ONICOPATÍAS. CONCEPTO.
Alteraciones de la forma
CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS
DIAGNÓSTICAS
S. Serrano Ortega, M.A. Fernández Pugnairea y C. Serrano Falcón
Servicio de Dermatología. Hospital Universitario San Cecilio de Granada. aHospital Santa Ana de Motril.
Concepto
Las onicopatías son alteraciones, patoló-
gicas o funcionales, del aparato ungueal,
tanto de las manos como de los pies. En
general pueden ser primitivas o constituir
una manifestación de otra enfermedad,
cutánea o sistémica. El aparato ungueal
incluye la lámina ungueal, su lecho, la ma-
triz y las estructuras adyacentes (piel de
la zona periungueal y hueso de la última
falange) (fig. 1).
Las onicopatías pueden deberse a múlti-
ples causas y pueden ser la expresión de
varios procesos y muchas veces la prime-
ra manifestación de una enfermedad sis-
témica. Por ello la importancia de cono-
cer esta patología que, si bien a veces
representa sólo un problema “estético”
otras muchas puede ser la clave diagnós-
tica de enfermedades importantes que se
manifestarán mucho después. Evidente-
mente la amplitud del tema nos obliga a
reducir la materia y centrarnos sólo en los
signos más importantes.
La terminología de las onicopatías o “dic-
cionario ungueal” es difícil al principio,
pero necesaria para distinguirlas y clasifi-
carlas de forma adecuada.
Clasificación
Podríamos establecer varias clasificacio-
nes de las onicopatías atendiendo a di-
versos criterios. Quizá la clasificación más
lógica es aquella que las divide en onico-
patías primarias, que se presentan de for-
ma aislada, sin asociación causal con otras
enfermedades, y onicopatías secundarias
en las que siempre se asocia otra enfer-
medad, bien cutánea o sistémica.
Desde el punto de vista clínico y con el
único fin de establecer una guía de utili-
Medicine 2002; 8(89):4816-4826
4816
Distinguimos las uñas hipocráticas, uñas
en vidrio de reloj o acropaquia o uñas con-
vexas, la coiloniquia o uñas cóncavas en
forma de cuchara, las uñas en pinza con
aumento de la curvatura normal de la lá-
mina que adopta la forma de teja que ate-
naza el lecho como la pinza de un can-
grejo y la braquioniquia o uñas en forma
de raqueta.
Uñas en vidrio de reloj
Se produce un aumento de la curvatura
normal de la lámina ungueal en sentido
longitudinal y transversal que se asocia a
una hipertrofia de las partes blandas del
pulpejo e hiperplasia fribrovascular del le-
cho ungueal que les confiere un aspecto
de “dedos en palillo de tambor”. General-
mente afecta a las 20 uñas. Pueden ser
Fig. 1. Anatomía de la uña.
idiopáticas o adquiridas. Las primeras sue-
len ser hereditarias, autonómico domi-
dad diagnóstica, creemos que es preferi- nantes y aparecen antes de la pubertad.
ble clasificar las onicopatías de acuerdo Su presencia siempre hace sospechar una
con su manifestación principal. enfermedad sistémica, fundamentalmen-
TABLA 1
Causas más comunes de “uñas en vidrio de reloj”
Cardiorrespiratorias
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Bronquiectasias
Carcinoma broncogénico
Mesotelioma
Fibrosis pulmonar intersticial
Malformaciones arteriovenosas
Malformaciones cardíacas congénitas (cianóticas)
Endocarditis bacteriana subaguda
Acrocianosis
Digestivas
Hepatitis crónica. Cirrosis hepática. Ictericia obstructiva crónica
Enfermedad inflamatoria pulmonar
Cáncer de esófago, intestino delgado y colon. Hepatocarcinoma
Diarrea crónica. Esprue. Colitis ulcerosa. Enfermedad de Crohn
Ingesta crónica de laxantes
Anorexia nerviosa
Poliposis intestinal. Síndrome de Peutz-Jeghers
Enfermedad celíaca. Esteatorrea
Endocrinas
Mixedema. Postiroidectomía
Cretinismo
Síndrome POEMS
Infecciosas
Pulmonares: empiema crónico, abscesos, tuberculosis, blastomicosis, neumonía
Gastrointestinal: cirrosis en la malaria, ascariasis
Otras: pielonefritis crónica, sífilis, lepra, fiebre reumática
Tóxicas
Arsénico, fósforo, mercurio, berilio
Alcohol, heroína
Otras
Esclerodermia, enfermedad de Raynaud, lupus eritematoso sistémico
Sarcoidosis
Síndrome de Maffucci y de Osler-Weber-Rendu
Policitemia, neutropenia crónica familiar
Malnutrición, Kwashiorkor
 ONICOPATÍAS. CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS

te del aparato respiratorio, cardiovascular TABLA 2

y digestivo (tabla 1)1.
En la osteoartropatía pulmonar hipertrófi-
ca2, además de las uñas hipocráticas con
signos acromegálicos en las extremidades,
hay una artropatía simétrica de las gran-
des articulaciones, periostitis proliferativa
bilateral y cianosis y parestesias, dolor lo-
cal y tumefacción.
Coiloniquia o uñas en forma de cuchara
La lámina ungueal se hace cóncava (fig. 2).
En los niños es una situación normal. En
adultos es patológica, casi siempre en re-
Enfermedades asociadas a coiloniquia
Idiopáticas y fisiológicas
Recién nacidos y niños
Origen racial
Congénitas o hereditarias
Sólo uñas en cuchara (autosómico dominante)
Sindrome uña-rótula, síndrome LEOPARD, incontinentia pigmento
Acrogeria, queratodermia palmoplantar tipo meleda, hipoplasia dérmica focal, Monilethrix
Cardíacas
Isquemia y enfermedades coronarias
Cutáneas
Psoriasis, liquen plano, liquen estriado, alopecia areata, enfermedad de Darier, porfiria cutánea tarda
Sífilis, micosis
Onicomicosis y contacto con tioglicolatos (permanentes)
Esclerodermia, enfermedad de Raynaud
Acantosis nigricans
Onicofagia, quemaduras, síndrome del túnel carpiano

lación con el trabajo fundamentalmente Endocrinometabólicas

en campesinos, aunque puede ser la ex-
presión de una anemia ferropénica (sín-
drome de Plummer-Vinson) o asociarse a
otras enfermedades (tabla 2).
Uña en pinza (pincer nail
o trumpet nail)
Generalmente se presenta en el dedo gor-
do del pie (fig. 3), aunque pueden afec-
tarse otros dedos. Puede ser congénita o
Hipotiroidismo, acromegalia, diabetes
Caquexia, ferropenias, déficit de cisterna, avitaminosis
Gastrointestinales
Sideropenia postgastrectomía. Mala absorción de hierro
Síndrome de Plummer-Vinson. Glositis
Hematológicas
Policitemia vera, anemia ferropénica, síndrome de Banti, hemoglobinopatía
Renales
Trasplantados renales
Profesionales
Trabajadores de la construcción, mecánicos
Contacto con álcalis, ácidos, derivados del petróleo, solventes

adquirida. La forma más frecuente es la ad- El microtraumatismo repetido que sufre el

Fig. 2. Coiloniquia y hemorragias lineales en un trabajador de
la construcción.
quirida como consecuencia de la aparición
de una pequeña exostosis en la cara dor-
sal de la falange distal que al crecer eleva
y aumenta la curvatura transversal de la lá-
mina ungueal que adopta la forma de las
pinzas de un cangrejo que atenazan el le-
cho y producen un dolor intenso3,4.
