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Es fundamentalmente aquella corriente arquitectónica que pone el foco en adaptar los edificios a las condiciones

climáticas del entorno donde se ubica, así como al aprovechamiento de las energías “in situ” con el fin de minimizar la
demanda y el consumo energético, respetando las necesidades de confort de sus usuarios. Así considera que los
edificios están compuestos de sistemas pasivos y sistemas activos.

De forma resumida diríamos que los sistemas pasivos son aquellos sistemas utilizados en los edificios para satisfacer
las demandas de confort de sus usuarios sin necesidad de uso adicional de energía, como, por ejemplo, la propia
envolvente (muros, cubierta, huecos…). Mientras que los sistemas activos son aquellos destinados a cubrir aquellas
necesidades que no alcanzan los sistemas pasivos pero haciendo uso de energía adicional para su funcionamiento,
como, por ejemplo, los sistemas de climatización

Dicho todo esto, ¿cuáles serían las medidas de ahorro pasivas más destacadas para los zonas climáticas o estaciones
cálidas?

El aislamiento: la primera medida de ahorro energético consiste en aislar el interior de los edificios separándolo de las
condiciones alcanzadas en el exterior. La envolvente del edificio es fundamentalmente el primer sistema bioclimático
que se plantea, pero para su optimización hay que prestar atención a los huecos, los puentes térmicos, etc., y, en
especial al aislamiento, haciendo hincapié en aquellos materiales con mejor resistencia térmica.

Orientación de la vivienda. En el hemisferio norte lo más habitual es orientar la vivienda hacia el sur buscando los
aportes energéticos durante la estación de invierno. Sin embargo, eso supone asumir mayores cargas durante la
temporada estival, por lo que algunas MAEs adicionales podrían ser poner elementos de protección pasivos contra la
radiación directa como voladizos, porches, pérgolas, etc.

Uso de colores claros. Es enormemente importante el uso de pinturas o materiales reflectantes térmicos en la
cubierta o fachada del edificio. Según los expertos, un tejado color claro comparado con uno oscuro puede reducir la
ganancia de calor entre un 25%-35%.

La ventilación. Es otra técnica clásicamente utilizada en las viviendas tradicionales. La ventilación es clave para
renovar el aire de los edificios, pero se debe reducir a lo mínimamente necesario. Para conseguirlo, lo eficaz será
ventilar únicamente durante la noche. La ventilación cruzada es la técnica más eficaz para la refrigeración usando
sistemas pasivos. Pero también está la ventilación convectiva, en la que el aire caliente asciende a las partes más altas
de la casa, siendo reemplazado por aire más frío, procedente de un patio fresco, un sótano, tubos enterrados en el
suelo, etc., y la ventilación convectiva en desván (disponer de un espacio tapón entre el último piso y el tejado para
reducir la transferencia de calor).

La compacidad. Uno de los factores puramente pasivos, que afectan al consumo energético, es la forma del edificio.
Cuanto más compacto es el edificio y tiene menos huecos, mucho mejor. Así lo recomendable en términos
energéticos es que tenga una forma compacta sin numerosos huecos, entrantes y salientes. Y la altura también
influye a la hora de ventilar.

Existen más soluciones, quizá más novedosas pero que también ayudan a reducir los consumos durante la temporada
cálida o en los climas cálidos, como:
Fachadas o cubiertas vegetales. Consiste en hacer uso de cubiertas o fachadas ecológicas o verdes como elementos
constructivos de la envolvente del edificio.

Doble fachada o muros trombe. Consiste en crear una segunda capa sobre el muro de la edificación, creando una
cámara con corriente de flujo de aire.

Materiales. Se basa en hacer uso de aquellos materiales proporcionados por el entorno y que requieran poca energía
en su transformación o para su fabricación. Es decir, menor huella de carbono.

Integración de energías renovables. Las fuentes de energía más conocidas serían: la energía solar fotovoltaica, la
energía solar térmica, la eólica, la aerotérmica o la geotérmica.

Sistemas pasivos

Vegetación

Se puede provocar sombreado sobre fachadas a través de plantas de hoja caduca. De esta forma, en verano provocan
sombra mientras que en invierno dejan pasar la radiación.

Inercia térmica

Para calentar de forma diferida (por la noche), los cerramientos y enseres se puede acumular calor durante el día
para cederlo durante la noche.

Para enfriar de forma diferida (por el día), los cerramientos y enseres pueden enfriarse a través de un sistema de
ventilación natural nocturna si el clima lo permite de forma que al día siguiente, éstos vuelvan a acumular la energía
del local reduciendo su temperatura.

Sistemas activos

Orientación del edificio

Cerramientos con cambio de fase

Lamas orientables

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