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The International Journal of Psychoanalysis (en español)

ISSN: (Print) 2057-410X (Online) Journal homepage: http://www.tandfonline.com/loi/rips20

El borde del caos: Una visión no lineal de la técnica


psicoanalítica

Robert M. Galatzer-Levy

To cite this article: Robert M. Galatzer-Levy (2016) El borde del caos: Una visión no lineal de la
técnica psicoanalítica, The International Journal of Psychoanalysis (en español), 2:2, 419-444, DOI:
10.1080/2057410X.2016.1351716

To link to this article: https://doi.org/10.1080/2057410X.2016.1351716

Published online: 14 Jul 2017.

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El borde del caos: Una visión no lineal de
la técnica psicoanalítica

Robert M. Galatzer-Levy

Profesor clínico de psiquiatría y neurociencias de la conducta,


Universidad de Chicago, Instituto de psicoanálisis, Chicago –
galatzerlevy@rgalatzerlevy.com

(Aceptado para su publicación el 29 de enero 2015)

El borde del caos: una visión no lineal de la técnica psicoanalítica. El campo


de la dinámica no lineal (de la teoría del caos) brinda posibilidades de
expandir conceptos del proceso psicoanalítico que tienen implicancias
técnicas. Este trabajo describe cómo los conceptos de “borde del caos”,
emergencia, atractor y oscilador acoplado pueden ayudar a dar forma a la
teoría analítica, dando lugar así a una manera de hacer psicoanálisis más
libre y, a la vez, más sólidamente basada en una comprensión ampliada de las
modalidades de funcionamiento del psicoanálisis que algunas de las
recomendaciones técnicas actuales. Ejemplos tomados de un análisis
prolongado de un paciente con un trastorno obsesivo-compulsivo muestran
este enfoque en acción.

Palabras clave: teoría del caos, teoría de sistemas dinámicos no lineales,


técnica, borde del caos

Hay un lugar en algún lugar entre vivir mediante reglas automáticas


rutinarias y el caos psicológico. Es en este "borde del caos " que emergen
formas creativas y nuevas de ser. El núcleo del trabajo psicoanalítico se
produce en el borde del caos, y el trabajo de análisis es llevar a analista y
analizando allí.

Traducido por Paola Jarast del original en inglés publicado con el título The edge of
chaos: A nonlinear view of psychoanalytic technique en Int. J. Psycho-Anal., 97, 2,
409-427.

Todos los derechos reservados. Traducción autorizada de la edición en idioma inglés


publicada por John Wiley & Sons Limited.
La responsabilidad por la exactitud de la traducción es responsabilidad exclusiva del
Instituto de Psicoanálisis y no responsabilidad de John Wiley & Sons Limited.

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Robert M. Galatzer-Levy

La frase "al borde del caos” ha sido tomada de un campo de las


matemáticas, los sistemas dinámicos no lineales o la teoría del caos. La teoría
del caos y la teoría relacionada con los sistemas complejos implican una
visión del mundo que difiere de la de las ciencias naturales del siglo 19, una
visión del mundo que desafía nuestro "sentido común" acerca de cómo las
cosas, incluyendo nuestra propia mente, funcionan, y ofrece posibilidades
más ricas.
Este trabajo pretende explicar cómo las ideas de la teoría de los sistemas
no lineales pueden informar la dinámica de aspectos de la clínica
psicoanalítica. Hay una larga y bien establecida línea de pensamiento sobre la
relación de la dinámica no lineal con la teoría psicoanalítica. Waelder (1936,
1963) y Loewald (1960) sugirieron que hace mucho tiempo que la
conceptualización de la psique como una máquina complicada que podría ser
entendida en términos de la operación de sus componentes no pudo capturar
aspectos importantes de su función. Waelder reconoció que la
retroalimentación dentro de la psique y los múltiples determinantes de
acciones psicológicas hicieron que el tipo de predicción y análisis que
funcionó bien con máquinas simples fuera inaplicable a los sistemas
psicológicos. Loewald de manera similar se dio cuenta de que, si bien las
descripciones mecanicistas eran útiles en la comprensión de acciones
psicológicas individuales, el funcionamiento psicológico general requiere
otro punto de vista - que el todo es mayor que la suma de sus partes. A partir
de la década de 1960 se observaron problemas similares en una variedad de
campos que van de la meteorología a la sociología y la biología como
intentos de modelar sus fenómenos mediante el examen de los componentes
básicos de los sistemas dirigidos repetidamente condujeron a dificultades
prácticas y técnicas. Por ejemplo, aunque los meteorólogos estaban bastante
seguros de que las leyes bien establecidas de la física se aplicaban al clima,
mientras las computadoras capaces de calcular estas predicciones basándose
en estas reglas se volvían disponibles, las predicciones que realizaban a
menudo eran muy desacertadas. Por otra parte, el intento de desarrollar una
imagen de los sistemas complejos desde los cimientos a menudo producía
resultados insatisfactorios. Por ejemplo, aunque mucho se supo acerca de las
reacciones bioquímicas individuales que se han producido en las células, la
suma de estas reacciones no parecía explicar la función global de las células.
Los avances en las matemáticas impulsados en gran medida por los intentos
de abordar estos y problemas similares condujeron a la aparición de un grupo

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de disciplinas, incluyendo la teoría de los sistemas dinámicos no lineales, la


teoría del caos y la teoría de los sistemas complejos, que proporcionan
enfoques matemáticos generales de este gran grupo de problemas que no
pudo ser abarcado de manera satisfactoria mediante la construcción de
modelos basados en componentes elementales. En otro lugar he
proporcionado una guía para psicoanalistas para esta muy grande y ahora
bien establecida disciplina (Galatzer-Levy, 2009a).
Durante los últimos 40 años, un círculo cada vez más amplio de
psicoanalistas y pensadores de orientación psicoanalítica han llegado a creer
que las ideas de la dinámica no lineal deben informar el psicoanálisis
(Galatzer-Levy, 1978, 1980, 1995, 1997, 2002, 2004, 2009a, b, en
preparación; Moran, 1990; Ruelle, 1991; Spruiell, 1993; Duke, 1994; Lang y
Badalamenti, 1994; Quinodoz, 1997; Boston Change Study Group 2005;
Seligman, 2006; Piers y otros, 2007; Marks-Turlow, 2008; Pragier y Faure-
Pragies, 2008; Guastello, 2009; entre muchos otros). Estas contribuciones
han utilizado la teoría de los sistemas dinámicos principalmente para
expandir la teoría y conceptualizaciones psicoanalíticas. En este artículo, me
centro en tres ideas fundamentales de la teoría desde el punto de vista clínico,
y muestro cómo operaban en un análisis.
Pero, en primer lugar, necesitamos un poco de contexto para la dinámica
no lineal y la teoría del caos. A lo largo de este trabajo, me referiré a una
visión del mundo (del alemán Weltanschauung), una filosofía o visión de la
vida en particular; un concepto del mundo de una persona o grupo (OED
online, 2014). Una visión del mundo no conforma un grupo de declaraciones
acerca de un tema, sino más bien un método de aproximación para pensarlo.
“Apreciación íntima de la experiencia viviente”, de Bergson, constituye una
visión del mundo desde la que sus teorías específicas crecieron (Pringle-
Pattison, 1917); las ideas de Adam Smith sobre la naturaleza de los mercados
surgieron a partir de una visión del mundo de que la gente en general se
comporta de manera racional a fin de maximizar beneficios. Una visión del
mundo no es una teoría en sí, sino más bien una aproximación a la
construcción de teorías.
La medida en que las matemáticas disponibles dan forma a las visiones
del mundo es a la vez sutil y profunda. Todas las teorías de la elección
racional se basan en una opinión de que los beneficios de las acciones se
pueden cuantificar; la existencia de una teoría matemática de probabilidad
hace que sea posible anticipar que algún tipo de orden puede ser llevado al

