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INGENIERÍA EN ENERGÍAS RENOVABLES

IERN – 2019 – 2023

Refrigeración y Aire Acondicionado

Investigación

QUE PRESENTA

Keving Martínez Cartas

19888021

Grupo y Semestre: 6.-I

Ing. HARBEY ELIUD NANDUCA NOLASCO

CINTALAPA DE FIGUEROA, CHIAPAS, 16 DE MAYO DEL 2022


Introducción
La arquitectura bioclimática, la construcción vernácula, las casas pasivas no hacen
otra cosa que tratar de aprovechar al máximo las formas y componentes del
edificio, y las condiciones naturales que los rodean, para conseguir el confort con
el mínimo (o nulo) aporte de energía “activa”. De esta manera, las protecciones
solares evitan que las estancias se caldeen hasta el punto de necesitar
climatización. Un simple alero o toldo de suficiente longitud impide la entrada
directa de los rayos de sol a través de las ventanas. Los emparrados, celosías y
contraventanas mantienen la casa fresca protegiendo del sol, pero permitiendo la
circulación del aire en las horas más calurosas.
Las paredes claras reflejan más los rayos solares y no se calientan tanto. La
presencia de agua (en una fuente, en un pequeño estanque, en una charca…)
refresca el ambiente ya que el agua, al evaporarse, absorbe energía (temperatura)
del ambiente. Un patio interior sombreado, con vegetación y agua, genera
corrientes de aire fresco de manera natura. Todas estas son soluciones
tradicionales, basadas en el sentido común y la experiencia, que han sido
abandonadas. No obstante, continuan siendo estrategias válidas que realmente
contribuyen a prescindir totalmente o en buena parte del consumo energía activa y
hacer más habitables las viviendas, como han hecho durante siglos.
ACONDICIONAMIENTO DE AIRE UTILIZANDO FUENTES
BIOLÓGICAS
Es bien sabido la necesidad cada vez más imperiosa de utilizar sistemas de
acondicionamiento de aire que sean amables con el medio ambiente; es decir, que
no emitan elementos dañinos a la capa de ozono, ni que sean contaminantes; más
aún, se requieren equipos que tengan un consumo óptimo de energía, además de
ser silenciosos. En los últimos años, se agrega un nuevo requerimiento: que sean
agradables a la vista de las personas, sobre todo si hablamos de equipos
residenciales.

Muchas de las demandas para estos equipos se han intentado cubrir con los
avances tecnológicos, tenemos en el mercado sistemas muy eficientes
energéticamente, con refrigerantes alternos que no dañan la capa de ozono y
además de tamaño compacto y con muy poca emisión de ruido. Sin embargo,
muchos de estos equipos emplean una fuente de energía que finalmente se basan
en recursos no renovables como los derivados del petróleo y a la vista aún no son
agradables para muchas personas, sobre todo en los equipos residenciales.

En este sentido, hace poco tiempo aparecieron sistemas de varias marcas (una de
ellas es LG con su línea “Art Cool”) que se preocupan por dar a los usuarios de los
sistemas residenciales no sólo un producto eficiente y que cumpla con la
normatividad vigente, sino además que sea un elemento de decoración.

Estas marcas cuentan con varios tipos, incluso aquellos que simulan una pintura
en la pared de algún artista famoso, o un sistema de iluminación en el techo o
simplemente una pieza decorativa genérica. Y todo esto para varios estilos de
decoración. (Refrigeración ecológica, 2014)

A esto hay que añadir que las plantas de potencia tienen una capacidad limitada
como se pudo comprobar de una manera dramática durante la ola de calor del
2003 en Europa. El inusitado incremento de sistemas de aire acondicionado
produjo una fuerte carga para la red eléctrica en muchos países.
Lo anterior hace especialmente atractivos los sistemas de aire acondicionado
activados por Energía Solar. Estos sistemas funcionan mediante el “Ciclo de
absorción, generación y bomba de calor”. La ventaja principal de este ciclo con
respecto al ciclo de compresión de vapor consiste en el reemplazo del compresor
por una bomba que requiere mucho menos energía para llevar a cabo un mismo
cambio de presión. Por otro lado, el ciclo necesita de una fuente de calor para su
funcionamiento que puede ser el sol (en lugar de gas natural).

Desde el punto de vista arquitectónico, hay que disponer de un lugar adecuado


para colocar los colectores solares y los sistemas de almacenamiento. Los
primeros se colocan generalmente en el techo y los segundos pueden esconderse
en el sótano o en algún lugar bajo tierra. Por ello, los sistemas de aire
acondicionado pueden hacerse casi invisibles si se usan tecnologías de
conservación de energía. De hecho, ahora se pueden hacer construcciones de
consumo energético “casi-cero” como lo hizo la compañía “Ideal Homes” en
Oklahoma, Estados Unidos con lo que se requieren métodos efectivos de
aislamiento térmico de las paredes exteriores y del techo, ventanas de doble
cristal y de baja emisividad que casi no pierden energía por radiación y de
selladores adecuados que no permitan el intercambio no controlado de aire entre
el interior y el exterior de la construcción. Usando estos selladores se tiene tan
sólo un 5 % de fugas hacia el exterior comparado con un 20 o 25 % que se tiene
en los sistemas convencionales. Si se usan, además, conductos flexibles para el
aire acondicionado tendremos menos ruido que en los sistemas convencionales y
los conductos podrán esconderse mejor.