Una variante es la uña en teja en la que la
sobrecurvatura no es tan importante y los
bordes laterales de la lámina permanecen
paralelos y la uña plegada en la que la lá-
mina ungueal es dorsalmente casi plana y
acaba lateralmente con unos ángulos afi-
lados que crecen hacia el lecho ungueal5.
dedo gordo con el calzado se considera
que sería el desencadenante de la forma-
ción de la exostosis subungueal. En estos
casos es necesario realizar siempre una
radiografía para plantear el procedimien-
to quirúrgico a seguir: si no existe exos-
tosis se puede realizar un tratamiento con-
servador mediante el fresado de la zona
central más prominente de la lámina y
mantenerla aplanada con una lámina de
plástico duro pegada a la uña con ciana-
crilato (fig. 4)6.
Cuando hay una exostosis es necesario ex-
tirparla para lo cual existen diversas téc-

Fig. 3. Uñas en pinza.

a. Uñas en pinza bilateral. Fig. 4. Tratamiento de la uña en pinza cuando no hay exostosis.
b. Uña en teja. a. Aspecto inicial.
c. Los microtraumatismos repetidos son la causa principal de b. Fresado del centro de la lámina (giba de la teja) para permitir la corrección.
las uñas en pinza. c. Colocación de un plástico duro pegado a la uña con cianacrilato que elimina la curvatura de la lámina ungueal.

4817
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
Fig. 5. Tratamiento de la uña en pinza cuando hay exostosis.
a. Marcado de la incisión preoperatorio.
b. Eliminación de la exostosis mediante fresado.
c. Aspecto al finalizar la intervención.
d. Resultado a los seis meses.
nicas quirúrgicas que actúan sólo sobre la
lámina ungueal mediante la avulsión de la
misma combinada o no con matricecto-
mía, o la técnica conservadora que no-
sotros seguimos que conserva la lámina
ungueal y a través de ella se realiza la
extirpación quirúrgica de la exostosis
(fig. 5)7.
La elección de una u otra técnica va a de-
pender fundamentalmente de la edad del
paciente y del grado de afectación que pre-
sente8.
Braquioniquia
Consiste en una alteración de la lámina,
que se hace más ancha que larga, y el ex-
tremo distal del dedo también más ancho
que largo lo que confiere un aspecto de
“porra”. Es común en los pulgares con ca-
rácter familiar autonómico dominante,
consecuencia del cierre precoz de la línea
epifisaria.
Alteraciones del color
(cromoniquia)
La lámina ungueal normalmente es trans-
parente y su color traduce el del lecho un-
gueal. La cromoniquia puede deberse a
cambios en el color de la lámina ungueal,
4818
con pérdida de su transparencia o ser con-
secuencia de cambios del color del lecho
fundamentalmente cianóticos que desa-
parecen con la presión sobre la lámina.
De acuerdo con la amplitud del proceso
puede afectarse toda la uña o sólo una par-
te. Su causa puede deberse al contacto con
pigmentos exógenos (tintes en peluque-
ros, reveladores fotográficos, etc.) o a la
absorción sistémica, generalmente de me-
dicamentos. En el primer caso no se afec-
tan por igual todas las uñas mientras que
en el segundo sí. Otras veces la cromoni-
quia es consecuencia de una mala forma-
ción de la lámina ungueal o secundaria a
tumores, bien de la matriz (nevus o me-
lanoma) o del lecho.
De acuerdo con el color podemos hablar
de leuconiquias (color blanco) o melanoni-
quias (color oscuro), pigmentaciones exó-
genas y pigmentaciones endógenas que pue-
den teñir las uñas de una gran variedad
de colores.
Leuconiquia
Consiste en la presencia de una uña de co-
lor blanco que afecta a toda o parte de la
lámina (fig. 6). Puede dividirse en verda-
dera, cuando se origina en la matriz un-
gueal, y pseudoleuconiquia que se origina
en la lámina o en el tejido conjuntivo del
Fig. 6. Cromoniquia (leuconiquia).
a. Leuconiquia verdadera.
b. Pseudoleuconiquia (onicomico-
sis).
lecho de la uña. Sus causas son múltiples
(tabla 3).
En la leuconiquia verdadera los onicocitos
de la porción intermedia de la matriz se
cornifican. Cuando la uña crece, la di-
fracción de la luz incidente en los onico-
citos paraqueratósicos de la parte media
de la lámina ungueal le confiere el color
blanco a la uña que pierde su transpa-
rencia y se hace opaca.
Las leuconiquias pueden ser congénitas o
adquiridas, transitorias o permanentes, to-
tales, subtotales o parciales. Sus causas
son múltiples y variadas9,10.
Cuando la leuconiquia verdadera es total
(fig. 6a), generalmente es de origen here-
ditario. En la leuconiquia subtotal se afec-
ta toda la lámina ungueal salvo una ban-
da de color rosado en su parte más distal.
La presencia de una banda blanca trans-
versal (leuconiquia transversal), si afecta a
varias uñas nos hará pensar en un tras-
torno sistémico. Otras veces, en lugar de
estar la banda blanca transversal se dis-
pone a lo largo de la lámina ungueal (leu-
coniquia longitudinal) como sucede en la
enfermedad de Darier. Por último, la pre-
sencia de leuconiquias puntiformes, las
más frecuentes, suelen deberse a trauma-
tismos leves casi siempre en relación con
la manicura.
En la pseudoleuconiquia no se afecta ini-
cialmente la matriz sino que aparece en
cualquier punto de la lámina y luego se
extiende. Suele ser secundario a una oni-
comicosis (fig. 6b).
Puede suceder que el color blanco sea con-
secuencia de la alteración del lecho (leu-
coniquia aparente) como sucede en la uñas
mitad mitad, en la uña de Terry y en las
bandas de Muehrcke.
La uña de Terry fue descrita por este au-
tor en 1954 en pacientes con cirrosis. La
uñas tienen un color blanco opaco con la
lúnula más oscura y una banda distal de
color rosado. La uña se afecta de forma
uniforme.
La uña mitad y mitad, característica de la
insuficiencia renal, descrita por Lindsay,
consiste en una lámina ungueal dividida
en dos partes por una línea transversal.
La parte proximal de la lámina es de co-
lor blanco-sucio y con la lúnula más os-
cura; la parte distal es de color rosa, roji-
za o marrón. Desaparece dos a tres
semanas después de trasplante renal.
Las bandas de Muehercke, paralelas a la lú-
nula, consisten en varias bandas trans-
versales de color blanco que están sepa-

TABLA 3
Causas de leuconiquia
Adquirida
Leuconiquia verdadera
Dermatosis
Alopecia areata, eritema polimorfo, pelagra
Lepra, herpes zoster, psoriasis
Sistémicas
Insuficiencia cardíaca
Medicamentos (cortisona, sulfonamida, emetina..)
