mus- izado la prevención mediante la protección solar,
cular local, pudiendo, algunas veces, obtener su elimina- los cuidados de la piel y una nutrición equili-
ción adecuadamente, desde el uso de la quimiodenerva- brada, ası́ como otros factores de riesgo entre los
ción hasta las substancias de relleno de los tejidos blandos, que se incluyen los componentes dinámicos e
pasando por el resurfacing cutáneo o la exéresis quirúrgica.
Los procedimientos en cirugı́a estética que no alcanzan hiperfuncionales de las arrugas faciales.
unos resultados satisfactorios, pueden ser debidos a un Los movimientos musculares faciales a largo
fallo en la consideración de otros factores causales entre plazo o hiperdinámicos (hipercinéticos, hiper-
los que incluimos la actividad hipercinética o dinámica funcionales) parecen contribuir en la etiologı́a
muscular, la cual puede contribuir en la etiologı́a de los
cambios visibles de los tejidos blandos y a una deficiencia
de la mayorı́a de las indeseables arrugas y sur-
en la durabilidad de los efectos obtenidos tras la cirugı́a. cos faciales. Fueron Pierard y Lapiere,1 quienes
La quimiodenervación mediante la toxina botulı́nica tipo establecieron por primera vez, tras sus obser-
A (Botox) ha demostrado ser útil, tanto en el tratamiento vaciones de microanatomı́a realizadas en cadá-
primario de determinadas arrugas faciales, ası́ como co- veres, el supuesto de que las arrugas faciales se
adyuvante en una serie de procedimientos estéticos facia-
les aplicados con el fin de obtener unos óptimos resulta- generaban, en parte, por la acción muscular.
dos. (Plast. Reconstr. Surg. 114 (Suppl.): 48S, 2004.) Se ha demostrado que la denervación focal de
determinados músculos faciales, mejora en
conjunto el aspecto facial, no solamente de-
Si diferenciamos en primer lugar, de forma bido a la eliminación temporal de las arrugas,
cuantitativa y cualitativa, los diversos cambios si no también al mejorar los cambios en la
acaecidos en los tejidos blandos faciales (a través malposición de los tejidos blandos externos y
de la valoración y del diagnóstico de la naturaleza posiblemente los resultados de determinados
de la patologı́a) se nos dará la posibilidad de procedimientos de cirugı́a estética facial que se
establecer un enfoque lógico en el rejuvenec- plantean en la actualidad.
imiento facial. Clásicamente, los cambios cuanti- El interés en la quimiodenervación y concre-
tativos y por malposición, han sido tributarios de tamente el uso de la toxina botulı́nica como
un tratamiento quirúrgico: la escisión o la reco- agente terapéutico aplicado para el debilita-
Del Centro de Cirugı́a Plástica Oftalmológica de Boca Raton. Recibido para su publicación el 1 de Septiembre de 1998; revisado el 27 de
Octubre de 1998.
El original ha sido publicado en la Plastic and Reconstructive Surgery en Febrero de 1999 (Plast. Reconstr. Surg. 103: 701, 1999).
DOI: 10.1097/01.PRS.0000124403.17493.0F
48S
Vol. 114, No. 5 Suplemento / EL USO DEL BOTOX EN CIRUGÍA ESTÉTICA FACIAL 49S
miento de determinados músculos esqueléticos del VII par craneal) en aquellos pacientes con
se remonta a los años veinte. Casi 30 años 12 años o más. A pesar de no estar aceptado
después, el oftalmólogo pediátrico Dr. Alan todavı́a por la FDA, concretamente en estos
Scott, en colaboración con el Dr. Edward J. casos, existen muchas experiencias en la uti-
Schantz2 prepararon toxina cristalizada, utilizada lización de varias aplicaciones clı́nicas de la
mediante inyección, con el fin de determinar su toxina botulı́nica, entre las que se incluyen el
efectividad en una debilitación temporal de los tratamiento del bruxismo, la tartamudez, la
músculos extraoculares consiguiendo, de esta rigidez muscular dolorosa, los dolores lumbo-
forma, cambios permanentes en la alineación sacros y de la espalda, las radiculopatı́as con
ocular.3 Ello fue la fuente de la toxina botulı́nica espasmos musculares secundarios, la vesı́cula
Tipo A hasta 1997, en que se comercializó como espástica, la acalasia, determinados temblores,
substancia ya preparada, el Botox (Allergan, Inc., tics involuntarios,8 dolores de cabeza tensiona-
Irvine, Calif.). Tras varios años de experimenta-
les, parálisis neuromuscular, entropion espás-
ción con este producto, finalmente se agotaron
tico del párpado inferior, regeneración aber-
las muestras, reformulándose nuevamente el Bo-
rante del nervio facial (tras parálisis de Bell,
tox tal y como se usa actualmente en todo el
mundo. etc.), nistagmus adquiridos, patologı́a corneal
Las toxinas del Clostridium botulinum se y tratamiento de la ambliopı́a junto con los
clasifican en ocho exotoxinas diferenciables efectos producidos por la oclusión4 y en cirugı́a
inmunológicamente entre sı́.4 La toxina del reconstructiva periorbitaria.