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mundo de los eventos al azar; la idea de Descartes de que las propiedades


geométricas eran intrínsecas a las ecuaciones, la “geometría cartesiana”, dio
lugar a una imagen del mundo en la que la geometría de las órbitas de la luna
y los planetas puede ser calculada usando ecuaciones. La noción matemática
que proporciona estas visiones del mundo en sí no dice nada directamente
sobre el tema, pero una vez que el tema se aborda utilizando estas
herramientas matemáticas, emergen rápidamente nuevas ideas sobre el tema
en cuestión.
La teoría de los sistemas de dinámica no lineal no es una nueva teoría
psicoanalítica. Es una nueva forma de pensar acerca de ideas y observaciones
psicoanalíticas. Gran parte de la ciencia del siglo 19 y la mayor parte del
siglo 20 tenía una visión lineal del mundo, y esta visión del mundo informó
1
sus hallazgos, incluyendo los de la dinámica psicoanalítica no lineal . En sí
no constituye un modelo psicoanalítico, pero sí apunta hacia algunos modelos
posibles que no se considerarían más que para un conocimiento de dinámicas
no lineales. Sí dice que algunos modelos clásicos en el psicoanálisis
probablemente estén sobresimplificados o basados en supuestos que no son
necesariamente ciertos.
Freud tomó prestada en gran medida su visión del mundo de la ciencia
natural del siglo 19. Esto lo llevó al descubrimiento aterrador de las
poderosas fuerzas dentro de nosotros que siguen principios ajenos a la
sensación de ser dueños de nuestras propias mentes. Estas fuerzas son, sin
embargo, como las describió Freud, ordenadas, y siguen reglas muy similares
a la máquina en la que se modelan. A medida que nos desplazamos desde la
visión del mundo que lo informó, debemos aprender de él para tomar lo que
es útil, desechar lo que no lo es, y para evitar dar a estas ideas autoridad
indebida a causa de sus orígenes científicos.
Newton creó un increíblemente potente aparato matemático para
comprender el mundo y, con él, una visión del mundo implícita en ese
aparato. El núcleo de las ideas de Newton es que el mundo se puede describir
a través de fórmulas matemáticas, ahora llamadas ecuaciones diferenciales
lineales. "Lineal" se refiere tanto a la forma de estas ecuaciones como a una
propiedad implícita en esa forma, es decir, que los pequeños cambios en una
variable producen pequeños cambios en otras variables. Una pelota lanzada

1
No estoy diciendo que todo el pensamiento psicoanalítico deriva de esta visión del mundo. En la medida
en que las conceptualizaciones psicoanalíticas son hermenéuticas, no tienen una visión del mundo
tradicionalmente científica y, en particular, no tienen una visión del mundo lineal.

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con un poco más de fuerza va a ir un poco más lejos. Un poco más de una
pequeña corriente eléctrica hará que la bombilla crezca un poco más brillante.
En general, los pequeños cambios cuantitativos no causan cambios
cualitativos. La espalda del camello generalmente se dobla en vez de
romperse cuando se añade una pajita a su carga.
El enorme poder de estas herramientas matemáticas y la cosmovisión
asociada dominaron el pensamiento científico occidental hasta finales del
siglo 20. Fue esta visión del mundo, como fue heredada de su maestro
Brucke, que informó la táctica de investigación central de Freud (Galatzer -
Levy, 1976). La visión newtoniana del mundo como mecanismo de operación
de una manera fundamentalmente lineal vino a Freud, como lo hizo con sus
contemporáneos, de manera indirecta, no tanto de la lectura de Newton y sus
descendientes físicos, como a través de las formas en que los ideales de
Newton impregnaban la ciencia del siglo 19, incluyendo los biólogos y
médicos que más directamente influenciaron a Freud. A partir de Estudios
sobre la histeria, Freud mostró que, cuando el material psicológico parece
contener discontinuidades y desconexiones, debemos buscar las conexiones
inconcientes que llenan el vacío aparente. En otras palabras, la hipótesis de
Freud del desarrollo lineal continuo y suave, con base en una visión del
2
mundo newtoniano, produjo el núcleo de los métodos científicos .
Los científicos habían entendido desde hace tiempo que muchos
fenómenos físicos no son lineales, pero no fue hasta después de la Segunda
Guerra Mundial que convergieron varios factores, lo que resulta en nuevas
ciencias que estudian los fenómenos no lineales.
El mundo no lineal es radicalmente diferente del mundo lineal. Las ideas
que se han vuelto tan fundamentales que se confunden con la intuición no se
aplican en este mundo. Por ejemplo, el supuesto de que donde hallamos
estructura debe reflejar un plan preexistente no se aplica en el mundo no

2
Al igual que en la lectura de Freud hoy en día es posible reconocer la centralidad del método
hermenéutico en su trabajo, es posible leer a Freud como un previsor de algunos de los elementos más
interesantes de la dinámica no lineal. Por ejemplo, en el capítulo 7 de La interpretación de los sueños, las
ideas propuestas por primera vez en Las afasias, Freud anticipa con brillantez la teoría de las redes, que no
vería su pleno desarrollo hasta casi un siglo después. Tales lecturas retrospectivas de Freud serían
engañosas si condujesen a una visión de que Freud no fue muy lineal en su visión del mundo. En un
sentido, esto se hace más evidente en sus escritos posteriores, cuando él ha desarrollado varias teorías de la
función mental. En general, él intenta mostrar cómo cada teoría por separado es útil, pero no trata de
integrarlas en una sola conceptualización, ya que no pueden encajar de una manera lineal.

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lineal. Tampoco la intuición de que pequeños cambios en las condiciones


producen pequeños cambios en el resultado.
La idea de atractores es central en el pensamiento de los sistemas
dinámicos. Un atractor es un patrón de movimiento hacia el que tiende un
sistema. Kepler demostró que las elipses son atractores para el movimiento
planetario. Freud demostró que las fases del desarrollo de la libido son
atractores para el desarrollo y las defensas de los niños atractores de acciones
psicológicas diseñadas para proteger contra la ansiedad. Melanie Klein
mostró que la fluctuación entre la superposición de la posición esquizo-
paranoide y la depresiva es un atractor en curso en el funcionamiento
3
psicológico humano .
Podemos hablar de bienestar psicológico en términos del tipo de atractor
en virtud del cual una persona está viviendo. Si el atractor es demasiado
simple para que la persona viva de acuerdo con un pequeño número de reglas
sin tener en cuenta las circunstancias, es poco probable que posea adecuada
riqueza o la capacidad de adaptarse bien a las circunstancias cambiantes. Por
otro lado, si una persona vive en un atractor que es excesivamente complejo,
impredecible y errático, la vida se vive constantemente en la sombra de la
desorganización y el peligroso caos. En cierto sentido, no debería ser un tipo

3
Un lector editorial perceptivo observó que la idea de atractores descrita aquí parece incluir poco acerca de
la persona que los crea, evalúa y experimenta (aunque sea indirectamente). Esta objeción podría ser
ampliada para incluir la objeción de que a pesar de que los mecanismos implicados son algo diferentes de
los del análisis clásico, el punto de vista lineal parece ser fundamentalmente mecanicista y carente en una
dimensión hermenéutica. Esta objeción válida debe ser considerada en el contexto de toda la discusión
sobre el papel de las teorías psicoanalíticas, desde la teoría del impulso a la neurociencia contemporánea,
en todas aquellas en que el paso del proceso no psicológico subyacente a la subjetividad es difícil o
imposible de rastrear. (Esta dificultad parece ser mayor para los marcos conceptuales como la dinámica no
lineal que se refieren a conceptos abstractos con nombres desconocidos. Pero sostengo que el problema es
aún mayor cuando los conceptos abstractos son disfrazados con nombres aparentemente familiares como
"self", "objeto" o "persona”). En otras palabras, creo que las ideas presentadas aquí no son mucho peores
en este sentido que la mayoría del pensamiento psicoanalítico generalizado, y están sujetas a limitaciones
similares a aquellas líneas de investigación. En otro lado he argumentado que el pensamiento no lineal
proporciona un puente potencial entre la subjetividad y la teoría psicoanalítica en virtud de su
reconocimiento de que las configuraciones que importan en el psicoanálisis se manifiestan de múltiples
maneras y que, en particular, se manifiestan en las narrativas (Cohler y Galatzer-Levy, 2007).
Cuando hablamos de la estructura y la configuración de las narrativas, abstraemos de sus estructuras
específicas, cuyas dinámicas son atractores. El lenguaje de la dinámica no lineal parece incluir un puente
natural entre la subjetividad y la narrativa, por un lado y los mecanismos, ya sea abstractos o
neurocientíficos, por otro. Obviamente, la elaboración de estas ideas nos lleva más allá del alcance de este
trabajo. Aquí yo solo diría que el punto de vista no lineal puede ayudar a la práctica psicoanalítica.