Envenenamientos (arsénico, talio, antimonio,...)
Colitis ulcerosa
Fiebre e infecciones (triquinosis, ricketsiosis, malaria)
Traumatismos, cirugía
Insuficiencia renal. Trasplantados renales
Insuficiencia proteica, caquexia, gota, deficiencia de Zn, hipocalcemias, hiperalbuminemia
Neumonía, miocarditis, neuropatías periféricas
Cáncer, Hodgkin
Leuconiquia aparente
Dermatosis
Disidrosis, lepra
Sistémicas
Anemia, cirrosis, cáncer y quimioterápicos
Uñas mitad y mitad
Enfermedades renales
Tratamientos con 5-fluoruracilo
Bandas de Muehrke
Hipoalbuminemia
Pseudoleuconiquia
Onicomicosis blanca superficial.
Congénitas y hereditarias
Casos aislados
Acroqueratosis verruciforme de Hopo
Síndrome LEOPARD (asociado a coiloniquia)
Asociada a sordera
Enfermedad de Darier
Leuconiquia total + múltiples quistes sebáceos + cálculos renales
radas entre sí por bandas de color rosado
y están en relación con los niveles de al-
búmina, desapareciendo cuando se nor-
malizan y volviendo a aparecer cuando
descienden.
Melanoniquia longitudinal
Se caracteriza por la aparición de una o
varias bandas pigmentadas, de color os-
curo, dispuestas longitudinalmente, más o
menos anchas, que se extienden desde la
cutícula hasta el extremo distal (figs. 7a
y b). Sus causas son múltiples y variadas
(tabla 4). Puede afectar a uno o varios de-
dos y localizarse sólo en la lámina ungueal
o también en la cutícula. El color depen-
de de la cantidad y calidad del pigmento
(melanina, hemosiderina, pigmentos exó-
genos, infección por Pseudomonas o por
hongos). Cuando afecta sólo a una uña hay
que descartar nevus o melanoma y reali-
zar una biopsia del borde de la uña con
tinción de Fontana-Masson para demos-
trar el pigmento melánico.
La melanoniquia longitudinal de origen ra-
cial es frecuente en afroamericanos y ja-
poneses. También puede observarse en in-
dividuos de raza blanca muy pigmentados
(gitanos, hispanoamericanos, etc.). Se pro-
ONICOPATÍAS. CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS
Fig. 7. Cromoniquia (melanoniquia).
a. Melanoniquia longitudinal.
b. Melanoma ungueal.
c. Hemorragia subungueal.
d. Melanoniquia transversa.
duce por la activación focal de los mela-
nocitos de la matriz. Siempre hay que des-
cartar otras posibilidades.
El síndrome de Laugier-Hunziker (figs. 8a,
b y c) asocia una melanoniquia longitudi-
nal adquirida con máculas pigmentadas en
los labios, la mucosa oral y genital. El diag-
nóstico diferencial habrá que establecerlo
con el síndrome de Peutz-Jeghers (asocial
poliposis intestinal) y con la enfermedad
Fig. 8. Melanoniquia longitudinal. Síndrome de Laugier (a,b,c)
y Addison (d,e).
a. Pigmentación macular en mucosa.
b. Melanoniquia longitudinal en un dedo de la mano.
c. Melanoniquia longitudinal en el dedo gordo.
d. Pigmentación difusa en la cara, máculas en mucosa y mela-
noniquia en dedos donde la pigmentación desborda la lámina
ungueal.
e. Melanoniquia en dedos de pies.
de Addison (hay hiperpigmentación difu-
sa) (figs. 8d y e).
La melanoniquia longitudinal postinflama-
toria puede observarse en el liquen plano,
radiodermitis crónica, acrodermatitis con-
tinua de Hallopeau y en onicomicosis.
Siempre se asocia con alteraciones de la
superficie ungueal. Los traumatismos de
repetición en la lámina ungueal, como los
que se producen en la onicotilomanía, oni-
cofagia, en determinados trabajos y sobre
todo en pacientes con fricción intencional
de la lámina ungueal, casi siempre de uno
o los dos pulgares, pueden producir me-
lanoniquia longitudinal asociada a altera-
ciones de la lámina.
Muchos medicamentos pueden inducir me-
lanoniquia longitudinal. Casi siempre se
ven afectados varios dedos y es posible
que se asocien pigmentaciones cutáneas.
Se ha descrito en pacientes tratados con
inmunosupresores (ciclofosfamida, doxo-
rubicina, bleomicina, metotrexate, mos-
tazas nitrogenadas, nitrosoure, DTIC,
TABLA 4
Causas de melanoniquia longitudinal
Melanoniquia racial
Síndrome de Laugier-Hunziker
Postinflamatoria
Infecciosa (hongos y bacterias)
Inducida por medicamentos
Secundaria a irradiación
De causa endocrinometabólica
Melanoniquia longitudinal postirradicación
Traumática
Tumoral
En pacientes con sida
4819
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
5-fluorouracilo, melfalán, etopósido), an-
tipalúdicos, sales de oro, ketoconazol, fe-
notiacina, fenitoína, psoralenos, sulfona-
mida, timolol, ibuprofén y zidovudina.
En la enfermedad de Addison, acromega-
lia, síndrome de Cushing, hipertiroidismo,
síndrome de Nelson y en el embarazo pue-
den aparecer melanoniquias de origen en-
docrino, en varias uñas tanto de las ma-
nos como de los pies, secundarias a la
activación focal de los melanocitos de la
matriz. Casi siempre se asocian hiperpig-
mentaciones cutáneas y mucosas. La más
común de estas melanoniquias de origen
endocrino es la que se produce en el con-
texto de una enfermedad de Addison, con
hiperpigmentación difusa de la piel, má-
culas en mucosas, sin síntomas subjetivos
(figs. 8d y e) y que desaparece al poco
tiempo de iniciar terapia sustitutoria.
Igualmente pueden aparecer melanoni-
quias asociada a déficit de vitamina B12,
de ácido fólico o en el contexto de una
malnutrición.
En la onicomicosis subungueal distal (in-
fecciones) puede producirse melanoniquia
longitudinal en una o varias uñas o pig-
mentación difusa de toda la uña como con-
secuencia de la activación focal de la ma-
triz ungueal producida por la reacción
inflamatoria o por la producción directa
de pigmento por el hongo. Se establece el
diagnóstico mediante técnicas micológicas
y se resuelve con tratamiento antifúngico
específico. Actualmente la causa de mela-
noniquia asociada a infecciones es la que
se produce en pacientes con sida tratados
con AZT11.
Sin lugar a dudas la causa más importan-
te por su trascendencia es la leuconiquia
longitudinal por tumores que afectan la ma-
triz (nevus, melanoma, enfermedad de Bo-
wen, carcinoma basocelular, histiocitoma
subungueal y quistes mucosos).
Los nevus matriciales, como los de otra lo-
calización, pueden ser congénitos o ad-
quiridos. En los congénitos la melanoni-
quia está presente al nacer o se hace
evidente poco después, puede desbordar
la lámina afectando tejidos periungueales,
y permanece estable y con las mismas ca-
racterísticas durante muchísimo tiempo.