Tipo A es la que se obtiene de los cultivos Varios médicos experimentados han com-
con mayor facilidad y fue la primera que se probado la mejorı́a de las arrugas faciales en
consiguió en forma altamente purificada, es- aquellos pacientes que recibieron tratamientos
table y cristalizada. Su principal efecto en la con Botox ante una serie de trastornos faciales
parálisis muscular es debido a la inhibición espásticos (Fig. 1). Este descubrimiento, unido
en la liberación de acetilcolina a nivel de la al inicio de una mejor comprensión de las
placa muscular. El efecto paralizante de la bases anatómicas de varias arrugas de expre-
toxina se relaciona en función de la dosis, sión faciales, condujo al establecimiento de un
presentándose completamente a los 5–7 dı́as posible beneficio de la quimiodenervación
tras la inyección.5 El músculo denervado pre- aplicada a determinadas arrugas faciales.
senta histopatológicamente una atrofia del El tratamiento de las arrugas glabelares del
mismo y un cierto grado de cambios de entrecejo (Fig. 2) disfruta de una atención
desmielinización a nivel de la porción termi- prioritaria debido a la experiencia obtenida
nal nerviosa.4 La aparición de brotes axon- en los pacientes tratados de blefarospasmo
ales nerviosos, parecen ser una respuesta ha- esencial benigno, a los cuales se les aplicó
bitual a la quimiodenervación,6 pudiendo una inyección de toxina en la zona del en-
ocasionar una disminución de la real atrofia trecejo (corrugadores). Otra punto clave de
muscular clı́nica (y por consiguiente de los arrugas hipercinéticas que ha obtenido rápi-
efectos beneficiosos a largo plazo en deter- damente popularidad ha sido el tratamiento
minadas zonas). El estudio electromiográfico de las arrugas de la zona cantal externa (“pa-
de fibras aisladas demuestra una transmisión
tas de gallo”) ası́ como de los surcos horizon-
neuromuscular anormal en aquellos múscu-
tales de la frente. Recientemente, las aplica-
los situados en posición distal al punto de
inyección, a pesar de la ausencia de un de- ciones de la toxina se han extendido a la
bilitamiento clı́nico, lo cual indica que la asimetrı́a congénita o traumática facial, 10
difusión de la toxina puede ser significativa a asimetrı́a postquirúrgica de las cejas (incluy-
dosis mayores.5 Estos efectos y observaciones, endo las disquinesias) y a la parálisis facial,
respaldados por algunos buenos estudios ex- hipertrofia del m. orbicularis (en los párpados
perimentales, proporcionan un protocolo inferiores), arru-gas periorales, arrugas por
racionalizado en el uso del Botox en una hipermotilidad en la zona mediofacial, mal-
serie de trastornos. posición de los tejidos blandos y como trata-
En la actualidad, el Botox se acepta en el miento coadyuvante al lifting endoscópico de
tratamiento del estrabismo y del blé- la frente, resurfacing de la piel mediante el
farosplasmo asociado a distonı́as (incluyendo láser y agentes inyectados con el propósito de
el bléfarospasmo esencial benigno o trastornos un aumento de los tejidos blandos.11–13
50S PLASTIC AND RECONSTRUCTIVE SURGERY, Suplemento 2004
FIG. 7. (Arriba) Antes de ser tratada mediante el Botox a FIG. 8. (Arriba) Antes de ser tratada mediante el Botox a
nivel de las arrugas cantales externas. (Abajo) Una semana nivel de las arrugas frontales. Los puntos rojos indican los
tras la inyección de Botox a nivel del canto externo, tal y como puntos aproximados de inyección en esta paciente. Una se-
se indica en las Figuras 4 y 6. mana tras la inyección de Botox a nivel de la frente. Nótese
la ligera ptosis de las cejas consecuencia de este tratamiento.
mı́nima morbilidad y aparición de efectos co-
laterales. Antes de la aplicación del Botox, de- utilizo ningún monitor por electromiografı́a,
berá advertirse a los pacientes la conveniencia ya que lo encuentro incómodo e innecesario.
de suspender la ingesta de aspirinas o de cual- Sin embargo, la utilización del electromiógrafo
quier producto que favorezca el sangrado, de puede ser útil a tı́tulo de orientación general,
una forma similar a las instrucciones que se cuando uno inicia la quimiodenervación. Gran
dan a los pacientes que deben someterse a una cantidad de trabajos relativos a la aplicación
intervención quirúrgica. Esto, sin embargo, no cosmética de la toxina botulı́nica A describen e
es una condición indispensable, pero puede ilustran mediante figuras los puntos de inyec-
reducir e incluso eliminar las equimosis facia- ción en las arrugas que deben ser tratadas, más
les que podrı́an durar incluso semanas. En el que en los músculos tributarios del tratamiento
supuesto de que no aparezca equimosis alguna y que ocasionan las citadas arrugas.15 Las zonas
o bien que ésta sea mı́nima, los pacientes po- de la piel y los lugares de las inyecciones even-
drán reincorporarse al trabajo una hora tuales de toxina, pueden situarse sobre el su-
después de ser inyectados, pasando totalmente puesto vientre muscular o sobre la masa del
desapercibidos. mismo en aquellos músculos de la mı́mica fa-
Una vez colocada la toxina en una jeringa de cial responsables y no en el punto tı́pico de la
1 cc. con la aguja de 18G, ésta se substituirá por máxima depresión cutánea que en ocasiones
otra de 30G, corta. La utilización de anestesia puede estar situado a relativa distancia del
local es innecesaria teniendo incluso una con- músculo responsable. En el caso de músculos
traindicación relativa. Podrá aplicarse alcohol más anchos, o que se hallan ubicados en posi-
en el punto de inyección, pero deberá cuidarse ción más profunda, como es el caso del m.