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óptimo de atractor que incluye una amplia gama de posibilidades y


creatividad sin riesgo indebido de profunda desorganización.
Mientras que muchos analizandos temen la desorganización, pocos de
ellos están en realidad en este estado en los principales aspectos de su vida.
En su lugar se han trasladado a una región del atractor demasiado lejos de la
desorganización para permitir la deseable complejidad y riqueza. Esta es la
historia de un hombre que había estrechado su vida a un pequeño segmento
4
de posible atractores .
El Sr. Jones comenzó el análisis con una vida dominada por un muy
simple atractor. En un sentido importante, casi nada había cambiado para él
entre el sus 16 y sus 44 años, cuando nos encontramos por primera vez. Fue
remitido por un colega que había estado viéndolo "temporalmente" por 8
años, a partir de la muerte del primer analista del Sr. Jones, que lo trató
durante más de 20 años. El señor Jones continuó sufriendo de síntomas
incapacitantes obsesivo-compulsivos y síndrome de colon irritable. Todavía
vivía con sus padres, y era empleado como funcionario de bajo rango. Pasaba
la mayor parte de su tiempo de vigilia en rituales y pensamiento obsesivo,
tratando de evitar la contaminación del mundo con las heces. Yo era el
analista número 22 a quien le había sido referido.
El Sr. Jones me contó una historia muy simple para un hombre que tenía
décadas de análisis. Los síntomas intestinales lo habían atormentado durante
toda su vida, conduciendo tanto a temores acerca de ser incapaz de llegar a un
inodoro, como de contaminar cosas con sus heces. Su único placer consistía
en recoger artículos, tales como estampillas, pero temores de que
contaminaría sus colecciones interferían con cualquier placer que podría
haber tenido. Su primer análisis fue con una "estricto Freudiano”, pero lo que
esto significaba no estaba claro. El atractor que parecía controlar la vida del
Sr. Jones era un único punto inamovible, un lugar donde permanecía,
repitiendo sus rituales y preocupaciones, únicamente en lo más mínimo
movido por el paso del tiempo o experiencias en el mundo.
El Sr. Jones tuvo entrevistas con muchos analistas potenciales. A él le
gustaba cada una de ellos. Pero cada uno tenía un defecto que hacía
imposible que el señor Jones trabajara con ellos. Un consultorio daba a una
calle concurrida, haciendo la consulta demasiado ruidosa. Otro era demasiado

4
El trabajo descrito aquí se presenta con el permiso del paciente. Los detalles identificativos han sido
removidos. El tratamiento duró aproximadamente dos décadas, en las que el paciente fue visto con una
frecuencia variable (de 2 a 4 veces por semana) y se utilizó el diván durante la mayor parte del mismo.

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lejos del lugar de trabajo del Sr. Jones. Y así sucesivamente. A medida que se
acercaba el final de nuestra entrevista inicial, sugerí que nos encontráramos
de nuevo, pero, tristemente, el Sr. Jones se negó. Le pregunté por qué, y me
señaló un panel de ventilación en el techo de mi consultorio. Le dije que yo
no entendía. Él explicó que el consultorio estaba frío, el aire acondicionado
estaba demasiado alto. Él no podría volver.
En este punto, surgió un elemento altamente competitivo de mi propia
personalidad. Yo podría ser más eficaz al involucrar al señor Jones que los
otros 21 analistas que lo habían visto. Le dije: “Es bastante frío (lo era) pero
puede volver". Él dijo “¿En serio?”, y le dije: "Sí". Después de algunas
negociaciones, el análisis comenzó.
La sesión, que, por supuesto, podría ser descrita en términos de
transferencia, contratransferencia, y enactuación, también se puede pensar en
términos de un atractor, o la fantasía inconciente del Sr. Jones, que podría
llamarse "el desafortunado defecto que hace que trabajar con este analista sea
imposible", un atractor propio, un deseo, “Quiero ser el mejor analista en
Chicago”, y mi intervención, una enactuación, vista como un intento exitoso
por mover al Sr. Jones ligeramente fuera de su atractor y que su acción se
corresponda con la mía. Los fenómenos a los que se hace referencia como
atractores aquí, así como la "similitud del self” discutida a continuación,
podría ser discutida bajo la rúbrica de la compulsión a la repetición. La
ventaja de sustituir este vocabulario psicoanalítico familiar con el de la
dinámica no lineal es doble. En primer lugar, se pone de manifiesto una
relación fundamental entre estos fenómenos, aunque uno que está
generalmente reconocido en el psicoanálisis, y en segundo lugar, y más
importante, apunta a la conveniencia de preguntar qué parte de la teoría de
atractores puede ser aplicable a fenómenos psicoanalíticos. La conciencia de
la anteriormente impensada configuración psicoanalítica que se sabe a partir
del estudio general de atractores puede llamar nuestra atención sobre los
nuevos fenómenos clínicos.
Un precursor importante para el desarrollo de la dinámica no lineal fue la
observación de que los relojes de péndulo colgados en la misma pared se
volvían síncronos. Este misterioso fenómeno apuntaba a cuán sutil una
interacción era necesaria para que los relojes se influyan entre sí. Otra de las
características de muchos atractores es la manera en la que una parte pequeña
de un atractor se asemeja al atractor global y, cómo el cambio de esa pequeña
parte del atractor desplaza el funcionamiento del atractor general.

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"El desafortunado defecto que hace que trabajar con este analista sea
imposible” era un aspecto de un atractor más grande que podría llamarse
"lamentablemente no hay nada posible, excepto hacer la misma cosa una y
otra vez”, un atractor que dominaba la personalidad del Sr. Jones. Este es un
ejemplo de similitud del self, que es característico de muchos sistemas
complejos. Cuando nos fijamos en una pequeña porción del atractor, revela
información sobre la totalidad del atractor. Lo que es más, la alteración de
este tipo de pequeños segmentos del atractor puede transformar el atractor
global.
Un argumento común acerca de la técnica analítica se refiere a cuán
grande es el trozo de material analítico que debemos tratar de abordar - gran
narrativa de vida, material que se produce a medida que el análisis se
desarrolla en, por ejemplo, varias semanas, las transacciones interpersonales
en el marco temporal de una parte de una sesión, una transacción de unos
pocos minutos o incluso largos actos del habla de varios segundos, en la
forma sugerida por Paul Gray (1973, 1990). Una de las consecuencias de la
similitud de self de atractores es que no podemos responder esta pregunta de
modo general, dado que el atractor se manifiesta en todos los niveles y, lo
más importante, alterar el atractor en un nivel pequeño transforma el atractor
más grande. Por supuesto, el atractor “Quiero ser el mejor analista en
Chicago” se puede ver como parte de un atractor competitivo y/o grandioso
general.
Por favor, observen que mi atractor no encajaba muy bien con el
analizando y, ciertamente, tenía poco que ver con la empatía profunda con él.
La naturaleza desafiante de la presentación del Sr. Jones pasó a activar este
atractor y apoyó un potencial de interacción de algún tipo con el atractor del
analizando. Así, una tenue conexión surgió en la que el analista y el
analizando utilizaron el puente de la experiencia de que el consultorio era en
efecto frío para que sus atractores solo ligeramente relacionados entraran en
contacto. El resultado fue una modificación ligera pero significativa de los
atractores en ambos participantes. El atractor del Sr. Jones ''hacer las mismas
cosas una y otra vez” llegó a incluir a venir a sesiones de análisis, mientras
que mi atractor competitivo llegó a incluir tratar de analizar al Sr. Jones.
Muchos esfuerzos por aplicar el pensamiento de los sistemas dinámicos
no lineales al proceso analítico sugieren que profundas resonancias entre
analista y analizando, de forma similar a la de una díada ideal madre-hijo,
son necesarios para el trabajo analítico. Aunque tales resonancias se mueven