A lo largo de la evolución se pueden pro-
ducir cambios. La disminución, desapari-
ción o aumento de la pigmentación sólo
indica cambios en la actividad de los me-
lanocitos de la matriz. Cuando la melano-
niquia no es uniforme en su color (varios
tonos) o en su forma (más ancha en unos
4820
sitios que en otros) hay que pensar en un
melanoma. El signo de Hutchinson o afec-
tación de la piel de alrededor de la mela-
noniquia se ha interpretado durante años
como un signo de malignidad que hoy
sabemos puede asociarse a otras melano-
niquias aunque su presencia debe hacer
pensar siempre en un melanoma acral.
Siempre es necesario confirmar mediante
biopsia.
La melanoniquia longitudinal en niños pue-
de ser de origen racial (raza negra y ama-
rilla), nevus o lentigo, ya que los melano-
mas del aparato ungueal son rarísimos en
los niños.
La confirmación histológica es necesaria
en muchos casos y siempre ante la sos-
pecha de melanoma. Hay que tener en
cuenta que una simple biopsia mal plan-
teada puede ocasionar una distrofia un-
gueal para siempre. Estas biopsias las debe
realizar un dermatólogo con experiencia
en cirugía de la uña. Recomendamos rea-
lizar siempre la biopsia de la parte distal
de la lámina ungueal. La tinción de Fon-
tana-Masson confirma el diagnóstico de
melanoniquia y localiza el depósito de pig-
mento en la lámina. Cuando se afecta la
parte más superficial de la uña el tumor
se localiza en la matriz proximal, cuando
se afecta la parte más profunda está en
la matriz distal y cuando se afecta toda la
uña el tumor está en toda la matriz.
El tratamiento depende de la causa. En las
de origen tumoral siempre es quirúrgico,
intervención que debe realizar un derma-
tólogo experto en cirugía ungueal.
Pigmentaciones exógenas
El cambio de color de la lámina ungueal
como consecuencia del contacto con sus-
tancias extrañas al organismo puede estar
en relación con el trabajo habitual (ta-
bla 5), ser consecuencia de la aplicación
de medicamentos tópicos (tabla 6), de cos-
méticos, traumatismos (hematoma su-
bungueal y hemorragias puntiformes),
agentes físicos (radioterapia, crioterapia,
quemaduras y empleo de microondas) e
infecciones por bacterias (Pseudomonas) y
hongos (onicomicosis blanca superficial).
El hematoma subungueal es más frecuente
en el dedo gordo del pie por ser general-
mente el más prominente (fig. 7c). Los
traumatismos repetidos sobre el borde li-
bre de la uña pueden ocasionar pequeñas
hemorragias con despegamiento, parcial
o total, de la lámina. Lo observamos
TABLA 5
Cambios en el color de las uñas relacionados
con el trabajo
Color azul
Fotógrafos
Industria textil
Limpiadores metálicos
Tintas y otros marcadores
Color blanco
Carniceros
Sales de plata
Trabajadores de plantas de salazón
Trabajos con arsénico o talio
Color marrón
Arreglo de carreteras y contacto con alquitranes
Contacto con cáscara de nueces
Fotógrafos
Panaderos y pasteleros
Zapateros
Color negro
Manipuladores de vino tinto
Productos de limpieza (limpiadores de bombillas
de farolas)
Trabajos con madera de ébano
Color verde
Electricistas
Infección por Pseudomonas
Lavanderías
Metalúrgicos
Trabajadores de bares y restaurantes
Color amarillo
Contacto con metafenilendiamina
Trabajadores de floristerías
Trabajos con pesticidas
Trabajos con productos químicos (ácido
dinitrosalicílico, dinitrobenceno, dinitrotolueno
y trinitrotolueno)
TABLA 6
Medicamentos tópicos que pueden cambiar
el color de las uñas
Color amarillo: anfotericina B, dinitroclorobenceno,
ácido nítrico y derivados, ácido pícrico,
tetraciclinas
Color azul: sulfato de cobre, azul de metileno
Color blanco: hipoclorito sódico
Color gris: formaldehído, hidroquinona, bicloruro
de mercurio
Color negro: alquitranes
Color marrón: mercurio amoniacal, yodo, pirogalol,
resorcina
Color naranja: vioformo
Color rojo: eosina, mercromina
Color verde: clorofenilos
sobre todo en deportistas, corredores
(fig. 9), y en mujeres que utilizan calzado
con tacón alto. Cuando el traumatismo es
más brusco puede formarse un hemato-
ma entre la lámina y el lecho que por pre-
sión sobre las terminaciones libres ner-
viosas ocasiona un dolor intenso que
precisa evacuar la colección hemática lo
antes posible para prevenir una distrofia

Fig. 9. Hematoma subungueal en deportista (corredor de Ma-
ratón). El golpeteo continuo del extremo libre de la uña con la
puntera del calzado provocan la hemorragia. Se evita con cal-
zado adecuado.
secundaria a la presión que aquella ejer-
ce sobre la matriz.
Igualmente el cambio de color de las uñas
puede deberse a la administración oral o
parenteral de medicamentos, fundamen-
talmente antibióticos (tetraciclinas y sul-
famidas), psoralenos, antipalúdicos, anti-
rreumáticos (sales de oro, benoxaprofeno
y d-penicilamina) además de una lista in-
terminable de medicamentos que gene-
ralmente producen alteraciones en el le-
cho ungueal.
Una situación muy especial son las hemo-
rragias en astilla (fig. 2) que se producen
como consecuencia de la rotura de capi-
lares aislados del lecho ungueal y que
cuando se localizan en la parte más distal
de la lámina hacen pensar en una endo-
carditis bacteriana. Normalmente son con-
secuencia de pequeños traumatismos y se
resuelven espontáneamente con el creci-
miento de la uña.
Síndrome de las uñas amarillas
Se caracteriza por la asociación de uñas
de color amarillo con linfoedema y afec-
tación del tracto respiratorio.
Las uñas, de color amarillo-verdoso, cre-
cen muy lentamente, son más gruesas con
aumento de la curvatura normal y con dis-
minución o ausencia de la lúnula y de la
cutícula. Ocasionalmente se produce oni-
cólisis. Pueden deberse a múltiples causas
que incluyen disminución del flujo linfáti-
co, isquemia, alteraciones metabólicas y
nutricionales, y efectos tóxicos (tabla 7).
Alteraciones del grosor
de la uña
El aumento del grosor de la uña puede
ocurrir en enfermedades cutáneas y sis-
témicas, ser consecuencia de traumatis-
mos o tener un carácter congénito.
ONICOPATÍAS. CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS
TABLA 7
Síndrome de las uñas amarillas
Enfermedades cardiorrespiratorias
Infarto de miocardio y fallo cardíaco
Derrame pleural, bronquiectasias, bronquitis
crónica, EPOC, sinusitis crónica
Enfermedades cutáneas
Liquen plano, melanoma, enfermedad injerto
contra huésped crónica
Medicamentos
D penicilamina
Enfermedades endocrinas
Enfermedades tiroideas (hipo e hipertiroidismo,
tiroiditis de Hashimoto)
Diabetes mellitus
Cáncer
Sarcoma de Kaposi, enfermedad de Hodgkin,
macroglobulinemia monoclonal
Cáncer de endometrio
Tumores anaplásicos indiferenciados
Otros
Hipogammaglobulinemia, niveles bajos de Ig A
e Ig M. Sida
Infecciones (tuberculosis y sífilis)
Síndrome nefrótico, hipoplasia renal
Artritis reumatoide
Las dos situaciones más comunes son la
paquiniquia (fig. 10a) que representa el en-
grosamiento difuso de todas las uñas y la
onicogrifosis (fig. 10b) en la que la uña
adopta una forma de cuerno o garra.
