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Alienación (Julio Ramón Ribeyro)

Este cuento tan maravilloso, aborda temas tan importantes que deberíamos tratar con los
adolescentes, un problema tan importante que pude percibir fue el de autoestima. Un ejemplo
claro es del personaje principal (Roberto), que desde pequeño no se aceptaba tal y como era,
tal vez por las circunstancias en las que creció o por el simple hecho de crecer entre gente de
piel más clara y que tan solo basto una frase de cinco palabras de la chica a la que
consideraban la más hermosa del barrio, hizo que cambiara su forma de ser completamente.
Él nunca se aceptó, y esto no es indiferente en estos tiempos, vemos muchos adolescentes,
incluso jóvenes que se quieren parecer a alguien más o simplemente no están conformes con
lo que son: los crespos quieren ser lacios, los lacios quieren ser crespos, los de piel oscura
quieren tener la piel más clara, los de la piel clara quieren oscuros. Y así muchas
características físicas más que no son autoaceptadas. Todos queriendo entrar a los estándares
de belleza de la sociedad tanto mujeres como varones.
También debemos tener en cuenta, que como personas muchas veces jugamos el papel de los
personajes del cuento en nuestro día a día. Por ejemplo: a veces estamos en el papel de
Queca, soltamos palabras sin razonar o sin preguntarnos como se sentiría la otra persona,
simplemente hablamos por hablar, algunas veces herimos dándonos cuenta, nos creemos
superiores a los demás como Billy Mulligan al principio por querer encajar o caerle bien a
alguien escondemos nuestro verdadero rostro, pero después empezamos a discriminar por el
simple hecho de tener un color de piel más diferente o ser de economía más solvente entre
otras cosas y vivimos acomplejados. Otras veces tomamos el papel de Roberto de no aceptar
alguna característica física diferente al de los demás y solo basta una frase destructiva que
hace que se nos venga el mundo abajo por así decirlo, nos falta autoaceptación,
autoconocimiento y con ello el autoestima.
Y por querer salir de ello tomamos decisiones que creemos que son buenas, nos dejamos
llevar por nuestros impulsos, como el personaje que hace de todo por cambiar de imagen,
incuso hasta se cambia de ciudad supuestamente para conseguir la aceptación de quien lo
desprecio, dejando de lado el bienestar personal e incluso el de su familia. Y al final termino
mal en un combate que perdió la vida, y todo lo que quiso ser o parecer quedo en nada.
Podríamos decir un final trágico.
Por ultimo innumerablemente de veces nos toca jugar el papel de Peluca Rodríguez, Lucas de
Tramontana, chancho Gómez, Armando Wolff. Intentamos agradar a alguien sin medir las
consecuencias de nuestros actos, solo nos importa el objetivo y mayormente lo hacemos mal.
Finalmente tomamos el papel del narrador, que estamos entre todos y entre nada solo somos
observadores por más que sucedan justicias e injusticias, solo somos parte del montón que no
opinamos no hablamos no decimos nada. Conformes con todo y con nada.

MIRAVAL DEPAZ IRENE


Psicología “V” “B”

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