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y pueden ser importantes en casos particulares, no lo veo como un requisito


previo para el trabajo analítico. De hecho, la dinámica no lineal sugiere
incluso que atractores muy tenuemente conectados pueden influirse
profundamente el uno al otro a través del tiempo. Por lo tanto, el punto de
vista no lineal abre una posibilidad clínica que habría sido poco probable que
contempláramos sin la teoría. Mientras que la mayor parte del pensamiento
analítico actual sugiere que el proceso analítico avanza por medio de
conexiones profundas entre analista y analizando, la dinámica no lineal nos
invita a considerar que en algunos casos aparentemente leves, las conexiones
pueden tener efectos profundos, como creo que ocurrió en este caso, donde
mi primer contacto con el analizando parece haber descansado en nada más
profundo que una congruencia azarosa entre un aspecto de su dinámica y la
mía.
Cuando dos atractores entran en contacto, es probable que se influyan
mutuamente. Una de las formas no lineales en que he llegado a pensar el
proceso psicoanalítico es en términos de osciladores acoplados (Galatzer-
Levy, 2009a). Los osciladores son entidades que se mueven en un intervalo
entre los puntos finales. El oscilador simple es un péndulo, pero osciladores
mucho más complejos son familiares para todos nosotros, incluyendo los
giros del mercado de valores, las acciones de una sola neurona o grupo de
neuronas, o el movimiento entre una secuencia de posiciones defensivas que
se ven comúnmente en el análisis.
Cuando dos osciladores están unidos entre sí, por ejemplo por un resorte
que une dos péndulos, complejos patrones de movimiento emergen, patrones
que no podrían haber ocurrido en cualquier oscilador si no estuviesen
conectados uno a otro. Los osciladores unidos pueden ser considerados como
la formación de un nuevo oscilador que tiene capacidades más ricas que
cualquiera de sus componentes por separado, y son mucho más que la suma
de los dos osciladores.
La díada analítica que surgió de mi primer encuentro con el Sr. Jones no
solo contenía las características de cada uno de nosotros, sino también los
elementos que surgen de las interacciones de esas características, elementos
más complejos que una simple suma de las características que cada uno de
nosotros trajo a la entrevista. Tengan en cuenta que la naturaleza de la unión
que inició este análisis fue simplemente la percepción compartida de que el
consultorio estaba frío. No fue algo de toma de contacto empático profundo
ni ningún tipo de respuesta emocional tierna. Lo menciono aquí porque el

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modelo de acción terapéutica que propongo no se basa en ninguna forma en


particular en que el analista y el analizando llegan a estar unidos entre sí. En
particular, no se requiere empatía o comprensión, aunque cualquiera de estos
puede facilitar la unión necesaria.
El desarrollo matemático de la dinámica no lineal incluyó el estudio de
muchos fenómenos que parecían desorganizados y de difícil solución a los
planteamientos matemáticos anteriores. El matemático Norbert Wiener
reconoció que los sistemas de modelos que incluyen feedback
frecuentemente dieron lugar a un comportamiento aparentemente
desorganizado de gran importancia práctica. Al mismo tiempo,
reconceptualizaciones de ciertos conceptos matemáticos básicos, que no voy
a tratar de explicar aquí, proporcionaron nuevas herramientas para pensar
acerca de estos problemas. Se descubrió que estos fenómenos aparentemente
desorganizados tenían su propio orden. El término "teoría del caos" se
introdujo para describir un grupo de ideas que describen este orden en
muchos fenómenos que parecían incomprensibles y desorganizados.
La característica más importante de esta teoría era dar forma a los
fenómenos no lineales. Recuerden que los fenómenos se denominan lineales
si en un sentido muy amplio su salida es proporcional a la entrada. Si acelero
la marcha con un poco más de fuerza, mi coche va andar un poco más rápido.
Si tengo algo más de libido, mis fantasías se vuelven más eróticas. Pero
aspectos importantes de los mundos no son lineales. En situaciones no
lineales, cambios cualitativos o significativos pueden ser resultado de
pequeños cambios en las variables subyacentes. Presiono el acelerador con
un poco más de fuerza, y choco con el coche delante de mí alteran la
trayectoria de mi viaje. Mi libido intensificada de repente se vuelve suficiente
para que mis fantasías se conviertan en manifiesta frustración, y cambian
drásticamente su contenido. Un cambio cuantitativo se ha traducido en un
cambio cualitativo.
El Sr. Jones y yo empezamos a reunirnos regularmente. Aunque aprendí
muchos más hechos supuestos sobre él, en las sesiones aparentemente hubo
poco cambio. Él describía cómo estaba angustiado por uno de sus síntomas y,
o bien mediante la interpretación de cuestionar, yo enlazaba el síntoma con
algún elemento de su historia, un movimiento que rara vez encontraba
respuesta significativa. A pesar de que a veces respondía a interpretaciones
que algunas de sus acciones estaban relacionadas con el análisis, estos a

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menudo eran ignorados de modo manifiesto o daban lugar a una


exacerbación tal de los síntomas que yo sentía que debía evitarlos.
Por un lado, nos parecía estar operando en la forma crónica
“lamentablemente no es posible más que hacer la misma cosa una y otra
vez”, atractor; por el contrario, nos parecía que estábamos llegando a
conocernos mejor.
De vez en cuando, yo advertía los cambios en mis propias respuestas al
Sr. Jones. Estos en su mayoría tomaron la forma de una mayor empatía con
su sufrimiento. Por ejemplo, describió cómo, durante su infancia, la familia
iba regularmente a los restaurantes de lujo para cenas los domingos.
Invariablemente, esto dio lugar a lo que el Sr. Jones llamó una urgente
diarrea “gástrica” que obligaba a la familia a abandonar el restaurante
temprano para que el Sr. Jones pudiera llegar a casa para ir al baño. A pesar
de la regularidad de esta ocurrencia, las cenas continuaron sin cambios
durante años. Quedó claro para mí lo doloroso que deben haber sido estos
episodios, pero no lo que significaban para él y cómo es exactamente que
encajan con su vida. También me encontré cada vez más irritado por él y, a
veces actuaba mi frustración. Por ejemplo, en ocasiones yo racionalizaba
devolver una llamada telefónica antes de su sesión, de modo que ocupara su
tiempo con la idea de que, después de todo, él simplemente usaría ese tiempo
para recitar una letanía de quejas.
En retrospectiva, el encuadre analítico nos proporcionó la oportunidad de
enredarnos, para que los osciladores, que éramos, entraran en contacto en
múltiples puntos sutiles de manera que los dos formábamos un sistema más
grande juntos.
Creo que, independientemente de su contenido manifiesto, en muchos
análisis, el trabajo más importante es la formación de este tipo de sistemas
más grandes. He argumentado que este tipo de sistemas de “osciladores
acoplados” es importante no solo porque permite la profunda influencia
mutua del analista y analizando, sino debido a que los problemas que pueden
ser resueltos por un sistema de este tipo son mucho más complejos que
cualquiera de las personas involucradas podría resolver por sí sola. Así como
las redes de ordenadores pueden hacer cálculos que son cualitativamente más
complejos que los ordenadores individuales, también las redes de mentes
pueden generar nuevos tipos de funcionamiento fundamentalmente diferente
de los de las mentes individuales. En tales sistemas acoplados, el conjunto es
de hecho mayor que la suma de sus partes. El acoplamiento de los sistemas es

