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-La patraña del zorro –

Una mañana, en un hermoso prado de la sierra del Perú, se encontraban unos


animales que vivían tranquilamente. Entre ellos estaban, la gallina, que la
llamaban “la chismosa del prado”, el cuy, muy listo y perseverante, el zorro,
astuto y soberbio, la tortuga, sabia e inteligente, la vaca, trabajadora y
respetuosa y el caballo, valiente e inocente.
En el prado todo era felicidad, pero hubo un tiempo en que empezaron a
perderse las cosas de todos los animales y tuvieron que poner una regla, la
cual consistía en que, si hubiera algún robo, o alguna agresión, o falta de
respeto, el culpable sería sancionado.
El cuy, al enterarse de la noticia dijo: Me alegra que haya por fin reglas.
La gallina, se alegró y dijo: Que chévere, ya no se van a robar mis huevos.
La vaca se entusiasmó y dijo: Me alegra muuuucho, mis terneros van a estar a
salvo.
Y así cada uno de ellos expresaba su aprobación por tal decisión.
Pasaron algunas semanas y se acercaba el invierno; los animales comenzaron
a trabajar muy duro para obtener comida y poder afrontar así la época de frio.
Aunque, no era tan fácil, porque la comida escaseaba más y más, era la época
de frio más dura que les había tocado. El zorro como no trabajaba, decidió
llevar a cabo un plan que tenía en mente, invitar a todos los animales del prado
a su casa, para hacer una fiesta, y así mientras todos se estaban divirtiendo, él
con su compinche el burro, entrarían a las casas de los otros animales para
robarles la comida.
Para llevar a cabo su plan, un día, el zorro se colocó en una gran roca y reunió
a todos los animales del prado.
- Amigos- grito, -Vengan, que tengo algo que decirles.
- ¿Qué pasa zorro? – Dijo el caballo.
Todos los animales se empezaron a preguntar entre ellos que era lo que tenía
que informarles el zorro.
- ¡Voy a hacer una fiesta! Es este sábado, los espero a las 5pm, no se olviden,
los veo ahí. – Exclamó felizmente el zorro y se fue.
Cuando todos escucharon la noticia, se alegraron mucho, pues no habían
tenido una fiesta en mucho tiempo.
La tortuga exclamó feliz: ¡Entonces el sábado llevo mistela! (vino dulce.)
Y así todos los animales comenzaron a hablar muy entusiasmados.
El zorro después de irse, se reunió con el burro y le dijo:
- Listo, entonces el sábado entras a las casas y te llevas lo de valor y también
la comida, no te olvides, sabes que no es difícil.
-Está bien mano. – Contestó el burro.
El sábado por la tarde, ya todos estaban en la fiesta, o al menos eso era lo que
pensaba el zorro, sin embargo, la tortuga y el caballo aún no habían llegado.
Pasaron algunas horas y el zorro le hizo una señal al burro para que empiece
lo planeado.
Lo que no tenía en cuenta el zorro, era que el caballo y la tortuga se quedaron
charlando y bebiendo mistela en la casa de la tortuga.
-Creo ya que deberíamos ir a la fiesta- Dijo la tortuga riendo.
-Si si, ya vamos. Dijo el caballo.
El caballo y la tortuga ya estaban saliendo de la casa, cuando en eso ven al
burro que entraba a la casa de la gallina de manera sospechosa y se esconden
para seguir viendo y que no los descubra el burro.
- ¿Quién es ese? ¿Lo conoces? – Preguntó la tortuga.
-Espera, creo que es el burro que vive en el otro prado, lo vi algunas veces con
el zorro, cuando le pregunté a zorro quien era me dijo que era un amigo. -
Paso un ratito y vieron que el burro se estaba llevando los huevos y cosas de
valor de la gallina. Luego se dirigió a la casa del cuy, para hacer lo mismo.
-Este zorro nos vio la cara de bobos. Hizo una “fiesta” para que todos
estuviéramos ahí, mientras que su amigo entraba a robar a nuestras casas -
Dijo la tortuga.
- Es verdad, voy a ir a la fiesta para informar a todos, tú por mientras quédate a
ver que más hace el burro. – Exclamó el caballo y salió a todo galope.
Está bien. Dijo la tortuga con voz amargada.
El caballo al entrar a la fiesta se encontró con el zorro, frente a frente.
- Hola amigo caballo, que bueno que hayas lleg… -
El zorro saludó al caballo, pero el caballo lo interrumpió y le dijo con voz fuerte:
- ¡No puede ser que nos hayas hecho esto! – Exclamó el caballo enojado.
El zorro lo miro con cara de sorprendido y con cara de no saber nada al mismo
tiempo.
- ¿Qué pasa caballo, por qué gritas? – Dijo el cuy muy sorprendido y también
confundido.
- Este sinvergüenza nos hizo venir a su fiesta para que su compinche el burro
entrara a robar a nuestras casas. – Declaró el caballo muy molesto y muy
decepcionado de que el zorro les haya hecho eso.
Los animales vieron al zorro con decepción, no podían creer que su amigo se
haya portado de esa manera con ellos. Regresaron a sus casas para ver que
todo este en orden y que no faltara nada; luego se reunieron y reclamaron al
zorro y al burro por tal fechoría.
-Este burro se quería llevar mis huevos que yo los hago con taaaanto esfuerzo.
¿Tú eras el que siempre se robaba mis huevos? Preguntó la gallina.
La vaca exclamó:
- Ustedes se han comportado muuuuuy mal. -
-Por su parte el cuy dijo a la tortuga y al caballo:
-Muchas gracias amigos por avisarnos a tiempo.
Finalmente, todos los animales del prado sancionaron al zorro y el burro. El
zorro reconoció su falta y se arrepintió muchísimo de lo que había hecho, pidió
perdón a todos devolviéndoles su comida y sus cosas. Prometiendo nunca más
engañarlos. Lo mismo hizo el burro antes de marcharse a su pradera.
Aunque el zorro fue perdonado eso no impidió que fuera sancionado, tuvo que
trabajar muy duro para ganarse nuevamente la confianza de sus amigos.
Moraleja: “La mentira tiene patas cortas”

jijijija XD_Km

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