Gracias al uso de este tipo de ventiladores se puede balancear, de una mejor


manera, las presiones en los conductos del sistema. Si a esto añadimos el uso de
sistemas fotovoltaicos tendremos una casa, o edificio, que, en ocasiones,
producirá más energía de la que consume.

Si se pudiera unir el concepto de un sistema de acondicionamiento de aire con


base en la energía solar como fuente y que fuera estéticamente agradable para
los usuarios, seguramente se tendría un gran éxito comercial, además de estar en
mejor relación con la naturaleza. Y es que, como dicen los que saben sobre la
satisfacción del cliente: un producto o servicio no tiene porqué hacer sentir mal a
un consumidor; es más, si además de resolverle su necesidad primaria lo haces
sentir bien, mucho mejor.

Los principales dispositivos que encontramos en el ámbito del aire acondicionado


doméstico o industrial son:
 Acondicionadores monoblock, split o multi-split para uso doméstico;
 Bombas de calor domésticas;
 Centrales de tratamiento del aire para ambientes medianos y
grandes;
 Unidades rooftop, unidades de tratamiento de aire para pequeños
ambientes;
 Unidades shelter de acondicionamiento para armarios de telefonía;
Los acondicionadores domésticos, por ejemplo, toman el aire principalmente de un
ambiente en circuito cerrado.  El enfriamiento provoca también una
deshumectación ya que parte de la humedad del aire se condensa dentro del
acondicionador (en forma de gotitas), se recoge y conduce al exterior por medio
de tuberías de goma.
Las unidades de control preciso, por el contrario, al estar dedicadas a ambientes
críticos donde están los servidores o los equipos de telefonía, deben ocuparse de
gestionar la temperatura y la humedad en rangos muy limitados, efectuando por lo
tanto no sólo el enfriamiento y la deshumectación sino también la corrección
precisa de la temperatura y la humedad por medio del uso de resistencias
eléctricas de calefacción y humidificadores.
Las unidades de tratamiento de aire más complejas comprenden todas las
funcionalidades anteriores solo que identificadas por secciones separadas.  
En los chiller lo que se trata por el contrario es el agua, refrigerada a temperaturas
cercanas a los 0ºC (incluso más bajas si se mezclan con antihielo) o calentada por
medio de la inversión del ciclo frigorífico.
 
Mientras que las funciones de ventilación, filtrado, mezcla y a menudo
calentamiento son gestionadas por medio de componentes relativamente sencillos
(ventiladores, filtros compuertas y resistencias eléctricas o calderas
respectivamente), las funciones más complejas de gestionar son desarrolladas por
sistemas más complejos como los circuitos frigoríficos y los humidificadores (ver
"CREAR FRÍO Y CALOR" y la sección "HUMECTACIÓN").
Particular mención se hace del sistema comúnmente utilizado para producir frío
que aprovecha el fenómeno de la evaporación de un fluido dentro de un circuito
puesto en contacto con el ambiente a refrescar.  Los principios en los que se basa
esta tecnología son interesantísimos. (Carvajal, 2013)
Conclusión
Los veranos cada vez son más calurosos y nosotros cada vez estamos menos
dispuestos a soportarlo. La adquisición de aparatos de aire acondicionado ha
aumentado un 30 % en los últimos años, porque ha pasado de tratarse de un
aparato elitista a ser considerado una necesidad más de la vivienda. Los
comercios ofrecen una extensa oferta de máquinas a bajo precio: un remedio
inmediato al insoportable calor cuyo precio ambiental no se suele tener en cuenta.
Sin embargo, cada grado de confort cuenta: el consumo eléctrico aumenta en
nuestro país un 2,5 % cada año, cinco veces más rápido de lo que crece la
población. Cada kilowatio hora de energía que consumimos supone la emisión de
más de 400 gr de CO2 a la atmósfera, porque sólo un 7 % de esa energía se ha
obtenido de fuentes renovables. Las puntas de consumo eléctrico ya se han
desplazado del invierno al verano, y la red eléctrica padece sobrecargas que a
veces provocan cortes de suministro.
La verdadera necesidad básica es simplemente estar lo más frescos posible en
verano cuando el calor aprieta. Existen otras posibilidades de menor huella
energética y ambiental que el aire acondicionado.

Trabajos citados
(31 de 07 de 2014). Refrigeración ecológica. Recuperado el 14 de 05 de 2022, de
https://www.terra.org/categorias/articulos/refrigeracion-ecologica

Carvajal, H. (24 de Febrero de 2013). Acondicionamiento del aire. Acondicionamietno con Areas
Verdes. Recuperado el 14 de 05 de 2022, de
https://es.slideshare.net/HctorCarbajal1/acondicionamiento-del-aire

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