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sutil, se produce en varios niveles al mismo tiempo, y está sobre todo


disponible para la conciencia.
Desafortunadamente, las narrativas de este proceso, en el que se hacen
muchas conexiones pequeñas, tienden a distorsionar la imagen del proceso en
sí, porque tanto el autor como el oyente tienden a apoderarse de elementos
dramáticos y a buscar un significado más rico que el simple significado de
hacer una conexión. Si les digo, por ejemplo, que algunas de las historias de
colección del Sr. Jones en ocasiones me recordaban a mi propia colección de
estampillas en la infancia, es probable que ustedes, al igual que me ocurrió a
mí cuando escribí este artículo, se pregunten por qué se eligió este ejemplo
particular, y así comenzaría toda una línea de investigación en la que se
pierde el punto central - que no era más que uno de muchos puntos de
contacto entre nosotros. Imagínense un puente unido por decenas de miles de
pernos. Podríamos contar una historia plausible de lo que cualquiera de los
pernos hacía, pero la historia más importante es una que tiene que ver con
todo el conjunto de pernos. Por lo tanto, sin duda en un artículo como este,
tendrá que ser suficiente con decir que muy numerosas conexiones se
manifiestan en cosas tales como vocabulario compartido, rituales sutiles al
entrar y salir de la oficina, un ritmo de intercambios verbales surgió entre
nosotros. (Si uno fuera capaz de hacerlo, escribiendo como Proust, la captura
de miles de pequeños detalles proporcionaría una mejor idea de lo que
ocurrió que la referencia a puntuales eventos clínicos.) Hay que recordar que
una característica importante de los sistemas no lineales es que los resultados
no son proporcionales a las causas. La fuerza y la intensidad de las
conexiones a las que me refiero nos dicen poco acerca de la importancia de
sus repercusiones. La intensidad manifiesta de estas conexiones nos dice
5
poco acerca de lo que finalmente desempeñará un importante rol .
Mis conversaciones con el Sr. Jones siguieron un formato predecible en el
que comenzaba las sesiones quejándose de un síntoma, a menudo

5
Otro lector editorial señaló que estas ideas son contrarias a “hechos clínicos” conocidos, tales como la
centralidad de la empatía para el trabajo analítico. Aunque no tengo ninguna duda de que la empatía es un
componente altamente visible de muchos análisis y, a menudo les parece a analistas y analizandos de valor
terapéutico central y, además, pensadores como Kohut ven la empatía como la metodología central de la
investigación psicoanalítica, no tomo como un hecho demostrado que la empatía es siempre un factor
curativo central en el análisis (1959). Que, en los últimos años, la empatía aparece en esta luz, como hecho
central, para muchos analistas tiene muchas fuentes. Una de ellas es la ausencia de buenas explicaciones
alternativas de la eficacia del psicoanálisis. La dinámica no lineal proporciona explicaciones alternativas, y
con ello se abre la posibilidad de observar una gama más amplia de hechos.

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repitiéndose a sí mismo exactamente las mismas palabras con elaboración


mínima. Parecía apenas escuchar cualquier interpretación que hice, aunque
me di cuenta después de un tiempo de que él me estaba diciendo lo suficiente
para que mis interpretaciones poco a poco se volvieran más ricas y precisas.
A pesar del ritmo glacial del trabajo dentro del análisis, el progreso extra-
analítico del análisis del Sr. Jones fue impresionante. Algunos de los
síntomas parecían derretirse. Aparecieron nuevos intereses en otras personas.
De repente hubo una novia - la primera de su vida, y luego un matrimonio y
una relación con su hijastro.
Todo esto entró en el análisis principalmente en términos de síntomas. Por
ejemplo, me enteré de que se iba a casar porque vino a una sesión con un
nuevo síntoma, la “duda de amor”, que finalmente explicó consistía en el
temor de que en la ceremonia de la boda pusiera en duda su amor por su
novia. Hasta que describió el síntoma en detalle, yo no tenía ni idea de que
estaba planeando casarse. Era como si, claramente como resultado de nuestro
trabajo analítico, la vida del Sr. Jones incluyera cada vez habrá más
posibilidades que él estaba estudiando en la acción, por lo general de manera
gratificante y sensata. Sin embargo, ninguna conexión con el análisis tuvo
que ser por medio de descripciones de los síntomas. Elegí no interpretar este
comportamiento como acting out en parte debido a que interpretaciones
similares de su analista anterior habían servido para desbaratar el
comportamiento, y en parte porque, desde el punto de vista de la dinámica no
lineal, me parecía importante interferir lo menos posible con el paisaje de
posibilidades vitales en expansión del Sr. Jones. El Sr. Jones estaba
manteniendo al mismo un atractor importante para la vida, "yo soy un
hombre enfermo que se preocupa obsesivamente”, y la introducción de
nuevos elementos importantes en su vida que podrían ser pensados como
complejizando el atractor y con mayores posibilidades. A pesar de que no lo
experimentó de esta manera, el señor Jones estaba empezando a vivir en un
mundo en el que alguna vez había más opciones y posibilidades, y
experimentaba con ellos.
Piensen en un atractor como un camino por el que una persona viaja. A
veces el camino se divide o tiene ramificaciones. La analogía con un camino
es imperfecta porque los atractores para nuestras vidas consisten en nuestros
propios puntos de vista de las posibles vías en lugar de una realidad externa,
pero por lo demás, la analogía está bastante bien. Tal vez la forma más

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sencilla de pensar en una situación de este tipo es una bifurcación como el


encuentro de dos caminos en el poema de Robert Frost (Frost, 1923):

Dos caminos divergieron en un bosque,


y yo tomé el menos transitado.
Y eso hizo toda la diferencia.

Un ligero cambio hacia la derecha o hacia la izquierda en un punto hace


“toda la diferencia", ya que determina cuál de las dos vías que son bastante
divergentes uno ha de seguir. Observen que este es un proceso no lineal en el
sentido de que un cambio muy pequeño en la acción inicial puede producir
un cambio muy grande en el resultado.
Imaginemos un árbol de ramificación de tales bifurcaciones, y cada una
conduce a significativamente diferentes planes o acciones. A medida que las
bifurcaciones se hacen más densas, el sistema se mueve rápidamente a una
posición en la que el cambio más pequeño lo envía a uno en un curso muy
diferente. No se pueden hacer predicciones sobre cómo el sistema va a
evolucionar, porque hacerlo requeriría un conocimiento perfecto de su estado
inicial. Cuando esto sucede, el proceso se denomina caótico.
Es evidente que si una persona funciona de una manera donde la más
mínima perturbación provoca un modo significativamente diferente de
funcionar sin cualquier estabilidad posible. La vida sería imposible. Este es,
creo, el estado que señor Jones quiere evitar rigurosamente. Por otro lado, si
un cambio de situación nunca resulta en una alteración, en el modo de la
función no hay desarrollo posible. Este es el estado estable en que el Sr.
Jones se encontraba cuando comenzó el análisis.
La situación en la que grandes cambios significativos peor no
necesariamente abrumadores conducen a la exploración de nuevas vías se
llama el borde del caos. Corresponde a lo que pensamos como aprendizaje
creativo, la capacidad de explorar al menos mentalmente nuevas
posibilidades con relativa fluidez y facilidad. Es en algún lugar de esta región
del borde del caos en que se produce la capacidad de desarrollo en curso y el
aprendizaje de la experiencia. Es donde se hacen posibles el cambio, el
desarrollo y la creatividad. Es el lugar donde los atractores para la vida
pueden llegar a ser más ricos y complejos. También son más adaptables y
capaces de aprender de la experiencia.
En mi opinión, el trabajo de análisis es llevar al analizando al reino del
borde del caos. El papel del analista es ayudar en este proceso. La principal