La paquioniquia es una hipertrofia de la
uña que produce un engrosamiento a ex-
pensas de lámina ungueal, de la querati-
na del lecho o es el resultado de los dos
factores. Cuando afecta sólo a la lámina
ungueal se llama onicausis y se produce
por alteración a nivel de la matriz un-
gueal. Por el contrario, cuando hay hiper-
queratosis del lecho la lámina ungueal se
levanta, toma un color amarillento y ge-
neralmente se rompe (onicólisis). Puede
ser congénita o adquirida.
La paquioniquia congénita se asocia a que-
ratodermia palmoplantar, hiperhidrosis y
alteraciones de las mucosas (síndrome de
Jadassohn-Lewandowsky).
Fig. 10. Engrosamiento de la lámina ungueal.
a. Paquioniquia en una psoriasis.
b. Onicogrifosis (cortesía Dr. V.Delgado).
La paquioniquia adquirida se debe a agen-
tes exógenos como traumatismos (onico-
grifosis) e infecciones (onicomicosis) y en-
dógenos como ocurre en la psoriasis y el
eccema, en los trastornos tróficos o en las
alteraciones de la circulación periférica.
La onicogrifosis es un engrosamiento de la
lámina ungueal, con aparición de estrías
transversales y opacidad, tomando a ve-
ces forma de cuerno. Generalmente es de
origen traumático (aunque puede ser con-
génita) y afecta preferentemente a las uñas
de los dedos gordos. Es más frecuente en
mujeres y casi siempre está en relación
con el traumatismo repetido ocasionado
por el calzado. Suele asociarse hallux val-
gus. Se produce como consecuencia de
una alteración en la matriz y en el lecho
ungueal. Como consecuencia de la altera-
ción matricial la uña crece de forma obli-
cua, bien hacia adentro bien hacia fuera
y la alteración del lecho produce aspecto
de cuerno.
El tratamiento de la paquioniquia adqui-
rida es el de la causa que la originó. En
todo caso es preciso un tratamiento sin-
tomático que pretende disminuir el grosor
de la lámina o eliminarla temporal o de-
finitivamente. En los casos leves puede li-
marse o fresarse la uña pero en los casos
más graves, como sucede en la onicogri-
fosis, es precisa la avulsión de la uña, quí-
mica o quirúrgica. En casos recidivantes
aconsejamos avulsión de la uña y matri-
ceptomía.
Alteraciones de la consistencia
de la uña
La consistencia de la uña puede alterarse
en el sentido de hacerse más dura, como
ocurre en la paquioniquia o más blanda,
y hacerse quebradizas o friables. Estas al-
teraciones son consecuencia de cambios
en el contenido de agua o de los compo-
nentes de las queratinas de la lámina un-
gueal. En condiciones normales la uña con-
tiene un 18% de agua, pero si se mojan
o se mantienen en inmersión durante
tiempo y de forma continuada, esta pro-
porción aumenta considerablemente y las
uñas se hacen más blandas. La disminu-
ción de lípidos, como ocurre cuando se
emplean de forma continuada productos
de limpieza, reduce la capacidad de la uña
para retener agua, haciéndose las uñas
más frágiles. Igual ocurre si se alteran los
componentes de las queratinas como con-
4821
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
secuencia de agresiones externas, con ro-
tura de los puentes disulfuro e inversión
de la polaridad. Otras veces la composi-
ción de las queratinas puede alterarse en
el contexto de una enfermedad sistémica.
La situación más frecuente es la presen-
cia de uñas frágiles y quebradizas (Brittle
nails). Las uñas se hacen más finas, más
frágiles y se rompen con facilidad. La su-
perficie de la uña suele estar arrugada,
seca, con descamación formando peque-
ñas láminas (onicosquisis u onicosquizia) o
con la superficie seca, arrugada con as-
pecto como si se hubiese frotado con un
papel de lija (onicorresis) (fig. 11) o con
franca rotura de la uña (onicólisis). Quizá
lo más común es la onicosquisis distal
(“uñas abiertas”), motivo frecuente de con-
sulta del ama de casa12. Las alteraciones
que originan estos cambios se producen
en la uña ya formada y, una vez que ce-
san las causas, el crecimiento se produce
normalmente.
Las causas más frecuentes de las uñas frá-
giles son la repetida hidratación y deshi-
dratación de la lámina ungueal con la con-
siguiente contracción y dilatación de la
misma. Por ello esta situación es más fre-
cuente en amas de casa, en empleados de
bares y restaurantes, etc. Los cosméticos
ungueales, sobre todo la acetona y otros
quitaesmaltes, contribuyen a la aparición
de la fragilidad ungueal con el cortejo sin-
tomático ya descrito13.
El diagnóstico diferencial habrá que esta-
blecerlo con la onicomicosis blanca su-
perficial, y la onicomicosis distal superfi-
cial. La traquioniquia del liquen plano,
alopecia areata, psoriasis y eccema puede
simular una onicosquisis. Igualmente pue-
Fig. 11. Uñas frágiles: onicosquisis u onicosquizia y onicorresis.
4822
den verse signos de uñas frágiles en pso-
riasis, y en la enfermedad de Bowen y car-
cinomas.
Las medidas terapéuticas se encaminan a
eliminar las causas. Deben evitarse los de-
tergentes y productos de limpieza fuertes,
así como los quitaesmaltes. En las uñas
frágiles y secas da buenos resultados el
empleo de emolientes. Es preciso corregir
los niveles de hierro y suelen ser eficaces
los suplementos con biotina e ineficaces
la administración de gelatina y calico.
Alteraciones de la cohesión
entre la lámina y el lecho
ungueal
En condiciones normales la cara posterior
de la lámina ungueal se encuentra adhe-
rida al lecho. Esta situación puede alte-
rarse produciéndose un despegamiento de
la uña del lecho en su parte más proximal
(onicomadesis) (fig. 12a) o en su parte dis-
tal (onicólisis) (fig. 12b).
La onicomadesis consiste en la separación
de la uña de la matriz. Se manifiesta por
un despegamiento de la lámina ungueal
en su parte proximal que puede afectar a
todo el espesor de la uña o sólo a su par-
te más superficial. Cuando se afecta la ma-
triz proximal puede suceder que se de-
tenga por completo la actividad de la ma-
triz, lo que se traduce en una falta de pro-
ducción de la parte más superficial de la
uña o de toda ella si se afecta también
la matriz distal. Si la intensidad del agen-
te vulnerante es menor y durante menos
tiempo se producirá una depresión lineal,
como un “bache” a todo lo ancho de la
uña y paralelas a la lúnula, que se deno-
minan “líneas de Beau”. Después la uña
crece normalmente. Dependiendo de las
características, de la intensidad y del tiem-
po de acción la onicomadesis puede afec-
tar a una sola uña, a varias o a todas y ser
más o menos intensa.
