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El primer amor suele coincidir con la adolescencia. Se trata de un amor hacia


una persona externa a nuestro núcleo familiar, con potencial interés sexual y
que puede sentirse hacia un compañero de clase, una amistad o una persona
a la que vemos a menudo. Este sentimiento, en caso de darse durante nuestra
pubertad, se vive de forma intensa y con el claro interés de que la persona por
quien nos sentimos atraídos se convierta en nuestra pareja.

No es extraño que el enamoramiento en la adolescencia sea tan intenso,


puesto que esa época es un momento turbulento para la vida de todas las
personas. Las hormonas toman el control de nuestro cuerpo que, para más
inri, viene acompañado de un conflicto interno por saber quiénes somos,
buscando nuestra identidad en un mar de dudas, incertidumbre y mucha,
mucha inestabilidad emocional. Vivimos el rechazo de forma especialmente
dolorosa y el amor correspondido como un auténtico subidón

Pero no debemos confundir el enamoramiento en la adolescencia con el


amor. El enamoramiento es en realidad la etapa que precede al amor,
pudiéndose vivir de forma muy intensa y pasional. Este período es tan intenso
que quien lo vive piensa que nunca va a acabar. Pero siempre acaba, tanto
para bien como para mal. Hay dos posibles desenlaces para el
enamoramiento. Uno es el amor, el final feliz que se desea tener con aquella
persona con quien se empieza a salir, mientras que el otro es el desamor, la
ruptura de la relación o directamente descubrir que nunca hubo ningún tipo
de correspondencia.
[5:22 p. m., 27/6/2022] Decencanto: Dramaturgo costumbrista peruano, considerado el más renombrado del siglo
XIX en el país. Nació en Lima el año de 1805.

Hijo del teniente del ejército español Juan Segura y de Manuela Cordero.

Su padre hizo que siguiese la carrera militar como cadete del ejército realista.

Manuel Ascencio Segura combatió al lado de los peninsulares y junto a su padre en la batalla de Ayacucho, la
última en la guerra de la independencia.

Perdida la causa que defendían, los Seguras se quedaron en el país. Su familia residió en Huancavelica. En 1831,
durante el gobierno del general Gamarra, a quien Segura admiraba, logra el grado de capitán.

Entre 1833 y 1834 Manuel Ascencio Segura escribió su primera comedia, La Pepa, en la cual criticaba la
prepotencia militarista, aunque no llegó a representarse ni a ser editada, debido a que sus opiniones subyacentes
podían poner en peligro su carrera militar.

: Felipe Pardo y Aliaga nació en la ciudad de Lima el 11 de junio de 1806. Perteneciente a una familia aristocrática,
su padre era el español Manuel Pardo Ribadeneira, oidor de la Real Audiencia de Lima y regente de la Real
Audiencia del Cuzco y su madre fue la dama limeña Mariana de Aliaga y Borda, hija de los marqueses de Fuente
Hermosa de Miranda.

Manuel pasó los primeros años de su vida en Cuzco, pero fue testigo del ensañamiento con que trataron a su
padre los revolucionarios de 1814, siendo apresado y sentenciado a muerte, pero la pena no llegó a efectuarse ya
que los rebeldes fueron derrotados.

En 1828 regresa a su país natal encontrando una realidad inesperada, se convierte en periodista y al no estar de
acuerdo totalmente con lo que pasaba, escribe en el Mercurio Peruano, en La verdad y en El Conciliador
mostrándose un limeñista muy conservador, republicano y sin dejar sus raíces aristocráticas.

Al lado de Manuel Ascencio Segura, considerado el representante más importante del costumbrismo, cuando
recién se hacía conocida la literatura peruana republicana, observó y criticó lo que pasaba en el Perú utilizando
sus artículos costumbristas y comedias.

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