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preocupación del analizando, no solo en el sentido de una fantasía, sino más


bien integrada en el funcionamiento de cualquier sistema que tiene una
duración de cualquier periodo de tiempo significativo, es que puede llegar a
ser desorganizado, es decir, ir más allá del borde del caos en alguna forma de
un estado traumático. Esta tendencia a la estabilidad se manifiesta por las
defensas vigorosas contra estados caóticos y, más raramente, por tremenda
ansiedad cuando se abordan los estados reales de desorganización.
He sugerido que la principal función del analista es satisfacer al paciente
en una unidad emergente en la que se unen las capacidades de analista y
analizando. El analista y el analizando funcionan como una sola unidad con
capacidad para resolver los problemas que exceden la de cualquiera de los
participantes solo. En mi artículo sobre “buenas vibraciones” describo desde
el punto de vista de la teoría de los sistemas complejos por qué era que tal
sistema conjunto podría resolver problemas más difíciles que cualquiera de
sus miembros. Por otra parte, el aumento de esta capacidad no es
simplemente aditivo, no es simplemente una cuestión de conocimiento de las
dos personas que reúnen a lo que saben.
Piensen en las mentes individuales como redes asociativas. La interacción
con otra mente es probable que implique la aparición de enlaces entre los
elementos de la mente individual, que antes no estaban disponibles y que les
da nuevos significados.
El alcance y la naturaleza de la nueva unidad dual de analista -analizando
está formada por las cualidades de las personas y la naturaleza de las
conexiones entre ellas. Debido a que ambas personas operan en cierto modo
de manera no lineal, la importancia de estas conexiones no es controlada en
su totalidad por su fuerza o intensidad. Recuerden que en los sistemas no
lineales, pequeños cambios pueden hacer “toda la diferencia" y la diferencia
que hacen puede ser difícil de predecir, al menos más allá del hecho de que
algo ha cambiado. Debido a que el nuevo sistema de analista -analizando
puede manejar una mayor inestabilidad que cualquiera de las partes puede
administrar por separado, tanto el analista como el analizando puede explorar
más libremente al borde del caos. Esta formulación sugiere que es la
naturaleza de las conexiones entre el analista y el analizando que es de
importancia fundamental para el proceso analítico. Es mucho más fácil
detectar las consecuencias de estas conexiones, por ejemplo, la vida cada vez
mayor del Sr. Jones fuera del análisis, que especificar la naturaleza de las
propias conexiones.

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El borde del caos

Un día, el señor Jones fue al aeropuerto a recoger a su sobrino de 13 años


de edad. Quería estar seguro de cumplir con el niño, y al darse cuenta de que
no tendría tiempo para estacionar en un estacionamiento lejano, estacionó en
frente de la terminal. Era muy conciente de que su coche podía ser
remolcado, pero había decidido que el cumplimiento con el niño con
prontitud era más importante, y valía la pena el riesgo. Cuando el coche fue
remolcado de hecho, él sintió angustia, pero estaba satisfecho con la decisión
que había tomado, a pesar del costo de $ 150.
Al volver a casa, su madre le gritó: "¡¿Cómo se puede pensar en una cosa
así?!" A medida que el paciente lo describió, la frase "cómo puedes pensar en
una cosa así” se presenta como una mera expresión retórica, una especie de
explicación, pero para el analista, que era conciente de la enorme medida en
la que se inhibió el pensamiento del paciente, se precipitó un momento en el
que me di cuenta de que el paciente había tenido prohibido sistemáticamente
pensar por su madre. Retrospectivamente, me di cuenta de lo difícil que fue
para mí pensar en muchas de las sesiones con el Sr. Jones. Sus fuertes quejas
acerca de lo mucho que sufrió a menudo me dejaban con poco más que un
impulso de huir de él, y paralizado en términos de cualquier capacidad de
pensar o entender la situación.
El paciente inicialmente se resistió a esta interpretación señalando que la
frase "Cómo puedes pensar en tal cosa” es común. A medida que hablaba
sobre esto, repitió numerosas frases imitando a su madre, cada vez con más
fuerza. Me di cuenta de que tenía dificultades para concentrarme en lo que el
paciente estaba diciendo, de que estaba deseando que el paciente acabara de
continuar hablando del asunto, ya que cada vez sentía que apenas podía oír
mis pensamientos, como el paciente, imitando a su madre, parecía estar
gritando una y otra vez “cómo puedes pensar en tal cosa", lo que ahora
significa que yo ni siquiera debía pensar que su madre podría haber prohibido
su pensamiento.
Visto en términos de un proceso analítico, había entrado en un nuevo
territorio. Mientras que, por supuesto, había entretenido mucho diversas
hipótesis genéticas sobre el señor Jones, que ahora tenía por primera vez un
intenso compromiso claro con una importante interacción emocional
temprana y una participación contratransferencial viva en ella. Nos
estábamos moviendo más hacia el borde del caos en el sentido de que no solo
algo nuevo estaba sucediendo, sino que las posibles direcciones en que podría
ir estaban cada vez más claras.

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Visto en términos de la retirada del Sr. Jones de algo que se aproxime al


borde del caos, la prohibición de su madre del pensamiento ayudó a explicar
por qué la idea de adoptar lúdicamente distintas maneras de mirar el mundo
le planteaba un problema al Sr. Jones, y también por qué el proceso de
conectar con el analista, el proceso de formación de las conexiones necesarias
para configurar la entidad analizando-analista, era tan difícil para él.
Y con esto nos pareció entrar en un nuevo mundo. De repente, el Sr.
Jones, cuya vida parecía congelada y avanzar solo en un ritmo muy lento,
surgía como un hombre con pasiones e ideales, que comprendía que explorar
sus fantasías y las ansiedades que estimulaban era la dirección en la que él
quería moverse.
Era como si toda una dimensión de la conducta moral se convirtiera
repentinamente a su disposición. Un primo que había sido hospitalizado con
esquizofrenia crónica durante más de 40 años había sido evitado por la
familia durante décadas. El Sr. Jones, en pleno reconocimiento de que él
estaba tratando de tratar este primo diferente al modo en que él mismo había
sido tratado, empezó a visitar con regularidad, tratando de interactuar con él y
tomando nota de todos los indicios de la implicancia de la prima. El Sr. Jones
mantuvo fuertes puntos de vista políticos, pero los limitaba a una
conversación educada. Sus opiniones eran diametralmente opuestas a las de
su padre. De repente, el Sr. Jones se convirtió en políticamente activo,
haciendo un trabajo importante para un candidato que apoyaba. Estos
cambios, a pesar de su rapidez, se discutieron en abundancia en el análisis
antes de que el Sr. Jones actuara. Tras el reconocimiento de la prohibición de
pensar, y sus motivos para aceptar dicha prohibición, surgió una nueva
capacidad significativa de pensamiento. Tengan en cuenta que aunque el Sr.
Jones hizo un progreso sustancial en la forma en que se conducía fuera del
análisis ante la pieza de trabajo analítico en la que se trató a la prohibición de
pensar, esos cambios anteriores no habían sido claramente vinculados con el
trabajo analítico. Estos cambios más recientes tenían una calidad particular -,
mientras que en retrospectiva parecían ser el resultado lógico de los
elementos que ya estaban presentes, no había manera en la que el analista o el
analizando pudieran haber adivinado sus detalles. Ellos no parecían
representar la liberación de las fantasías reprimidas anteriormente, pero eran
nuevas construcciones hechas posibles por reunir elementos a través de
pensar de una manera nueva.