Puede producirse como consecuencia de
la administración de tóxicos o fármacos
(arsénico, bleomicina y otros quimioterá-
picos, anticonceptivos hormonales, etreti-
nato, metotrexato, litio, mercaptopurina,
sales de oro, sulfonamidas y tetraciclinas)
o por traumatismos, fundamentalmente
inducidos por calzado casi siempre en la
uña del dedo gordo. Con frecuencia está
relacionada con el deporte.
La onicólisis se produce cuando se afecta
la cohesión entre la lámina ungueal y su
lecho produciéndose un despegamiento de
la uña en la parte más distal y lateral y,
en casos extremos, puede llegar hasta la
matriz ocasionando una onicólisis com-
pleta. Como consecuencia del despega-
miento se crea un espacio en el que se
acumulan queratina, secreciones, sucie-
dad, etc. lo cual produce un cambio en el
color que varía desde el blanco al amari-
llo oscuro. Puede ser hereditaria o, lo que
es más frecuente, adquirida.
La onicólisis hereditaria se observa en la
enfermedad de Darier, la paquioniquia
congénita, displasia ectodérmica anhidró-
tica y en la onicólisis parcial hereditaria
de Schultze.
Las formas adquiridas son más frecuen-
tes. Pueden deberse a traumatismos (con
o sin hematoma subungueal, más fre-
cuentes en los dedos de los pies o con la
introducción de cuerpos extraños), a agen-
tes químicos (como la prolongada inmer-
sión de las manos en agua con pH alcali-
no, productos de limpieza, detergentes o
hipoclorito en amas de casa, peluqueras,
etc., o con cementos en la construcción y
disolventes de todo tipo), a infecciones tan-
to fúngicas (por dermatofitos, levaduras y
hongos oportunistas) como por bacterias
(Pseudomonas aeruginosa con el color ver-
doso característico, Staphylococcus aureus
y Streptococcus sp.) y virus (verrugas vul-
gares y herpes simple) o inducidas por me-
dicamentos que pueden actuar directa-
mente (bleomicina, 5-FU, metotrexate,
Fig. 12. Alteraciones de la cohe-
sión entre la lámina y el lecho
ungueal.
a. En la parte más proximal
(onicomadesis traumática).
b. En la parte distal (onicomico-
sis).

etretinato) o de forma indirecta a través
de reacciones fototóxicas (tetraciclinas,
8-metoxipsoralen, benoxaprofeno y diru-
réticos tiazínicos).
En algunas enfermedades dermatológicas
la onicólisis es una manifestación asocia-
da, a veces de gran importancia, pudiendo
ser en ocasiones la única manifestación de
la dermatosis. Puede verse en psoriasis, li-
quen plano, dermatitis atópica, penfigoide
ampolloso, alopecia areata e hiperhidrosis.
En algunos casos la onicólisis está produ-
cida por un tumor localizado en el aparato
ungueal (granuloma piógeno, tumor gnó-
mico, fibromas, quistes mucoides, carci-
nomas espinocelulares y melanomas).
Igualmente la onicólisis puede ser conse-
cuencia de un lupus eritematoso, una en-
fermedad circulatoria, del síndrome de las
uñas amarillas antes citado, de enferme-
dades endocrinas especialmente tiroideas,
de anemias ferropénicas, etc.
El diagnóstico se basa en la exploración y
la anamnesis. Siempre que se sospeche in-
fección fúngica es preciso confirmarla con
examen directo y cultivo y, cuando se sos-
pecha un tumor habrá que hacer biopsia
y estudio radiológico.
El tratamiento es el de la causa. Habrá que
tratar la infección si existe o realizar el
tratamiento de la dermatosis o enferme-
dad sistémica causal.
Alteraciones de la superficie
de la uña
La uña normalmente tiene forma conve-
xa, como una teja, de superficie lisa y
brillante que puede alterarse con la apa-
rición de estrías y surcos longitudina-
les (fig. 13a), o transversales (lineas de
Beau) (fig. 13b), depresiones cuculiformes
(pits) (fig. 13c) o depresiones de Rosenau,
hacerse rugosa (traquioniquia) (fig. 13d) o
abrirse en láminas en su parte distal (oni-
cosquizia).
Líneas longitudinales
Aparecen como líneas a lo largo de la lá-
mina ungueal, unas veces discretamente
elevadas y otras, las más frecuentes, for-
mando surcos con el fondo arrugado
(fig. 13a). Pueden ser fisiológicas o aso-
ciarse a enfermedades.
Las líneas longitudinales son elevaciones
lineales dispuestas longitudinalmente que
tienen una longitud variable, desde pocos
ONICOPATÍAS. CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS
Fig. 13. Alteraciones de la superficie de la uña.
a. Líneas y surcos longitudinales.
b. Líneas de Beau.
c. Depresiones cuculiformes.
d. Uña rugosa (Distrofia medial por tic).
milímetros hasta ocupar toda la longitud
de la uña. Generalmente son múltiples y
lo más frecuente es que se interrumpan
en algunos puntos por trozos de uña nor-
mal. Casi siempre hay antecedentes fa-
miliares.
Los surcos longitudinales pueden deberse a:
1. Situaciones fisiológicas, fundamental-
mente con la edad y en el liquen plano,
artritis reumatoide, enfermedad de Darier
y otras enfermedades, en las que apare-
cen varios surcos paralelos y separados
entre sí por áreas de uña normal.
2. Onicorresis con varios o muchos surcos
estrechos, arrugados, dispuestos de forma
paralela y que parece que hubiesen frota-
do la uña con papel de lija. Suelen aso-
ciarse depresiones cuculiformes.
3. Tumores, como ocurre con los fibromas
y quistes mucoides cuando se localizan en
la matriz que producen un surco o canal
en la uña, ancho y de fondo liso.
4. Distrofia ungueal medial que consiste
en la aparición de un surco longitudinal
en la mitad de la uña, preferentemente
del pulgar, que se inicia en la cutícula y
llega hasta el borde libre. Su etiología es
múltiple y aunque se han descrito casos
simétricos con carácter familiar, la mayo-
ría de los casos que vemos se deben a mi-
crotraumatismos repetidos consecuencia
de tic o hábitos en individuos que de for-
ma compulsiva frotan la lámina del pul-
gar con los dedos medio e índice de la
misma mano (fig. 13d)14.
Surcos transversales
Las líneas de Beau, ya mencionadas an-
teriormente, afectan a los dedos gordos y
pulgares, con una intensidad variable, des-
de un surco suavísimo hasta otro mayor
que puede producir onicomadesis.
Aunque sus causas son múltiples (tabla 8)
siempre son el resultado de una detención
temporal del crecimiento de la uña. Cuan-
do sólo se afecta una uña, la causa hay
que buscarla en ese dedo, como sucede
en el eccema o en la paroniquia, pero
cuando se afectan todas las uñas la causa
será sistémica.
Depresiones cuculiformes
También se conocen como oniquia punc-
tata, depresiones de Rosenau o pits y son
consecuencia de alteraciones en la ma-
triz proximal que determinan focos de
paraqueratosis y se traducen en depre-
siones, más o menos grandes según el ta-
maño del foco paraqueratósico, en la su-
perficie de la lámina ungueal (fig. 13c).
