Está en la página 1de 2

La ley Murphy

Se conoce como Ley de Murphy o Leyes de Murphy a un conjunto de principios empíricos que se
rigen por la máxima de que “Si algo malo puede ocurrir, ocurrirá.” Este planteamiento pesimista
puede aplicarse a todo tipo de situaciones, como una suerte de Ley empírica sobre la resignación
ante el devenir de los acontecimientos futuros.

La Ley de Murphy no se trata realmente de una ley científica, ni de un teorema comprobable. Sin
embargo, puede inspirada en el concepto científico de la entropía, esto es, el grado de desorden al
que tienden inevitablemente todos los sistemas, dada la suficiente cantidad de tiempo.

La perspectiva de la Ley de Murphy, sin embargo, puede ser útil para forzar a las sociedades y los
individuos a prever futuros desastres y así tomar precauciones a tiempo.

¿ Quién es Murphy ?

Edward Murphy Nació 11 de enero de 1918, Zona del Canal de Panamá y

Murió de 72 años de edad en 1990

Edward Aloysius Murphy fue un ingeniero aeroespacial estadounidense que trabajó en sistemas
de seguridad críticos y que asumió el entrenamiento de pilotos para la United States Army Air
Corps en 1941

El origen de la ley de Murphy

El origen de este adagio popular se atribuye a Edward Murphy Jr.

Era un ingeniero estadounidense que trabajaba para la Fuerza Aérea de su país en 1949.

Sin embargo, existen distintas versiones respecto a qué situación fue la que la motivó, o cómo se
formuló inicialmente.

Según una de las versiones, ante un error insospechado de su asistente, Murphy se quejó diciendo
que “si esa persona podía cometer un error, lo haría con toda seguridad”. La frase se redujo a “Si
algo puede ocurrir, ocurrirá” y se lo llamó con el nombre de Murphy.

Otra versión afirma que el propio Murphy fue quien inventó el adagio y que lo hizo de la siguiente
forma: “Si hay más de una forma de hacer el trabajo y alguna de ellas conduce al desastre, alguien
lo hará de esa manera”.

Primera aparición de la Ley de Murphy


La Ley de Murphy se anunció públicamente por vez primera en boca de John Paul Stapp, un
capitán de la Fuerza Aérea Estadounidense. Stapp trabajaba en el mismo laboratorio que Murphy,
como sujeto de pruebas en experimentos con fuerzas G.

En una rueda de prensa, el capitán explicó que a pesar del fracaso de los experimentos, nadie
había resultado herido de gravedad porque se habían guiado por la Ley de Murphy, que los
impulsaba a tomar en consideración todas las previsiones posibles. A partir de entonces la
supuesta ley se hizo popular.

En 1952 esta frase apareció reformulada como “Todo lo que pueda salir mal, pasará” como
epígrafe del libro The Butcher: The Ascent of Yerupaja de John Sack. En 1955 el mismo enunciado
apareció vinculado con Murphy por primera vez en texto impreso en Men, Rockets and Space Rats
de Lloyd Mallan.

Irónicamente, la ley como hoy la conocemos no fue nunca formulada por Murphy. Por el contrario,
es tomada de las Leyes de Fineagle aparecidas en las novelas de ciencia ficción de Larry Niven. En
ellas, una colonia de mineros de asteroides tenían su propia religión, que rendía culto a Fineagle y
su profeta demente Murphy.

También podría gustarte