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En los sistemas complejos, los fenómenos de novedad sorprendente que se


producen cuando los elementos se colocan juntos en contextos particulares se
llama emergencia. En surgimiento, aparecen aspectos cualitativamente
nuevos de los sistemas que no son reducibles a la suma de los elementos del
sistema. Solo pueden ser entendidos en términos del sistema como un todo.
Consideren la congelación del agua. Las moléculas de agua son dipolos.
Es decir, cada molécula de H2O tiene extremos relativamente positivos y
negativos relativamente cargados. Muchas de las propiedades del agua se
determinan por las fuerzas eléctricas entre las moléculas de agua. Estas
cualidades eléctricas de las moléculas individuales no cambian con la
temperatura. Sin embargo, sus efectos sobre las moléculas de agua en su
conjunto lo hacen. A temperaturas entre 0˚ y 100˚, el agua existe como
líquido, una sustancia que es coherente consigo misma, pero cuya coherencia
se interrumpe de forma relativamente fácil. A un nivel molecular, las
moléculas de H2O se adhieren una a otra, pero también pueden deslizarse
una a otra. Al bajar la temperatura por debajo de la congelación, el agua se
convierte en un sólido, hielo, con propiedades claramente diferentes de las
del agua líquida. Observen que este cambio se produce bruscamente - 1˚de
agua no es más parecido al hielo que 99˚ de agua, ni es -1˚de hielo como
agua.
Los psicoanalistas han sido conscientes de la emergencia en ciertos
contextos. Por ejemplo, cuando nos dijo Winnicott que "no hay tal cosa como
un bebé" dio a entender que era imposible entender los bebés sin comprender
el contexto en el que viven (1965). Las extensiones de esta idea básica de la
arena de la terapia psicoanalítica, la apreciación del contexto cultural e
histórico y desarrollos relacionados sugieren que en muchas áreas del
pensamiento psicoanalítico somos cada vez más conscientes de que la
reducción de los fenómenos de sus componentes es incompleta y por lo
general no alcanza aspectos centrales de los fenómenos. Muchas de estas
situaciones se describen bien en términos de cómo realmente nuevas
configuraciones pueden surgir en varios contextos.
El concepto de emergencia hace dos cosas para nosotros como analistas
clínicos. En primer lugar, nos permite reconocer que algo realmente nuevo
puede suceder en la vida psicológica y nos evita el ejercicio a menudo
contraproducente de reducir cada desarrollo observado en sus partes
componentes. En segundo lugar, sugiere un medio por el cual estas
transformaciones pueden llevarse a cabo. Por lo tanto, nos permite estar a

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gusto con la idea y pensar en formas de facilitar el desarrollo a través de la


atención a los contextos.
He sugerido que el cambio se produce en el borde del caos y que el
contexto analítico debe ayudar al analizando a llegar más cerca de ese borde.
Gran parte de la sabiduría recibida sobre la técnica analítica sugiere que el
analista debe tratar de proporcionar un entorno extraordinariamente estable,
casi anti-caótico. Creo que esta actitud surge en primer lugar por el hecho de
que las dificultades de muchos analizandos surgieron en contextos que
amenazan con forzar su desarrollo más allá del borde del caos en estados
desorganizados traumáticos, de manera que el reaseguro de la analista de que
no simplemente reproducirá estos estados traumáticos en el análisis se vuelve
muy importante. Esto es más convincente cuando uno actúa de manera que
no solo es benigna, sino también estable y predecible.
Otra fuente de esta actitud radica en el deseo del analista de ser científico
en el sentido de tener una idea clara de por lo menos lo que está haciendo en
las sesiones analíticas. La visión más rígida de la técnica analítica surgió en
la psicología del yo estadounidense durante una época en que los analistas
estaban trabajando muy duramente para hacer que su campo sea científico.
Un punto de vista no lineal que valora la realidad de la emergencia y que
la emergencia se manifestará en el borde del caos sugiere que el analista
también debe funcionar apropiadamente cerca del borde del caos. Del mismo
modo que uno nunca podría aprender acerca de las transformaciones notables
de las cuales el agua es capaz siempre observando que a una cierta
temperatura, así también, es poco probable que los analizandos a los que
perpetuamente el analista les proporciona el mismo contexto descubran o
creen nuevos aspectos de su personalidad.
Espero que no se interprete que sugiero que el analista debe actuar
deliberadamente de manera desorganizante o traumatizante. Algunas de las
ideas anteriores de la técnica analítica podrían ser consideradas como intentos
deliberados de perturbar formas crónicas de vida haciendo que el analista
shockee y derribe intencionalmente los medios por los que a su vez los
analizandos se protegen - por decirlo así, abordar el análisis desde el lado
caótico del borde del caos. Esto no es lo que quiero decir. Lo que yo estoy
recomendando es que el analista se siente libre de estar cerca de un borde del
caos, para sorprenderse libremente a sí mismo y al analizando de manera de
proporcionar un tipo de entorno de manera óptima impredecible. Cuando al
principio del tratamiento del Sr. Jones me sugirió que podría volver a pesar

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de ser mi oficina fría, me sorprendió tanto a él como a mí mismo. Actué más


cerca del borde del caos, y él fue llevado más cerca de ese borde.
La historia de la aparición de los síntomas del Sr. Jones podría ser oída en
términos de la forma en que la vida en el borde del caos - es decir, la vida
ordinaria –puede convertirse en traumática y conducir a la fijeza. Hasta los 14
años, el Sr. Jones era, según sus propias palabras, "un punk." Disfrutaba
pelear con otros niños, intimidarlos, y fantaseó con ser una estrella de rock
and roll. Se sintió muy atraído por una chica, y arregló para visitarla solo una
tarde. Vestía pantalones ajustados y una camiseta sin mangas, y se imaginó
que era Elvis Presley. Recuerda una poderosa erección cuando llegó a la casa.
No podía recordar exactamente lo que había pasado entre ellos, pero él
recuerda marcharse muy compungido. A pesar de estar bastante seguro de
que nunca se habían desvestido, tenía un miedo abrumador, que se convirtió
en una preocupación, de que había embarazado la chica. Más tarde se acordó
de cómo había regresado a casa después de este episodio sintiéndose muy
“sacudido”. Él está seguro de que debe haber sido obvio que algo estaba mal,
pero nadie preguntó. El trauma del evento podría igualmente ser entendido en
términos de un yo abrumado o un individuo que no pudo encontrar ningún
medio para traer a su estado casi abrumado en relación con otras personas
que podrían unirse a él en el borde del caos. Le parecía que su vida había
cambiado de modo que desde entonces se ahogaba en preocupaciones y
rituales obsesivos, una existencia terrible pero completamente estable ahora
retirada de la posibilidad de caos.
Volvamos a una zona final en la que una visión del mundo no lineal puede
ayudarnos clínicamente. Temprano en el análisis del Sr. Jones me había
planteado la hipótesis de diferentes raíces genéticas de sus dificultades, y en
ocasiones había ofrecido esas hipótesis como interpretaciones. El Sr. Jones
tendía a ignorar estas interpretaciones, ya que quería centrarse en algún
problema inmediato al que se estuviera enfrentando y, de hecho, no podía ver
la forma en que las interpretaciones fueran particularmente útiles. La primera
vez que una interpretación genética fue convincente o útil fue la
interpretación, descrita anteriormente, en la que he describí la incapacidad
bloqueada del Sr. Jones para pensar como un derivado de las prohibiciones
de su madre en el pensamiento. Esta interpretación fue derivada de una
combinación de mis respuestas contratransferenciales, fragmentos de
historias que el Sr. Jones me había contado, y mi interés particular en la obra
de Bion. Fue el primer fragmento de un relato del desarrollo del Sr. Jones.