Su distribución puede ser uniforme o irre-
gular dependiendo de la alteración de la
matriz.
Aunque pueden ocurrir en uñas normales,
la causa más frecuente es la psoriasis y la
alopecia areata (tabla 9).
Traquioniquia (distrofia de las 20 uñas)
Son uñas rugosas, que han perdido el bri-
llo y son opacas con aspecto grisáceo. La
superficie de la uña tiene múltiples surcos
y elevaciones rugosas que suelen dispo-
nerse en la misma dirección (como si se
hubiesen hecho con un papel de lija), es
TABLA 8
Asociaciones más frecuentes de las estrías
transversales o líneas de Beau
Dermatosis
Eccema, paroniquia, síndrome
de Stevens-Johnson
Endocrinometabólicas
Diabetes mellitus
Acrodermatitis enteropática
Infecciosas
Enfermedades febriles agudas (neumonia,
sarampión, etc.)
Sida
Enfermedad de Kawasaki y otras enfermedades
infecciosas
Traumatismos
Traumatismos locales (calzado, manicura,
distrofia media por tic…)
Síndrome del túnel carpiano
Aplicaciones de torniquete durante cirugía
Otros
Enfermedad de Raynaud
Dismenorrea. Enfermedades sistémicas
Inducidas por medicamentos (ya mencionadas)
4823
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
TABLA 9
Enfermedades asociadas a depresiones
cuculiformes
Dermatosis
Psoriasis, alopecia areata, eccema, sífilis
Pitiriasis rosada, infecciones fúngicas,
pénfigo vulgar, pustulosis
Histiocitosis de células de Langerhans
Traumatismos
Manicura, profesionales
Enfermedades multisistémicas
Lupus eritematoso sistémico. Dermatomiositis
Enfermedad de Reiter
Sarcoidosis
Medicamentos
Mepacrina
Propanolol
opaca y tiene pequeñas escamas de que-
ratina. Su causa es múltiple y variada. Pue-
de producirse por contacto con productos
químicos, ser idiopáticas, congénitas o ad-
quiridas.
Aunque puede afectarse una o varias uñas,
lo más frecuente es que se afecten todas.
Es la distrofia de las 20 uñas o twenty-nail
dystrophy, descrita por Hazelrigg en 1977.
Aunque son posibles los casos congénitos,
las causas más frecuentes son la pso-
riasis, liquen plano (fig. 14) y alopecia are-
ata y con menor frecuencia la ictiosis
vulgar.
La traquioniquia se resuelve sin dejar se-
cuelas cuando se trata la enfermedad que
lo produjo. En el liquen plano son posibles
secuelas cicatriciales.
Onicosquizia
Consiste en la aparición en el extremo dis-
tal de la uña de capas horizontales (la uña
se abre en capas), debido a factores ex-
ternos. Es una situación relativamente fre-
cuente en amas de casa que se mojan y
lavan las manos con frecuencia. El empleo
frecuente de quitaesmaltes produce una
sequedad extrema de la lámina ungueal
Fig. 14. Traquioniquia en paciente con liquen plano.
4824
con aparición de onicosquizia. También es
posible que aparezcan como reacción ad-
versa a lo largo del tratamiento con qui-
mioterapia, D-penicilamina, etretinato, iso-
tretinoino y antipalúdicos.
El tratamiento incluye la supresión de las
causas, la hidratación y limado de la lá-
mina ungueal.
Alteraciones del tejido
periungueal
Estudiaremos en este aparatado la paro-
niquia o inflamación del tejido periun-
gueal (surcos laterales y proximal) y la oni-
cocriptosis o uña encarnada.
Paroniquia
La definimos como la inflamación de los
surcos laterales y/o proximal que se man-
tienen eritematosos e hinchados. Puede
ser aguda o crónica.
La paroniquia aguda es de origen infec-
cioso, generalmente por Staphylococcus au-
reus y con menor frecuencia por Strepto-
coccos y gramnegativos (Proteus, Klebsiella
y Pseudomonas). Se inicia en cualquier so-
lución de continuidad del pliegue periun-
gueal. Primero la zona se pone roja, se
hincha y duele; pronto aparece una co-
lección purulenta con tensión local
responsable del dolor. Debe iniciarse tra-
tamiento antibiótico, siempre con anti-
bióticos resistentes a la penicilinasa, lo
más pronto posible, antes de iniciarse la
formación purulenta y si no hay respues-
ta a las 48 horas y se ha formado un abs-
ceso debe evacuarse mediante incisión y
drenaje.
Las causas de infección más frecuentes
son los traumatismos profesionales (amas
de casa y restaurantes, cuerpos extraños),
cosméticos (manicura) o como conse-
cuencia de una onicocriptosis u onico-
fagia.
La paroniquia crónica tiene un origen mul-
tifactorial y generalmente afecta a varias
uñas a la vez. Casi siempre interviene una
flora mixta con aerobios, anaerobios y le-
vaduras. Casi siempre encontramos fac-
tores desencadenantes como traumatis-
mos repetidos secundarios a una manicura
frecuente y agresiva, y al contacto reite-
rado con agua, detergentes y productos de
limpieza irritantes lo que hace que la pa-
roniquia crónica sea más frecuente en mu-
jeres, amas de casa y empleadas de bares
TABLA 10
Causas y asociaciones de paroniquia
Dermatosis
Psoriasis, eccema, liquen plano
Enfermedad de Darier
Pénfigo, síndrome de Stevens-Johnson
Cardiovascular
Insuficiencia vascular periférica. Trombosis,
tromboflebitis
Medicamentos
Etretinato e isotretinoino
5-FU
Infecciones
Por bacterias. (S. aureus, streptococos,
cocos aerobios grampositivos, Pseudomonas,
erysipeloide, lepra y sífilis)
Por virus. Herpes simple
Por hongos. Fundamentalmente Candida sp.
Otras
Diabetes, hipoparatiroidismo, acrodermatitis
enteropática
Histiocitosis X, acroqueratosis paraneoplásica
de Bazex, metástasis
Lupus eritematoso sistémico, esclerodermia,
enfermedad de Raynaud, síndrome de Reiter,
enfermedad celíaca
Traumatismos, radiaciones ionizantes, manos
frias
y restaurantes. Las causas pueden ser mu-
chas (tabla 10). La evolución es crónica
con episodios de exacerbación donde se
hace más manifiesta la inflamación y se
acentúan las molestias.
El tratamiento incluye medidas generales
para evitar los factores favorecedores y el
de la causa. El tratamiento antibiótico o
antifúngico tópico y sistémico. En los ca-
sos en que la inflamación sea muy inten-
sa pueden aplicarse esteroides y en los ca-
sos crónicos y recalcitrantes que no
responden a ningún tratamiento es preci-
so realizar tratamiento quirúrgico extir-
pando el surco proximal sin lesionar la
matriz.
Onicocriptosis o uñas encarnadas
Es una situación muy frecuente en perso-
nas jóvenes. Su etiología es multifactorial.