en secarlo completamente antes de inyectar, corrugator supercilii se acostumbra, y es más efi-
con el fin de evitar cualquier efecto del mismo caz, el inyectar la toxina por debajo del mús-
sobre una toxina tan lábil. Personalmente, no culo frontal o del orbicular o bien directa-
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mente en el vientre de este músculo concreto. cerus), responderán de forma satisfactoria a
Generalmente, la colocación de cuatro o cinco una inyección más superficial y subcutánea de
puntos de inyección (Fig. 4), con una dosis Botox (Fig. 6).
total que oscila entre 2.5 a 5 U por punto de A diferencia de los demás amplios músculos
inyección, son suficientes al tratar de eliminar de la mı́mica facial que requieren contacto
la tonicidad muscular e impedir la contracción directo con la toxina, preferentemente en la
voluntaria de los m. corrugadores (Fig. 2). Una masa muscular, necesitando que se inyecte di-
aplicación más superficial, podrá ser efectiva rectamente en el interior del músculo, en el
en los músculos situados más superficialmente, músculo orbicular, relativamente delgado, pa-
pero no se conseguirá completamente el rece ser suficiente la inyección de la toxina en
efecto deseado. La familiarización que se tenga el tejido celular subcutáneo que se encuentra
con la correspondiente anatomı́a de los tejidos por encima del mismo, para poder obtener un
blandos faciales y la observación de los efectos efecto satisfactorio. Este hecho, no solamente
dérmicos y musculares que sobre las arrugas reduce la probabilidad de una evidente
formadas se evidencien al pedirle al paciente equimosis sino que, por otra parte, el efecto de
que frunza el ceño, nos facilitarán todo el pro- la inyección podrá mantenerse, al no reducirse
ceso. He observado que es útil el aislar el área por un potencial sangrado. Además, la inyec-
a tratar mediante la colocación del pulgar de la ción en el espacio subcutáneo, permite siem-
mano no dominante entre la ceja y el reborde pre una mayor difusión en la zona elegida del
orbitario superior (Fig. 5). Ello nos servirá para músculo, proporcionando una barrera de se-
estabilizar la cabeza del paciente y localizar la guridad respecto a las estructuras que se sitúan
zona a tratar, orientando al profesional sobre por debajo del mismo, en profundidad. Para
la localización del orificio supraorbitario y del las arrugas del canto externo (“patas de
paquete neurovascular, e impidiendo una gallo”), serán suficientes tres o cuatro inyeccio-
inyección accidental en la órbita. La aguja se nes, teniendo especial cuidado en no incidir
introducirá en el supuesto nivel de la masa sobre la zona pretarsal del m. orbicular, tanto
muscular de los m. corrugadores, inyectándose en el párpado superior como en el inferior
acto seguido la toxina. El m. orbicularis, más (Fig. 7). Esto se complementará mediante una
delgado (y eventualmente también el m. pro- inyección directa en la inserción temporal del
FIG. 12. (Izquierda) A esta paciente se le practicó, varios años antes, un lifting de la zona central
de la cara y de las mejillas, pero deseaba mejorar la apariencia de las mejillas y de las arrugas
cantales al sonreı́r. (Derecha) Tras ser tratada con Botox a nivel del canto externo y en la zona
proximal del m. zigomático mayor. Ello disminuirá el efecto de agrupación de piel a nivel del
párpado inferior y mejilla y atenuará las arrugas del canto externo, disminuyendo asimismo la
profundidad del surco nasolabial.
FIG. 16. (Izquierda) Paciente antes de una blefaroplastia palpebral completa, lifting frontal,
resurfacing de la piel cantal externa y de los párpados inferiores mediante láser de CO2 y
suspensión lateral del retináculo. Una semana antes de la intervención, se le administró Botox
en la zona cantal externa, ampliándose a la zona subciliar externa. Asimismo, se realizó una
suspensión retinacular lateral, que eliminó la malposición del párpado inferior. El Botox uti-
lizado en el canto externo sirve para una multitud de propósitos, entre los que se incluyen
mejorı́a del resurfacing cantal externo, mejorı́a en la elevación de las cejas al minimizar el efecto
de los m. depresores de la cola de la ceja (porción orbitaria externa del m. orbicularis oculi) y
reducción de los efectos indeseables que este músculo puede ejercer sobre la integridad de la
cantoplastia.
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