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Era como un pequeño cristal de formación de una solución saturada. A su


alrededor lentamente se formó una historia recurrente de negligencia de los
padres.
En particular, en muchos contextos los padres del Sr. Jones se habían
cegado a su angustia, dejándolo totalmente solo con sentimientos
abrumadores. Las ocasionales correcciones activas de su madre a él: "¿Cómo
se te ocurre tal cosa?" en realidad llegaron como un bálsamo en comparación
con la aparente ignorancia total de su padre.
Como era de esperar, el Sr. Jones resistió enérgicamente la historia
emergente, especialmente dado que apoyaba una hostilidad hacia sus padres
con la que había tratado previamente mediante una formación reactiva. "Ellos
hicieron todo lo posible”. “Mi padre no tuvo realmente un padre que le
mostrara cómo ser padre''. “¿Cómo iban a saber que estaba sufriendo cuando
yo nunca les dije?" Esta resistencia manifiesta tuvo un efecto sorprendente en
el análisis - las historias se hicieron cada vez más refinadas, complejas,
coherentes y, sobre todo, funcionales en el sentido de que se hicieron cada
vez más útiles para la comprensión de sí mismo y la conducta de vida del Sr.
Jones.
En muchos puntos en los que la narrativa parecía bien organizada, la
resistencia manifiesta del Sr. Jones desestabilizaba la historia, daba lugar a
una lucha con ella y terminaba en una reformulación en un relato más
satisfactorio. He discutido este proceso con otro concepto de la dinámica no
lineal denominado "recocido simulado", pero para los propósitos de este
trabajo, voy a resumir diciendo que el relato fue llevado al borde del caos,
perdía una parte sustancial de su organización para que pudiera llegar a ser
reorganizado de una manera nueva (Galatzer-Levy, 1988).
La comprensión psicoanalítica clásica de síntomas como representaciones
de elementos de relatos de fantasía inconsciente hace hincapié en cómo el
proceso analítico transforma estas fantasías al traerlas a la conciencia, lo que
permite su transformación a través del contacto con otros aspectos de la
experiencia para transformar esta configuración excesivamente estable. El
levantamiento de la represión no es en sí primario o curativo. Es la capacidad
de aprender de la experiencia desatada por medio de la conciencia que hace
posible el cambio. Con lo que el análisis de la región del borde del caos
puede ser visto como una generalización de este principio y los medios para
hacerlo, la conexión del analista y el analizando, la creación de una nueva

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El borde del caos

entidad capaz de comunicarse que afecta narrativas por demás estables como
su principal herramienta.
El psicoanálisis puede ser visto como un método para liberar a la gente de
los patrones fijos de pensamiento, sentimiento y comportamiento, y permite
aprender de la experiencia creativa. Hacer esto requiere un grado de
desorganización suficiente para permitir la exploración de posibilidades
novedosas mientras que al mismo tiempo el mantenimiento de la
organización suficiente como para evitar los dobles peligros del caos o la
precipitación de las defensas rígidas de emergencia contra él. Tal estado se
llama borde del caos, y la exploración de ese campo del borde del caos y de
las posibilidades que contiene sugiere una forma enriquecida de pensar en el
psicoanálisis y su técnica. Ocupar el borde del caos de una manera sostenida
se hace posible a través de la unión de analista y analizando en un nuevo
sistema que es más capaz de vivir en el borde del caos y permitir así la
aparición de sorprendentes nuevas formas de ser que no podrían haber sido
predichas.
Soy, por supuesto, consciente de que muchos de los fenómenos que
discuto en este trabajo se han observado y descrito por otros analistas usando
otros marcos metapsicológicos y clínicos. Es legítimo preguntarse por qué
insto a la introducción de un punto de vista totalmente nuevo, lo que reclamo,
de hecho, como cambio en la visión del mundo en nuestro ya demasiado
complicado campo.
Voy a utilizar un ejemplo de los esfuerzos de los analistas para hacer
frente a los fenómenos estudiados en la teoría de los sistemas dinámicos no
lineales sin el beneficio de esa teoría. Escuchemos a Hans Loewald en su
gran trabajo sobre técnica, lo que dio lugar a una importante
reconceptualización de los modos de acción del psicoanálisis (1960).
Loewald discute la naturaleza problemática de la idea del analista como
observador científico tradicional. El escribió:
La relación entre un observador científico y su objeto de estudio se ha tomado
como modelo para la relación analítica, con las siguientes desviaciones: el
sujeto, en las condiciones específicas de una experiencia analítica, dirige sus
actividades hacia el observador, y el observador comunica sus hallazgos
directamente al sujeto con el objetivo de modificarlos. Estas desviaciones del
modelo, sin embargo, cambian toda la estructura de la relación en la medida en
que el modelo no es representativo y útil, sino, de hecho, engañoso. A medida
que el sujeto dirige sus actividades hacia el analista, este último no está
integrado por el sujeto en calidad de observador; como el observador comunica

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sus conclusiones al paciente, éste ya no se integra por el "observador" como


sujeto de estudio (p. 18).

Loewald hace todo lo posible para hacer frente a este problema en el contexto
de la psicología del yo, y sugiere formulaciones clínicas basadas en un
reconocimiento del problema. Pero no tiene mayor marco conceptual que
permita abordar su reconocimiento de que el modelo recibido del analista
como observador científico tradicional no puede ser correcto.
Si Loewald hubiera sido educado en la dinámica no lineal, habría
reconocido de inmediato que lo que se describe son dos sistemas de
retroalimentación enlazados, una configuración cuyas propiedades son bien
conocidas bajo el nombre de osciladores acoplados. Habría sabido que tales
sistemas acoplados pueden traer cada uno de sus elementos en estados que
nunca podrían lograr de manera independiente, de hecho estados sobre el
borde del caos y más allá. Él habría sabido que un problema grave para un
sistema de este tipo es que puede convertirse en caótico, y que sería probable
que el sistema se hubiera construido en descansos para evitar que lo hiciera.
En otras palabras, un modelo no lineal le habría señalado centralmente
aspectos importantes del sistema analítico que podrían haber enriquecido su
comprensión. Casi no podemos responsabilizar a Loewald por no saber nada
de esto, los progenitores de la dinámica no lineal solo habían comenzado a
emerger de las matemáticas en la década anterior, y la visión del mundo
robusta que ahora tenemos surgió 35 años después de que él escrito. Pero
tenemos esta visión del mundo diferente a nuestra disposición.
Freud utilizó la visión científica del mundo de su época como una lámpara
de guía en su exploración de la psique. Lo ayudó a ver profundamente lo que
tenía delante de él y ha sido casi incomprensible. Esa visión del mundo se
centró en la reducción de las observaciones a un pequeño número de causas
subyacentes que operaban a través de la conexión mecánica que unía causa y
efecto en proporcionalidad aproximada. Sin embargo, él y sus seguidores aún
ignoraban algunos de los aspectos más importantes de la psicología humana
tales como la naturaleza del trauma o la estructura de la influencia
interpersonal. Tenemos la suerte de vivir en una época en que prevalece una
nueva visión científica del mundo. Esta visión del mundo, bajo etiquetas
como teoría del caos y teoría de la complejidad, describe el mundo de los
sistemas que interactúan, de transformación donde los efectos se relacionan
entre sí de forma desproporcionada y rica, donde la sorpresa se convierte en
una característica esperable del sistema.

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El borde del caos

Creo que la aplicación obvia de estas ideas va más allá de proporcionar


una base teórica más satisfactoria para el psicoanálisis. Creo que al igual que
la visión científica del mundo de Freud dio forma a su práctica, así también
una visión del mundo no lineal puede remodelar nuestra práctica. He
intentado demostrar esta reconfiguración indicando cómo varias ideas de la
dinámica no lineal permiten formas de pensar acerca de los fenómenos
clínicos importantes, y proporcionar un punto de vista del examen de ellas
nos permite apreciar más plenamente esos fenómenos. He tratado de mostrar
cómo este trasfondo proporciona un contexto útil para pensar en el trabajo
clínico con un analizando gratificante, que presentaba un desafío. Soy muy
consciente de que, al hacerlo, los estoy invitando a unirse a mí en el borde del
caos. He tratado de mostrarles que el mundo es más interesante, sorprendente
y gratificante, si bien un poco atemorizante, aquí.

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