Consiste en el enclavamiento de los re-
bordes laterales de la lámina ungueal
en los surcos laterales produciendo una
reacción inflamatoria. Las causas que la
producen pueden estar en la propia lámi-
na ungueal (mal alineamiento de la uña,
uña en pinza, etc.) o en los surcos periun-
gueales (hipertrofia de partes blandas). Se
han descrito casos congénitos y factores
constitucionales. El empleo de calzado
oclusivo (tipo zapatillas deportivas), la hi-
perhidrosis y el cortar las uñas de forma
inadecuada son los factores desencade-
nantes y predisponentes más frecuentes.

Las uñas de los pies deben cortarse de for-
ma que los extremos queden al descu-
bierto y no se claven en el surco.
Se distinguen tres tipos: onicocriptosis sub-
cutánea, hipertrofia de los surcos latera-
les y distorsión de la lámina ungueal.
La onicocriptosis subcutánea ocurre como
consecuencia de los factores antes indi-
cados, sobre todo cuando se cortan las
uñas de los pies de forma inadecuada de-
jando los extremos de la lámina forman-
do un pico que se clava en el fondo del
surco periungueal produciendo una reac-
ción inflamatoria con dolor a veces in-
tenso. Se recomienda tratamiento con-
servador con un antiséptico local, colocar
una gasa o algodón entre el lecho y la uña
que evite el enclavamiento. En estos ca-
sos es de utilidad colocar una “canalilla”
de plástico en el borde lateral de la
uña sobre la que va creciendo la lámina
(fig. 15).
Cuando la uña permanece encarnada
tiempo se desarrolla un tejido de granu-
lación abundante alrededor de la herida
del surco lateral que sangra con facilidad.
En estos casos eliminamos el tejido de gra-
nulación mediante curetaje bajo anestesia
local, toques con nitrato de plata y siem-
pre es preciso eliminar el “incarnamien-
to” mediante la “canalilla” de plástico o
gasa.
Cuando se producen recidivas realizamos
la extirpación de un trozo de la lámina un-
gueal, el que se incarna (fig. 15e). En nin-
gún caso recomendamos la avulsión com-
pleta de la uña.
Sólo en los casos recidivantes realizamos
matriceptomía parcial para disminuir el ta-
maño de la lámina ungueal. La matricep-
tomía puede realizarse por simple esci-
Fig. 15. Uña encarnada.
a. El calzado como factor etiológico, desencadenante y predis-
ponente.
b y c. Vista frontal y anteroposterior.
d. La introducción de una canalilla de plástico evita las moles-
tias y permite “desencarnar” la uña.
e. Sección lateral de la lámina ungueal encarnada.
f. Técnica de Dubois. Elimina el exceso de tejidos blandos.
ONICOPATÍAS. CONCEPTO. CLASIFICACIÓN. ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS
sión, mediante electrocoagulación o apli- Fibroqueratoma periungueal adquirido
cación de fenol.
Se trata de tumores de consistencia fi-
La onicocriptosis por hipertrofia de las par-
broelástica, generalmente producidos por
tes blandas se produce en individuos que
traumatismos, de color carnoso o ligera-
tienen una lámina ungueal pequeña y un
mente pigmentados que suelen locali-
dedo muy gordo. La uña es normal por lo
zarse próximos a la matriz y al crecer
que no hay que tratarla. Los pliegues la-
producen un surco longitudinal en la lá-
terales son hipertróficos y es allí donde
mina (fig. 16a). El tratamiento es quirúr-
habrá que realizar el tratamiento. Nor-
gico.
malmente realizamos la técnica de Bose o
la de Dubois (fig. 15f).
El último tipo de onicocriptosis corres- Pseudoquiste mucoide
ponde a la uña en pinza ya descrita ante- (pseudoquiste mixoide)
riormente.
Tumor de consistencia semiblanda más
frecuente en los dedos de manos de mu-
jeres. Suele localizarse en el pliegue pro-
Tumores ximal y generalmente son asintomáticos.
Los tumores ungueales benignos constitu- Raramente tienen un tamaño mayor de
yen una patología muy frecuente que, en 10-15 mm de diámetro y en su creci-
la mayoría de los casos, modifican la lá- miento pueden ocasionar un acanala-
mina ungueal. Cuando se localizan en el miento longitudinal de la lámina ungue-
pliegue proximal comprimen la matriz y al por presión de la matriz (fig. 16b).
originan estrías o depresiones en la lá- Existen multitud de tratamientos para es-
mina mientras que si se sitúan por de- tos tumores, desde la incisión y drenaje
bajo de la matriz presionan de abajo a del contenido, la excisión simple, elec-
arriba y pueden originar una anoniquia. trocauterización, radioterapia o la inyec-
En general, podemos decir que los tu- ción de corticoides, ácido tricloroacético
mores benignos ocasionan deformaciones o fenol.
en la lámina ungueal, mientras que los
tumores malignos la destruyen. Sólo in-
Tumor glómico
cluiremos los tumores benignos más co-
munes y excluiremos los tumores ma- Es un tumor benigno de origen vascular
lignos. derivado de las células musculares lisas
modificadas o células gnómicas. El 75%
de los tumores glómicos se localizan en la
Verrugas vulgares mano y especialmente debajo de la lámi-
na ungueal, con mayor frecuencia en mu-
Aunque las verrugas no son verdaderos tu-
jeres de 30 a 50 años. En la mitad de los
mores podemos considerarlas, desde el
casos producen alteraciones de la lámina
punto de vista clínico, como tumores fi-
ungueal como estriaciones y fisuras. Es ca-
broepiteliales muy frecuentes producidos
por los virus del papiloma humano tipos
1-4, 7 10, 26-29. Su localización en la zona
periungueal se ve favorecida por el hábi-
to de morderse las uñas y ciertas profe-
siones como carniceros. Las verrugas que
afectan el pliegue proximal pueden origi-
nar estrías y acanalamiento de la lámina
por compresión de la matriz, y cuando se
localizan en el hiponiquio despegan la lá-
mina al crecer. Cuando se localizan debajo
de la lámina pueden ser dolorosas y hay
que hacer diagnóstico diferencial con el
tumor glómico. A la hora de establecer un
tratamiento hemos de tener en cuenta que
se trata de tumores benignos y autoinvo-
lutivos, que los tratamientos agresivos pue- Fig. 16. Tumores benignos de la uña.
a. Fifroqueratoma.
den ocasionar una deformidad ungueal b. Quiste mucoide.
permanente. c, d y e. Exostosis subungueal.
4825
ENFERMEDADES DE LA PIEL (II)
racterístico el dolor intenso y a menudo
pulsátil que se desencadena de forma es-
pontánea o por el traumatismo. El trata-
miento es quirúrgico.
Exostosis subungueal
El traumatismo repetido del calzado so-
bre la falange distal, generalmente en el
dedo gordo, produce una periostitis agu-
da que pasa a fase crónica con formación
de tejido que luego se calcifica (figs. 16c,
d y e). Comienza como una pequeña ele-
vación en la parte dorsal de la falange dis-
tal que al crecer emerge desde el borde
ungueal al que despega y llega a destruir
la lámina, dando lugar a una clínica enor-
memente invalidante. Precisa tratamien-
4826
to quirúrgico lo antes posible, que en los
casos avanzados consiste en la avulsión
parcial de la uña y extirpación de la exos-
tosis con fresado de la base para evitar
recidivas.
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